Está en la página 1de 2

Subsidios en Ecuador

Objetivo:

Analizar el subsidio en ecuador desde el punto económico

Ecuador ha gastado en subsidios de combustibles (gasolinas, diésel y gas) $ 54.269


millones entre 2005 y 2018. Se trata de una millonaria cantidad equivalente al 50 % del
PIB y que llega prácticamente al total de la deuda externa actual.

La cifra nace del cálculo realizado por el Ministerio de Economía y Finanzas, con base
en los datos de Petroecuador, tomando en cuenta no solo los costos de producción e
importación, sino también los costos de oportunidad, es decir, la diferencia entre el
precio interno y el internacional, multiplicado por la cantidad vendida de combustibles.

Desde hace casi 50 años el Ecuador mantiene un indisoluble cordón umbilical con el
petróleo. En el primer boom petrolero 1972-80, las exportaciones petroleras aumentaron
de $60 millones a $1.587 millones. Este torrente de dólares petroleros se acompañó de
la explosión del endeudamiento externo que pasó en el mismo período de $325 millones
a $3.530 millones. No obstante, el precio de la gasolina extra permaneció congelado en
4,72 sucres por galón y del diésel en 3,42 sucres por galón. La corrección de los
subsidios acumulados en los años 70s se realizó en 1981. En este año el precio de la
gasolina extra aumentó de $4,72 sucres a 15 sucres por galón, 218 por ciento de
incremento. El precio del galón de diésel creció de 3,42 sucres a 11 sucres por galón,
221 por ciento de aumento.

El primer período de la dolarización, 2000-2006, fue el de mejor desempeño económico


de los últimos 50 años. Gasto público del 21 % del PIB, superávit fiscal, reducción de la
deuda externa y de la pobreza, fondos de ahorro, baja inflación, crecimiento económico
y disminución del subsidio a los combustibles en 2003.

En gran parte del período 2007-2017 el segundo boom petrolero alcanzó su clímax, al
tiempo que el gasto público escaló al 44 % del PIB en 2014. No obstante, cuando los
precios del petróleo comenzaron a disminuir, la ciega e irresponsable obsesión de
mantener el gasto público incrementando el déficit estatal, condujo al aumento
irracional del endeudamiento público mediante las preventas petroleras, los créditos con
la China y la emisión de Bonos Basura.

Para reducir el déficit fiscal, un gobierno responsable habría disminuido el gasto público
y los subsidios a los combustibles. Estos subsidios provienen de vender los
combustibles a un precio menor del que se importa, así como de entregar a las refinerías
el petróleo crudo para producir combustibles que se venden a precios subsidiados. En
los últimos 12 años la acumulación de estos dos subsidios supera los $40.000 millones
de dólares. Gran parte del patrimonio petrolero se dilapidó en consumo y corrupción.

La irresponsabilidad en la gestión del Estado tiene un alto precio para la sociedad. Los
$40.000 millones de dólares acumulados en subsidios equivalen al total de la deuda
externa del país. Si se hubiesen eliminado oportunamente los subsidios a los
combustibles, no habrían existido los $39.000 millones de déficits fiscales acumulados
en el presupuesto entre 2007-2018. Por tanto, la deuda externa de $10.215 millones
existente en 2006 la habríamos pagado, por el contrario, no habría aumentado a los
$39.000 millones actuales. El país no hubiese emitido los $17.700 millones de Bonos
Basura que condenan al país por varias décadas, además, con un pago acumulado de
intereses por $14.000 millones. El Ecuador estaría en la senda del desarrollo.

También podría gustarte