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Derechos humanos, Sistema europeo de

Felipe Gómez Isa

El sistema europeo para la protección de los derechos humanos, en el


ámbito del Consejo de Europa, es el sistema regional más antiguo y el
que mayor grado de evolución y de perfección ha alcanzado. Ello viene
motivado fundamentalmente por la relativa homogeneidad política de los
Estados europeos y por su avance alcanzado en el campo de los derechos
humanos. El sistema comenzó su andadura en 1950, con la aprobación
del Convenio Europeo de Derechos Humanos, instrumento destinado a la
protección de los derechos civiles y políticos. Por su parte, los derechos
de carácter socioeconómico tuvieron que esperar hasta 1961, año en el
que se adoptó la Carta Social Europea. Además, como vamos a ver, los
mecanismos de protección establecidos en uno y otro Convenio van a ser
notablemente diferentes.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos ha instaurado el sistema de


control y de supervisión de los derechos humanos más evolucionado que
existe hasta la actualidad, con un órgano de naturaleza jurisdiccional,
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo, como
auténtico árbitro del sistema. Hasta 1998 existían básicamente dos
órganos de control, la Comisión Europea de Derechos Humanos y el
Tribunal, pero tras la entrada en vigor del Protocolo nº 11 al Convenio en
noviembre de 1998, que prevé la supresión de la Comisión como filtro de
las demandas, el procedimiento se ha judicializado, planteándose a partir
de entonces todas las demandas directamente ante el Tribunal (Arriaga y
Zoco, 1998:23 y ss.).

Los mecanismos de control del cumplimiento del Convenio por parte de


los Estados son básicamente tres: a) Los informes que, a requerimiento
del Secretario General del Consejo de Europa, todo Estado miembro
deberá suministrar dando las explicaciones pertinentes sobre la manera
en que su Derecho interno asegura la aplicación efectiva de las
disposiciones del Convenio. Se trata de un mecanismo de escasa
relevancia. b) Las demandas interestatales, o denuncia de uno o varios
Estados miembros contra otro por incumplimiento del Convenio. A
diferencia de lo que ocurre en otros sistemas, en el Convenio Europeo sí
ha tenido relevancia en determinados casos, como el de la demanda de
varios países contra Grecia por el golpe de Estado de los coroneles y las
consiguientes violaciones de derechos humanos, o la de Irlanda contra
Gran Bretaña por las técnicas de interrogatorio utilizadas con miembros
del IRA, calificadas por el Tribunal Europeo como actos de malos tratos.
c) Las demandas individuales, que constituyen el mecanismo más
importante mediante el que cualquier persona, ong[ONG, REDES
DE, ONG (ORGANIZACIÓN NOGUBERNAMENTAL)] o grupo de particulares que se
consideren víctima de una violación de sus derechos humanos puede
plantear una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Las demandas individuales son primero examinadas para comprobar que


cumplen los requisitos de admisibilidad, entre otros: el haber agotado los
recursos en su propio país, no haber sometido el caso a otra instancia
internacional de investigación o arreglo, y que la demanda se presente en
los seis meses siguientes a la fecha de resolución definitiva en el ámbito
interno. Una vez admitida la demanda, pasa a una Sala compuesta por
siete jueces, que buscarán un arreglo amistoso entre la víctima y el
Estado demandado, en cuyo caso dictarán una resolución recogiendo el
acuerdo. En caso contrario, se inicia un procedimiento contencioso que
acaba con una sentencia definitiva y de obligado cumplimiento para el
Estado. El órgano que vela por este cumplimiento es el Comité de
Ministros del Consejo de Europa, órgano compuesto por los Ministros de
Asuntos Exteriores de los países miembros del Consejo de Europa.

Estas sentencias desempeñan un papel fundamental en el sistema


europeo. Además de su vinculatoriedad para los Estados, ejercen una
influencia cada vez mayor en la jurisprudencia de los tribunales internos
en materia de derechos humanos: así, por ejemplo, el Tribunal
Constitucional español hace referencias cada vez más frecuentes en sus
sentencias sobre derechos humanos a la jurisprudencia de Estrasburgo
como fundamento de la suya propia. Por otro lado, como fruto de algunas
de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, se han
llevado a cabo modificaciones legislativas importantes en alguno de los
Estados miembros del Convenio Europeo. La última de ellas es la
modificación, a finales de 1999, de la legislación británica sobre las
fuerzas armadas para permitir la entrada en el Ejército británico de
homosexuales tras una decisión del Tribunal de Estrasburgo condenando
a Gran Bretaña por discriminación en sus fuerzas armadas.

Además de la función contenciosa que acabamos de ver, el Tribunal


Europeo de Derechos Humanos también puede llevar a cabo una función
de carácter consultivo en todos los asuntos relativos a la interpretación y
aplicación del Convenio Europeo de Derechos Humanos que le sean
sometidos.

Por su parte, la Carta Social Europea recoge los principales derechos de


carácter económico y social y, a diferencia de lo que ocurre en el Convenio
Europeo de Derechos Humanos, no establece un sistema judicial de
control del cumplimiento por parte de los Estados de sus principales
disposiciones. Entre los derechos de la segunda generación más
importantes contenidos en la Carta Social Europea figuran, entre otros, el
derecho a: el trabajo (art. 1), organizarse para la defensa de intereses
económicos y sociales (art. 5), la negociación colectiva (art. 6), la
seguridad social (art. 12), la asistencia social y médica (art. 13), la
protección social, jurídica y económica de la familia (art. 16), y la
protección y asistencia por parte de los trabajadores migrantes y sus
familias (art. 19). De estos siete artículos, los Estados Partes tienen que
aceptar al menos cinco de ellos y no menos de 10 de los derechos
recogidos en toda la Parte II de la Carta. Se trata así de un sistema
flexible, que no obliga al Estado a aceptar todos los derechos de la Carta.

En cambio, el único sistema de protección que se va a establecer es un


sistema de informes que tienen que presentar los Estados sobre cómo
están llevando a cabo las disposiciones de la Carta. Tras el examen de
cada informe por un Comité de Expertos independientes, éste envía sus
conclusiones al Comité Social del Consejo de Europa, quien las revisa y
presenta sus propias conclusiones ante la Asamblea Parlamentaria y el
Comité de Ministros del Consejo de Europa. Este último es quien formula
las recomendaciones a cada Estado Parte. Como vemos, se trata de un
mecanismo sumamente débil, con un grado mínimo de control y presión
sobre los Estados en cuanto a los derechos económicos y sociales. Por
esta razón, diversas voces llevan reclamando desde hace varios años la
aprobación de un Protocolo Facultativo sobre derechos económicos y
sociales al Convenio Europeo de Derechos Humanos, a fin de equiparar
esos derechos con los civiles y políticos en cuanto a sus mecanismos de
control, y abriendo la puerta a una cierta judicialización de aquéllos. Sin
embargo, estas propuestas no han sido atendidas, por lo que perduran
unas grandes diferencias entre ambos tipos de derechos. F. G.

Bibliografía

• Arriaga, I. y C. Zoco (1998), "El nuevo Tribunal Europeo de


Derechos Humanos: de proyecto a realidad", Revista de la Liga
Española para la Defensa de los Derechos del Hombre, vol. 1, pp.
23-38.
• Delmas-Marty, M. (ed.) (1992), The European Convention for the
Protection of Human Rights, Martinus Nijhoff Publishers, Dordrecht
(Países Bajos).
• García Jiménez, M. E. (1998), El Convenio Europeo de Derechos
Humanos en el umbral del siglo XXI, Tirant Lo Blanch, Valencia.
• Heffernan, L. (ed.) (1994), Human Rights. A European
Perspective, The Round Hall Press, Portland.
• Jacobs, F. G. y R. C. A. White (1996), The European Convention
on Human Rights, Clarendon, Oxford.
• Pariente de Prada, J. I. (1995), "El Sistema Europeo de protección
de los derechos humanos: el Consejo de Europa", en Fernández de
Casadevante, C. (coord.), Lecciones de Derechos Humanos.
Aspectos de Derecho Internacional y de Derecho Español, Librería
Carmelo, San Sebastián, pp. 89-144.
• Pettiti, L. E., E. Decaux y P. H. Imbert (1995), La Convention
Européene des Droits de l'Homme, Economica, París.

Ver Otros

• Defensa de derechos humanos


• Pactos internacionales de derechos humanos
• Sistema africano/interamericano de derechos humanos

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• Derechos

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