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Joseph Wilson Swan recibió la patente británica para su dispositivo en 1879, alrededor de

un año antes que Thomas Alva Edison. Swan comunicó el éxito a la Sociedad Química de
Newcastle (Newcastle Chemical Society), y en una conferencia en febrero de 1879, mostró
una lámpara funcionando. Al comienzo de ese año empezó a instalar bombillas en hogares
y señales en Inglaterra. En 1881 creó su propia compañía, The Swan Electric Light
Company, y empezó la producción comercial. Thomas Alva Edison fue el primero en
patentar una bombilla incandescente de filamento de carbono, viable fuera de los
laboratorios, es decir, comercialmente viable.12 La patentó el 27 de enero de 1880
(n.º 285.898).
Anteriormente, otros inventores habían desarrollado modelos que funcionaban en
laboratorio, incluyendo a Henry Woodward, Mathew Evans, James Bowman
Lindsay, William Sawyer y Warren de la Rue.
El alemán Heinrich Göbel había registrado su propia lámpara incandescente en 1855, y el
11 de julio de 1874 se le concedió al ingeniero ruso Aleksandr Lodygin la patente n.º 1619
para una lámpara incandescente. El inventor ruso utilizó un filamento de carbono.
Posteriormente, las mejoras de Edison permitieron que la lámpara incandescente tuviera
una duración más larga.
La bombilla es uno de los inventos más utilizados por el hombre desde su creación hasta
la fecha. Según una lista de la revista Life, es la segunda invención más útil del siglo XIX.
[cita  requerida]
 La comercialización de la bombilla por parte de la compañía de Edison estuvo
plagada de disputas por las patentes con sus competidores. 3
En 2009, una Directiva de la Unión Europea estableció un plazo para que en los estados
miembros dejaran de fabricar y comercializar lámparas incandescentes. El 1 de septiembre
de 2009 se prohibió la fabricación y distribución de lámparas de potencia igual o superior a
100 W y el 1 de septiembre de 2010 las bombillas de 75 W. Un año después, el 1 de
septiembre de 2011, las bombillas de 60 W y, por último, el 1 de septiembre de 2012 se
retiraron las bombillas de 40 y 25 W.4 Las bombillas incandescentes están siendo
sustituidas por opciones más eficientes, como las bombillas fluorescentes compactas y las
basadas en tecnología led.
En el parque de bomberos de Livermore (California) hay una bombilla incandescente que
lleva encendida desde el año 1901,5 lo que supone que en 2014 su vida útil ha llegado a
las 989.880 horas.

Funcionamiento y partes de la bombilla incandescente [editar]


1. Envoltura, ampolla de vidrio o bulbo.
2. Gas inerte. (Comúnmente: Argón).
3. Filamento de tungsteno.
4. Hilo de contacto (va al pie, al extremo del casquillo).
5. Hilo de contacto (va a la rosca del casquillo).
6. Alambre(s) de sujeción y disipación de calor del
filamento.
7. Conducto de refrigeración y soporte interno del
filamento.
8. Base de contacto.
9. Casquillo metálico.
10. Aislamiento eléctrico.
11. Pie de contacto eléctrico.

Consta de un filamento de tungsteno muy fino, encerrado en una ampolla de vidrio en la


que se ha hecho el vacío, o se ha rellenado con un gas inerte, para evitar que el filamento
se volatilice por las altas temperaturas que alcanza. Se completa con un casquillo
metálico, en el que se ubican las conexiones eléctricas.
La ampolla varía de tamaño proporcionalmente a la potencia de la bombilla, puesto que la
temperatura del filamento es muy alta y, al aumentar la potencia y el desprendimiento de
calor, es necesario aumentar la superficie de disipación de calor.
Inicialmente en el interior de la ampolla se hacía el vacío. Actualmente la ampolla está
rellena de algún gas noble (normalmente kriptón o argón) que impide la combustión del
filamento.
El casquillo sirve para fijar la bombilla en una lámpara por medio de una rosca
(llamada rosca Edison) o un casquillo de bayoneta. En la mayor parte del mundo, los
casquillos de rosca para bombillas de potencias medias se designan con el código de
roscas Edison E-27, representando este número el diámetro en milímetros de su rosca. Es
también muy frecuente una talla menor de rosca, la llamada E-14 para potencias menores,
o rosca Mignon, y la llamada Goliath, E-40, reservada para bombillas de gran potencia.
En países como Francia o el Reino Unido, está o ha estado en uso para servicio regular
durante muchos años, el casquillo de bayoneta en sus versiones de doble contacto, tanto
de paso ancho (B-22d o B22d) similar en tamaño al E-27 y adecuado para bombillas
estándar, como el estrecho (BA-15d o BA15d), equivalente al E-14 y por tanto más
indicado para bombillas de pequeño tamaño, tales como del tipo vela, esféricas, miniatura
y decorativas. Esta clase de casquillo deriva directamente del originalmente ideado por
Swan, existiendo también versiones de un solo contacto, tanto en los diámetros antes
mencionados como en pasos más estrechos, tales como el BA-10 o el BA-5, de 10 y 5 mm
de diámetro respectivamente.
En Norteamérica existen otros tipos de casquillo normalizados, si bien todos ellos son del
tipo de rosca derivados del original de Edison. Entre ellos está, principalmente, el E-26,
que es exactamente el primitivo que Thomas Alva creó, manteniendo sus medidas y su
paso de rosca. El E-27 es totalmente compatible con él, y ambos se aplican a lámparas
estándar de uso normal. Para las lámparas de pequeño tamaño, en Estados Unidos
utilizan un casquillo similar al Mignon, si bien es algo más estrecho; es el E-12, conocido
también como Candelabra, y su diámetro es de 12 mm. A su vez, hay otro tipo intermedio
que procede de Japón, el E-17 o Intermediate, con un diámetro de 17 mm y aplicable a
lámparas de pequeño y medio tamaño. Como curiosidad, hay que citar que en España es
corriente encontrar tales tamaños de casquillo en las lámparas que traen algunas
guirnaldas navideñas, las cuales, como es natural, están provistas de los correspondientes
portalámparas, que, de otra forma, son prácticamente imposibles de encontrar en ese
mercado.
Para lámparas de gran potencia, en Norteamérica se utiliza un casquillo equivalente al E-
40 europeo, aunque con un milímetro menos de calibre, por lo que se denomina E-39,
aunque se conoce popularmente como Mogul. Hay muchos otros tipos de encasquillado
para lámparas incandescentes y de descarga, sobre todo en lo relativo a aplicaciones
especiales, si bien los tipos de rosca Edison o bayoneta Swan, en sus distintos formatos,
son los más populares para usos normales.

Propiedades[editar]
La bombilla incandescente es la de más bajo rendimiento luminoso de las bombillas
utilizadas: de 12 a 18 lm/W (lúmenes por vatio de potencia) y la que menor vida útil o
durabilidad tiene: unas 1000 horas, pero es la más difundida, por su bajo precio y el color
cálido de su luz. Esto es normal, por ser la primera, y ocurre en todos los casos; los
modelos sucesivos no habrían visto la luz de no ser mejores. Si bien hubo patentes en
Estados Unidos de bombillas de luz de hasta 200.000 horas nunca se fabricaron por ser
económicamente inviables. En 1924 el cártel Phoebus, que agrupaba a los principales
fabricantes de Europa y los Estados Unidos, pactó limitar la vida útil de las bombillas
eléctricas a 1000 horas (obsolescencia programada). Oficialmente este cártel nunca
existió.6
No ofrece muy buena reproducción de los colores, ya que no emite en la zona del espectro
de colores fríos, pero al tener un espectro de emisiones continuo logra contener todas las
longitudes de onda en la parte que emite del espectro. 7

Lámpara halógena de xenón con rosca E27

Su eficiencia es muy baja, ya que sólo convierte en luz visible alrededor del 15 % de la
energía consumida. Otro 25 % se transforma en energía calorífica y el 60 % restante en
radiación no perceptible, luz ultravioleta y luz infrarroja, que acaban convirtiéndose en
calor.8
Sin embargo el concepto de eficiencia es relativo, y puede considerarse bajo sólo en el
caso de que se contemple la conversión de energía eléctrica en luz. Justamente debido a
sus supuestas limitaciones, su uso durante el invierno convierte a la lámpara
incandescente en un objeto que transforma la energía eléctrica en luz y calor de manera
perfectamente eficiente (por ejemplo en una lámpara de mesa), especialmente en
espacios donde a su vez se requiere calefacción, ya que el calor que desprende se
encuentra en el sitio más cercano y necesario. Además, en la comparación por ejemplo
con las lámparas de bajo consumo, debe considerarse el proceso de fabricación, su
contenido de mercurio y la radiación electromagnética. Durante el verano o en épocas de
calor sí sería válida la idea de ineficiencia por desperdicio de energía (en calor).

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