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3.

5 APLICACIONES, SELECCIÓN Y EVALUACIÓN

Uno de los principales criterios que se deben manejar a la hora de seleccionar el tipo de
turbina a utilizar en una central, es la velocidad específica (Ns) cuyo valor exacto se
obtiene a partir de la siguiente ecuación:

   ecuación 1
Donde:

ne :son revoluciones por minuto, N es la potencia del eje o potencia al freno y h es
la altura neta o altura del salto. Estos son los valores para el rendimiento máximo.

La velocidad específica Ns es el número de revoluciones que daría una turbina semejante


a la que se trata de buscar y que entrega una potencia de un caballo, al ser instalada en
un salto de altura unitaria. Esta velocidad específica, rige el estudio comparativo de la
velocidad de las turbinas, y es la base para su clasificación.

Velocidad específica Ns
Tipo de Turbina
De 5 a 30 Pelton con un inyector
De 30 a 50 Pelton con varios inyectores
De 50 a 100 Francis lenta
De 100 a 200 Francis normal
De 200 a 300 Francis rápida
De 300 a 500 Francis doble gemela rápida o express
Más de 500 Kaplan o hélice
 
Tal como se mencionó anteriormente Ns sirve para clasificar las turbinas según su tipo. De
hecho, Ns se podría denominar más bien característica, tipo o algún nombre similar,
puesto que indica el tipo de turbina.

Al analizar la ecuación 1 se comprueba que a grandes alturas, para una velocidad y una
potencia de salida dadas, se requiere una máquina de velocidad específica baja como
una rueda de impulso. En cambio, una turbina de flujo axial con una alta Ns, es la
indicada para pequeñas alturas. Sin embargo, una turbina de impulso puede ser
adecuada para una instalación de poca altura si el caudal (o la potencia requerida) es
pequeño, pero, a menudo, en estas condiciones el tamaño necesario de la rueda de
impulso llega a ser exagerado.

Además, de esta ecuación se observa que la velocidad específica de una turbina depende
del número de revoluciones por minuto; cantidad que tiene un límite, y además debe
tenerse en cuenta que para cada altura o salto existe un cierto número de revoluciones
con el que el rendimiento es máximo. También depende de la potencia N a desarrollar,
función a su vez del caudal Q de que pueda disponer, y de la altura h del salto. Fijada la
potencia y el caudal aprovechable, el valor de la velocidad específica indica el tipo de
turbina más adecuado.

La figura 1 ilustra los intervalos de aplicación de diversas turbinas hidráulicas.  

                                        10000                                                       Carga (m) 100          

Potencia (kW)  102                103                104                105                 

Figura 1 Intervalos de aplicación para turbinas hidráulicas. (Cortesía de Voith Hydro, Inc.)

Eligiendo una velocidad alta de operación, y por tanto una turbina de velocidad específica
elevada, se reducirán el tamaño del rodete y el coste inicial. Sin embargo, se produce
alguna pérdida de rendimiento a velocidades específicas altas.

Generalmente, es recomendable tener al menos dos turbinas en una instalación para que
la central pueda seguir funcionando en el caso de que una de las turbinas esté fuera de
servicio por una reparación o debido a una inspección, aunque la cantidad de turbinas
disponibles dentro de una central también afecta la potencia establecida para las turbinas.
La altura h está determinada principalmente por la topografía, y el flujo Q por la hidrología
de la cuenca y las características del embalse o depósito. Por otra parte debe tenerse en
cuenta que al seleccionar una turbina para una instalación dada, se debe verificar la
inmunidad contra la cavitación.  

Realmente existe un número infinito de alternativas, lo que a su vez dificulta la toma de la


decisión final sobre cuál turbina escoger; por esta razón se han señalado los siguientes
conceptos para considerarlos durante el proceso de selección:
v     La inmunidad frente a la cavitación: La siguiente figura permite determinar la
altura máxima a la cual debe colocarse la turbina conociendo su velocidad
específica, (que de antemano permite establecer el tipo de turbina).

Fig. 2 Límites recomendados de velocidad específica para turbinas a distintas alturas


efectivas al nivel del mar siendo la temperatura del agua 80º F. (Según Moody) 

v     Un rendimiento bastante elevado:  

Fig. 3 Rendimiento máximo de la turbina y valores típicos de fe (factor de velocidad


periférica), como funciones de la velocidad específica
Es importante tener presente que las ruedas de impulso tienen velocidades
específicas bajas; mientras que las turbinas Francis tienen valores medios de Ns, y las
de hélice valores altos. En la figura 2 se muestran valores típicos de máximo
rendimiento y valores de fe para los distintos tipos de turbinas. Los valores de fe varían
aproximadamente de la siguiente forma:       

Ruedas de impulso    0.43 – 0.48  


Turbinas Francis  0.7 – 0.8  
Turbinas de hélice  1.4 – 2.0
                    

v     Un tamaño no demasiado grande: conociendo la velocidad tangencial de la


turbina, se puede establecer su tamaño. Por su parte la velocidad tangencial se
calcula de acuerdo con la siguiente ecuación:

ecuación 2

Donde: u1 es la velocidad tangencial en un punto de la periferia del elemento


rotativo; f es el factor de velocidad-periférica para turbinas.  

v     La flexibilidad en la elección se consigue mediante la variación en el número de


unidades (y por tanto la potencia al freno por unidad) y la velocidad de operación.
La posibilidad de variar la elevación del eje también aporta algo de flexibilidad al
proceso de selección.   

v     Igualmente en la elección debe estudiarse, además, la simplicidad de la


instalación, costos (en los que se agregarán al de la turbina, los gastos de piezas,
tuberías, camales, etc.), explotación y cuantas condiciones económicas deban
considerarse en los diferentes casos que se presenten.

 
En ocasiones, una rutina de gran importancia dentro del proceso de selección de turbinas
hidráulicas, es la comparación de éstas. Para comparar dos turbinas, se refieren a un
salto cuya altura es la unidad (un metro), llamada salto típico, y cuyo caudal es  la unidad
(un metro cúbico por segundo). En este estudio comparativo de turbinas hay ciertas
magnitudes referidas a ese salto típico denominadas características, constantes unitarias,
de una turbina o valores específicos; características que, comparando las turbinas, son de
suma aplicación práctica, ya que al indicar las condiciones de funcionamiento sometidas a
la acción de un mismo salto, dan muy clara y aproximada idea del adecuado empleo en
cada caso de los diferentes tipos de turbina utilizados actualmente para anteproyectos de
instalaciones hidráulicas con estos tipos normales.
Ø    Número específico de revoluciones n1: Llamado también velocidad de rotación
característica o unitaria o número de revoluciones característico o unitario, y es el
número de revoluciones por minuto de una turbina, cuando la altura de salto fuese
de un metro.
ecuación 3
Donde n es el número actual de revoluciones y h es la altura del salto.
Ø    Caudal específico Q1: Conocido también en el medio como caudal característico o
unitario de la turbina, y es la cantidad de agua que pasaría por un rodete instalado
en un salto de un metro de altura.

ecuación 4
Donde Q es el caudal actual de la turbina y h es la altura del salto donde está
instalada la misma.
Ø    Potencia específica, característica o unitaria: También llamada potencia
característica o unitaria, y es la potencia que desarrollaría la turbina instalada en
un salto de un metro de altura.

ecuación 5
Donde N es la potencia actual de la turbina y h es la altura del salto donde está
colocada.
 
Finalmente vale la pena mencionar otras formas alternativas para calcular el valor de la
velocidad específica, las cuales son:
Según las expresiones para el número específico de revoluciones (ecuación 3) y para la
potencia específica se puede expresar el valor de la velocidad específica (ecuación 5),
dado por la ecuación 1, en la forma:

 ecuación 6

En función del número n1 específico de revoluciones y de la potencia N1 específica o


unitaria.

Además existiendo una relación constante entre el diámetro D1 del rodete y el caudal, se
puede escribir por la ecuación 14 de la sección de turbinas semejantes:

ecuación 7

 y análogamente para el diámetro D3 del tubo de aspiración, se tiene:

ecuación 8

 Donde K es el grado de reacción de la turbina y cuyos valores de K1 y K2, determinados


experimentalmente, están en el gráfico de la figura anterior, en función del número ns.

Estos valores con la velocidad específica, constituyen las constantes características de


una serie de rodetes de turbinas.
 

Figura 4. Relación entre el grado de reacción para dos turbinas y la velocidad


específica
EVALUACIÓN

Límites de la vida útil del rotor

Hasta hace poco, los rotores de turbinas se consideraban máquinas imperecederas


siempre que no fuese encontrado un daño aparente. En los últimos años, varios
fabricantes de equipos originales han señalado que los rotores de turbina tienen un
periodo de vida limitado.

Los siguientes procesos pueden limitar el periodo de vida de los rotores de turbinas, e
incluso pueden conducir a la destrucción completa del rotor:

 Ataque externo por corrosión o fricción


 Corrosión bajo tensión
 Fatiga térmica
 Fatiga por número alto de ciclos
 Deformación plastica.
 Pérdida de ductilidad

Sulzer maximiza la vida útil operacional de sus rotores de turbinas. Ofrecemos:

 Una amplia gama de servicios de mantenimiento personalizados para evitar fallas


o la destrucción total de su rotor
 Servicio técnico y de ingeniería, incluyendo el análisis dinámico lateral y torsional
del rotor, el análisis de elemento finito y el análisis modal
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Evaluación de la vida útil del rotor

La mayoría de los fabricantes de turbinas de gas industriales se basan actualmente en las


horas equivalentes de operación (Equivalent Operating Hours, EOH) para determinar la
vida útil restante de los rotores de turbina de gas.

La vida útil de un rotor típico es de 100.000 a 150.000 EOH. Si las piezas del rotor se
inspeccionan de manera oportuna, se puede conseguir una prolongación de
aproximadamente 50.000 a 100.000 EOH.

Efectos que limitan la vida útil

Las temperaturas y tensiones elevadas, por si solas o en combinacion, pueden crear un


efecto que limita la vida útil del equipo. Estos efectos pueden ser calculados y
comprobados, y de esta manera se puede determinar la vida útil restante.

Los procesos que limitan la vida útil progresan lentamente Muchos de estos procesos no
afectan directamente las horas equivalentes de operacion (EOH), a menos que sea
conocida su incidencia repetitiva en el tiempo.

Las posibles causas de falla se deben interpretar con precaución:

 Ataque externo por corrosión/fricción: Esto es determinado por procesos físicos


que pueden variar considerablemente. No hay relación fija con las EOH.
 Corrosión bajo tensión Este proceso depende de la corrosividad del medio
ambiente y puede variar considerablemente en las turbinas de gas. No hay relación fija
con las EOH.
 Fatiga térmica: Este proceso depende del número de arranques. La fatiga térmica,
por sí sola, no tiene relación fija con las EOH.
 Fatiga por número elevado de ciclos: No hay relación fija con las EOH.
 Deformación permanente a largo plazo: Las temperaturas y niveles de tensión del
metal se conocen y son más o menos constantes. Hay una relación con las OH (podrian
ser aproximadas a las EOH).
 Pérdida de ductilidad: La degradación metalúrgica es dependiente del tiempo y la
temperatura. Como las temperaturas del rotor son estables en operacion, hay una clara
relación entre la pérdida progresiva de ductilidad y las EOH.

Los rotores de acero de baja aleación presentan bajas temperaturas (de 350 °C a 400 °C,
o de 600 °F a 750 °F). Por lo tanto, la deformación no es considerada un problema
importante excepto en zonas locales con aumento de la temperatura y/o niveles de
tensión, como en las indiciaciones en la raiz de los alabes. La corrosión por tensión solo
se espera cuando hay una tensión estática presente muy elevada en un medio ambiente
corrosivo.
La pérdida perdida de la resistencia a la elasticidad/rigidez y la deformación, son los
únicos procesos que pueden limitar la vida útil de un rotor basado en sus EOH.

Prolongar la vida útil del rotor

Para prolongar la vida útil del rotor, se debe calcular cuidadosamente tanto la tension en
estado de equilibrio (centrifugal), como los niveles de tension dinamicos (termomecánica).
Para calcular el impacto de un defecto en la vida útil de un rotor, se necesitarán tanto los
datos de la dureza de la aleación como un análisis mecánico de la fractura, con objeto de:

 Determinar el tamaño del daño de una fractura por tensión


 Identificar la velocidad de crecimiento de los defectos detectados
 Calcular el número de ciclos de crecimeinto de los defectos en una fracción del
tamaño del mismo
 Verificar los resultados con el periodo de tiempo operativo esperado

Reducción de la Dureza Superficial

Los aceros aleados presentan una transición de baja ductilidad a bajas temperaturas y a
ductilidad mucho mayor a temperaturas elevadas. Esta temperatura de transición,
denominada temperatura de transición de la aparición de la fractura (Fracture Appearance
Transition Temperature, FATT), se produce depues de la aparición de la fractura en las
probetas para ensayo Charpy. La temperatura de transición de la aparición de la fractura
(Fracture Appearance Transition Temperature, FATT) en materiales nuevos es
generalmente de 0 °C a 120 °C (32 °F a 250 °F). La aleación es frágil debajo de la FATT y
dúctil por encima de la FATT.

La reducción de la dureza superficial es un fenómeno de los aceros aleados provocado


por la migración de los elementos (estaño, antimonio, fósforo, arsénico) a los limites del
grano. Los niveles elevados de estos elementos en el límite de los granos pueden
cambiar el FATT a temperaturas mas elevadas.

Ni los valores superiores ni inferiores de ductilidad son afectados por la reducción de la


dureza superficial; solo el cambio en la FATT (Fracture Appearance Transition
Temperature) aumenta la ductilidad a una temperatura superior.

La sensibilidad a los cambios en la FATT también está determinada por el níquel y el


cromo, elementos que no son la causa raíz de la variación. La presencia de cromo y
níquel aumenta esta sensibilidad significativamente. Por definición, las aleaciones que
contienen níquel tienen buena ductilidad. Sin embargo, sus propiedades pueden cambiar
cuando se exponen a temperaturas elevadas.

Consecuencias de la reducción de la dureza superficial

Cuando se conocen las propiedades de los materiales (especialmente la ductilidad y la


dureza) y los niveles de tensión operacionales, se pueden calcular los tamaños
aceptables del defecto.

Hay dos criterios importantes:

 El tamaño crítico del defecto para la propagación inestable de la grieta (fractura)


bajo ciertas condiciones de tensión
 Mínimo tamaño del defecto para su propagación en ciertas condiciones de tensión
(los defectos más pequeños no aumentarán y son seguros)

Lo ideal sería que las piezas no tengan defectos mas grandes que el tamaño mínimo del
defecto para la propagación. 
Cuando se conocen la carga de tensión y el comportamiento del material, se puede
determinar el comportamiento de propagación del defecto. En este caso, se puede aplicar
un concepto de “vida segura” para evaluar la importancia de los defectos. “Vida segura”
se utiliza muy comúnmente en ingeniería aeronáutica debido a la sensibilidad a la fatiga,
especialmente en aleaciones de aluminio.

Los rotores de turbina de gas no están diseñados con un concepto de “vida segura”. De
este modo, los defectos deben mantenerse por debajo del tamaño mínimo de
propagación. En la reducción de la dureza superficial de los materiales, los criterios de
aceptación para tamaños de defectos mínimos y críticos son considerablemente
reducidos.

 Las tasas de propagación del defecto no dependen mucho del estado de


fragilidad.
 Hasta aproximadamente 400 °C (750 °F), la tasa de propagación del defecto
aumenta solo ligeramente cuando incrementa la temperatura del material.
 Las condiciones de propagación de la grieta en rotores y discos son peores
durante la fase de calentamiento inicial, por ejemplo, a temperaturas del material
relativamente bajas. Por lo tanto, las altas tasas de propagación del defecto a
temperaturas elevadas son generalmente irrelevantes.

Bibliografía

https://es.scribd.com/document/366945895/Maquinas-y-Equipos-Termicos-1

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