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CRECIENDO EN EL CONOCIMIENTO DE DIOS

Efesios 1:15-23

En este pasaje el apóstol Pablo tiene una urgente petición al Señor por los
hermanos en Éfeso, y esa petición es: “Que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación en el
conocimiento de Él” (Vs. 17) Antes de comenzar es importante explicar qué
significa esa frase, lamentablemente por nuestro contexto cultural esa frase
puede ser muy malinterpretada y llevar a doctrinas totalmente erradas.
Primero, cuando Pablo habla de “espíritu de sabiduría” no está hablando
de un ser incorpóreo que entra en nuestro cuerpo, nos da sabiduría y luego
se va; no es esa clase de espíritu. Ni tampoco se refiere al Espíritu Santo,
puesto que en el versículo 14 Pablo ha declarado que los Efesios, al ser
salvos, ya han sido sellados con el Espíritu Santo de la promesa, así que
tampoco se refiere al Espíritu Santo. La palabra espíritu en este contexto se
refiere a la disposición, o al ánimo que pueda tener una persona hacia algo,
como decir que una persona tiene un gran espíritu. Así que, se está
refiriendo a la disposición de los Efesios. De manera que parafraseando,
Pablo le está pidiendo a Dios que les dé a los Efesios disposición en obtener
sabiduría y revelación. Esa palabra también es necesario explicarla, puesto
que se puede confundir con revelación profética, la cual ya no existe en
estos días. Pablo no está hablando de revelación profética, la palabra
“revelación” significa “quitar el velo” o “descubrir”, una persona dice: “voy a
revelar un secreto” ¿Por qué revelar? Porque es algo que está oculto, que no
se conoce, y que ahora va a salir a la luz. Pablo está hablando de revelación
específicamente en cuanto al conocimiento de Dios, se está refiriendo a
conocer a Dios más profundamente en un conocimiento creciente. Así que
lo que Pablo le está pidiendo a Dios es que les dé a los Efesios la disposición
de conocerlo mejor y más profundamente. A eso es a lo que se refiere; y ese
es el tema central de este pasaje, “el conocer mejor a Dios”. Así que lo que
presenta la Palabra de Dios en este pasaje, que es lo que vamos a estudiar,
es

1. La Importancia de Conocer Mejor a Dios


2. El Propósito de Conocer Mejor a Dios
3. La Reacción que Produce en el Creyente Conocer Mejor a Dios
La Importancia de Conocer Mejor a Dios

Es importante para Pablo

El apóstol Pablo está presentando una petición a Dios con una gran sentido
de urgencia (Vs. 15-17), El versículo 16 dice: “no ceso de dar gracias por
vosotros haciendo memoria de vosotros en mis oraciones” Pablo no
dejaba, no paraba de hacer esta petición que es que conozcan mejor a Dios”.
Seguramente él le hacía muchas peticiones a Dios por las iglesias, pero esta
petición es tan importante que la presenta en su carta para que entendamos
cuán importante es conocer a Dios. Pablo presenta esta petición en todas
las cartas prisión, en Efesios, Filipenses, Colosenses y Filemón, rogándole a
Dios que los creyentes en todo el mundo crezcan en el conocimiento de
Dios. Así que no es algo insignificante, no es algo que carezca de
importancia, porque resulta tan importante para el apóstol Pablo que él
mismo reconoce en la carta a los Filipenses que todo en este mundo se
convierte en basura por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús.
Filipenses 3:7-8 Así que, para Pablo el conocer mejor a Dios era algo de
suma importancia.

Es Importante para Pedro

Pero no solo era importante para Pablo, Pedro termina su segunda carta
diciendo lo siguiente: “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a Él sea la gloria ahora y hasta el día
de la eternidad. Amén.” (2Pedro 3:18) El apóstol Pedro no presenta el
crecer en el conocimiento de Dios como una opción para el creyente, sino
como un mandato que el creyente debe cumplir, el creyente debe crecer en
el conocimiento de Dios.

Es Importante para Salomón

No solamente el conocer a Dios era importante para los hombres del Nuevo
Testamento, también lo era para los antiguos, Salomón escribe en sus
proverbios: “Hijo mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis
mandamientos dentro de ti, da oído a la sabiduría, inclina tu corazón al
entendimiento; porque si clamas a la inteligencia y alzas tu voz al
entendimiento, si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros
escondidos, entonces entenderás el temor de Jehová y descubrirás el
conocimiento de Dios” (Proverbios 2:1-5) Para Salomón el conocer a
Dios era más importante que toda la plata y tesoros del mundo.

Es Importante para Dios

De cualquier forma la importancia del conocer a Dios radica en que Dios es


glorificado en que sus hijos le conozcan cada vez mejor. Dios le dice a
Oseas: “Porque más me deleito en la misericordia que en el sacrificio, y
más me deleito en el conocimiento de Dios que en los holocaustos”
(Oseas 6:6) Dios se deleita en que lo conozcamos más profundamente a
Él. También le dice a Jeremías: “Más el que se gloríe, gloríese en esto: En
conocerme y en entenderme, que yo soy Jehová, que hago misericordia,
juicio y justicia sobre la tierra; porque estas cosas quiero dice Jehová”
(Jeremías 9:24) Por eso es realmente que crecer en el conocimiento de
Dios es tan importante, porque Dios es glorificado cuando le conocemos
mejor.

El Creyente Debe Conocer Mejor a Dios Cada Día

Por eso es que para Pablo era tan importante esa petición. Pablo suplicaba
que los creyentes conocieran cada vez más y más profundamente a Dios,
porque esa es la voluntad de Dios, que lo conozcamos cada vez mejor. Como
creyentes necesitamos conocer mejor Dios, debemos procurar cada día
conocerlo un poco más, ese debería ser un propósito diario de todo
creyente, el buscar conocer a Dios en Su palabra, hermanos, abran la
Palabra de Dios todos los días y búsquenlo allí, conózcanlo a través de la
Escritura, pídanle a Dios todos los días que les permita conocerlo un poco
más cada día, esa debe ser una petición diría para nosotros. Debemos
crecer en el conocimiento de Dios cada día, porque eso le glorifica y hemos
sido creados para la gloria de Dios.

El Propósito de Conocer Mejor a Dios

Así que el apóstol Pablo está presentando una petición con un gran sentido
de urgencia por nosotros los creyentes, el cual es que conozcamos mejor a
Dios, con un propósito, ese propósito está en el versículo 18 “alumbrando
los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis” ahí está el propósito, el
propósito es que sepamos, es decir, que entendamos perfectamente tres
cosas:

Saber Cuál es La Esperanza de Su Llamado (Vs.18)

Primeramente Pablo quiere que conozcamos mejor a Dios para que


entendamos cual es la esperanza del llamado de Dios. Al hablar de
“llamado” Pablo se refiere a la salvación, a lo largo del Nuevo Testamento la
salvación es presentada como un llamado en varias ocasiones, un llamado
de Dios para vida al hombre muerto. Sin embargo, el punto principal es que
conozcamos a Dios para que podamos saber cual es la esperanza que
tenemos a causa de la salvación. Pero ¿Cuál es la esperanza de la salvación?
Todos los creyentes saben que tienen una esperanza, pero según la Palabra
de Dios ¿Cuál es específicamente esa esperanza? Voy a usar tres versículos
para mostrarles cuál es específicamente esa esperanza que tenemos por ser
salvos.

1Juan 3:2-3 “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha


manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se
manifieste seremos semejantes a Él, porque le veremos tal y como Él es. Y
todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como
Él es puro.” Fíjense bien en qué es lo importante para Juan, Juan está
diciendo que cuando Cristo se manifieste seremos semejantes a Él porque
le veremos tal y como Él es, y esa esperanza debe hacer que nos
purifiquemos a nosotros mismos. La esperanza no es que seremos
semejantes a Cristo porque hay algo más allá de ser semejantes a Él, la
esperanza es que veremos a Cristo tal y como Él es. La razón por la que
seremos semejantes a Cristo es porque le vamos a ver tal y como Él es, si no
le vamos a ver tal y como Él es entonces el ser semejantes a Cristo no tiene
relevancia, no tiene sentido y no tiene fundamento. ¿De qué sirve ser
semejante a Cristo si no le voy a ver tal y como Él es? No tiene importancia.
Pero si tenemos la esperanza de que lo vamos a ver tal y como Él es
entonces es necesario ser semejantes a Él y por eso nos purificamos día a
día, no porque vamos a ser semejantes a Él, eso no depende de nosotros,
depende de Dios. La razón por la que nos purificamos cada día es porque
un día le vamos a ver tal y como Él es y sin esa santidad nadie verá al Señor.
2Tesalonicenses 1:10 “Cuando venga en aquel día para ser glorificado
por sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto
nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)” Pablo dice que Cristo
viene para ser glorificado y para ser admirado por los que creyeron, para
que lo veamos, para que por fin estemos con Él, esa es nuestra esperanza.

1Timoteo 1:1 “Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro


Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza” Este pasaje es muy
claro; Jesucristo mismo es nuestra esperanza, nada más, solo Cristo.

Es importante que entendamos cual es la esperanza que tenemos a causa de


nuestra salvación, si no sabemos cuál es nuestra esperanza entonces como
las esperamos. Es necesario que sepamos exactamente cuál es nuestra
esperanza. La primera parte del propósito de conocer mejor a Dios es que
sepamos cuál es nuestra esperanza.

Saber Cuáles son las Riquezas de la Gloria de Su Herencia en los


Santos (Vs. 18)

Primeramente quiero que notemos bien lo que dice la frase: “Y cuáles las
riquezas de la gloria de Su herencia en los santos” Su herencia, es decir, la
herencia de Dios en nosotros los santos, los creyentes. Lo que Pablo está
diciendo es que nosotros, los creyentes, somos la herencia de Dios. El
versículo 11 del mismo capítulo dice: “En Él también tuvimos herencia” el
término que usa Pablo para decir “tuvimos herencia” es “ekleróthemen”
que está en voz pasiva cuya traducción literal es “fuimos hechos heredad”.
La Biblia NET traduce: “En Cristo también hemos sido declarados como
posesión adquirida por Dios” Por eso es que en el versículo 14 dice: “que
es la arras de nuestra herencia para la redención de la posesión adquirida
para alabanza de Su gloria” Nosotros los creyentes, los hijos de Dios,
somos la herencia de Dios, pero ¿Herencia para qué? Es decir, ¿Qué hereda
Dios de nosotros? El versículo 12 dice: “A fin de que seamos para
alabanza de su gloria” La razón por la que nosotros somos la herencia de
Dios es porque vamos a ser hechos para la alabanza de la gloria de Dios, eso
es lo que Dios va a heredar de nosotros: alabanza de su gloria; por eso es
que somos su herencia. Ahora bien, esa herencia nos da algo que se llama
“riquezas de la gloria”, versículo 18 dice: “y cuáles las riquezas de la
gloria de Su herencia”, las riquezas de la gloria son las bendiciones infinitas
que recibimos por ser hijos de Dios, hay muchas bendiciones que tenemos
por ser hijos de Dios, pero en este contexto estamos hablando de unas
riquezas específicas. El versículo 14 dice: “[Nos dio al Espíritu Santo] que
es la arras de la herencia hasta la redención de la posesión adquirida [por
Dios] para alabanza de Su gloria.” Cuando nuestro cuerpo sea redimido,
sea transformado a un cuerpo glorioso sin pecado, entonces seremos para
la gloria de Dios, Romanos 8:29 dice: “A los que antes conoció también
los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de Su Hijo
para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos” El “prototokos” el
preeminente, cuando seamos transformados seremos para la gloria de Dios.
Así que, las riquezas de la gloria que tenemos como herencia, por ser
herencia de Dios, son que nuestro cuerpo será redimido, transformado, con
el fin de seamos para alabanza de la gloria de Dios. ¡Qué grandes riquezas!
Dios el ser absolutamente santo y justo será glorificado en nosotros simples
pecadores, ¡eso es increíble!

Saber Cuál es la Supereminente Grandeza de Su Poder


(Vs. 19-22a)

En tercer lugar Pablo quiere que conozcamos mejor a Dios para que
entendamos “cuál es la supereminente grandeza del poder de Dios”. ¿Cuál
es ese poder? Y ¿Qué tan grande es? Pablo nos da un ejemplo de ese poder
para que entendamos su grandeza en los versículos 20-22a dice: “El cual
operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino
también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies”
Recordemos que Cristo se despojó de su forma de Dios para tomar forma
de hombre, “siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como
cosa a qué aferrarse sino que ser despojó a sí mismo tomando forma de
siervo hecho semejante a los hombres”, esa es la humillación de Cristo que
se despojó de su forma de Dios, no de su deidad sino de su forma de Dios,
para hacerse carne y tomar forma humana. Ahora bien, cuando Cristo
muere Dios lo resucita y nuevamente lo exalta hasta lo sumo, Cristo se
humilló, pero Dios lo vuelve a exaltar, sentándolo en los lugares celestiales
a la diestra de Dios, sobre toda autoridad, poder y dominio tanto humanos
como espirituales, y le da un nombre que es sobre todo nombre de tal forma
que ningún otro nombre en toda la historia humana ni en la eternidad
pueda compararse al de Jesucristo y todas las cosas en el universo las
somete bajo Sus pies, ahora en forma humana. ¿Quién puede hacer tal
cosa? ¿Quién tiene la autoridad para dar semejante lugar en el universo?
¿Quién puede hacer que alguien sea exaltado de esa forma? Solamente Dios
a través de su poder, solamente un ser absolutamente poderoso puede
hacer al así. Realmente es un poder infinito el que tiene Dios, ninguna
autoridad o poder o dominio se le compara al poder de Dios, nadie en lo
absoluto puede resistirse al poder de Dios. Esa es la grandeza del poder de
Dios, por eso Pablo nos da este ejemplo para que veamos la supereminente
grandeza del poder de Dios. Sin embargo creo que Pablo quiere que no
centremos en esos cuatro versículos, el versículo 19 dice: “Cuál la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos”
¡Para nosotros los que creemos! El poder de Dios actúa a favor nuestro, un
poder infinito está puesto a nuestro servicio por ser los hijos de Dios. El
capítulo 3 versículo 20-21 “Y a Aquel que es poderosos para hacer
todas las cosas mucho más abundante de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros, a Él sea la gloria en la iglesia en
Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”

Así que lo que Pablo está pidiendo es que conozcamos mejor a Dios para
que sepamos, pero no simplemente saber como tener una idea, sino que
captemos y entendamos la magnitud de lo que significa la esperanza que
tenemos, las riquezas de la gloria y la grandeza del poder de Dios que actúa
para nosotros los que creemos. Ese es el propósito de conocer a Dios, que
entendamos la grandeza de Dios y la grandeza de sus promesas para
nosotros. Sin embargo allí no termina, porque al conocer a Dios y entender
todas esas maravillas, todo eso debe producir una reacción en nosotros. Y
¿Cuál es esa reacción?

La Reacción que Produce en el Creyente Conocer Mejor a Dios

Versículos 22-23 “Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud
de Aquel que todo lo llena en todo.” Miren lo que está diciendo Pablo: Todo
fue sometido bajo los pies de Cristo pero por encima de cualquier cosa Dios
le dio a Cristo a la iglesia como cabeza, y constituyó a la iglesia como el
cuerpo de Cristo, de manera que la iglesia permanezca llena de Cristo.
Cristo es cabeza de la iglesia, pero ¿Qué significa que Cristo sea cabeza de la
iglesia? A lo que se refiere esta analogía, porque no es algo literal, es a la
relación que hay entre Cristo y la iglesia. Cuando Pablo habla de Cristo
como la cabeza de la iglesia, y de la iglesia como el cuerpo de Cristo, se
refiere a la relación que hay entre Cristo y la iglesia. Pero ¿Qué implica esa
relación?

Efesios 5:23 “Porque el marido es cabeza de la mujer así como Cristo es


cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador” Lo primero
que implica que Cristo es nuestro Salvador

Efesios 5:25 “Maridos amad a vuestras esposas como Cristo amó a la


iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” Segundo, implica que Cristo nos
ama hasta el punto que se entregó, entregó su forma de Dios y se humilló,
entregó su vida por nosotros, dio también su cuerpo porque nos ama.

Efesios 5:26 “Para santificarla habiéndola purificado en el lavamiento


del agua por la palabra” Tercero implica que Cristo es nuestra
santificación.

Efesios 5:27 “A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que


no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante sino que fuese santa y sin
mancha” Cuarto implica que Cristo es nuestra glorificación.

Efesios 5:29-30 “Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino


que la sustenta y la cuida como también Cristo a la iglesia, porque somos
miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” Quinto implica que
Cristo es nuestro sustentador y nuestro guardián, puesto que somos su
cuerpo, su carne y sus huesos.

En otras palabras, la relación entre Cristo y la iglesia es de absoluta y


completa dependencia a Cristo. Esa es la relación, nosotros al ser el
cuerpo de Cristo dependemos completamente de Él, porque Él es nuestro
Salvador, Él es nuestra santificación, nuestra glorificación, nuestro
sustentador, nuestro guardián, Él nos ama. El hecho que Cristo se la Cabeza
de la iglesia hace que dependamos absoluta y completamente de Él.

Miren esto tan interesante: Pablo comienza escribiendo su petición al


Señor, la cual es que crezcamos en el conocimiento de Dios, luego explica el
propósito de conocer mejor a Dios y termina hablando de que Cristo es la
Cabeza de la iglesia, es decir, no tiene una conclusión específica, parece
como si cambiara de tema. Pero en realidad no es así. Primeramente Pablo
nos muestra su deseo de que crezcamos en el conocimiento de Dios, y luego
nos explica el propósito de crecer en el conocimiento de Dios y eso hace que
Pablo termine reconociendo la absoluta dependencia de la iglesia hacia
Cristo, ¡Esa es la reacción que produce en el creyente el conocer mejor a
Dios! absoluta dependencia a Cristo. A medida que el creyente va creciendo
en el conocimiento de Dios, va entendiendo cada vez más la magnitud de la
esperanza que tenemos en Cristo, y va entendiendo mejor las
impresionantes riquezas que tenemos en la gloria, y comprende mejor cuán
grande es el poder de Dios que actúa a favor nuestro, y mientras crece más,
se aferra más y más a esas promesas y entonces se produce una absoluta
dependencia de Cristo, porque Él nos sustenta y nos cuida, Él nos salva, nos
santifica y nos glorificará y Él nos ama. Entonces el creyente cae postrado
ante el Señor, no puede hacer más que depender de Él, y Cristo lo llena y lo
satisface completamente.

Conclusión

Hermano, ¡dependa de Cristo!, no trate de vivir como si usted fuera


autosuficiente, no trate de ser autónomo en su vida, no trate de vivir su vida
solo, no va a poder lograr nada, porque usted depende de Dios
absolutamente, pero no va a poder reconocer esa dependencia absoluta si
usted no crece en el conocimiento de Dios. Conozca a Dios mejor cada día y
entonces va a depender más y más de Él.

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