Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Oh el despertador no ha sonado, ya son las 7:30 am voy 30 minutos tarde a mi trabajo debo
apresurarme o me dejara el tren directo y deberé coger el fastidioso que para en cada estación,
mientras me baño y me alisto de afán me reprocho a mí misma diciendo: María que te pasa este
trabajo si lo debes conservar llevas apenas 2 meses y vas a llegar tarde, apurada salgo de mi
apartamento hacia el subterráneo son las 8:15 am ya ha pasado el directo, ¡ maldicionnnnn ¡ grito
y una señora de edad voltea a verme sin saber que decirme, debo marcar mi tarjeta a las 9:00 am o
en el hospital me llamaran la atención, mientras espero recuerdo que no he tomado mi pastilla,
apresurada la saco del bolso, tan solo me quedan 2 tomo una y hago una nota mental que las debo
comprar hoy mismo.
Ha llegado el tren me subo y me siento en la ventana dos puestos adelante veo una pareja de
enamorados al parecer muy alegres, se están riendo él le habla al oído y ella ríe, yo apenas recuerdo
la última vez que sentí un hombre a mi lado y aunque no soy fea me considero muy tímida y poco
sociable, en diagonal va un hombre solo debe ser casi de mi edad 30 y algos va mirando por la
ventana, de algún modo me quedo mirándolo como hipnotizada es muy guapo y atlético, entramos
a un túnel la oscuridad invade el tren no se ve nada de nada todo es negro el túnel dura 4 minutos
y salimos nuevamente a la luz, ahora él me está mirando me da un poco de pena y le aparto la
mirada, se baja una estación antes que yo si cruzar las miradas.
En el trabajo todo normal he llegado a tiempo corriendo, mi mejor amiga Antonia siempre me
colabora mucho en mi trabajo y todos los días cuando llego me pregunta si he tomado mis pastillas
es muy amable parecemos amigas de toda la vida y nos contamos todo, el día se pasa rápido en el
hospital siempre hay mucho que hacer, tender camas, barrer, trapear, organizar papeles uf todo el
día se vive ocupada.
De vuelta hacia mi apartamento recuerdo a aquel hombre del tren por algún motivo se ha metido
en mi cabeza.
Mierda lo he olvidado.
- No lo he olvidado, me apresuro a sacar el frasco del bolso y llenar un vaso con agua,
inmediatamente me la tomo, es la última hoy debo salir a comprarlas.
- Parece mi trabajo cuidar de ti “me dice con una sonrisa de oreja a oreja”, ahora vamos a
trabajar que hay mucho que hacer.
Como siempre el día se ha pasado súper rápido y cuando menos me doy cuenta he llegado a mi
apartamento, tengo deseos de llamar a mi mama, hace mucho que no hablamos, nuestra relación
se dañó hace 1 año cuando papa falleció y ella se fue a vivir con otro hombre.
Le marco y contesta.
De aposta tomare la ruta larga quiero por algún motivo volverle a ver, subo al tren está casi vacío
pero él está en su asiento de siempre, bien vestido y tan guapo como puede estar, se me queda
mirando y yo a él, en un momento pareciera que me quiere saludar pero no lo hace, cuanto quisiera
que me dirigiera la palabra, hoy va alegre con la mirada alta, veo el color de sus ojos son azules
como el océano, de repente llegamos al túnel todo se vuelve negro por 4 minutos y después
volvemos a salir a la luz, me está mirando a mi o tal vez a la mujer que va detrás mío hablando por
celular y maldiciendo, agacho la mirada hago como si revisara algo en mi móvil me mantengo así
hasta cuando se baja.
Mierda lo he olvidado comprarla y ayer me tome la última, para no preocuparla le dijo una mentira
piadosa, y hago una nota mental de ir a comprarla.
- Si claro esta mañana junto con mi desayuno, gracias por preguntar. “respondo
tranquilamente”
- Hoy te vez diferente “me dice mirándome de arriba abajo” más guapa, ¿acaso haz
conseguido novio?
- No respondo rápidamente con una sonrisa “cambio de tema rápidamente” vamos a trabajar
que hay muchísimas cosas por hacer.
- Como mande jefa “responde alegremente”
Como todos los días se pasado rapidísimo el día cuando menos me doy cuenta estoy de nevó en mi
apartamento, hoy estoy súper agotada y mientras estoy en mi cama recuerdo que no he comprado
mis pastillas, pero para mí dijo que ya me siento bien que ya no las necesito, aunque igual mañana
las comprare.
He llegado temprano a la estación el tren directo para justo delante mío, pero no lo tomare quiero
volverlo a ver, pero ¿Por qué?, no lo sé, pero quiero volverlo a ver.
¿Entro al tren ahora está sentado una silla más cerca de mi quedamos en diagonal, lo hará hecho
de aposta para estar más cerca ?, hoy si me saludara ?, ojalá lo haga.
Todo el viaje parece que me estuviera mirando fijamente, yo apenas puedo verlo de reojo para no
ponerme roja como una manzana, ya veo el túnel de repente todo esta oscuro, pero siento que
alguien se sienta a mi lado, debe ser el no hay duda, huele riquísimo creo que es una loción Lacaste,
- Buenos días mi nombre es Pedro, “su voz es suave pero firme a la vez parece tener mucha
confianza en sí mismo”, disculpa si te molesto, pero quería saludarte.
- No es ninguna molestia “respondo rápidamente casi tartamudeando”, mi nombre es María,
te daría la mano, pero no la veo “comento para romper el hielo”
Estamos llegando al final del túnel siento cuando se levanta y se va para su silla, y antes de que
vuelva la luz esta nuevamente sentado donde estaba antes.
Han sido 4 minutos en la oscuridad total, pero a mí me ha parecido una eternidad, al bajarse
nuestras miradas se cruzan y sonreímos.
Mierda he llegado tarde al trabajo por estar pensando en Pedro, en la recepción del hospital esta
Antonela, parece estar de mal genio.
En todo el día no he hecho sino pensar en pedro, todavía huelo su deliciosa fragancia. Solo espero
que mañana para verlo.
19 de marzo del 2017.
Hoy es domingo, no me debería levantar ya que no trabajo hoy es mi día de descanso, pero no me
importa me levanto como todos los días, voy a la estación el tren se detiene y subo, lo busco con la
mirada por todos lados, pero no lo encuentro, maldición hoy no debe trabajar.
Aprovechare el día para salir de compras y no se tal vez ir a cine, me gustaría tener alguien con quien
salir, pero no tengo amigos ni amigas, Antonela de seguro estará con su esposo y sus 2 hijas, pasare
el día sola.
De regreso al apartamento suena mi móvil, es mama, ¿Qué querrá? Contesto de mala gana.
Me despierto y solo puedo pensar en Pedro, su aroma, su voz, tengo tantas preguntas que hacerle,
sin darme cuenta me he maquillado más de lo normal, me he recogido el cabello, hoy me siento
más bonita que de costumbre, ojalá y lo note.
Llego a la estación justo a tiempo, lo primero que hago es dirigir la marida directamente a su silla, y
ahí está el, hoy lee el periódico parece buscando alguna noticia, el ruido del cierre de la puerta y el
arranque de tren me hace volver en sí, me siento en mi silla se siempre en diagonal a la de él me
mira por encima del periódico, le respondo con una sonrisa, nos acercamos al túnel de repente ya
está oscuro todo, siento su aroma a mi lado y su dulce voz.
- ¿Qué tu fin de semana hiciste algo especial? “pregunta en voz suave, no lo puedo ver, pero
si lo siento”
- Salí de compras al bulevar, y he ido a cine “le respondo con la voz entrecortada”
- ¿Con tu novio?
- No “respondo y hago un movimiento como tratando de mirarle a los ojos, pero no puedo
está muy escuro”, he ido sola, soy soltera, ¿y tú fin de semana?
- Ya sabes trabajar, he estado todo el fin de semana acompañado de mi perro.
- Tienes un perro “pregunto sorprendida” ¿Cómo es su nombre?
Desde pequeña me han encantado los perros cuando vivíamos con mi papa teníamos un perro
ovejero, se llamaba Max corría todo el día por la casa, cuando mis padres se separaron mi papa se
quedó con él, pero después de lo sucedido …………………………. Tuvimos que entregarlo a un vecino
ya que ni mama ni yo podíamos tenerlo.
Siento como se levanta suavemente y cuando vuelve la luz ya está sentado nuevamente leyendo el
diario, parece haber encontrado la noticia que estaba buscando pues está concentrado en ella y no
levanta la mirada, en su bajada nos cruzamos un par de sonrisas, vaya es tan guapo.
El día se ha pasado mucho más rápido de lo normal y solo espero mañana para volverlo a ver,
Llego como de costumbre a casa, me estoy colocando la pijama cuando suena mi móvil, es mama,
pero ahora no quiero contestar estoy muy contenta como para amargarme la noche.
Me he levantado 30 minutos más temprano de lo normal, la idea es ver que vestido me queda mejor,
me mido 3 vestidos y me decido por uno negro con un escote pronunciado, tal vez le gusten las
mujeres atrevidas, sonrió y me pongo roja para mí, llego a la estación 15 minutos antes, para el
directo y yo tan solo puedo pensar que ya casi es hora de verlo.
Llega el tren y hay esta como siempre impecable, se me queda viendo y siento como su mirada se
me mete en mi escote, levanta la mirada y sonríe le da algo de pena, yo sonrió y me pongo roja,
miro por la ventana para que no se me note, estamos llegando al túnel, como siempre siento su
fragancia a mi lado.
- Te vez muy guapa el día de hoy, ese vestido te hace ver regia “me dice con una voz dulce”
- Gracias, tú también estas muy guapo, dime ¿en que trabajas?
- En el fisco soy contador, nada del otro mundo, reviso números todo el día, ya sabes de
rutina.
- Así que mi retraso en mis impuestos, tu eres el encargado de irme a cobrar “siento como
ríe, es una sonrisa suave de esas que enamoran, me gustaría verle sonreír pero por más que
me esfuerzo está muy oscuro”
- No solo reviso números ¿y tú que haces?
- Bueno yo trabajo ………………………………….
De repente se levanta de la silla, estamos llegando al final del túnel ya vuelve la luz, me está mirando
fijamente sonriendo, yo le devuelvo la sonrisa, ha llegado a su estación me mira fijamente y yo
espero que se despida, pero no lo hace voltea al frente y se va.
El doctor Arthur es un señor mayor parecido a mu abuelo con barba larga y blanca al igual que su
pelo, y una barriga prominente.
- Buenos días María ¨”me dice con voz amable y descomplicada”, sígueme por favor.
- Me lleva a un consultorio aparte y cierra la puerta.
- Hola María como estas el día de hoy, siéntate por favor “y me señala el asiento”
- Bien gracias “respondo algo desconfiada”
Coge unos papeles que tenía encima de su escritorio, como una historia médica.
- Acá dice que llevas 2 meses trabajando en el hospital. ¿Cómo te has sentido?
- Muy bien todos son muy amables conmigo.
- Ok, también dice … vamos a ver …. Que tomas unas pastillas, ¿las tomas todos los días?
- Mi mama vive en florida, mi papa falleció hace pocos meses, y no tengo hermanos.
- ¿Y a tu papa que le paso?
- Choco su coche contra un árbol.
Fue una noche lluviosa, él había visto a mama con otro hombre entrando a un hotel, y pudo
comprobar la infidelidad de la que ya había venido sospechando, se fue a un bar a embriagarse y de
camino a casa perdió el control y choco con un árbol, yo siempre he culpado a mama por la muerte
de papa y por eso nuestra relación se rompió, más aún cuando me entere que el hombre con quien
la vio esa noche es su actual novio.
Miro mi reloj son las 5 pm, vaya si se ha pasado rápido este día más de lo normal, me siento muy
cansada, me apresuro para irme a descansar, paso por el frente del consultorio del doctor …. como
se llame, esta con Antonela parecen estar teniendo una discusión, Antonela parece alterada ….
Doy un paso y hago ruido con los zapatos Antonela y el doctor giran bruscamente, Antonela se
levanta rápidamente y cierra la puerta a sus espaldas.
Me levanto como de costumbre, solo pienso en ver y hablar con pedro, hoy le preguntare si tiene
novia o esposa, espero que me diga que no; hoy me siento algo raro como pensativa, distraída, debe
ser que esta semana he tenido mucho trabajo y estoy muy cansada.
Demonios ya es tarde, salgo corriendo al tren, llego a la estación justo a tiempo para abordarlo, y
ahí está el hoy lo veo distraído como mirando las noticias, me gustaría preguntarle qué le pasa pero
no me animo, esperare a que se siente a mi lado para conversar.
Que extraño no me pregunto por mis pastillas y como había amanecido, parece muy triste.
Y sale hacia el consultorio de doctor Arthur, que extraño recuerdo como se llama. Bueno debo
ocuparme tengo muchísimo trabajo.
Durante el día pienso en papa, en mama ¿Por qué no me volvería a llamar?, debería llamarla, voy a
hacerlo:
- Hola mama “por alguna razón ya no estoy tan disgustada con ella”
- Hola hija, te estaba pensando mañana llegare a la ciudad, y no se tal vez me pueda quedar
contigo.
- Si mama no hay problema “al fin y al cabo ella paga la renta”
- Ok hija nos vemos mañana.
- Mama una última cosa, ven sola.
- Claro hija.
El día pasa muy rápido ya son las 5 pm y debo salir lo más temprano posible a arreglar el
apartamento, vaya no quiero que mama lo encuentre desordenado.
- Antonela, mama viene mañana y voy a arreglar el apartamento, queda todo al día.
- Ok María me alegro mucho habla con tu mama recuerda que ella te quiere mucho por favor
habla con ella.
Antonela ha estado triste todo el día, y algo alegada, me pregunto qué le pasa, pero sé que es muy
reservada sea lo que sea no me lo contara.
Llego a casa, lavo platos, barro, trapeo, en fin dejo el apartamento reluciente.
Voy en un túnel oscuro y no veo nada al final del túnel veo una pequeña luz encendida parece una
bombilla, voy hacia ella, pero no logro alcanzarla de repente se rompe y queda todo negro en una
oscuridad total, me despierto sudando y agitada, vaya sueño tan raro miro el reloj es la 1 am, tengo
mucho sueño y me quedo dormida rápidamente. Como siempre me levanto tarde, debo apurarme
o me dejara el tren y no podre ver Pedro me apresuro en vestirme me medio me peino y salgo
corriendo, como de costumbre me siento en la misma silla y él está en diagonal distraído mirando
hacia la ventana, vamos llegando al túnel no veo la hora de sentirlo a mi lado ¿algún día tendré el
valor de saludarme a la luz, sin haber entrado al túnel?, ojala no lo haga me gusta como esta parece
una relación de cuento de hadas en la oscuridad, se me sale una sonrisa de esas de cuando las niñas
están jugando con el novio, llegamos a al túnel.
- Hola ¿Cómo ha estado tu día?, me pregunta con esa hermosa y dulce voz.
- Bien –respondo alegremente- ¿y el tuyo que tal?
- Con muchísimo trabajo ya sales lleno de papeles por todos lados, al lado donde trabajo han
puesto un café y preparan una tarta de manzana deliciosa, tal vez si quieres podemos ir a
eso de las 5 pm.
¡vaya me invito a Salir! Y la tarta de manzana es mi favorita, ¿Qué dijo? ¿será muy pronto para
aceptarle la invitación? ¿y si me niego tal vez piense que no me gusta y dejara de hablarme?
El tren sale del túnel y el como siempre ya está sentado mirando hacia la ventana como si nunca se
hubiera levantado. Pero estoy muy feliz tengo una sonrisa que no puedo disimular, cuando sale
intercambiamos miradas y sonrisas, vaya es tan lindo……
Entrando al hospital veo que a Antonela hablando con el doctor Arthur y a mama, parecen estar
discutiendo, cuando me ven se quedan en silencio, solo mama salta de repente a saludarme me da
un abrazo y un beso, pero en su cara veo un poco de preocupación.
- Ok, basta de saludos ella debe ir a trabajar, Dice Antonela con voz suave.
- Vale si quieres hablamos más tarde, te quiero hija – me da un beso y se vuelve a continuar
con la conversación-
Son las 2 de la tarde, solo pienso en mi cita con Pedro, estoy acabando de organizar unos papeles,
cuando de repente escucho a mi mama llorar, están en el consultorio del doctor ……. No me acuerdo
como se llama …. Pongo atención a la discusión.
- Mama está muy alterada y diciendo: porque doctor si usted me prometió que el tratamiento
iba a dar resultado.
- Lo se señora, pero nadie puede predecir los resultados, es una droga experimental y los
efectos secundarios son desconocidos. – le dice el doctor -
- Y ahora cuales son los pasos a seguir doctor – le dice Antonela – ¿debemos seguir o parar
con el tratamiento?
- Debemos detener el tratamiento. – afirma el doctor-
Vaya no recuerdo nada, que me pasa, ya me estoy preocupando, me pongo pálida trato de recordar,
pero no recuerdo nada.
El doctor filmina con la mirada a Antonela, quien responde con una mirada de asombro.
Pero si este hospital es para personas con problemas mentales, eso quiere decir que ……. un
escalofrió me pasa de pies a cabeza, no puede ser, doy un grito silencioso y me duele la cabeza,
mama se encuentra llorando, quiero salir corriendo y de hecho lo hare necesito pensar, sin mediar
palabra salgo del consultorio corriendo sin rumbo, siento que mama, Antonela y Arthur salen detrás
mío diciéndome que me detenga, pero no quiero.
Corro y corro de repente me detengo leo Avenida Portland, acá es donde me había quedado de ver
con pedro, lo buscare el si me apoyara.
Es una zona de fábricas, ¿acaso no trabajaba en el fisco?, ¿Qué pasa? Mi cabeza me duele
muchísimo, de repente lo veo, lleva un uniforme está sucio parece que estuviera operando alguna
máquina.
El no voltea ni siquiera se inmuta, pare no haberme escuchado, veo a mis perseguidores al otro lado
de la calle, corro hacia Pedro, llego y me detengo frente a él cogiéndole fuertemente el brazo.
- Pedro por favor ayúdame – le dijo con voz de desesperada- el me mira con cara de
desconcierto.
- María por favor acompáñanos y lo hablaremos – me dice el doctor Arthur-
- Pedro por favor ayúdame le dijo casi llorando.
- Perdóneme señorita creo que me está confundiendo con otra persona mi nombre es Sergio.
– me dice con cara de asustado-
- ¡Qué te pasa! Si hemos estado hablando en tren todos estos días, me has contado de que
eres soltero de que tienes un perro y hasta quedarnos de vernos hoy en el café. – le dijo de
forma airada-
- Mira yo nunca he hablado contigo mi nombre es Sergio soy casado, tengo 2 hijos y no me
gustan los perros.
- María –dice el doctor- ven con nosotros y te lo explicaremos todo.
Me alejo con lágrimas en mis ojos, mientras Pedro o Sergio o quien sea se queda mirándome con
cara de preocupación y un poco de susto.
- María –dice el doctor- ¿me escuchas?, asiento con la cabeza, has sufrido un trauma
neurológico, es una cosa de herencia, a veces imaginas cosas y te alejas de la realidad, creas
recuerdos que no existieron, eso mismo le pasaba a tu papa, cogiste todos esos recuerdos
y los metiste en tu cabeza con llave como si fuera un cofre que no quieres abrir.
Mama está llorando lo cual me da más dolor de cabeza, le dijo que se calle.
- Mama calla ve con tu novio, ese con el que le fuiste infiel a papa y que provoco su muerte y
a mi déjame en paz – le dijo con en voz alta y de manera ofuscada –
- Hija yo ………. no estoy saliendo con nadie, nunca le fui infiel a tu papa y su muerte fue culpa
………….
- Basta! Grita Antonela, mira María solo queremos ayudarte nadie quiere lastimarte, tan solo
estas pasando por un mal momento, por favor quédate un tiempo con nosotros acá en el
hospital seguramente ya después estarás mejor – me dice con una voz suave de cariño-
Estoy confundida no sé qué pensar, ¿Qué me está pasando? ¿estoy loca?, me echó a llorar sin
entender que está pasando.
- El doctor saca de su cajón un tarro de pastillas de las solía tomar – María por favor toma
una de estas y no dejes de tomártelas veras que pronto estarás mejor-
Me acerca una pastilla con un vaso de agua. Me paso la pastilla. Antonela me coge de un brazo
suavemente me levanta de la silla y me lleva hacia uno de los cuartos del hospital, me sienta en
la cama.
- Acá estarás bien solo recuéstate y firma estos papeles – me dice con una voz cálida y dulce
que me calma-
Firmo los papeles y ella sale de la habitación siento cuando pone el seguro de la puerta, igual ahora
lo menos que quiero es salir de estas 4 paredes.
En el consultorio esta la mama de María y el doctor Arthur esperando con ansias a Antonela quien
entra a la sala con una sonrisa de oreja a oreja.
Los tres ríen a carcajadas mientras la mama de Antonela sale del consultorio.