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Vinculaciones de medios de comunicación y procesos políticos latinoamericanos

Trabajo Práctico N°4


Relaciones Medios Masivos de Comunicación - Estado
Y Nuevas Regulaciones.

La nueva ley de servicios de comunicación audiovisual, en Argentina se


sancionó en un contexto de alto grado de concentración, que se caracterizó
por un poder casi monopólico de los multimedios y la marginación de las
organizaciones sin fines de lucro.

Esta historia venia de lejos. Históricamente, en nuestro país las


reglamentaciones sobre las comunicaciones, fueron en cuestiones
puntuales, en base a decisiones coyunturales, tomadas en función de las
situaciones políticas y económicas de los diferentes momentos.
Así por ejemplo, la propiedad de canales televisivos se mantuvo en manos
estatales, en parte, debido a sus dos principales características: una
concentración geográfica (sistema de productoras y emisoras de cabecera
agrupadas en Capital Federal; y su cercana relación con el sistema político
y el gobierno en general). Fue el decreto-ley 22.285, conocida como Ley de
Radiodifusión, originaria de 1980 durante la última dictadura militar, donde
se sentaron las bases para privatizaciones de medios. Lo cual se concreta
nueve años después, en el gobierno democrático de Carlos Menem, en
alianza con sectores oligopólicos nacionales e internacionales.
Se tomaron dos medidas que definieron la nueva realidad de este ámbito,
transformando la estructura, propiedad y distribución de las industrias
culturales, principalmente las relacionadas con las telecomunicaciones y la
radiodifusión, e incluso modificando las concepciones organizacionales de
las mismas.
Desde una economía globalizada la generación y distribución de la
información obtiene una posición estratégica en los procesos productivos y
comerciales, esto aunado a la política neoliberal de ubicar al Estado a favor
de intereses de clase respecto de las políticas comunicacionales, llevó a la
defensa de los intereses corporativos privados del sector.
Por un lado, en el marco de la llamada Ley de Reforma del Estado (23.696),
se decidió la modificación del artículo 45º de la Ley de Radiodifusión y se
configuró lo que terminaría siendo la privatización y venta a capitales
extranjeros de medios de comunicación y circulación de información
estatales, como también de servicios de telecomunicaciones. Fue como
repartir una torta en la que hubo muchas porciones para las grandes
empresas y nada para las organizaciones sin fines de lucro (más allá de que
en el 2005 el Congreso Nacional permitió a las personas jurídicas sin fines
de lucro ser titulares de licencias de radiodifusión, pero con algunas
restricciones).
Por otro lado, se impulsó un decreto que sólo vino a dar un marco legal a
una situación que ya existía de hecho: la gran concentración de la
propiedad de los medios. Algunos de los puntos incluidos en el decreto
fueron:
* El ingreso de capitales extranjeros: se autoriza para los casos de capitales
de países con Tratados de Reciprocidad firmados con la Argentina y se
elimina el requisito de diez años de residencia para socios extranjeros.
* Se amplía el número de licencias por operador de 4 a 24 en el país,
facilitando la concentración en pocos operadores (multimedios).
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* Se autorizan las cadenas permanentes de transmisión, lo que significó la


posibilidad de programar un solo producto para todo el país al mismo
tiempo.
* Se elimina la restricción publicitaria horaria de 12 y 14 minutos para
televisión y radio, respectivamente, autorizando su distribución en bloques
de tres a seis horas de programación.
* Se autorizan las transferencias de licencias facilitando la compra-venta de
medios y haciendo muy difícil el seguimiento de los compromisos de los
licenciatarios al servicio.

La articulación de todos estos elementos, favoreció el desarrollo del proceso


de concentración de la propiedad de medios. Este cuadro de situación se
completaba con otros procesos que contribuyeron a su conformación, como
la creciente extranjerización del sector de las comunicaciones y la expansión
de los principales grupos a todo el país, junto a su avance hacia otros países
de la región. Se articuló una regulación de la comunicación con un proyecto
económico-político, pero completamente ajeno a criterios de políticas
culturales. En este marco, estas corporaciones mediáticas se constituyeron
como actores principales en las tomas de decisiones, conformando también
el curso de un pensamiento único que apuntó a la homogeneización de
textos y sentidos.

A partir de este proceso, hoy tenemos en nuestro país una gran cantidad
de canales, emisoras de radios, medios gráficos e incluso agencias de
noticias, que pertenecen a un reducido grupo de corporaciones de capitales
nacionales y extranjeros. Y a esto hay que agregar que en su mayoría estos
grupos de emparentan entre sí, reduciéndose a un minúsculo grupo de
propietarios. Claro ejemplo de ello son los dos grupos económicos
principales1, que concentran la mayor parte de los medios de comunicación:
el Grupo Clarín y el Grupo Uno Vila- Manzano.
El origen del Grupo Clarín en realidad se remite a la fundación del diario del
mismo nombre, en la década del 40. En 1977, junto a los periódicos La
Nación y La Razón, además del Estado, compran Papel Prensa. 2 Su incursión
en la radio y la TV recién se produjo a mediados de la década del 80, con la
compra de Radio Mitre y, desde allí, inició un proceso de expansión que aún
continúa. Su diversificación en negocios e inversiones va mucho más allá de
lo estrictamente comunicacional, incluyendo constructoras, financieras y
cajas de retiro, entre otras inversiones.

Las consecuencias que estos procesos de concentración, y la estructura del


sector de las comunicaciones tienen sobre la libre circulación de la
información y el derecho a la libertad de información son innegables.
El poder que concentran estos grupos amenaza seriamente los requisitos
mínimos para la garantía de las libertades democráticas, y esto no es ajeno
a la sociedad civil.3

1
No se puede dejar de nombrar también al grupo Telefónica, grupo Ávila, Hadad, Vigil, grupo Diario La
Nación, grupo Televisa, etc. (http://la-pelota-no-dobla.blogspot.com/ )
2
logrando luego el monopolio de la distribución de la materia prima de sus competidores, una de las
razones por las que está hoy en disputa judicial con el gobierno de Cristina F. Kirchner.
3
El blog Siglo XXI del sociólogo Ricardo Rouvier se publica en agosto del 2008 el resultado de una
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Desde el Estado argentino, la delineación de políticas de comunicación,


fueron marcadas por la ausencia de debate, tanto social como político, o el
acuerdo con intereses corporativos hegemónicos, cerrando la posibilidad de
la discusión de dichas políticas y menos aún modificaciones a una lógica
mediática de mercado que se transformó en pilar del discurso político. Si
bien ya con el retorno a la democracia, en 1983, el gobierno de Raúl
Alfonsín, hubo un intento de constituir políticas de medios, enmarcados en
los derechos sociales, los condicionamientos económicos y políticos del
momento, más la oposición de empresarios del área, hicieron que no se
lograra ninguna modificación importante a la legislación existente.

Es en este marco, que después de más de 50 proyectos de ley, y de un


continuo trabajo de militancia de las organizaciones de la sociedad civil, en
agosto de 2009, el actual gobierno de Cristina F. Kirchner presenta un
proyecto de ley basado en veintiún puntos presentados por la Coalición por
una Radiodifusión Democrática en 2004. El mismo fue debatido en 24 foros
que se desarrollaron en distintos puntos del país con la participación de
diversos sectores. Así en octubre del mismo año, se sanciona la Ley 26.522
de Servicios de Comunicación Audiovisual, que viene a desplazar a la Ley de
Radiodifusión.

Veamos ahora los puntos principales que establece.

1) Democratización y universalización
La regulación de los servicios de comunicación audiovisual en toda
Argentina y el desarrollo de mecanismos destinados a la promoción,
desconcentración y fomento de la competencia tienen como fines el
abaratamiento, la democratización y la universalización de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación. Se garantiza así el derecho
humano universal a la información y a la libertad de expresión como lo
prevé la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La ley anterior limita la libertad de expresión a las necesidades de la
Seguridad Nacional debido a que fue sancionada en el gobierno de facto.

2) Servicios de interés público


Se considera a la comunicación audiovisual una actividad social de interés
público, de carácter esencial para el desarrollo sociocultural de la población.

3) Órganos colegiados
Se establece la creación de la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual, que tiene como función la aplicación, la
interpretación y el cumplimiento de la ley. Dirigido por un órgano colegiado,
la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación
Audiovisual, compuesto por representantes de la legislatura nacional, de la
primera, segunda y tercera minoría y representantes del Poder Ejecutivo
Nacional. También establece un Consejo multisectorial y participativo
integrado por miembros de las Universidades, de las Asociaciones sin fines

encuesta nacional que muestra una reacción negativa de la opinión pública a la concentración de la
propiedad de medios de comunicación. En la misma la opinión pública expresa como peligrosa la
concentración de medios no solo porque resulta un monopolio sino porque entiende que podría manipular
la información e influir en la opinión pública en general. (http://www.ricardorouvier.com.ar/blog/)
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de lucro, de los trabajadores, etc.


La norma anterior establecía que el organismo que regula a la radio y
televisión está integrado por militares, servicios de inteligencia y
empresarios.

4) Desmonopolización
Con el fin de impedir la formación de monopolios y oligopolios, la ley pone
límites a la concentración, fijando topes a la cantidad de licencias y por tipo
de medio. Un mismo concesionario sólo puede tener una licencia de servicio
de comunicación audiovisual sobre soporte satelital; hasta 10 señales
sonoras, de televisión abierta o cable (la ley actual permite que una persona
sea dueña de 24) y hasta 24 licencias de radiodifusión por suscripción. A
ningún operador se le permite que dé servicios a más del 35 por ciento del
total de la población del país o de los abonados, en el caso que
corresponda. Por otra parte, quien maneje un canal de televisión abierta no
puede ser dueño de una empresa de distribución de TV por cable en la
misma localidad, y viceversa. También se impide que las compañías
telefónicas brinden servicios de televisión por cable. Se promueve así el
pluralismo del espectro y de los servicios de Comunicación Audiovisual.

5) Titulares de las licencias


Para ser titular de una licencia se ponderarán criterios de idoneidad y de
arraigo en la actividad. Excluirá a quienes hayan sido funcionarios
jerárquicos de gobiernos de facto, atendiendo a la importancia de los
medios en la construcción del Estado de Derecho y la vida democrática.
Cuando el prestador del servicio fuera una sociedad comercial deberá tener
un capital social de origen nacional, permitiéndose la participación de capital
extranjero sólo de hasta un máximo del 30% del capital accionario.  
La ley anterior exigía requisitos personales basados en la posesión de
riqueza y preferencia de aspectos patrimoniales.

6) Participación de cooperativas
Se permite la participación de cooperativas, siempre y cuando se garantice
una porción del mercado a un competidor.

7) Plazo de las licencias


La operación de los medios audiovisuales se hace por sistema de licencias y
las mismas durarán diez años (hoy son por 15) y se pueden prorrogar por
diez años más, previa realización de audiencias públicas. Quienes hayan
obtenido una renovación o prórroga, no podrán solicitar una nueva
extensión de plazo por ningún título.
Al mismo tiempo esas licencias serán controladas cada dos años, para evitar
que con la incorporación de nuevas tecnologías -la digitalización- un
licenciatario multiplique sus señales, generando un nuevo modo de
concentración.

8) Más contenidos nacionales


Los servicios de televisión abierta deben emitir un mínimo del 60% de
producción nacional; con un mínimo del 30% de producción propia que
incluya informativos locales.
Los servicios de televisión por cable no satelital deben incluir como mínimo
una señal de producción local propia. También deberán incluir en su grilla
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de señales originadas en países del MERCOSUR y en países


latinoamericanos.
Las radios privadas deben emitir un mínimo de 50% de producción propia,
que incluya noticieros o informativos locales. El 30% de la música emitida
debe ser de origen nacional.

9) Más voces de la sociedad civil


Se reserva el 33% de las localizaciones radioeléctricas planificadas, en
todas las bandas de radiodifusión sonora y de televisión terrestres, en todas
las áreas de cobertura, para las organizaciones sin fines de lucro. Además,
los pueblos originarios serán autorizados para la instalación y
funcionamiento de radios AM y FM y así como de señales de televisión
abierta.

Así también se han generado cambios en relación a la igualdad de


oportunidades para personas con capacidades sensoriales, en el acceso
universal a transmisiones deportivas, cambios en el ordenamiento de las
grillas de programación (se deberá ordenar las señales de forma que todas
las que correspondan al mismo rubro de programación se encuentren
ubicadas en forma correlativa), y por primera vez se establece una cuota de
pantalla al cine nacional, entre otros cambios.

Lo cierto es que esta nueva ley está poniendo de cabeza el actual mapa de
medios en la Argentina. Se prevé que en este período los grupos más
importantes del país modifiquen su estructura de funcionamiento actual y se
desprendan de señales de radio, cable y TV abierta; achiquen sus
audiencias y cambien el origen y calidad de sus contenidos a medida que
sea efectiva la puesta en marcha de la nueva legislación y su
normativización.

Este nuevo mapa de medios será un desafío para los principales


multimedios del país, así, por ejemplo, el grupo Clarín debería elegir si se
queda con El Trece o Cablevisión/Multicanal, y en caso de priorizar la
distribuidora de cable, sólo podría retener una señal propia entre TN,
Volver, TyC o Magazine. Además de esto, estará obligado a renunciar a un
gran número de abonados, ya que no puede llegar a más del 35% del
mercado. Esta situación la viven también otros grupos que deberán elegir
entre retener la señal abierta o la distribuidora de cable (grupo Uno –
Vila/Manzano, GDN – Grupo De Narváez, etc.

El caso de la radiofonía es similar, allí un caso interesante es el grupo


cordobés Cadena 3 que tendrá que decidir que hacer con sus más de 20
señales de radio en todo el país, que en muchos casos son repetidoras
locales de una misma señal principal. Lo que le suma otro problema, porque
la ley establece que sólo el 30% de la programación podrá ser en red. El
resto deberían ser contenidos propios de cada AM o FM.
Respecto a los grupos extranjeros de medios, la ley los obliga a
desprenderse del 70% de su paquete accionario el plazo máximo de un año.

Pero también hay modificaciones en los contenidos, que obligará a cambiar


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el perfil de emisoras radiales, como televisivas, ya que la ley indica la


obligación de que las radios emitan 30% de música nacional y un 10% de
producción independiente.

En medio de todos estos cambios y a un año de sancionada la ley restan


cuestiones por discutir y verificar en cuanto a eficiencia de la ley en si, y las
oposiciones y resistencias a la misma no son menores. Por indicar uno de
los problemas, el seguimiento oficial de la ley en la Comisión Bicameral.
Como indicara Gustavo Bulla, periodista a cargo de la Dirección Nacional de
Supervisión y Evaluación de la AFSCA. (Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual, organismo que reemplaza al anterior COMFER)
no se han nominado a los dos directores, por la 2da y 3era minoría, que les
corresponde en la Autoridad de Aplicación y en RTA (Radio y Televisión
Argentina, empresa pública que administra los medios de comunicación
estatales). Además, la Comisión Bicameral debe elegir el Defensor del
Público de los Medios Audiovisuales de la Nación, esto no se ha podido
realizar, porque los partidos de la oposición no se han integrado aun.
Existen dos puestos en RTA para criticar, poner en cuestión, disputar e
incluso hacer denuncias sobre posibles desmanejos en los medios estatales
y “(…) sin embargo, prefieren, entendemos que por una línea bajada por los
principales grupos de medios, principalmente Clarín, restarle legitimidad a
la Ley no sentándose.” 4

Esto es parte del escenario político social en el que entra en vigencia la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual, donde está presente el juego de
presiones para una implementación de la misma en función de los intereses
públicos pero también respondiendo estos juegos a intereses tanto políticos
como económicos desde la oposición política como mediática. Se han
entablado disputas explícitas como implícitas por el poder del espacio
mediático, y esto se evidencia de forma más visible, en el tratamiento de
los acontecimientos políticos, sociales, económicos, etc., en la titulación de
las noticias de diferentes medios, principalmente de aquellos más afectados
y sus allegados (Grupo Clarín), en informaciones y contra informaciones
dadas por medios allegados a los grupos mediáticos y por otra parte por
medios estatales o allegados al gobierno. Ejemplo de ello son los
tratamientos de noticias tales como la  cancelación de la licencia de un
proveedor de Internet (caso Fibertel/Cablevisión), y el reciente caso de las
denuncias hechas por el Estado sobre la adquisición de la empresa Papel
Prensa S.A. (única proveedora en el país de papel para diarios,  insumo
esencial de la prensa). Desde los grupos perjudicados se escuchan
denuncias sobre manejo tendencioso de la propaganda oficial, la ley  de
medios, el control del acceso a la información, el manejo militante de los
medios públicos y la multiplicación de los medios paraoficiales; desde el
gobierno se escuchan defensas a la libertad de prensa y expresión, de “(…)
favorecer la competitividad de la economía y la seguridad jurídica y para
ello es necesario que no haya grupos o intereses monopólicos (…)”5.
4
Bulla, Gustavo, en ENTREVISTA A GUSTAVO BULLA: “Hay que pensar en cómo se arma un medio
popular”, Esc. Cs. Información, UNC, Córdoba, 2010.
5
Discurso de la Presidente Cristina F. Kirchner en un almuerzo con dueños y editores de medios de todo
el país en la residencia de Olivos en septiembre de este año, en el que se presentó un anteproyecto de ley
de marco regulatorio para la producción del papel para diarios. (http://www.argentina.ar/_es/pais/C4475-
papel-prensa-la-verdad.php)
Vinculaciones de medios de comunicación y procesos políticos latinoamericanos

En esta puja de poder, la sociedad civil no puede quedar atrapada en un rol


único de espectador, es necesario trabajar desde los diferentes ámbitos de
la sociedad civil, organizaciones sociales, universidades, instituciones
diversas, para una aplicación correcta de la legislación, para ampliar y
mantener la participación ciudadana en este tipo de decisiones y en
instancias de contralor del ejercicio de los servicios de comunicación
audiovisual como derecho social que es. Como indicara el ex Director
General de Telesur, el periodista Aram Aharonian, “se acaba el tiempo de la
“denunciología y hay que prepararse para lo que viene (…) Hay que generar
nuevos contenidos y apropiarse de las tecnologías”6 y ello para dar lugar a
nuevos discursos, alternativas y opciones de información para una sociedad
más participativa e inclusiva.

Bibliografía

Albornoz, L. A.; Castillo, J.; Hernández, P.; Mastrini, G. y Postolski, G. “La


política a los pies del mercado: la comunicación en la Argentina de la
década del 90”. En Bolaño, Cesar, Globalización y monopolios en la
comunicación: hacia una economía política de la comunicación. 1º ed.
Biblos, Buenos Aires, 1999, pp. 135/150 en Apunte de Cátedra Teorías de la
Comunicación I 2º parte 2010.

Bulla, Gustavo, en ENTREVISTA A GUSTAVO BULLA: “Hay que pensar en


cómo se arma un medio popular”, Esc. Cs. Información, UNC, Córdoba,
2010.

http://www.argentina.ar/_es/pais/C2396-nueva-ley-de-medios-punto-por-
punto.php

http://www.argentina.ar/_es/pais/C4475-papel-prensa-la-verdad.php

http://www.clarin.com/politica/historia-inventada-quedarse-Papel-
Prensa_0_322767914.html

http://la-pelota-no-dobla.blogspot.com/

http://www.ricardorouvier.com.ar/blog/

Florencia Jeifetz
Sofía Stefan

6
Aram Aharonian, en el cierre de Talleres de Comunicación Popular: Cómo Poner en Marcha una
Emisora Popular, Esc. Cs. De la Información, UNC, Córdoba, 2010.

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