Está en la página 1de 3

DON CHAVA Y SUS AMIGOS ROSA Y PANCHO

Había una vez en un pueblito llamado San Gargarito Arrinconado vivía un

anciano llamado Don Chava, era muy conocido en el pueblo pues era el mejor

sastre que había en ese pequeño lugar; Don Chava no tenía familia, vivía solo en

una gran casota, por cierto, una de las más grandes del pueblo. En el sótano de

su casa había una manada de ratas, pues ese lugar estaba abandonado ya que

ahí era donde Don Chava cosía y fabricaba ropa, pero ya tenía muchísimos años

que no lo hacia pues ya estaba muy viejito y se sentía cansado, además sabia que

él no podría coser todos los pedidos que tenia antes.

Don Chava se sentía solo, por eso le llevaba comida a los ratoncitos todos

los días pues los consideraba sus mejores amigos, siempre que los alimentaba se

quedaba a platicar con ellos, les contaba muchas anécdotas de su vida.

Una mañana Don Chava no bajo al sótano a darles comida ni a platicar con

sus amigos, entonces los ratones Rosa y Pancho estaban muy preocupados por lo

que Rosa le dice a Pancho: - ¿Pancho, te diste cuenta de que Don Chava no bajo

a traernos comida ni a platicar con nosotros? -.

Pancho le contestó – es verdad Rosa, - ¿estará enfermo o que pasará?,

¿Qué te parece si subimos a su cuarto para ver que es lo que pasa con él?

Subieron al cuarto de Don Chava, ahí estaba acostado, él se fijó que ahí estaban

Rosa y Pancho y les dijo -pasen, no me siento bien por eso hoy no los fui a visitar,

me siento muy cansado y sin ánimos de nada, ya soy muy viejo, ya ni siquiera

puedo hacer lo que mas me gusta en esta vida, que es coser.

1
Rosa le contesta -no diga eso Don Chava, usted no es ningún viejo y mejor

levántese de esa cama y recupere el ánimo, hay que pensar que podemos hacer

para que no se sienta así. Pancho dice -Porque no piensa en abrir la tienda otra

vez, esa sería muy buena idea, por lo que así tendría algo en que estar ocupado y

no se sentiría inútil, Don chava le contesta -ya soy muy viejo para tener que coser

todos los pedidos que tenga, yo solo no podría con tanto trabajo. Rosa le dice –

¿Qué le parece si Pancho y yo le ayudamos? -.

Pancho le dice -Claro que si Rosa, tu y yo le ayudamos a coser, usted Don

Chava nos puede enseñar y juntos sacaremos la tienda adelante.

Al día siguiente había un letrero afuera de la casa de Don Chava que decía

que se abriría otra vez la tienda y que estaba a sus órdenes. Don Chava enseño a

Rosa y a Pancho a coser y ellos aprendieron muy rápido y le ayudaban a que

entregara sus pedidos a tiempo, y así Don Chava ya tenía una razón para echarle

ganas a la vida, Don Chava se sentía muy agradecido con ellos y pensaba que él

era muy afortunado por tener a los mejores amigos que podía tener en San

Gargarito Arrinconado.

La tienda cada día que pasaba crecía más y más, ya no se daban abasto

ellos solos, por lo que Don Chava tuvo que contratar más gente, entre la gente

que contrato, estaba una señora a la que todos conocían como Doña Chela, ella

fue muy amiga de don Chava en sus años de juventud y mientras trabajaban, se

contaban que había pasado con ellos durante tantos años, Don Chava se dio

cuenta que Doña Chela estaba sola al igual que él.

2
Rosa y Pancho le aconsejaban que invitara a Doña Chela a salir para que

se conocieran más y así se hicieran compañía uno al otro y ya no estuvieran

solos. Don Chava les hizo caso y se animó a invitar a salir a Doña Chela, y ella

aceptó enseguida, así pasaron varios meses, seguían saliendo y trabajando

juntos, Rosa y Pancho estaban contentos de ver que Don Chava también estaba

mucho muy contento.

Pasó un tiempo y Don Chava le pidió a Doña Chela que se casara con él,

ella aceptó, arreglaron todo para la boda muy rápido, Rosa y Pancho tuvieron el

honor de hacer el vestido de doña Chela y el traje de don Chava, estaban muy

bonitos, se casaron y Don Chava y Doña Cela siguieron siendo los mejores

amigos de Rosa y Pancho.

Siguieron viviendo juntos como una familia y así vivieron felices por

siempre.

También podría gustarte