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Programa de derecho
Segundo semestre
Teoría Económico
Docente:
Eduardo Blanquicet Ruiz
Economista
Estudiante:
Carlos Andrés Pérez Ortega
14/03/20
Índice
3………………………………………………………………………. Resumen
4……………………………………………………………………........ abstract
5……………………………………………………………………. introducción
6………………………………...……………………………. cuerpo del trabajo
11.…………………………………………………………….…….. Compilación
20……………………………………………………….. Aplicación en Colombia
24……………………………………………………………………… bibliografía
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCION
La crisis económica mundial de los últimos años es una crisis de gran envergadura que
tendrá probablemente importantes repercusiones en años por venir en la teoría
macroeconómica y su enseñanza. Durante esta crisis, los debates de política
macroeconómica de los años 1930, cuando la macroeconomía nació como disciplina con la
publicación de la Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero (1936) de Keynes,
se han repetido nuevamente. Ello se debe, en parte, a la vigencia de la obra de Keynes que
tiene por lo menos dos razones de ser. La primera es que la Teoría General es una obra muy
moderna en el terreno de los hechos debido a que la actual crisis económica y financiera
mundial ha vuelto a poner a los mercados financieros en el epicentro del mal
funcionamiento del sistema económico en su conjunto. Y este es precisamente uno de los
temas centrales de la Teoría General. La segunda es que esta obra es muy relevante en el
terreno de las ideas, tanto para el presente como para el futuro, debido a la vigencia de la
crítica de Keynes a lo que llamó la economía clásica. Y lo es, como argumentaré en este
artículo, porque si sus críticas a los clásicos son válidas, éstas son igualmente aplicables a
la moderna nueva economía clásica. Este trabajo confronta precisamente la crítica de
Keynes a los supuestos de la economía clásica sobre el equilibrio continuo en los mercados
y su crítica a los supuestos que esa economía hace sobre el conocimiento que los agentes
económicos tienen del futuro. Junta estos dos temas y resume lo que me parecen los
mensajes de la Teoría General más relevantes para la situación que vive la economía
mundial hoy en día: la idea que el desempleo involuntario tiene su origen en una falla de
coordinación en los mercados financieros y la idea que la flexibilidad salarial no es una
solución a esa falla de coordinación. Comentan brevemente sobre cómo evolucionó la
macroeconomía después de la Teoría General, contrastando la economía de Keynes con la
de la síntesis neoclásica, la nueva economía clásica y la nueva economía keynesiana.
CUERPO DEL TRABAJO
Efectos de una expansión fiscal: Una expansión fiscal, provocada, por ejemplo,
por un aumento del gasto público, desplaza la curva de demanda agregada hacia la
derecha, originando un aumento de la producción demandada el desplazamiento
hacia la derecha de la demanda agregada provoca un aumento de la producción y de
la demanda de dinero por motivo transacción, lo que origina un aumento del tipo de
interés que dará lugar a un efecto expulsión o desplazamiento de la inversión
privada. En cualquier caso, en el equilibrio resultará un nivel de producción
demandada mayor que el inicial, y paralelamente el nivel de desempleo involuntario
será menor que en la posición inicial.
En el muy corto plazo, los efectos de una expansión monetaria, cuando la curva de
oferta agregada es prácticamente horizontal, son idénticos a los ya comentados en el
modelo keynesiano de precios rígidos. Sin embargo, en el corto plazo el
desplazamiento a la derecha de la función de demanda agregada eleva los precios,
pero no tanto como para superar la tasa de inflación esperada de forma que la curva
de Phillips no se llegará a desplazar, por lo que el movimiento de la curva de
demanda agregada supone únicamente un movimiento a lo largo de la curva de
Phillips. Esto provocará una disminución de la tasa de desempleo y un incremento
de la tasa de inflación.
A largo plazo, sin embargo, estos efectos se irán diluyendo. El alza de los precios y
su traslación a los salarios hará que la curva de oferta agregada se desplace hacia la
izquierda, donde la producción será igual a la inicial. Paralelamente, la aceleración
de la tasa de crecimiento de los precios desplazará hacia arriba la curva de Phillips,
conforme el mercado de trabajo vuelve al equilibrio. Así pues, a largo plazo una
expansión monetaria causa únicamente un aumento del nivel de precios y de los
salarios nominales.
Efectos de una expansión fiscal a corto plazo y a largo plazo
Supongamos que el nivel inicial de la renta es el nivel de renta de pleno empleo y
que tiene lugar una expansión fiscal. Una expansión fiscal, provocada, por ejemplo,
por un aumento del gasto público, hace que la demanda agregada se desplace hacia
la derecha, y en su intersección con la oferta agregada, que suponemos creciente, se
habrá producido una subida del nivel de precios y un incremento de la renta de
equilibrio
Esta elevación del nivel de precios determinará que, para el mismo nivel de salario
nominal, que es rígido a corto plazo, se provoque una caída en los salarios reales. El
hecho de que bajen los salarios reales implica un mayor nivel de empleo de
equilibrio, por lo que la tasa de desempleo será menor que la tasa de desempleo a
largo plazo (u*). En términos gráficos tendría un movimiento a lo largo de la curva
de Phillips inicial, CP0.
Pensaba que la política económica era la herramienta clave para sacar a un país de
la crisis.
Su idea era que los gobiernos debían tratar de estimular la demanda que había en la
economía.
La mejor manera de estimular la demanda sería utilizar la política fiscal, el déficit
público.
Keynes vivió entre los años 1883 y 1946. Dos hechos marcarán su vida en lo
profesional:
En primer lugar, la Economía como disciplina académica se desgaja en sus primeros
años de vida de la Filosofía, convirtiéndose en una disciplina autónoma.
En segundo lugar, la Gran Depresión que durante los años 30 vivieron muchos
países y que fue una de las fuentes de los desvelos profesionales de Keynes.
Keynes elaboró una teoría sobre el comportamiento a corto plazo de la economía de
un país y estudió las medidas que se debían tomar para llegar a una situación más
deseable. Además, participó no solamente como teórico académico, sino como
político en la Cámara de los Lores por el partido liberal en la etapa final de su vida o
como participante en conferencias internacionales sobre temas económicos.
¿Por qué sobraban recursos en los momentos de crisis? La razón sería la demanda
insuficiente para necesitar emplear todos los recursos disponibles. El paro, la
existencia de trabajadores sobrantes, reflejaría una escasez no de recursos, sino de
demanda de los productos que se producen con esos recursos. Un factor importante
para explicar el paro sería que a los salarios les costase bajar cuando bajan los
precios. Si los salarios no bajan y los precios sí, eso supondría que los trabajadores
cobrarían más en términos reales, podrían comprar más cosas cobrando la misma
cantidad.
Cuando el poder adquisitivo de los salarios aumenta, más gente querría trabajar y
menos empresas contratar a los trabajadores, que les resultan caros. Se genera paro,
lo que deprime el consumo y esa caída de la demanda hace que los precios bajen
más. Entraríamos en un círculo vicioso. Por lo tanto, los salarios serían incapaces de
adaptarse a las nuevas circunstancias, de modo que no hubiese más gente queriendo
trabajar que empresas requiriendo contrataciones. El mercado fallaría en este
aspecto.
Es difícil saber lo que recomendaría hoy, con todas las novedades que sus
seguidores y críticos han aportado, casi siete décadas tras su muerte. Pero es
altamente probable que no. Keynes incrementaría el gasto del Estado. El Estado
gastaría lo que no gastan los agentes privados, porque él cree que el problema es
una demanda que no llega a todo lo que somos capaces de producir. El problema
son los trabajadores parados, las máquinas paradas, la importante cantidad de
recursos disponibles y sin uso que se acumulan durante una crisis. Cuando el Estado
gaste, por ejemplo, en obras públicas, pagará a las empresas adjudicatarias de las
obras y éstas a los obreros, a sus proveedores, a quienes les han prestado dinero.
Así, los trabajadores tendrán dinero en el bolsillo para gastar, de forma que se
incrementará la demanda de las empresas a las que adquieran los bienes y servicios
esos trabajadores. Esas empresas funcionarán a mayor rendimiento y se creará
empleo. Como cada consumidor gasta una proporción de lo que dispone, incrementa
el gasto de los demás, porque su gasto será renta para otro. Ese otro consumirá
también una parte de lo que le pagan. No es un proceso sin fin, porque con cada fase
solamente se gasta una parte (la otra se ahorra), de forma que los incrementos
adicionales son cada vez más pequeños, pero el gasto se multiplica.
De lo que se trata es de que el Estado, gastando sin retirar dinero del bolsillo de los
consumidores, endeudándose, conseguirá levantar la demanda. Esa mayor demanda
será la que conseguirá poner en marcha algunos de los recursos no empleados, como
trabajadores en paro o máquinas paradas.
Pero no todo han sido seguidores cercanos, sino que sus planteamientos también
han sido criticados. Así, se le achaca que quizá subestimó la importancia de la
escasez de recursos para explicar algunas crisis económicas. Por ejemplo, si el
petróleo es más caro, tenemos menos recursos para producir. Muchos han sido los
escépticos sobre el papel de los gobiernos para sacar a los países de la crisis.
Algunos dicen que las medidas fiscales que propone Keynes llevan su tiempo, que
quizá las crisis se resuelvan antes de poder llevar adelante los estímulos fiscales.
Otros dicen que existen dificultades para planificar la política económica. Entre
ellas estarían un insuficiente conocimiento de la realidad, las dificultades para tener
datos fiables o la escasez de instrumentos de política económica y la abundancia de
objetivos. Otros economistas señalan que hay que tener muy en cuenta las
reacciones de las familias y empresas. Dicen que se forman una idea, una
expectativa, de cómo les va a afectar la política que va a realizar el gobierno y
actuarán en consecuencia, lo que puede desbaratar la iniciativa del gobierno.
Como lo ha hecho ver Patinkin, para Keynes la rigidez de los salarios nominales es más una
recomendación de política económica que un supuesto de comportamiento ¡Cómo podría
ser de otra manera si la gran depresión de los años treinta del siglo pasado registró una
deflación sin precedente de los salarios nominales! En cambio, en la síntesis neoclásica, y
más aún entre los nuevos keynesianos, la rigidez de los salarios nominales (o de los precios
en algunas versiones) se convirtió en un supuesto clave para la existencia de un equilibrio
con desempleo. Ello abrió las puertas para la resurrección de la principal conclusión de la
economía clásica: con precios y salarios plenamente flexibles, la economía tiende al pleno
empleo.
El comentario de Kalecki al profesor Pigou (1943), publicado en el Economic Journal de
1944, está ahí para recordarnos la falla en el razonamiento que conduce a esa conclusión.
En ese comentario de dos páginas, Kalecki argumenta que el efecto positivo sobre la
demanda agregada del aumento en los saldos monetarios reales, provocado por la deflación,
se verá contrarrestado con toda seguridad por el aumento en el valor real de las deudas de
empresas y familias y su efecto negativo sobre la demanda agregada. Esto es así, argumentó
Kalecki, porque en una economía monetaria moderna los saldos monetarios son, en su
mayor parte, depósitos bancarios que tienen, como contraparte en la hoja de balance de los
bancos, activos de los bancos que son, a su vez, deuda de empresas y hogares.
El argumento de Kalecki implica, en términos del modelo de oferta y demanda agregada de
los libros de texto, que la curva de demanda agregada (en espacio nivel de precios, nivel de
producto) no tiene por qué tener pendiente negativa. Y, por lo tanto, el desplazamiento
hacia abajo de la curva de oferta agregada, resultante de la caída de los salarios nominales,
no tiene porqué llevarnos a un equilibrio con pleno empleo. Este es un tema, como ya lo
mencioné al final de la sección anterior, que ha sido enfatizado también por otros
keynesianos.
Todo esto ayuda a explicar por qué Krugman afirma que si todo lo que supiéramos cuando
la actual crisis estalló fuera la macroeconomía de los años 1950 habríamos estado mejor
preparados para enfrentarla. Y también porqué Robert Lucas, de la Universidad de Chicago
y premio Nobel de Economía, podía decir con confianza, en plena edad obscura, sólo cinco
años antes de la crisis reciente lo siguiente:
Mi tesis en esta lección es que la macroeconomía en este sentido original [como un campo
distinto dentro de la economía desde los años cuarenta] ha tenido éxito: su problema central
de prevención de la depresión ha sido resuelto, para todo propósito práctico, y de hecho ha
sido resuelto desde hace muchas décadas. De manera que un primer aspecto de la edad
obscura es la destrucción de conocimiento. El segundo aspecto es que, en estos años, ha
predominado una visión de la macroeconomía en la que se supone que los agentes
económicos, con gran información sobre el funcionamiento de la economía y basados en las
correspondientes expectativas racionales, formulan sus planes óptimos de producción,
inversión, consumo, trabajo y ocio, y los mercados, en equilibrio continuo, se encargan de
volver consistentes entre sí esos planes óptimos. Otra manera de referirse a esta visión es,
en la expresión de Buiter (1980), como la macroeconomía del Dr. Pangloss.
¿Cómo pueden estos modelos walrasianos dinámicos, con equilibrio continuo en todos los
mercados, explicar los ciclos económicos, la alternancia en la economía de periodos de
auge y empleo alto seguidos de recesiones y alto desempleo, uno de los fenómenos más
importantes que dieron origen a la macroeconomía? La moderna nueva economía clásica
tiene dos principales respuestas a esta pregunta. Una está basada en la existencia de
perturbaciones monetarias (choques de demanda agregada que como en el modelo Lucas-
Phelps dan lugar a fluctuaciones del producto en presencia de información imperfecta). Ya
comenté sobre el mecanismo que permite que la demanda agregada tenga un efecto sobre la
actividad económica. La otra respuesta está basada en perturbaciones reales, en particular
choques tecnológicos que, en la literatura sobre ciclos económicos reales, conducen a
fluctuaciones del producto a través de varios mecanismos posibles de propagación (entre
otros, la sustitución entre trabajo presente y futuro). En este caso, la demanda agregada no
cumple ningún papel. Creo que sobra decir que estas explicaciones del ciclo económico no
tienen nada que ver con la crisis actual, la cual, esperemos, se encargará de echarlas y junto
con ellas al segundo postulado de la economía clásica al basurero de la historia de la
macroeconomía. Y esperemos que, en el caso del segundo postulado de la economía
clásica, esta vez sea la definitiva.
Aplicación en Colombia
Keynesianismo en Colombia
Cuando un niño nace en una familia pobre en Colombia, se puede predecir el futuro que va
a tener. Las oportunidades económicas del país se basan en los recursos que tuvieron los
niños durante su infancia, los que la familia les pudo proveer, asegurándoles su lugar en la
sociedad y el camino que van a tomar durante su vida. Es un ciclo que no va a acabar, ya
que el gobierno colombiano hace poco para brindarles a las generaciones de jóvenes
oportunidades para obtener un trabajo decente, y así, ganar plata. A consecuencia de esto, la
riqueza del país se queda en las clases sociales más altas, ya que, con más capital, son
capaces de conseguir oportunidades económicas sin la intervención del estado; pero para la
mayoría no es así. Una idea importante del Keynesianismo es que las empresas deben evitar
guardar mercancía y dinero porque así la economía no circula bien. Esto se debe aplicar a la
economía colombiana ya que los recursos económicos del país no fluyen bien debido a que
las empresas más grandes se mantienen con la mayoría. Es importante el flujo de la plata
para que así ningún ciudadano la esté perdiendo y se pueda ganar un salario que apoye un
estilo de vida decente. Aunque exista el salario mínimo, muchos colombianos siguen
viviendo en pobreza, pero con el Keynesianismo, se puede evitar que las empresas se
aprovechen de sus trabajadores.
MODELO KEYNESIANO
EL MODELO DE ECONOMÍA LIBERAL
• Colombia es un estado neoliberal que en momentos en crisis tiene gran acción el modelo
keynesiano.
• De una u otra manera la implementación de este tipo de modelos a llevado a Colombia a
ser un país emergente
La economía colombiana se basa en la división de sectores que son:
• Sector primario o sector agropecuario.
Colombia durante el siglo XXI Colombia en periodo 2002 a 2009 ha sido significativa para
el desarrollo del país, se tiene la sensación de un lugar más seguro tanto para sus habitantes
como para el inversionista extranjero, pasando de ser la séptima economía latinoamericana
más fuerte a ocupar el lugar número cuatro, gran aporte han hecho los turistas extranjeros
registrando1.1 millones de visitantes en 2002 y 2.5millones en 2009.
NEOLIBERALISMO ECONÓMICO
observa la realidad social, que se refiere a los procesos de producción, distribución y
consumo de bienes y servicios.
Busca explicar la economía y predecirla.
El gobierno ejerce su función organizando la actividad económica y buscando un equilibrio
entre las empresas y los sectores sociales
El Estado interviene con la intención de regular la actividad económica.
Confía en la capacidad del mercado para su autorregulación.
La transición de una economía proteccionista basada en el modelo de sustitución de
importaciones, a un modelo neoliberal de apertura económica en la década de los noventa,
trajo efectos a la economía colombiana.
• Reducción estatal: Se busca que el Estado sea más eficiente y sea más fácil de controlar.
• Apertura comercial: Se busca, por medio de la eliminación de aranceles, que las
importaciones y las exportaciones funcionen más fluida y efectivamente.
• Ajuste estructural: Por medio de los procesos de ajuste se busca que la economía de los
países sea más eficiente.
-Considera contraproducente el excesivo intervencionismo estatal en materia social o en la
economía y defiende el libre mercado capitalista avalista del equilibrio institucional y el
crecimiento económico de un país
Keynes en Colombia
todo el mundo se volvió Keynesiano. Ante la severa recesión de las principales economías
del planeta, se predica, con razón, la necesidad de elevar el gasto del gobierno.
En Colombia el alcance del nuevo keynesianismo fue definido por el Fondo Monetario
Internacional. La misión del Fondo encontró que el déficit del gobierno podría llegar a ser
casi un punto del PIB más alto que el previsto para 2009 (los recaudos caerán a causa del
menor crecimiento económico y de la baja de los precios de algunos productos básicos; y
algunos egresos aumentarían por las mayores tasas de interés). En lugar de exigir un ajuste
en los gastos, el Fondo recomendó que se permitiera el aumento del déficit fiscal para
contrarrestar la caída de la demanda agregada.
El Fondo planteó que la financiación del mayor déficit fiscal se podría realizar por medio
de emisiones adicionales de TES, títulos que serían adquiridos por los bancos colombianos
(éstos tendrían una mayor disponibilidad de recursos debido a la menor demanda de crédito
del debilitado sector privado). Algunas líneas adicionales de crédito de la banca multilateral
completarían la financiación requerida. Caso cerrado.
En tercer lugar, otros argumentan que, si se propone, por ejemplo, un plan de gasto
adicional de, digamos, US$2.000 millones, surgiría claramente un serio problema de
financiamiento. Sería difícil conseguir crédito multilateral (ya está copado) y habría que
presionar aún más el mercado de TES, con el riesgo cierto de un alza de la tasa de interés.
Estaríamos, dicen, en medio del clásico crowding-out.
Por último, aun si se decidiera gastar más en infraestructura, no habría proyectos de primer
nivel, listos, que permitieran que ese gasto adicional se inyectara en pocas semanas en los
flujos económicos. Dado el atraso de su preparación, por ejemplo, las obras de la Ruta del
Sol o la de las Américas no podrán comenzar en 2009 y, en algunos casos, ni siquiera en
2010.
Todos estos factores se han conjugado para que exista en Colombia un consenso sobre
cierta moderación fiscal. Por ello, surgió la paradoja de que la audacia keynesiana en
nuestro medio ha estado a cargo del FMI, una entidad que fue en el pasado monotemática
en materia de recortes al gasto.
Bibliografía
Mochón, F. (2005). Economía, teoría y política. Madrid. Editorial Mc Graw Hill.
https://www.elespectador.com/opinion/keynes-en-colombia-columna-98624
Krugman, P., 2011. Mr. Keynes and The Moderns. En: University of
Cambridge, Cambridge Conference Commemorating the 75th Anniversary of the
publication of The General Theory of Employment, Interest, and Money. 20-21 de
junio de 2011. Cambridge, MA: University of Cambridge.