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Texto argumentativo

Integrantes.
Karen Emilse Núñez Miranda
Claudia María Hernández Díaz
Policarpa Bueno Díaz

Docente
Nubia Hernández Flórez

Electiva Profesional II del grupo 2

Corporación universitaria del caribe (CECAR)


Facultad de Humanidades y Educación
Programa de psicología
Sincelejo-Sucre
2020
POR UNA COLOMBIA CON EQUIDAD SIEMPRE

El modelo inclusivo podríamos decir que está basado bajo el modelo social de discapacidad,
el cual surge como reacción al modelo de déficit, quien considera la deficiencia como una
enfermedad, lo cual a su vez, promueve la exclusión tanto del ámbito escolar como del social
(Dueñas Buey, 2010). Bajo estas premisas se empiezan a consolidar los derechos humanos, en
particular el derecho a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la diversidad, esta
evolución da paso al surgimiento y uso del término inclusión (Dueñas Buey, 2010). En otras
palabras, con la aparición del termino se abre paso al proceso de integración y su extensión a

diferentes campos de la vida como el social, laboral, familiar, etc.

Existen situaciones en el aula de clases donde se evidencian rasgos de discriminación, quizá


sin intención a opinión de las instituciones y maestros, pues afirman que el problema radica en
las capacidades del educando y no en la forma de enseñar. Es difícil no afirmar que existen
dificultades de aprendizaje donde el proceso educativo sigue siendo el convencional, pues la
educación clásica se mantiene y con ella sus dificultades internas. En la actualidad, se indica que
los “niños problemas” no funcionan, y que sus fallas obedecen a cuestiones neuronales y
genéticas en el peor de los casos. Sin embargo, y aunque son niños normales, se les ha
rotulado por sus dificultades en el proceso de aprendizaje, los ponen en desventajas sin tener
en cuenta que tienen su propio estilo, velocidad, gustos y formas de aprender.

Todos los participantes en el proceso educativo se ven inmersos en un contexto que se


desvincula un instante de su forma de ver el mundo, en especial con el niño con problemas de
aprendizaje, este contexto desvinculado está lejos de ser lo que el educando necesita. Es por
eso que los estudiantes con dificultades de aprendizaje, necesitan espacios más acordes y
acomodados a sus necesidades especiales. Para Kirk (1963) citado en Fiuza & Fernández (2014)
las dificultades de aprendizaje deben cumplir criterios precisos como: “ discrepancia entre el potencial

de aprendizaje y la ejecución, retrasos académicos no explicados por deficiencias sensoriales,


intelectuales o factores culturales o instruccionales y que el aprendizaje no puede realizarse
mediante los métodos ordinarios, por lo que han de introducirse otros métodos especiales de
instrucción” (p. 21).
Es así como los espacios convencionales de educación pueden resultar crueles, pues su
metodología de enseñanza se basa y se fundamenta en una sola manera de enseñar y de
aprender: la clásica. Imparten métodos que resultan desiguales, que complican el aprendizaje
de sujetos con necesidades educativas especiales. Metodologías obsoletas donde importa solo
el resultado y no el proceso de aprendizaje, en las que no se tiene en cuenta que es
precisamente ese proceso el que permite mejores resultados en el desarrollo del estudiante.
Desde un punto de vista subjetivo, se hace necesario que estas modalidades cambien y sean
equitativas, comprensivas, no discriminatorias y que trabajen teniendo priorizando la
individualización y bajo la igual de estudiantes con necesidades educativas especiales frente a
sus iguales.

El PIAR (Planes individuales de ajustes razonables) puede convertirse en la mejor


herramienta de intervención, pues se basada en modelos de caracterización que permiten a la
institución y docente ajustar el currículo a una manera individualizada, proponiendo cumplir a
cabalidad lo requerido por el estudiante de acuerdo a su edad y grado de escolarización. El PIAR
puede generar situaciones de igualdad dentro del aula de clase, estas a su vez permiten que el
contexto escolar pueda mejore y contribuya al correcto aprendizaje del estudiante. Es por eso,
la importancia de adaptar esta herramienta institucional a las necesidades educativas de cada
educando, es decir, abrir las puestas a una educación inclusiva que elimine las barreras de las
limitaciones físicas, cognitivas, sociales de cada niño y el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Lo anterior, es fundamental en el proceso de trabajo que busca crear ambientes educativos


propicios tanto para maestros, como para estudiantes, donde se elimine todo tipo de
discriminación y se fortalezcan las herramientas que permitan que los niños tengan acceso a la
misma calidad de aprendizaje. Para esta propuesta es necesario el trabajo en equipo, tanto
administrativos, docentes y estudiantes deben fijar la mirada en un proceso inclusivo y de
calidad. Estrategias como los modelos de intervención educativa y la adaptación del currículo
institucional, pueden permitir que la formación de estudiantes se imparta de una manera
integral, basada en los fortalecimientos de habilidades y competencias, que permitan al
estudiante adquirir un aprendizaje exitoso y que garantice su funcionalidad social.
En este sentido, el Ministerio de educación nacional ha creado lineamientos que imponen a
las instituciones educativas brindar una educación inclusiva, una educación sin estigmas y
prejuicios. Una educación que incentive acciones y estrategias para el fortalecimiento del
enfoque diferencial en el acceso, permanencia y condiciones de calidad de los estudiantes
provenientes de “Población Víctima, Población con discapacidad, Grupos étnicos – indígenas,
comunidades negras, Rrom, Población de Frontera” (Minieducación, 2014). Este tipo de
educación, busca que estudiantes con algún tipo de discapacidad ya sea física, psicológica,
cognitiva, entre otras, tenga las mismas garantías que los estudiantes que no presentan este
tipo de dificultades.

Para lograr estos objetivos, las instituciones deben plantearse la adaptación curricular como
estrategia y método que permite una adaptación también de los contenidos temáticos, con el
propósito de combatir la desigualdad en el proceso de aprendizaje. Otro método o estrategia
institucional son los modelos de caracterización educativa, los cuales son una herramienta que
apoya al docente en la realización de nuevas estrategias para educar, asimismo le permiten
obtener un perfil de las competencias, fortalezas, debilidades de los estudiantes con
problemas de aprendizaje.

Estas herramientas pueden contribuir en el fortalecimiento de los diversos ámbitos del


estudiante (intelectual, social, psicológico, cognitivo, conductual y de adaptación al entorno) y a
la su vez, le permite al docente tener conocimientos sobre las necesidades del estudiante
cuando presente alguna dificultad en su proceso de aprendizaje. Modelos como el
multidimensional (García-Cepero & Velasco, 2020) explica el funcionamiento humano
basándose en que las deficiencias no radican en la persona, sino en limitaciones de otros
contextos como el social, cultural, académico, etc.

Este modelo abarca diversas dimensiones como la adaptiva, esta permite que el estudiante
adquiera todas aquellas habilidades “conceptuales, sociales y prácticas” que le permitan
desarrollar competencias comunicativas. De igual forma, abarca dimensiones relacionadas con
habilidades intelectuales, pues contribuye a que el estudiante se adapte y seleccione elementos
dentro de su contexto escolar para la resolución de problemas de la vida cotidiana. Este
modelo contribuye a generar un pensamiento flexible y crítico, mientas que la dimensión en
salud, permite promover y vigilar el estado físico- mental del estudiante, con la finalidad que
desarrolle sus actividades académicas. Por último, el modelo multidimensional abarca la
dimensión de participación y contexto, la cual hace alusión al vínculo que se forja con su
entorno: compañeros, docentes, padres de familia.

Por otro lado, el modelo de calidad de vida (García-Cepero & Velasco, 2020) busca el logro
de diversas metas, a través de la identificación de las necesidades de cada individuo, mediante
la planificación de estrategias. El Modelo de Calidad de Vida trabaja ocho dimensiones:
bienestar emocional, bienestar físico, bienestar material, relaciones interpersonales, derechos,
inclusión social, autodeterminación y desarrollo personal (García-Cepero & Velasco, 2020). Sin
embargo, modelos como el de capacidades se fundamenta en capacidades y fortalezas
individuales, aquí cada persona es libre de mostrar sus habilidades positivas de acuerdo a la
situación presentada. Es así como los modelos explicativos pueden ser herramientas a utilizar
en los contextos educativos, pues permiten el estudio y caracterización individual de los
alumnos.

En resumen, la educación y los espacios inclusivos, deben en primera instancias buscar


herramientas factibles que permitan promover la igual, la tolerancia, la educación de calidad, la
no discriminación y lo más importante, la accesibilidad y permanencia del individuo, esto último
en relaciona a la educación. El PIAR se convierte en primera instancia, en la herramienta más
factible para promover la educación inclusiva, en conjunto con la psicología educativa pueden
crear espacios y ambientes propicios que fomenten las capacidades de estudiantes con
dificultades de aprendizaje. De igual forma, la utilización de los modelos antes descritos,
pueden contribuir con el fortalecimiento de la motivación, la individualización, el respeto, la
igualdad y la convivencia dentro de los contextos educativos.
Referencias

Fiuza, M. J., & Fernández, M. P. (2014). Dificultades de aprendizaje y trastornos del desarrollo. Manual
didáctico, Madrid: Ediciones Pirámide. Recuperado de:
file:///C:/Users/lilis/Downloads/LIBRO%20DIFICULTADES%20DE%20APRENDIZAJE%20Y
%20TRASTORNOS%20DEL%20DESARROLLO.pdf

Minieducación. (23 de marzo de 2014). Minieducación. Recuperado de Minieducación:


https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-340146.html?_noredirect=1

García-Cepero, M. C., & Velasco, J. I. (2020). Hacia una comprensión de las aproximaciones
institucionales a los estudiantes con capacidades y talentos excepcionales: primeros
pasos para incluirlos en la escuela. Revista Colombiana de Educación, 1(79). Recuperado
de: https://bibliotecadigital.mineduc.cl/bitstream/handle/20.500.12365/610/MONO-
523.pdf

Dueñas Buey, M. L. (2010). Educación inclusiva= Inclusive Education. Recuperado de:


https://www.redalyc.org/pdf/3382/338230785016.pdf

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