Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Muchos creyentes fallamos en apreciar las RIQUEZAS que tenemos. Todo verdadero
creyente debería considerarse como un millonario espiritual. La Biblia dice que Cristo se
hizo pobre (y murió por nosotros) para que nosotros con Su pobreza fuésemos
ENRIQUECIDOS.
El creyente, como un hijo del Rey, muchas veces anda por ahí viviendo
desaprovechando lo que tiene, en vez de vivir como un príncipe. Dios quiere que
sepamos lo ricos que somos gracias a Su gracia: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Es lindo saber que ¡Nosotros hemos sido bendecidos
con toda bendición espiritual!