Está en la página 1de 5

El sacrificio de ser mamá

¿Qué tan cierto es que no le sirve de nada a una mujer convertirse en una madre
sacrificada? ¿Hasta qué punto podemos hacer las cosas que queramos, sin
importar a quien afectemos con nuestras decisiones? Y, sobre todo, ¿Qué hace a
una persona buena madre? Estos planteamientos nos hacen entrar en reflexionar
profundas acerca del rol de la mujer dentro de nuestra sociedad, y de su papel
como madre.

Nunca había encontrado tantos significados para una palabra, como los
encontrados al buscar la palabra “madre”, sin embargo, la mayoría de estos hacen
alusión al origen de algo o a la autoridad de algo o alguien sobre otros.
(Diccionario de la lengua española, 2014)

Sin embargo, en estos casos las definiciones se quedan cortas para etnder un
concepto tan complejo y intrincado como es el hecho de ser madre. Sobre este
concepto de lo que comprende la maternidad, es sobre el cual se desenvuelve el
documental Amazona, donde Valerie da las razones a su hija de porque decidió
marcharse de la casa y dejarla a ella y a su hermano. Pero entonces nos entran
cuestionamientos como si toda mujer se encuentra preparada para ser madre, o
incluso si no necesariamente hay que ser mujer, para ser madre.

El hecho de ser mujer dentro de nuestra sociedad comprende muchos estigmas y


presunciones que muchas veces no son ciertas. Según la antropóloga mexicana
Marcela Largade, en nuestra sociedad la vida de las mujeres está regida por dos
ejes fundamentales: lo materno y lo conyugal, estas dos funciones se encuentran
íntimamente relacionadas y determinan los roles de género (madre y esposa) que
ellas usualmente realizan. (Lagarde, 2005)

Dentro de este marco entonces se ha asumido que la mujer, por el simple hecho
de serlo tiene facultades innatas que la capacitan para ser mamá, que es dedicada
al hogar, trabaja por sus hijos más de ocho horas al día sin remuneración alguna,
que una mujer sabe cocinar, planchar, lavar la ropa, ayudar los hijos con las
tareas, tener lista la cena, y arreglar toda la casa, solo por poner algunos
ejemplos, y los medios de comunicación contribuyen a esta imagen, muchas
veces errónea de una mujer, que siempre es dedicada a su hogar, obsesiva con la
limpieza, y que siempre hace todo con la mayor de las sonrisas, así como vemos
siempre en comerciales de productos del hogar.

Según estos medios de comunicación la recompensa más grande que puede tener
una madre es la felicidad de sus hijos, y de hecho Valerie dentro de la película
apela a esto aseverando que su única responsabilidad como madre es que sus
hijos sean felices, pero a partir de esto surgen dos cuestionamientos: ¿La felicidad
vista desde la perspectiva de quién? y ¿Debería entonces la madre sacrificar sus
propios sueños y metas por ver cumplir las de sus hijos?

La palabra sacrificio proviene del latin sacrificium, cuyo principal significado era el
de ofrecer algo a una deidad. Sin embargo, una de las definiciones que podemos
encontrar de la palabra sacrificio es: “Acto de abnegación inspirado por la
vehemencia del amor”. A esto nos referimos generalmente cuando hablamos del
sacrificio que hace una madre por sus hijos.

Valerie, la protagonista del filme, nace en Inglaterra en la década de los sesenta


donde en plena época post-guerra las mujeres se habían ido empoderando cada
vez más. En 1918 habían conseguido el derecho al voto, y ahora en plena década
de los sesenta se impulsaban textos como “El segundo sexo (Simone de
Beauvoir)” que le daban más voz a las mujeres, y ponían en evidencia las voces
de miles de mujeres que detrás de su apariencia de felicidad (como nos hacen ver
hoy en día los medios de comunicación) se sentían infelices y discriminadas.
(Ballarín Domingo, Euler, Le Feuvre & Raevaara, s. f.) Esto además puso en
evidencia en toda Europa un sistema político y social, que se legitimaba en la
universalidad de sus principios, pero que en el fondo, era racista y sexista.
(Amorós & Puleo, 1995)

Quizás fue debido a los cambios sociales que había en esta época que Valerie
comienza buscar su propia vida, en libertad, sin ataduras, ni los estigmas sociales
que aun conservaban las mujeres en su época. Y quizás es allí en medio de esa
libertad donde decide viajar a Colombia con el “amor de su vida” Alberto, tal vez
esperando que las cosas en Colombia fuesen diferentes. Sin embargo tras
algunos años de vivir en el mismo estigma de mujer conservada que “debía estar
en casa antes de anochecer” como afirma ella misma en el filme; decide dejar a
sus hijos a merced de su padre y viajar de regreso a europa, allí donde conoce a
su segunda pareja con quien tiene dos hijos Clare y Diego.

No todas las mujeres nacen para ser madres, y eso queda muy claro en la vida de
Valerie, quien a mi forma de verlo en un acto meramente egoísta, y sin pensar en
las consecuencias que puede traer a la vida de sus hijos, decide irse a recorrer el
Amazonas colombiano, dejando a su hija y quedándose su hijo con ella. Diego su
hijo decide irse de la casa a los 11 años y ella lo permite, ya que para ella lo más
importante es, como ella misma afirma “la felicidad de sus hijos”. Sin embargo
para la ciencia es claro que un niño de 11 años no tiene la capacidad e tomar
decisiones acertadas, ni planear su vida de una forma coherente (Steinbeis &
Crone, 2016).

En gran parte como consecuencia de su prematura salida de casa Diego, el hijo


de Valerie, termina envuelto en el mundo de las drogas, con serias adiciones, y
como el mismo lo describe, llega a vivir “el mismísimo infierno en vida”, haciendo
alusión a lo que tuvo que padecer viviendo en la calle y siendo adicto a las drogas.
Sin embargo lo que más sorprende son los cuestionamientos que se hace Valerie,
quien siempre buscó su propia libertad, sin importar las consecuencias,
preguntándose porque su hijo Diego, era asi, tan despreocupado y desorganizado
con su vida, sabiendo que ni siquiera ella estuvo en la capacidad de darle un
ejemplo de orden y organización a s propio hijo.

Si bien es de admirar la capacidad de empoderamiento que tiene Valerie al decidir


ser libre en una época donde la mujer era prácticamente esclava, hay que
balancear también, que la responsabilidad de tener un hijo, muchas veces si
implica sacrificios, ser responsable de la vida de otro ser, muchas veces si implica
ceder a sus propios intereses y pretender una vida mejor para su hijo, y tal vez
esto fue lo que Valerie nunca logró entender.
Reconocer nuestros errores, y aceptarlos, nos ayuda a crecer como personas, y
tmabien nos ayuda a sanar nuestra propia conciencia, logrando que nos
perdonemos a nosotros mismos, y si bien las consecuencias de un error nuestro
no pueden ocultarse con el hecho de asumir que cometimos dicho error, si nos
sirve para conseguir paz con nosotros mismos, sin embargo Valerie tampo logra
reconocer esto y en una actitud soberbia dice que “todos cometen errores, y no
hace nada con reconocer que los cometió”.

En términos generales, lo que podemos recoger de todas estas reflexiones, es que


una mujer no se encuentra en la obligación de ser madre, ya que todas no están
en el deber de asumir una vida bajo su responsabilidad, pero una vez tomada la
decisión de ser madre, si está en la mujer el deber de asumir esa nueva vida como
su propia responsabilidad.

La labor de ser padres es una labor compartida, no hay ningún lugar donde este
especificado el rol que debe cumplir el padre o la madre con su hijo, debemos
romper estos estigmas sociales, pero también como sociedad debemos procurar
que una vez tomada la decisión de ser padres, esta sea asumida con
responsabilidad, ya que muy probablemente la humanidad de un futuro no muy
lejano, y la clase de sociedad que queremos proyectar, este delimitada por la
crianza de los pequeños hoy en día.

Para concluir, quiero dejar este planteamiento, Valerie pregunta: “¿De qué sirve
una mujer si se convierte en una madre sacrificada?”, y yo podría responderle.
Sirve de mucho de hecho, ya que ese nuevo ser, puede ser un gran hombre o
mujer para la sociedad, gracias a los sacrificios que esa madre hizo. Y puede ser
un daño terrible para la sociedad, gracias a lo que esa madre dejó de hacer.

Mateo Alejandro Camacho Mora

25523958

Medicina
Referencias
Amorós, C., & Puleo, A. (1995). 10 palabras clave sobre mujer. Estella [Navarra]:
Verbo Divino.
Ballarín Domingo, P., Euler, C., Le Feuvre, N., & Raevaara, E. Las Mujeres en la
Unión de Europa. Helsinki.fi. Recuperado 21 July 2018, a partir de
http://www.helsinki.fi/science/xantippa/wes/westext/wes214.html
Diccionario de la lengua española. (2014). Madrid.
Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres. México, D.F.: Universidad
Nacional Autónoma de México.
Steinbeis, N., & Crone, E. (2016). The link between cognitive control and decision-
making across child and adolescent development. Current Opinion In
Behavioral Sciences, 10, 28-32. doi:10.1016/j.cobeha.2016.04.009

También podría gustarte