Lourdes Arialis Abreu Bernabe

ID: 1077661

El ojo del
Huracán
Tras el caso de LTCM el Fondo Monetario Internacional se comprometió a
investigar las debilidades del sistema y mejorar sus mecanismos de control de
riesgo. Pero nunca lo hizo.

Uno de los elementos clave para mejorar la información sobre los riesgos que
puedan ir gestándose es la evaluación periódica de los factores de vulnerabilidad
de un país frente a las perturbaciones externas y los cambios de actitud de los
mercados, teniendo en cuenta sus políticas y los amortiguadores de que dispone.
En los últimos años, el FMI se ha esforzado para que sus evaluaciones de esa
vulnerabilidad sean más continuas e intensivas y, desde mediados de 2001, la
Gerencia y el personal de la institución han venido realizando, para uso interno,
evaluaciones de este tipo, de cobertura mundial, utilizando una amplia gama de
datos combinados con los análisis y la interpretación de los expertos.

Con el fin de regular las economías y supervisarlas surgen el FMI y demás

organismos, que han estimulado el libre comercio y la libre movilidad de los
fondos de capitales. Sería bueno señalar que en los últimos 30 años la Republica
Dominicana ha firmado varios acuerdos con el FMI, aun así, le han sobrevenido
crisis. Crisis diversas, bancarias, cambiarias, la balanza de pago deficitaria y
demás, se ha tratado de construir defensas para evitar otras crisis, pero cada día
la deuda externa aumenta, con ello aumentan las emisiones de bonos soberanos
para paliar las situaciones que conllevan estar en los mercados mundiales.
Resultaría como un círculo vicioso. La pregunta sería ¿se han llevado a cabo
evaluaciones de las políticas dictadas por el FMI? El caso de argentina se podría
mencionar, que aplicó las propuestas, recomendaciones y estrategias sugeridas
por el FMI y la arropó una crisis. El año pasado el jefe de la misión del Fondo,
Przemek Gajdeczka, recomendó como una forma de construir defensas “la
reducción de las exenciones impositivas, el establecimiento de controles del gasto
público y la reducción de las transferencias al sector eléctrico.

La comunidad internacional ha estado esforzándose para adaptarse a este nuevo

entorno aclarando “las reglas de juego” en formas en que se preserve la actividad
económica del país prestatario y el valor de los activos para los acreedores y se
brinde la suficiente flexibilidad para valorar cada crisis en su justa medida