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La Autoestima

La autoestima, es la disposición a considerarse competente para


hacer frente a los desafíos básicos de la vida, eficacia personal,
y sentirse merecedor de afecto y aceptación, respeto a uno
mismo

La autoestima, está formada por factores internos (creencias,


conductas, ideas, etc.) y factores externos (cultura en la que el
individuo se desarrolla, experiencias vividas y mensajes recibidos
de las personas significativas; familia, educadores, etc.).

La autoestima, un aspecto muy importante de la personalidad, del


logro de la identidad y de la adaptación a la sociedad, es la
autoestima; es decir el grado en que los individuos tienen
sentimientos positivos o negativos acerca de sí mismos y de su
propio valor.

La autoestima está relacionada con muchas formas de conducta.


Las personas con una autoestima elevada suelen reportar menos
emociones agresivas, negativas y menos depresión que las
personas con una autoestima baja.
De modo similar, las personas con una autoestima elevada pueden
manejar mejor el estrés y, cuando son expuestas al mismo,
experimentan menos efectos negativos en la salud.
La Identidad

La identidad personal está formada por esos rasgos que


lo hacen a uno, precisamente, identificable. Decimos que
la identidad de una persona está hecha de esas
propiedades que perduran en el tiempo y que la hacen, a
esa persona, distinta a las demás y reconocida como un
individuo particular.

Algunos psicólogos y filósofos de habla inglesa han


acuñado la palabra self, traducido al castellano como “sí
mismo” para referirse a la suma de esas características
que la persona sabe que posee y que la hacen
diferenciable del resto de los congéneres.

Desde el momento de su nacimiento, toda persona tiene


derecho a obtener una identidad.

La identidad incluye el nombre, el apellido, la fecha de


nacimiento, el sexo y la nacionalidad.

Es la prueba de la existencia de una persona como parte


de una sociedad, como individuo que forma parte de un
todo; es lo que la caracteriza y la diferencia de las
demás

Todos los niños tienen derecho a poseer una identidad


oficial, es decir, a tener un nombre, un apellido, una
nacionalidad y a conocer la identidad de sus
progenitores.

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