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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Manejo Integrado de Enfermedades.


Taller 2. Control Biológico Citrus canker.
Liceth Baquero; Camila Benavides; Freddy Cáceres.

1.1 Características del patógeno


● Agente causal: Xanthomonas citri subsp. citri (Xcc) y X. fuscans subsp. aurantifolii
● Morfología: X. citri es una bacteria gram negativa, con forma de bastón (1.5-2.0 x 0.5-0.75
μm) y presenta un solo flagelo polar; es una bacteria aeróbica obligada, las colonias crecen en
medio de cultivo agar y glucosa, con consistencia mucoide de color amarillo cremoso debido
al pigmento xantomonadina que producen, presenta colonias convexas, circulares, semi-
translúcidas y con margen regular. La temperatura máxima de crecimiento es de 35-39 °C,
siendo la óptima de 28-30 °C. Poseen metabolismo oxidativo de la glucosa, catalasa positiva,
Kovacs oxidasa negativa o débil, reducción de nitratos negativa, no utiliza asparagina como
fuente de carbono y nitrógeno simultáneamente, realizan hidrólisis de almidón y caseína,
Tween 80 y aesculina con reacción positiva. La gelatina y pectatos son licuados por la bacteria,
requiere de metionina o cisteína para desarrollarse y el crecimiento es inhibido por 0.02% de
cloruro de trifeniltetrazolium (Goto, 1990) citado por SENASICA, 2019.
● Hábito: Hemibiótrofas.
1.2 Ciclo de la enfermedad: El chancro de
los cítricos pueden ocurrir durante todo el
año y afectar plántulas y árboles jóvenes,
principalmente en verano y otoño. A partir
de las fuentes de inóculo primario (plantas
sintomáticas, yemas para injerto infectadas y
herramientas de trabajo infectadas). El CC
(Cancro de los cítricos), es una enfermedad
grave donde la lluvia y las temperaturas
cálidas son frecuentes durante el periodo de
aparición de brotes y desarrollo temprano de
la fruta. Se produce la primera infección
durante la estación de crecimiento, dando
lugar a la formación de lesiones
características (sinavimo, 2020). Dichas
lesiones están embebidas en una sustancia
pegajosa que el agua se encarga de diluir; de
este modo, la bacteria fluye desde la lesión
quedando en las gotitas de agua que son dispersadas por el viento; en este caso, el viento tiene una doble
función ya que arrastra la gota de agua acompañada por la bacteria a árboles cercanos a la planta enferma
pero, además, provoca una presión en el tejido sano que hace que se forme una columna líquida que
permite su paso por el estoma en forma directa dando origen a una nueva lesión. La bacteria penetra
por aberturas naturales (estomas, lenticelas) aunque igualmente importantes son las heridas mecánicas
producidas por el viento, espinas, heladas, incluso las que provoca la larva del minador de la hoja de
los cítricos (Phyllocnistis citrella) que, al dejar al descubierto el mesófilo de la hoja, establece una nueva
puerta de entrada para la bacteria. Así como el viento y la lluvia cumplen un rol epidemiológico clave
en la dispersión de la bacteria el material de injertación está involucrado en el transporte a larga
distancia. Las lesiones del año que se generan, como resultado de la primera infección se convierten en
fuentes de inóculo secundario, a partir de las cuales se producen las sucesivas re-infecciones que
diseminan la enfermedad en la misma planta y en árboles vecinos, generando una típica enfermedad
policíclica (Fig. 1). Casi todas las infecciones se producen en hojas y tallos dentro de las 6 semanas
después de haber iniciado el crecimiento. El momento más crítico de infección de los frutos es 90 días
después de la caída de los pétalos. A los pocos días de infectar a un huésped compatible, provoca los
síntomas característicos de hipertrofia e hiperplasia (Aguirre et al., 2018).
La bacteria sobrevive en lesiones ubicadas en brotes vegetativos, las cuales forman la principal fuente
de inóculo para ciclos de cultivo de años posteriores.
● Condiciones favorables: El principal vector es el hombre ya que promueve su diseminación a
larga distancia a través del transporte de plantas completas o partes de plantas, como yemas
infectadas, movimiento de maquinaria de lotes sanos a infectados (Scattolin, 2012). Lluvias con
vientos fuertes (superiores a 28 km/h) en primavera y verano. Temperaturas entre 21 y 34° C
(SENASICA, 2019). Presencia de heridas en hojas y frutos. Presencia del minador de las hojas
de los cítricos que coloca los huevos en el envés de los brotes nuevos, una humedad relativa
mayor a 70% y una mojadura de hoja de 4 a 6 horas. En condiciones climáticas óptimas los
periodos de incubación son generalmente 5-7 días (Ayres, 2001).
● Sintomatología: Las lesiones que brotan y consisten en células hiperplásicas que rodean un
centro hundido de células colapsadas muertas. Las lesiones en las hojas y los frutos a menudo
tienen un margen empapado de agua, rodeado por un halo clorótico, que son diferentes a las
lesiones del tallo no tienen halo clorótico, y a medida que avanza en el tiempo las lesiones CC
crecen en diámetro y se vuelven marrones con una apariencia de corcho (Schubert et al., 2001)
En hojas: Las lesiones aparecen entre 5–7 días con temperaturas cálidas entre 82ºF–86ºF en
condiciones de humedad. Los primeros síntomas de la hoja aparecen como lesiones pequeñas
en forma de ampolla levantada. Cuando las lesiones de la hoja son jóvenes, el halo amarillo es
más prominente. A medida que las lesiones envejecen, éstas se vuelven bronceadas de un color
marrón y el margen acuoso luce rodeado por un anillo o halo amarillo. El centro de la lesión se
levanta y es de consistencia similar al corcho. Normalmente, las lesiones son visibles en ambos
lados de la hoja (Zekr et al., 2019).
Lesiones en tallo y ramas. Normalmente, las lesiones del tallo indican que se ha presentado
una infección durante, al menos, un año. Éstas sirven como depósito de inóculo persistente y
son capaces de producir inóculo por hasta cuatro años. Cuando se producen en los tejidos
leñosos éstos tienen el mismo color que la rama pero con una elevación similar a una verruga.
Los síntomas en la rama y en la fruta son similares y consisten en lesiones acorchadas, elevadas,
de un marrón o negro oscuro, rodeadas por un margen aceitoso o acuoso. A medida que las
lesiones maduran toman un aspecto de costra o de corcho (Zekr et al., 2019).
Lesiones en la fruta. Las lesiones jóvenes son elevadas similares a una ampolla, bronceadas y
pueden estar rodeadas de un halo amarillo en función de la madurez del fruto. Con el
envejecimiento de las lesiones, éstas se vuelven de color marrón oscuro a negro, hundidas y
acorchadas’ y pueden tener un halo amarillo. Las lesiones viejas suelen tener una apariencia
gris. Generalmente las lesiones son circulares y varían en tamaño. Las lesiones causan manchas
y la caída prematura del fruto, reduciendo así el rendimiento de la producción de fruta. La
calidad interna de la fruta no se ve afectada (Zekr et al., 2019).
1.3 Condiciones agroecológicas
X. Citri es una bacteria hemibiotrófa capaz de infectar frutos, hojas y ramas de la planta
(Gottwald,2002). La temperatura óptima para el desarrollo de los síntomas es de 28-30º (Vernière
2003), las temperaturas bajas ejercen un efecto negativo sobre este patógeno, la velocidad del viento de
28 km/h facilita su dispersión y propagación (Graham, 1992).
Se tiene un lote de veinte hectáreas ubicado en la provincia Jujuy de Argentina, en este lote se realizó
una siembra de Naranja (Citrus sinensis var. Washington), manejaron semillas certificadas, el inicio
del cultivo se realizó en la finalización de invierno, incio de primera donde contaban con las siguientes
condiciones agroclimáticas, temporadas de lluvias, cielo parcialmente nublado, temperaturas entre 10 -
28ºC, suelos profundos, con una textura franco-arcillosa, buena aireación y alta retención de agua,
cuenta con un relieve de valles.

El cultivo actualmente se encuentra en 60 ddps, empezando una época de sequía con temperaturas
máximas de 28- 30ºC Y mínimas de 18- 20ºC.

En este lote durante los últimos cinco años no se ha realizado rotación de cultivos, se tiene reportes de
que el último sembrío de Naranja Citrus sinensis, presentó problemas con el manejo fitosanitario, ya
que durante el desarrollo del cultivo notaron la presencia de Xanthomonas citri subsp. citri (Xcc).

1.4 Características de los hospedantes


Según el Instituto Colombiano Agropecuario ICA (2002), se conocen hospederos en la familia Rutaceae
de los géneros Citrus sp, Fortunella spp. (F. japonica, F.margarita), Severinia buxifolia y Swinglea
glutinosa. En forma general: pomelos (Citrus paradisi); limas ácidas (Citrus aurantifolia) que son
altamente susceptibles. Naranjas agrias (Citrus aurantium); limones (Citrus limon); y naranjas dulces
(Citrus sinensis) son moderadamente susceptibles; mandarinas (Citrus reticulata) son moderadamente
tolerantes.
Aún no hay registro de trasmisión de CC en semillas (Gottwald et al., 2002), pero se sabe que el tejido
vegetal inmaduro de los cítricos es más susceptible a CC. Los árboles recién plantados son más
susceptibles porque la producción de hojas es más frecuente y representa una mayor proporción del
volumen del dosel en relación con los árboles más maduros (Behlau et al., 2010a ; Leite y Mohan, 1990;
en Ference et al., 2018). Se menciona también un agente que puede aumentar incidencia o exagerar los
efectos de la enfermedad como lo es insecto minador de las hojas de los cítricos, Phyllocnistis citrella
(CLM) que prefieren el consumo de este tipo de tejidos.

2. Opciones de control biológico


La CC es una enfermedad en los cítricos, que causa grandes pérdidas económicas en el sector agrario,
una de las alternativas para su control fitosanitario, es la implementación de variedades resistentes al
chancro de los cítricos ya que es un medio eficaz y ecológico para el manejo de la enfermedad. Pero el
desarrollo de variedades resistentes es laborioso, requiere mucho tiempo y no está ampliamente
disponible. Por eso hay varias opciones, culturales, químicas y biológicas para el manejo fitosanitario
de CC.
Los endófitos son componentes importantes en los ecosistemas de plantas y microbios ( Li et
al., 2012 ) y pueden servir como recursos ambientalmente sostenibles para el control del
chancro de los cítricos. Los aislados de EB (Bacterias endófitas) son conocidos por sus
relaciones beneficiosas con las plantas huésped y su actividad antagonista contra los patógenos
de las plantas (Rosenblueth y Martínez-Romero, 2006 ).
● Opción 1. Bacillus thuringiensis
Según estudios donde fueron aislados Bacillus thuringiensis por sus actividades antagónicas
contra tres cepas Xcc de tipo salvaje y seis resistentes a la estreptomicina. Los aislamientos
TbL-22 y TbL-26, inhibieron todas las cepas Xcc salvajes y resistentes. TbL-22 ejerció la
mayor actividad antagonista contra Xcc W3 y XccM6, manera similar, el uso de De manera
similar, el extracto de acetato de etilo de TbL-22 mostró las zonas de inhibición más altas, pues
la microscopía electrónica de barrido reveló que las membranas celulares de Xcc tratadas con
extracto de acetato de etilo de TbL-22 se rompieron, lisaron e hincharon. Entonces, B.
thuringiensis TbL-22 puede controlar de manera efectiva y sostenible el cáncer de cítricos
resistente a la estreptomicina. Según el montaje experimental, dependiendo de la cepa de Xcc
las concentraciones bactericidas mínimas (MBC) en extracto de acetato de etilo, van desde
1.25mg /ml a valores superiores a 5 mg/ml, por tanto, al corresponder a una medida mínima
para obtener efectos positivos, en tanto no se conozca la cepa de Xcc atacante, se debe usar de
forma estimada el valor mínimo superior (más de 5 mg/ml), para inocular el material vegetal
con este biocontrolador.
● Opción 2. Pseudomonas Putida
Sun et al., 2017 realizaron un estudio de control biológico recogiendo un aislado bacteriano, A1, del
suelo de la rizosfera de maní cultivado. Basado en su secuencia de ARNr 16S, este aislado se identificó
como una cepa de Pseudomonas putida. A1 mostró actividad antimicrobiana contra varias bacterias
patógenas de plantas, incluyendo Ralstonia solanacearum, Xanthomonas oryzae pv. oryzae, X. o. pv.
oryzicola y X. citri subsp. citri al ser aplicado al suelo en una concentración de 1×10^8 CFU/mL. En
las evaluaciones del potencial de biocontrol del marchitamiento bacteriano del tomate, éste aislado
retrasó la aparición de síntomas de marchitamiento durante 4 días y redujo la gravedad de la
enfermedad. En general, los resultados indican que P. putida A1 podría ser un agente de control
biológico eficaz para las enfermedades transmitidas por el suelo de las plantas.
● Opción 3. Bacillus subtilis
Das et al., realizaron en 2019, un experimento en el campo de un agricultor (huerta de lima ácida),
Nadia, Bengala Occidental, utilizando una cepa inhibidora de Bacillus subtilis (S-12) durante 2009-
2010. Una sola pulverización de suspensión acuosa (2,7 x 10^9 UFC / ml) de células bacterianas se
extendió en 5 lotes (6 números de plantas / lote) de plantas manteniendo 4 lotes sin pulverizar. El
porcentaje de índice de enfermedad (PDI) se registró durante todo el año en cada mes usando la escala
0-4 de plantas tratadas y no tratadas. La PDI inicial también se tomó antes de una semana de
pulverización. Una sola pulverización de la suspensión bacteriana durante la temporada alta para la
enfermedad que se produce en julio ha provocado una disminución satisfactoria de la enfermedad. Se
registró una fuerte disminución de la enfermedad a los 20 días después del tratamiento, lo que indica
que las bacterias formadoras de esporas podrían haber tomado el control de las superficies de las hojas
de las plantas.
● Opción 4. Pseudomonas aeruginosa
Spago et al., 2014 realizaron un estudio acerca de la bioactividad de los compuestos producidos por
Pseudomonas aeruginosa (cepa LN), contra tres especies de Xanthomonas. El estudio se hizo en
condiciones de invernadero y utilizando microscopía electrónica. Las fracciones con actividad
antibiótica se probaron in vivo en condiciones de invernadero y se probaron contra Xanthomonas
axonopodis pv. malvacearum, X. axonopodis pv. phaseoli y X. axonopodis pv. citri y se evaluó su
bioactividad. Las fracciones semipurificadas controlaron enfermedades bacterianas causadas por
Xanthomonas spp. cuando se rocía sobre plantas en condiciones de invernadero. Los datos sugieren que
las fracciones fueron efectivas y tienen potencial como alternativa a los bactericidas convencionales en
el control de enfermedades de las plantas causadas por Xanthomonas sp en condiciones de invernadero.
● Opción 5. Control cultural.
Para este tipo de control se debe realizar un control preventivo manteniendo
● Opción 6. Control físico.
La presencia de barreras físicas como cercas vivas es fundamental para proteger el cultivo de posibles
infecciones traídas por el viento.

3. Plan de manejo.
● Previo a la presencia de la enfermedad: Se recomienda un control cultural en el cual se
aplicarían cinco de los seis principios de manejo integrado de enfermedades. Los cuales serían:
Exclusión: Evitar la introducción del inóculo realizando la desinfección de la ropa, botas y
herramientas de trabajo antes y después de entrar al lote. La desinfección de las herramientas
de trabajo una vez se pase de un árbol a otro para evitar el posible contagio. Se recomienda
restringir el ingreso de personal diferente a los obreros que mantienen el cultivo con el fin de
evitar el ingreso de este y otros patógenos al cultivo.
Erradicación: Se recomienda retirar todos los residuos de cosecha presentes en el lote para
evitar fuentes de inóculo e infecciones a corto plazo. También se recomienda la aplicación de
Pseudomonas Putida a una concentración de 1x10^8 UFC/mL. Esto con el fin de eliminar el
posible inóculo que haya quedado presente luego de haber retirado los residuos de cosecha.
Resistencia: Para el establecimiento del cultivo se hizo uso de semilla certificada.
Protección: Para evitar el contagio por medio del viento se recomienda realizar la siembra de
cercas vivas que cumplan la función de barrera física y no permitan la llegada de fuertes
corrientes de viento que puedan contener microgotas infectadas con la bacteria. También se
recomienda hacer la aplicación de Bacillus subtilis a las plantas. Pues está demostrado que
fomentan el desarrollo y crecimiento de las mismas, y ayuda al engrosamiento de la cutícula.
Además de tener un papel antagónico muy importante para Xcc.
● Enfermedad
Terapia: Se recomienda la aplicación de Pseudomonas aeruginosa y Bacillus subtilis a una
concentración de 1x0^8 UFC/mL sobre las lesiones de las plantas cada dos o tres semanas
dependiendo de las condiciones climáticas y la precipitación. Si se presenta una mayor
precipitación se recomienda hacer las aplicaciones cada dos semanas, de lo contrario cada tres.
● Posterior a la cosecha
Se recomienda la inoculación con Pseudomonas aeruginosa, tanto al suelo como a la parte
aérea de la planta, con 1 kg/ha, al menos dos veces al año de un producto con concentración de
1x10^9 UFC/g, según lo especificado en el vademecum de productos fitosanitarios de Terralia
en México, para mantener alta la presión de inóculo y protegido el cultivo para las siguientes
cosechas ante posible propagación de Xcc, en residuos de cosecha y labores culturales.
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