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LEONARDO FIGUEREDO GAONA C/ GERONIMO MANUEL LAVIOSA GONZALEZ Y

OTROS S/ INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR RESPONSABILIDAD


EXTRACONTRACTUAL

A.I. Nº : 463

ASUNCION, 22 de Setiembre de 2017

VISTOS: Los recursos de apelación y nulidad interpuestos por el Procurador General


de la República, Abg. Roberto Moreno (Mat. Nº 8.541) en representación del Estado
Paraguayo, por el Abg. Aldo Enrique Benítez Cabrera (Mat. Nº 9.882), en representación de
Gustavo Adolfo Paniagua Formigli, y por el Abg. Ramiro Baltazar Piris Da Motta (Mat. Nº
9.883), en representación de Raúl Humberto Fanego Seitz, Liz Antonia Ovelar Flores y
Sergio Rodríguez Duré contra los puntos 3 y 4 del A.I. Nº 394 del 21 de agosto de 2017,
dictado por este Tribunal; así como por el Abg. Pablo Lezcano Ferreira (Mat. Nº 3.864), por
derecho propio y en representación de Víctor Alfredo Brítez Chamorro, Gerónimo Manuel
Laviosa González, Rafael Vázquez Torres, Manuela Balcazar de Aquino, Tranquilino
Escobar Alarcón, Vicente Sosa Peralta, Basilio Cristóbal Sartorio Fernández, Antonia
Rolón de Villagra y Mario Aníbal Velázquez Florentín contra los puntos 1, 3 y 4 del A.I. Nº
394 del 21 de agosto de 2017.

CONSIDERANDO:

Que los puntos recurridos del citado auto interlocutorio resuelven cuanto sigue: "1.
Declarar la NULIDAD PARCIAL del A.I. Nº 1.576 del 2 de diciembre de 2015 por citra petita, y
en consecuencia, dictar resolución sustitutiva en el sentido de RECHAZAR la excepción de
falta de legitimación activa opuesta como previa y de especial pronunciamiento por los
codemandados Pablo Lezcano Ferreira, Gerónimo Manuel Laviosa G., Rafael Vázquez
Torres, Mario Aníbal Velázquez Florentín, Tranquilino Escobar Alarcón, Basilio Cristóbal
Sartorio Fernández, Vicente Sosa Peralta, Antonia Rolón de Villagra, Manuela Balcázar
Aquino y Víctor Alfredo Brítez Chamorro, a raíz de los fundamentos expuestos en la presente
resolución; imponiéndose las COSTAS en el orden causado en lo respectivo al recurso de
nulidad... 3. REVOCAR los apartados segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo del A.I.
Nº 1.576 del 2 de diciembre de 2015, dictado por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y
Comercial del 7º Turno; y en consecuencia, RECHAZAR la excepción de falta de legitimación
pasiva opuesta como previa y de especial pronunciamiento por los codemandados Liz Antonia
Ovelar Flores, Raúl Humberto Mariano Fanego Seits, Sergio Adolfo Rodríguez Dure, Gustavo
Adolfo Paniagua Formigli, Pablo Lezcano Ferreira, Gerónimo Manuel Laviosa G., Rafael
Vázquez Torres, Mario Aníbal Velázquez Florentín, Tranquilino Escobar Alarcón, Basilio
Cristóbal Sartorio Fernández, Vicente Sosa Peralta, Antonia Rolón de Villagra, Manuela
Balcázar Aquino, Víctor Alfredo Brítez Chamorro y el Estado Paraguayo. 4. IMPONER las
COSTAS a la parte perdidosa en lo respectivo al recurso de apelación...".

El art. 28 ap. 2º de la Ley 879/81 del C.O.J., modificado por el art. 1 de la Ley Nº
963/82 dispone: "La Corte Suprema de Justicia... 2. Entenderá por vía de apelación y nulidad:
a) de las sentencias definitivas dictadas por el Tribunal de Cuentas y de las de los Tribunales
de Apelación que modifiquen o revoquen las de Primera Instancia; conforme a las
disposiciones de los códigos Procesales y a las leyes respectivas; b) de las resoluciones
originarias de los Tribunales de Apelación en lo Civil, Comercial y Criminal y de Cuentas...".

Por su parte, con respecto a la procedencia de la apelación ante la Corte, el art. 403
del C.P.C. dispone: "El recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia se concederá
contra la sentencia definitiva del Tribunal de Apelación que revoque o modifique la de primera
instancia. En este último caso será materia de recurso sólo lo que hubiere sido objeto de
modificación y dentro del límite de lo modificado. Contra las sentencias recaídas en los
procesos ejecutivos, posesorios y, en general, en aquellos que admiten un juicio posterior, no
se da este recurso. Procederá también contra las resoluciones originarias del Tribunal de
Apelación que causen gravamen irreparable o decidan incidente.".

La expresión literal de la norma procesal limita la concesión del recurso de apelación


interpuesto en segunda instancia contra las resoluciones aquí dictadas, a dos casos: (1) a la
sentencia definitiva, toda vez que revoque o modifique la de primera instancia, y (2) a las
resoluciones que sean originarias del Tribunal de Apelación, toda vez que causen gravamen
irreparable o decidan incidente.

El segundo supuesto no produce mayores inconvenientes, puesto que circunscribe la


concesión del citado recurso a ser atendido ante la máxima instancia judicial a las
resoluciones originarias del Tribunal de Apelación. Pues bien, éstas constituyen
pronunciamientos a peticiones propuestas a decisión del juzgador recién en esta
instancia, y no en pronunciamientos que haya realizado el Tribunal de cuestiones propuestas
al a quo y que no hayan sido resueltas por éste, ya sea por omisión o por haber resuelto una
cuestión que excluye la consideración de otra u otras subsidiarias o subordinadas; como
contrariamente se piensa.

Para que estas resoluciones originarias sean objeto de apelación deben causar
gravamen irreparable o resolver incidentes.

El gravamen que una resolución puede ocasionar consiste, en términos generales, en


la disconformidad entre lo peticionado y lo decidido, toda vez que en esta discordancia, el
origen del perjuicio se encuentre en la injusticia de la resolución y en su falta de adecuación a
derecho. Este gravamen se torna irreparable cuando una vez consentida, sus efectos no
pueden subsanarse en el curso ulterior del procedimiento[1].

En lo que respecta al segundo punto, pese a la claridad de la norma, consideramos


prudente expresar que la misma contempla a las resoluciones de cuestiones accesorias al
proceso principal que sobrevienen en el curso de éste en esta instancia, y que, siendo o no
esenciales a su normal desarrollo y resolución , tiene con él conexiones objetivas o subjetivas.

Ahora, es en el primer supuesto de concesión del recurso de apelación interpuesto en


esta instancia donde debemos detenernos. Como se dijo, la norma dispone que el recurso
debe ser concedido contra la sentencia definitiva del Tribunal de Apelación, toda vez que
revoque o modifique la de primera instancia.

La cuestión a dilucidar aquí radica en la interpretación de la expresión "contra la


sentencia del Tribunal de Apelación que revoque o modifique la de primera instancia".

Interpretada literalmente esta expresión, podría resultar que la concesión del recurso en
esta Alzada se limita a las resoluciones que revistan la forma de sentencias definitivas
dictadas luego de la tramitación completa de los procesos, como acto judicial que pone fin a
los mismos o impide su continuación.

Sin embargo, como ya hemos sostenido en fallos anteriores, existen resoluciones -


específicamente autos interlocutorios- que si bien no tienen forma de sentencia definitiva,
ponen fin al proceso, por lo que puede decirse que las mismas tienen "fuerza de definitiva" o
"carácter" de tal. Ello se da, por ejemplo, cuando se revoca una resolución de primera
instancia, resolviéndose la acogida de una excepción perentoria opuesta como previa y de
especial pronunciamiento en un juicio ordinario, circunstancia que implica -lógicamente- que
no se pueda volver a promover un juicio idéntico. Este tipo de resoluciones encuentra
referencias puntuales en la ley en los arts. 133 inc. "j", 558, 686 inc. "e" del C.P.C.

En el caso de autos, la resolución dictada en esta instancia y que ahora es objeto del
recurso de apelación trata de un auto interlocutorio. Los puntos recurridos son el primero (que
resuelve declarar la nulidad parcial del A.I. impugnado, rechazar una excepción de falta de
legitimación activa e imponer costas en lo referente al recurso de nulidad), el tercero (que
resuelve revocar parcialmente el A.I. dictado en la instancia originaria y al mismo tiempo
rechaza una excepción de falta de legitimación pasiva) y el cuarto (que resuelve sobre la
imposición de costas en el recurso de apelación).

En lo referente a los puntos primero y tercero, los apelantes manifiestan cuanto sigue:
"la decisión sobre la falta de acción... de haber sido confirmatoria, habría tenido carácter de
definitiva". En esta alegación los recurrentes tienen razón, sin embargo, los puntos
impugnados resuelven lo contrario, motivo por el cual no se enmarcan dentro de las
previsiones establecidas en la ley.

Pues bien, dijimos que contra un auto interlocutorio que resuelve cuestiones no
originadas de esta instancia podía interponerse recurso de apelación a ser atendido ante la
máxima instancia judicial, siempre y cuando éste tenga "fuerza de sentencia definitiva".

En el caso de autos, ello hubiese sucedido -tal como expresan los apelantes- si la
resolución impugnada revocara la de primera instancia, haciendo lugar a la excepción
perentoria; sin embargo, en el caso se dio la situación inversa; circunstancia que torna
inapelable en esta instancia a la resolución, puesto que no pone fin al proceso ni impide su
continuación, no se priva al interesado de remedios legales ulteriores para la defensa de sus
derechos, puesto que éstos son susceptibles de discutirse eficazmente en el curso del
procedimiento; por lo que la resolución apelada no tiene carácter de definitiva.
Por otra parte, en lo que respecta al punto cuatro, los recurrentes alegan que el mismo
constituye una "decisión originaria" del Tribunal.

Al respecto sostenemos que esta alegación es errónea, puesto que la condena en


costas integra el contenido decisorio del fallo, constituyen un accesorio de la decisión de
fondo, a cuyo pronunciamiento el juzgador está incluso obligado de oficio. Así pues, cuando la
alzada revisa la decisión de fondo, también necesariamente debe atender las condenaciones
accesorias referidas a las costas. Quiere decir que, cuando se pronuncia en alzada sobre las
costas en el marco de los recursos de apelación y nulidad, dicho pronunciamiento significa e
importa la doble instancia que prevé la ley procesal, lo que -lógicamente- significa que la
cuestión no es originaria de esta instancia.

En consecuencia, no corresponde otorgar los recursos interpuestos contra el mismo, de


conformidad con las disposiciones citadas.

Por tanto, el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, Sexta Sala;

RESUELVE:

1. DENEGAR la concesión de los recursos de apelación y nulidad interpuestos por los Abgs.
Roberto Moreno (Mat. Nº 8.541), Aldo Enrique Benítez Cabrera (Mat. Nº 9.882) y Ramiro
Baltazar Piris Da Motta (Mat. Nº 9.883) contra los puntos 3 y 4 del A.I. Nº 394 del 21 de
agosto de 2017; así como por el Abg. Pablo Lezcano Ferreira (Mat. Nº 3.864), contra los
puntos 1, 3 y 4 del A.I. Nº 394 del 21 de agosto de 2017 dictado por este Tribunal, por los
motivos expuestos en la presente resolución.

2. Anotar, registrar y remitir copia a la Excma. Corte Suprema de Justicia.

[1] PALACIO, Lino Enrique. “Manual de Derecho Procesal Civil”. Décimo Séptima Edición
Actualizada. Buenos Aires: Abeledo Perrot, 2003. Pg. 329.
CONSTANCIA: ESTA RESOLUCIÓN FUE REGISTRADA DIGITALMENTE EN LA DIRECCIÓN DE ESTADÍSTICA JUDICIAL.

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ALBERTO JOAQUIN NINFA TALAVERA ELENA OZUNA DE CAZAL RUBEN MOLINAS
MARTINEZ SIMON FIRMA TORRES FIRMA FIRMA CABALLERO FIRMA
Date: 2017.09.22 10:02:17 - Date: 2017.09.22 10:09:37 - Date: 2017.09.22 10:12:25 - Date: 2017.09.22 11:58:01 -
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