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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Ciencias Químicas

Licenciatura en Química Farmacobiologo

Microbiología

Investigación del cuarto parcial

Hongo: Aspergillus flavus

Alumna Mónica Nieves Jiménez

Matricula 201864340

Docente: Dr. Estibaliz Sansinenea Royano

Primavera 2020
INTRODUCCIÓN

El género Aspergillus fue descrito por primera vez en 1729 por P. A. Micheli, quien
comprobó que la cabeza conidial de este hongo se parecía a un "aspergillum"
(instrumento utilizado para dispersar agua bendita). Aspergillus es un hongo
filamentoso hialino ubicuo, productor de enfermedades de distribución universal.
Reino: Plantae
Clase: Eurotiomycetes
Orden: Eurotiale
Familia: Trichocomaceae
Género: Aspergillus
Especie: A. flavus

Aspecto de la colonia (en agar de peptona a 30°C)


 Diámetro: 60 mm en una semana
 Topografía: lisa
 Textura: desde lanosa a arenosa
 Color: verde brillante, ocasionalmente amarillo-marrón
 Reverso: color crema

Aspecto microscópico a 30°C


 Características predominantes: números conidióforos vesiculares; conidas
relativamente grandes.
 Conidióforo: rugoso, vesículas globosas con esporas distribuidas en forma
de columna o radiada, en algunas cabeza la fiálides nacen directamente de
la vesicula y en otras nacen en métulas.
 Características de las conidias: de redondas a elipsoides, 3-6 micras de
diámetro; lisas o finalmente rugosas.
Características microbiológicas de A. Flavus

Este género presenta una gran versatilidad metabólica, además de una gran
capacidad para esparcir y propagar sus conidios, dado que su cabeza conidial
puede producir más de 500.000 conidios.

Los conidios se esparcen en el aire, pudiendo llegar a muchos sustratos. Incluso


se encuentran en los desiertos y en las capas altas de la atmósfera. Es por ello
que cualquier persona podría originar reacciones alérgicas por hipersensibilidad
cuando existe exposición continua.

Por otro lado, si A. flavus se desarrolla sobre granos de cereales


como maíz, arroz y maní, producirá sobre éstas sustancias tóxicas. Entre ellas:
hepatotoxinas y aflatoxinas carcinógenas, que afectan tanto al humano como a los
animales.

Características
El género Aspergillus por lo general se caracteriza por ser microorganismos
anamorfos; es decir, solo se reproducen de forma asexual. Sin embargo, en
algunas especies, entre ellas A. flavus se le conocen sus formas teleomorfas, es
decir que tienen reproducción de tipo sexual.

Otra característica importante de Aspergillus flavus es que pueden producir


metabolitos secundarios. Esto quiere decir que no tienen una función directa en el
metabolismo fisiológico del hongo, sino más bien actúan como un factor de
defensa para un medio hostil. Estos son elaborados durante el desarrollo fúngico,
denominadas aflatoxinas, entre otros compuestos.

El peligro se presenta cuando el hongo se instala y produce las sustancias toxicas


sobre granos y legumbres, que posteriormente van a ser consumidos por los
humanos y animales. El hongo también puede afectar las hojas de las plantas
previamente dañada por insectos en climas cálidos y húmedos, siendo muy
frecuente en el trópico.

Producción de aflatoxinas y sustancias

En este sentido, Aspergillus flavus produce 4 aflatoxinas (B1 y B2 G1 y G2),


dependiendo del tipo de cepa.

Las aflatoxinas más comunes (B1 y B2) son producidas por las cepas L y S, pero
las aflatoxinas G1 y G2 son solo producidas por las cepas S. Sin embargo, la cepa
L es más virulenta que la cepa S, aunque produce menos aflatoxinas. La
aflatoxina B1 es la más tóxica, posee gran potencial hepatotóxica y carcinogénica,
por tanto puede causar desde una hepatitis aguda hasta un carcinoma
hepatocelular.
Asimismo, Aspergillus flavus produce ácido ciclopiazónico causante de
degeneración y necrosis del hígado, lesiones en el miocardio y efectos
neurotóxicos.

A. flavus produce 3 sustancias con actividad antibacteriana. Estas sustancias son


ácido aspergílico, flavicina y flavacidina. La flavacidina es una sustancia que tiene
características biológicas y químicas muy semejantes a la penicilina. El ácido
aspergílico presenta actividad bacteriostática o bactericida contra ciertas bacterias
Gram positivas y Gram negativas dependiendo de la concentración en la que se
use.

Patogenicidad

Aspergillus es un ejemplo de lo que denominamos "patógeno oportunista", es


decir, que suele afectar a pacientes con mecanismos de defensa comprometidos.
Entre los factores de patogenicidad de este hongo se encuentran:
 El pequeño tamaño de sus conidias que permite que sean aspiradas y que
pueda causar infección en el pulmón y en los senos paranasales.
 Su capacidad de crecer a 37ºC, lo que le hace idóneo para afectar al
humano.
 Su capacidad de adherencia a superficies epiteliales y posiblemente
endoteliales y su gran tendencia a invadir los vasos sanguíneos.
 La producción de un gran número de productos extracelulares tóxicos para
las células de los mamíferos (elastasa, restrictocina, fumigatoxina, etc.).

Las especies de Aspergillus rara vez causan enfermedad. Cuando lo hacen, los
siguientes factores de riesgo se han presentado para crear la oportunidad de
infección:
 Penetración predilecta por sitios húmedos.
 Limpieza excesiva del cerumen de las orejas.
 Hábito de introducir materiales en el oído.
 Utilización de equipos que cubren el oído (audífonos, tapones, aparatos
auditivos).

Manifestaciones clínicas

Aspergilus flavus es la responsable del 10% de las enfermedad invasiva y es la


tercera causa de onicomicosis en el humano. También causa aflatoxicosis.

A continuación se da una breve explicación de las principales enfermedades:

Otomicosis: Puede aparecer prurito local y vértigo, con eliminación de cerumen


rico en masas de micelio. Ciertas condiciones como el eczema y la seborrea
favorecen la colonización por Aspergillus.

Sinusitis fúngica: Se caracteriza por congestión nasal de larga evolución,


rinorrea, drenaje post nasal, cefalea y aparición de pólipos nasales, sin invasión
del tejido circundante. En el moco hay presencia de eosinófilos abundantes y
pueden observarse las hifas características. En casos graves puede convertirse en
una sinusitis invasiva.

Infección de córnea: Se manifiesta como un cuadro de conjuntivitis que se


agrava hasta la perforación de córnea y pérdida del globo ocular afectado. Se
asocia a un trauma con elemento punzante o por diseminación endógena.

Aspergilosis nasal-orbital: Consiste en un aspergiloma ubicado en los senos


paranasales que se extiende hasta la órbita del ojo. Los signos más significativos
son la protopsis unilateral y la inflamación de los tejidos circundantes.

Aspergilosis cutánea: Es una lesión local que presenta necrosis del tejido
subyacente, lo cual produce una angio-invasión y trombosis.
Aspergilosis pulmonar invasiva: Se define como una neumonía necrotizante
con invasión de los vasos sanguíneos secundaria a la colonización del
parénquima pulmonar. Los síntomas que refleja son fiebre, nódulos o infiltrados
pulmonares, hemoptisis, infarto hemorrágico. El hongo puede diseminarse a través
de la pleura hacia el espacio pleural, músculos intercostales y miocardio. También
puede llegar al torrente sanguíneo y diseminarse al cerebro, ojos, piel, corazón y
riñón.

Consumo de alimentos contaminados con aflatoxinas: Los efectos que puede


producir en el humano pueden ser de 3 tipos: carcinogénico, mutagénico y
teratogénico. Los metabolitos que se generan de la biotransformación de las
aflatoxinas consumidas pueden afectar cualquier órgano, sin embargo el órgano
blanco es el hígado.

Las manifestaciones que resaltan son hígado graso, necrosis moderada y


extensiva, hemorragia, alargamiento de vesícula, daño en el sistema inmune,
nervioso y reproductivo.

Diagnostico

En ocasiones no es posible obtener una biopsia y el diagnóstico debe basarse


solamente en los datos microbiológicos y en las manifestaciones clínicas. La
visualización de hifas sugestivas de Aspergillus (hifas hialinas septadas de unos 2
µm de diámetro con ramificaciones dicotómicas en ángulos de 45º) en el examen
directo de la muestra suele ser un dato con un alto valor predictivo de enfermedad
en el contexto clínico adecuado. Algunos autores han demostrado recientemente
que la centrifugación de la muestra y el examen en fresco del sedimento
incrementa de forma importante la utilidad de este procedimiento. La visualización
directa se realiza con KOH, con o sin componentes fluorescentes, como el blanco
de calcoflúor. El examen en fresco para hongos de muestras procedentes de
pacientes inmunodeprimidos debe ser realizado con rapidez y atención y por un
experto, dado que la información que de él emane puede ser de trascendencia
vital para el paciente. Por otra parte, es importante recordar que con frecuencia las
muestras se han obtenido mediante técnicas agresivas para el paciente
(fibrobroncoscopias, biopsias, punciones, etc.) por lo que son difíciles de
reemplazar.

El aislamiento de Aspergillus de una muestra respiratoria de un paciente


inmunodeprimido tiene un elevado valor predictivo positivo, aunque debe siempre
considerarse la posibilidad de contaminación o de que refleje una mera
colonización del tejido afectado. En cualquier caso, es un hallazgo que debe
informarse con rapidez al médico responsable. En un estudio reciente realizado
por Horvath y Dummer se comprobó que el valor predictivo positivo del cultivo de
Aspergillus oscilaba entre el 82% de los trasplantados de médula ósea y el 14%
en los pacientes seropositivos para el VIH. El aislamiento de numerosas colonias
de Aspergillus, o hacerlo repetidamente, apoya la significación clínica de un
resultados microbiológico.

Las pruebas inmunológicas de detección de anticuerpos constituyen un método


diagnóstico de gran utilidad en los aspergilomas, ya que aproximadamente el 90%
de los pacientes poseen anticuerpos detectables. La técnica más utilizada es la de
inmunodifusión, aunque se han desarrollado otras con mayor sensibilidad, como el
enzimoinmunoensayo (ELISA, BALISA), radioinmunoensayo y métodos de
inmunofluorescencia indirecta. A diferencia de lo que ocurre con el aspergiloma,
estas técnicas no son útiles en el diagnóstico de API.

Se están estudiando diversos métodos de detección de antígenos, como el


galactomanano, o de sus metabolitos, como el d-manitol, tanto en el suero como
en la orina u otros líquidos corporales. Las técnicas habitualmente utilizadas son el
enzimoinmunoensayo, el immunoblotting y el radioinmunoensayo. Aunque estos
métodos tienen una gran especificidad, su sensibilidad no es muy alta, debido al
rápido aclaramiento de los antígenos del suero, que hace necesario un
seguimiento prospectivo y seriado de los pacientes. En la actualidad no forman
aún parte del conjunto de técnicas diagnósticas habitual en nuestros hospitales.

El método más directo y generalmente concluyente de establecer el diagnóstico de


una infección fúngica es sembrar una muestra clínica obtenida del paciente, y que
el hongo crezca en dicho cultivo. El cultivo de Aspergillus spp. en medios
bacterianos tiene una rentabilidad 30% menor que en medios para hongos.

El agar utilizado para la identificación de Aspergillus es el de Czapek- Dox. El


preocedimiento general es:
 Pesar: ƒ
o Sacarosa 30 g ƒ
o Nitrato de sodio 2 g ƒ
o Fosfato dipotásico 1 g ƒ
o Sulfato de magnesio 0.5 g ƒ
o Cloruro de potasio 0.5 g ƒ
o Sulfato ferroso 10 mg ƒ
Características del cultivo
o Agar 15 g ƒ de A.Flavus
o Agua destilada 1.000 mL „
 Disolver por calor todos los ingredientes. „
 Colocar en ebullición por diez minutos. „
 Esterilizar a 121°C por 15 minutos. „
 Envasar

En la interpretación del crecimiento en cultivo de un hongo proveniente de una


muestra clínica apoya la existencia de infección. Por ejemplo, un cultivo positivo
de Trichophyton spp., Microsporum spp. ó Cryptococcus es sinónimo de
enfermedad. Las excepción más común es Aspergillus.

Muestra Aspergillus
Sangre Raro, puede ser significativo o un contaminante de laboratorio
Catéter venoso Raro, puede ser significativo o un contaminante de laboratorio
Tejido Significativo, si la histología lo confirma
Pus o aspiración Significativo
de una zona
estéril
LCR Significativo
Orina Raro pero puede ser significativo
Esputo, otras A menudo es significativo – alergia, enfermedad crónica o
muestras invasora, especialmente si A. fumigatus
respiratorias
Secreción Raro, probable contaminación de laboratorio
peritoneal tras
cirugía
Líquido de DPCA Raro pero puede ser significativo
Uñas Si las afectadas son las del primer dedo, probablemente
significativo
Exudado ótico Probablemente significativo, si A. niger. Si A. fumigatus hay
que considerar otitis invasora.
Raspado corneal Probablemente significativo

Tratamiento

En las onicomicosis el tratamiento de elección es la extirpación de la uña afectada


o, preferiblemente, la aplicación de sustancias queratolíticas como la urea o el
tratamiento con antifúngicos como el itraconazol. Las otomicosis se tratan
mediante la limpieza del conducto auditivo y con medidas correctoras de los
factores locales predisponentes. Los aspergilomas son con frecuencia tratados
quirúrgicamente, sobre todo cuando se acompañan de hemoptisis o invasión local.
Cuando el procedimiento quirúrgico está contraindicado o en casos leves, el
tratamiento con itraconazol ha dado buenos resultados. Se han utilizado también
instilaciones intracavitarias con diversos antifúngicos, con resultados variables.

La anfotericina B intravenosa, a dosis de 0,7-1,5 mg/Kg/día, ha sido


tradicionalmente el tratamiento de elección para pacientes con aspergilosis
invasiva. En una revisión reciente de 2.121 casos de aspergilosis hubo una
respuesta favorable a la anfotericina B en el 55% de los pacientes, aunque en
trasplantados de médula ósea y en casos de aspergilosis cerebral la tasa de
mortalidad fue superior al 95%.

La gran toxicidad de la anfotericina B ha dado lugar a la difusión del uso de


derivados lipídicos, como la anfotericina liposomal, el complejo lipídico y la
dispersión coloidal. Estas formulaciones disminuyen de forma muy importante la
toxicidad y permiten administrar dosis mucho más elevadas (hasta 5mg/Kg/día).
Su principal problema es su elevado precio.

El itraconazol es otro fármaco activo frente a Aspergillus que puede utilizarse bien
como tratamiento de primera línea o como trata5miento de consolidación tras la
administración inicial de anfotericina B. Se han obtenido buenos resultados con
este fármaco en afecciones pulmonares, óseas y pericárdicas, entre otras. Es muy
conveniente controlar los niveles séricos y prestar especial atención a las posibles
interacciones medicamentosas. Se ha utilizado también combinaciones de
anfotericina B con otros antifúngicos como la 5-fluorocitosina, o con rifampicina,
aunque no hay resultados concluyentes.

En caso de endocarditis la sustitución valvular es el tratamiento de elección,


mientras que en la endoftalmitis es necesario practicar una vitrectomía y
administrar anfotericina B intravítrea y sistémica. El tratamiento quirúrgico de otras
aspergilosis invasivas depende tanto del estado inmunológico del paciente como
de la forma clínica.

Prevención

Hay fármacos que pueden prevenir una infección de hongos, pero que, al mismo
tiempo, pueden favorecer el desarrollo de otros hongos que no responden a los
medicamentos preventivos. Según Elias Anaissie, del Anderson Cancer Center
de Houston, EE.UU., los fármacos preventivos han de darse sólo a los pacientes
que tienen un alto riesgo de infección.
A nivel industrial para prevenir la infestación de granos y legumbres se debe
regular la humedad de almacenamiento por debajo a 11,5% y la temperaturas por
debajo de 5°C. De esta manera se evita el crecimiento y la proliferación del hongo.

También se deben hacer fumigaciones para disminuir la cantidad de ácaros e


insectos que son los principales vectores que llevan los conidios en sus patas. La
eliminación de granos rotos e inmaduros ayudará a disminuir la colonización del
hongo.

Por otra parte, se ha propuesto un control biológico para disminuir el desarrollo de


hongos toxigénicos en los substratos susceptibles. El mismo consiste en usar
cepas de A. flavus no toxigénicas para desplazar a las cepas toxigénicas de forma
competitiva.

A nivel clínico se deben colocar de filtros de aires y aireación constante de los


espacios, evitando la humedad y la oscuridad.

Inmunidad

 Aspergillus puede causar una variedad de patologías, que van des de una
enfermedad parecida a la alergia a infecciones que acaban con la vida del
paciente.
 La gravedad de la aspergilosis depende del estado del sistema inmune del
individuo. Cuanto más agresivo sea el tratamiento al que se somete al
paciente, mayor es el riesgo de acabe sufriendo una infección de este tipo.
 Si las esporas logran, por cualquier vía, llegar hasta el hospital, pueden acabar
germinando en las vías respiratorias de los enfermos con el sistema inmune
más débil: pacientes con cáncer que están recibiendo quimioterapia, personas
con enfermedades hematológicas, con sida avanzado y, sobre todo,
trasplantados de médula ósea.

También suelen afectar a los que están siendo operados de corazón. Durante las
horas que dura una operación a corazón abierto, el hongo puede entrar en
contacto directo con la sangre.

Conclusión

La entrada más habitual de Aspergillus son las vías respiratorias. Las esporas
pueden inhalarse con facilidad debido a su forma pequeña y aerodinámica y
colonizar el tracto respiratorio superior, los senos paranasales y los conductos de
aire. Las esporas llegan al árbol bronquial, incluyendo los alvéolos, donde el
hongo coloniza y empieza la enfermedad in vasiva. Las hifas pueden invadir la
sangre y diseminarse al resto de órganos. Puede provocar una inflamación
vascular con trombosis, necrosis y hemorragia. El método más directo y
generalmente concluyente de establecer el diagnóstico de una infección fúngica es
sembrar una muestra clínica obtenida del paciente, y que el hongo crezca en dicho
cultivo.

Referencias

 Alcalá, L., & Servicio de Microbiología Clínica. Hospital General Universitario Gregorio
Marañón. Madrid. (s. f.). Aspergillus . Recuperado 5 de mayo de 2020, de
https://www.seimc.org/contenidos/ccs/revisionestematicas/micologia/asperguillus.pdf
 Aspergillus flavus. Micologa. GEFOR. Grupo de Estudio para la Formacin y Docencia en
Enfermedades Infecciosas y Microbiologa Clnica. (2017, noviembre 14). Recuperado 5 de
mayo de 2020, de http://fundacionio.org/gefor/micologia/Aspergillus%20flavus.html
 Blanco, M. L. (1999). Tasa de infecciones hospitalarias por el microorganismo oportunista
«Aspergillus» (328). Recuperado de https://www.elmundo.es/salud/1999/328/02217.html
 Gil, M. (2019, junio 8). Aspergillus flavus: características, morfología, enfermedades.
Recuperado 6 de mayo de 2020, de https://www.lifeder.com/aspergillus-flavus/
 Leading International Fungal Education. (s. f.). Cultivo. Recuperado 11 de mayo de 2020,
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 Ministerio de Salud del Perú, Instituto Nacional de Salud. (2010). Manual de
procedimientos y técnicas de laboratorio para la identificación de los principales hongos
oportunistas causantes de micosis humanas. Medicina & Laboratorio, 16(9-10), 469-488.
Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/medlab/myl-2010/myl109-10e.pdf

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