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Taller de propagación de plantas

Profesor:

Isidro Elías Suarez Padrón

Integrantes:
Omar Correa Londoño
Camilo Payares García

universidad de Córdoba
facultad de ciencias agrícolas
ingeniería agronómica
Montería- Córdoba
¿Cuáles son las normas para producir injertos de plantas cítricas en Colombia?

Factores técnicos

Cada especie frutal tiene técnicas específicas, sin embargo, se puede generalizar y afirmar que
para asegurar el potencial productivo se deben tener en cuenta tres aspectos o principios
fundamentales:

El primero es la relación germoplasma-ambiente, que comprende la selección correcta de clima y


de suelo para la especie o variedades a cultivar o viceversa. El segundo aspecto indica que la
semilla, plantilla, estaca, injerto, etc., deberá garantizar la calidad genética, fisiológica y
fitosanitaria de lo que se va a plantar. Planta que no tiene las características óptimas desde su
inicio, difícilmente se recupera y seguramente muere o no produce lo esperado; muchas veces es
preferible reemplazar árboles de 2 o 3 años por plantas nuevas (Escobar, 1990). El tercer aspecto
lo componen la adecuación y preparación del terreno; esta actividad se realiza una sola vez en
muchos años y es de gran importancia en el desarrollo, la densidad y la distribución de raíces, que
influencian directamente el desarrollo y vigor de la parte aérea.

Lo anterior, no descarta otras actividades del cultivo importantes para lograr producciones altas
con calidad óptima. El huerto es una empresa y como tal, se debe partir de una adecuada
planeación que quedará plasmada en un proyecto escrito. En ese proyecto se recopilarán
ampliamente y en detalle los procesos y procedimientos tecnológicos en relación con la
adecuación de suelos, las necesidades climatológicas, las especies, variedades y patrones, la
propagación, el establecimiento de la plantación y el manejo agronómico hasta la cosecha y
poscosecha. Igualmente, se deben registrar experiencias regionales de otros agricultores,
estadísticas de resultados de investigación, cálculos de costos del proyecto y un cronograma de
labores detallado. La información técnica de producción y comercialización, sirve como base para
el establecimiento y arranque del proyecto, sin embargo, dependiendo de las condiciones
ecológicas del terreno (microclimas, plagas, enfermedades, tipos de suelos, etc.), dicha tecnología
deberá ser ajustada localmente con la finalidad de corregir sistemas de siembra, o para mejorar la
eficiencia de las diferentes actividades o labores. Por ello, durante el desarrollo del proyecto se
deberá establecer una cultura de mediciones respaldada por soportes y registros. Es común que se
requiera ajustar procedimientos técnicos en relación con nutrición vegetal, riego, manejo de
malezas, manejo fitosanitario y los procesos de cosecha.
Método De Propagación

En cítricos es posible la propagación sexual mediante semillas, este tipo de reproducción Factores
Técnicos 32 TECNOLOGÍA PARA EL CULTIVO DE CÍTRICOS EN LA REGIÓN CARIBE COLOMBIANA 33
da como resultado plantas más vigorosas y de mayor longevidad, sin embargo, presenta como
inconvenientes que las plantas requieren de un mayor tiempo para llegar a producción, su alta
vulnerabilidad a patógenos de suelo y, heterogeneidad en la apariencia, tamaño, producción y
calidad de la fruta debida a cruzamientos naturales con otros árboles, entre otras.

La propagación asexual es la más recomendada, en ella se utilizan las características de tolerancia


a problemas de humedad, salinidad y de enfermedades encontradas en variedades e híbridos de
cítricos. Estos materiales son utilizados como patrones sobre los cuales se realizan los injertos de
variedades con alta producción y excelente calidad de fruta. Este tipo de propagación tiene como
ventajas el alto rendimiento de los injertos, rápido tiempo a producción, menor tamaño de las
plantas, permite modificar, dependiendo del patrón, la densidad de plantas por unidad de área.

La propagación por estaca no es muy frecuente y es posible en algunas variedades, aunque


presenta inconvenientes similares a la reproducción por semilla. La micro propagación se ha
utilizado con éxito para obtener plantas madre para patrones o para copas, libres de
enfermedades ocasionadas por virus, viroides o fitoplasmas (Infoagro España, 2002).

Preparación del suelo

La preparación del terreno depende de la topografía, la pendiente, las características físicas del
terreno y de la vegetación existente. En algunos casos incluye el desbroce, cincelada profunda o
ripiada, arada, rastrillada e incluso nivelada, en otros casos no se requiere preparación y solo se
realiza el trazado y hoyado. Si el terreno es plano y ha sido cultivado previamente, no necesita
preparación, sólo se marca de los sitios de siembra previa determinación del sistema y las
distancias de siembra, que puede ser un cuadro real, tresbolillo y otros, y se hacen hoyos manual o
mecánicamente con 40 –50 cm de diámetro y 40 a 50 cm de profundidad. El sustrato del hoyo
puede ser mejorado en terrenos poco fértiles, ácidos o pedregosos, mediante fertilización o
mezclando el sustrato con materia orgánica, arena, cascarilla de arroz o enmiendas de tipo
químico (Escobar, 1990; Sánchez et al, 1987).

En la preparación de los lotes, es necesario considerar el diseño y trazo de vías de acceso para el
personal y para la maquinaria, especialmente para transportar la cosecha desde el campo hasta el
centro de acopio (Da Silva, 1993; Sánchez et al, 1987). También es importante considerar una
división de unidades de control correspondiente a sublotes, en Brasil se recomienda que se
consideren unidades de 3.000-4.000 plantas, realizando corredores cada 500 metros en el sentido
perpendicular a las curvas de nivel (Da Silva, 1993).
Diseño de la plantación

Los objetivos del diseño de la plantación son: permitir la incidencia de la mayor cantidad de luz
sobre los árboles; permitir a cada árbol el máximo aprovechamiento de espacio y de la fertilidad
del suelo; y facilitar el manejo de la maquinaria en su interior.

Las distancias de siembra en cítricos dependen de la especie, variedad, patrón o portainjerto a


sembrar, de la topografía del terreno, de las condiciones fisicoquímicas del suelo, de la
mecanización e incluso del tiempo de vida útil que se determine en el proyecto.

En limas ácidas la distancia máxima entre plantas debe ser de 8 metros, en naranjas de 7 metros y
en mandarinas de 6 metros. En suelos fértiles y de textura liviana, al igual que cuando se tienen
patrones vigorosos (Limón Rugoso, Mandarina Cleopatra, Citrus Volckameriana, Citrumelo 4475,
Citrange Troyer y Carrizo), se utilizan distancias amplias, mientras que con patrones de
crecimiento bajo, distancias cortas (Escobar, 1990; Jaramillo, 1982; Sánchez et al, 1987).

Dependiendo de la topografía del terreno se utilizan diferentes diseños de siembra, en zonas


planas o con pendientes moderadas diseños al cuadro y en tresbolillo o triángulo son los más
utilizados. En la medida que la pendiente es más pronunciada, siembras en curvas a nivel en
tresbolillo son las más aconsejables, en este caso se resalta la importancia de las labores de
protección de la erosión, como por ejemplo la siembra de barreras vivas y coberturas vegetales.

Siembra

El proceso se inicia con el transporte y ubicación de las plantas en bolsa en los sitios respectivos
de siembra. Posterior a ello se retira la bolsa, evitando la destrucción del cespedón y se ubica el
arbolito en el centro del hueco. Se debe evitar la siembra profunda y para ello el cuello de la
planta debe quedar inicialmente a dos o tres centímetros de la superficie del suelo (una vez se
realice el primer riego, el cuello de la planta quedará a ras de la superficie). Es recomendable
colocar un tutor para que el arbolito se mantenga derecho y finalmente se riega abundantemente
(Escobar, 1990).

Manejo de arvenses

El control de arvenses (malezas) es fundamental para asegurar el buen desarrollo y óptima


productividad de los árboles, el efecto causado por la competencia de malezas en un huerto
puede ser tan fuerte como el causado por plagas o enfermedades.

En programas de manejo integrado de arvenses se incluyen el control cultural, mecánico y


químico. El manejo cultural considera el uso de árboles de vivero libres de malezas, o el uso de
maquinaria limpia de semillas u otras partes de plantas de arvenses, también se considera que las
diferentes prácticas de cultivo que permitan un mayor desarrollo y crecimiento de los árboles
como la poda, el riego y la fertilización, ejercen un control indirecto de arvenses al igual que los
sistemas y distancias de siembra, y el uso de coberturas vegetales o cultivos intercalados (Escobar,
1990).

El control mecánico consiste en la eliminación de arvenses mediante rastrillos, guadañas


adaptables al tractor o manuales o con machete, éste debe ser dirigido a la zona del plateo de los
árboles y a las calles de la plantación.

El control químico se dirige a la zona del plateo y el producto dependerá del tipo de malezas
presentes teniendo en cuenta que los herbicidas no son selectivos, por ello la aplicación debe ser
perfectamente dirigida y calibrada para evitar toxicidad en los árboles o niveles de contaminación
ambiental (Escobar, 1990). Una fórmula que ha dado buenos resultados para el control químico de
malezas en el plato de los árboles es: Round up 1.600 cc más urea 4 kilos más Adherente 300 cc,
mezclados en 400 litros de agua.

Nutrición

La nutrición de los cítricos depende de las características fisicoquímicas de cada terreno en


particular, de la edad de los árboles, del potencial productivo y de la calidad deseada. Se considera
que las necesidades de nutrición pueden ser suplidas con fertilizantes, ya sea en aplicación directa
o mediante fertirriego, no necesariamente se requieren condiciones de terrenos fértiles para
cultivar cítricos.

No se debe esperar la presencia de síntomas de deficiencias de macro o micro nutrientes, es más


conveniente un manejo preventivo que curativo. El manejo de la nutrición debe tener en cuenta
un análisis de suelos anual, un análisis de tejidos bianual y conocer las necesidades de reposición
por la extracción de ramas podadas y frutos cosechados (Escobar, 1990). La nutrición de los
cítricos se trata en detalle en el Capítulo 2 de la parte 2. Importante destacar que es necesario
conocer sobre los requerimientos nutricionales, las épocas críticas, los métodos de fertilización, las
frecuencias, periodos y fuentes de fertilizantes dependiendo de las condiciones específicas
agroecológicas de la finca o predio. La mayor exigencia es de nitrógeno, potasio y calcio en
macroelementos y de zinc y boro en microelementos. Se considera que los momentos de
poscosecha, desarrollo vegetativo y desarrollo inicial de los frutos son las épocas más críticas en
requerimientos nutricionales.

Convencionalmente con buenos resultados los fertilizantes han sido aplicados en la zona de la
gotera de los árboles, incorporándolos ligeramente en los primeros 5-6 cm del suelo o realizando
pequeños hoyos con despeje en el plato de los árboles, sin embargo, la mayor eficiencia se logra
aplicando los nutrientes mediante los sistemas de micro riego, pues distribuyen mejor el
fertilizante en el sistema radicular y es más económica la operación (Escobar. 1990). Para producir
1.000 frutos cítricos un árbol adulto necesita 900 gramos de Nitrógeno, 115 gramos de ácido
fosfórico, 900 gramos de Potasio y 68 gramos de Magnesio. Un árbol puede requerir entre 4 y 6
kilos de abono completo al año. En suelos ácidos la cal dolomítica corrige el pH a la vez que
suministra Calcio y Magnesio.
Riego

El riego normalmente se considera uno de los rubros más costosos dentro de la inversión de un
proyecto y por ello hay que tener especial cuidado y atención en contratar el correcto sistema,
llámese goteo, micro aspersión o aspersión. Muchas veces el problema no es el diseño sino la
calidad de los materiales que se usarían para la instalación del sistema, así como también el
cumplimiento de los cronogramas de instalación. El otro problema es que no se sepa usar y
aprovechar en lo posible, contando además con información FACTORES DE PRODUCCIÓN
mitológica local. También se logra romper la estacionalidad de la producción con el riego, con lo
cual se obtienen mejores precios en la venta del producto.

Estos sistemas permiten adicionalmente abonar mediante el riego, y ello demanda el


conocimiento del comportamiento del agua en determinado suelo, realizar correctos balances
hídricos, usar fertilizantes solubles y aplicar las fuentes y cantidades adecuadas (costo-beneficio de
las aplicaciones por unidades nutricionales de Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio y Magnesio).
Después de la siembra de los árboles, se deben regar con frecuencia, o efectuar la siembra
durante el invierno para lograr un adecuado desarrollo del sistema de raíces. Los otros estados,
considerados como épocas críticas, son durante el desarrollo vegetativo o etapa de brotación y
durante el desarrollo de los frutos. Los métodos de riego dependen de la topografía del terreno, la
disponibilidad del agua y el presupuesto.

Podas

En los cítricos solo se recomiendan dos sistemas de podas, uno el de formación y otro el de
mantenimiento o limpieza. TECNOLOGÍA PARA EL CULTIVO DE CÍTRICOS EN LA REGIÓN CARIBE
COLOMBIANA 37 La poda de formación está relacionada con la arquitectura que se desea de los
árboles, por ello ya sea en el vivero o en el campo, una vez alcanzan el metro de longitud se podan
a 60-80 centímetros medidos a partir de la base, de esta forma el árbol ramifica en 3, 4 o 5 ramas.
Al final, el árbol tiene forma parabólica y arqueada que permite mayor producción y hace más
económicas las diferentes actividades de manejo (cosecha, podas, fitosanidad). Existen casos en
los cuales los cítricos forman parte de sistemas mixtos o silvopastoriles, por lo que es necesario
que la ramificación sea más alta, por lo cual la tendencia es a eliminar ramas bajeras, prefiriendo
aquellas más verticales o ligeramente inclinadas.

La poda de mantenimiento consiste en eliminar chupones, ramas secas o enfermas, plantas


parásitas o epifitas que se establezcan en los árboles cítricos. Los chupones son ramas verticales
no productivas que pueden ser usadas para rellenar áreas del árbol donde no se presente buena
ramificación, mediante podas pueden convertirse en ramas fructíferas, aunque normalmente
deben ser eliminadas desde la base. Es posible un tercer tipo de poda denominado de renovación,
que consiste en podar severamente los árboles muy viejos (más de 18 años), para recuperar la
altura del árbol.

Manejo de Plagas y enfermedades

Es bien conocido que el consumidor moderno de los países desarrollados (compradores de frutas
colombianas), cada vez más consume productos no contaminados, o cuyo proceso de producción
no haya contaminado el ambiente. Estos productos llamados ecológicos y sostenibles, cuentan con
precios increíblemente altos en el mercado internacional. En general, las plagas y enfermedades
deberán ser tratadas bajo el concepto de manejo integrado que considera la inspección periódica
y continua de los huertos por lotes, la identificación de focos de infección, el conocimiento de la
plaga y agente causal de la enfermedad (ciclo biológico, morfología, hábitos de crecimiento,
comportamiento y alimentario, relaciones entre población, nivel de daño y clima, control biológico
natural), y la forma de manejarlas considerando alternativas biológicas, químicas y culturales
(Escobar, 1990; ICA, 1996; Sánchez, 1987; Timmer, 1982).

Producción

Cuando se utilizan plantas injertadas, la producción de frutos se inicia de dos a dos años y medio
después del trasplante al sitio definitivo. Estas primeras producciones son bajas, pero se
incrementan en el tiempo y alcanzan su máximo y se estabilizan al sexto o séptimo año. Los
rendimientos por hectárea varían dependiendo de la variedad, los patrones, las condiciones
ecológicas y del manejo técnico y operativo que se dé al cultivo, incluyendo la instalación de
panales de abejas polinizadoras.

La recolección normalmente se efectúa a mano, para el transporte se recomienda utilizar cajas de


30-40 kilos y no a granel o en costales, pues las pérdidas por mal trato de los frutos pueden
alcanzar hasta 35% (Escobar, 1990; Sánchez, 1987). Dependiendo del mercado o de los
requerimientos del comprador, la cosecha se realiza ya sea con tijeras de puntas redondeadas,
dejando 0.5 cm de pedúnculo o a ras del cáliz, o a mano, dándole una ligera torsión a la fruta
acompañada de movimiento hacia abajo.

Manejo poscosecha

Las principales causas de deterioro de la fruta son: envejecimiento, pudriciones, desórdenes


fisiológicos, pérdida de humedad, daños mecánicos, físicos, químicos y en menor medida daños de
insectos. Se puede mantener la calidad de los frutos mediante un cuidadoso control de estos
factores de deterioro (Corrales. 2002). En la planta de poscosecha, el proceso se inicia con el
trasvase, el cual puede ser en seco o en agua clorada (200ppm) durante cinco minutos.
Posteriormente se realiza una preclasificación por tamaños o por defectos externos, en una banda
transportadora en el caso más sofisticado. Luego la fruta recibe un lavado con agua en aspersión,
la cual puede tener fungicida o detergentes. Una vez estén secos, los frutos pueden ser encerados,
proceso que puede ser mecánico o manual. Finalmente, se separan los frutos por calibres, se
marcan y empacan en cajas de tamaños seleccionados, dependiendo de las condiciones del
mercado específico.

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