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Ju a n P a l a u d
COLECCION Textos Universitarios, n.° 16
MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
SINTAXIS LATINA
10.“ EDICIÓN
Im p reso e n E sp añ a: P r in te d in S p a in
Fotocomposición: Didot, S.A.
Nervión, 3-6.° - 48001 Bilbao
SUMARIO
Pág.
Pág.
Pag-
e) Pronombres indefinidos:
a) Indefinidos propiamente dichos (§§ 198-205) .................................. 133
ß ) Indefinidos de distribución (§§ 206-207) .......................................... 137
y) Indefinidos de generalización (§ 208) ................................................ 138
<5) Indefinidos pronominales (§§ 209-211) .............................................. 139
f) Adjetivos usados como indefinidos (§§ 212-215) ................................. 140
Apéndice (Artículo) (§§ 216-218) ................................................................... 141
CAPITULO XIII. LAS VOCES DEL VERBO (§§ 273-281) ...................... 167
Introducción (§ 273) ........................................................................................... 167
a) Voz activa (§ 2 7 4 ) ........................................................................................ 168
b) Voz media (§§ 275-276) ............................................................................ 168
c) Voz deponente (§§ 277-278) .................................................................... 169
d) Voz pasiva (§§ 279-281) ............................................................................ 170
Pág.
P ág.
SEGUNDA PARTE
Pág.
Pág.
Pág.
4 B a s s o l s , I, 13; H a v e r s , Hdb, 3.
5 H a v e r s , H db., 51; B a ss o l s , I, 14.
6 B a s s o l s , I, 17; H a v e r s , Hdb.\ 69 y sigs.; H o fm a n n , véase en el índice del
Hdb. el epígrafe de Attraktion-, B r u g m a n n , Abrégé, 736 y sigs.
7 H a v e r s , H db., 54; P a l l e r , F ., Ph. 50, 1891, 759.
INTRODUCCIÓN 3
B i b l io g r a f ía 15
1) Repertorios bibliográficos:
2) Lingüistica general:
4) Sintaxis latina:
6) Revistas16:
Género
B ib l io g r a f ía
1 Sobre el origen del género g ram atical, vid. B a r o n e , M.; Sull’origine del genere
grammaticale nelVindo-europeo, R om a, F orzani, 1909; M e in h o f, C ., D ie Entste
hung des grammatischen Geschlechts, R ésum é dans A cts du 4 .' C ongrès de linguistes,
KjSbenhavn, 1938; L u m m e l, H.; Neutrum und sachliches Geschlecht, A ntidôron J.
W ackernagel G öttingen, 1923; L o h m a n n , J., Genus und Sexus, G öttingen, 1932;
P a u l , Prinz., 268: M e i l l e t , Ling. H ist., 213; L e n z , § 63. P a ra m ás bibliografía,
vid. C o u s in , 108.
2 B a s s o l s , I, 60.
3 W a c k e r n a g e l , II, 6 y sig s.; B a s s o l s , I, 58.
12 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
géneros, siendo imposible, por tanto, deducir por su forma si una palabra
es de género masculino o femenino9. Si no conociéramos el signifcado sería
imposible saber que la palabra p a te r es masculina y m a ter, femenina. No
existe, pues, en latín ningún sufijo aplicado sistemáticamente a las palabras
para distinguir el género masculino del femenino tratándose de sustantivos.
En efecto, los sufijos -trix (g en era trix ), -issa (p ro fe tissa ) , -ina (g a llin a ) son
poco usados. Las palabras correspondientes a la segunda declinación forman
a veces el femenino sustituyendo su vocal temática (-o) por -a; por ejemplo,
filiu s: filia ; deu s: d e a ; pero muchas de las palabras de esta declinación no
aceptan este sufijo; así, en latín clásico no puede decirse se rva , p o r c a , ursa,
etc. La falta de sufijos especializados o, mejor dicho, la aplicación poco
consecuente de los que existen explica la persistencia de la heteronimia10, o
sea, el uso de palabras distintas (p a te r: m ater; fr a te r : so ro r) para señalar
las diferencias de sexo. Este procedimiento, heredado del indoeuropeo, tenía,
sin embargo, el inconveniente de recargar excesivamente el léxico; por ello
tienden a desaparecer y, desde luego, no se aplica a palabras de nuevo cuño.
id genus, con el significado de eius generis, etc. La crítica de esta teoría puede leerse
en L ö f s t e d t , Synt., II, 16 y sigs.
9 B a s s o l s , I, 51.
10 B a s s o l s , I, 51.
11 D e l b r ü c k , III, 90 y sigs.; W a c k e r n a g e l , Π, 30; H a v e r s , H db., 102; H o f
m a n n , H db., 366; M e il let -V e n d r y e s , Gram. Comp., 492; B a s s o l s , I, 61.
14 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
Número
B ib l io g r a f ía
13. Es frecuente esta enálage para sintetizar todo un género («el hombre
es mortal») o para designar un grupo o conjunto de individuos que en un
momento dado forman un todo compacto u homogéneo («el enemigo se
acerca»)2. En el primer caso puede hablarse de un singular genérico; en el
1 Sobre los varios procedimientos a que pueden recurrir las lenguas para expresar
el número, vid. B a ss o l s , I, 73.
2 S c h m a lz , 606; P a u l , Prinz., 272; D e l b r ü c k , III, 148 y sigs.; B ru g m a n n ,
G rdr., Π2, 2, 432 y sigs.; K ü h n e r - S te g m a n n , Π, 1, 67 y sigs.; W a c k e r n a g e l , I,
18 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
segundo, colectivo. Los sustantivos que con más frecuencia admiten este
uso son los siguientes:
1) Nombres de pueblos, por e j Romanus = Romani; Volscus = Volsci.
Se trata de un uso popular que no se generalizó en el lenguaje literario hasta
el período postclásico por influencia griega Romanus sedendo vincit (pro
verbio citado por Varrón); «el turco bajaba con una poderosa armada» (Cer
vantes).
2) Palabras de uso habitual en lenguajes técnicos; así: miles, eques, pedes
(lenguaje militar); civis, iudex (lenguaje jurídico); nombres de plantas, como
rosa, viola, faba, y de animales, como anser, porcus, gallina (lenguaje
agrícola); otras expresiones, en especial para designar el material de que algo
está hecho o se hace, como lapis, silex, saxum, abies, caespes, etc. También
esta enálage se generalizó a partir del latín postclásico.
93 y sig s.; H o f m a n n , H db., 3099; L ö f s t e d t , Komm ., 178 y sigs.; Id., Synt, I2,
13; M e il let -V e n d r y e s , Gram. Comp., 486; S a l o n iu s , Vitae P atr., 73 y sigs.;
B a s s o l s , I, 75; D r a e g e r , I, 4; M ey er -L ü b k e , Gram. Rom., III, , 28; F e r n á n d e z ,
173; B r u x o t , 98.
3 K ü h n e r - S te g m a n n , Π, 1, 85; W a c k e r n a g e l , 1, 97; L ö f s t e d t , Synt, I2, 31;
M a a s , ALL XII, 501; N e u e -W a g e n e r , I, 679.
4 L ü f s t e d t , Synt., I2, 38; B a s s o l s , I, 78.
SINTAXIS LATINA. I 19
16. Con frecuencia los pronombres personales, las formas verbales y los
pronombres posesivos correspondientes a la primera persona aparecen en
plural en ocasiones en que lógicamente hubiera debido usarse el singular
(plural sociativo).
Ello es debido a las siguientes razones8:
a) La persona que habla, aunque no ejecute la acción, puede asociarse
psicológicamente a los esfuerzos de sus oyentes. Un profesor dice a sus
alumnos: «estudiamos ayer». En realidad, son los alumnos los que han
estudiado, no el profesor; así, Catulo dice nostra domus con referencia a
una casa que no es sólo suya sino también de familiares suyos.
b) La persona que habla realiza ella sola la acción, pero la expresa como
si fuera producto de la colaboración de sus oyentes. Un profesor dice a sus
alumnos: «explicamos ayer». Así: ut supra demonstravimus (Caes.).
17. La persona que habla puede usar el plural, con referencia a sí misma,
para poner más en relieve su propia personalidad (plural de dignidad)9; así,
en Tácito: nos (habla Germánico) prim a imperii spatia ingredimur.
No hay que confundir este uso con la costumbre que se inicia en el s. in de hablar
los emperadores en sus edictos en plural con referencia a sí mismos. Este uso no es
más que una consecuencia de la disgregación del poder entre varios emperadores y
Césares simultáneamente10.
Si bien los pluralia tantum se usan normalmente en plural, a veces, sin cambiar
su significado, aparecen usados en singular; de ahí vacilaciones como: cunae, cuna
(Varr.); nares, naris (Celso). Cf. «tijera y tijeras», «escalera y escaleras».
También12 es frecuente el uso del plural en vez del singular tratándose de locu
ciones y frases hechas; por ej.: in somnis, inter vias, etc. Cf. «a tientas, con creces,
a sabiendas».
Los casos
B ib l io g r a f ía
21. Los casos se usan para fijar la relación sintáctica que asumen los
nombres en la oración. El número de casos no se mantiene inalterable en
ninguna lengua; así, en latín, en época prehistórica era mayor del que per
duraba en el período de la transmisión literaria, pues, además de los seis
casos ya tradicionales, existía el llamado instrumental y el locativo. De este
último subsiten vestigios en época histórica.
Además de los casos pueden usarse en latín las preposiciones para fijar
la relación sintáctica de los nombres1. Ya antes de adquirir la lengua latina
personalidad propia concurrían ambas formas de expresión disputándose el
dominio del lenguaje. El sincretismo2, o tendencia a simplificar la declinación
reduciendo el número de casos, facilitó en gran manera el triunfo de las
preposiciones, pues, al fundirse varios casos en uno solo, su significado
resultaba excesivamente vago e impreciso. En el período histórico de la
lengua latina — época de transición entre ambas tendencias— se consuma
el triunfo de las preposiciones en el habla popular, con la consiguiente
eliminación de los casos3; así, ya en Plauto aparecen los primeros ejemplos
Nominativo
Recibe este caso el nombre de nominativo por ser la forma que se hace adoptar
a las palabras cuando se las quiere simplemente nombrar (nominare) sin formar con
ellas ninguna frase. Al proceder a su estudio distinguiremos varios usos.
4 Sobre los restos de los casos latinos en español, cf. P id a l , Gram. H ist., § 74.
5 M e y e r- L ü b k e , Gramm. Rom ., III, § 36-37.
6 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 2; B r u g m a n n , Abrégé, 469; I d ., Synt., 43; B a s
s o l s , I, 104.
7 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 274; N o r b e r g , Synt. Forsch., 64; H o fm a n n , L.
U ., 102; J u r e t , Synt., 13; E r n o u t , 11; R ie m a n n , Synt. L at., § 29; B e n n e t t , II,
4; K e n is to n , 2.82.
SINTAXIS LATINA. I 25
mativa para indicar el concepto que nos merecen las palabras que hemos
oído de nuestro interlocutor, por ejemplo: «¡tonterías!». Es evidente que esta
palabra equivale por sí sola a «esto son tonterías». En latín, con valor análogo,
se dice: fabulae!, logi! Lo mismo cabe decir de interrogaciones retóricas,
como: alienus?, ego alienus illi? aha Hegio nunquan istuc dixis (Plaut.).
Los ejemplos se dan especialmente en el habla popular y en poesía.
2) En las descripciones muy animadas (nominativo descriptivo)8: cum
Sacra via descenderem insecutus est me cum suis. Clamor, lapides, fustes,
gladii; est haec improvisa omnia. (Cic.).
3) En los rótulos y epígrafes, así como en los comienzos de capítulo,
para indicar el tema de que se va a tratar (nominativo de intitulación)9: L.
Plotius Gallus. D e hoc Cicero sic referí (Suet.).
Vocativo19
que son pronunciados los vocativos; en la escritura, por medio de las comas
con las que se aísla este caso del resto de la oración. Propiamente los vocativos
sirven para identificar o llamar la atención de la persona a quien hablamos;
por ejemplo: cape hoc sis, Libane (Plaut.); salve, alumnule (id.). Por ex
tensión puede usarse en las exclamaciones, así como para requebrar o vi
tuperar a una persona. Ej.: di immortales (exclamación); bene vale ocule mi
(requiebro) (Plaut.); etiam restitas, fugitive (vituperio) (Plaut.). El tono per
mite fácilmente fijar el significado que se le atribuye en cada caso.
A veces, incluso los predicados sufren esta atracción. Uso esporádico y tardío:
m e... solari es dignate (i. e. dignatus), deus (Paulin.).
Acusativo
B i b l io g r a f ía
1 M ü l l e r , 34; B a s s o l s , I, 145.
8 K ü h n e r S te g m a n n , II, 1, 275; R ie m a n n , Synt L at., § 35; H o fm a n n , Hdb.,
379; E r n o u t , 21; B a s s o l s , I, 146; M ü l l e r , 5; B e n n e t t , II, 196; L ö f s t e d t , Synt.,
I2, 278; H a n s s e n , § 462; K e n is to n , 3.31; B e l l o , § 796, 797 y 798; M e y e r-L ü b k e ,
Gramm. R om ., Ill, § 357 y sigs.
32 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
noche») y aplicarse con este significado a otros verbos, con respecto a los
cuales no puede hallarse ya en relación de acusativo interno.
A partir de la época postclásica se usa cada vez con más frecuencia el ablativo
en vez del acusativo, o sea, abest milibus passuum en vez de milia passuum14.
También en estos giros se introdujo el uso del ablativo, pero en época más tardía
(latín decadente). En cambio, ya en el período clásico se encuentran ejemplos en
que aparece empleado el genitivo; por ej.: turris vigintipedum alta.
Los adverbios longe y alte admiten un acusativo de extensión.
Los poetas extienden esta construcción a otros nombres genéricos; así: speluncam
devenit (Verg.).
Acusativo libre
porque el tono de la voz indica ya la intención del que habla; así: aquam
foras, vinum intro (Petron,); extra portam hac virginem (Senec.). De ahí
que abunden estos acusativos en las obras técnicas, en las que se dan reglas
o preceptos que deben cumplirse, y de una manera muy especial en las
fórmulas de las recetas en que es fácil sobreentender un imperativo, como
«toma, coge» u otro análogo.
Doble acusativo25
Los verbos que significan «preguntar» pueden también construirse con acusativo
de persona y ablativo de cosa regido por la preposición de (rogare aliquem de aliqua
re), y los que significan «pedir» como posco, reposco, flagito y en especial peto
pueden a su vez construirse con acusativo de cosa y ablativo de persona regido por
ab {petere aliquid ab aliquo).
En el latín arcaico, vulgar y decadente, esta construcción está sujeta a menos
limitaciones admitiéndola verbos distintos de los citados; por ej.: anulum parasitum
eludere; rem amicos consulere (Plaut.); angeli pastores Christum natum nuntiant
(Rhythmi).
Este uso aposicional del acusativo es muy frecuente después de id est u hoc est35.
48. A c u s a t i v o a s u m i e n d o l a f u n c i ó n d e o t r o s c a s o s .— El acusa
tivo invade no sólo las funciones propias del nominativo, según acabamos
de ver, sino que incluso concurre con otros casos o se usa en frases en las
que su empleo no está justificado. Se trata, claro está, de construcciones
vulgares, propias especialmente del latín decadente. He aquí los usos más
importantes:
1) Acusativo de precio37. Las formas más usadas son los pronombres
tantum , nihil, p lu s : v e n d id it enim vinum quantum (en vez de quanti) ipse
v o lu it (Petron.); te S a lv a to r n ih il p e n d it (Salvianus).
El uso de sustantivos es mucho menos frecuente: equus erg o S olom on is
centum qu in qu agin ta sic lo s c o m p a ra tu r (Verecundus Iuncensis).
2) Acusativo complemento directo de verbos pasivos38. Esta construcción
es bastante frecuente en el lenguaje popular. Se generalizó más en el latín
Genitivo
B ib l io g r a f ía
Genitivo partitivo
Genitivo de referencia9
cerraba un trato. Su acepción en estos casos era muy laxa y, en cierto modo,
venía a equivaler a perífrasis, como «por lo que atañe a», «con referencia
a», etc.
Este uso del genitivo aparece en latín limitado a unas pocas construcciones
que a continuación detallamos.
Con los verbos pudet y p ig et el genitivo puede expresar incluso la persona delante
de la cual uno se avergüenza.
Agrupamos dentro de este apartado todos aquellos usos del genitvo ad
verbal que se deben ya a evoluciones particulares de la propia lengua latina,
ya a influencia griega.
5 9 . G e n it i v o d e e s t im a c ió n y p r e c io 16
1) Para expresar la estima en que se tiene a alguien o algo se usa
generalmente, un verbo de estimación (facere «apreciar», esse «ser esti
mado», aestimare, ducere, etc.), rigiendo un genitivo por el que se precisa
el grado de estimación17. Este genitivo aparece representado por un adjetivo
2) Para expresar el precio que se paga por algo se usan los cuatro18
genitivos siguientes: tanti, quanti, pluris, minoris. Tratándose de otras pa
labras se emplea el ablativo. Por ej.: quanti eam emit? (Plaut.); minoris
(«más barato») vendere (id.).
62. A d j e t iv o s q u e s e c o n s t r u y e n c o n u n g e n it iv o d e n a t u r a l e z a
p a r t it i v a :
1) Adjetivos de abundancia y escasez22. Arranca esta construcción del
adjetivo plenus23, y, por extensión analógica, alcanza a adjetivos de signi
ficado afín o contrario, como onustus, prodigus, refertus, inanis, dives,
opulentus, pauper, egenus, etc.
El significado de este genitivo es, como ya hemos dicho, muy laxo, pues equivale
al giro quod attinet ad, pero a veces cobra incluso matiz causal; así: ingrata salutis
«no agredecida por haberle salvado la vida» (Verg.); fessi salutis «extenuados por
los esfuerzos hechos para salvarse» (Sil. It.).
sajera, como acontece con los verbos, sino permanente o habitual, como los
hombres (sustantivos o adjetivos). Esta circunstancia obliga en las traduc
ciones a sustituir estos participios así construidos por sustantivos o adjetivos
sustantivados; así: amantes rei publicae «los patriotas»; religionum colentes
«los devotos»; negotii bene gerens «hábil hombre de negocios»; scribens
epistularum «un escribiente».
a) Acepción partitiva
El genitivo partitivo expresa el todo del que se toma una parte o cantidad.
Puede presentarse bajo diversas modalidades, que a continuación reseñamos.
67. G e n it iv o p a r t it iv o d e p e n d ie n d o d e p a l a b r a s n o p a r t it i
v a s .— Generalmente, aunque no expresa, la idea partitiva puede deducirse,
ya por tratarse de formas adjetivas neutras que pueden descomponerse en
un sustantivo partitivo y un adjetivo (extremum = «la parte extrema»; sum
mum = «la parte alta», etc.), ya por deducirse del contexto, ya por tener el
adjetivo una acepción afín a los superlativos. A veces, no obstante, el giro
partitivo no tiene justificación alguna y se debe sólo a influencias analógicas.
Admiten esta construcción las siguientes palabras:
1) Adjetivos de género animado36. En el período arcaico, y por influencia
griega, los adjetivos divus, sanctus aparecen a veces rigiendo genitivo: día
dearum (Enn.). Virgilio imita luego estos giros que en el fondo evocan una
idea superlativa. En el período postclásico esta construcción se generaliza
bastante especialmente en las formas del plural y sin que exista razón alguna
que la justifique: plani piscium (Plin.); leves cohortium (Tac.).
En la época imperial rigen incluso a veces genitivo partitivo, adjetivos que ex
presan una idea de totalidad y, por tanto, excluyen toda idea partitiva, como cuncti,
universi, omnes37.
37 B a s s o l s , I, 217, 3. O bs., I.
38 K ü h n er -S t e g m a n n , II, 1, 432; B a s s o l s , I, 220, 2. Obs., III.
39 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 432; R ie m a n n , Liv., 10, 102; B r e n o u s , 95; N
g e l s b a c h , 116; D r a e g e r , I, 433; S c h m a lz , 609 y 366, Anm., 2; K r o l l , S. C.,
31; B a s s o l s , I, 220.
40 R ie m a n n , Synt. Lat., § 50, 3; B a s s o l s , I, 217; E r n o u t , 42; D r a e g e r , I,
458.
41 K r o l l , S. C., 32; S c h m a lz , 365; H o fm a n n , Hdb., 392; D r a e g e r , I, 458;
K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 424; B a s s o l s , I, 218.
42 B e n n e t t , II, 25 y 31; E r n o u t , 42; K ü h n er -S t e g m a n n , II, 1, 431; B a sso ls ,
I, 221, Obs. IV. También en español el pronombre interrogativo admite un ‘de’
partitivo. Vid. F e r n á n d e z , 339.
43 S c h m a lz , 362; D r a e g e r , I, 407; J u r e t , Synt., 307; B a s s o l s , I, 221, Obs.
V; B e n n e t t , II, 68; H o fm a n n , Hdb., 391; M e y e r-L ü b k e , Gramm. Rom., III, §
278; C u e r v o , Dic., IT, 794.
56 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
b) Acepciones varias
usar otros giros, como son el ablativo, solo o con la preposición ex, de o
bien un adjetivo.
tumbra a recurrir a perífrasis más precisas; así: deorum opinio «el concepto
que tenemos de los dioses» (Cic.); expectatio Galliarum «la expectación
sobre el acuerdo que se iba a tomar respecto a las Galias». En realidad, en
la propia lengua latina es frecuente, a partir de la época clásica, el uso de
preposiciones (erga, adversus, in) en vez del genitivo objetivo; así: pietas
in matrem (Cic.).
Siendo este genitivo una prolongación del posesivo, se explica su uso en giros
en los que no se acusa idea alguna de cualidad; por ej.: plurimarum fabularum
56 K r o l l , S. C., 54.
57 C u e r v o , D ic., II, 787 b; F e r n á n d e z , 134; P i d a l , Cid., § 184, 17; M e y e r-
L ü b k e , Gramm. R om ., III, § 241.
58 H a n s s e n , § 701; C u e r v o , Dic., I, 360; II, 545; G i l í , § 161.
59 L ö f s t e d t , Synt., I2 150; B a s s o l s , I, 269; J u r e t , Synt., 140.
60 C f. p . 51 y p . 53.
61 J u r e t , Synt., 310; B l a s e , 70; C u e r v o , Dic., II, 792.
62 F e r n á n d e z , 130; C u e r v o , Dic., II, 792.
63 C u e r v o , D ic., II, 765; J u r e t , Synt . , 316.
SINTAXIS LATINA. I 61
Genitivo libre
Dativo
B ib l io g r a f ía
Como hemos ya indicado, se nos presentan en latín arcaico los primeros ejemplos
del uso de la preposición ad en vez de dativo2. Estos ejemplos se generalizan mucho
en el latín decadente, si bien en ningún autor se llega a la sustitución sistemática del
dativo por la preposición ad. Ej.: Antigonam ad pastores demandavit (Hyg.); revela
ad dominum viam tuam (Benedicti Regula).
ab. Así: petere aliquid aliquem o ab aliquo (cf. p. 59). En latín decadente, con
frecuencia el acusativo o ablativo de persona se sustituye por un dativo; así: vicinis,
gentibus concubitum petierunt (lord.). Esta construcción es la que ha trascendido al
romance; así: «pedir algo a alguien», giro en el que el régimen de persona se remonta
a un dativo latino y no a un ablativo con ab, como pretenden algunos gramáticos11.
89. Algunos verbos, que por sí no admiten dativo, pueden regir dicho
caso si van acompañados de un adverbio que los modifique12; por ej. : obviam
alicui ire; alicui ire advorsum (Plaut.); longe esse alicui (Lucii.). En cas
tellano se encuentra también esta construcción: «ninguno le pasó delante»,
«le salí al encuentro»13.
dio, obtempero, etc. Estos mismos verbos admiten también, por lo regular,
otra construcción, que consiste en introducir su régimen repitiendo la pre
posición de que están compuestos; así, accedere alicui o ad aliquem, im
pendere alicui o in aliquen. Parece ser que los prosistas clásicos optan por
la construcción con dativo cuando el verbo se usa en sentido figurado, y por
la repetición de la preposición cuando se expresa una idea real de movimiento;
así, se dice: alicui dolorem, animun accedere (acepción figurada); en cambio,
ad urbem accedere (sentido recto). Las excepciones son, con todo, nume
rosas.
Dativo de interés
Se subordinan a una idea general de interés los siguientes usos del dativo:
se tiene en la acción significada por el verbo; por ejemplo: quid mihi Celsus
agit? (Hor.); eccum tibi lupus in sermonen (Plaut.). Esta construcción es
muy frecuente en el lenguaje familiar y se encuentra también en el castellano:
«no me llores», «¿adonde se me lo llevan?».
Los dativos éticos pueden ir referidos incluso al propio sujeto de la acción,
es decir, que pueden tener un valor reflexivo; por ej.: quid tibi vis?
El verbo copulativo puede expresar también una idea de posesión construido con
genitivo. No es clara la diferencia de signifcado entre ambas construcciones20.
En el giro mihi nomen est se puede expresar el nombre propio en nominativo
(Antonius) o en genitivo (Antonii) o en dativo (Antonio), resultado este último de
una atracción del pronombre mihi. En el lenguaje popular prevalece la construcción
en dativo, así como en los escritores postclásicos de tendencias arcaizantes. En la
prosa clásica, en cambio, es más frecuente el nominativo.
Dativo de finalidad26
Dativo de dirección28
En el latín vulgar y decadente se generaliza bastante este uso rebasando los límites
clásicos, y así son frecuentes expresiones como Carthagini revocavit (Vict. Vit.);
litori advenire (San Gregorio); se recepit castello (Bell. Hisp.). Se trata de hiperur-
banismos; pues, como en el lenguaje hablado siempre se usaba la preposición en
lugar del dativo, para evitar esta falta caen a veces en el error contrario29.
Doble dativo
que no tienen relación alguna con verbos que rigen dativo pueden construirse
también con este caso en virtud de otras analogías.
Los adjetivos que se construyen con dativo son los de los siguientes
significados:
1) Los que indican «benevolencia, amistad, agrado» o sus contrarios,
como amicus, propitius, aequus, gratus; iniquus, ingratus, infensus.
2) Los que indican «semejanza o parecido» o sus contrarios, como cog
natus, affinis, aequalis; impar, dissimilis.
3) Los que indican «utilidad o provecho» o sus contrarios, como utilis,
bonus, salutaris; perniciosus.
4) Los que indican «disposición, inclinación, necesidad, tendencia física
o moral», como aptus, accomodatus, opportunus, idoneus.
Ablativo
B i b l io g r a f ía
I. Ablativo separativo5
107 . S u s t a n t iv o s q u e s e c o n s t r u y e n e n a b l a t i v o s e p a r a t i v o s in
PREPOSICIÓN.
1) Nombres propios6.
a) Nombres propios de ciudades e islas pequeñas. En los períodos arcaico
y clásico prevalece el ablativo sin preposición: Roma fugere; Thebis redire
(Plaut.), pero en el habla coloquial era ya frecuente el uso de preposiciones
que poco a poco se fueron infiltrando en el lenguaje literario de los períodos
postclásico y siguientes; de ahí que con cierta frecuencia los escritores de
estos períodos usan en estos casos preposición, así: a Veis fugere; ab Tusculo
reducere legiones (Liv.); a Gaza copias movere (Curt.).
b) Nombres propios de regiones y países. En los períodos arcaico y
clásico se usa siempre el ablativo con preposición: ex Italia, ex Attica. Las
excepciones se deben a razones especiales (confusión, analogía, etc.). En el
período postclásico, en cambio, es bastante frecuente el uso del simple
4 Sobre los residuos del ablativo latino en rom ance vid. M e y e r- L ü b k e , Gramm-
Rom ., III, § 421; K e n is to n , 3, 7; H a n s s e n , §§ 462 y 465; S e c o , 40; Acad. § 255;
G ilí, § 159.
5 D e l b r ü c k , III, 181-182; B ru g m a n n , Grdr., II2, 2, 494; Id., Abrégé, 441 y
446; H i r t , Synt., I, 47; H o f m a n n , H db., 420; B a s s o l s , I, 353.
6 F u n a i o li , ALL XIII, 301; H e c k m a n n , IF 18, 340; K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1,
475; R ie m a n n , Synt. L at., § 62, R . II; H o fm a n n , H db., 420; B a s s o l s , I, 355;
B e n n e t t , Π, 288; J u r e t , Synt., 235; S c h m a lz , 386; W ö l f f l i x , E ., ALL VII, 1892,
581-583.
SINTAXIS LATINA. I 77
108. V erbos q u e a d m it e n u n a b l a t iv o s e p a r a t iv o s in p r e p o s i
c i ó n .— Cuandoel complemento del verbo es un nombre propio, la índole
de este nombre determina el uso de la preposición o del simple ablativo, de
acuerdo con lo dicho en el párrafo anterior; en cambio, tratándose de nombres
genéricos, es preciso, salvo contadas excepciones como domo y rure, ate
nerse a la naturaleza del verbo; a este respecto distinguiremos varios casos:
1) Verbos que expresan un movimiento de alejamiento o separación8.
a) Verbos compuestos. El ablativo sin preposición es bastante usado por
los poetas; en cambio, los prosistas clásicos se atienen por lo regular al uso
de preposición: loco demigrare (Plaut.); patria effugere (id.); monte decu
rrere (Hor.); saxis defluere (id.).
b) Verbos simples. El uso del simple ablativo abunda mucho menos que
en el caso anterior. Los ejemplos son esporádicos en los poetas arcaicos, se
generalizan algo en los poetas del período postclásico y prosistas poetizantes:
saxo salire (Plaut.); caelo venire (Verg.); fontibus manare (Lygd.); montes
moliri sede sua (Hor.).
Para indicar la patria o ciudad de origen puede usarse también un simple ablativo16,
con la particularidad de que generalmente se omite el participio (natus), con lo cual
el ablativo viene a depender directamente de un nombre propio: Pasiphanes Rhodo
(Plaut.); video ibi hospitem Zacyntho (ídem). La lengua clásica, sin embargo, prefiere
en todos estos casos (excepto para la indicación de la tribu) recurrir al empleo de
adjetivos derivados; así: G orgias Leontinus. Protagoras Abderites.
Propias del lenguaje popular son expresiones como melle dulci dulcior (se repite
el adjetivo), stultior stultissimo (con un superlativo como término de la comparación).
A. Ablativo sociativo28
Los verbos que acabamos de numerar pueden también construirse con cum y con
dativo29.
1 1 6 . A b l a t iv o d e l a s c ir c u n s t a n c ia s c o n c o m i t a n t e s 30.— Denota
este ablativo las siguientes representaciones:
1) La disposición de cuerpo o ánimo en que uno se halla al hacer algo;
así: capite operto, capillo raso, animo audaci.
2) Los vestidos que se llevan: regio ornatu, veste servili.
3 ) Las circunstancias de orden accidental y adicional que acompañan a
la acción principal, y entre las cuales ésta se desenvuelve. Equivale no sólo
a nuestra preposición «con», sino también a giros como «en medio de»,
«entre» y a la conjunción «si»; por ej.: quantis («entre cuán grandes»)
clamoribus illa diximus (Cic.); pace tua («con tu venia, si me lo permites»)
(Cic.); noli nostro periculo esse sapiens (id.).
4) La consecuencia que deriva de una acción (= «para»); así: dixerim
quod tuo commodo («para tu bien») sit.
B. Ablativo instrumental35
Las expresiones usus est y opus est38 se construyen no sólo con ablativo, sino
también con genitivo como consecuencia de una mutua interferencia. Es también una
nota característica de estas expresiones el uso del participio en vez del infinitivo; así:
mihi opus est hoc facto (en vez de hoc facere). E n el período postclásico surge el
giro opus habeo sinónim o de los anteriores. G eneralm ente, sin em bargo, se construye
c o n acusativo; la construcción en ablativo es m enos frecuente.
124. Cuando nos valemos de una persona como instrumento para realizar
la acción verbal, se sustituye la construcción estrictamente instrumental por
la preposición per4S. En ciertos casos, no obstante, cuando consideramos a
la persona como un mero instrumento sin voluntad propia puede emplearse
el simple instrumental. Lo dicho explica frases como: obsidibus cavere
Raras veces un ablativo de precio determina a adjetivos. Este uso queda cir
cunscrito sólo a carus, vilis, venalis (latín clásico) y dignus (latín postclásico) con
la acepción de «que vale».
2) Adverbios de lugar, tales como infra, supra, ultra. Así: multo infra
(Plin.).
3) Adverbios de tiempo: ante y post. Por ejemplo: multo post; quinque
annis post.
4) Verbos que significan «aventajar, superar»; por ej.: multo anteire,
paulo antecedere.
5) Verbos que expresan separación o distancia, en concurrencia con el
acusativo; por ej.: magno intervallo distare, abesse; milibus passuum se
cedere.
I
«de»). Parece ser que cuando el sujeto agente está representado por un
concepto inanimado (arbor baculo agitatur) nos encontramos ante una re
presentación instrumental; en cambio, tratándose de conceptos animados la
representación es separativa como lo demuestra el uso de la preposición ab61
{arbor a puero agitatur). Las interferencias son, sin embargo, frecuentes.
Por una parte, las personas pueden considerarse despojadas de voluntad
propia convirtiéndose en simples instrumentos. Estas despersonalizaciones,
frecuentes en el lenguaje castrense y judicial, explican el uso del ablativo
sin preposición en frases como; excubatoribus teneri; militibus deseri (Caes.);
exercitibus capi (Tac.). Inversamente, los nombres de cosa pueden perso
nificarse (y por tanto usarse con preposición), especialmente si se trata de
conceptos abstractos como; spe, lege, natura, etc. Los poetas extienden estas
personificaciones incluso a nombres de cosa; así; ab ignibus corripi (Ον.);
ab ense traici (id.).
1) Nombres propios.
a) Nombres de ciudad o lugar menor. Se admite el ablativo sólo tratán
dose de nombres correspondientes a la tercera declinación o bien a formas
del plural de la primera y segunda. Ej. : Carthagine, Athenis, Thebis, Delphis.
En el latín postclásico existe una mayor tolerancia usándose a veces un
ablativo de lugar en donde con nombres en singular de la segunda declinación
(en vez de locativo); así: Arretio, Halicarnaso·, en cambio, los singulares de
la primera (por influencia de Romae) se resisten más a admitir este uso, del
que sólo existen ejemplos en el latín decadente.
b) Nombres de lugar mayor. El uso de un simple ablativo es una cons
trucción artificiosa que se da sólo en el período postclásico, especialmente
en poesía y prosa poetizante; así: bellum Italia genere (Verg.).
2) Nombres comunes y genéricos. La lengua arcaica y clásica rehuye el
uso de un simple ablativo de lugar si no aparece determinado por algún
adjetivo o genitivo. En el período postclásico y también en el lenguaje popular
y poético (incluso prosa poetizante) esta construcción se generaliza algo más;
así: vestibulo sedere (Verg.); campo iacentes (Tac.). En especial adoptan
esta construcción las palabras regione, terra, mari, loco.
133. A b l a t iv o d e t ie m p o r e s p o n d i e n d o a l a p r e g u n t a «¿c u á n
Señala el momento en que sucede la acción verbal. También esta
d o ?»63.—
construcción aparece limitada sólo a unos pocos giros estereotipados, a saber:
1) Con palabras que por sí mismas indican una división del tiempo:
nocte, mense, hieme, dic, anno, etcétera.
a) Cuando por medio de un numeral se expresa cuántas veces sucede una acción64;
así: ter in anno. Autores postclásicos prescinden a veces de la preposición en estos
giros; así: septies die (Liv.).
b) Cuando los sustantivos que acabamos de mencionar van acompañados de un
adjetivo y expresan más que el tiempo propiamente dicho, las circunstancias en que
se desarrolla la acción, la situación política o personal de quien se habla65; así: in
tempore hoc «en tales circunstancias».
c) En el habla popular66; así: in hieme (en vez de hieme), especialmente cuando
los ablativos van acompañados de un adjetivo; así: aliis in annis (Lucrec.).
2) Con las palabras que expresan fechas del calendario (idibus, nundinis),
ceremonias (nuptiis), juegos públicos (gladiatoribus, ludis apollinaribus),
días de feria (feriis latinis), de elecciones (comitiis).
3) Con palabras distintas de las citadas, pero con la condición precisa
de que lleven una determinación (adjetivo o genitivo). Sin embargo, en tales
casos puede usarse también la preposición in. Así, pues, se dirá: (in) adventu
Caesaris', (in) civili bello; (in) memoria patrum.
El uso del abltivo para datar las cartas no es clásico, pues en tales casos se emplea
el giro ante diem quartum nonas ianuarias, pero como consecuencia de la elipsis de
ante se dijo quartum diem nonas ¡anuarias, y, finalmente, die quarto nonas
70
lanuarias .
Ablativo absoluto71
72 D raeger , II, 791 y 795; K ühner -S tegm an n , II, 1, 757; B a sso l s , I, 453;
H of m a n n , Hdb., 447.
73 K ühner -S teg m a n , I, 756, a); H o fm a n n , Hdb., 446, a); Flinck -L ink om ies ,
ob. cit., cap. X; D raeger , II, 788.
74 S chm alz , 389; B a sso l s , I, 455, Obs.; H o fm a n n , Hdb., 447; D raeger , II,
790.
75 D raeger , II, 804; K ühner -S tegm an n , II, 1, 779; H o fm a nn , Hdb., 446;
S chm alz , 388-389; E r n o ut , 88.
SINTAXIS LATINA. I 97
Se aducen ejemplos del período arcaico y clásico, pero se trata de simples ablativos
de modo (no de oraciones subordinadas); así: auspicato «con buenos auspicios»;
festinato «con precipitación», etc. Cf. p. 131.
1 Además de las obras citadas, vid. H a v e t , L., RPh XI, 1887, 75-77; W ö l f fl in ,
E ., ALL VIII, 1893, 295.
102 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
Generalmente, estas últimas expresiones se usan solas; sin embargo, domi admite
un adjetivo posesivo; así: domi meae, y viciniae a veces va determinado por el adjetivo
proximae.
Adjetivo calificativo
B ib l io g r a f ía
1 Además de las obras citad as, vid. H a v e t , L ., RPh XI, 1887, 75-77; W ö l f fl in ,
E ., ALL VIII, 1893, 295.
2 E r n o u t , 83; H o f m a n n , H db., 453; B e n n e t t , II, 389; B a s s o l s , I, 468; R ie
m a n n , Synt. L at., § 66, b).
104 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
a) Grados de comparación10
148. Los adjetivos latinos admiten los grados positivo (doctus), com
parativo (doctior) y superlativo (doctissimus). La diferencia entre los dos
últimos grados consiste en que por medio del comparativo se confrontan dos
términos entre sí: el que se compara y aquel con que se compara (uno solo
o varios formando unidad); por el superlativo la comparación se establece
entre· très o más términos: el que se compara y aquéllos con los que se
compara (dos por lo menos). Además, el superlativo se usa con mucha
frecuencia sin término de comparación en forma absoluta o relativa para
indicar que se posee una cualidad en muy alto grado; por ej.: doctissimus
«muy docto»11.
151. El uso incorrecto de unas formas por otras cobra especial impor
tancia en el latín decadente. Las formas que más pronto se debilitaron fueron
las irregulares (melior, optimus; peior, pessimus), pero a la postre también
las regulares dan muestra de una idéntica relajación.
Es, en cambio, frecuente en todas las épocas el uso de estos adjetivos sustantivados
cuando dependen de preposiciones; por ejemplo: in tuto, in tranquilo, in ambiguo35.
español teniendo en cuenta la estrecha afinidad que existe entre los adjetivos
predicativos (formando en español unidad fonética con el predicado, pero
concertando con el sujeto) y los adverbios. Es evidente que no hay ninguna
diferencia sustancial entre «los invitados regresaron alegres a sus casas» y
«los invitados regresaron alegremente a sus casas». De ahí que algunas
lenguas, como la latina, usen en tales casos los adjetivos predicativos e
incluso por extensión a veces los atributivos; en cambio, otras lenguas, como
la española, prefieren atenerse al uso de los adverbios.
La lengua clásica en el uso de estos giros no rebasa los límites que
acabamos de señalar, pero en poesía, a partir de la época postclásica (por
influencia griega y exigencias del metro), aumenta mucho el número de
adjetivos usados predicativamente, incluso cuando lógicamente sólo estaría
justificado el uso de adverbios; por ej.; crastinus venit (Sidon.); serus in
caelum redeas (Hor.); transversus ambulat (Chiron.); nunc indigna iacent
ossa (C. E.).
También a influencia griega es debido el uso en la lengua postclásica de
adjetivos en vez de adverbios, para determinar a participios; por ej. : plaustra
tarda volventia (Verg.).
C a p ítu lo X
Adverbios
B i b l io g r a f ía
160. Los adverbios son palabras invariables que sirven para calificar al
verbo (por extensión a adjetivos y otros adverbios) en forma análoga a como
los adjetivos califican o determinan a los sustantivos1.
A tendiendo a su significado los adverbios pueden ser de lugar, tiem po, cantidad,
m odo, repetición o frecuencia, etc.
C on fu nción análoga a los adverbios, pueden usarse form as nom inales del verbo,
p o r ej.: currendo = celeriter, cf. «volando»; sustantivos, por ej.: studio = «afano
sam ente»; adjetivos: m ultum = «m uy», o locuciones p reposicionales, por ejem plo:
cum studio = «afanosam ente».
171. A d v e r b io s e n f u n c ió n d e p r o n o m b re s r e l a t i v o s o d e m o s t r a
t i v o s . — Uso
bastante frecuente en el habla coloquial. Así: dimidium tibi
sume, dimidium huc (= huic) cedo (Plaut.). Del habla coloquial pasó al
lenguaje literario: illuc (i. e. Neronem) cuncta vergebant (Tac.)22.
Apéndice
Pronombres
B ib l io g r a f ía
173. Los pronombres son palabras que se usan en sustitución del nombre
para no recargar la frase, o bien porque no se puede o quiere identificar
debidamente el concepto a que nos referimos1. Como sucedáneos que son
del nombre pueden usarse desempeñando el papel de sustantivos o adjetivos
con la excepción de los pronombres personales que se usan sólo como
sustantivos y de los posesivos y relativos que asumen únicamente función
adjetiva. Atendiendo a su fuerza expresiva pueden ser deícticos y anafóricos2.
En el primer caso identifican una persona u objeto en el espacio, equiva
liendo, por tanto, a un gesto; en el segundo la identificación no rebasa la
esfera textual, señalando una persona o cosa ya mencionada o que va a
mencionarse. Los pronombres demostrativos (hic, iste, Ule) son deícticos;
el relativo, así como los demostrativos is; idem, ipse, son anafóricos; los
restantes pueden asumir ambas acepciones a la vez.
a) Pronombres personales3
L os pronom bres personales son las palabras que reem plazan los nom bres de las
personas que particip an directam ente en el acto de la palabra, o sea, ego, tu, nos,
4
VO S .
L os pronom bres personales usados com o com plem ento de un verbo pueden ser
tónicos o átonos. E n latín se u sa, en am bos casos, la m ism a form a; en cam bio, en
español disponem os de u n a serie tónica («m í, ti») y otra átona («m e, te»). E sta '
b) Pronombres posesivos12
posesivos; así: liber meus, tuus en vez de liber mei, tui14. Se diferencian,
no obstante, ambos idiomas en que la lengua latina dispone de una sola serie
de pronombres; en cambio, la española, de dos; la tónica («mío, tuyo») y
la átona («mi, tu»)15.
En latín clásico sólo los pronombres personales disponen de una serie adjetiva
correspondiente para expresar la posesión; los restantes utilizan, en tales casos, los
genitivos; sin embargo, en el latín no clásico surge el adjetivo relativo cuius, -a, -
um16, y en romance el adjetivo demostrativo derivado de illorum, como fr. «leur»,
it. «loro», cat. «llur», cast, antiguo «lur»17.
pular aparecen a veces usados los posesivos sin que ninguna razón especial
lo justifique; así: cum animo meo reputo (Plaut.); a paire suo iussus (Val.
Max.).
180. Tanto en latín como en español los posesivos se usan a veces con
el significado objetivo y concurren, por tanto, con el genitivo de los pro
nombres personales; así: terrore meo (i. e. mei) «por el miedo que te inspiro»
(Plaut.); cf. esp. «desprecios míos» (= «desprecios que me haces») (Cal
derón)22.
c) Pronombres reflexivos25
(Sali.); Camillus mihi scripsit te secum («con él») locutum (Sali.). También,
como en el caso anterior, puede el reflexivo reproducir el sujeto lógico:
accusabar ab eo (= ille me accusabat) quod parum constantiae suae (re
produce eo) confiderem (Cic.).
186. Cuando el reflexivo depende de una forma nominal del verbo (in
finitivo, participio, gerundio) o de un nombre verbal (sustantivo o adjetivo),
puede reproducir tanto el sujeto del verbo principal como el de la forma
nominal regente. Se deben estas vacilaciones a que las formas gramaticales
de que depende el reflexivo pueden, cuando tienen sujeto propio, equivaler
a una oración subordinada, en cuyo caso, para reproducir el sujeto, se debe
emplear el reflexivo según hemos ya expuesto.
1) El reflexivo reproduce el sujeto del verbo principal33. En español se
usan en este caso los pronombres personales: spatium dedit ad insequendum
sese («para perseguirle») hostibus (Liv.); Caesar exercitu perse («por él»)
comparato rem publicam Uberavit (Cic.); Germanicus legiones sibi («a él»)
imperium deferentes compescuit (Suet.).
2) El reflexivo reproduce el sujeto expreso o implícito en la forma no
minal regente34. También en español se usa el reflexivo. Helvetios in fines
suos (i. e. Helvetiorum) reverti iussit (Caes.); ñeque sui colligendi («de
retirarse») hostibus facultatem relinquunt (Caes.); Mithridatem Tigranes dif
fidentem suis (i. e. Mithridatis) rebus confirmavit (Cic.).
Es frecuente la sustantivación del posesivo cuando se usa con valor enfático, con
lo cual sui significa «los suyos» y sua «sus bienes».
35 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 6 0 3 , 4 ; H o f m a n n , H db., 4 7 0 ;E r n o u t , 1 5 7 ;D ra e -
g e r , I, 67; R ie m a n n , Synt. L at., § 9 , b).
36 J u r e t , Synt., 104; E r n o u t , 157; R ie m a n n , Synt. L at., § 9 , b) R. II; K ù h n e r -
S te g m a n n , II, 1, 604.
37 S c h m a lz , 61; W a c k e r n a g e l , Π , 93; B o n n e t, 696.
38 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 605, Anm. 3; S c h m a lz , 619; D r a e g e r , I, 7 0 , i);
R ie m a n n , Synt. L at., § 9 , R . IV.
SINTAXIS LATINA. I 127
d) Pronombres demostrativos39
Con valor anafórico se usa para reproducir algo que acaba de decirse, y
especialmente para resumir varios conceptos que preceden; así: diem, aquam,
solem ..., haec argento non emo (Plaut.). También puede usarse para enunciar
lo que va a decirse (generalmente una enumeración, una oración de infinitivo,
ut, quod).
En el latín clásico puede usarse como antecedente del relativo, pero en estos
casos conserva siempre su significado deíctico (hic qui = «éste que»); sin embargo,
en el período postclásico se usa a veces, sin valor deíctico, en concurrencia con is
(hic qui = is qui «el que»),
tamente; así: isti philosophi «los filósofos de que hablas»; ista auctoritas «la
autoridad de que estás investido». Señala, sin embargo, con poca fuerza su
relación con la segunda persona; de ahí que con más frecuencia que los otros
pronombres lleve como determinantes los adjetivos posesivos tuus o vester,
por ej.: ista tua soror (Plaut.), y que ofrezca menos resistencia a referirse
a una tercera persona, por ej.: id isti ( = «ellos») vituperant (Ter.), o a
aquello que está cerca de la persona que habla: iste liber = hic liber.
192. Is43.— Este pronombre tiene un valor puramente anafórico, pero sin
indicar proximidad ni lejanía. Señala, pues, algo que no se halla en relación
50 F e r n á n d e z , 225.
51 K ü h n e r -S t e g m a n n , II, 1, 628; N â g e l s b a c h , 390; K ü h n a s t , Die Haupt
punkte der livianischen Syntax, Berlin, 1872, 112; E r n o u t , 149 y 161; S c h m a l z ,
621; H o f m a n n , Hdb., 473; J u r e t , Synt., 111.
52 Este adjetivo, al usarse como pronombre de intensidad, acostumbra a ir en
español pospuesto; así, «el mismo rey» = rex idem; «el rey mismo» = rex ipse.
Vid. F e r n á n d e z , 225.
53 K ü h n e r -S t e g m a n n , Π, 1, 631, con bibliografía; R ie m a n n , Liv., 153; N â
g e l s b a c h , 395.
54 D r a e g e r , I, 81; B e r g e r , § 37; H o f m a n n , Hdb., 660 c); K ü h n er -S t e g m a n n ,
Π, 1, 629, Anm. 17; N â g e l s b a c h , 393* con bibliografía.
SINTAXIS LATINA. I 131
e) Pronombres indefinidos71
Después de la preposición sine se usa generalmente ullus (sine ulla spé), excepto
en el caso de que preceda una negación (non sine aliqua spe) o que se atribuya al
pronombre un significado enfático (Italiam cepit sine aliquo vulnere «sin grandes
pérdidas») (Caes.)75.
ß) Indefinidos de distribución
El plural de quisque sólo se emplea, por lo general, en la buena prosa con pluralia
tantum, superlativos o bien para aludir a grupos de individuos. En el período post
clásico se generaliza más el uso de las formas plurales.
No es clásico el uso de quisque con el significado de «cualquiera» (excepto en
algunos giros estereotipados como cuiusque rei, modi, generis).
Tampoco es clásico su uso con acepción reflexiva: cum uterque utrique insidia-
reteur (Bell. Alexan.).
y) In d e fin id o s d e g e n e ra liz a c ió n
ô) Indefinidos pronominales
Agrupamos dentro de esta categoría los indefinidos que por la forma92 y el sig
nificado participan a la vez de la naturaleza de los adjetivos y los pronombres93.
Alius se usa también a veces con los significados de «el siguiente» (como deter
minación temporal), por ejemplo: alio die «al día siguiente», y en plural con la
acepción de «los restantes, los demás» (uso poco clásico) y para introducir conceptos
específicos en vez de genéricos (= «y además»): eo missa plaustra iumerttaque alia
«y además bestias de carga» (Liv.). Por su parte, alter asume en el lenguaje ecle
siástico el significado y construcción de diversus.
Son numerosos los adjetivos que pueden usarse en función de pronombres in
definidos. Mencionaremos sólo los más importantes.
A p én d ice
Artículo
demostrativa que se acerca mucho al significado del artículo, pero sin acabar
de serlo. Recordaremos ciertos usos anafóricos sin fuerza demostrativa: c o r
v u s . . . , ille («el») c o r v u s (Plaut.), su uso en conexión con el superlativo:
s u p r e m u s ille d ie s («el día último, no «aquel día...»), su empleo para aludir
a nombres muy conocidos, especialmente de dioses: ille I u p p ite r , así como
para sustantivar palabras que no son sustantivos: illu s n ih il a g e r e «el no
hacer nada». Todos estos giros son, como decimos, antecedentes de la ya
aludida evolución. Ejemplos claros de ille como artículo no se dan más que
en el habla vulgar (a partir de la época postclásica) y en el latín decadente,
contribuyendo no poco a facilitar esta evolución la influencia del griego.
Ej.: ille m o r tu u s (ó τ ε θ ν γ χ ώ ζ Ioann.) (Itala); ille a lte r (cf. ó α λ λ ο ζ ) (Vitae
Patrum); a b b a te M a c a r i o illo m a io r e (Vitae Patrum).
B ib l io g r a f ía
219. Las preposiciones son palabras invariables por medio de las cuales
se determina y precisa el significado de los casos. En lenguas en que, como
la española, no existen declinaciones, las preposiciones tienen una acepción
más amplia, pues se utilizan para señalar el oficio que las palabras desem
peñan en la oración. Existe, pues, una proporción inversa entre el número
de las preposiciones y el de los casos1. Los puntos extremos aparecen re
presentados por el indo antiguo (no existen preposiciones) y las lenguas
romances (no existen casos). El latín ocupa una posición intermedia.
220. La lengua latina heredó del i. e. las preposiciones ab, ante, de,
ex, in, per, pro, s-ub, s-uper . Derivó de adverbios i. e. las preposiciones
post, praeter, subter, contra , y de adverbios propios prope, pone, clam e
intus4. Pero no sólo los adverbios, sino también formas nominales y verbales
pueden, despojándose de su significado material y concreto, convertirse en
preposiciones5. Pertenecen a esta categoría formas como c irca , cau sa, g ra tia ,
b en eficio , tran s, a d versu s, etc.6.
sólo los casos que expresan una relación material o concreta pueden ir
determinados por preposiciones. Entre la preposición y el caso por ella regido
debe existir una adecuada correlación. En el latín hablado, sin embargo (a
partir ya de la época imperial), aparecen muchas veces las preposiciones
unidas a un caso que no les corresponde. En general se observa una clara
tendencia a imponer y usar exclusivamente el acusativo como caso universal
con detrimento del ablativo. Así: cum so d a les; a p u lv in a r (Inscripciones de
Pompeya); d e illa s sta tu a s (Peregr. Aeth.).
225. Cuando, por el contrario, una misma preposición rige dos sustan
tivos coordinados, caben en tal caso varias combinaciones20:
a) Colocar una sola vez la preposición delante del primer sustantivo,
por ej.: in la b o re a c d o lo re . Esta construcción es muy frecuente en la prosa
clásica, especialmente cuando los dos sustantivos forman una misma unidad
de concepto o expresan ideas muy afines. En latín arcaico incluso sin este
requisito.
b) Repetir la preposición delante de cada sustantivo, por ej.: ex urbe et
ex a g ris. En latín clásico se usa esta construcción cuando se quiere insistir
en la independencia u oposición de los dos sustantivos que se coordinan; en
latín arcaico incluso sin esta condición.
c) Colocar la preposición sólo después del primer sustantivo, por ej.:
tim o res in ter e t ira s. Lucrecio y Accio introducen esta construcción en poesía;
la rehúyen en general los prosistas clásicos, pero los postclásicos la emplean
con bastante libertad.
240. A p u d 47.— S e u s a g e n e r a lm e n te c o n v e rb o s d e r e p o s o p a r a in d ic a r
la p r o x im id a d d e p e r s o n a s ( = « c e r c a d e , ju n to a » ) y c o n m e n o s f r e c u e n c ia
d e lu g a r e s . A u to r e s p o c o c lá s ic o s la h a c e n d e p e n d e r a v e c e s d e v e rb o s d e
m o v im ie n to ( = « a » ) o l a e m p le a n p a r a s e ñ a la r e l l u g a r e n q u e s u c e d e a lg o
en vez de in + a b la tiv o o lo c a tiv o . E n g e n e r a l e s ta p r e p o s ic ió n e s m á s u s a d a
e n e l h a b la c o lo q u ia l q u e e n l a lite r a ria .
En latín vulgar aparece a veces construida con ablativo o usada con la acepción
de cum (especialmente en las Galias).
246. E x t r a 53.— S e u s a c o n v e r b o s d e r e p o s o y m o v im ie n to ( = « fu e ra ,
a l e x te r io r » ) . E n s e n tid o f ig u r a d o s e ñ a la la e x c lu s ió n ( — « e x c e p to » ) , la
c a r e n c ia o f a lt a ( = « s in » ).
En el habla vulgar tuvo que sufrir la competencia de foras y foris, pero sólo en
su acepción local.
Por analogía inversa con procul se construye con ab. prope a Sicilia.
Las formas comparativas propius y proxime se usan también como preposición,
pero sólo a partir de la época clásica. La primera únicamente con valor local, la
segunda puede emplearse con acepción temporal. Por influencia de propinquus,
propius aparece a veces rigiendo dativo, por ej.: propius stabulis (Verg.).
260. T r a n s 67.— Se usa con significado local («al otro lado de, más allá
de») con referencia a accidentes geográficos, ríos, mares, montes, etc., que
deben salvarse. Depende con más frecuencia de verbos de movimiento que
de reposo. Referida al tiempo y en sentido figurado se usa con el mismo
significado que ultra. Sin embargo, estas acepciones son postclásicas y
esporádicas. Algunos escritores de este período dejan de usar esta preposi
ción, que era ya poco usada en el habla vulgar de muchas regiones.
alguien», o sea, «en su favor, de su parte», así como que en la época imperial
se usara para indicar el cargo cuyo desempeño se confiaba a un determinado
esclavo, así: serviis ab argento, lit. «siervo que está de parte de mi dinero»,
o sea, «que cuida de mis finanzas».
Señala con respecto al tiempo el punto en que empieza a durar o ejecutarse
algo (= «desde») o bien, sin idea alguna de duración, el punto en que arranca
otra acción ( = «después de»). Por extensión se usa para señalar el origen
(genealógico, de un sentimiento, dolor o conocimiento), el agente de la voz
pasiva, el orden o sucesión con los numerales ( = «a contar de»), así: tertius
a te, de donde se llega, uso no clásico, a la acepción comparativa (dignior
a te «más digno que tú», lit. «más digno a contar de ti»). También son
propias del latín no clásico las acepciones causal, limitativa, instrumental e
incluso partitiva (nonnulli a militibus).
2 6 7 . P r a e 75. — Sé u sa c o n v e r b o s d e m o v im ie n to y r e p o so ( = « d e la n te ,
d e l a n t e d e » ),^ e r o ^ é n e l p e r ío d o c lá s ic o s ó lo c o n lo s p rim ero s. P or e x te n sió n
se usa con acepción comparativa (= «en comparación de»), de preferencia
(= «más que, sobre») de donde deriva, uso no clásico, su concurrencia con
los ablativos comparativos (me minoris facio prae illo) (Plaut.). También
puede usarse para expresar la causa, si bien en autores clásicos sólo la causa
que impide algo o en frases negativas. A partir del período postclásico
rehúyen su uso algunos autores y en el habla familiar cayó pronto en desuso.
77 b,s Así: nec tribuni nec centuriones nec quinquagenarii nec decuriones nec de
in equis ceteri (Clemens, epist.); vid. L ö f s t e d t , E., Er X, 1910, 161-163. Preci
samente en español existe también esta construcción, así: «los restantes de a caballo
= las restantes tropas de caballería».
78 H o fm a n n , Hdb., 539; S c h m a lz , 414; K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 571; D r a e
g e r , I, 661; C u n y , A. Notes de linguistique latine et grecque, Mélanges Glotz.
Paris, Presses Universitaires 1932, 265-275; M e i l l e t , A., BSL 1929, 80-81; S ch n i-
t t k i n d , H . T., HSPh XV 1914, 205-206.
79 S c h m a lz , 414; R ie m a n n , Synt. Lat., § 110; H o f m a n n , Hdb., 540; K ü h n e r -
S te g m a n n , II, 1, 572; D r a e g e r , I, 663.
SINTAXIS LATINA. I 165
ó) Preposiciones impropias
B ib l io g r a f ía
a) Voz activa
274. Se usa la voz activa para expresar que el sujeto realiza la acción
verbal o que se halla en el estado o proceso que enuncia el verbo5. Esta es
la más antigua en todas las voces y el sistema de desinencias que se creó en
i. e. para expresarla continúa con las naturales modificaciones hasta nuestros
días.
Contrariamente a la definición que acabamos de dar de la voz activa,
aparecen a veces formas verbales con desinencia activa, pero con una acep
ción no activa.
1) Formas activas con valor pasivo6. Los verbos vapulare y venire se
usan siempre en la voz activa con la acepción de «ser pegado» y «ser
vendido», respectivamente. Ocasionalmente adoptan también la acepción y
construcción pasivas verbos como interire, cadere, perire (— occidi) y al
gunos otros, así: torqueor ne vir ab hoste cadat (= interficiatur) (Ον.);
salvebis (= salutatus eris) a meo Cicerone (Cic.).
2) Formas activas con valor reflexivo-intransitivo. En latín, con mucha
más frecuencia que en español, una forma simplemente activa como muto
puede usarse con la acepción de me muto o mutor (cf. ps. 277, 278 y 281).
b) Voz media
277. Los deponentes eran verbos que originariamente tenían una acep
ción media. Esta acepción, sin embargo, se fue debilitando hasta extinguirse
por completo, con lo cual quedaron equiparados a los verbos activos por el
significado y a los pasivos o medios por la forma; así: loquor «hablo», hortor
«aconsejo». Generalmente los deponentes13 son verbos que expresan mo
vimiento o reposo (gradior, proficiscor, moror) estados anímicos (gaudeor,
laetor), actividades espirituales o su exteriorización (meditor, loquor), pro
cesos corporales (ringor, ructor), profesiones u oficios (feneror, agricolor),
hábitos o costumbres (comissor, bacchor)14.
d) Voz pasiva18
279. La voz pasiva, cuyas desinencias son iguales a las de la voz media,
puede según la naturaleza del verbo adoptar la construcción personal o la
impersonal.
III2, 3, 700 y sigs.; Id., Abrégé, 636 y sigs.; D ie l s , P., Über das idg. Passivum,
Breslau, 1913; W a c k e r n a g e l , I, 135; G o b e l e n t z , H . C. v o n , BSG 8, 449 y
siguientes; H ir t , Hdb. Griech., 205; W is t r a n d , 6 y sigs.; C l a f l in , E. F., AJPh
XLVIII 1927, 157-175; C o n w a y , R. S., The origin of the latin passive, illustrated
by a recently discovered inscription, Proceed. Cambridgiam Philol. Society, 1890;
W il d e , J ., Die Passivischen und medialen Ausdruckweisen objektiven Geschehens
vom allgemeinen sprachwissenschftlichen Standpunkte verfolgt an der frührömischen
Literatur, Diss. Leipzig, 1913; E r n o u t , A., MSL XV, 1908-1909, 273-333; M u
l l e r , F., The Romanic Rev., 1924, 68-73.
19 H a v e r s , Hdb., 147; S p itz e r , Ideal Neuphil., 142, Anm. I; M e y e r-L ü b k e ,
W., Neusprachliche Studien, Festg. K. Luick, 170; N a u s e s t e r , Das Kind und die
Formen der Sprache, Berlin, 1904, 30 y sigs.; S c h m a lz , 491; B a s s o l s , II, 1, 124.
20 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 100; B a s s o l s , II, 1, 124; E r n o u t , 175.
21 H a n s s e n , § 593; C e ja d o r , 226; Gm, § 102.
22 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 102; D r a e g e r , I, 163; R ie m a n n , Synt. Lat., §
134, R . II; J u r e t , Synt., 24; H o fm a n n , Hdb., 589; B e n n e t t , I, 388; B a s s o l s , II,
1, 132; E r n o u t , 174.
172 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
281. En algunas ocasiones adoptan los verbos la voz pasiva como re
sultado de una simple atracción26. Se trata de verbos que rigen infinitivos
pasivos o deponentes. Los verbos que con más frecuencia admiten esta
construcción son:
a) Potest (debet) fieri > prote stur (debetur) fieri. Esta construcción no
es clásica. Ej.: memorari vixpotestur (Quadrig.): custodiri debetur (Hyg.).
b) Coepit (desivit) aedificari > coeptum est (desitum est) aedificari. La
prosa clásica usa normalmente esta última construcción: urbs aedificari coep
ta est (Liv.): non desitum bellari (idem).
C a p ít u l o X IV
muevo»), pues dichos participios tienen también una acepción activa y media
(o reflexiva); así, mutans «el que mueve» y «el que se mueve» determina
que muto «muevo» pase a significar «me muevo»9.
285. Con este nombre se designa a los verbos que rigen como comple
mento un pronombre reflexivo en acusativo o en dativo. En tales casos
adquiere el verbo un significado muy afín al de la voz media, y por ello al
extinguirse dicha diátesis se recurrió para sustituirla a los verbos pronomi
nales. De ahí que las acepciones que puedan tener dichos verbos, como en
la voz media, sean múltiples.
y a veces la voz media; así, pues, con la acepción de «me muevo» se dice
en latín me muto, muto y mutor.
Los verbos transitivos que más generalmente usan en latín un pronombre
reflexivo son applico, colligo, congrego, comineo, delecto, proicio, submi
tto, etcétera21.
Los verbos que con mayor frecuencia admiten este régimen pronominal son los
de movimiento, lengua y entendimiento, reposo; por ej.: vadent se unusquisque ad
hospitium suum (Peregr. Aeth.); vade tibi ad principem tuum (Conversio Afrae);
sedete vobis (Peregr. Aeth.); hic humor in ventrem se disidet (Chiron. Mulom.)23.
c) Verbos recíprocos
291. Así se designa a los verbos que expresan una acción realizada por
varias personas, cada una de las cuales la ejerce sobre otros y la recibe de
ellos. Para acusar la idea de reciprocidad del verbo pueden usarse los si
guientes giros27:
1) El pronombre reflexivo. Uso esporádico en los autores clásicos; fre
cuente en el habla popular, de donde ha pasado a las lenguas romances: cum
se (i. e. inter se) ibi laete invitarent (Sali.); ut se ament ejflictim (Apul.).
Para reforzar la acepción recíproca se usa a veces el pronombre ipse,
que concuerda generalmente con el sujeto, raras veces con el reflexivo; así,
pueri se ipsi (o ipsos) laudant.
2) La locución inter se (en español «entre sí»). Es la fórmula preferida
por los autores clásicos. En latín a diferencia del español, se omite, al usarla,
el reflexivo complemento directo; así, pueri amant inter se (Cic.) «los niños
se aman entre sí».
El giro inter se, como consecuencia de haberse estereotipado, puede usarse ha
ciendo las veces de un caso oblicuo, así: auxerant opinionem inter se (h. e. αλλήλων)
(Liv.), y también reproduciendo segundas y primeras personas: inter se (h. e. inter
nos) dissimiles invenimur (Min. Fel.)“ .
B ib l i o g r a f í a
292. Las formas del verbo llamadas tiempos tienen por misión situar la
acción en el tiempo, pero ésta no era su función originaria1. En realidad, la
atribución de un valor temporal a los llamados tiempos del verbo fue el
resultado de una larga evolución que cuajó en parte en el modo indicativo,
pero no en los modos restantes, cuyos tiempos no expresan ninguna idea
temporal definida ni precisa. Por esta razón estudiaremos sólo en el presente
capítulo los tiempos de indicativo, refiriéndonos, por lo general, a su empleo
en oraciones independientes o principales, reservando a la subordinación el
estudio de los restantes usos.
temente ambas formas o incluso prevaleciendo los compuestos sobre los simples
como sucedió con comedere «comer», que arrinconó a edere.
Presente7
Imperfecto9
para él son futuros. Hanc epistulam dictavi sedens in raeda, paucis diebus
habebam («tendré») certos homines, quibus darem litteras (Cic.).
Perfecto10
a) Acepción aorística
En latín clásico este uso del perfecto queda circunscrito a frases negativas o que
lleven un adverbio de iteración; sin embargo, en el latín postclásico, por influencia
griega, se usó sin estas limitaciones. Ej.: amisso (rege) rupere fidem constructaque
mella diripuere ipsae et crates solveres (Verg.). En español usamos en estos casos
el presente general.
b) Acepción perfectiva
Futuro imperfecto11
Sobre el uso de fórmulas como ita me di amabunt cf. p. 351. El futuro, en vez
del subjuntivo, acentúa el carácter aseverativo de la frase.
Pluscuamperfecto '2
Futuro perfecto13
330. El futuro perfecto latino tiene acepciones y usos muy distintos que
su homónimo castellano. Este es un tiempo relativo, y expresa siempre la
331. F u t u r o p e r f e c t o c o m o t ie m p o a b s o l u t o (fecero = « h a ré » ).
1) Oraciones principales. Uso bastante frecuente en el período arcaico,
pero cada vez más restringido a partir de la época clásica. Ejemplos: ad
fratrem mox ivero (= ibo) (Plaut.), da sodes aps te: (ego) post reddidero
(= reddxbo) tibi (id.). Con mayor tenacidad subsiste el uso del futuro perfecto
como tiempo absoluto en los dos casos siguientes:
a) Las formas videro y fuero: meis exitio fuero ( = ero) (Cic.); de actione
post videro ( = videbo) (id.).
b) Formando parte de una oración principal de la que depende una oración
subordinada (condicional, temporal o relativa): si feceris, maxime obtem
peraris voluntati meae (Cic.).
2) Oraciones subordinadas. Incluso dentro de estas oraciones aparece a
veces usado el futuro perfecto con acepción absoluta (fecero = faciam), pero
para ello es preciso que figure también en la principal un futuro perfecto
con significado de futuro imperfecto, por ejemplo: si dixero mendacium («si
digo», lit. «si diré») meo more fecero («haré») (Plaut.). Sin este requisito
sólo unos pocos futuros perfectos (voluero, potuero, habuero, etc.), pueden
usarse en oraciones subordinadas sin valor de anterioridad14.
Apéndice
16 B a s s o l s , II, 1, 381.
17 B a s s o l s , d e C l im e n t , M ., La cualidad de la acción verbal en español,
Estudios dedicados a Menéndez Pidal, II, 1951, 135-147.
18 B a s t a r d a s , 127-137.
C a p ít u l o X V I
334. Los hechos que se enuncian mediante el verbo pueden ser reales o
bien por el contrario no ser otra cosa que un simple producto de nuestra
mente. En el primer caso se usa el modo de la realidad o indicativo, en el
segundo el modo de la representación mental, susceptible de muchos matices,
pues lo que pensamos puede ser posible, dudoso, necesario, deseado, etc.;
de ahí que en muchas lenguas existan distintas formas verbales o modos
para su expresión. En i. e . estos modos eran los siguientes: imperativo,
subjuntivo, optativo o inyunctivo. Sin embargo, como resultaba más práctico
el uso de verbos auxiliares de índole modal («poder, querer, deber», etc.)
o bien de partículas («quizás, acaso...»), fue reduciéndose el número de
formas verbales destinadas a expresar el mundo de la representación mental
(del mismo modo que se iban simplificando los casos). En virtud de este
proceso se fundieron en latín los modos subjuntivo, optativo e inyunctivo
en uno solo, al que se designa con el nombre de subjuntivo, con lo cual el
paradigma quedó integrado sólo por tres modos: indicativo, subjuntivo e
imperativo.
cuencia, se usa indebidamente un modo por otro. Las formas que con más
frecuencia se interfieren son el futuro de indicativo y el subjuntivo presente,
el primero puede asumir un claro valor modal, y el segundo perderlo1; de
ahí que en el latín arcaico y popular alternen con frecuencia en una misma
frase con idéntico significado2.
Si tales interferencias y otras a que en breve nos referiremos se producen
entre los modos de la realidad y de la representación entre los modos de la
realidad y de la representación mental, es natural que sean aún mayores las
que existen entre los varios matices que se establecen en el último de los
modos citados (duda, posibilidad, irrealidad, etc.), y por si ello fuera poco,
las lenguas tampoco coinciden entre sí en las maneras de entender tales
matices. Todo ello determina frecuentes vacilaciones sobre el significado
que realmente debe darse a los modos cuyo estudio constituye una de las
partes de la gramática más difíciles y contravertidas.
Indicativo
Razones de orden fonético explican a veces esta enálage; así es bastante frecuente
el uso de profers en vez de profer por el mayor volumen fonético de la forrna
indicativa. La confusión en la pronunciación entre la «i» y la «e» explica el uso de
las fórmulas de cortesía: ignoscis y perm ittis con la acepción de ignosces y permittes
(«perdonarás»),
338. I n d i c a t i v o c o n v a l o r p o t e n c i a l - i r r e a l 4.
1) Para expresar que existe (o ha existido) la posibilidad, obligación o
conveniencia de hacer algo, pero que no se ha hecho uso de tal posibilidad,
se emplea generalmente un verbo auxiliar (poder, deber, etcétera), rigiendo
un infinitivo; pero mientras en español el auxiliar se formula generalmente
en condicional o subjuntivo, en latín se usan los tiempos de indicativo y
concretamente el presente en vez de nuestro condicional simple, los restantes
tiempos de pasado en vez del condicional compuesto o pluscuamperfecto de
subjuntivo. La diferencia en el uso de estos últimos tiempos estriba en que
el imperfecto enuncia los valores modales a que nos hemos referido como
subsistentes en el presente,^ el perfecto como no subsistentes en el momento
en que se habla, el pluscuamperfecto como anteriores a otra acción pasada.
Ejemplos:
a) possum («podría, pero no lo hago») persequi permulta oblectamenta
rerum rusticarum (Cic.).
b) bonus vatis poteras («hubieras podido y puedes todavía») esse, nam
quae sunt futura dicis (Plaut.).
c) id ipsum quod fecit potuit («hubiera podido, pero ahora ya es de
masiado tarde para rectificar») diligentius facere (Cic.).
d) erupit e senatu... quem omnino vivum illinc exire non oportuerat
(Cic.). La posibilidad es pasada y anterior al verbo principal.
que señalan con claridad que la acción no llegó a realizarse. Ejemplo: paene
in foveam decidi («hubiera caído»), ni hic adesses (Plaut.)6.
Subjuntivo
B ib l i o g r a f í a
342. Se agrupan dentro del subjuntivo varias formas a las que, por
influencia del indicativo, se designa con el nombre de tiempos (presente,
imperfecto, etc.). No existe, sin embargo, más que una semejanza bastante
remota entre ambas series de tiempos, pues mientras los de indicativo sitúan
la acción en el tiempo, los de subjuntivo carecen de valor temporal definido.
Oscila el presente entre el futuro y el momento actual, el imperfecto entre
el presente y el pasado, e incluso el pluscuamperfecto que originariamente
era un tiempo creado para expresar el pasado, acabó también por ascender
a la esfera del presente (la forma española «amase» deriva del amavisset).
Más compleja es la historia del perfecto. Etimológicamente, las distintas
formas que se agrupan bajo este nombre eran optativos de aoristo y como
tales expresaban la acción en su aspecto momentáneo, pero se desdibujó este
matiz y las formas sigmáticas (faxim) se refirieron al futuro con un valor
muy semejante a los subjuntivos presentes (acepción aorística o atemporal),
las formas asigmáticas (fecerim) podían usarse con la acepción aorística y
además para expresar la acción terminada con un significado equivalente a
nuestro subjuntivo perfecto, e incluso a veces al potencial de pasado o al
perfecto de indicativo (acepción perfectiva).
Por todo ello, al proceder al estudio del subjuntivo no podemos tomar
como base de clasificación (como hemos hecho con el indicativo) el valor
temporal de los llamados tiempos de subjuntivo. Esta noción es demasiado
inestable. Será, pues, mejor atenernos a las diversas acepciones modales que
con este modo se expresan. En este sentido, y de acuerdo con lo expuesto,
estableceremos dentro del subjuntivo tres categorías fundamentales:
A Subjuntivo de volición.
B Subjuntivo de deseo.
C Usos mixtos.
Dentro de cada una de estas categorías agruparemos las varias acepciones
que con ellas se relacionan y de ellas se derivan.
a) Subjuntivo de volición
se haya conservado en latín este uso del subjuntivo e interpretan los ejemplos
dándoles otra acepción.
Contrariamente a lo que sucede en español, puede usarse también con esta acep
ción la primera persona del singular, aunque, desde luego, es más frecuente en tal
caso emplear el futuro. En la traducción al español es necesario sustituir el singular
por el plural. Ej.: ecferturpraeda ex Troia. Taceam nunciam «callemos de una vez»
(Plaut.); sed maneam etiam «pero aguardemos también» (id.). Los límites entre el
subjuntivo de determinación y el exhortativo no son claros muchas veces, con las
consiguientes vacilaciones a este respecto.
La prosa clásica se muestra algo más tolerante con el empleo del subjuntivo
cuando se usa la segunda persona del singular con acepción indefinida: sic cum
inferioribus vivas («uno debe vivir») quemadmodum tecum superiores velles vivere
(Sen.).
Las partículas ut (uti), modo, etc., se añaden a veces a los subjuntivos yusivos.
En español con valor análogo se emplea «que». Ej.: ut uxorem ducas «que te cases
pronto».
b) Subjuntivo de deseo
Las partículas ita, sic se usan también con valor ponderativo (en realidad una
prolongación del desiderativo). Entendemos por ponderativo una frase como «que
los dioses me confundan si tú no eres mi amigo». En latín la estructura de estas
fórmulas difiere algo, pues con dicho significado se dice: ita me di ament ut amicus
meus es. Ejemplo: tried ita di servent (ut) hic pater es noster (Plaut.).
Es poco frecuente el uso con esta acepción de los perfectos de verbos deponentes,
por ejemplo: passus sim, miratus sim y aún menos de formas pasivas con significado
también pasivo: neque id statim legenti persuasum sit (Quint.)32.
c) Usos mixtos
Ciertos usos del subjuntivo pueden considerarse derivados tanto de una primitiva
idea volitiva como desiderativa. Esos usos son los que a continuación enumeramos.
I, 174; E r n o u t , 199.
48 B e n n e t t ,
I, 178; B a s s o l s , II, 1, 460 con bibliografía; E r n o u t , 199 y 200.
49 B e n n e t t ,
II, 1, 510; K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 178; B l a s e , 156; R ie m a n n ,
50 B a s s o l s ,
Synt. Lat., § 163 R . Π y ΠΙ.
C a p ít u l o X V III
Imperativo
B ib l io g r a f ía
a) Imperativo afirmativo
1 B a s s o l s , II, 1, 579.
2 Obras citadas en la bibliografía y en especial B ennett.
212 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
a) Para atenuar:
a) Verbos: a m a b o y con menos frecuencia o b s e c r o , q u a e r o ... por ejem
plo: p r o p e r a , a m a b o ; m e m e n to , a m a b o ; d ie , o b s e c r o , etc.
ß ) Oraciones condicionales abreviadas, por ejemplo: sis , s u ltis , s o d e s
contracción de s i v is , s i v u ltis , s i a u d e s (= «si quieres»), Ej.: ta c e , s is ; d ie,
s o d e s ; h o c c o g ite , s u ltis .
b) Para reforzar:
a) Imperativos fosilizados como a g e , a g ite («¡ea!»), a g e d u m , a g e sis.
Ej.: a g e d a v e n ia m f i l i o (Plaut.).
ß ) Partículas como m o d o , d u m , p r o in , p r o in d e y en especial q u in =
«¡ea!». Ej .'.fu g e , m o d o ; q u in a u d i «¡ea!, oye». Sobre este uso vid. B a s s o l s ,
II, 1, 559.
360. Los imperativos a causa de la afinidad que tienen con las interjec
ciones se fosilizan con frecuencia, convirtiéndose en simples interjecciones ,
así: a g e «¡ea!», con menos frecuencia c a v e , i, m a n e .
b) Imperativo negativo7
364. P a r t i c ip io d e p r e s e n t e y v e r b o c o p u l a t i v o 1 (= scribens
sum).— Esta perífrasis tiene un significado muy afín a las formas finitas del
verbo simple2. En realidad la diferencia entre scribens sum y scribo es muy
tenue; a lo sumo podemos decir que el giro perifrástico tiene más fuerza
expresiva y atribuye una mayor persistencia y continuidad a la acción. Este
giro es bastante frecuente en los períodos arcaico y postclásico; se usa poco
en el clásico. Ejemplos: currens erat ad dextram (Bell. Hisp.); est loquens
(Cic.).
perifrástica3, por ejemplo: «todos eran creyentes que era transida de dolor» (Apo-
lonio).
Se usa normalmente scriptum fuerat, fuerit en vez de scriptum erat, erit para
enunciar hechos anteriores a otros hechos expresados por un pluscuamperfecto con
erat, o por un futuro con erit, por ejemplo: pons qui fuerat tempestate interruptus
(«había sido hundido») paene erat refectus («estaba arreglado») (Caes.); quae (cu
piditas) si quando adepta erit id quod eifuerit concupitum (acción futura, pero anterior
a la del verbo principal) (Cic.). También es frecuente el uso de estas formas cuando
los participios pueden interpretarse como adjetivos.
3 6 7 . P a r t i c i p i o d e f u t u r o y v e r b o c o p u l a t i v o 6 (scriptu ru s
sum).— Por medio de esta perífrasis se expresan los siguientes significados:
a) Voluntad o intención de hacer algo. Si itura est, eat «si tiene la
intención (el propósito) de ir, que vaya» (Plaut.).
b) Posibilidad, facultad, autorización o permiso de hacer algo: in cor
poribus aegris nihil quod nociturum est («que puede dañar») medici reliquunt
(Curt.).
c) Inminencia: cum apes evoluturae sunt («van a volar, están a punto
de volar»)... consonant vehementer (Varro).
d) Inexorabilidad u obligación: si est bellum civile futurum («si debe
haber una guerra civil») quod certe erit (Cic.). Esta acepción se generaliza
sólo en el período clásico, pero circunscrita por lo regular a la formafuturum.
A finales de siglo ni se usa sin matiz alguno modal, expresando simplemente una
acción futura y pasiva. Esta acepción es especialmente frecuente en las formas de
infinitivo hasta el punto de que el giro scribendum esse es empleado habitualmente
por los escritores de esta época en vez de scriptum iri, así: a Sura comperit adop
tandum se a Traiano esse (= se adoptatum iri) (Spartian). Esta acepción es poco
frecuente con las formas personales del verbo: torquendus es («serás atormentado»)
quia homicida es (Salv.)10.
En latín decadente se usaban otros muchos verbos auxiliares, como volo, debeo,
etc., formando perífrasis de estructura y significación análoga a la que acabamos de
estudiar'2. Algunos de estos giros han persisitido en romance. Por si ello fuera poco,
recordaremos también que para expresar la simple idea de futuro podían usarse otros
muchos giros, como son scripturus sum, scribendus est y futurus sum scribere'3.
370. I n f i n i t i v o e i m p e r f e c t o d e l v e r b o a u x i l i a r h a b e o (s c r ib e r e
h a b e b a m ) 14. — No existía en latín una forma adecuada para expresar el pasado
de futuro, o sea, una acción pasada con respecto a la persona que habla,
pero posterior a otra acción o determinación temporal, así en latín clásico
se decía indistintamente d ib it o d i x i t s e v e n tu r u m e s s e , y en el latín decadente
d i c i t o d i x i t q u o d v e n ie t. En el primer caso (d ic it ) la acción expresada por
el verbo subordinado es futura con respecto a la persona que habla, en el
segundo (d ix it ) pasada; en ambos casos, sin embargo, es posterior al verbo
principal. En español, en cambio, según el verbo regente esté en presente o
pasado, disponemos de dos formas: «dice que vendrá» y «dijo que vendría».
Este último tiempo es propiamente un futuro de pasado y deriva de la pe
rífrasis v e n ir e h a b e b a t. El primer ejemplo en que aparece usada esta perífrasis
con el valor a que nos referimos data también de Tertuliano: c u m ta m q u a m
o v is a d v ic tim a m d e d u c i h a b e b a t (adv. Iud. 14), transcripción del siguiente
pasaje de Isaías: s i c u t o v is a d o c c is io n e m d u c e tu r (53,7). En romance adqui
ere este giro nuevas acepciones, pudiendo emplearse con valor de condicional
o potencial.
371. Las formas más antiguas de infinitivo (amare y amari) no son otra
cosa que substantivos verbales fosilizados1, los cuales, en virtud de un largo
proceso, fueron incorporados al paradigma del verbo y tomaron muchas de
las características de éste sin perder del todo las nominales. Tienen, en efecto,
de común con el nombre la capacidad de desempeñar los oficios de sujeto,
predicado, aposición, complemento directo y circunstancial; pero al mismo
tiempo pueden, como el verbo, regir los mismos complementos que éste,
tener sujeto no expreso ni propio, pero sí inferido de la oración de que
dependen, y, finalmente, distinguir entre la voz activa y pasiva, para lo cual
se atribuyen a las formas como amare y amari2 significado activo y pasivo,
respectivamente.
En el presente capítulo nos referiremos a los distintos usos del infinitivo, salvo
su empleo en las oraciones de estilo indirecto o subordinadas que reservamos para
la segunda parte de esta obra. Por tanto, estudiaremos el infinitivo complemento de
verbos y de nombre, infinitivo sutantivado e infinitivo en función de una forma
personal en oraciones principales.
las formas en -e eran utilizadas, a veces, con fuerza pasiva. Esta acepción pasiva la
conservan todavía con frecuencia las formas derivadas del español cuando las rigen
verbos causativos («le mandó azotar»), de percepción («le vió azotar»), o se usa
como complemento de un adjetivo («fácil de hacer») o de un sustantivo («piso por
alquilar»). Vid. K e n i s t o n , 37.84-37.845; H a n s s e n , § 615; C u e r v o , nota 70, pág.
63.
3 En latín clásico prevalece su acepción verbal; en latín postclásico y decadente,
su valor nominal. En francés moderno, no en español, vuelve a prevalecer su fuerza
verbal. Vid. V o g e l , 202.
4 La creación de estas formas arranca del período itálico, no italo-céltico. Vid.
V e n d r y e s , REL, 2, 12.
5 En español subsiste sólo el infinitivo de presente activo. Se sustituyen las
restantes formas por perífrasis integradas por el participio de perfecto y los verbos
auxiliares ser o haber, o ambos a la vez («haber sido visto»). No parece, sin embargo,
que pueda afirmarse que disponemos de un infinitivo de futuro («haber de amar»).
Vid. L e n z , § 248.
6 R ie m a n n , O., RPh XV, 1891, 34 y sigs.; T e s c a r i , O., Convivium, 1935,
446-464; J u r e t , Synt., 393.
SINTAXIS LATINA. I 223
374. I n f i n i t i v o e n f u n c i ó n d e c o m p l e m e n t o d i r e c t o . — Cuando se
usa el infinitivo en función de complemento directo puede inferirse su sujeto
ya del propio sujeto del verbo principal, ya de los complementos directo o
indirecto de dicho verbo regente12. A este respecto observaremos:
1) El sujeto del infinitivo es el mismo que el del verbo principal. Per
tenecen a esta categoría:
a) Los verbos que expresan posibilidad u obligación ( p o s s u m , d e b e o ,
q u e o ), conocimiento (s c i o , d is c o ) , las etapas en el desarrollo de una actividad
(ic o e p i , in c ip io , e x o r d io , p e r g o ) , hábito o costumbre (s o le o , a s s u e s c o ) 13.
v e r e o r , d u b ito , c a v e o ) 11,
decisión o resolución ( s ta tu o , c o n s titu o , d e c e r n o ) ls.
En el período postclásico se extiende esta construcción a los verbos que
expresan un movimiento anímico (g a u d e o , g e m o , f l a g r o ) 19, así como un
ruego o súplica ( p o s tu lo , etcétera)20.
é) Los verbos de actividad21 y concretamente los que expresan un es
fuerzo o afán (s tu d e o , n ito r , la b o r o ) , un apresuramiento ( fe s tin o , m a tu r o ,
p r ó p e r o ) , insistencia o perseverancia (sto , p e r s e v e r o ) , renuncia (m itto , a b s
tin e o , etc.).
2) El sujeto del infinitivo es el complemento directo del verbo principal22.
Pertenecen a esta categoría los verbos causativos (iu b e o , v e to , s in o , c o g o ,
p r o h i b e o ) 23; los que significan ruego o consejo (m o n e o , m o v e o , h o r to r ) ,
enseñanza (d o c e o , e r u d io , in s titu o ) y los ‘verba iudicialia’24 (in s im u lo , c o a r
g u o , c r im in o r ).
3) El sujeto del infinitivo es el complemento indirecto del verbo
principal25. Admiten esta construcción los verbos que rigiendo dativo sig
nifican «otorgar», «permitir» ( p e r m itto , c o n c e d o , d o usado con la acepción
de conceder), «quitar» ( a d im o , d e m o ) , «ordenar» (im p e r o , m a n d o , n u n
tio ) 2^ .
Apéndice
376. I n f in it iv o d e p e r f e c t o c o n v a l o r a o r í s t i c o .— El infinitivo de
perfecto se usa a veces con un significado aproximadamente igual que el de
presente30. Los ejemplos más antiguos se nos ofrecen en giros en que los
infinitivos dependen de verbos nolitivos o prohibitivos (nolo o volo + ne
gación), así ne quid emisse velit (Cato); ne quis Bacchanal habuisse velit
(S. C. de Bacch.). Como quiera que las prohibiciones se formulan general
mente en subjuntivo perfecto (ne feceris), con un valoir análogo al subjuntivo
presente31, cabe pensar en una imitación de este uso por parte del infinitivo
perfecto. La construcción que estudiamos no fue aceptada por los autores
clásicos (excepto en fórmulas jurídicas), pero sí por Lucrecio, Catulo y
escritores de la época de Augusto y decadente, con la particularidad de que
desaparece la limitación de que el verbo volitivo regente sea prohibitivo, así
effugisse volunt (Lucr.), y que esta construcción se hace extensiva a verbos
que expresan una idea de posibilidad (ya en Plauto hay antecedentes de este
uso), así como giros impersonales con los que se expresa una idea de opor
tunidad o conveniencia. Ejemplos: Insidias non timuisse debet (TibuL); vi
cisse petunt (Ο ν.);perpexisse laborant (Hor.). La influencia griega, así como
razones de orden métrico, explican el auge que ha experimentado esta cons
trucción.
377. L os c o m p l e m e n t o s p r e d ic a t iv o s d e l i n f in i t iv o .— Cuando e
infinitivo en función de sujeto o complemento lleva un predicativo32 (deter
minación representada por un substantivo o adjetivo), como acontece tra
tándose de verbos copulativos (sum, fio, videor) o pasivos (putor, nominor,
etc.), debe formularse el predicativo de la siguiente manera:
a) En nominativo si el verbo regente es personal: volo esse sapiens.
b) En acusativo si el verbo regente es impersonal sin complemento o
con complemento directo: oportet esse sapientem; pudet me ignavum esse33.
c) Generalmente en dativo, por atracción, si el verbo regente es imper
sonal y lleva un complemento en dativo, así: licet tibi esse otioso. A veces,
sin embargo, se formula también en acusativo: licet tibi esse otiosum.
otiosum; en poesía, sin embargo, incluso en este caso es frecuente el uso del dativo:
licet esse otioso.
menos frecuencia (uso no clásico), calificativos; por ej.; nostrum istud vivere
triste (Plin.), o genitivos sujetivos; así: quid autem huius vivere (= huius
vita) est? (Tert.).
Se muestran, en cambio, los infinitivos latinos, incluso substantivados,
muy reacios a admitir preposiciones38. En la prosa clásica sólo se da esta
construcción en el giro interest inter, usado por vez primera por Cicerón.
En el bajo latín se acentúa tanto la fuerza sustantiva de los infinitivos que incluso
—como los nombres— se declinan; así surgen formas como biberes, biberem9.
Participio
B ib l io g r a f ía
384. Los participios son formas que, como su nombre indica, participan
a la vez de la naturaleza de los adjetivos y de los verbos. Como los primeros,
concuerdan con las palabras a que van referidos en género, número y caso;
como los segundos, expresan acciones (no cualidades), poseen voces, tiem
pos (de índole relativa, cf. § 293) y admiten el mismo régimen que los
verbos.
No siempre, sin embargo, estas varias acepciones se mantienen dentro
de los límites que acabamos de fijar. Se acentúa a veces su carácter nominal,
convirtiéndose en verdaderos adjetivos (incluso substantivos y adverbios).
Otras veces predomina su índole verbal, equivaliendo a formas finitas del
verbo1. Esta acepción, sin embargo, sólo es frecuente cuando los participios
asumen el papel de una oración subordinada.
Participio de presente4
7 La Real Academia (§ 469) cita sólo 20 frases que tengan en la actualidad fuerza
verbal. Vid. G i l í , § 153; H a n s s e n , § 620; K e n is t o n , 38.1; B e l l o , § 1.114 nota;
M e y e r -L ü b k e , Gramm. Rom., III, § 15; C u e r v o , nota 135 pág., 125; C e j a d o r ,
204; P i d a l , Cid., § 168.
8 S c h m a l z , 454; H o f m a n n , Hdb., 604; M a r o u z e a u , art. cit., 139 y sigs.;
K ü h n e r -S t e g m a n n , Π , 1, 756; D r a e g e r , Π , 773; E r n o u t , 231.
9 S c h m a l z , 450; H o f m a n n , Hdb., 604; K ü h n e r -S t e g m a n n , II, 1, 756; E r n o u t ,
232; D r a e g e r , II, 774; R ie m a n n , Synt. Lat., § 254, R . II; B o n n e t , 636. Los
ejemplos que se citan del período arcaico y clásico son sólo aparentes, pues se trata,
generalmente, de participios que por ser de índole puntual evocan falsamente una
idea de anterioridad. La prueba de que no existe tal anterioridad lo demuestran
ejemplos como el siguiente, en que la presencia del adverbio illico evidencia el
contacto existente entre las dos acciones: adveniens illico me salutavisti (Plaut.).
10 W a c k e r n a g e l , I, 285; K ü h n e r -S t e g m a n n , II, 1, 109; S c h m a l z , 451; H o f
m a n n , Hdb., 544; R o n c o n i , 140; N o r b e r g , Synt. Forsch., 175.
11 C f. W a c k e r n a g e l , I, 285; H o f m a n n , IF XL, 1922, 112-113; H o f m a n n ,
Hdb., 544; T o b l e r , V.B. I, 32.
236 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
También debe reconocerse significado pasivo a los participios que integran giros,
muy frecuentes en la lengua moderna, como «café cantante», pero en este caso el
sustantivo no es el sujeto paciente, sino que la relación entre ambos términos es más
laxa. Propiamente expresan los participios acciones accesorias que se desarrollan
cerca o en el ámbito del sustantivo, en este caso «café en donde se canta»12.
3) Concordando con el sujeto del verbo copulativo; por ej. : miles currens
est (Verg.).
Constituye esta construcción una conjugación perifrástica, a la
que nos hemos ya referido al tratar de esta conjugación, cf. p. 339.
Participio de perfecto17
Los participios de verbos transitivos cuyas formas pasivas admiten una acepción
pasiva (lavor = «soy lavado») y media (lavor = «me lavo») asumen también un
doble significado: pasivo (lavatus «que ha sido lavado») y medio (lavatus «que se
ha lavado»)22.
392. P a r t ic ip io s d e l o s v e r b o s i n t r a n s i t i v o s a c t i v o s .— Contraria
mente a la regla general, tienen normalmente una acepción activa, tanto en
latín como en español, si van referidos a persona o a cosa personificada,
cenatus «que ha cenado», pransus «que ha almorzado», etc.23.
393. P a r t ic ip io s d e l o s v e r b o s d e p o n e n t e s y s e m i d e p o n e n t e s .— Se
apartan aún más de la regla general, pues normalmente se emplean con
acepción activa27 e incluso con frecuencia expresan la simultaneidad; de ahí
consecuencia, obsessi significa «los que están sitiados»; laudato, «que es objeto de
alabanzas».
21 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 99, Anm. 4. En español esta acepción es más
frecuente; por ej., «hombre leído, bebido». Vid. B e l l o , § 115 y 117; H a n s s e n , §
238; Acad., § 4 2 0 a), b); K e n is to n , 38.64.
22 B l a s e , 302.
23 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 97; D r a e g e r , I, 151; N ä g e l s b a c h , 415; K r o l l ,
S. C., 64; H a n s s e n , § 258; B e l l o , § 297 y 1.118; Acad., § 420 d); K e n is to n , 3 8.6
y 3 8 .6 3 ; L e n z , § 254.
24 Incluso a veces los participios de verbos transitivos activos admiten esta cons
trucción; por ej., ausus sum en vez de ausi; osus sum en vez de odi. Vid. B l a s e ,
303.
25 S o m m er, Vgl. Synt., 73.
26 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 102; B ru g m a n n , ob. cit., 123.
27 K ü h n e r - S te g m a n n , II, 1, 759; H o fm a n n , Hdb., 607; B l a s e , 302.
SINTAXIS LATINA. I 239
que en este último caso puedan traducirse por nuestros gerundios simples;
por ej.: ratius «pensando», veritus «temiendo»28.
Como los verbos de percepción y sentimiento pueden regir también una oración
completiva de infinitivo, con elipsis muchas veces del verbo copulativo, es difícil
determinar, al encontrarnos con un participio dependiendo de estos verbos, si está
usado en forma predicativa o equivale a una oración completiva de infinitivo, en
cuyo caso la traducción del primero de los ejemplos citados sería: «cuando vi que
el bosque estaba cercado».
Al adoptar los verbos regentes ya citados la forma pasiva, pueden los participios
convertirse en predicados del sujeto y, por tanto, formularse en nominativo; por ej.:
pons prope effectus nuntiabatur (Liv.). Esta construcción es mucho más frecuente
que la anterior en los períodos arcaico y clásico35.
4) Complemento predicativo de los giros opus est o usus est3S; así: ob
vigilato opus est (Plaut.); tacito usus est (Plaut.). En la traducción al español
debe sustituirse estos participios por un infinitivo.
5) Complemento predicativo de los verbos habeo y teneo (cf. p. 342).
Participio de futuro39
396. Este participio, sobre cuyo origen y estructura no existen más que
hipótesis40, se usa en todo el período arcaico únicamente en unión del verbo
copulativo para formar una conjugación perifrástica. El uso estrictamente
participial de esta forma (sin el verbo copulativo), se inicia tímidamente en
el período clásico para cobrar posteriormente gran incremento. No trasciende,
sin embargo, a las lenguas romances.
Como el uso participial de esta forma en -urus deriva de la conjugación
perifrástica, se comprende que sus acepciones sean las mismas de ésta. Se
observa sólo un mayor predominio de la idea de intención o finalidad (es
pecialmente en conexión con verbos de movimiento y reposo).
397. El uso atributivo de este participio arranca del período clásico, pero
limitado a las formas futurus y venturus; así: opinio venturi boni «la esperanza
del bien futuro» (Cic.). Se amplía considerablemente en la época postclásica;
por ej.: noctem minacem et in scelus erupturant (Tac.), pero decae de nuevo
en los períodos siguientes42.
tantivados pueden, como los verbos, admitir adverbios; por ejemplo: leviter
aegrotantes «los enfermos leves», y construirse con un régimen verbal; por
ej.: rationem colentes «los prudentes».
Los participios, según hemos ya expuesto, pueden asumir una función análoga
a una oración subordinada. Esta puede ser sutantiva, adjetiva y adverbial. También
los participios pueden equivaler a oraciones de esta índole.
En el período postclásico se hallan a veces así usadas las formas neutras de los
participios sin concordar con ningún sujeto determinado y, por tanto, con significado
análogo al que tendría una forma pasiva impersonal; así: accessit callide vulgatum...
decumari legiones, i. e., accessit quod callide vulgatum est... decumari legiones
(Tac.)56.
También en la época postclásica se hace extensivo este uso de los participios a
formas no participiales como son los sustantivos y adjetivos; así augebat metum
gnarus Romae seditionis hostis (= «el hecho que el enemigo estaba enterado de la
sedición en Roma...») (Tac.)57.
403. Los participios pueden asumir también la función de una subor
dinada adjetiva. En este caso equivalen a una oración de relativo. Este uso
es especialmente frecuente a partir de la prosa clásica. Ejemplo: Pisistratus
primum Homeri libros confussos antea («que antes estaban desordenados»)
sic disposuit dicitur ut nunc habemus (Cic.)58.
404. Mucho más volumen e importancia tiene el uso de los participios
con significado análogo al que tendría una oración subordinada adverbial de
tiempo, causa, modo y condición59. Pueden usarse ya concertando con una
palabra de la oración principal (participio concertado), ya teniendo sujeto
propio (participio absoluto). Como esta última construcción ha sido estudiada
en la teoría de los casos, nos referiremos ahora con preferencia a la primera.
El uso de participios concertados es especialmente frecuente con las
formas de presente y de perfecto; los participios de futuro son poco usados;
en realidad sólo a partir de la época postclásica y casi siempre expresando
relación de finalidad.
Ejemplos:
a) Acepción temporal: occissus est a cena rediens (Caes.).
b) Acepción causal: Athenienses corruptum a rege Alcibiadem capere
urbem noluisse arguebant (Nep.).
c) Acepción modal: flens me obsecravit (Plaut.).
d) Acepción condicional: epistulae offendunt non loco redditae (Cic.).
e) Acepción concesiva: repudiatus repetor (Ter.).
f) Acepción final: Sólo el participio de futuro y esporádicamente el de
presente: Galli ad Clusium venerunt castra oppugnaturi (Liv.); Venerunt
pacem petentes (Liv.).
405. Los participios (lo mismo que los adjetivos), al usarse con el valor
de una oración subordinada, pueden tener, según hemos visto, múltiples
acepciones cuya exacta determinación debe confiarse al contexto; no obs
tante, a partir de Tito Livio (los ejemplos son escasos en la época clásica)
se generaliza cada vez más la costumbre de precisar su significado por medio
de partículas referidas a ellos o al verbo principal60. Estas partículas acos
tumbran a ser stalirn, extemplo, simul, vixdum (temporales), quasi, velut,
tamquam (comparativas), nisi (condicional), etsi, quamquam (concesivas);
por lo que se refiere a las partículas causales, pueden éstas ser de doble
naturaleza: cuando se trata de introducir una causa real, objetiva, se emplea
quippe, utpote; por el contrario, cuando se trata de introducir una causa
subjetiva que no forma parte del pensamiento del escritor, sino de algún
personaje de la narración, se emplea ut, tamquam. Ejemplos de participios
absolutos: Servaverat non clementia quippe tot interfectis (Tac.); Nuntius
fessus ut re imperfecta redit Gabios (Liv.). Ejemplos con participios con
certados: ñeque illis iudicium aut veritas quippe eodem die diversa pari
certamine postulaturis (Tac.); inde Rubos fessi pervenimus, utpote longum
carpentes iter (Hor.): subiit tumulos ut vim per angustias facturus (Liv.).
B ib l io g r a f ía
406. Entre las categorías nominales del verbo latino destacan dos formas
muy características cuya estructura y significado son afines (pero no idén
ticos) . Se las designa con el nombre de gerundivos y gerundios1. Los primeros
son adjetivos verbales de tres terminaciones; por ej.: amandus, -a, -um; los
segundos son substantivos también verbales, pero que sólo se declinan en
las formas del neutro singular con excepción del nominativo y vocativo; por
ejemplo: amandi, -do, -dum, -do. No está explicado aún satisfactoriamente
el origen de estas formas ni se ha podido todavía determinar cuál de ellas
es más antigua2.
407. Los gerundivos han tenido una evolución semántica muy compleja3;
probablemente en su origen eran simples nombres de acción4 y sólo como
resultado de un largo proceso han adquirido los significados de obligación,
posibilidad y finalidad5. En el latín decadente pierden a veces los gerundivos
su significado modal, usándose como simples participios. En este sentido es
muy frecuente su uso como participios de futuro pasivos (amandus = «que
será amado»), y a veces incluso como participios activos de presente (=
amans) y de futuro ( = amaturus). Ejemplos: vir metuendus (= metuens) de
die supplicii (Rhythm.); in generatione eorum qui noscendi (= noscituri)
sunt (Nicodem.)6.
A) Construcción gerundial
embargo, sólo cuando concurren razones especiales, como las que acabamos
de enumerar en el párrafo anterior.
2) El acusativo y el ablativo con preposición lo admiten con frecuencia
también, pero sólo a partir de la época clásica.
3) El dativo es el caso que se muestra más reacio a este uso, incluso en
los períodos arcaico y postclásico.
Genitivo13
Dativo20
418. Se usa sólo para expresar una idea de finalidad. En los períodos
arcaico y clásico se emplea poco el gerundivo y aun menos el gerundio
(excepto en expresiones del lenguaje curialesco o comercial). Se generaliza
algo más el uso de estas formas a partir del período postclásico. Los gerun
divos o gerundios pueden depender de las siguientes palabras:
1) Verbos: Pocos en las épocas arcaica y clásica, entre ellos, sum «servir
para», «ser capaz de», adesse, interesse, praeficere, orare, deligere, etc.
Ejemplos: scribendo adesse «estar presente a la firma de un proceso verbal;
solvendo non esse «no ser solvente»; decemviros legibus scribendis creare.
Aumenta su número en el período postclásico: operor, obsto, sujficio, vaco,
etc.
Algunas locuciones verbales admiten también esta construcción; por ej. : operam
dare, diem dicere, locum capere, etc.
2) Adjetivos. Muy pocos admiten esta construcción en los períodos ar
caico y clásico (firmus, natus, optimus, etc.). Aumenta su número a partir
del período siguiente (exiguus, levis, facilis, validus, etc.).
3) Substanivos. Sólo en alguna expresión curialesca; como comitia de
cemviris creandis; curator muris reficiendis.
Acusativo22
Ablativo26
En latín decadente aparece a veces usado el gerundio referido a una palabra que
no es el sujeto del verbo principal; cf. Commod. Apol. 60028. Tiene también a veces
un significado puramente adverbial, así: labendo = «ocultamente»29.
4 2 5 . G e r u n d i v o e n f u n c i ó n p r e d ic a t iv a s u b j e t i v a .— Constituye
una conjugación perifrástica (liber legendus est) a la que nos hemos referido
al estudiar esta conjugación36.
Supino
B ib l io g r a f ía
La frecuencia con que era usado el verbo eo rigiendo un supino determinó que
se debilitara el significado natural de este verbo, convirtiéndose en un simple auxiliar
por medio del cual se expresaba la intención de realizar la acción verbal indicada
por el supino (oppugnatum eo = oppugnaturus sum)"'. Se continuó este proceso de
debilitación hasta convertirse el giro que estudiamos en una simple perífrasis del
futuro de indicativo (oppugnatum eo = oppugnabo)5. Lo dicho permite explicar el
origen del infinitivo futuro pasivo cuya forma en -um permanece invariable siempre.
Para ello hay que partir de una forma impersonal pasiva como itur datum munera,
lit.: «se va a dar los regalos» o «se dará los regalos». Esta frase, al formularse en
sentido indirecto, adoptaba la forma de dicunt datum iri munera. Pero en virtud de
una dislocación sintáctica se interpretó el complemento directo como sujeto y el
supino como un participio, y así pasó a significar «dicen que los regalos van a ser
(o serán) dados». A pesar de este cambio de significado continúa manteniéndose la
construcción primitiva y, por ello, las formas en -tum no cóncuerdan con el término
que lógicamente es ya su sujeto.
Con valor análogo a un supino en -tu pueden usarse infinitivos, gerundios con
ad, sustantivos verbales, oraciones subordinadas.
B ib l io g r a f ía
Con valor análogo se usan también substantivos, e incluso verbos que, con olvido
de su significado concreto, asumen en forma permanente o transitoria un valor in
terjeccional; por ejemplo: Pollux!, ecastor!, age!, en español: «¡Diablo!», «¡atiza!».
Sujeto10.
nunc senex est in tostrina, nunc iam cultros adtinet. Ernout traduce: «on a
déjà les ciseaux en mains» (Plaut.).
Predicado22
10. Puede aparecer representado por una forma verbal finita o por un
nombre23; de ahí la distinción entre predicado verbal y nominal. Este se usa
especialmente para describir, definir; aquél para narrar, anunciar.
El predicado verbal, que, como hemos dicho, consiste en una forma
verbal finita, por ej.: puer currit, lleva implícitos dos significados distintos:
lo que se predica y la relación en que se halla el predicado con el sujeto y
con la persona que habla. En efecto, una forma como currit señala con
respecto al sujeto la persona y la voz, y con respecto a quien habla el tiempo
y el modo.
Complementos predicativos
18. Los complementos a que hasta ahora nos hemos referido afectan a
un solo elemento, pero existen también otros elementos llamados predicativos
que, además de afectar al verbo, pueden referirse al sujeto (complementos
predicativos subjetivos) o al objeto (complementos predicativos objetivos)1.
Ejemplos: Cicero consul factus est; Ciceronem consulem creaverunt. Es
obvio que la palabra consul afecta al sujeto (o complemento) y al verbo.
Complementos de determinación
Complementos de ampliación
Autores no clásicos, como Tertuliano, usan a veces con la misma finalidad las
conjunciones quod, quia™, quoniam, qua, si, nisi, etc.
28. Las oraciones, a tenor del estado de ánimo de la persona que habla,
pueden clasificarse en afectivas y enunciativas. Las primeras se formulan
generalmente en subjuntivo o imperativo; las segundas, en indicativo. Si
bien ya en la parte analítica de la Sintaxis hemos estudiado estos modos,
conviene, no obstante, volver a tratar esta materia desde un punto de vista
inverso, o sea, partiendo de los estados anímicos ver cómo éstos se reflejan
en el lenguaje.
Oraciones afectivas
Oraciones enunciativas
30. Enuncian los hechos, sin matiz alguno emotivo, por parte de la
persona que habla4. Estas oraciones tienen en el lenguaje literario un desa
rrollo mucho más amplio y variado que las afectivas; además, por lo regular
son más complejas y menos propensas a la elipsis. En cambio, la entonación
tiene en ellas mucha menos importancia. Las oraciones enunciativas pueden
referirse a hechos reales, posibles, irreales y concesivos. En el primer caso
(hechos reales), se usa el indicativo, y con menos frecuencia el infinitivo
histórico, una oración interrogativa retórica (así: nonne hoc verum est? «¿no
es esto verdad?»), e incluso una oración elíptica: paucis te volo (se. alloqui).
Para expresar las otras acepciones (posibilidad, irrealidad, etc.) se usa ge
neralmente el subjuntivo, pero a veces también el indicativo, excepto en las
oraciones concesivas.
Oraciones interrogativas
B ib l io g r a f í a
31. Por medio de estas oraciones se expresan las dudas que tiene la
persona que habla sobre el juicio por ella emitido. Estas dudas pueden
afecdtar a la totalidad del enunciado («¿ha venido Pedro?») o sólo a alguno
de sus elementos («¿quién ha venido?»). En el primer caso se vacila sobre
la conformidad del sujeto y el predicado (interrogación total); en el segundo
sólo sobre un elemento de la frase: sujeto, predicado, complementos (inte
rrogación parcial). Todas las oraciones interrogativas requieren una contes
tación para completar el juicio que se enuncia. Se distinguen además estas
oraciones de las aseverativas por el tono, el orden de las palabras y, a veces,
por la presencia de pronombres o partículas interrogativas.
I. Interrogaciones totales
a) Sin partículas
Estas oraciones adoptan con frecuencia forma negativa: hunc ego non diligam?
(Cic.)
b) Con partículas
La partícula num se refuerza a veces con otros elementos, de donde las expresiones
numne (a partir de la época clásica), numnam (en autores arcaicos y arcaizantes),
num + pronombre indefinido (numquid, numquis, numquando), etc. Incluso la ex
presión numquid admite otras modificaciones, y así surgen las expresiones num-
quidnam, numquidnon (= nonne).
En latín decadente se usa a veces en lugar de quis o qui9, lo que explica que en
romance este pronombre («cual») haya perdido el matiz cualitativo que le caracteriza
en latín.
Quim y quidni'1 se usan también con la acepción de «¿por qué no?», pero con
la particularidad de que el primero se emplea para formular interrogaciones apre
miantes con valor muy cercano al imperativo (cf. § 29,3); el segundo se emplea para
preguntar cuándo se espera una respuesta afirmativa. Esto explica que quin haya
adquirido el valor de «¡ea!» y quidni el de «ciertamente».
Si bien por lo general las partículas citadas pueden usarse tanto en oraciones
interrogativas directas como indirectas, no obstante, se produce a veces una cierta
Particularidades
Modos20
Respuestas
Oraciones negativas
B ib l io g r a f í a
43. Las oraciones negativas sirven para indicar que la persona que habla
considera que el predicado no conviene al sujeto y que, por tanto, el juicio
es falso o inexacto (negación total). Se caracterizan estas oraciones por la
presencia de partículas negativas (non, ne, etc.). Estas partículas acostumbran
también a usarse para negar simplemente un elemento de la oración (negación
parcial). Como es muy difícil trazar una separación entre ambos usos, tra
taremos en este capítulo tanto de las negaciones totales como parciales.
Puede afirmarse que cuando una partícula modifica a un verbo nos encontramos
ante una negación total1. A veces, sin embargo, en latín y en las lenguas romances
se modifica un verbo por una negación a pesar de que en realidad afecta sólo a su
complemento; así cuando decimos: «Antonio no come carne», no negamos propia
mente al verbo, sino su complemento. Las lenguas germánicas dicen en tales casos
con más exactitud: «he eats no meat», «er isst kein Fleisch».
1 L e n z , § 177; L l o r e n s , 12.
296 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
44. N ë2.— Esta partícula era muy usada en i. e.; en latín, en cambio, se
conserva sólo en la composición, o sea formando cuerpo con un verbo
(nescio, nequeo), con pronombres indefinidos (neuter, nullus) y en algunas
otras expresiones (nefas).
46. NË5.— Esta partícula, que en i. e. se usaba con las mismas acepciones
que në (la diferencia de cantidad significa sólo una alternancia distinta), fue
usada en la lengua latina en substitución de *më para negar las oraciones
afectivas. Subsisten, no obstante, ciertos residuos del primitivo uso de në
(en frases aseverativas), y en ello en el giro në... quidem, así como en
algunos compuestos (në-quaquam etc.).
Grupos de negaciones
A los giros ya citados debe añadirse nec non = etiam, quoque, usado no sólo
para unir oraciones (Cicerón), sino también palabras; así: vide greges anserum,
gruum... nec non glirium (Varr.).
Particularidades
52. A veces para dar mayor énfasis a una oración se le añade un «no»
de todo punto pleonástico, especialmente en oraciones exclamativas y
retóricas ; así: quas mihi non nutrix attulit herbas (Ovid.). Sin embargo,
y contrariamente a lo que sucede en español, se prescinde por lo regular de
este uso pleonástico; así: quam multa passus est Ulixes (Cic.). «Cuántos
infortunios no sufrió Ulises».
53. Las negaciones no ocupan a veces en latín el sitio que lógicamente
les corresponde. Se observan estas trasposiciones en los siguientes casos:
Concordancia
B ib l io g r a f í a
56. Cuando el verbo tiene un solo sujeto concuerda con éste en número
y persona1. Sin embargo, a veces se observan discrepancias a esta regla
general que afectan al número o a la persona.
59. Cuando varios sujetos se refieren a un mismo verbo debe éste for
mularse en plural, y si concurren personas distintas la segunda es preferida
a la tercera y la primera a todas. Ej. : Polibius et Callimacus scribunt (Varro);
si id egissemus ego ac tu (Cic.); si tu et Tullia valetis (id).
La regla que acabamos de formular está también sujeta a algunas ex
cepciones. A l estudiarlas conviene distinguir si los sujetos son todos de la
misma persona o de personas distintas.
pronombre adopta forma neutra y es traducible por perífrasis como «la cual
cosa, circunstancia; esta cosa, este hecho; ello»... etc.: vel virtus tua vel
vicinitas quod («la cual cosa») ego in propinqua parte amicitiae puto, fa c it...
(Ter.). Esta construcción es especialmente frecuente cuando el antecedente
aparece representado por palabras que expresan sumas de dinero o nombres
geográficos: mille et ducenta talenta, id («esta cantidad»)... (Plaut.); Munda
quod («localidad que»)... (Bell. Hisp.).
4) Cuando un substantivo tiene un género gramatical distinto del
natural40: illa furia (sc. Clodius) qui... (Cic.)·, fatale monstrum (sc. Cleo
patra) quae... (Hor.).
En el siglo IV quae (femenino singular) tiende a ser substituido por qui; por
tanto, en los casos en que a partir de dicha época aparece qui en vez de quae puede
ser debida la enálage a esta tendencia o a una construcción ‘ad sensum’.
nidus... neque eas eripere quibat (Plaut.); glandes quercinae vel eiusdem
folia (Scrib. Largus). El pronombre reproduce a quercus que va implícito
en quercinae.
5) Cuando el antecedente es un substantivo abstracto derivado de uno
concreto, puede el pronombre concertar con el concepto concreto de que
deriva48: hic morbus nomen Satyriasis habet quos (i. e. Satyros) antiquitas
procaces in Venere describit (Soranus).
6) El pronombre concuerda a veces con un concepto sinónimo del
antecedente49’nubila caeli. Nam cum eas (sc. nubes)..., (Lucrec.); hoc pecus
est meus, multae (sc. pecudes) quoque vallibus errant (Ovid.).
7) El pronombre puede concertar con un antecedente que debe despren
derse del contexto50: in Graecia musici florebant, discebant id omnes (Cic.).
El pronombre reproduce el concepto «musica», que se deriva de musici.
II, 1, 40.
52 K ü h n e r -S t e g m a n n ,
II, 1, 37, 38; H o f m a n n , Hdb., 636; D r a e g e r , I, 186;
53 K ü h n e r -S t e g m a n n ,
Ju ret, Synt., 132; S c h m a l z , 343; R ie m a n n , Synt. Lat., § 25 d); E r n o u t , 112.
316 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
Coordinación
B ib l io g r a f ía
A veces se usa atque con valor comparativo sin que figure como antecedente
ninguna palabra de significado comparativo. Sin embargo, en tales casos puede
deducirse por el contexto la acepción comparativa: quem esse amicum (i. e. amicio
rem) ratus sum atque ipsus sum mihi (Plaut.).
En español en este último caso se usa «y no». Sin embargo, en períodos antiguos
de la lengua puede usarse también «ni» a la manera latina11.
96. Para señalar con más fuerza la coordinación puede cada término u
oración ir precedido de una conjunción copulativa; por ej.: et pater et mater.
Este uso de conjunciones en correlación recibe el nombre de ‘polisíndeton’.
Pueden a este respecto ofrecerse las siguientes correlaciones17:
1) Las partículas que se coordinan son afirmativas: las correlaciones más
frecuentes son: e t... et (en todas las épocas y estilos); -qu e... et (no clásica);
-que..., -que (no clásica); e t..., -que (empieza a usarla Cicerón; otros pro
sistas la evitan; en poesía es bastante frecuente); e t..., atque (ejemplos se
guros sólo a partir de los Flavios); -que..., atque (en poesía a partir de
Virgilio y en prosa poetizante).
2) Las partículas que se coordinan son negativas. Las correlaciones más
frecuentes son: nec (ñeque)... nec (ñeque) (en todas las épocas y estilos);
ñeque... ñeque tamen (poco frecuente); ñeque..., ñeque vero (más usada);
nec... neve (sólo en poesía).
Con referencia a la correlación ñeque... ñeque, debe advertirse que a
veces se omite el primer elemento, el cual debe deducirse del segundo; así:
oppida (sc. nec) pugnata nec obsessa sunt (Liv.), y que los historiadores y
poetas atribuyen con frecuencia al primer ñeque el significado de «y no»;
así: avaritia semper infinita insatiabilis est ñeque (= et ñeque) copia ñeque
inopia minuiutur (Salí.).
La expresión ne... quidem se combina a veces con adeo o adeo non, significando
en el primer caso «ni tan sólo... con mucha más razón», en el segundo, «ni tan
sólo... con mucha menos razón» o simplemente «mucho menos».
103. N o n m o d o .. . s e d e t i a m 23.— Muy frecuente es el giro n o n m o d o
Además de las variantes que aca
(s o lu m , t a n tu m ) ... s e d ( v e r o ) e tia m (e t).
No es clásico el uso de nedum sin verbo propio (modificando una simple palabra
en vez de afectar toda una oración), así como tampoco de neduni ut en vez de nedutn
o bien de nedum con el significado de non solum.
Apéndice
que la oración introducida por nam va referida a una oración elíptica como: Valentem
capere non potuerunt, nam is... Ejemplos análogos encontramos en la misma obra
en 3, 61, 13; 4, 52, 5, etc.
También, como resultado de una braquilogía, deben explicarse las llamadas «prae
teritio» y «occupatio», de uso especialmente frecuente en las obras o discursos de
carácter polémico o dialéctico. Con ambas el escritor o persona que habla justifica
una omisión, bien por tratarse de hechos conocidos por todos y que, por tanto, no
merece la pena de insistir sobre ellos («praeteritio»), bien por existir razones especiales
que se precisan como determinantes de la omisión («occupatio»). Ejemplo de «prae
teritio»; quid Achille Homerico foedius, quid Agamemnone in iurgio? nam Aiacem
quidem ira ad furorem mortemque perduxit (Cic.). El significado de la frase es: «no
menciono a Ayax, pues es bien sabido de todos que la ira...» etc. Ejemplo de
«occupatio»; Calvisium poena (Nero) exsolvit. Nam Silana fato functa erat (Tac.).
El significado de la frase es: «Nerón no pudo en cambio levantar la pena a Silana,
pues en aquel entonces ya había muerto».
En el latín decadente se usa a veces con acepción adversativa (= sed).
V. Coordinación ilativa
129. I g i t u r 49.— Partícula por la que algunos autores sienten gran pre
dilección (Cicerón); en cambio, otros la rehuyen (César y poesía épica).
Originariamente tenía valor temporal (= «entonces, luego»). Esta acepción
subsiste en el período arcaico, pero ya en Plauto prevalece su significado
ilativo; en consecuencia se emplea:
1) Para inferir una consecuencia lógica (= «pues, luego, en consecuen
cia») (cf. Cic. Tuse. 3, 14).
2) Para dar un mayor énfasis a oraciones interrogativas irónicas o sar
cásticas, así como acompañando a un imperativo o subjuntivo yusivo: sit
igitur cura elocutionis quam maxima (Quint.).
3) Después de digresiones y paréntesis para reanudar el hilo del discurso
(= «pues bien, digo pues, es el caso que») (cf. Cic. Tuse., 4, 34).
4) Para resumir lo anteriormente dicho (= «así pues; en una palabra»)
(cf. Cic. Tuse., 1, 70),
5) Para abordar una explicación ya anunciada.
132. Para expresar una coordinación ilativa se usan también a veces los
adverbios hic, ideo, idcirco, inde, quapropter... etc51. Conviene no obstante
advertir que el uso de estos adverbios varía según las épocas y los autores.
Pleonasmos
136. C o o r d i n a c ió n e n v e z d e s u b o r d i n a c ió n s u b s t a n t i v a 2. —Se
trata generalmente de oraciones completivas de infinitivo. Esta construcción
es frecuente con los verbos de lengua y entendimiento (credo, opinor, scio,
audio, sentio, iudico, con menos frecuencia moneo, respondeo), especial
mente si se formulan en primera persona de presente de indicativo o en
segunda de imperativo. Generalmente estos verbos preceden, pero a veces
cierran la frase o van intercalados. Se trata de un giro propio del habla
familiar, aunque ha trascendido a la poesía e incluso al lenguaje jurídico:
credo, aurum inspicere volt (Plaut.); crede mihi, gaudebis facto (Tér.); tu,
puto, haec credis (Cic.).
A veces verbos o giros impersonales, como certum est, ridiculum est, admiten
también esta construcción; así: certumst, introrumpam in aedis (Plaut.).
Es igualmente bastante frecuente que el verbo fació en las formas fac, facito,
faxo complete su significado mediante otro verbo coordinado (en vez de ut y sub
juntivo); así: faxo iam scies (Plaut.).
También, en su origen, debe considerarse como paratáctica la construcción de
los verbos que expresan una manifestación de la voluntad o actividad, cuando aparecen
construidos con un subjuntivo volitivo (sin ut), así como de los verbos de temor y
análogos rigiendo ne y subjuntivo, y las oraciones interrogativas indirectas en
subjuntivo3. Evidentemente venias volo significaba originariamente «debes venir, lo
quiero» (construcción paratáctica o coordinación). Lo mismo cabe decir de las res
tantes construcciones como: quaero, quid facias? = «pregunto, ¿qué haces?»; ne
venias metuo = «ojalá no vengas, tengo miedo». Sin embargo, en época histórica,
aun cuando se mantiene en muchos casos la construcción paratáctica, para los latinos
tales oraciones eran ya interpretadas probablemente como subordinadas, y , en con
secuencia, venias volo significaba para ellos simplemente «quiero que vengas», o
sea, el verbo subordinado carece de valor modal. En realidad el subjuntivo señalaba
sólo la subordinación, como lo demuestra el uso de esta construcción, incluso en
casos en que el sentido negativo del verbo principal no permite atribuir un significado
volitivo al verbo de la subordinada (venias nolo), así como las alteraciones frecuentes
en los tiempos y modos de los verbos, como ya más adelante expondremos. Por todo
ello estudiaremos estas construcciones dentro de la subordinación.
137. C o o r d i n a c ió n e n v e z d e s u b o r d i n a c ió n a d v e r b i a l 4. — Esta
construcción, facilitada muchas veces por la presencia de alguna partícula
que señala la relación en que se hallan las dos oraciones, se da generalmente
en los siguientes casos:
1) En substitución de una condicional: negat quis, negó; ait, aio (Ter.);
cras petito, dabitur, nunc abi (Plaut.), cf. § 249.
2) En substitución de una consecutiva: tantas divitias habet, nescit quid
faciat auro (Plaut.).
En particular es muy frecuente el giro tantum abest ut..., y oración
principal en vez de tantum abest ut... ut. Ej.: tantum abest ut voluptates
consedentur : etiam curas, vigilias perferunt (Cic.).
3) En substitución de una subordinada causal: istoc pauper es, plus
pollicere quam ego abs te postulo (Plaut.).
4) En vez de una oración concesiva. Uso poco frecuente en latín arcaico,
se generaliza a partir de la época clásica: dicat quod quisque volt, ego de
hac sententia non demovebor (Plaut.).
5) En substitución de una subordinada temporal. Ya hemos aludido al
uso de et en vez de un ‘cum inversum’, cf. § 91, 2, a).
Conjunciones de subordinación
B ib l io g r a f ía
143. Q u ia 3.— Forma arcaica del neutro plural del pronombre q u is. Esto
explica que pudiera usarse al igual de q u id con el significado de «¿por qué?».
Más tarde con pérdida del tono interrogativo y de la pausa se convirtió en
una conjunción causal ( = «porque»). Como la conjunción q u o d podía tam
bién usarse con valor causal, se produjo una mutua interferencia entre ellas,
y quia fue asumiendo los restantes significados de qu o d . En la lengua arcaica
se prefiere qu ia a q u o d en el significado de «porque»; en cambio, en el latín
clásico es mucho ms usado q u o d en todas las acepciones, incluso en la
causal. En el latín decadente se cambian los papeles. En español ha sobre
vivido quia en la forma arcaica de «ca».
3) La atracción modal.
4) El uso del subjuntivo en el estilo indirecto.
La suma de todos estos factores contribuyó en gran manera a la debili
tación del valor modal del subjuntivo y determinó que los romanos se fuesen
acostumbrando a ver en él no un modo propiamente dicho, sino un instru
mento cómodo para señalar el carácter subordinado de las oraciones; de ahí
la constante penetración de este modo en el campo de la subordinación,
especialmente en el período clásico, época de la máxima reflexión en el
lenguaje; en cambio en el latín arcaico, así como en el postclásico, el in
dicativo es mucho más usado.
B ib lio g r a f ía
159. A pesar de que, como hemos dicho, se aplica con bastante rigor
la correlación de tiempos, no obstante no faltan tampoco en latín algunas
excepciones. He aquí las más importantes:
1) Un período condicional cuyos dos miembros expresan simultaneidad
referida al futuro deberían lógicamente construirse ambos en futuro; sin
embargo, en el habla familiar y popular con frecuencia el verbo de la prótasis
se formula en presente3: si vincimus omnia nobis tuta erunt (Sali.). Esta
construcción ha prevalecido en español, pero no así en francés.
También las conjunciones dum «hasta que» (latín arcaico), así como antequam,
priusquam aparecen con frecuencia construidas con indicativo presente, a pesar de
ir referidas al futuro4.
B i b l io g r a f ía
dicerentur (Cic.); mihi illud videri mirum, ut una illaec capra uxoris simiai
dotem ambederit (Plaut.).
d) Los subjuntivos irreales son propiamente tiempos de pasado, aunque
con frecuencia van referidos al presente (irreal de presente). Generalmente
las oraciones de subjuntivo que de ellos dependen adoptan la secuencia de
pasado aun cuando se trate de acciones que van referidas al presente
absoluto15; por ej.: si sciret, quid esset vir bonus, nondum se esse crederet
(Sen.); ni te videre scirem, qua mente haec scriberem, plura scriberem (Cic.).
A veces, sin embargo, rigen también los imperfectos una secuencia de
presente: memorare possem, quibus in locis maximas hostium copias populus
Romanus parva manu fuderit, ni era res longius nos ab incepto traheret
(Sali.).
2) Los verbos de las oraciones subordinadas deberían formularse en
imperfecto o pluscuamperfecto de subjuntivo aun en el caso de que fueran
independientes. En este caso un tiempo de presente en la oración principal
no ejerce influencia sobre la oración subordinada. Se trata probablemente
de la persistencia de una primitiva construcción paratáctica16: quaero a te
cur C. Cornelium non defenderem (Cic.); omnia sic erunt illustria, ut ad ea
probanda total Siciliam testem adhibere possem (id.): habes epistulam ver
bosiorem fortasse, quam velles (id).
3) Cuando una oración subordinada no depende directamente de una
oración principal sino a través de otra oración también dependiente, las reglas
de la ‘consecutio’ no se aplican siempre con el mismo rigor. En efecto,
cuando las oraciones subordinadas van referidas a la oración principal a
través de una forma nominal del verbo (infinitivo, participio, gerundio, etc.)
o incluso de un adjetivo o substantivo, toman como punto de referencia el
tiempo del verbo de la oración principal17; así: haec facis ignorans quae
futura sint; haec faciebas ignorans quae futura essent; ille negat quidquam
esse utile quod cum honestate pugnat; ille negabat quidque esse utile quod
cum honestate pugnaret. Ej. : videtur tempus esse ut eamus ad forum (Plaut.);
constitit rex incertus, quantum esset hostium (Liv.). Sin embargo, cuando
los infinitivos o participios son de perfecto puede usarse en la segunda
subordinada una secuencia de pasado, aunque cuando figure en la principal
un tiempo de presente: ille negat quidquam se commisisse quod cum honestate
pugnaret (Cic.); dicemus causam non fuisse, quare quisquam confingeret
(ad Herenn.).
4) Si una oración subordinada en subjuntivo depende de otra oración
subordinada también en subjuntivo, se toma generalmente como punto de
Ej.: in Luculli tanta prudentia fu it... ut hodie stet (en vez de staret) Asia
Luculli institutis servandis (Cie.); plura me scribere cum tuum tantum con
silium iudiciumque sit, non ita necesse arbitrabar (id).
En español se observa igual fenómeno; por ej.: «Su tío de usted me pidió que le
haga a usted estudiar» (Linares Rivas).
B i b l io g r a f ía
ne\ ne et... et; ne neve... neve; ne neque... neque\ ne aut... auf, ne aut...
aut ne.
B. Interrogativas indirectas
B ib l io g r a f ía
14 J u r e t , Synt., 414.
15 K ü h n e r - S t e g m a n n , II, 2, 488; H o f m a n n , H db., 694; J u r e t , Synt., 415 y
416; D r a e g e r , Π, 466; B e n n e t t , I, 120; E r n o u t , 267; R ie m a n n , Synt. L at., § 174;
T o v a r , Sint., 191 y 194.
' 16 K ü h n e r - S t e g m a n n , II, 2, 491.
17 J u r e t , Synt., 417; K ü h n e r - S t e g m a n n , II, 2, 492.
SINTAXIS LATINA. II 369
de relativo se construyen con indicativo es lógico que las oraciones del grupo que
estudiamos se construyan también con indicativo por su afinidad con las de relativo.
182. Son también muy usados para introducir las interrogaciones indi
rectas los adverbios de lugar y tiempo ya reseñados al estudiar las interro
gaciones directas. Una mayor atención merecen los adverbios de causa y
modo. Por lo que se refiere a los primeros, observaremos que el más usado
es cur (latín arcaico quor), aunque sólo se generaliza a partir de la época
clásica, con la particularidad de que puede usarse con acepción no sólo
interrogativa («¿por qué?»), sino que también afirmativa («porque»). Este
último uso es especialmente frecuente después de causa y algún otro subs
tantivo, así como después de los verbos que significan «censurar, acusar,
admirar» (reprehendo, accuso, miror, conqueror). Los autores postclásicos
hacen extensivo este uso de cur a cualquier verbo.
El uso de qui («cómo, por qué») es bastante frecuente en los períodos
arcaico y postclásico (a partir de Livio). La lengua clásica lo rehúye. También
se emplea quare (a partir de Terencio quam ob rem, qua propter) en forma
análoga a cur, así como quid, aunque tiene poca aceptación.
Los adverbios de modo más usados son ut, quomodo, quemadmodum y
qualiter. De estos adverbios ut es el que se emplea con más frecuencia y
qualiter es el menos usado. Sin embargo, en el latín postclásico ut pierde
terreno frente a las otras formas rivales.
B ib lio g r a fía
Varios verbos que de por sí significan «comunicar, hacer saber» y que con tal
significado se construyen con una oración de infinitivo, pueden construirse con ut
en caso de asumir el significado de «ordenar, mandar». Estos verbos son: dicere,
praedicere, nuntiare, mittere, etc. Ej.: cum ei scriptum esset ne quid sine Sexti nostri
sententia ageret (Cic.).
Particularidades
188. Los verbos facio, efficio, perficio según si la atención recae pre
ferentemente en la forma de hacer la acción («hacer de manera que») o en
EI verbo committo («dar lugar») muy afin por el significado ufado se construye
con ut consecutivo.
En forma pleonástica se usan a veces los giros: fació ut, non committo ut para
parafrasear el verbo subordinado7b,s.
190. En los casos en que una oración completiva en ut deba estar in
tegrada por un verbo de lengua y entendimiento que a su vez rija un infinitivo,
es frecuente que se omita el citado verbo y el infinitivo pase a ocupar su
lugar9. Esta abreviación es muy frecuente en Cicerón; así: mors ut malum
non sit eficies (Cic.). El sentido de la frase es: ut mortem malum non esse
putem eficies.
191. Cuando la oración completiva final era negativa se usaban las par
tículas ne y ut nem. Hemos ya estudiado el uso de ne y, por tanto, sólo nos
queda referirnos a ut ne. Esta negación aparece atestiguada desde el período
arcaico hasta Gelio; sin embargo, se usa poco, y algunos autores la rehuyen
por completo. Cicerón, cuando la emplea, le atribuye un fuerte valor enfático
(= «para que en modo alguno»): caveamus ut ne («para que en modo al
guno») quod in nobis insigne vitium fuisse dicatur (Cic.).
Quod13
giros integrados por el verbo copulativo (est quod, quid est quod)', así: non
temerest quod («lo que» o bien «el hecho de que») corvos cantat mihi ab
laeva manu (Plaut.); est quod te volo secreto (Plaut.) «hay (un motivo) en
relación al cual (o «porque») quiero hablarte a solas»; o en dependencia de
verbos de movimiento: quod veni eloquar «diré el motivo en relación al cual
(o «porque») he venido» (Ter.). También se transparenta claramente el valor
relativo de quod cuando se usa en principio de frase, en especial cuando
aparece en la oración principal un pronombre correlativo; así: filium tuum
quod redimere se ait, id ne utiquam mihi placet (Plaut.) «no me gusta ni
pizca esto en relación con lo cual dice que quiere comprar de nuevo a tu
hijo». Con el tiempo, sin embargo, prevaleció el uso de quod como con
junción.
De acuerdo con la génesis de esta conjunción podemos atribuirle dos
significados fundamentales: «el hecho de que» y «por lo que se refiere al
hecho de que».
Quod como complemento de los verbos que expresan una censura o un sentimiento
tiene una acepción casi causal16, por lo cual muchos gramáticos estudian esta cons
trucción dentro del capítulo de las subordinadas causales.
5) En frases del tipo: est quod «hay un motivo en relación con el cual»,
o sea, «hay un motivo para que»18; nihil est quod «no hay motivo para que»;
nihil habeo quod «no tengo motivo para». En todos estos giros se usa siempre
el verbo en subjuntivo, ya que en realidad quod tiene un valor afín a los
pronombres relativos de índole consecutiva. Ej.: est quod gaudeas «hay
motivo para que te alegres» (Plaut.).
En las expresiones que acabamos de citar puede substituirse quod por
cur, quam ob rem y quare. En tal caso puede añadirse a la oración principal
la palabra causa: quid fu it causae cur Caesarem non sequerere (Cic.).
Particularidades
Quia26
Cuestión muy discutida es el uso de los modos en las oraciones formuladas con
quia, dependiendo de los ya citados verbos de lengua y entendimiento27. Parece que
predomina el indicativo cuando se trata de hechos reales,y el subjuntivo cuando los
hechos son producto de la imaginación.
Cum29
Quin30
Cuando se desea hacer resaltar el valor negativo de quin se substituye esta con
junción por el relativo acompañado de negación o bien por ut non: adhuc neminem
cognovi poetam qui sibi non optimus videretur (Cic.).
Los verbos arriba citados deben ir acompañados de una negación para que puedan
construirse con quin. Las excepciones son esporádicas. El primer ejemplo se nos
ofrece en el Bell. Alexand, 17, 1 (mirari quin) y posteriormente en algunos escritores
postclásicos (Tácito, Séneca).
Es poco clásico el uso de una oración de infinitivo con acusativo sujeto en vez
de quin después de non dubito (ejemplos en Nepote, Livio, Plinio). En cambio,
cuando non dubito significa «no vacilo en hacer algo», prevalece el uso del infinitivo.
Por analogía admiten también a veces como complemento una oración en quin
expresiones como non dico, non negó, non ignoro, non eum fallit, non eum fugit
(«no pasársele a uno»),
Quominus
B ib lio g r a fía
202 bis. Consta esta conjunción del ablativo neutro del pronombre re
lativo y de la partícula minus usada con la acepción de «no» (cf. § 49 y
147). Etimológicamente significa, pues, «por lo cual no». Mas como las
oraciones de relativo en subjuntivo adquieren fácilmente valor final, se com
prende que se usara también con el significado de «para que por ello no» y,
con pérdida de valor relativo, «para que no». Subsisten frases en latín, incluso
en período postclásico, en que se acusa con claridad el significado relativo
y negativo propio de esta conjunción; cf. Tac. Ann., 1, 14.
Es evidente, por otra parte, que una frase como «pongo obstáculos para
que no vengas» viene a significar lo mismo que «impido que vengas»; de
ahí que se propagase el uso de quominus dependiendo de verbos que expresan
una idea general de «obstáculo e impedimento», con el significado de «que»
y con valor estrictamente completivo, y por tanto con pérdida del valor final
y negativo. Este proceso es análogo al que experimentaron las partículas ne
y quin, que también en muchos casos perdieron su primitiva acepción ne
gativa para acabar por significar simplemente «que».
Se construye quominus siempre con subjuntivo, de acuerdo con su sig
nificado final originario.
Los verbos citados pueden construirse también con ne y quin. En términos ge
nerales puede decirse que se construyen con ne cuando no van acompañados de
negación y con quin cuando les acompaña una negación. La partícula quominus puede
usarse en ambos casos, aunque es más frecuente su uso cuando el verbo principal
lleva negación.
Oraciones de infinitivo
B ib lio g r a fía
A . Origen y características
1) Origen
una sola oración se fraccionó en dos, una principal y otra subordinada con
el significado de «ordeno que escribas». Estas oraciones de infinitivo fueron
adquiriendo cada vez mayor personalidad y autonomía, con lo cual se acabó
por considerar como normal completar el significado de numerosos verbos
con tales oraciones, y ello no sólo en los casos en que estaba justificada esta
construcción, por admitir el verbo regente un acusativo complemento directo,
sino que incluso se propagó a verbos como los de ‘lengua’, que no pueden
regir acusativo.
que pueden actuar como sujeto del infinitivo; así: Caesar castra munire
(se. milites) iussit (Caes.).
207. Para que una oración de infinitivo pudiese hacer las veces de una
auténtica oración subordinada era indispensable que, como éstas, pudiese
señalar el tiempo y las voces. El tiempo en el aspecto relativo, o sea, la
anterioridad, simultaneidad y posterioridad, y las voces en la acepción activa
y pasiva. Necesitaban, pues, los infinitivos latinos de una serie activa y otra
pasiva con tres formas en cada una de ellas4. Estas formas son las siguientes:
a) Simultaneidad: dux dicit (dicebat, dicet) hostes venire o bien urbem
capi.
b) Anterioridad: dux dicit (dicebat, dicet) hostes venisse o bien urbem
captam esse.
c) Posterioridad: dux dicit (dicebat, dicet) hostes venturos o bien urbem
captum iri.
Con la creación de estas formas se había dado un paso importante en la
equiparación de las oraciones de infinitivo con las formuladas con verbo
finito, pero esta equiparación no era con mucho completa. Faltan eviden
temente las formas correspondientes al imperfecto de indicativo, futuro per
fecto y pluscuamperfecto. La primera se puede suplir a veces con el presente
(cuando el verbo principal está en pasado); las restantes se substituyen,
respectivamente, por el infinitivo futuro y perfecto. El infinitivo dispone,
pues, únicamente, de tres tiempos mediante los cuales señala la simultaneidad
(presente), la anterioridad (perfecto) y la posterioridad (futuro).
La lengua latina es muy consecuente en el uso de estos tiempos con el
valor que acabamos de indicar. Unicamente debemos señalar algunas ano
malías que a continuación reseñamos:
210. Uso del infinitivo pasado en vez del infinitivo presente7. Es fre
cuente que los verbos de volición y concretamente volo, nolo, malo, cupio
(con menos frecuencia expeto) se construyan con infinitivo perfecto en vez
de infinitivo presente. Se trata probablemente de un uso aorístico del infinitivo
(cf. I. § 376). En poesía cabe pensar en las exigencias del metro. He aquí
unos ejemplos: monitos eos volo (Cic.); patriam extinctam cupit (Cic.).
Cuando el verbo que debía formularse en infinitivo para señalar la irrealidad era
de índole modal («puedo, debo», etc.), no se recurría a la perífrasis a que acabamos
de aludir, sino que simplemente se usaban las formas de infinitivo perfecto: Platonem
existimo si... gravissime et copiose potuisse («hubiese podido») dicere (Cic.).
1) Características generales
Los verbos y expresiones verbales que acostumbran a completarse con una oración
de infinitivo de tipo objetivo son los que a continuación enumeramos.
Después de volo, y con menos frecuencia después de nolo, malo, cupio, se usa
muchas veces el infinitivo perfecto.
Sobre el uso del infinitivo perfecto en vez del presente con estos verbos, cf. § 210.
Los verbos de deseo, con menos frecuencia los de volición, pueden también
construirse con ut o en forma paratáctica.
Cuando iubeo significa no «ordenar» sino «decretar, acordar» (en especial con
referencia a acuerdos tomados por asambleas), se construye con ut más subjuntivo.
Por analogía también el verbo impero puede construirse con una oración de
infinitivo; los primeros ejemplos datan del período clásico, pero sólo se generalizan
en los períodos siguientes. También es tardía la construcción de praecipio con una
oración de infinitivo.
Los verbos y expresiones verbales que acostumbran a construirse con una oración
de infinitivo de índole subjetiva son los que a continuación enumeramos.
infinitivo18: emori me malim quam haec non eius wcori non indicem (Plaut.);
nonne tibi adfirmavi quidvis me potius perpessurum quam ex Italia ad bellum
civilem me exiturum? (Cic.).
No todas las veces que nos hallamos con esta construcción es necesario interpretar
el participio como asumiendo el papel de una oración subordinada; puede también
conservar su propio valor participial y como tal calificar simplemente al sujeto de la
frase: gaudent perfussi sanguine fratris (Verg.) puede interpretarse de dos maneras:
«gozan de estar bañados con la sangre de su hermano» o bien «gozan bañados con
la sangre...». Estos casos ambiguos facilitaron sin duda la introducción de este
helenismo.
Por otra parte, en virtud de la afinidad existente entre los verbos intran
sitivos y los pasivos (cf. B a s s o ls , II, 1, 41-42), se propagó también esta
construcción a los primeros. Ya en latín arcaico aparece clueo construido en
forma personal; así: esse cluebat misserrimus (Enn.). Pronto se extendió esta
construcción a appareo, constat, claresco... etc. Los ejemplos son con todo
esporádicos.
Oraciones de relativo
B ib lio g r a fía
228. El pronombre relativo en latín deriva del tema del pronombre in
terrogativo indefinido (q“i, quo)'. El paso de una a otra acepción pudo rea
lizarse con mucha facilidad como se demuestra por el hecho de que los
pronombres en muchas frases pueden interpretarse indistintamente como
relativos o interrogativos-indefinidos; así: nescio quam rem agis «no sé qué
(pronombre interrogativo) haces», o bien «no sé lo que (pronombre relativo)
haces». Análogamente quis volt facere, faciat = «¿quién quiere hacerlo?,
¡que lo haga!» y «el que quiera hacerlo que lo haga». La afinidad existente
entre las dos acepciones a que nos referimos explica el uso promiscuo de
una forma por otra. Es cierto que la lengua clásica atribuye a las formas
quis, quid valor interrogativo-indefinido, y a qui, quae, quod valor relativo,
sin embargo en el latín arcaico y en el habla popular de todas las épocas es
muy frecuente el uso de las formas propiamente interrogativas con matiz
relativo; así: dominus vino, quid (= id quod) volet, faciat (Cat.); quis (= is
qui) erat egregia atque praestanti fortitudine, Nero appellatus est (Geli.).
Relativo y antecedente
En castellano se admiten también estos giros, pero son privativos de «el cual» y
se deben a influencia latina12: «está sepultado en Medina del Campo en un monasterio
de San Andrés el cual monasterio fundó el rey su padre» (Lorenzo Carvajal).
Modos14
EI uso en tales casos del subjuntivo es poco clásico, en realidad los ejemplos que
se citan pueden justificarse como resultado de una atracción modal, de un matiz
consecutivo o de la influencia de las cláusulas métricas. Otras veces se trata de
lecturas no seguras, así: quae res... post eum quae essent (pero en los mejores
manuscritos se lee erant) tuta ab hostibus reddebat (Caes.) «la cual cosa ponía a
salvo de los enemigos el terreno que quedaba a sus espaldas». En la lengua vulgar,
en cambio, es bastante frecuente el uso de estas oraciones del subjuntivo en vez del
indicativo. Se trata indudablemente de un caso de ultracorrección, así: equites et
cohortes quae ad persequendum missae essent certiores fiunt (Bell. Hisp.).
extitit qui; reperio, invenio, nanciscor, habeo quod'9. En latín arcaico podía
usarse el indicativo y subjuntivo con predominio del primero, en el período
clásico prevalece el subjuntivo, en el postclásico, especialmente en poesía
y prosa poetizante, gana de nuevo terreno el indicativo: sunt quos scio amicos
esse (Plaut.); sunt quos invat (Hor.); sunt qui putent (Varr.); ergo habet
Antonius quod suis polliceatur (Cic.).
e) Las oraciones de relativo formuladas después de expresiones negativas
como nemo est qui, non desunt qui, non habeo quod o interrogativas de
carácter negativo como quis est qui? (= «no hay nadie que»), quid est
quod?... etc.19bls. La prosa clásica construye estas oraciones sólo en sub
juntivo. Las excepciones parece que se deben a lecturas no seguras: Ej.:
nemo est qui ibi sex menses vixerit (Plaut.); nihil est quod tam miseros faciat
quam impietas et scelus (Cic.).
3) Causales20. Se formulan en latín arcaico en indicativo y subjuntivo,
con predominio del primero de estos modos; en cambio, en el latín clásico
prevalece el subjuntivo, especialmente cuando la causa es de índole subjetiva:
stulte feci qui hunc amisi (Plaut.); ego qui sum piscator scio (Prud.); ego
stultior qui credam (Plaut.); Antipater qui probe nosset spiritus eius, non
est ausus ipse agere arbitria victoriae (Cure.).
Para señalar con más claridad la acepción causal del relativo se le refuerza a
veces con las partículas ut (no clásico), ut pote, quippe qui... Estos giros son tra
ducibles por «como es natural por parte de un hombre que», «sin duda alguna puesto
que». También en este caso existe una vacilación en cuanto al uso de los modos,
análogo al arriba citado.
contingentes o irreales: qui vincit non est victor nisi victus fatetur (Enn.);
haec qui videat nonne cogatur confiteri deos esse? (Cic.).
6) Parentéticas22. Estas oraciones de relativo introducen una limitación
y restricción a lo que se dice. Se construyen con ambos modos, pero prevalece
el subjuntivo: reliqua multitudo, quae quidem est civium, tota nostra est
(Cic.); antiquissimi fere sunt (quoarum quidem scripta constent) Pericles et
Alcibiades (id.).
7) Cuando un adjetivo23 (raras veces un participio o una aposición) va
seguido de la conjunción et más un relativo, o de una conjunción adversativa
más un relativo, se acostumbra a construir la frase relativa en subjuntivo:
est homo bonus et qui me amet (Cic.).
Relativos entrelazados25
240. Se intercala a veces entre dos oraciones una frase que depende
simultáneamente de ambas, señalándose esta doble dependencia por medio
de dos relativos o de un relativo y una conjunción de subordinación o un
pronombre interrogativo. El primer nexo va referido a la oración que precede,
el segundo a la que sigue. He aquí un ejemplo: Caesar venit, quem quia
videre nolebam ex urbe egressus sum (Cic.). Es fácil observar que el relativo
se refiere a César y la conjunción causal justifica la oración que sigue. Por
lo que se refiere al relativo entrelazado, equivale como los relativos en vez
de demostrativos (cf. § 241) a una conjunción y un pronombre demostrativo,
con la particularidad que la conjunción sirve de nexo de enlace entre la
Para traducir estas frases (pues en muchos casos no admite el español la con
currencia de dos partículas de subordinación) pueden seguirse tres procedimientos:
a) Substituir el relativo por un demostrativo precedido de una conjunción ade
cuada: venit Caesar, quem quia videre nolebam, ex urbe digressus sum (Cic.) «llegó
César, más como no quería verle me marché».
b) Convertir la oración intercalada en un substantivo enlazado a la principal con
el genitivo del relativo: dixit aliquid quod quo pertineat nemo intellegit (Cic.) «ha
dicho algo cuyo significado nadie entiende»; id solum bonum est quo qui potitur
necesse est beatus sit «éste es el único bien cuyo poseedor debe ser forzosamente
feliz».
c) Convertir la oración intercalada de relativo en la primera subordinada y hacer
depender de ella la última oración: do tibi librum quem nisi legeris iudicare non
poteris (Cic.) «te doy un libro que debes leer, si quieres juzgar rectamente».
En forma análoga a la estudiada, un participio o infinitivo que dependen de un
verbo determinado pueden anteponerse a dicho verbo y relacionarse al mismo tiempo
por medio de un relativo a otra oración que precede26, con lo cual dicho participio
26 K ü h n e r -S t e g m a n n , I I, 2 , 3 1 8 .
418 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
y relativo dependen simultáneamente de dos oraciones: quae ita esse non ignoras
(esse depende de ignoras y se enlaza con una oración anterior por medio del relativo):
non sunt ea bona dicenda nec habenda quibus abundantem licet esse miserrimum
(Cic.)· EI participio abundantem depende de licet y se enlaza con la oración anterior
por medio del relativo quibus. Para traducir esta frase se recurre a los procedimientos
arriba indicados.
241. Es frecuente el uso del relativo para unir dos frases coordinadas en
vez de utilizar una conjunción (copulativa, adversativa, causal) seguida de
un pronombre demostrativo o personal. El relativo conserva en este caso su
fuerza anafórica, pero pierde casi por completo la facultad de establecer una
estrecha conexión de dependencia con el antecedente. Como consecuencia
de lo dicho, qui, según el contexto, puede significar et is, et ego, et tu...;
sed, tamen, at is; is autem, vero; is enim, nam is, nam ego, nam tu, is
igitur, etc. Ej.: Ratio docet esse deos; quo concesso («y una vez admitido
esto») confitendum est eorum consilio mundum administrari (Cic.); filium
amisit. Quem casum («sin embargo sufrió esta desgracia») ñeque ambitiose
ñeque muliebriter tulit (Tac.).
El relativo, usado en vez de un demostrativo, admite también, al igual que el
relativo de subordinación, la repetición del antecedente dentro de su oración, así:
proelium committunt, quo proelio... (Caes.), así como la trabazón relativa.
a esta regla son sólo aparentes, pues la conjunción va referida por el sentido no al
relativo, sino a la oración principal que sigue; así: inanimum est omme, quod pulsu
agitatur externo; quod autem animal est, id motu cietur interiore (Cic.). En realidad,
el significado de esta frase es: id autem quod...
En estilo indirecto pasan estos imperativos (lo mismo que los subjuntivos yusivos,
exhortativos o futuros con valor modal) a subjuntivos.
En todos los casos que hasta aquí hemos estudiado, las oraciones de relativo que
se siguen van referidas al mismo antecedente; sin embargo, en el lenguaje popular
se siguen a veces dos oraciones de esta índole referidas a antecedentes distintos, así:
sese esse indignam deputat matri meae quae (reproduce a sese) concedat cuiusque
{atque eius, o sea, de la madre) mores toleret sua modestia (Ter.).
C a p ítu lo XVI
Oraciones condicionales
B ib l io g r a f ía
2 Cf. § 137.
SINTAXIS LATINA. II 425
tión, de ahí que existan grandes discrepancias sobre la forma como deben
interpretarse los ejemplos.
Las oraciones condicionales de relación contingente aparecen general
mente con subjuntivo presente en ambos miembros, por ej.: si sciat, suc-
censeat «si lo supiera (en el futuro), se enfadaría» (Plaut.). Mucho menos
frecuente es el uso del subjuntivo perfecto, que por lo regular se usa con
acepción aorística9 (dixerim = «diría»), por ej.: si aequom siet me plus
sapere quam vos, dederim («os daría») vobis consilium cautum (Plaut.). Es
menos frecuente, como hemos indicado, el subjuntivo perfecto con valor
perfectivo, por ej.: si alibi plus perdiderim («hubiere perdido») minus aegre
habeam (Plaut.). A partir del período postclásico se propaga este uso per
fectivo a la apódosis: ñeque si chartae sileant... mercedem tuleris (= «hu
bieres alcanzado una recompensa») (Hor.).
Sobre el uso del indicativo en la apódosis de este período, cf. § 260.
También el perfecto aparece en el período arcaico usado como irreal; así: dicam
si confessus sit (Plaut.).
este uso del presente es menos frecuente: nec satis scio nec, si sciam, dicere
ausim (Liv.); si tecum m ihi... securis liceatfrui diebus... nec nos atria nec
domos potentium nossemus (Mart.).
b) Imperfecto de subjuntivo. En el período anterior a la transmisión
literaria se usaba como irreal de pasado15. Esta acepción es todavía bastante
frecuente en el período arcaico y perdura incluso en el clásico: si invitare
nos paulisper pergeret («hubiese continuado»), ibidem obdormissemus
(Plaut.); igitur olim si advenissem, magis tu tum istuc diceres («hubieras
dicho») (id.). Sin embargo, este uso del imperfecto se hace cada vez menos
frecuente en el período postclásico, hasta extinguirse por completo en el
período decadente, pues las pocas excepciones se deben a influencia griega
o a tendencias arcaizantes. Terminó el imperfecto por usarse exclusivamente
como irreal de presente, ya que para señalar la irrealidad en el pasado se
bastaba el pluscuamperfecto. Ej.: edepol ne tu, si equos esses (= «fueses»),
esses indomabilis (Plaut.); si semper optima tenere possemus (= «pudié
semos»), haud sane... consilio multum egeremus (Cic.).
Sobre el uso del imperfecto como irreal de futuro, cf. Ba sso ls, II, 1, 502.
El uso del subjuntivo no queda, sin embargo, descartado del todo en tales giros,
en especial si se trata de expresiones de posibilidad (más en el período clásico que
en el arcaico); por el contrario, con expresiones de obligación los ejemplos son menos
numerosos y más tardíos. En fin, la máxima resistencia en el uso del subjuntivo la
ofrecen las perífrasis en -urus: hoc si aliena res esset, certe facere non potuisset
(Cic.); quod si velim confiteri, quis id tandem possit reprehendere (id.); etiam si
obtemperasset auspiciis, idem eventurum fuisset (id.).
18 T h o m a s , 237.
19 H a n d f o r d , 130; S c h m a l z ,584; H o f m a n n , Hdb., 774; L e b r e t o n , Cic., 349;
K ü h n e r -S t e g m a n n , I, 2, 402 y 394.
432 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
c) Cuando se usan las segundas personas del verbo con acepción im
personal, así: dolí non dolí suntnisi astu colas («Uno los ensambla») (Plaut.).
d) En el latín arcaico se debe a veces este uso del indicativo en vez del
subjuntivo a que la oración formulada en la prótasis no es interpretada como
una subordinada, sino como coordinada conservando, por tanto, un fuerte
valor modal (deseo, volición, imprecación, etc.). En estos casos la prótasis
expresa una idea que en cierto modo es independiente de la apódosis, y el
uso de los modos en las cláusulas viene determinado más por el significado
particular de cada una de ellas, que por los lazos de interdependencia que
entre ellas existen, así: id ago si taceas modo, propiamente «sí que lo hago,
ojalá calles de una vez».
con claridad que existe una oposición entre esta oración y la siguiente iniciada
por si non. Ej.: L. Valerium iureconsultum valde tibi commendo; sed ita
etiam si non est iureconsultus (= Valerium tibi commendo sive est iurecon-
sultus sive non est) (Cic.). En este sentido es frecuente el uso de las inte
rrogaciones introducidas por quid, si non? con referencia a una palabra
precedente que evoca un concepto afirmativo. Ej.: impetrabis...; quid si
non...? impetrabis...; quid, si non impetrabis? (Cic.). El sentido de la frase
prmite entender: conforme, si consigues esto, pero, ¿qué, si no lo consi
gues?»: at faciam, ut noveris (sc. hominis faciem) :: quid, si non veniet?
(Ter.). También en este caso el contexto permite interpretar: «conforme si
viene, pero...».
pronto el significado de si non, por ej.: si in ius vocat, ito, ni it, antestamino
(Leg. XII tab.). El significado originario de esta frase era: «si (el demandante)
cita a juicio (al demandado), deberá acudir; no va, ponga a uno por testigo».
Con el tiempo, y por influencia del primer si, ni acabó por significar si non.
Se convirtió pues esta partícula en sinónimo de si non y nisi, sin embargo
no adquirió nunca la acepción adverbial de «excepto» peculiar de nisi. En
el lenguaje arcaico y clásico se construía en indicativo, especialmente en el
lenguaje jurídico, en las fórmulas de apuestas y promesas de garantía, así
como en ciertos giros imprecativos y de encarecimiento: ni ergo matrisfilia
est, pignus da (Plaut.); peream ni piscemputavi esse (Fest.). La construcción
con subjuntivo (potencial-irreal) es muy frecuente en el período arcaico, pero
esporádico en el clásico (nunca en César) excepto en giros como (quid) ni
ita se res haberet (esset). Por razones métricas adoptaron a veces esta par
tícula los poetas y por su influencia los prosistas poetizantes (Salustio, Livio,
Tácito). En el habla popular dejó ya de usarse en el período imperial.
La partícula sin con el significado de «pero si» aparece a veces usada sin ir
referida a otra oración condicional precedente, por ejemplo: sin timore defugiant
(Caes, civ. 1, 32, 7).
El uso de sive o seu viene determinado por los gustos particulares de cada autor.
Cicerón prefiere sive... sive, César seu... sive, Livio sive... seu..., etc.
El deseo de variar las expresiones determina a veces que en lugar de sive (seu)...
sive (seu) se usen, entre otras, las siguientes combinaciones, especialmente en poesía:
sive... ve, sive... vel, sive... vel... ve, sive... seu... aut.
267. El modo que se usa en estas oraciones (sive... sive, si... sive, etc.)
es el indicativo, sin embargo se admite también en los períodos clásico y
postclásico el subjuntivo cuando razones especiales lo justifican, como su
cede cuando se trata de oraciones de estilo indirecto o se atribuye al verbo
un valor potencial-irreal, concesivo, iterativo, etc. En el latín decadente se
usa en cambio con frecuencia el subjuntivo sin que razón alguna lo
justifique28.
28 K ü h n e r -S t e g m a n n , II, 2 , 4 3 6 ; S c h m a l z , 5 9 0 ; H o f m a n n , Hdb., 7 8 0 ; R ie -
μανν, Synt. Lat., § 2 10, b; E rn o u t, 327.
C a p ít u l o X V II
B ib lio g r a fía
Esta última conjunción no es otra cosa que la partícula etsi a la que se ha acoplado
tamen que propiamente debía estar en la frase principal, así: tametsi fur mihi’s,
molestus non ero (Plaut.) deriva de tamen, etsi fur mihi’s molestus non ero. A veces,
no obstante, la partícula tamen vuelve a repetirse en la oración principal, de donde
tametsi... tamen...
271. Además de estas conjunciones de cuño y abolengo condicional, se
usan también otras derivadas del tema del relativo, como quamvis, quamquam
(incluso cum y ut). Finalmente, el presente de indicativo licet, perdida su
fuerza verbal, acaba por ser usado también como una simple conjunción
adversativa.
272. Es posible que existiera originariamente alguna diferencia entre las
conjunciones concesivas de índole condicional y las de relativo, incluso es
probable que estribara esta diferencia en que las primeras introducían una
objeción tan sólo supuesta y las segundas real, sin embargo en la práctica
es difícil mantener tal discriminación3. Más difícil todavía es precisar la
diferencia que existe entre las distintas conjunciones adversativas condicio
nales. Lo más que a tal respecto puede decirse es que etiam si tiene más
fuerza expresiva que et si. En realidad, la preferencia por una u otra de estas
conjunciones es más bien cosa de moda o bien de los gustos particulares de
cada escritor. Observaremos a este respecto que etsi es usada con frecuencia
en latín arcaico y clásico, pero la rehuye la alta poesía, así como muchos
prosistas, especialmente de la época postclásica. Etiamsi es poco usada en
latín arcaico, frecuente en Cicerón, evitada por César. Se generalizó mucho
en latín postclásico. Tametsi es muy usada en latín arcaico, clásico y de
cadente, poco usada en latín postclásico. Tamenetsi, poco usada en latín
arcaico, frecuente en Cicerón (Cartas), poco usada en los períodos siguientes.
Los modos4 con que se construían estas conjunciones de índole condi
cional son los mismos que se emplean en los períodos condicionales; por
tanto, el indicativo cuando la objeción es considerada como real, el subjuntivo
cuando se la reputa como posible o irreal: pol etsi taceas, palam id quidem
est (Plaut.); etiamsi nolint, cogam (Ter.); tametsi non quaeris, docebo
(Lucii.).
273. Q u a m q u a m 5.— La conjunción quamquam es la forma geminada
con valor indefinido de quam (cf. quisquis). Significa, por tanto, etimoló
En vez de quamvis se usa a veces quam en conexión con otras formas del verbo
velle1, por ejemplo: quam vultis, quam volent, pero estas formas nunca cristalizaron
en conjunción. Incluso aparece a veces la forma quam libet en vez de quamvis,
especialmente en poesía por exigencias del metro.
Oraciones de modo
B ib lio g r a fía
II, 2 , 4 4 8 ; E r n o u t , 3 0 0 , 3 0 1 ; J u r e t , 3 5 3 ; B e n n e t t ,
K ü h n e r -S t e g m a n n ,
I, 1 0 6 ; D ra e g e r, II, 6 3 0 ; Riem ann, Synt. L at., § 2 7 9 ; G ilí, § 2 4 3 ;
Acad., § 4 1 7 ; M ey er-Lü b ke, Gramm. Rom., III, § 6 0 4 .
281. La correlación ut... ita (con menos frecuencia sic) se usa a veces
no para establecer propiamente una comparación, sino más bien una con
traposición ( = «si bien... no obstante»)2. Por ej.: Pausanias ut virtutibus
eluxit sic vitiis est obrutus (Nep.).
En español la secuencia «así... como» puede usarse con igual significado, por
ej. : «Porque como Dios enojado y enemigo es temible, así amigo y pacífico es liberal
y dulcísimo» (Fr. Luis de León).
290. Son las que establecen una comparación entre dos conceptos (pa
labras u oraciones) en lo que atañe al grado, intensidad, medida, cantidad,
en una palabra, al ‘cuanto’. Corresponden a los adverbios de cantidad. Las
compraciones pueden ser de igualdad o de desigualdad (superioridad o in
ferioridad).
Comparativas de igualdad
292. Se indica en este caso que el grado de una cualidad que se enuncia
en la oración principal bajo la forma de un adjetivo, adverbio o incluso
verbo, es igual al de la oración subordinada1. Las oraciones comparativas
de igualdad se formulan generalmente contraponiendo las partículas tam...
quam, que corresponden en español a «tan... como»; por ejemplo: tam ego
sum liber quam gnatus tuus (Plaut.); tam ferre quam contemnere (Cic.). La
omisión de tam en frases afirmativas es propia sólo del latín decadente2 y
tardío; en cambio, en nuestro idioma tales omisiones son bastante frecuentes;
por ej.: «deseaba saber si el huésped era, como gallardo, entendido» (Cal
derón).
293. Por debilitación, las partículas tam ... quam en correlación pueden
venir a significar «no sólo... sino también» ( = et... et)3. Como este signi
ficado es el propio de las conjunciones copulativo-acumulativas, se com
prende que se mezclen unas con otras, dando con ello lugar, en el latín no
clásico, a giros como: ta m ... sed et; tam ... nec non et; quam ... etiam; quam...
et, etc.
294. Las partículas tam ... quam van siempre referidas a palabras en
grado positivo. Sólo en el lenguaje no clásico aparecen a veces en conexión
con el adverbio comparativo magis; o sea: tam m agis... quam magis. Este
giro puede presentar múltiples variantes; así: tam m agis... quanto magis;
quam m agis... magis4. Propio también del latín arcaico y autores arcaizantes
es el uso de tam ... quam en conexión con superlativos; por ej. : quam citissume
confides tam maxume expediet (Cat.). Lo normal en tal caso es ut... ita.
295. Si bien la locución tam ... quam es la más usada para señalar una
comparación de igualdad, no obstante a veces se substituye el primer ele
mento (tam) por otros afines3 como sic, ita, o por adverbios de semejanza,
de donde giros como aeque... quam (latín arcaico y postclásico), perinde...
quam (latín postclásico). Normalmente, estas expresiones (aeque, perinde),
se construyen con ac, atque. Otras veces se substituyen los dos términos de
la locución de igualdad. Las formas más usadas son: tantum... quantum;
tantopere... quantopere; totiens... quotiens. También a veces se substituye
el primer elemento adverbial tam por una forma adjetiva, y por atracción
quam se substituye por otra forma análoga, de donde giros como: tantus...
quantus; to t... quot, etc. Finalmente, otras veces se mezclan indebidamente
los elementos, de donde: tantopere... quam; tanti... quam; quantus... tam,
etc.
Comparativas de desigualdad
6 K ü h n e r -S t e g m a n n , II, 2, 481.
454 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
299. Los adjetivos que expresan una idea de diferencia llevan también
a veces una subordinada comparativa de desigualdad introducida por quam9,
aun cuando la construcción tradicional en tales casos requiere el uso de una
conjunción de coordinación ac o atque; de ahí giros como: alius quam, aliter
quam. Generalmente suele preceder una negación.
En latín clásico alius precedido de una negación suele construirse con nisi10.
En vez de quam pro, Tácito usa en ocasiones quam ad. A veces se emplea el
simple ablativo de comparación, así: gravius dorso onus (Hor.), «carga más pesada
de lo que puede soportar la espalda».
est aer, quo terris propior (Sen.); cf. «cuanto son los sentimientos mayores,
tanto las palabras son más breves y menos» (Fr. Luis de León). Cuando el
sujeto es un pronombre indefinido ( = «uno») se usan los pronombres quis
o quisquam. Ej.: quo quisque est sollertior, hoc docet iracundius (Cic.). Se
omite con frecuencia el demostrativo eo o tanto; así: quo plures erant maior
caedes fuit (Liv.); cf. «cuanto me huye más, más me enamora» (F. de la
Torre), y, aun a veces (construcción no clásica), faltan juntos el demostrativo
y la voz comparativa: quo plus virium ac roboris (se. eo maior) e fiducia
tarditas inerat (Tac.); cf. «cuanto más uno sabe, cada día le crece el apetito
de saber» (Capmany). Finalmente, puede también omitirse el comparativo
dentro de la oración subordinada; así: quanto inopina, tanto maiora (Tac.).
Oraciones finales
B ib lio g r a f ía
305. Las oraciones finales son las que expresan el fin o la intención con
que se ejecuta lo que se afirma en la oración principal. Estas oraciones se
construyen en latín con subjuntivo, pues en su origen eran oraciones para-
tácticas de índole desiderativa o volitiva. Originariamente, pues, se decía:
tibi librum do; ut legas! «Te doy un libro. ¡De algún modo léelo!». En
español también se construyen las oraciones finales con subjuntivo; sin em
bargo, cuando el sujeto de la oración principal es idéntico que el de la
subordinada puede usarse el infinitivo.
En el latín vulgar y decadente aparecen a veces las oraciones finales con el verbo
en indicativo.
adiuta me, quo idfiat facilius (Ter.)· El uso de esta conjunción cuando no
figura en la frase un comparativo es poco clásico: quo me impudicumfaceret
(Plaut.).
307. Para introducir una oración final negativa se usa generalmente ne,
con menos frecuencia ut nel . En realidad esta última locución (ut ne) falta
en algunos escritores. Cicerón le atribuye por lo general un valor enfático
(= «para que de ningún modo»). El uso de ut non se da sólo en el latín
decadente, pues en los ejemplos que se citan de los períodos anteriores, la
negación no recae sobre el verbo, sino que va referida a algún otro elemento
de la frase. La locución qui ne (= ut ne) aparece también esporádicamente
en el latín arcaico. Quo ne es utilizado por primera vez por Horacio (Sat.,
2, 1, 36), pero en latín tardío se generalizó bastante.
Oraciones consecutivas
B ib lio g r a fía
Oraciones temporales
B ib lio g r a f ía
K ü h n e r -S t e g m a n n , II, 2 , 3 2 8 ; B e n n e t t , I, 7 9 y 3 0 2 ; D r a e g e r , Π , 5 4 2 ;
Ju r e t ,Synt., 3 5 9 ; E r n o u t , 3 0 5 ; R i e m a n n , Synt. L at., § 2 1 2 ; Acad.,
§ 4 0 3 ; G i l í , § 2 4 2 ; M e y e r - L ü b k e , Gramm. Rom., III, § 6 6 8 .
Cum1
318. Cum t e m p o r a l 4.— Esta partícula se usa con fuerza de una simple
conjunción temporal cuando la oración que ella introduce sirve para fijar el
tiempo en que se verifica la acción principal sin ir referida a ningún subs
tantivo que figure en dicha oración. Corresponde, pues, con tal acepción a
la conjunción española «cuando», significando, como ella, «en el tiempo
que», «en la época que». Figuran a veces en la oración principal correlativos
como nunc, tum ..., etc. Se construye, tratándose de acciones que no se
repiten, en indicativo. Por lo que atañe al uso de los distintos tiempos de
este modo, observaremos:
1) El presente de indicativo es poco usado tratándose de acciones que
no se repiten en el presente. Puede usarse también para enunciar hechos
pasados (presente histórico) o futuros (presente ‘profuturo’); sin embargo,
el primero de los citados usos es poco clásico. Nuestra lengua no lo admite;
así: gravidam reliqui cum abeo «cuando me marché» (Plaut.).
2) Imperfecto. Muy frecuente en el latín arcaico. Se combina general
mente con un tiempo de pasado en la principal. En el período clásico y
especialmente en el postclásico se emplea por lo general sólo cuando figura
en la oración principal un adverbio de tiempo {tune) o cuando introduce una
oración que hace las veces de una simple determinación temporal con valor
análogo al que tendría una fecha; por ej.: cum haec scribebam.
3) Perfecto. Señala generalmente la simultaneidad denotando un hecho
que se produjo cuando ya existía el estado de cosas enunciado en la oración
principal; así: cum Caesar in Galliam venit, alterius factionis principes erant
Haedui (Caes.). Sin embargo, puede también señalar la anterioridad (como
el pluscuamperfecto); así: cum ad eum locum venerunt («llegaron» o «hu
bieron llegado»), iubet binos equites conscendere (Bell. Hisp.); Sulla cum
Damasipum iugulare iussit («hubo ordenado»), quis non factum eius lau
dabat? (Cic.). Esta acepción no es clásica, dándose, por lo general, sólo en
latín arcaico y habla familiar. Subsiste este uso en español.
4) Pluscuamperfecto. Indica generalmente un estado o situación iniciada
con anterioridad a la acción principal. Equivale, pues, muchas veces a un
imperfecto. Ej.: cum ad gubernacula reipublicae temerarii atque audaces
homines acceserant (= gubernacula tenebant)... naufragia faciebant. En la
Se ha discutido mucho sobre las causas determinantes del uso del subjuntivo.
Generalmente se explica como resultado de una influencia de las oraciones de relativo
cuya afinidad con la conjunción cum hemos ya señalado. Partiendo, pues, de is qui
con subjuntivo se llega a id tempus o eo tempore quo y finalmente a eo tempore cum
o tum cum con subjuntivo. En un principio tenían estas oraciones un valor consecutivo
muy acusado, pero poco a poco esta acepción se debilitó hasta que, extinguido por
completo, acabaron estas oraciones por acusar sólo el significado narrativo a que
hemos aludido.
C um ... tum9
Por medio de las partículas cum... turn puede establecerse una oposición no sólo
entre dos oraciones, sino que también entre dos palabras o conceptos (= et... et),
así: tranquillitas animi et securitas affert cum constantiam tum etiam dignitatem
(Cic.).
Cum primum10
En latín arcaico para señalar la rápida sucesión de los hechos se usaba con
frecuencia cum extemplo, generalmente con indicativo, esporádicamente en subjun
tivo.
Sobre el modelo de cum primum se produjo una doble propagación analógica,
por una parte el adverbio primum se aplicó a otras partículas, de donde ut, ubi,
postquam primum (cf. § 336); por otra (latín postclásico), se mantuvo cum, pero se
substituyó el adverbio primum por otros afines, de donde cum subito, illico, semel.
Incluso los elementos de estos giros se mezclaron entre ellos, de donde expresiones
como simul primum, simul ubi..., etc.
Postquam11
325. Esta conjunción o su variante postea quam (a veces los dos ele
mentos van disociados; por ejemplo: postea vero quam) se usa para señalar
la posterioridad de la oración principal con respecto a la subordinada intro
ducida por la conjunción que estudiamos. Se corresponde en español a «des
pués que».
Se construye generalmente en indicativo. En el lenguaje postclásico se
construye, a veces, postquam con imperfecto o pluscuamperfecto de sub
juntivo. Se trata de una influencia del cum histórico.
Con respecto al uso de los tiempos de indicativo observaremos:
1) Para enunciar hechos pasados anteriores a otra acción pasada se usa
generalmente el perfecto, con menos frecuencia (uso no clásico) el presente
histórico. En la oración principal figura un tiempo de pasado, generalmente
un perfecto, pero también un presente histórico, un imperfecto o un plus
cuamperfecto con valor de imperfecto: postquampeperit, pueros lavare iussit
(Plaut.). Puede también usarse con esta acepción de anterioridad el plus
cuamperfecto. En realidad, este es el tiempo que en tal caso reclama la
‘consecutio temporum’, pero la prosa clásica sólo lo emplea cuando figura
en la oración principal un acusativo o ablativo de tiempo, precisando exac
tamente el intervalo de tiempo existente entre la acción principal y la su
bordinada; así: signum lovis biennio post, quam erat locatum, in Capitolio
conlocabatur (Cic.). Sin este requisito la prosa clásica opta por el perfecto,
según hemos ya indicado. En el latín postclásico, en cambio, se generalizó
bastante el pluscuamperfecto.
Antequam y priusquam13
También puede usarse el perfecto de indicativo para indicar una acción terminada
en el presente, pero el uso de este tiempo es poco frecuente tratándose de acciones
que no implican una idea de repetición; así: prius abis quam lectus, ubi cubuisti,
concaluit locus (Plaut.).
a) Simultaneidad total
329. La conjunción más usada es dum-, quoad se emplea con esta acep
ción sólo a partir del período clásico, y donee, del postclásico. Para acusar
mejor la idea de simultaneidad total se añaden a veces en la oración principal
los adverbios usque, usque adeo, tantisper, tamdiu, eo usque (este ultimo
en Tácito). Se usan los distintos tiempos de indicativo, pero en la prosa
clásica no se admite el pluscuamperfecto ni el futuro perfecto. Generalmente,
tanto en la oración principal como en la subordinada figura el mismo tiempo;
sin embargo, tratándose de acciones pasadas alternan el perfecto y el im
perfecto, en Salustio el perfecto (en la principal) y el presente histórico (en
la subordinada): dum longius aberant plus proficiebant (Caes.); donec gratus
eram tibi, Persarum vigui rege beatior (Hor.).
b) Simultaneidad parcial
c) Duración ‘hasta’
15 S o m m er, F., Dum «während» mit dem Indicativus praesentis, RhM LXXIV,
208-230.
15b,s Vid. ob. cit. en la nota anterior.
SINTAXIS LATINA. II 475
También a veces se usa la locución quam diu con el significado de «hasta que»,
pero ello sólo en el lenguaje jurídico y en el latín postclásico.
junciones con valor temporal eran más usadas en el período arcaico que en
el clásico, pues en este último se va imponiendo a sus expensas la conjunción
cum, hasta el punto de que algunos escritores de este período (como Salustio
y posteriormente, por influencia suya, Tácito) usan esporádicamente ut con
acepción temporal. La conjunción quando es el resultado de la unión de
quam y la enclítica -do. Era bastante usada en el latín arcaico, pero en los
períodos siguientes los escritores en general la rehúyen. Sin embargo, en el
lenguaje hablado debía emplearse mucho, pues persistió en el latín decadente
y ha subsistido en romance bajo la forma de «cuando». Las partículas que
acabamos de mencionar se construyen normalmente con indicativo. Parti
cularizando sobre los tiempos, observaremos:
1) Perfecto (y presente histórico). Se usa para señalar una acción pasada
y anterior a otra acción también pasada (cf. § 159, 4) formulada en la oración
principal con cualquier tiempo de pasado: utHostius cecidit («cayó» o «hubo
caído»), confestim Romana acies inclinatur (Liv.).
El presente histórico es poco frecuente con ut, en cambio los ejemplos son muy
numerosos con ubi y con ‘verba sentiendi’; así: ubi videt me esse tanto honore...
coepit (Ter.).
4) Futuro II. Se usa en todas las épocas y con las diferencias de signi
ficado propias de este tiempo (cf. vol. I, pp. 304-305): ubi prandero, dabo
operam somno (Plaut.).
También en este caso los adverbios que entran en las combinaciones que hemos
reseñado pueden por sí solos usarse con el significado de la locución completa18. Los
ejemplos corresponden al latín decadente, así: ilia mox (= mox ut) accepit, gemuit
(Agnellus). Con análogo significado se usan statim, primum, subito.
También a veces el primer elemento de esta conjunción (simul) asume por sí solo
el significado de «tan pronto como». Los ejemplos se remontan ya al latín arcaico
y son especialmente frecuentes en el lenguaje poético y prosa poetizante19.
Subjuntivo de repetición20
Oraciones causales
B ib lio g r a fía
que no una causa propiamente dicha. Estas oraciones son tónicas y están separadas
por una pausa de la principal.
Quod y quia1
con indicativo, tan sólo en el latín decadente aparece a veces rigiendo subjuntivo.
Esta acepción causal que adquiere esta partícula deriva de la temporal ( = «mientras»),
incluso en muchos pasajes es difícil determinar cuál de los dos significados prevalece;
así: iurgia inter Batavos et legionarios, dum (¿«mientras»?, ¿«porque»?) his aut illis
studia militum adgregantur, prope in proelium exarsere (Tac.).
Para señalar el matiz subjetivo de las oraciones causales, a veces en latín, como
en español, se añade un verbo de lengua o entendimiento por medio del cual se
evidencia que la causa no es aducida por el escritor, sino que forma parte del
pensamiento de otra persona6. Ahora bien, este verbo debería formularse en indi
cativo, pero ello sucede raras veces; por lo general adopta también innecesariamente
la forma subjuntiva, con lo cual el significado oblicuo o indirecto de la frase queda
señalado por dos procedimientos: el modo y el verbo de lengua; así: rediit paulo post
quod se oblitum nescio quid diceret (Cic.). Raras veces estas frases aparecen for
muladas en indicativo; así: quod se vi prohibitum esse dicebat (Cic.).
Cum7
Estilo indirecto
B ib lio g r a fía
349. En español se usa el verbo «decir» tanto para introducir una frase
en estilo directo como indirecto; en latín, en cambio, en el primer caso se
emplea inquit, que no se coloca nunca delante de las palabras que introduce,
sino que se intercala en el cuerpo de la frase que se reproduce en forma de
discurso directo1: Tum. Crassus arridens, quid censes, inquit, Cotta? (Cic.).
En el segundo caso se usan verbos como dicit, respondet, ait... etc. Por lo
que se refiere al último de los verbos citados, conviene advertir que puede
ocupar cualquier lugar en la frase, y que con frecuencia (especialmente
cuando se citan refranes) se usa también para introducir palabras en estilo
directo. El uso de los otros verbos de lengua (dicit, respondet... etc.),
introduciendo una oración de estilo directo, se da sólo a partir del período
postclásico.
1 K ü h n e r -S t e g m a n n , Π , 2 , 532; B e r g e r , 158.
K ü h n e r -S t e g m a n n , Π , 2 , 536; H o f m a n n , Hdb., 593; J u r e t , Synt., 418.
SINTAXIS LATINA. II 487
356. Favorece el uso del indicativo en los casos que acabamos de citar
la presencia en la oración principal de un verbo regente en presente o futuro,
pues en tal caso el que habla o escribe puede adoptar más fácilmente como
propio el pensamiento o juicio que reproduce y expresarlo, por tanto, en
forma objetiva a pesar de que desde un punto de vista gramatical se trata de
oraciones de estilo indirecto. Por otra parte, conviene recordar que el sub
juntivo oblicuo es más propio del lenguaje literario que del popular; de ahí
que sean numerosos los ejemplos de oraciones subordinadas en indicativo
en los períodos no clásicos de la lengua, especialmente en el decadente,
hasta el punto de que muchos escritores uan indistintamente ambos modos
sin razón alguna que lo justifique.
Por razones análogas admiten también las oraciones introducidas por las
conjunciones que acabamos de citar (u t... ita) el infinitivo cuando se usan
para establecer una comparación; así: ut feras quasdam nulla mitescere arte,
sic immitem eius viri animum esse (Liv.).
3) Oraciones causales introducidas por quod, quia. La construcción en
infinitivo es muy esporádica, y cuando ocurre se debe a que se atribuye a
tales oraciones el significado de las coordinadas causales (nam, enim): cri
mina vitanda esse, quia (= nam) vitari metus non posse (Sen.).
El uso del infinitivo cuando no se produce dicha debilitación y, por tanto, cuando
conserva la subordinada su pleno significado hipotáctico es muy esporádico: quia...
summae fuisse amentiae (Cic.).
358. Por lo que atañe al uso de los tiempos de subjuntivo en las oraciones
subordinadas8, podemos, en términos generales, afirmar que subsisten los
mismos tiempos que tendrían estas oraciones si aparecieran formuladas en
estilo directo, con la diferencia, claro está, de que en este caso los tiempos
son de subjuntivo y que además hay que aplicar en general las reglas de la
‘consecutio’. La transposición, pues, no ofrece dificultad; basta substituir
los tiempos de indicativo por los homónimos de subjuntivo, salvo en lo que
atañe al futuro, tiempo que, como es sabido, carece de representación dentro
del subjuntivo. Esta dificultad se resuelve representando el futuro simple con
el presente o imperfecto y el futuro perfecto por el perfecto o pluscuamper
fecto, según si en la oración principal figura un tiempo de presente o pasado.
Resulta, pues, de lo dicho que los tiempos de subjuntivo en las oraciones
subordinadas de estilo indirecto asumen una doble función, la propia y la
del futuro; así, el subjuntivo presente equivale al presente de indicativo y al
futuro primero; el imperfecto, al imperfecto y al futuro primero; el perfecto,
al perfecto y al futuro II; el pluscuamperfecto, al pluscuamperfecto y al
futuro II. Esta transposición de tiempos se verifica generalmente en forma
mecánica, prevaleciendo a veces incluso sobre las reglas generales de la
‘consecutio’; así, cuando una oración subordinada depende de un infinitivo
potuisset esse longuinquior, futurum fuisse ut omni doctrina hominum vita erudiretur
(Cic.). Sin embargo, esta construcción es poco frecuente.
Los verbos possum, debeo, así como los impersonales que expresan una idea de
posibilidad, conveniencia o necesidad carecen de supino y, por tanto, para señalar
la potencialidad e irrealidad usan el infinitivo presente y perfecto respectivamente.
Claro está que el uso del reflexivo acarrea a veces confusiones, ya que puede ir
referido al sujeto del verbo principal o al sujeto del propio verbo dependiente. Sobre
el particular, cf. parte I, párrafos 185-186.
1 Este índice ha sido redactado por D. Juan Bastardas Parera, Profesor Adjunto
de la Universidad de Barcelona.
500 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
Acus, sujeto de las or. de infini nidad entre los adj. predicativos y los
tivo Π, 209 y sigs., cf. I, 353-354; adverbios I, 175, II, 19, cf. I, 179.
acus, complemento predicativo de un Complementos de los adj. Π, 22,
inf. I, 357, II, 218; cf. infinitivo. 24: adj. construidos con acus. com-
Acus, en la construcción gerundial plem. directo I, 45; con acus. de re
I, 398. Acus, del supino I, 406. lación I, 50; con acus. de extensión
I, 51; con genit. partitivo I, 77-78;
Preposiciones que rigen acus. I, con genit. de referencia I, 79; con
239-251, 258-261; uso del acus, por dat. I, 114, cf. I, 78; con abl. se
abl. tras preposición I, 228. parativo I, 122; con abl. instrumental
adjetivo I, 161-176. Adjetivo y sus I, 138-139; de precio I, 141; de li
tantivo I, 161, cf. I, 171; adj. es mitación I, 141; de cantidad I, 142;
pecificativo y descriptivo 1 ,161-162; adj. construidos con inf. I, 358, II,
acepciones subjetiva, objetiva, po 22, cf. II, 246; con gerundios y ge
sesiva, de pertenencia, partitiva, rundivos I, 304, 397; con supinos I,
aposicional, local y temporal I, 162- 407; con una oración de relativo o
163; tipo summus mons I, 163; adj. con ut más subjuntivo (dignus qui o
calificando las consecuencias de la ut) II, 246, cf. II, 185; adj. deter
acción propia del sustantivo (ventus minado por otro adj. (sum totus ves
albus) I, 164; adj. que envuelven ter) I, 179, II, 22. Yuxtaposición de
idea de cantidad construidos con sin adj. (Juppiter optimus maximus) II,
gulares colectivos (multa canis) I, 24; unión de dos adj. formando un
164; hipálage (ibant oscuri) I, 164- compuesto (dulcamaris) II, 24; adj.
65; adj. en función predicativa I, atributo de un sustantivo determi
175-176, 179, cf. II, 19, 22. nado por otro adj. (fortis pugna na
valis) II, 24.
Adj. en función de sustantivo: sus-
tantivación por transferencia I, 171: Participios en función de adj. I,
sustantivación de masculinos plur. y 382; gerundivos en función de adj.
sing. I, 172; de neutros plur. (bono) I, 391, 401-402; adv. en función de
I, 172-173; de neutros sing, forman adj. I, 181-182; giros preposiciona
do abstractos (honestum) I, 173; de les en función de adj. I, 234, cf. I,
neutros plur. y sing, en función de 260; sustantivos en función de adj.
acus. de contenido I, 48; de sing, en la aposición calificativa II, 26.
neutros en giros preposicionales (in Genit. y adj. indicando la posesión
tuto) I, 173; adj. neutro sing, en fun I, 163 n., 191 n.; abl. y adj. indi
ción de abl. absoluto impersonal (in cando la ciudad de origen I, 124.
certo quid aut peterent aut vitarent) Grados de comparación I, 165-
I, 154; construcciones del tipo nihil 170; véase también comparación,
novi I, 82; determinaciones que ad comparativo y superlativo.
miten los adj. sustantivados I, 173- Concordancia del adj. con el sus
174; construcciones del tipo leves co tantivo II, 69; véase concordancia,
hortium, ultimum rerum y sub obs adverbio I, 197-185. Función de los
curo noctis I, 83-84. Sustantivación adv. I, 175; formación de los adv. I,
por elipsis I, 174. 178: nom. adverbial I, 39; acus. ad
Adj. en función de adverbio I, verbial I, 53-55; acus. neutro de ad
174-176, cf. I, 39, 48, 83, 179; afi jetivos sustantivados en función ad-
502 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
verbial I, 174-175, cf. I, 47-48, 177, parativo I, 123; longe con acus. de
179; uso en función de adv. de abla extensión I, 51.— Adverbios acom
tivos I, 139, 177; de giros preposi pañando a un perf. o plusc. de ind.
cionales I, 177, 178, cf. I, 173, 233; con valor irreal (paene, prope, etc.)
de participios I, 382; de gerundios en I, 311.
abl. I, 400, cf. I, 177. Sufijos ad aoristo. Fusión en latín del aoristo i.
verbiales I, 178; sufijos adverbiales e. con el perfecto I, 294-295. Uso
románicos I, 185.— Uso de formas del perf., fut. perf., subj. perf., inf.
comparativas por positivas I, 167.— perf. con acepción aorística, véase
Afinidad entre los adv. y las prepo aspecto; expresión del aspecto ao-
siciones I, 177, 183, 226, 227, 236; rístico mediante la composición ver
entre los adv. y las conjunciones I, bal I, 288-289, cf. I, 237.
177, II, 132. Combinaciones de pre
aposición II, 25-28. Aposición de
posiciones y adverbios I, 233, cf. I,
terminativa, calificativa, enfática o
184-185, 254, 260; combinación de
poética, predicativa II, 26-27; refe
preposiciones con valor adverbial I,
rida a una oración o grupo de pala
233-234.
bras II, 27; apos. partitiva I, 85, II,
Adverbios de lugar I, 178; de can 28; concurrencia entre la apos. y el
tidad 1 ,179: uso de adverbios de can genit. explicativo (urbs Roma: urbs
tidad para reforzar el grado compa Romae) I, 88; primitivas aposiciones
rativo I, 169; como partículas ne convertidas en determinaciones ad
gativas II, 51. Adverbios de modo o verbiales (partim, omne genus, etc.)
manera I, 180; adv. de modo expre I, 34; apos. introducidas por scilicet,
sando una idea de cantidad (belle cu dico, quod, quia II, 28; por id est,
riosi, male sanus) I, 179, cf. II, 51; hoc est y acus. I, 62; apos. repre
para formular un juicio sobre la ac sentada por un infinitivo I, 360-361;
ción del verbo (male reprehendunt) por un gerundio o gerundivo II, 28;
I, 180. Adverbios interrogativos II, omisión de las preposiciones delante
40. de las aposiciones I, 232; inclusión
Adverbios en función de adjetivos de aposiciones dentro de una oración
I , 181-182; de sustantivos l, 182, cf. de relativo II, 239; tipo ojos tabaco
II, 5-6; de preposiciones I, 182-183, de España II, 26.
226, 262; adverbios en función de Concordancia de la aposición Π,
preposiciones pospuestos al sustan 71-74. Concordancia en gén. ynúm.
tivo en romance I, 183 n. 18; ad II, 72; concordancia en caso II, 72-
verbios en función de conjunciones 73: nom. referido a un voc. I, 39-
I, 183, II, 335, 346; de pronombres 40, II, 72-73; nom. aposicionall, 36
demostrativos y relativos I, 184.— acus. aposicíonal I, 62; aposición re
Adjetivos predicativos equivaliendo ferida a dos o más sustantivos II, 73;
a adverbios I, 175, 179, cf. Π, 19. tipo Cn. et P. Scipiones II, 73; tipo
Adv. determinado por otro adv. II, legio Martia atque quinto II, 74.
22; uso de quod y quia completando artículo. Antecedentes del art. de-
el significado de adverbios (nisi mostr. en lat. (ille, ipse) I, 222-224,
quod, tantum quod, vere quia, etc.) cf. I, 208; del art. indef. (unus) I,
II, 196-197, cf. I, 180-181; adver 224, cf. I, 220.— El art. en español:
bios que se construyen con abl. se para sustantivar adj. (uso del art.
INDICE DE CONCEPTOS 503
neutro y del art. mase.) I, 173; para representado por un pron. demostra
sustantivar giros preposicionales I, tivo, relativo o interrogativo atraído
235; con el inf. sustantivado I, 360; por el predicado Π, 80-81.— Atrac
art. antepuesto al relativo (el que, la ción relativa a la concordancia en
que) Π, 234. caso: predicativos y predicados no
asíndeton. Coordinación asindética minales atraídos por un vocativo I,
Π, 85-87; asínd. copulativo II, 88, 42, II, 69; dat. por atracción en las
cf. II, 24; adversativo II, 104; causal oraciones de inf. del tipo licet (mihi)
o explicativo II, 114; ilativo II, 118. esse otioso I, 357, Π, 19; en el giro
mihi nomen est Antonio I, 106; atrac
aspecto I, 287-289. Las formas tem ción del antecedente de una oración
porales indicaban originariamente el de relativo sobre el predicativo de la
aspecto de la acción I, 287; limita misma (P. Rufino qui pio vixit) II,
ciones en la expresión del aspecto en 19-20; atracciones entre el relativo y
latín mediante las formas temporales su antecedente II, 82, cf. I, 3; atrac
I, 288; aspecto durativo del imperf. ción del acus. sujeto de una oración
de ind. I, 291-292, cf. I, 288; acep de inf. sobre el sujeto de la oración
ciones aorística y perfectiva del perf. comparativa siguiente II, 228. Atrac
de ind. I, 294-295, cf. I, 288; valor ción formal de desinencias (Fortu
aorístico originario del fut. perf. I, natus uxori carissimi fecit) II, 70.—
304; acepciones aorística y perfec Atracción del grado de comparación
tiva de los subj. perfectos I, 314-315, en el giro avidior quam prudentior
cf. I, 318, 323-324, 326, 327, 331, I, 166.— Voz pasiva por atracción
Π, 267-268; inf. de pasado con valor (urbs aedificari coepta est) I, 274,
aorístico I, 356, II, 215.— Expre 352.— Atracción relativa a los tiem
sión del aspecto mediante giros pe pos del verbo II, 151, 158, 161.—
rifrásticos I, 288, 339; mediante la Atracción modal Π, 144-147, cf. II,
composición verbal I, 288-289, cf. 356; subj. por inf. en estilo indirecto
I, 231.·— Casos en que en el uso de por atracción de un subj. precedente
los tiempos de las oraciones subor II, 362-363; inf. en una oración com
dinadas en subj. se acusa un predo parativa con quam por atracción de
minio del aspecto sobre la ‘conse una oración de inf. precedente II,
cutio’ II, 160. 227.
atracción. Atracción progresiva y re casos I, 33-35. Sincretismo de los ca
gresiva I, 3.— Verbo concertando, sos I, 33-34; sustitución de los casos
por atrae., en núm. y pers. con un por giros preposicionales I, 34, 225-
genit. partitivo dependiente del su 226, cf. I, 98.
jeto II, 61; con una aposición o un
término de comparación referido al causales (oraciones) II, 349-358. Na
sujeto II, 65.— Predicado nominal turaleza II, 349-350; causales de
representado por un superlativo de coordinación y subordinación II,
terminado por un genitivo partitivo 350, cf. II, 367; quody quiall, 351,
concertando en género con dicho ge cf. II, 133-134; correlaciones: eo, ea
nit. II, 67; predicado nominal con re quod (quia); ideo quod (quia), id-
certando en gén. y núm. con una apo circo quod (quia), etc. II, 351; dum
sición al sujeto II, 67; con un pre con acepción causal II, 352; quoniam
dicativo II, 67, cf. I, 3.— Sujeto y quando II, 352-353; quandoque y
504 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
con acus. en lugar de dat. y con dat. deponente (voz) I, 269-271. Signi
en lugar de acus. I, 100-101; verbos ficado medio originario de los verbos
que, construidos con dat., tienen un deponentes I, 369.— Verbos dep.
significado especial (cavere aliquem que adoptan forma activa y verbos
o ab aliquo: cavere alicui) I, 103- activos que adoptan forma deponente
104; uso dei dat., por acus, o abl., I, 270; verbos dep. que admiten sig
como compl. de los verbos de ‘pedir’ nificado pasivo I, 274; significado
I, 101; dat. en lugar de abl. con ver activo y a veces pasivo de los par
bos que significan ‘separar, quitar’ ticipios de perf. de los verbos de
I, 107; en concurrencia con cum con ponentes y semideponentes I, 374.
verbos como iungo, haereo, etc. I, deseo. Expresión del deseo mediante
128; concurrencia de las construc el subj. I, 322-324, cf. II, 30; par
ciones dono te libro y dono tibi li tículas desiderativas I, 324, cf. II,
brum, circumdo urbem muro y cir 30, 262-263; uso de ita (sic) con va
cumdo murum urbi I, 99; dat. régi lor ponderativo (ita me di ament
men de verbos modificados por ut...) I, 324, II, 295-296; uso del
adverbios I, 102; de verbos com imperat. II, 30, cf. I, 334; oraciones
puestos I, 102-103; uso adnominal desiderativas en forma interrogativa
del dat. compl. indirecto I, 102. Π, 30, 42.
Sustitución del dat. compl. indi elip sis. Oraciones formuladas por
recto por la prep. ad más acus. I, 98, medio de uno solo de los elementos
cf. I, 34, 240; uso del genit. en vez esenciales II, 4,11: expresiones elíp
de dat. en latín decadente I, 94. ticas de naturaleza enunciativa II,
Dativo de interés I, 104-110: dat. 32, cf. II, 12; en interrogaciones I,
de daño y provecho I, 104; ético I, 36, II, 11, 44; exclamaciones I, 36,
104-108; posesivo, en concurrencia 56, II, 4; con valor yusivo o exhor
con el genit. I, 105-106; dinámico o tativo I, 57, II, 31; en la expresión
‘sympatheticus’ I, 106; de separa de un deseo II, 30; reticencias vo
ción I, 107-108; de relación I, 108; luntarias II, 11.— Rótulos y epígra
agente I, 109, 343. fes I, 36, II, 4.
Dativo de finalidad I, 110; susti Elipsis del sujeto en latín II, 7;
tuido por giros preposicionales I, elipsis del suj. del infinitivo II, 218;
111.— Dat. de dirección I, 112.— del suj. de un abl. absoluto I, 157;
Doble dat. I, 113; concurrencia con del predicado verbal II, 11, cf. I, 36,
nom. y acus. I, 113-114.— Dat. 56-57, II, 4, 30-31,— Genitivo de
complem. de adjetivos I, 104-105, pendiendo de un sustantivo elidido
cf. I, 249-250; uso del dat. como (ad Vestae) I, 87-88; or. con ne de
término de la comparación I, 128. pendiendo de un verbo de temor eli
Dativo por atracción: en las or. de dido II, 168; ut (ne) final dependien
infinitivo licet (mihi) esse otioso I, do de una or. elidida Π, 315; cum
357, cf. II, 19; en el giro mihi nomen referido a un sustantivo no expreso
est Antonio I, 106; dat. por atracción II, 323; omisión de la or. de la que
del antecedente de una or. de relativo nam introduce la causa II, 115.
sobre el predicativo II, 19. Sustantivación del adjetivo por
Dat. en la construcción gerundial elipsis del sustantivo I, 174; verbos
I, 396; dat. del supino I, 407. transitivos usados como intrans, por
INDICE DE CONCEPTOS 509
elipsis del compl. directo (movere ne y quo ne II, 315; uso de quod en
se. castra) I, 277-278; por elipsis del el latín decadente II, 199. Elipsis de
pronombre reflexivo I, 277. la or. principal II, 315. Or. finales
estilo indirecto II, 359-378. Gene parentéticas II, 315.— Pronombres
ralidades II, 359; origen del estilo y adverbios interrogat, incluidos en
indir. en latín II, 360; verbos de len or. finales II, 44.
gua que introducen el estilo dir. y el Or. de relativo finales II, 244. Ex
indir. II, 360-361; elipsis del verbo presión de la finalidad mediante el
que introduce el estilo indir. II, 361- supino en -tum I, 55, 406; participio
362.— Paso a estilo indir. de las or. de près, y de fut. I, 385; inf. de fi
principales II, 362-364; or. de índole nalidad I, 355; gerundios y gerun
enunciativa (uso del inf. y del subj.) divos en genit. I, 96, 396; en dat. I,
II, 362-363; or. de índole afectiva 397; en acus. con la prep, ad I, 398;
(subj.) II, 363; or. interrogativa (uso sin preposición en latín decadente I,
del inf. y del subj.) II, 363-364; per 399; gerundivos en función predi
sistencia del subj. deliberativo en es cativa objetiva expresando finalidad
tilo indir. Π, 364.— Paso a estilo (dare alicui liberos educandos) I,
indir. de las or. subordinadas II, 364- 402.
365; uso del subj. II, 365; uso del futuro imperfecto I, 282-300. Ori
ind. II, 365-366; uso de la constr. de gen y significados fundamentales I,
inf. ac. suj. en or. subordinadas que 282; futuro con valor de ind. o real:
han perdido su valor hipotáctico II, futuro prospectivo I, 298; uso del
366-368, cf. II, 253-254; con valor subj. en vez del fut. prospectivo en
hipotáctico II, 367.— Uso de los oraciones subordinadas I, 320-321;
tiempos de subj. en las or. subordi fut. general, histórico, aseverativo I,
nadas II, 368-370. Paso de los pe 299. Fut. con valor de subjuntivo-
ríodos condicionales a estilo indir. imperativo: fut. de determinación I,
II, 370-372. Transgresión de las re 299, cf. I, 315-316; fut. exhortativo
glas de la ‘consecutio’ II, 369, 372- I, 299, cf. I, 316; yusivo I, 300, cf.
374.— Paso a estilo indir. de los I, 308; potencial I, 300; interrogativo
pron. personales y posesivos II, 374- I, 300, cf. II, 45.— Concurrencia del
376. fut. con el sub. pres. I, 298-300,
Estilo indir. libre II, 376-378. 308, 315-316, 320-321,— Perífrasis
exclamaciones. En nom. I, 36, II, verbales en sustitución del fut. : ama
4; en voc. I, 41, II, 2; acus. excla re o amari habeo I, 344-345, cf. I,
mativo I, 56-57, II, 4; genit. excla 306; amare o amari habebam con
mativo I, 95; infinitivo exclamat. I, valor de fut. de pasado I, 346, cf. I,
363, II, 30; or. exclamat. II, 30, cf. 306; volo, debeo con infinitivo I,
Π, 4. 345; ire con supino I, 406-407; uso
de las perífrasis scripturus est y scri
finales (oraciones) II, 313-315. De
bendus est con valor de fut. I, 343,
finición II, 313; uso del ind. en el
344, 345; futurus sum scribere I,
latín decadente II, 314; correlaciones
345.
(eo, idcirco, ideo, hac de causa, ad
id, etc.) II, 314; uso de quo y de qui futuro perfecto I, 303-305. Valor
Π, 314; uso de ne y ut ne II, 314; aorístico originario del futuro perf.
uso de ut non II, 314-315; uso de qui I, 304; futuro perf. como tiempo ab-
510 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
cut, tamquam, quasi, velut con sig matical I, 35; oracional (en excla
nificados especiales (matices causal, maciones e interrogaciones, nom.
restrictivo, etc.) Π, 296, cf. I, 386, descriptivo, de intitulación) I, 35, cf.
II, 354. Sicut Π, 297-298; quomodo II, 4; nom. enfático I, 37; nom. por
y quemadmodum II, 298; tamquam inercia (nom. con los verbos que sig
II, 298-299; quamsi Π, 299; ceu II, nifican nombrar, en las aposiciones,
300; ut si, velut si H, 300. Uso de en las enumeraciones) I, 37-38, cf.
los tiempos de subj. en las compa Π, 72-73; nom. adverbial I, 39; en
raciones hipotéticas II, 301. Paso de función de voc. I, 39; nom. absoluto
las correlaciones modales al infini I, 40; nom. resultado de anacolutos
tivo en estilo indirecto II, 367.— o contaminaciones I, 40, cf. I, 4;
Uso de participios con o sin partí nom. predicativo de un infinitivo I,
culas con acepción modal I, 385- 357, II, 228-229; nom. en -as I, 61.
386. ■ Véase sujeto.
negación. Oraciones negativas II, número I, 23-31. El número de los
47-56: negación total y negación par sustantivos I, 23-31; singular en vez
cial Π, 47-48; uso de las partículas de plural: sing, genérico y colectivo
negativas II, 48-50; uso de pronom I, 24-25, cf. Π, 59, 72, 76; sing,
bres y adverbios negativos en vez de poético I, 25; plural en vez de sin
partículas negativas (nullus = non) gular: plural individual I, 25; plural
II, 50-51; preverbios negativos I, retórico I, 26; distributivo I, 26; poé
277; grupos de negación que se des tico I, 26, cf. II, 72; sociativo I, 27;
truyen II, 51-53; litote II, 52; grupos plural de dignidad y plural «maies-
de negaciones que no se destruyen tatis» I, 27-28. «Pluralia tantum» I,
II, 53-54; partículas negativas pleo- 28-29, cf. Π, 72; «pluralia tantum»
násticas en oraciones exclamativas e usados en singular I, 25, 29; plural
interrogativas Π, 54; transposición de objetos únicos, de nombres pro
de la negación de los pronombres ne pios, de nombres de materia o masa
gativos a las conjunciones (et nemo I, 29-30; plural de sustantivos abs
> nec quisquam) II, 55, 96; de las tractos I, 309; plurales colectivos en
oraciones de inf. al verbo regente II, -a I, 20, 27, Π, 58; significado de
55; uso de los sustantivos que desig singulares y plurales de adjetivos
nan objetos de valor ínfimo para re neutros sustantivados I, 172-173;
forzar negaciones (non flocci facere) inf. sustantivados que admiten plural
Π, 55-56; partículas negativas co en el bajo latín y en romance I, 361.
pulativas (usos de nec y et non) Π, Concordancia en número del ver
93-96; correlaciones de partículas bo II, 58-60, 62-64; del predicado
negativas, ñeque... ñeque, etc. II, nominal Π, 68-69; del adj. II, 70-71;
98, cf. II, 54.— Negación expresada de la aposición II, 72, 73-74; del pro
por un perfecto de estado alcanzado nombre II, 74-83. Véase también
(vixerunt) I, 297; por una interro atracción, concordancia.
gativa Π, 42-43; respuestas negativas
II, 45-46. oración. Concepto I, 1; elementos de
la oración simple II, 1-16; palabras
neutro véase género. oraciones: interjecciones II, 1, 30;
nom in ativo I, 35-40. Significado vocativos II, 2, 30; verbos imper
fundamental I, 35; nominativo gra sonales II, 2-4. Oraciones elípticas
516 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
II, 4, cf. II, 30, 31; nominativos ora de participios en -menos (alumnus,
cionales I, 35, II, 4; acus. libre (ex etc.) I, 367 n.
clamativo y elíptico) I, 56, II, 4.— Participio de presente: significado
Oraciones enunciativas Π, 29, 31; y características morfológicas I, 367-
oraciones afectivas: oraciones excla 368; part, de pres. expresando la an
mativas II, 30; desiderativas II, 30; terioridad I, 368-369; con acepción
yusivas y exhortativas II, 31; pro media reflexiva I, 369, cf. I, 278;
hibitivas II, 31; oraciones interro con acepción pasiva I, 369.— Uso
gativas Π, 33-46; negativas Π, 47- atributivo I, 366, 370; uso predica
56. tivo: tipo flens abiit I, 366-367; con
orden. Oraciones yusivas II, 31; uso verbos de percepción (video, audio)
del imperativo I, 333 y sigs.; del I, 370; con verbos que significan ‘re
subj. I, 316-318; del fut. de ind. I, presentar, mostrar’ (facere, fingere,
300, cf. I, 308 n.; del inf. I, 362- etc.) I, 371, cf. II, 222; con el verbo
363; del pres. de ind. en el bajo latín copulativo (currens est) I, 339, cf.
I, 309-310; subj. yusivo de pasado I, 371.— Pérdida de la fuerza ad
I, 320.— Uso de una oración inte verbal de los part, de pres. en español
rrogativa para expresar una orden II, y su sustitución por el gerundio I,
31, cf. II, 40, 43, 136; uso de inter 368.
jecciones, vocativos, expresiones Participio de perfecto: estructura
elípticas, etc. II, 31. morfológica y significado originario
I, 371-372; part, de perf. de verbos
parataxis. Coordinación en vez de activos I, 372; de verbos intransiti
subordinación II, 125-29; en vez de vos activos I, 373; de verbos depo
subordinación sustantiva II, 127, nentes y semideponentes I, 374; part,
128; construcciones paratácticas de de perf. de verbos trans. construidos
índole condicional II, 129, 261, cf. con compl. directo I, 375, cf. I, 153;
I, 334; consecutiva, causal y con part, de perf. construidos con acus.
cesiva II, 129.— Subj. en or. su de relación I, 49.— Uso atributivo
bordinadas procedente de primitivas I, 336, 375-376; uso predicativo: con
construcciones paratácticas II, verbos causativos (do, reddo, fació,
141.— Origen paratáctico de las or. etc.) I, 376; con verbos de percep
con ne II, 128, 163-164; de las in ción y sentimiento I, 376; con verbos
terrogativas indirectas II, 128, 170; de volición I, 377; con los giros opus
de las completivas con ut II, 138, est y usus est I, 377, cf. I, 134-135;
181, cf. II, 167; con quin II, 137; de con habeo y teneo I, 342, cf. I, 306,
las or. condicionales con si II, 263, 366 η., 377, II, 150-151; construc
cf. II, 275; de las or. finales II, 313; ciones del tipo gaudent perfussi san
de las or. consecutivas II, 317; de las guine II, 229.
or. con dum II, 139, 342.
Participio de futuro: uso de la pe
participios I, 365-386. Naturaleza rífrasis scripturus sum I, 342-343,
de los part. I, 365-366; pobreza del 345, 378, II, 150, 154, 155; usos
latín en formaciones participiales I, atributivo y predicativo I, 379; con
366; uso en lat. decadente del ge valor de apódosis de un período con
rundivo como part, de fut. pasivo I, dicional I, 379; con acepción pasiva
366, 389, cf. I, 344; restos en lat. en lat. decadente I, 378.
INDICE DE CONCEPTOS 517
est) I, 340, cf. I, 288, 306, 373-374; cia del predic. nomin. (tipo absente
part. perf. y habeo (scriptum habeo) nobis, concordancias ‘ad sensum’,
I, 342, cf. I, 306, II, 150-151; part, predic. nomin. atraído por un genit.
de fut. y verbo copulativo (scripturus partitivo, por un predicativo, por un
sum) I, 342-343, 345, 378, II, 150, voc., etc.) Π, 65-69, cf. I, 3, 42,
154, 155; gerundivo y verbo copu véase también concordancia y
lativo (scribendum est) I, 343, 345, atracción.
cf. I, 390, 403; gerundivo y habeo
predicativos (complementos) Π, 18-
(habeo agrum colendum) I, 403; inf.
20. Complementos predic. subjeti
y verbo auxiliar (scribere habeo,
vos (en nom.: Cicero cónsul factus
volo, debeo, etc.) I, 344-346, cf. I,
est) II, 18-19, cf. I, 35; objetivos (en
306; supino y eo I, 406; perífrasis
acus.: Ciceronem consulem creave
verbales para formular prohibiciones
runt) Π, 18-19, cf. I, 60; compl. pre
(noli y inf., cave (ne), vide ne, etc.)
dic. no referido al sujeto ni al compl.
I, 337-338; para expresar el aspecto
directo: aliquo amico uti II, 19; apo
de la acción I, 288, cf. I, 339, 340,
sición predicativa II, 27; uso prolép-
342.
tico de los complementos predicati
pluscuamperfecto de indicativo I, vos (premit placida aequora) II,
301-303. Plusc. de anterioridad I, 20.— Adj. en función predicativa
301, cf. II, 150; sin idea de anterio (venit laetus) I, 175-176, Π, 19, 22;
ridad I, 303, Π, 153; plusc. con valor concurrenda entre los adj. predica
irreal acompañado de los adv. paene, tivos y los adv. (hausit laetus o laete)
prope, etc. I, 311; plusc. en or. con I, 175-176, II, 19.— Participios en
dicionales con valor aparentemente función predicativa I, 366-367; de
irreal I, 312; con valor modal en es presente (vidi exeuntem mulierem,
pañol (amara) I, 306; plusc. pasivo etc.) I, 370-371; de perfecto (tipos:
I, 341. missum facio, te suffarcinatum vidi,
factum volo, scriptum habeo, tacito
predicado II, 10-16. Predicado ver
usus est, gaudent perfussi, etc.) I,
bal y nominal II, 10; omisión del pre
376-377, II, 229, cf. I, 135, 342; de
dicado verbal II, 11. Predicado no
futuro I, 379.— Gerundios en fun
minal expresado en latín con o sin
ción predicativa (tipos: dare alicui
cópula II, 12: uso del predic. nomin.
liberos educandos: habeo agrum co
sin cópula II, 12-13, cf. Π, 21; casos
lendum) I, 403-404.— Complemen
en que no suele omitirse la cópula
to predicativo en relación con un in
II, 14; uso del verbo esse en función
finitivo (tipos: volo esse sapiens,
copulativa Π, 14-15; uso de otros
oportet esse sapientem, etc.) I, 357;
verbos en función copulativa II,
en relación con un participio I,
15.— Predicado nominal represen
176.— Atracción del complemento
tado por un inf. I, 360; por un partie.
predicativo (tipos: mihi licet vivere
I, 380.— Predicado nominal en ora
otioso, Antonio qui et Africano vo
ciones de inf. con elipsis del sujeto:
catur) Π, 19-20.
formulado en acus. II, 218, cf. I,
357; en nom. (ait. fuisse navium ce preposiciones I, 225-263.— Fun
lerrimus) Π, 229; predic. nomin. en ción de las preposiciones I, 225. Afi
nom. en la pasiva personal II, 230.— nidad entre las preposiciones y los
Fenómenos relativos a la concordan adverbios I, 177, 226, 277: uso ad
INDICE DE CONCEPTOS 519
plemento del superl. en genit. I, 81; estilo indir. en las or. con dum con
superl. con quisque I, 216, II, 311- el significado de ‘mientras’ Π, 365-
312; en el giro quam... tam... II, 366. Ut, ubi y quando II, 343-345:
305. Véase también comparación. uso de los tiempos y modos II, 344-
345, cf. II, 153. Ut, ubi y simulac
supino I, 405-408. Significado ori
indicando la rápida sucesión de las
ginario I, 405-406; supinos en -tum
acciones II, 345-346.— Acepción
I, 406, cf. I, 55; uso de la perífrasis
temporal de quod II, 199; de quo
eo y supino I, 406; origen del inf.
niam II, 352. Subj. de repetición II,
fut. pasivo datum iri I, 406-407; su
347-348.
pinos en -tu (-tui) I, 407-408.
Participios con o sin partículas con
sustantivo. Complementos determi acepción temporal I, 385-386.
nativos del sust. II, 22; compl. del
sust. en genit. I, 80-94; en abl. se tiempos I, 285-306. Los tiempos en
parativo I, 122-123; en abl. instru latín expresan fundamentalmente
mental I, 139-140; en acus. I, 45; en ideas de carácter temporal I, 285; uso
dat. I, 102. Sustantivo determinado limitado en latín de las formas tem
por un avd. I, 181-182, II, 22; por porales para señalar los aspectos de
una prep. I, 234-235, II, 22, cf. I, la acción I, 288, véase aspecto:
253; gerundio y gerundivo en gen. y tiempos absolutos y tiempos relati
dat. dependiendo de un sust. I, 394, vos I, 286, II, 150-154. Usos de los
397; uso del inf. como complemento tiempos de indicativo I, 289-305,
de sustantivos I, 359. véase presente, imperfecto, etc.
Los tiempos de subjuntivo carecen
Sustantivación de adjetivos I, 171- de valor temporal definido I, 314, cf.
174; de adverbios I, 182, Π, 5-6; de I, 285-286, véase subjuntivo y
infinitivos I, 359-361; de participios subjuntivo presente, imperfec
I, 381-382; de giros con preposición to, etc. Uso de los tiempos de ind.
I, 235.— Sustantivos en función de en las oraciones subordinadas II,
adjetivos II, 26. 150-153; uso de los tiempos de subj.
temporales (oraciones) Π, 321-348. en las oraciones subordinadas II,
Generalidades II, 321-322; or. temp, 154-162, véase concordancia de
introducidas por cum: cum determi los tiempos.— Los tiempos de im
nativo II, 323; cum temporal II, 324- perativo I, 334-335; del infinitivo I,
326; cum de identidad II, 326; cum 349, II, 212, véase infinitivo.
inverso II, 326-327; uso de et (-que Tránsito del verbo latino al ro
y ac) en vez de cum inverso II, 92, mance I, 305-306.
129, 327; cum de coordinación II, transitivos (verbos), véase intran
328; cum narrativo II, 329; cum... sitivos.
tum II, 330-331; cum primurn y va
riantes Π, 332. Postquam II, 333- vocativo I, 41, II, 2. Vocativo por
335, cf. II, 153. Antequam y prius nom.: vocativos fosilizados I, 42;
quam II, 335-339. Dum, donec y voc. por atracción 1,42, II, 69. Nom.
quoad II, 339-342: indicando simul por vocativo I, 39, cf. II, 72-73.
taneidad total II, 340; parcial II, 340- voces I, 265-274. Las voces del verbo
341; duración ‘hasta’ II, 341; uso del en i. e. y en latín I, 265; verbos que
subj. II, 342; persistencia del ind. en presentan diátesis distinta en los te
INDICE DE CONCEPTOS 52 5
a, esp., introduce el compl. dir. I, 44, abest ut... ut II, 129; non multum
100; con inf. histórico I, 362 n.; con (paucum, nihil...) abest quin, quid
inf. finalidad I, 355 n. abest quin? Π, 205.
a, ab, abs I, 226. Significado I, 252- abundo genit. I, 67.
254; con abl. separativo I, 119, cf. abunde genit. I, 82.
I, 59, 101, 124, 235; con nombr. ac II, 89-91; ac si II, 300, 301; perin
lugar menor I, 119; compl. de un de, proinde ac si Π, 300. Véase at
compar. I, 127-128, 253; acepción que.
instrumental I, 138; partitiva I, 85; accedo dat. o ad I, 103; accedit quod
con suj. agente I, 145. Ab en la Π, 192.
constr. gerundial I, 401; con ac. o accidit inf. I, 350; or. inf. I, 350, II,
genit. I, 254, cf. I, 228. Ab- pre 224; accidit ut Π, 186; accidit quod
verbio I, 289. II, 192.
abante I, 233, 234.
accipio or. inf. Π, 223.
abes (ad vix), cast, antiguo, I, 233.
accommodatus dat. o ad I, 115.
abdico (me) abl. I, 121.
abhinc ac. I, 53. accuso genit. I, 69; inf. ac. suj. II,
abhorreo ac. I, 45; abl. separ. I, 121. 209; accuso cur II, 179.
abs I, 252-254; véase a, ab. actum est perf. ‘pro futuro’ I, 298.
abscondor signif. pas. y med. I, 269. ad I, 55, 239-240; uso adnominal I,
absente nobis abl. abs. II, 65, 66. 235; en función de suj. Π, 6; ad Ves
absolvo genit. I, 69. tae I, 88; en vez de dat. finalidad I,
absque I, 254. 111; sustitución del caso dat. por la
abstineo abl. I, 121; inf. I, 353; ne Π, prep, ad I, 34, cf. I, 98; con ac. en
166. la constr. gerundial I, 398; ad ha
absto, non absto quin II, 204. bendi (lat. decadente) I, 396. Ad-
absum ac. o abl. extens. I, 51; abl. preverbio I, 103.
cantidad I, 143; multum, tantum, adaeque abl. instr. I, 140.
longum abest util, 186; tantum abest addecet inf. ac. suj. II, 224.
ut... y or. prine, en vez de tantum addo quod II, 192.
' Este índice ha sido redactado por M.aCinta Catalá Poch, Ayudante de la Cátedra
de Filología Latina de la Universidad de Barcelona.
528 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
an II, 37-38; interr. dir. = num, nonne arcesso genit, refer. I, 69.
Π, 38; interr. indir.: dubito an, haud arguo genit, refer. I, 69; inf. ac. suj.
scio an, incertum est an Π, 175, 176; II, 209.
interr. disyunt. (dir. e indir.): arriba, esp., I, 184.
utrum... an, -ne... an, — ...an II, artifex con genit, de la constr. gerun
41, 179-180; an non Π, 42, 180; dial I, 394.
an... an II, 42, 180; an... seu Π, 42; a sabiendas, esp., I, 29.
aut en vez de an II, 180. asper con supino en -tu I, 407.
angor con genit. refer. I, 70; or. inf. aspergo (-ere) aliquem aliqua re I, 99.
II, 223. assequor ut II, 185.
animans partie, sustantivado I, 381. assevero inf. ac. suj. II, 222.
animi genit, refer. I, 70. assis facio Π, 56.
animo abl. lim. I, 141. assuesco inf. I, 352.
animum adverto doble ac. I, 58. ast II, 107.
annalis adjet. sustantivado I, 174. at Π, 105-106.
annus cum II, 323; anno abl. tiempo I, a tergo I, 253.
184. a tientas, esp., I, 29.
ante, esp. I, 184. atque (ac) II, 89-91; con adjet. y adv.
ante I, 226, 241; con ac. o abl. dura que expresan semejanza o diferencia
ción I, 53; ante diem con genit. I, Π, 90, cf. II, 305, 308; en lugar de
93; con ac. en la constr. gerundial I, quam II, 91; acepción temporal II,
398; con partie, con valor de abstr. 91; en una enumeración Π, 99; atque
verbal I, 383; ab ante, in ante I, 233, is I, 203.
234, 260; multo ante con abl. can attinet inf. ac. suj. II, 224.
tidad I, 143; ante... quam II, 135. auctor sum = suadeo con inf. ac. suj.
antefero abl. compar. I, 127. II, 226; auctor con genit, en la
antepono abl. compar. I, 127. constr. gerundial I, 394.
antequam II, 335-339; con ind. pres. audacia est inf. ac. suj. II, 225.
II, 152; subj. II, 336-337; non ante audax con inf. I, 358.
quam subj. de repetición II, 348. audeo, ausus sum I, 266.
anxius con abl. instr. I, 139. audin con or. interr. indir. en ind. Π,
aperio ac. resultado I, 46. 172.
appareo verbo copulativo II, 16; con audio con partie, pres. I, 370; con or.
or. inf. II, 224; constr. personal Π, coordinada en vez de subordinada
231. sustant. II, 127; con or. inf. II, 223;
appellant suj. indet. II, 9. auditur pas. impers. II, 231.
appeto inf. I, 352. aufero con dat. I, 107.
applico uso pronominal I, 281. augeo quam II, 309.
appropinquo dat. I, 100. ausculto dat. I, 100.
aptus con dat. o a d i, 115; aptus qui ausim subj. potencial I, 326.
subj. Π, 246; aptus ut subj., aptus auspicato abl. modo I, 131; abl. abs.
inf. II, 246. impersonal I, 154.
apud I, 242. aut II, 111, 112; en vez de ñeque II,
aquae num. plur. I, 30. 111; con valor copulativo (= et) II,
aquél (eccu-ille), esp., I, 208. 112; con acepción distributiva (=
arbitror... quam Π, 309. modo... modo, et... et) II, 112; =
arceo abl. separativo I, 121. an II, 42, 180.
530 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
autem II, 107, 108, 123; et, -que, ne- (ne) I, 338, II, 166; con inf. I, 338,
que, sed autem Π, 108; colocación 353.
en la frase Π, 110, cf. I, 230. cedo con dat. I, 100; abl. separ, (foro,
auxilio mittere I, 111. patria, urbe) I, 121.
acarities plur. de abstr. I, 31. celer con inf. I, 358.
avarus con genit. I, 78. celo doble ac. I, 59.
avidus con inf. I, 358. cenatus partie, perf. con acepción act.
I, 373.
censeo hí Π, 183; quis censeret? (subj.
belli loe. I, 160.
potencial) I, 328.
bello abl. loe. II, 147, cf. I, 149.
cerae núm. plur. I, 30.
belle como adv. cantidad I, 179.
cerca, esp., I, 182, 184.
bene con dat. y omisión de la cópula
cerno inf. ac. suj. II, 223.
Π, 14.
certans con valor adverbial I, 382.
benedico I, 181.
certe en respuestas afirmat. Π, 46.
beneficio prep. I, 226, cf. I, 263.
certum est con inf. I, 351; or. inf. II,
bis tanto quam II, 308.
blandus con inf. I, 358. 226; con or. coordinada en vez de
subordinada sustant. II, 127.
bona plur. neutr. sustant. I, 173.
cercix por cervices I, 25.
bonus con dat. I, 115; bonum est ut II,
cetera ac. relación I, 50.
186-187.
ceterum ac. adverbial I, 48.
Britanniae num. plur. I, 30.
ceu II, 294, 300.
circa I, 226, 242-243; con ac. en la
ca (quia), esp., Π, 134. constr. gerundial I, 398; adv. en fun
cado genit. I, 71; abl. I, 121; act. con ción de sust., I, 182.
signif. y constr. pas. I, 267. circum I, 242.— circum- preverbio I,
cadus con genit. I, 81. 103, 236.
calle, esp., fem. I, 21. circumdo aliquem aliqua re I, 99.
capio trans. I, 276; locum capere con cis I, 231.
dat. en la constr. gerundial I, 397. citra I, 243; citra... quam Π, 308.
captus con abl. I, 144; pecuniae cap clam I, 178, 226; prep. impropia I,
tae I, 70. 262.
capitis genit. referencia I, 70. clamo con inf. ac. suj. II, 222.
careo genit. I, 67; abl. I, 122. claresco constr. personal II, 231.
earns con abl. precio I, 141. cliens I, 367 n.; partie, sustant. I, 381.
cassus con abl. I, 122. coarguo inf. I, 354.
castra plur. tantum I, 29. coepi con inf. como medio de expre
casu abl. modo I, 132. sión del aspecto puntual ingresivo I,
caterva con genit. partit. I, 82. 288; inf. I, 352; urbs aedificari coep
causa prep, impropia I, 226, 263, cf. ta est (pas. por atracción) I, 274,
I, 144; causa cur II, 179; ob eam 352; coeperam dicere I, 302.
causam en correlac. con la condicio cogitatio con inf. ac. suj. II, 225.
nal m' II, 264; en correlac. con quod cognatus con dat. I, 115.
II, 351; ob eam causam, hac de cau cognitum con dat. agente I, 109; cog
sa en correlac. con una final Π, 314. nitum habeo I, 342.
caveo dat., ac. o abl. I, 103; cave im cognosco inf. ac. suj. Π, 223; cognos
per. con valor de interj. I, 336; cave cor pas. personal II, 230.
INDICE DE PALABRAS 531
cogo inf. I, 353; inf. ac. suj. II, 222; coniuges plur. por sing. I, 25.
will, 185. coniungo I, 237.
cohibeo utU, 184. coniuro ut II, 185.
cohors con aposición por genit. I, 85. conqueror cur II, 179.
colligo uso pronominal I, 281; colligor consciens est con inf. ac. suj. Π, 226.
pas. personal II, 230. conscius con genit. I, 78.
collubet aspecto puntual ingresivo I, consedi perf. estado alcanzado I, 297.
289. consequor ut II, 185; ne {ut non) Π,
comburo aspecto puntual ingresivo I, 165.
289, 237. considero con inf. ac. suj. Π, 223.
comedo aspecto puntual terminativo I, consilium capio con inf. I, 359; inf.
289; con el signif. de edo I, 237. ac. suj. Π, 225; consilio abl. modo
commemoro, non commemoro quod Π, I, 132; eo consilio en correlac. con
192. una final II, 314.
committo ut, non committo u til, 188. conspicio or. inf. II, 223; conspicior
commodo I, 130. con signif. pas. y med. I, 269.
commodum est con inf. I, 351. constantiae plur. de abstr. I, 31.
commodus con supino en — tu l, 407. constat con inf. ac. suj. II, 224; constr.
commonefacio I, 67. personal II, 231.
commoveo con signif. intrans. I, 277. constiti perf. estado alcanzado I, 297.
communis con dat. o genit. I, 115. constituo inf. I, 353; inf. ac. suj. II,
como, esp., acepción restrict. II, 297; 221; ut II, 183.
conj. causal con ind. o subj. Π, 356. consto (-are) abl. precio I, 140.
comparor con dat. agente I, 109. consuetudine abl. modo I, 132.
compendi facio I, 73.
consuevi perf. con valor de pres. I,
comperitur pas. impersonal II, 231.
297.
compleo genit. I, 66.
consulo con dat. o ac. I, 103.
comprimor, non comprimor quin Π,
consulto abl. modo I, 131.
204.
con, esp., instrumental I, 153; con contendo con inf. ac. suj. II, 222.
creces I, 29. contentus con abl. instr. I, 139; con
concedo inf. I, 354; u til, 184; gerun tentus est con inf. ac. suj. II, 226.
divo I, 402. conterreo ne II, 166.
concipior con signif. pas. y med. I, contineo uso pronominal I, 281 ; vix me
269. contineo quin II, 204.
condecet con inf. ac. suj. II, 224. contingit dat. I, 99; inf. I, 350; or. inf.
condico genit. I, 72. Π, 224; ut II, 186.
condicio, ea condicione... ut Π, 319; continuo ut II, 345.
en correlac. con una final II, 314; en continuum adv. I, 180.
correlac. con si II, 264. contra I, 226, 243-244; con el signif.
conducit inf. ac. suj. II, 224. de «en seguida» I, 180; contra atque
confertus abl. instr. I, 139. (ac) II, 90, 91; immo contra II, 46;
confestim I, 180. at contra II, 105.
confidens partie, sustantivado I, 380. conveniens est ut II, 187.
confidentia est con inf. ac. suj. II, 225. convenit inf. ac. suj. Π, 224.
congrego uso pronominal I, 281. convinco genit. I, 69; inf. ac. suj. II,
congruens est ut II, 187. 209.
532 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
copia con genit. en la constr. gerundial 291; causal II, 355-357, cf. Π, 350;
I, 394; copia est con inf. I, 351. praesertim cum, quippe cum, upóte
copulor con signif. pas. y med. I, 269. cum, etc. II, 356-357.
coram I, 262. cuncti con genit. I, 83.
cordi est con inf. ac. suj. II, 225. cunctus concordancia con varios sus
cosa, esp., I, 185. tant. II, 70.
crassus con ac. extens. I, 51. cuna sing. I, 29; cunae plur. tantum I,
credo con or. coord, en vez de subord. 28, 29.
sustant. Π, 127; credas (subj. poten cupiditatis genit, referencia I, 70.
cial) I, 325; crederes, quis crederet cupidus con genit. I, 78; genit, en la
(potencial de pas.) I, 328; quis cre constr. gerundial I, 394.
didissetI, 329; creditur pas. impers. cupio genit. o ac. I, 71; inf. I, 352; or.
Π, 231. inf. II, 219; inf. perf. en vez de inf.
creor en función copulat. Π, 16. pres. Π, 215, 220; u til, 183.
crepo intrans. I, 276. cur Π, 40; en or. interr. dir. II, 41;
crepundiae plur. tantum I, 28. interr. indir. II, 178, 179; en susti
criminor inf. I, 354. tución de quod Π, 194.
crucior con signif. pas. y med. I, 269; curiosus con genit. I, 78.
animi cruciari I, 70; inf. ac. suj. Π, curo ac. o dat. I, 4; con partie, perf.
223. I, 376.
cual, esp., Π, 241, 253. curro trans. I, 279; dat. finalidad I,
cubitum ire I, 55. 111; currendo con acepción adver
cucurri perf. estado alcanzado I, 297. bial I, 177.
cuius, -a, -um I, 191. cuyo, esp., II, 234.
cum prep. I, 254; con abl. sociativo I,
129, cf. I, 130, 131, 133; instru dammo genit. I, 69; abl. I, 130.
mental I, 136-137; cum con abl. en de antiguo adv. (susque deque) I, 236.
la constr. gerundial I, 401; en anás Prep. I, 226. Significados I, 255-
trofe (mecum, tecum, quocum, qui- 256; con valor partit, en concurren
buscum), I, 228-229; construido con cia con el genit. : dependiendo de ver
ac. I, 228; cum prima luce I, 255; bos I, 68-69, 255; uso adnominal I,
cum studio I, 177; cum eo quod II, 85, cf. I, 235, 255; con abl. separ.
196; cum eo... ut Π, 318-319.— I, 119, 124, cf. I, 59, 235, 255; acep
cum- preverbio I, 289. ción instrumental I, 138, 256. De en
cum (quom) conj. de subord. Π, 131; la constr. gerundial I, 401; separado
signif. etimológico II, 135-136; in de su régimen por -que o -ve I, 230;
troduce or. temporales II, 322-332: sustitución del caso genit. por la
cum temporal II, 324-326, cf. II, prep. de I, 34; uso de de por ab y ex
343; cum determinativo II, 323-324; I, 252; construido con ac. I, 228; en
de identidad Π, 326; inverso Π, 326- composición con advs. y preps. I,
327; de coordinación (cum interea, 233-234. De- preverbio I, 236.
cum interim, etc.) Π, 328-329, cf. de, esp., I, 119, 134.
Π, 368; narrativo Π, 329-330. cf. II, debeo con inf. I, 352, en sustitución
347; cum... tum Π, 330-331; cum del fut. I, 345; ind. o subj. con valor
primum (cum extemplo; cum subito, modal II, 311; en la apódosis de un
illico, semel) II, 332. Conj. comple período condicional Π, 274; debere
tiva II, 202-203; concesiva Π, 286, (inf. pres. con valor potencial) Π,
INDICE DE PALABRAS 53 3
111; genit. I, 73; dat, I, 111; dare ecastor! con valor de interj. Π, 2.
morti I, 112; doble dat. I, 114; do ecquis, ecquid Π, 37.
pueros educandos I, 402; inf. (do bi edico inf. ac. suj. II, 222.
bere) I, 354-355; operam do I, 397, edoceo inf. ac. suj. II, 222.
II, 184; do perfectum I, 376. efficio ut (ut non, ut ne) II, 187-188;
doceo doble ac. I, 59; dat. I, 101; abl. ne (ut non) Π, 164-165; efficitur ut
precio I, 141; inf. I, 354; inf. ac. suj. Π, 186.
II, 209. egenus con genit. I, 77.
doctus con inf. I, 358; docti adjet. sus- ego I, 188-190; mei (genit.) I, 90, 190,
tant. I, 172, 381; doctior I, 166. 191.
doleo id I, 17 n.; doleo quod II, 193; egregie I, 179.
inf. ac. suj. Π, 223; dolet mihi con eligo doble ac. I, 60.
or. inf. Π, 224. emersus con valor pas. I, 374.
dolo abl. modo I, 131-132. emptum con dat. I, 109.
domi I, 160, cf. I, 178; domo I, 120, en II, 37.
147; domum I, 55. en, esp., I, 135, 136.
domine voc. por nom. I, 42. encima, esp., I, 184.
dominica (sc. dies) I, 174. en contra, esp., I, 233, 234.
domino con dat. I, 101; dominor dat. enim II, 116, 117, cf. II, 350; en unión
I, 100. con otras partículas Π, 117, cf. II,
donec (donicum, donecum) conj. su 105; colocación en la frase Π, 118,
bord. Π, 139, 339-342; con subj. de cf. I, 230.
repetición Π, 348. enitor ut Π, 184.
dono aliquid alicui, aliquem aliqua re enotescit inf. ac. suj. Π, 224.
I, 99; ut Π, 184. en seguida, esp., I, 184.
dotis genit, concepto I, 73. eo, eo... quod II, 133-134, 351; cum
dubito an II, 175; non dubito (dubium eo... quodΠ, 196; eo... quiaII, 200,
non est) quin Π, 205; inf. I, 353. 351; eo... quoniam II, 353; eo usque
duco dat. I, 111; con supino en -tum dum II, 340; correlat. de una or. final
I, 406; ductus con abl. I, 144; duxi II, 314; eo... ut consecut. II, 318;
perf. estado alcanzado I, 297. quo (magis)... eo (magis) Π, 311; ut
dulce ac. adverbial I, 175. eo II, 314.
dum antiguo ac. adverbializado II, eo (ire) dat. I, 111; ac. extens I, 51;
138-139, 342, cf. Π, 132; reforzando con supino en -tum I, 406, cf. I, 55;
un imper. I, 336, cf. II, 139. Conj. scriptum iri I, 407; inf. I, 355; in-
II, 139: conj. temporal II, 339-342, fitias, venum, suppetias, exequias ire
cf. II, 152, 348; valor causal II, 352. I, 55; obviam alicui ire I, 102; ibo
Construido con subj. por atracción fut. de determinación I, 299, exhor
modal II, 146. Persistencia del ind. tât. I, 300; eamus exhortât. I, 316;
en el estilo indir. II, 365-366. ivi perf. estado alcanzado I, 297.
duplex quam Π, 308. erga I, 244; con valor objetivo (amor,
duplus quam II, 308. odium erga aliquem) I, 89, 235; con
dupondi genit, estimación I, 74. ac. en la constr. gerundial I, 398.
durante, esp., I, 184. ergo prep. impropia I, 263, cf. I, 144;
durus con inf. I, 358. conj. ilativa II, 118, 119, 121; ergo
dux con genit. en la constr. gerundial igitur, ergo propterea II, 123.
I, 394.
INDICE DE PALABRAS 535
eripo dat. I, 107; genit. I, 71. I, 124, cf. I, 86, 235, 257; acepción
erubesco inf. ac. suj. Π, 223; erubes instrumental I, 138, 257. Ex en la
cendus forma personal I, 391 ; en fun constr. gerundial I, 401; pospuesto
ción atributiva I, 402. I, 228; separado de su régimen por
erudio inf. I, 354. -que o -ve I, 230. Ex se I, 190. Sus
eruptus intrans, con valor pas. I, 374. titución del caso genit. por la pre
escalera, esp., por escaleras I, 29. posición exl, 34. Ex en composición
esse v. sum. con advs. y preps. I, 233-234. Ex-
esto imperat, fosilizado con subj. con- preverbio I, 289.
ces. I, 332. ex adverso I, 256.
et II, 91-9.3; et non II, 95-96; et con excello abl. I, 142.
pron. o adv. negativo en vez de ne- excepto prep. impropia I, 263; cf. I,
que II, 96; con palabras que expresan 144; excepto quod I, 183.
semejanza o diferencia en concu excepto, esp., I, 226.
rrencia çon atque II, 93; en una enu exclamo inf. ac. suj. Π, 222.
meración, II, 99; reforzando el an excrucior genit. I, 70.
tee. de una or. modal II, 294; intro execrationi esse I, 111.
duciendo una or. subord. Π, 92; en exemplo I, 132; ad hoc exemplum en
vez de ‘cum inverso’, Π, 92, 327. Et correlac. conunaconj. comparat. II,
is I, 203; et ipse I, 205. Et... et II, 294.
97, 98, cf. Π, 63; -que... et, et... - exequiae plur. tantum I, 29; exequias
que, et... atque; neque... et, et... ne- ire I, 55.
que II, 98. En giros pleonásticos: exiguus con dat. en la constr. gerun
et... -que, et atque, et quoque, nec- dial I, 397.
non et, et etiam, etc. E, 92-93, 122. eximor con signif pas. y med. I, 269.
etenim II, 117, 118. ex improviso I, 257.
etiam Π, 100; en respuestas afirmat. II, exinde I, 233; en correlac. con ut Π,
46, 99; reforzando el antee, de una 294.
or. modal II, 294; en correlac.: non existimor en función copulat. II, 16;
solum... sed etiam II, 100; etiam... pas. personal Π, 230.
non con el valor de, ne... quidem Π, existit inf. ac. suj. Π, 224.
101; etiam... non modo II, 102; en exordio inf. I, 352.
giros pleonásticos (etiam et, nec non exorior en función copulat. Π, 16.
etiam, etc.) II, 122. exoro aspecto puntual terminativo I,
etiamsi II, 286, 287. 289.
etsi II, 286, 287-288; en correlac. con expecto ut II, 183.
tamen Π, 109; con un partie. I, 386. expedit ut II, 186.
evado en función copulat. Π, 16. expediti equitum I, 174.
evenit dat. I, 99; ut II, 186; quod II, expers genit. I, 78.
192. expetor dat. I, 109; inf. perf. en vez
evestigio adv. I, 180. de inf. pres. II, 215.
ex (e) I, 226. Significados I, 256-257, exta plur. tantum I, 29.
cf. I, 252; con valor partitivo en con extat inf. ac. suj. II, 224.
currencia con el genit.: dependiendo extemplo adv. I, 180; con partie, en
de verbos I, 68; uso adnominal I, 85, función de or. subord. I, 386.
cf. I, 256; con abl. separativo 1,119; extitit qui Π, 246.
origen I, 123-124, 256-257; materia extorris con genit. I, 78.
536 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
extra I, 244; extra quant II, 308. -tum I, 406; inf. ac. suj. Π, 221; fe
extremus (extrema aetas) I, 163; extre runt, suj. indet., II, 9.
ma agminis I, 174; extremum con ge fertilis abl. I, 139.
nit. part. I, 83. festino inf. I, 353; festinatus intrans.
exuo aliquem aliqua re I, 99. con valor pas. I, 374.
fido dat. I, 100; abl. o dat. I, 135.
fabulae nom. oracional I, 36, cf. II, 4. fingo con partie. I, 371.
facecia est inf. ac. suj. II, 225. fini prep, impropia I, 263.
facile reforzando a at Π, 105. finior signif. pas. y med. I, 269.
facilis con dat. en la constr. gerundial fio pas. de facio; con dos nom. II, 16,
I, 397; facilis dictu I, 407. cf. I, 357; fit ut II, 186; ne (ut non)
facinoris genit, refer. I, 70. Π, 164; quod II, 192; fieri non potest
facio doble ac. I, 60; lucri, compendi quin II, 206. Elipsis defio II, 12.
facio I, 72-73; genit, estimación, I, firmiter I, 178.
73-74, Π, 56; damnum facio con ge firmus con dat. en la constr. gerundial
nit. I, 72; abl. material, 124; sacrum I, 397.
facio con abl. instr. I, 135; ut (ut flagitium hominis I, 85.
non, ut ne) II, 187-188; ne (ut non) flagito doble ac. I, 59; mí Π, 184; or.
Π, 164; inf. ac. suj. II, 222; fac, inf. II, 221.
facito, faxo scies II, 127; subj. sin ut flagro inf. I, 353.
Π, 128; facio ut, uso pleonástico II, fleo trans. I, 279; inf. ac. suj. Π, 223.
188; quod Π, 193; bene, malefacio flocci I, 74; non flocci facio II, 56.
cum II, 202; facere non possum quin fluctuo(r) dep. I, 270.
II, 206; con partie, perf. (missumfa folia fern. sing. I, 20.
cio) I, 376; con partie, pres. I, 371,
foras I, 183; foras, foris en sustitución
cf. Π, 222; fac I, 317; fac por facito
de extra I, 244.
I, 334-335; ne fac, ne facito I, 337;
fore (futurum esse) ut, fore aliquem qui
fac ne I, 338; faciam fut. de deter
II, 216.
minación I, 299; faciat subj. yusivo
frequens sing, colect. I, 25, 164; adv.
I, 317; faceres, fecisses subj. yusivo
I, 382.
de pas. I, 320; fecerim I, 326. Elipsis
frigora plur. de abstr. I, 31.
de facio II, Μ] facit suj. indet. II, 9;
factum (sc. est) II, 13. Cf. flo. frugi adv. I, 178.
facta partie, sustant. I, 382. fruor ac. I, 45; abl. I, 134; fruendus
fallo genit. I, 71; non fallit quin II, forma personal I, 391.
205. fugio, nonfugit quin Π, 205.
falsum est ut II, 187; inf. ac. suj. Π, fui perf. estado alcanzado negativo I,
226. 297; fuero (=ero) I, 304, II, 152;
familiaris adjet. sustant. I, 172. fueram (=eram, fui) I, 303, II, 153;
fas con supino en -tu I, 407. -urum fuisse II, 216.
fastidio con genit. I, 71. fungor ac. I, 17 n.; abl. I, 134. '
fatum est inf. ac. suj. Π, 225\fatus erat furo inf. ac. suj. II, 223.
I, 302. futuo abl. I, 141.
faxim I, 326; cf. I, 319. futurus uso atributivo I, 379; futurum
fenero(r) dep. I, 270. ' (fore) esse u til, 216; futurum fuisse
ferax abl. I, 139. ut II, 372; futurus sum más inf. con
fero aliquid alicui I, 99; con sup. en valor de fut. I, 345.
INDICE DE PALABRAS 537
iungo ac. resultado I, 46; abl. o dat. licet aparentemente impers. II, 3; dat.
I, 129; dat. I, 100. I, 99; inf. y complemento prédicat.
luppiter voc. por nom. I, 42. I, 357, II, 19; licet venias 11, 290.—
iuro mí II, 185. Conj. conces. Π, 123, 286,290-291.
-ius suf. de gentilicio II, 26. ligna fern. I, 20.
ius est ut II, 187; ius est en la apôdosis limum por limus I, 20.
de un período condicional II, 274; lingua abl. lim. I, 141.
iure abl. modo I, 132. liquentia part, sustantivado I, 381.
iussu I, 144. lito abl. o ac. I, 135.
iuvat inf. ac. suj. II, 224. litteras mitto (= scribo) inf. ac. suj.
iuxta I, 246; iuxta quod I, 196. II, 226.
loco (-are) ac. I, 51.
jamás (iam magis), esp., I, 185. locus con genit. en la constr. gerundial
I, 394; movere loco I, 121.
labendo con acepción adverbial 1,400. logi nom. oracional I, 36.
laboro inf. I, 353; ut II, 184. longe I, 179; con ac. extens. I, 51.
lacrumo cum II, 202. longus con ac. extens. I, 51.
laetor dep. I, 269; ea laetari I, 47; lae loquens I, 380.
tor quod II, 193. loquor dep. I, 269; cum aliquo I, 254;
laetus con abl. I, 139; con inf. ac. suj. loquere con interr. indir. en ind. Π,
Π, 226; en función de adv. I, 175. 172.
laicus adjet. sustantivado I, 172. lubens part, adjetivado I, 380; adv. I,
lamentor inf. ac. suj. II, 223. 382.
lapicidinae plur. tantum I, 29. lubet Π, 3.
largiter con genit. I, 82. lubido con genit. en la constr. gerun
largus con abl. I, 139. dial I, 394.
latet inf. ac. suj. II, 224, lucrifacio I, 73.
latus (adjet.) ac. I, 51. luego, esp., I, 184.
laudo cum II, 202; laudor pas. pers. luo abl. I, 141.
II, 230; laudandus I, 402. luxurio(r) I, 270.
laus est mí II, 187; inf. ac. suj. II, 225.
lavor con signif. pas. y med. I, 268; maceror cum II, 202.
lavans con signif. reflexivo I, 369; maestus con abl. I, 139; maestus est
lavatus con signif. pas. y med. I, con or. inf. II, 226; en función de
373. adv. I, 175.
legatus part, sustantivado I, 381. magis, magis avidus quam prudens I,
legio con genit, partit. I, 82. 166; magis doctus por doctior I, 170;
lego genit. I, 72; legor pas. pers. Π, magis maiores I, 170; magis... quam
230. II, 307; non magis (plus) quam II,
levis con dat. en la constr. gerundial 306, 307; magis... quamsi II, 299;
I, 397. quo (magis)... eo (hoc) (magis),
levitatis genit, refer. I, 70. quanto (magis)... tanto (magis) Π,
lex esto con genit. I, 72; ea lege II, 311; quam magis... tam magis II,
264. 311; magis adversat. II, 110.
liberi plur. por sing. I, 25. magni I, 74.
libero (-are) abl. I, 122. maiestatis genit, refer. I, 70.
libra con genit. I, 81. maior con dat. por abl. comparat. I,
INDICE DE PALABRAS 541
128; maior natu por maximus natu meritus con inf. I, 358; merito abl.
I, 167; maior quam pro, maior quam modo I, 132.
ad, maior quam ut (quam qui, quae met-ipse I, 209.
cuius) Π, 310. metuo dat. o ac. I, 104; ne Π, 166, cf.
male I, 161, 178, 180; como negación II, 164; ne non ut, ut non II, 167;
Π, 51. inf. I, 352; inf. ac. suj. II, 223-224;
maledico 1, 181. metuo cum II, 202; metuendus I,
maleficii genit, refer. I, 70. 402.
malo abl. I, 127; quam Π, 308; inf. I, meus I, 191; nom. por voc. I, 39.
352; inf. ac. suj. II, 219; inf. perf. mientras que, esp. Π, 132.
por inf. pres. II, 215; ut II, 182; ma migravi perf. estado alcanzado I, 297.
lim I, 326. milia determinado por un genit. plur.
malum I, 173. mase, (milia militum), concordancia
mandatu I, 144. II, 67.
mando inf. I, 354; ut II, 183. mille sing, colect., concordancia Π,
maneo en función copulat. II, 16; 60.
mane imper. fosilizado I, 336. minime = non II, 51; en respuestas ne
manes plur. tantum I, 28. gativas II, 46.
manu mitto I, 121. ministro inf. I, 355.
mari abl. locat. I, 147. minor (adj. compar.) con dat. por abl.
mas, esp., conj. II, 110. I, 128.
maturo inf. I, 353. minoris I, 74.
matutini (sc. psalmi) I, 174. minus con abl. I, 125; minus altior por
maximus natu por maior natu I, 167; minus altus I, 168; non minus quam
maximi I, 74. II, 306; minus quam II, 307; con el
maxime doctus por doctissimus I, 170; significado de ‘no’ en si minus y quo
maxime con adjs. comparativos y su- minus Π, 51.
perlat. I, 169, 170; maxime cum II, mire I, 179.
357. miror genit. I, 76; quod II, 193; cur
meditor dep. I, 269. II, 179; quin II, 205; or. interr. indir.
medius no afecta al sustant. en su to Π, 171; inf. ac. suj. II, 223; miran
talidad I, 163; adv. I, 175. dus I, 402.
melior comparat, debilitado I, 168. mirum quantum (sc. est) II, 13.
meminisco / memini I, 266, 297, cf. II, misceo abl. o dat. I, 129.
157; memini con genit, o ac. I, 67; miseret genit. I, 70.
con inf. pres. o perf. II, 214; or. inf. misericordia por misericorditer I,
Π, 223; memineram I, 303; memi 131.
neris subj. yusivo I, 317. mismo, esp., I, 204.
memor con genit. I, 77; memor est inf. missum facio I, 376.
ac. suj. II, 226. mitto genit. I, 73; mitto aliquid alicui
memoratur pas. impers. II, 231. I, 99; auxilio mitto I, 111; doble dat.
mense I, 148. I, 114; inf. I, 353, 355; quodII, 192;
-mente, esp., I, 185. u til, 183.
-mentum (suf. de abstr. verbal) I, 102. moderor dat. I, 100.
mercedis genit. concepto I, 73. modi I, 90; huiusce modi I, 95.
mereo, mereor u til, 185. modius con genit. I, 81.
542 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
modo abl. Π, 132; hoc modo en corre nanciscor quod II, 246.
lac. con una conj. comparat. II, 294. naris sing. I, 29.
Adv. I, 180; con subj. yusivo I, 317; narro, narrant suj. indeterminado II,
con un imperat. I, 336; modo... 9; narratur pas. impers. II, 231.
modoO, 103;modo... nunc, modo... nascor con dos nom. II, 16.
sae pe Π, 104. natu, maximus natu I, 167.
moneo genit. I, 67; inf. I, 354; con or. natus con abl. origen I, 123; ac. (de
coordinada por subord. Π, 127. cem annos natus) I, 53; con dat. ge
mora, nullam moram interpono quin II, rund. I, 397; nati plur. por sing. I,
204. 25.
mordicus nom, adverbial I, 39. nauci I, 90; ne nauci quidem facio II,
morior, moriar nisi Π, 276. 56.
moror dep. I, 269. naufragio esse I, 111.
mos (moris) est inf. ac. suj. II, 225; navigo trans. I, 279; navigatum con
mos est ut Π, 187; more abl. modo valor pas. I, 374.
I, 132. ne partícula negativa II, 47, 49. Con
mostratur pas. impers. II, 231. un imperat, (nefac, nefacito)!, 337;
moveo loco, statu, civitate I, 121; inf. con subj. prohibitivo (ne faciat, ne
I, 354; signif. intrans. I, 278. facias; ne faxis, ne feceris) I, 318-
mox por mox ut I, 183, Π, 346; mox 319, II, 31; con subj. yusivo de pa
ubi Π, 345; mox ut (ut mox) II, 346; sado I, 320; con subj. optativo I, 322;
mox... mox II, 103. con subj. permisivo I, 331.
mucho, muy, esp., I, 169 n. Conj. de subord. II, 132; en or.
multa i-ae) genit, concepto I, 73. completivas Π, 163-169: signif. «que
multum con genit, partit. I, 82; ac. ad no» Π, 164-165; signif. «que» (pro
verbial I, 48, 175, 177, 179; multo hibeo ne, caveo ne, metuo ne, etc.)
abl. cantidad (multo infra, multo II, 165-168; metuo ne non II, 167;
post) I, 142-143; multo doctior I, uso de ut non por ne Π, 167; ne con
169; multo... quam I, 126; multa expresiones braquilógicas (= «por
peccare I, 47. miedo de que») II, 168. En or. fi
multus con sing, colect. I, 25,164; por nales II, 189-190, 314, cf. II, 182;
multum I, 179; multi con genit, par en finales aparentemente independ.
tit. I, 81; multi con perf. iterat. I, II, 315. En or. consecutivas estipu-
296; multi antee, relat. Π, 234. lativas Π, 320. Coordinación de or.
muto con abl. 1 ,141; uso de las formas subord. con ne (ne... neve; ne... ne-
pronominales y medias (muto, me que, ne... et ne; ne et... et, etc.) I,
muto, mutor) I, 281, cf. I, 267, 278; 61. Véase también ut ne, Në por ne
mutans con signif. reflexivo I, 369, quidem II, 101.
cf. I, 278. në- partícula negativa en compuestos
(nescio, nequeo, neuter, nullus, ne
nacti participio sustantivado I, 381. fas) II, 48.
nada, esp., I, 215. -në partícula interrogativa II, 35, 36,
nadie, esp., I, 215. 41,42; coninterr. indir. II, 174,179,
nam Π, 115-116, 350; colocación en la 180. Con un inf. exclamat. I, 363.
frase Π, 118. nec, ñeque II, 48-49, 93-95; = non II,
namque II, 116; colocación en la frase 48; = nequidem Π, 49, 95; nec qui
Π, 118. dem II, 49. En grupos de negación:
INDICE DE PALABRAS 543
ñeque ea nunc ubi sit nescio II, 53; 259; con valor completivo (= ne) Π,
neminem ñeque amicum ñeque cog 168; ni... nive II, 182.
natum II, 54; nec non II, 52; nec non nihil pron. indefinido I, 213-214; ac.
et (etiam, quoque) Π, 122. Nec quis adverbiall, 48; ac. preciol, 63; nihili
quam, ñeque usquam, etc. II, 53, 96. genit. estimación I, 74, cf. I, 214;
En concurrencia con neve Π, 169, cf. genit. cualidad I, 90; nihil auri, nihil
II, 94; con et non Π, 93-94; ñeque boni, nihil caeleste I, 82; nihil = non
si... idcirco, nec si... ob eam cau II, 50; nihil non II, 51; non nihil II,
sam, nec eo minus, nec eo setius, 52; nihil est quin II, 203; nihil est
nec eo magis II, 94-95. Correlacio quod II, 198; nihilo minus = tamen
nes nec (neque)... nec (ñeque) II, 98, II, 110.
cf. Π, 54, 63; neque... neque tamen, nimirum Π, 279.
neque... neque vero, ne... neve, ne- nimis nom. adverbial I, 39.
que... et, neque... -que, neque... ac nimium lucri I, 82.
Π, 98; ne., neque, ne neque... neque ninguit impers. Π, 2.
II, 169. ninguno, esp. I, 215.
necesse est con inf. I, 351; u til, 186; nisi II, 259, 275-278, cf. II, 280: in
en la apódosis de un período condi terferencias con si non II, 276; nisi
cional II, 274. con acepción adversativa (= sed) II,
necne en or. interrogat. II, 42, II, 180. 277. Con un participio I, 386.— Nisi
nec non v. nec. forte II, 277, cf. II, 368; nisi vero
nedum II, 102, 103. Π, 278; nisi quod, quia II, 196, 201,
nefas II, 48; nefas est con or. inf. Π, 278; nisi ut II, 278, 320; nisi si II,
225; nefas con supino en -tu I, 407. 278; non... nisi Π, 277; non alius
negó con or. inf. II, 222, cf. II, 55; nisi II, 309.
non nego quin Π, 205. nitor (verbo) inf. I, 353.
nemo I, 213-214; en grupos de nega nive, ni... nive II, 182; si... nive II,
ción: neminem neque... neque... II, 282.
54; nemo non II, 51; non nemo Π, noceo dat. I, 100.
52; nemo est qui II, 246; nemo est nolo con inf. I, 352; con or. inf. II,
quin II, 203; nemo... nisi II, 277. 219; con inf. perf. en vez de inf.
ne... quaquam II, 49. près. I, 356, II, 215; nolo util, 182;
neque v. nec. noli, nolite más inf. (en las prohi
nequeo II, 48; nequeo quin Π, 206. biciones) I, 337, 338; nolim I, 326;
ne... quidem Π, 49, 101; después de nollem I, 329.
una negación de sentido general II, nomen con genit. explicat. I, 88; no
54. men ac. relación I, 50; nomen mihi
nequis I, 215. est I, 106; nomine abl. limitación I,
ne... quoque = ne quidem II, 101. 141; sui nominis genit, modo I, 96.
nescio II, 48; nescio an II, 176; nescio nomino doble ac. I, 60; nominor en
quis (qui, quod) = quis II, 172. función copulativa II, 16, cf. I, 357.
nescius est con or. inf. II, 226. non particula negativa Π, 47, 49-50.
neuter I, 214, Π, 48. Con subj. prohibitivo I, 318, II, 31;
neve, ne... neve, ne neve... neve II, con subj. optativo I, 322. En las res
169. puestas II, 46. Partícula interrogat.
ni (nei) partícula negat. Π, 279; con el (= nonne) II, 36; an non II, 180.—
valor de si non o nisi II, 280, cf. Π, En grupos de negación Π, 51-56:
544 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
nemo non, nullus non, etc. II, 51; nusquam non II, 51; non nusquam II,
nec non II, 52; non nemo, non nihil, 52.
etc. II, 52; litotes: non ignoro, non
nolo, etc. II, 52.— Non acoplado al o con ac. exclamat. I, 57; o si con subj.
verbo principal pero referido al inf. optativo I, 324, cf. II, 30.
(non puto... posse) II, 55.— Non ob I, 246; expresa la causa I, 144; con
quod (quia) Π, 357; non (eo) quo II, partie, con valor de abstr. verbal I,
137; non... nisi II, 277; si non II, 383; con ac. en la constr. gerundial
275, 278-279. Ut non en or. com I, 398; ob- preverbio I, 103.
plet. II, 182; finales II, 314-315; obicio con gerundivo I, 402.
consecutivas Π, 319, 320.— Non obligo ut II, 185.
modo (solum, tantum)... sed (vero) obliviscor genit. o ac. I, 67; or. inf.
etiam (et) y variantes de este giro II, Π, 223.
101-102; non... saltern con el valor oboedio dat. I, 100.
de ne... quidem II, 101. obsecro ut II, 184; con un imper. I,
nondum... cum II, 327. 335.
nonne partícula interrogat. Π, 36; en obsequor dat. I, 103.
or. interrogat, indir. II, 176, 177. obses, obsidem do (= promitto) con or.
nosl, 188-190; nostri, nostruml, 190. inf. II, 226.
notor (-ari) pas. impersonal Π, 230. obsto con dat. en la constr. gerundial
novi perf. con valor de pres. I, 297- I, 397.
317; noveram con valor de imperf. obtineo ut II, 185; ne (ut non) II, 165.
I, 303. obtrecto (amico) trans. I, 276.
nox I, 95; nocte I, 148. obvius adverbial I, 175.
nullus I, 213-214, cf. II, 48; nullus, occasio est ut II, 187.
nullum = non Π, 50; nullus non II, occido aspecto puntual terminativo I,
51; nullus... nisi II, 277. 289; occidi perf. pro fut. I, 297.
num partícula interrogat. II, 36; en or. ocius I, 167.
interrogat, indir. Π, 175; num... an odi perf. con valor de près. 1,297; ode
II, 42; num reforzado (numne, num- rit subj. yusivo I, 318.
nam, numquid, numquod) II, 36. offendo aliquid I, 47; offendor or. inf.
numero (-are) con genit. I, 73. Π, 223; offendit, impers., Π, 3.
numero abl. limitación I, 141. officium est ut II, 187.
numquam con subj. optativo I, 322; en olei genit. partit. I, 81.
grupos de negac. II, 51-54: num- oleo malitiam I, 47.
quamnonll, 51;nonnumquan, num olim con pres, perseverat. I, 291;
quam nihil II, 52; numquam... in olim... cum II, 135.
terdum Π, 104. omitte en sustitución de noli I, 338.
numquid particula interrogat, por num omnis en función de adv. I, 175; om
II, 36; reforzado (numquidnam, nes con genit. I, 83; con perf. iterat.
numquidnon = nonne) II, 36. I, 296; anteced. relat. II, 234; omnia
nunc... nunc Π, 103; nunc... cum II, sustantivado I, 173; ac. relac. I, 50.
324. Omnis en concordancia con varios
nundinis I, 148. sustant. II, 70.
nuntio aliquid alicui I, 99; inf. I, 354; omnino II, 46.
«i II, 183. oneratus abl. I, 139.
nuptiae plur. tantum I, 29. onustus genit. I, 77; abl. I, 139.
INDICE DE PALABRAS 545
perinde... quam (ac, atque) Π, 305; plus triginta annis I, 125; plus por
perinde ac (= perinde ac si) II, 300, magis I, 170; en concurrencia con
301; perinde ut II, 294. suf. comparativos I, 170; plus...
peritus con genit. I, 77; abl. I, 139; quam Π, 307; plus... quamsi, plu
inf. I, 358; genit. en la constr. ge- ris... quamsi II, 299.
rundial, I, 394. pocula plur. poético I, 26.
permagni genit. estimación I, 74. polliceor ut Π, 185.
permaneo en función copulativa II, Pollux! con valor inteijeccional II, 2.
16. pone I, 226, 248.
permisso abl. abs. impersonal I, 154. pono ac. extens. I, 51.
permitto inf. I, 354; or. inf. II, 221; ut posco ut II, 184.
Π, 184; permittis con la acepción de possum con inf. I, 352; potest impers.
permittes I, 310. II, 4; potestur fieri (pas. por atrac
perniciosus con dat. I, 115. ción) I, 274, 352; uso de las formas
pernovi I, 237. de ind. possum, poteram, potui con
pero, esp., I, 208. valor potencial-irreal I, 310, Π, 274;
perosus acepción act. I, 373. uso de las formas de subj. I, 311, II,
perpaucissimi I, 170. 274; imperf. poteram (= possum) I,
persequor aspecto puntual terminativo 311; inf. posse y potuisse con valor
I, 289. modal II, 217, 372; perífrasis for
persevero inf. I, 353. mada por el inf. posse más inf. en
perspectum con dat. agente I, 109. sustitución de un inf. fut. en -urum
persuasio est con or. inf. II, 225. II, 216; fut. potuero sin indicar an
pertaesus acepción act. I, 373. terioridad en or. subordinada I, 305,
pessimus I, 168. Π, 152.— Potestfieri util, 186 ; non
peto aliquid ab aliquo I, 59. possum quin II, 206.
piget impers. Π, 3; con genit. I, 70; post I, 226, 248-249; quinque annis
inf. I, 350. post I, 143; post diem con genit. I,
pili facio Π, 56. 93; post con participio I, 383; acep
pinguo con participio près. I, 371. ción causal (post hoc) I, 249; post...
placet con dat. I, 100; inf. I, 350; pla quam II, 135; post = postquam I,
citus sum = placui I, 374. 183, II, 335.
plane quia = plane Π, 197. postquam II, 333-335; con perf. en vez
plangor signif. pas. y med. I, 269. de pluscuamperf. II, 153; con im
plenus con genit. I, 77; abl. I, 77,139. perf. o pluscuamperf. subj. Π, 333;
plerique con perf. iterat. I, 296. postquam primum II, 332.
plerumque... plerumque Π, 103. postremus I, 163; en función adverbial
ploro or. inf. II, 223. I, 175; postremissimus I, 169.
pluit abl. o ac. I, 136; impers. II, 2. postridie eius diei I, 93.
pluriores I, 169. postulo doble ac. I, 59; genit. I, 73;
plurimum I, 48, 179; plurimi genit, es inf. I, 353; or. inf. Π, 221.
timación I, 74. potestas est ut II, 187; potestatem do,
plurimus con sing, colect. I, 25, 164. facio ut II, 187.
plus ac. adverbial I, 48, 179; ac. pre potior trans. I, 276.
cio I, 63; pluris genit. estimación y potis, pote (sc. est) II, 13.
precio I, 74; plure abl. precio I, 74; potius... quam II, 307.
INDICE DE PALABRAS 547
prudens est con or. inf. II, 226; non quam II, 305; tantopere... quam,
prudentior quam II, 306. tanti... quam Π, 306; non minus
pudet aparentemente impers. II, 3;pu quam, non magis (plus) quam II,
deo (me) Π, 3; con or. inf. Π, 224, 306-307. Comparat, de desigualdad:
cf. I, 357; pudet, pudendus con su magis (plus, potius), minus... quam
pino en -tu I, 407. II, 307; quam = magis (potius)
pudor est inf. I, 351; or. inf. Π, 225. quam, non tam... quam II, 309.
puesto que, esp., II, 132. Comparat, proporcionales: quam
pugno (-are) pugnam I, 47. magis... tam magis II, 311.— Intro
pulchrum est con or. inf. II, 226. duce una or. interrogat.-exclamat, en
pulmones plur. tantum I, 29. concurrencia con utII, 135, 138; una
purgo abl. I, 122. interrogat, indir. II, 173. Uso dei inf.
purus con abl. I, 122. en una or. comparat, con quam pre
puto, putor en función copulativa II, cedida de un inf. Π, 227.
16, cf. I, 357; pas. personal Π, 230; quam diu II, 343.
putares, quis putaret? (potencial de quam libet II, 280-290.
pas.) I, 328; quis putasset? I, 329. quam ob rem II, 40; relat. en vez de
demostrat. II, 252.
qua adv. interrogat. II, 40; qua prop quamquam II, 286, 287-288; en corre
ter Π, 40; qua... qua Π, 103. lac. con tamen II, 109; con un par
quaero con abl. precio I, 141; con un ticipio I, 386.
imperat. I, 335; quaero nonne Π, quamsi Π, 299-300; quamsi si II, 300.
177; non quaeritur (= dubitatur)
quamvis Π, 132, 286, 288-290; quam
quin Π, 205; pas. con dat. ag. 1 ,109.
vultis, quam volent, quam libet en
qualis, quale pronom, interrogat. II,
vez de quamvis II, 289-290; quamvis
39, 178; correlat. de talis I, 221.
licet II, 290.
qualiscumque I, 218.
quando adv. interrogat. II, 40; en or.
qualiter adv. interrogat. II, 41; en or.
interrogat, indir. en ind. II, 173;
interrogat, indir. Π, 179.
conj. de subord. II, 131; temporal Π,
quam II, 134-135; complem. dei com
343-344; con subj. de repetición II,
parat. I, 125-125, Π, 135; en susti
348; causal II, 352-355.
tución de ac o atque (alius quam,
quandoque II, 353.
aliter quam) Π, 308, cf. Π, 305; con
palabras que envuelven por el sig quandoquidem Π, 353.
nificado una idea comparativa (malo, quantum con genit, partitivo I, 82;
praestat, prae, praeter, super, etc.) quanti genit, estimación y precio I,
II, 308. Refuerza el superlativo 74; quanto... tanto II, 311.
(quam maximus) I, 169. Maior quam quantus, -a, -um, pron. indef. I, 221-
pro (quam ad) II, 310; maior quam 222; interrogat. Π, 39; con acepción
ut (quam qui, etc.) II, 310, 245- restrictiva en concurrencia con ut II,
246.— En or. comparat. II, 304-310: 297; en or. comparat, de desigualdad
de igualdad, tam... quam II, 135, (tantus... quantus; quantus tam) II,
304-305; quam... etiam, quam... et 306.
Π, 304; tam magis... quam magis, quantuscumque I, 218.
quam magis... magis, quam citis- quare adv. interrogat. II, 40, 41; en
sume... tam maxume, sic (ita).... or. interrogat, indir. II, 179. En sus
quam, aeque... quam, perinde... titución de quod complet, (est quare,
INDICE DE PALABRAS 549
nihil est quare) II, 194; quare ergo qui, quod y relativo (índice de con
II, 123. ceptos).
quasi Π, 296-297; con acepción causal qui adv. interrogat. II, 40; en or. in
II, 354; quasi quod = quasi Π, 197; terrogat. exclamat, en concurrencia
con participio I, 386. con ut II, 138; en or. interrogat, in
quatenus conj. causalII, 352, 354; con dir. II, 179; con subj. optativo I, 324;
subj. Π, 348, 354-355; con acepción qui ne por ne complet. II, 189; qui
restrictiva Π, 297. final II, 314; qui ne final II, 315.
-que Π, 89; en una enumeración II, 99; Véase quin,
en unión con una prep. (inque) I, quia II, 131, 134; en or. interrogat,
230; en correlaciones: -que... et, - exclamat, en concurrencia con ut II,
que... -que; et... -que, -que... atque; 138; complet. Π, 200-201, cf. I, 76,
ñeque... -que II, 98. Π, 136, 362; causal Π, 351-352; uso
que, esp., conj. complet. II, 132; con de los modos II, 354-355; non eo
subj. yusivo I, 317. quia Π, 357; non quia (ind.) II, 358;
admite inf. en estilo indir. II, 367.
que, esp., relat., el que, la que II, 234.
Uso de quia introduciendo una apo
quemadmodum adv. interrogat. II, 40- sición II, 28.— Plane quia = plane;
41; en or. interrogat, indir. Π, 179; vere quia ~ vere II, 197.
conj. modal II, 294, 298; quemad quicumque I, 218.
modum... sic et II, 294; introduce quid V. quis.
una enunciativa en estilo indir. II, quidam I, 211-212.
362; admite inf. en estilo indir. Π, quidem con un pron. personal I, 189;
367. con atque II, 90.
queo con inf. pas. por atracción I, 352. quidni II, 40, II, 279.
queror or. inf. II, 223. quien, esp., II, 234.
qui pron. relat. II, 234-235; orden de quilibet I, 218.
sucesión de relat. y antecedente (ti quin H, 136-137; en interrogaciones
pos: Roma quae urbs; quae pruden apremiantes (= «¿por qué no?») II,
tia est tua, qua prudentia es, etc.) 31, 40, 136; con un imperat. I, 336,
Π, 235-242; omisión del antecedente II, 31, 136; partícula aseverativa, II,
II, 237; relat. con valor demostrativo 136. Conj. Π, 137, 203-206: com-
(qui = et is, sed is, is autem, is enim, plem. de las expresiones nemo est,
etc.) II, 252-254; qua re, quam ob nihil est, quis est, quid est II, 203-
rem, quo circa, quo facto, etc.) II, 204; con verbos que significan im
252-253; concordancia del relat. con pedir, abstenerse, oponerse (me non
su antecedente II, 75-83 (especial teneo, non recuso, non prohibeo,
mente Π, 81-83); atracción del relat. etc.) II, 204; non multum (paucum,
II, 81-82; qui = si quis II, 235; relat. nihil...) abest II, 205; con verbos de
con genit, partitivo (quod eius, qui duda (non dubito, etc.) II, 205; fa
captivorum) I, 84; Antonio qui et cere non possum, fieri non potest II,
Africano II, 20; qui non = quin II, 206; quin non Π, 137; con valor cau
204; Iphigeniam qua nihil erat sal negat, (non quin, non eo quin)
pulchrius I, 127; maior quam qui II, Π, 357.
310, cf. II, 245; qui en sustitución quippe II, 117, 118; quippe qui II, 117,
de la forma quae II, 76. Relat. cons 247; quippe quia II, 117; quippe cum
truido con inf. I, 208. Véase cuius, II, 117, 356.— Con participio, I,
550 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
354-355; introduce una or. enuncia rerum genit. refer. I, 72,79; omnium
tiva en estilo indir. II, 362. rerum, perífrasis en vez de plur. neu
quoque II, 100; quoque etiam Π, 100, tro I, 173; ea re... quod (quia) II,
122; etiam quoque, etiam... quoque 351.
II, 100; refuerza el antee, de una or. rescisco or. inf. II, 223.
modalII, 294; quoque... non = ne... resisto, non resisto quin II, 204.
quidem II, 101. respondeo inf. ac. suj. II, 222; res
quorsus II, 40. ponde con or. coord, en vez de su
quot I, 222, Π, 40. bord. II, 127; responde con or. in-
quotiens II, 40. terr. en ind. Π, 172; respondet intro
quotumnus I, 222. duciendo una frase en estilo indir. Π,
quotus I, 222, II, 40. 361.
restat ut Π, 186.
raptim I, 180. retro I, 178.
rarus en función de adv. I, 175; rarum revertor: reverti I, 266.
est ut II, 187. rideo trans. I, 279; con or. inf. Π, 223.
ratio est con or. inf. II, 225. ridiculum est con or. coord, en vez de
ratus acepción act. I, 374. subord. II, 127.
re- preverbio I, 103. ringor dep. I, 269.
recens adv. I, 382. rogatu I, 144.
recordor inf. pres, o perf. II, 214; or. rogo doble ac. I, 59; aliquem de aliqua
inf. II, 223. re I, 59; ut Π, 184; rogetquis I, 325.
rectus nom. adverbial I, 39; rectum est rubor est con or. inf. II, 225.
or. inf. Π, 226. ructor dep. I, 269.
recusb ne II, 166; non recuso quin II, rumor est con or. inf. II, 225.
204. rus I, 55; rure I, 120, 147; ruri I, 160.
reddo perfectum I, 376.
redeo con supino en -tu I, 407.
sacerdos gén. común I, 17.
reditus, reditum I, 405 η.
sacrifico aliquid alicui I, 99.
refert orig. I, 75; mea (tua, etc), ali
saepe con perf. iterat. I, 296; saepe...
cuius I, 75-76; magnopere, multum
saepe II, 103; saepius I, 167.
I, 76; inf. I, 76, 350; or. inf. I, 76,
Π, 224; ut o ne I, 76, II, 186; salutaris condat. I, 115.
utrum... an I, 76; hoc, id refert II, salvo, esp. I, 226.
76. sanctus con genit, part. I, 83.
refertus con genit. I, 77. sane en las respuestas Π, 46; con subj.
regno (-are) dat. I, 101. concesivo I, 332.
reliquum con genit. I, 83, cf. I, 174; sat est inf. I, 351.
reliquum est ut Π, 186. satis nom. adverbial I, 39; con genit.
remedium est or. inf. Π, 225. I, 82; satis est ut II, 186.
reperio quod Π, 246; reperiuntur qui saturo (-are) genit. I, 67.
Π, 246. satus con abl. orig. I, 123; abl. instr.
reprehendo cur Π, 179. I, 139.
res con genit. I, 88; altema con un saxum sing, colect. I, 24.
pron. neutro sing. II, 74-75; res est scelus viri I, 85; scelus est con or. inf.
con or. inf. II, 225; in eo res est ut II, 225; scelus con supino en -tu I,
Π, 186; rem ac. fosilizado I, 64; rei, 407; sceleris genit. refer. I, 70.
552 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
sciens partie, sustantivado I, 381; sive (seu) II, 282; si... nive II,
acepción adverbial I, 382. 282.— Introduce una or. desidera
scilicet introduciendo una aposición tiva (si, o si) II, 30, cf. I, 324. Si
II, 28. con significado concesivo II, 285,
scio inf. I, 352; con or. coordinada en cf. Π, 274; en combinación con et,
vez de subord. sustant. II, 127; scias etiam, tamen (etsi, etiamsi, tametsi,
I, 325; scires I, 328; scio an II, 175; tamenetsi) Π, 286. En or. interr. in
haud scio an, haud scio an non Π, dir. (video si, viso si) II, 177; en
175-176. interr. disyuntivas: si... sive, si...
scitus con inf. I, 358. seu, si... an II, 42, 180.
scortum gén. η. I, 16. sic II, 132, cf. Π, 263; con subj. op
scriba gén. común I, 17. tativo I, 324; correlaciones: compa
scribo inf. I, 354 n.; scribor pas. pers. rat. sic... ut, ut... sic, ut... sic etiam,
II, 230; scripsi perf. con valor de quemadmodum... sic et II, 294;
pres. Π, 157. sic... quam II, 305; en correlac. con
se I, 194-195; refuerza la acepción re ut consecut., II, 318; sic... ut con
cíproca del verbo (.ve ipsi, inter se) valor estipulativo II, 319; sic... quin
I, 284; sui (gen.) I, 190. Π, 203; sic en correlac. con si Π,
secundum quod Π, 196. 263.
securus con genit. I, 78. siccus con abl. I, 122.
secus virile, muliebre I, 54. sicut II, 294, 296-298; en correlac. con
sic, ita II, 298.
sed II, 104-105; colocación en la frase
silex sing, colect. I, 24.
H, 110; sed vero, sed autem II, 122,
similis con dat. o genit. I, 78, 115;
123; introduce la causa verdadera
similis atque (ac) Π, 90.
después de una causal negat. (non
simul prep. impropial, 262, cf. I, 183;
quo, non eo quia, non quod... sed
simul primum, simul ubi II, 332; si
quod, sed quia, sed tarnen, etc.) II,
mul ut II, 345; simulae II, 345-346;
357.
simulatque Π, 153; simul = simul ut
sedeo abl. 135.
Π, 183, cf. II, 346; con un participio
sententia est con or. inf. II, 225.
I, 386; simul... simul II, 103.
sentio or. inf. II, 223; con or. coord, sin (= «pero si») II, 281; sin minus,
en vez de subord. sustant. Π, 127; sin aliter II, 270.
sentior pas. personal II, 230.
sine con abl. gerund. I, 401; sine ullus
sequitur ut II, 186. o aliquis I, 211; sine nullo por sine
servio servitutem I, 47. ullo II, 53.
servus, homo servus II, 25; servus ser sino inf. I, 353; or. inf. Π, 221; ut Π,
vorum I, 86. 184.
seu v. sive. sis (si vis) con un imperat. I, 336.
si conj. condicional II, 259, 263 y sive (seu) I, 283-284: si... sive (seu),
sigs. ; nisi II, 275-278; si non Π, 278- sive (seu)... sive (seu) II, 282, cf. II,
279, cf. II, 368; sin (= «pero si») 284; sive... ve, sive... vel, sive...
II, 281; si (siri) minus, si (siri) aliter vel... ve, sive... seu... aut II, 282;
Π, 270. Unión de varios períodos con omisión del primer miembro
condicionales: si... si, si... si autem (vera seu falsa) II, 283; = vel si II,
(si vero, at si), si... sin II, 281; si... 283; = «o», sive (seu)potius II, 284.
sive (seu) Π, 281-282; sive (seu)... Uso de sive (seu) en or. interr. dis-
INDICE DE PALABRAS 553
yunt., an... seu, si... sive (seu) II, 327; cum subito (= cum primum) Π,
42, 180. 332.
socior signif. pas. y med. I, 269. submitto uso pronominal I, 281.
sodalis adjet. sustant. I, 172. subsidio venio I, 111.
sodes (si audes) con un imperat. I, 336. subter I, 226.
soleo inf. I, 352. subtiliter I, 179.
sollers con genit. I, 78. succenseo or. inf. II, 223.
sollicitor or. inf. II, 223. succurrit or. inf. II, 224.
sollicitus con genit. I, 78; ne II, 166. sudo (-are) abl. o ac. I, 136.
solus adjet. en función adverbial I, sufficio genit. I, 67; dat. gerund. I,
175, 179. 397.
solutus con abl. I, 122. suitis (si vultis) con un imperat. I, 336.
solvo abl. I, 122; trans, con signif. in sum con la acepción material de «exis
trans. I, 278; solvendo esse I, 397. tir, hallarse, estar presente» (hic est)
somnis, in somnis I, 29. Π, 15; en función copulativa II, 12,
sortito I, 131. 15, cf. I, 35. Con genit. cualidad I,
specimen est con or. inf. Π, 225. 90; genit. estimación I, 73, 74; dat.
specto, specta con or. interr. en ind. o genit. posesivo I, 105-106; dat. fi
Π, 172; con pres. o imperf. subj. II, nalidad (hoc est laudi) I, 111 ; doble
174. dat. (hoc est mihi curae) I, 113; abl.
spernendus I, 402. cualidad I, 132; abl. precio I, 141;
spero ut Π, 183. ac. extens. I, 51.— In potestatem
spes con genit. en la constr. gerundial alicuius esse I, 259; con genit. ge
I, 394; spes est, spem affero, magna rund. expresando finalidad I, 395;
spes me tenet con or, inf. Π, 225; ab con dat. gerund, (solvendo non esse)
spe suj. agente I, 145. I, 397.— Inf. esse con complem.
spolio (-are) abl. I, 122. predicativo (cupio esse sapientem,
statim adv. I, 178; conparticip. I, 386; licet mihi esse otioso, etc.) I, 357,—
statim ut II, 345; statim = statim ut Ad urbem fui (= ivi) I, 240; con la
I, 183, II, 346. acepción de licet (est videre) I,
statuo inf. I, 353; or. inf. II, 221. 350.— Perífrasis verbales: scribens
sum I, 288, 339; scriptum est y scrip
stillo abl. o ac. I 136.
tum fuit l, 288, 340-341, cf. I, 306;
sto abl. precio I 140; ab aliquo I 253;
scripturus sum I, 342-343, 345, II,
inf. I 353.
274; scribendum est I, 343-344, 345;
studeo genit. I 71; inf. I 353; or. inf.
futurus sum scribere I, 345.— Est
Π 219; ut II 184.
ut, in eo res est ut, prope est ut II,
studio en función adverbial II 177. 186; est quod Π, 191, 194, 198; est
studiosus con genit. gerund. I, 394. quia II, 200; est cum (sc. tempus) Π,
stultitia est or. inf. II, 225. 323; sunt qui II, 246. Véase esto, fui
stultus sing, colect. I, 172; stulti adjet. γ futurus.
sustant. I, 172. summum ac. adverbial 1,48; con genit.
suavis con supino en -tu I, 407. partitivo I, 83,
sub I, 226, 260; sub- preverbio I, 103. summus mons I, 163.
súbante I, 234. sumptu abl. precio I, 141.
subito = subito ut I, 183; = ut subito super I, 226; con abl. o ac. I, 261; con
Π, 346; en una or. de ‘cum inv.’ Π, abl. en la constr. gerundial I, 401;
554 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
-tío (abstr. verbal) con ac. por genit. ultimus I, 163; ultimum con genit. I,
I, 45; con dat. I, 102. 84.
tonat impers. Π, 2. ultra I, 251; con abl. cantidad (multo)
-to, -tor desin. imper. fut. I, 266. I, 142; ultra quam Π, 308.
-tor (abstr. verbal) con ac. por genit. umero abl. limitac. I, 141.
I, 45; con dat. I, 102. una adv. I, 183.
tot correlat. de quot 1 ,122; en or. com unde adv. interr. II, 40.
parat. (tot... quot) Π, 306. unguenta plur. I, 30.
totiens... quotiens II, 305. universus adjet. en función adverbial
totus I, 219-220; adjet. en función ad I, 175; universi con genit. I, 83.
verbial I, 175, cf. I, 179; toti = om unus I, 220; como artículo I, 224; unus
nes I, 219; totus en concordancia con omnium con un superlat. I, 169.
varios sustant. II, 70. unusquisque I, 216.
trado inf. I, 355; partie, perf. I, 376; urbs Romae I, 88; urbs Roma II, 25.
tradunt (suj. indeter.) II, 9. usque prep, impropia I, 262-263; us
traduco doble ac. I, 58. que, usque adeo dum, donee, quoad
trans I, 226, 251. II, 340, 341; usque eo... ut (conse-
transeo trans. I, 279. cut.) II, 318.
transversus adjet. en función adverbial usus est con abl. o genit. I, 134; con
I, 175. partie, (hoc facto) I, 135, 377.
trepido (-are) genit. I, 76. ut(uti, utei) signif. etimológico II, 138,
cf. Π, 181; partícula interrogat. 1,40,
trepidus ne Π, 166.
41, cf. Π, 173,179; con subj. yusivo
trioboli genit. estimación I, 74.
I, 317; con subj. optativo I, 324.
-trix suf. fem. I, 18.
Conj. de subord. II, 131,137-138.
tu I, 188-190; tui (genit.) I, 90, 190, Complet. II, 181-190: complet, de
191. índole final (volo, opto, impero,
turn... cum (quom) Π, 135, 324, 330; constituo, oro, permitto, prohibeo,
tum... si II, 264; tum... tum II, 103. laboro, etc.) II, 182-185; complet,
turpe est con or. inf. II, 226; en ind. de índole consecut. (reliquum est, ef
en la apód. de un período condic, ficitur, accidit, multum abest, opor
potencial o irreal II, 274. tet, aequum est, etc.) II, 185-187.
-tus (abstr. verbal) con dat. I, 102. En concurrencia con quod II, 188;
tutus (in tuto) I, 173. admite inf. en latín decadente II,
tuus I, 191, 200. 208. Ut con el signif. de «que no»
(metuo ut) II, 167; ut y ut non en vez
ubi adverbio interr. Π, 40; conj. de su- de ne II, 167. En or. interr. indir. II,
bord. II, 131; acepción temporal II, 173, 179.— Modal y comparat. II,
343-345; con pres. histórico Π, 344; 294 y sigs.: correlaciones (ita... ut,
con subj. por influencia del ‘cum his sic... ut, etc.) Π, 294; ut... ita = «si
tórico’ Π, 345; con subj. repetición bien..., no obstante» II, 295; admi
II, 348, cf. II, 343; con perf. en vez ten inf. en estilo indir. Π, 367; ut =
de pluscuamperf. ind. II, 153, 344; «tal como» (ut erat laena amictus)
ubi primum (simul ubi) II, 332, 345- Π, 296; con valor causal (ut erat fu
346. riosus) II, 296, cf. I, 386, Π, 354;
ullus I, 212-213. con significado restrictivo (ut tem
uls I, 231. poribus illis), = «como en verdad»,
556 MARIANO BASSOLS DE CLIMENT
= «en relación con» (ut apud nos, vaco (-are) abl. I, 122; dat. en la
perantiquus), = «en calidad de» (ut constr. gerundial I, 397.
princeps) II, 297; ut... ita con dos vacuus abl. I, 122.
superlat. Π, 305; ut quisque... ita vae con ac. exclamat. I, 57.
con dos superlat. II, 311-312.— Fi valde I, 169.
nal II, 313-315; en correlac. con eo, valeo genit. precio I, 75; abl. precio I,
idcirco, ideo Π, 314; ut eo II, 314; 141; valet impers. II, 4.
frases parentéticas finales (ut sic di validus con dat. en la constr. gerundial
xerim) Π, 315.— Consecutivo, II, I, 397.
317-320; en correlac. con is, talis, valle, esp., mase. I, 21.
ita, in tantum, eo, sic, pro eo, etc. vapulo signif. pas. I, 267.
Π, 318; consecut. de indole estipu- -ve II, 114; en unión con una prep.
lativa Π, 319-320.— Temporal Π, (deve) I, 230.
345-346; con la acepción de «ahora vector equo I, 136.
que, desde que» Π, 344-345; con vel conj. disyuntiva II, 112-114; vel
subj. de repetición II, 348.— Con potius, vel etiam, vel dicam II, 113;
cesivo II, 286, 291.— Ut non com introduciendo un ej. II, 113; con un
plet. II, 167, 182, 188, 189, 190; superlat. I, 169; con acepción co
final II, 314-315; consecut. II, 319; pulat. (= et), vel... vel = et... et II,
de índole estipulativa II, 320; con 114.
cesivo II, 291; en sustitución de quin velut = velut si II, 300-301; con acep
Π, 204.— Ut ne complet. II, 182, ción causal Π, 354; con un participio
188, 189-190; final Π, 314; conse I, 386; velut si II, 300-301.
cut. II, 319; de índole estipulativa Π,
venalis con abl. I, 141.
320,— Ut quid? II, 44; ut qui Π, 247;
vendo con abl. precio I, 140.
ut si II, 300-301; nisi ut, tantum ut
veneo signif. pas. I, 267; venum eo I,
II, 278, 320; perinde ut Π, 294; ut
55.
primum II, 332; continuo ut, prin
cipio ut, utprius, statim ut, simul ut, venio dat. (subsidio venio) I, 111; su
protinus ut, mox ut, ut mox II, 345- pino en -tum I, 406; venturus I, 379.
346. vere quia por vere dico quia I, 180;
uter, -a, -um II, 39; en or. inter, indir. vere quia = vere II, 197.
Π, 178. vereor inf. I, 352; ne II, 166; or. inf.
uterlibet I, 218. en vez de ne o ut non II, 233-234.
uterque I, 217. veritas nom. adverbial I, 39.
utilis con dat. o genit. I, 115; utilia veritus con acepción act. I, 374.
sustant. I, 173; utile est inf. II, 226. vero (iam vero, nec vero) II, 109; sed
utinam con subj. optativo I, 324; quod vero, verum vero II, 122-123; re
utinam Π, 254-255. fuerza el pron. pers. (tu vero) I, 189;
utor ac. I, 45; abl. I, 134; utendus for en las respuestas (immo vero, minime
ma personal I, 391. vero) II, 46, cf. I, 109; colocación
utpote qui I, 247; utpote cum II, 356; en la frase I, 230, II, 110.
con participio I, 386. verto dat. I, 111; con signif. intrans.
utrum... an Π, 41; en or. inter, indir. I, 277; verti con signif. pas. y med.
Π, 179; utrum por num II, 42; utrum- I, 269; me verto I, 281.
ne... an II, 42; en or. inter, indir. Π, vertumnus I, 367.
180; utrumnam II, 42. verum II, 108; verum autem, verum
INDICE DE PALABRAS 55 7
vero Π, 108, 122, 126; colocación I, 47; ac. extens. I, 50; vixi perf.
en la frase II, 110. estado alcanzado negat. I, 297.
vescor abl. I, 134. vix = non II, 51; vix... cum II, 327.
vesperi I, 160. vixdum con participio I, 386.
vestior con signif. pas. y med. I, 269. vocabulum ac. relac. I, 50.
veto inf. I, 353; con inf. pas. sin suj. voco doble ac. I, 60; vocant suj. in-
expreso Π, 211; inf. ac. suj. Π, 221, deter. II, 9; vocor en función copu
cf. II, 209; vetor quin Π, 204. lat. II, 16.
vicem I, 54. volo (-are), volavi perf. estado alcan
viciniae (locat.) I, 160. zado negat. I, 297.
volo con inf. I, 352; con or. inf. Π,
victi part, sustant. I, 381.
219; volo esse sapiens I, 357; con
video con participio pres. I, 370; par
participio (factum volo, te monitum
ticipio perf. I, 376; con inf. I, 376,
voló) I, 377; con inf. pres, en vez de
cf. I, 223; video ne, video ne non II,
inf. fut. II, 213; con inf. perf. en vez
165; vide ne (en las prohibiciones) I,
de inf. pres. I, 356, II, 215; volo ut
338; vide ne = ‘quizá’ II, 165; video
II, 182, cf. Π, 220; venias volo II,
si Π, 177; vide, viden con or. interr.
128; volo scire con interr. indir. en
indir. en ind. II, 172; videas (subj.
ind. II, 172; volo con la acepción de
potencial con referencia a una pers.
malo (volo... quam) II, 309; volo
indet.) I, 325; videres (potencial de
más inf. en sustitución del fut. I, 345;
pas. referido a un pron·. indet.) I,
velle más inf. en vez de inf. fut. en
328; videro (= videbo) I, 304; videor
-urum II, 216.— Voluero sin indicar
signif. pas. y med. 1,269; en función
anterioridad en or. subordinada I,
copulat. II, 16, cf. I, 357; videor pas.
305, II, 152; velim I, 326; vellem I,
pers. II, 230; videtur constr. impers.
328-329.
Π, 231-232, cf. I, 350.
volontiers, fr. I, 39.
viduatus con abl. I, 122. voluntarius nom. adverbial I, 39.
vilis con abl. I, 141. voluntate abl. modo I, 132.
vina plur. pot sing. I, 27, cf. I, 30; volvor con signif. pas. y med. I, 269.
vini genit. partit. I, 81. vos I, 188-190; vestri, vestrum I, 190.
virtus con genit. (virtus continentiae) voveo or. inf. II, 222; ut II, 185.
I, 88. vox con genit. I, 88.
vis, vim ac. fosilizado I, 64; vi abl. vulneri esse I, 111.
modo I, 132.
viso si II, 177. Yagiie, esp., I, 42.
vivo vitam I, 46; aevum, Bacchanalia ya que, esp., II, 132.