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inter.c.a.mbio, año 6, n.

7 (2009), 129-156
ISSN: 1659-0139

Miscelánea cubana sobre el entorno


sanitario de los africanos esclavizados
Ana Paulina Malavassi Aguilar1

“Los esclavos transportados de África... llevaron con ellos restos de sus sistemas
culturales, fiebre amarilla y malaria. Los españoles les dieron caña de azúcar, esclavitud
viscosa, una forma de catolicismo, viruela, sarampión, fiebre tifoidea y tuberculosis.”
Jean Weise, 19712

Recepción: 10 de julio de 2008 / Aprobación: 21 de mayo de 2009

Resumen Abstract

El propósito de este trabajo, The purpose of this research


como su título lo indica, es analizar paper, as stated in its title, is to
una serie de elementos que gravi- analyze a series of elements that
taron en torno a la vida cotidiana surrounded the daily life of slaves
de las personas esclavizadas en in Cuba, during the colonial period,
Cuba durante el período colonial, emphasizing some health aspects.
resaltando algunos temas referen- Likewise, it is intended to unders-
tes a la salud; igualmente, se de- core the genetic inheritance of that
sea exaltar la herencia genética de transmigration of human beings.
esa transmigración de seres hu- With the objective of providing a

1 Costarricense, Magistra en historia por la Universidad de Costa Rica (1998) y egresada del Doctorado
en Historia impartido por la misma casa de estudios. Actualmente se desempeña como docente en la
Escuela de Historia y en la Escuela de Estudios Generales, y como investigadora en el Centro de Inves-
tigaciones Históricas de América Central, entes todos adscritos a la Universidad de Costa Rica. Correo
electrónico ana.malavassi@ucr.ac.cr

2 Esta frase ha sido tomada de: Castro, Arachu, “Condiciones sociales que influyen en el incremento del
Aedes aegypti y la transmisión del dengue: El caso de Haití”, Programa de Enfermedades Infecciosas
y Cambio Social Departamento de Medicina Social Facultad de Medicina de Harvard & Partners In
Health.
www.conganat.sld.cu/instituciones/ipk/curso-dengue-memorias/conferencias-magistrales/2.pdf [con- 129
sultado 12 junio 2009]
Ana Paulina Malavassi Aguilar

manos. Con el objetivo de contex- context for this research, the arti-
tualizar la investigación, el artículo cle begins with a brief presentation
inicia con una breve presentación of the institution of slavery in Cuba.
sobre la institución de la esclavitud Subsequently, it characterizes the
en Cuba, para luego pasar a ca- situation of public health while sla-
racterizar la situación referente a la very existed as an institution. Af-
salud pública durante la vigencia terwards, the old thesis that the
de esa institución. Posteriormen- Africans were the ones who intro-
te, se discute la vieja tesis que ha duced the yellow fever in America
presentado a los africanos como is discussed. Also, we analyze a
los introductores de la fiebre ama- series of research works that have
rilla en América; además, se res- studied the genetic fingerprint left
cata una serie de investigaciones by forced migrations from Africa
que han estudiado la huella gené- to America, which have strongly
tica de las migraciones forzadas influenced the treatment of diffe-
desde África hasta América, y que rent medical problems that are
han tenido una fuerte incidencia en currently affecting Cubans. Finally,
el abordaje de diversos problemas the transfer of culture inherent to
médicos que hoy afectan a los the practices for curing and as-
cubanos. Finalmente se estudia sisting the ill are studied. The re-
la transculturación inherente a las search is upheld on the exhaustive
prácticas curativas y de asisten- use of different secondary sour-
cia al enfermo. La investigación se ces, produced mainly by Cubans,
sustenta sobre el uso exhaustivo on the basis of recorded research
de diferentes fuentes secundarias, and genetic studies. The principal
producidas principalmente por achievement of this article is the
cubanos sobre la base de inves- systematization of multiple lose
tigaciones de archivo y estudios ideas found in the said sources,
genéticos. El principal logro de usually contributed by experts of
este artículo radica en la sistema- other disciplines. However, they
tización de múltiples ideas sueltas constitute a fundamental ingre-
en dichas fuentes, usualmente dient for those who would like to
aportadas por estudiosos de otras start a deeper and more organized
disciplinas, pero que se constitu- analysis of the proposed topics
yen en un ingrediente fundamental with a historic perspective.
para quien desee iniciar un análisis
más organizado y profundo alre-
dedor de los temas propuestos
con perspectiva histórica.
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Miscelánea cubana sobre el entorno sanitario de los africanos esclavizados

Palabras clave Keywords

Cuba / esclavos / salud / transcul- Cuba / slave / health / transcultu-


turación / genética ration / genetics

Preliminar

E
l presente artículo se enmarca dentro una fascinante área de
trabajo denominada historia social de la medicina, cuyo radio
de acción se divide en dos áreas principales: la historia tradicio-
nal de la medicina que se ocupa de la exaltación de la disciplina median-
te el estudio de los grandes descubrimientos médicos, de los aportes de
las diversas escuelas, de las biografías de inmortales de la medicina y de
las ideas médicas. Por otra parte, está la nueva historia de la medicina
y de la salud pública preocupada por comprender la reacción cultural
del ser humano ante la enfermedad, de ahí su interés por estudiar, entre
otros temas, el surgimiento de instituciones y organizaciones destinadas
a combatir las enfermedades en su medio social, así como la reacción
de la sociedad ante enfermedades que se desempeñan como factores
epidemiológicos negativos. Dentro de esta última área se inserta la pre-
sente investigación.

Geográficamente el trabajo se concentra en Cuba, entre otras ra-


zones, porque ya habíamos tenido la oportunidad de acercarnos a su
historia sanitaria en otro trabajo,3 porque la existencia de una base de
datos de revistas médicas cubanas, puesta gratuitamente en línea, fa-
cilita muchísimo el estudio de este país,4 y porque los grandes logros
alcanzados por la Revolución de 1959 en materia de salud pública, nos
obligan a cuestionarnos sobre sus antecedentes para lograr dimensio-
nar mejor los alcances de un proceso que se constituye en una fuen-
te de valiosas experiencias e importantes enseñanzas.5 Valga aclarar
que, en algunos casos, hacemos referencia al Caribe en general, por la

3 Malavassi Aguilar, Ana Paulina, “La Tumba de los Vivos: Lepra y Estigma en América Colonial”, ponencia
presentada al VI Congreso Centroamericano de Historia, Ciudad de Panamá, República de Panamá, 22
a 26 de Julio del 2002. Malavassi Aguilar, Ana Paulina, “Lepra y Estigma: estudio de casos en Latino-
américa Colonial”, Revista Estudios (17), pp. 59-72, 2003.

4 Al respecto consúltese el siguiente sitio electrónico: “Cuba biblioteca virtual en salud. Revistas médicas
cubanas”, http://bvs.sld.cu/revistas/indice.html [consultado 12 junio 2009]

5 Sobre los alcances sanitarios de la Revolución véase: Delgado García, Gregorio, “Desarrollo histórico de la 131
salud pública en Cuba”, Revista Cubana de Salud Pública, 24(2), pp.110-8, 1998.

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imposibilidad de localizar informa- La institución de la


ción específica para Cuba. Esta esclavitud
generalización tiene su costo:
desdibuja las especificidades del Aunque las primeras personas
caso cubano, ya que el Caribe no esclavizadas de origen africano lle-
es un ente homogéneo, la historia gan con los conquistadores espa-
de cada uno de sus componentes ñoles a Cuba, la esclavitud cobra
responde a procesos específicos. importancia hasta finales del siglo
XVI, al calor del inicio de la indus-
La temática es diversa, lo cual tria azucarera.6 Dos eventos his-
refleja la esencia de las fuentes tóricos determinan un incremento
consultadas que abordan, a muy significativo de las personas es-
grandes rasgos, temáticas varia- clavizadas en la isla: la ocupación
das pero sin profundizar. En ese inglesa de La Habana entre 1762
sentido, nuestro trabajo quizás y 1763 y la autorización para la li-
tenga algo de pionero, porque bre trata entre 1789 y 1791. Entre
intenta darle unidad a una masa 1785 y 1800 se introducen cerca
amorfa de información en un con- de 80 mil personas esclavizadas
texto donde el tema de la salud, nacidas en África.
durante la época de la esclavitud,
no parece desvelar a muchos es- La distribución departamen-
tudiosos sobre el Caribe. Auna- tal de los esclavizados no es ho-
do a esto, Cuba tampoco parece mogénea, lo cual es paralelo a
ocupar un lugar preponderante en su contribución diferenciada a la
la agenda de los estudiosos del vida económica: el Departamen-
Caribe, en ese sentido vislumbra- to Occidental, principal asiento de
mos que, lo mucho o poco, que se la industria azucarera, alberga la
conoce sobre Cuba es fruto de la mayor cantidad de esclavos prin-
pluma de los mismos estudiosos cipalmente en La Habana y Ma-
cubanos, a los que muchas veces tanzas. En el Departamento Cen-
les falta un mayor abordaje teóri- tral, al predominar la ganadería,
co. No obstante, no debe dejarse la presencia de esclavizados es
de lado que la historia social de la
medicina y de la salud pública es
un área de trabajo relativamente 6 El férreo régimen de encomienda—institución
socioeconómica destinada a controlar la trata
reciente, lo que en alguna medida y posesión de indígenas para el trabajo en las
justificaría la ausencia de numerosos minas y las tierras apropiadas por los colonos
españoles—aunado a las sublevaciones, los
estudios para el Caribe colonial. asesinatos y los suicidios colectivos, redunda
en el declive estrepitoso de la población indí-
132 gena, lo cual obliga a la importación de mano
de obra esclavizada.

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menor, empero los esclavizados lla ordena a Nicolás de Ovando


también colaboran con esta acti- —Gobernador de la Isla La Espa-
vidad económica, pero en menor ñola— crear hospitales para alber-
medida. El Departamento Orien- gar y curar indígenas y españoles.
tal esencialmente se caracteriza A falta de personal médico y de
por la presencia masiva de liber- presupuesto, por mucho tiempo
tos dedicados a cosechar frutos los hospitales van a estar en ma-
menores, al servicio doméstico nos de órdenes religiosas, lo cual
y al desempeño de oficios varios favorece su conversión en centros
en las ciudades. La abolición de de evangelización, aculturación y
la esclavitud favorece un mayor control social. Estas funciones no
desplazamiento geográfico de los son nuevas, ya habían sido utili-
descendientes de africanos en zadas en el pasado como instru-
procura de fuentes de subsisten- mento de conversión y salvación
cia, destacando principalmente la de almas, especialmente en el
corriente de Occidente hacia las área reconquistada a los moros.
nuevas plantaciones azucareras Desde el punto de vista sanitario,
de Oriente y Camagüey. 7 los alcances de estos primitivos
hospitales son muy limitados de-
Telón de fondo: la salud bido a las carencias del sistema:
pública en Cuba colonial burocratización, injerencia de la
Iglesia, escasez de médicos, me-
Cuando los españoles se asien- nosprecio por los conocimientos
tan en América introducen un ar- curativos autóctonos, y fuertes
senal de bacterias para el que los restricciones para el ejercicio de la
indígenas no tienen inmunidad, lo medicina.8
cual sumado a la explotación in-
misericorde de las poblaciones
autóctonas, degenera en un caos
sanitario—muerte, hambruna y
malnutrición—al que se responde
transplantando las instituciones
sanitarias españolas. Es así como
en 1502 la reina Isabel de Casti-

7 Estas ideas básicas sobre la esclavitud en


Cuba han sido tomadas de Núñez González, 8 Risse, Guenter B. “Medicine in New Spain”,
Niurka y Estrella González Noriega, “Antece- En: Numbers, Ronald L. (ed.) Medicine in the
dentes etnohistóricos de la alimentación tradi- New World. New Spain, New France, and New
cional en Cuba”, Revista Cubana de Alimenta- England, US: University of Tennessee Press, 133
ción y Nutrición, 13(2), pp. 145-150, 1999. 1987, pp.20-21, 27, 37, 42, 51, 154-155.

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La debilidad del Estado Colonial A falta de una profunda educa-


impide la imposición de un sistema ción médica formal, la teoría médi-
médico autoritario. Esto se ve refle- ca humoral de Galeno, floreciente
jado, por ejemplo, en la impotencia hasta mediados del siglo XIX,12
de los Protomedicatos9 que, en mu- prevalece solamente entre algunos
chas ocasiones, son opacados por sectores de la sociedad, esencial-
las decisiones municipales.10 Este mente entre la elite; puesto que,
contexto favorece la cimentación de para la mayoría de las personas la
un sistema médico pluralista —más enfermedad seguirá teniendo una
etnocultural que legal— sustentado explicación sobrenatural. Esta últi-
por los aportes de españoles, indí- ma alimentada por las tradiciones
genas y africanos.11 indígenas y africanas. De la misma
forma, a falta de suficiente oferta
médica circulan algunas obras
9 El Real Tribunal del Protomedicato es la institu-
ción encargada de legalizar el ejercicio médico en médicas donde se incorpora el
España y sus colonias, además, fiscaliza las far- conocimiento popular.13
macias, las disposiciones sanitarias y el funciona-
miento de los hospitales. La fundación posterior
de otras instituciones harán que el Protomedica- ¿Qué hay de las especificida-
to conserve sólo la regulación sobre el ejercicio
médico. Véase al respecto: Delgado García, Gre- des del caso cubano? Entre los si-
gorio, “La salud pública en Cuba durante el pe- glos XVI y XVIII la oferta de médicos
ríodo colonial español”, Cuaderno de Historia de
la Salud Pública No. 81, 1996. Martínez Larrarte, es bastante discreta limitándose a
José Pedro Yusimí Reyes Pineda, “El protomedi- la presencia de unos pocos mé-
cato. Los inicios de la docencia médica superior
en Cuba”, Revista Cubana de Educación Médica dicos, cirujanos latinos, cirujanos
Superior, 14(1), pp. 83-85, 2000. romancistas y, excepcionalmen-
10 La crónica escasez de médicos y de fondos, así te, de algún médico-cirujano.14 A
como las presiones populares y de la elite, obli-
gan a los municipios a favorecer medidas contra- 12 La patología humoral de Galeno llega con los
rias al Protomedicato, como la autorización para conquistadores al Nuevo Mundo y, aunque
el ejercicio de empíricos y curanderos, iniciativa cuestionada desde el Renacimiento, logra
salomónica que hasta la Inquisición termina acep- mantener su vigencia hasta mediados del siglo
tando porque, después de todo, la función social XIX. Según este concepto en el cuerpo existen
cumplida por estos médicos sin credenciales es cuatro humores o jugos localizados en partes
innegable. Sowell, David, The Tale of Healer Mi- específicas: bilis amarilla (hígado), sangre (co-
guel Perdomo Neira. Medicine, Ideologies, and razón), flema (cerebro) y bilis negra (bazo y tes-
Power in the Nineteenth-Century Andes, US: tículos) que cuando se alteran o desequilibran
Scholary Resources Inc., 2001, pp. 24 y 30. producen enfermedades (discracia). Varios,
Crónica de la Medicina, (2a.ed.) España: Plaza
11 Sowell, David, The Tale of Healer Miguel Perdo- y Janes Editores, 1993, p.55.
mo Neira. Medicine, Ideologies, and Power in the
Nineteenth-Century Andes, US: Scholary Resour- 13 Sowell, David, Op. Cit., pp. 9-10. Risse, Guenter
ces Inc., 2001, pp. xv, 18, 20 y 31. Para más de- B. “Medicine in New Spain”, Numbers, Ronald L.
talles sobre el sincretismo de las prácticas médi- (ed.) Medicine in the New World. New Spain, New
cas indias, españolas y negras que dieron origen France, and New England, US: University of Ten-
a la medicina tradicional mestiza, cuyo máximo nessee Press, 1987, pp. 27, 37 y 50.
exponente fue el curandero, véase: Quezada,
Noemí, Enfermedad y maleficio. El Curandero en 14 El Real Tribunal del Protomedicato es la ins-
134 el México Colonial, México: Universidad Nacional titución encargada de otorgar las siguientes
Autónoma de México, 1989. licencias:

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falta de una oferta adecuada de el uso de plantas medicinales.16


médicos titulados son herbolarios, Este conocimiento se ve enrique-
algebristas, barberos, flebotomia- cido con el aporte de los africanos
nos, dentistas, comadronas y bo- esclavizados, cuya medicina es
ticarios los encargados de velar calificada por Gregorio Delgado
por la salud de los moradores de como sugestiva, impregnada de
la isla; algunos cuentan con la au- pensamientos mítico-mágicos,
torización del Protomedicato o del sustentada su terapéutica en el
Cabildo,15 en tanto que otros no conocimiento de las propieda-
tienen empacho en ejercer por su des curativas de la flora cubana,
propia cuenta. dadas las semejanzas de la flora
tropical.17 En esta amalgama de
Dentro del espectro de op- prácticas curativas no puede faltar
ciones curativas de la época, el el componente asiático, introduci-
conocimiento de los empíricos do por los chinos que se integran
es complementado por las des- a la fuerza laboral de la isla en de-
trezas curativas de los indígenas, plorables condiciones.
quienes se apoyan en prácticas
mágico-religiosas, donde es vital Según nos cuenta el mismo
Delgado, los esclavizados—en
materia de enfermedad—son tra-
• Médicos-cirujanos: pueden ejercer la tados como una masa amorfa por
medicina sin restricción, tienen estudios uni-
versitarios completos sus dueños, quienes usualmente
• Médicos: solamente pueden tratar afec- y sin consulta facultativa alguna
ciones internas, tienen estudios universitarios
• Cirujanos latinos: solamente pueden tra- optan por administrarles los trata-
tar afecciones externas hasta la llegada de un mientos contenidos en manuales
médico-cirujano, tienen estudios universitarios
incompletos como El Vademecum de los ha-
• Cirujanos romancistas: no cuentan con cendados cubanos o guía prácti-
estudios universitarios, sólo poseen conoci-
mientos prácticos en cirugía, su actuación se ca para curar la mayor parte de las
autoriza únicamente en casos extremos, es enfermedades escrito por Hono-
rato Bernard de Chateausalins.18
decir donde la oferta de profesionales es nula
Véase al respecto: Delgado García, Gregorio,
“La salud pública en Cuba durante el período Evidentemente aquí más que el
colonial español”, Op.Cit. Delgado García, Gre-
gorio, “Instituciones no oficiales y academias
privadas para la enseñanza de la medicina en
Cuba”, Cuaderno de Historia de la Salud Públi- 16 Martínez Larrarte, José Pedro Yusimí Reyes
ca No. 84, 1998. Pineda, “El primer médico autorizado de La
Habana”, Revista Cubana de Hematología,
15 Cuando el Protomedicato no existe o no fun- Inmunología y Hemoterapia, 17(1): pp. 65-8,
ciona sus deberes son asumidos por los ca- 2003.
bildos. El Real Tribunal del Protomedicato de
La Habana funciona efímeramente entre 1634 17 Delgado García, Gregorio, “La salud pública en
y 1637, se reanuda en 1711 y cierra definitiva- Cuba durante el período colonial español”, Op. Cit.
mente en 1833. 135
18 Idem.

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deseo de ahorrar dinero en la cura de estas instituciones es limitado,


de estos trabajadores, lo que más convirtiéndose en guarida de los
pesa es la limitada oferta de ex- miembros más desposeídos de
pertos en el arte de curar cuerpos. la sociedad, entre ellos los escla-
Esto último hace que las leyes pro- vizados. ¿Por qué se da esta si-
mulgadas en España tengan un tuación? Por la conjunción de va-
impacto extremadamente limitado rios factores. En primer lugar debe
en la isla, donde las autoridades— considerarse que las personas
Protomedicato o Cabildos—en con recursos económicos tienen
vez de sacar de circulación a los el privilegio de costear la consul-
empíricos legitiman su actuación. ta privada en sus propios hoga-
Tal es el caso de la curandera indí- res, y a partir del segundo cuarto
gena Mariana Nava designada en del siglo XIX pueden trasladarse a
1609, por el Cabildo de Santiago las Casas de Salud, instituciones
de Cuba, como médica del lugar médicas privadas, que se fundan
y obligada a no abandonar el po- en las principales ciudades de la
blado por la escasez de médicos.19 isla. En segundo lugar, el concep-
La escasa población y los limitados to de hospital que se maneja es
recursos hacen de Cuba un destino muy limitado, por estas fechas la
poco apetecido para los médicos muerte acecha en los hospitales
graduados, y un lugar relativamente debido a las deplorables condi-
seguro para embaucadores como ciones asépticas, de ahí que mu-
Gregorio Gamarra. En 1569 Ga- chas familias, en la medida de sus
marra asegura ser graduado de la posibilidades materiales, asuman
Universidad de Alcalá de Henares, el cuidado de sus enfermos.21 Los
por lo que el Cabildo de La Habana hospitales son una especie de
le autoriza a ejercer como médico- “vertederos” humanos, en ellos se
cirujano; no obstante, todo es una depositan aquellos seres con los
artimaña de Gamarra, quien apenas que la sociedad no quiere ni pue-
había tomado un curso de medicina de cargar. De ahí que no sea ex-
en su vida.20 traño encontrar en Ecuador a los
enfermos de viruela y sarampión
Si bien la fundación de hospi- compartiendo con los leprosos,
tales es una preocupación de los a los enfermos mentales de La
españoles, en realidad el alcance Habana y Camagüey departiendo
con los leprosos, y a los leprosos
19 Idem.

20 Martínez Larrarte, José Pedro Yusimí Reyes 21 Martínez Larrarte, José Pedro Yusimí Reyes Pine-
Pineda, “El primer médico autorizado de La da, “El primer médico autorizado de La Habana”,
136 Habana”, Revista Cubana de Hematología, Revista Cubana de Hematología, Inmunología y
Inmunología y Hemoterapia, 17(1), pp. 65-8, Hemoterapia, 17(1), pp. 65-8, 2003.
2003.

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de Louisiana conducidos al Hos- La crudeza de esta cita deja


pital de Caridad tras el cierre del muy clara la importancia econó-
leprosario.22 Asimismo, los hos- mica de los esclavizados; no obs-
pitales se constituyen en una al- tante, sospechamos que a pesar
ternativa para socorrer al personal de ese supuesto interés por bus-
militar de plaza y a los marineros, car los medios adecuados para
quienes usualmente—sobre todo maximizar el rendimiento de esta
los marineros—han dejado sus fa- parte del universo de trabajado-
milias allende los mares. res, los hospitales de caridad, re-
gentados por órdenes religiosas,
En 1840 nace en Cuba el Re- se constituyen en una importante
pertorio Médico Habanero, prime- alternativa para aquellos esclavis-
ra revista médica producida en la tas interesados en ahorrar recur-
isla, como un órgano difusor del sos. Posiblemente los esclavistas
conocimiento médico, detrás del cubanos hayan imitado la con-
cual se esconde un claro objetivo ducta de sus camaradas de Lima,
económico: los cuales se muestran reacios a
cubrir los gastos generados por
“estender los conocimien- sus esclavos recluidos en el Hos-
tos médicos á la Higiene y pital de San Lázaro fundado en
Medicina de los esclavos y 1533.24
á la Veterinaria respecto al
ganado vacuno y caballar. La evidencia que manejamos
Estos objetos que forman sustenta lo que acabamos de
una parte tan considera- expresar,25 de ahí que el hospital
ble de la riqueza del pais para dementes, inaugurado en
la mas efectiva asi como 1828 en La Habana, posea un pa-
la más espuesta á pérdi- bellón para albergar mujeres con
das por las enfermeda- problemas mentales, así como
des son al mismo tiempo esclavos incapacitados para el
los elementos vivos de la trabajo y ancianos emancipados;
agricultura”23
23 López Espinosa, José Antonio, “La primera
Revista Médica Cubana”, Revista Cubana de
22 Arcos, Gualberto, La Lepra en el Ecuador. Salud Pública, 24(1): 53-63, 1998.
Ecuador: Imprenta de la Universidad Central,
1922, p.17. González Prendes, Miguel A., His- 24 Al respecto véase: Cascajo Romero, Juan. “El
toria de la Lepra en Cuba, Cuba: Publicaciones Pleito de la Curación de la Lepra en el Hospital
del Museo Histórico de las Ciencias Médicas de San Lázaro de Lima”. Anuario de Estudios
“Carlos J. Finlay”, 1963, pp. 135-136 y 357. Americanos 21, pp. 147-263, 1948.
Gussow, Zachary, Leprosy, Racism, and Public
Health. Social Policy in Chronic Disease Con- 25 Al respecto véase: López Espinosa, José An-
trol, US: Westview Press, 1989, p.51. tonio, “Primeras publicaciones cubanas sobre
137
psiquiatría”, ACIMED, 9(2), pp. 229-33, 2001.

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los pacientes psiquiátricos mas- Por otra parte, debe conside-


culinos se atienden en otro sector. rarse que para los esclavizados
Se infiere que el pabellón para mu- enfermos nos es tan sencillo en-
jeres es una especie de albergue contrar el consuelo de sus fami-
para personas que ya no pueden lias, dadas las características del
aportar más al sistema producti- régimen esclavista en el Caribe,
vo. Y es que si lo expresado por donde la familia es una institución
Eugenio Godfried es cierto, las muy débil. A esto se suma que
jornadas laborales en época de la presencia masiva de hombres
cosecha son intensas pudiendo sobre mujeres esclavizadas, re-
alcanzar, en algunos casos, las 20 percute en la asistencia a los en-
horas. Empero, tómese en cuen- fermos, dado que históricamente
ta que no todos los esclavizados han sido las mujeres las encarga-
son trabajadores de plantación, das de cuidar a los enfermos en el
porque la plantación no es la úni- hogar e incluso en los hospitales.
ca actividad económica de la isla, Como sustento a esta idea, Kava-
como muchos han inferido a partir lovich ha descubierto para Santo
de los trabajos de Moreno Fragi- Domingo no sólo la presencia de
nals. Al respecto Eduardo Torres hospitales al interior de las planta-
Cuevas ha insistido que la escla- ciones, sino también a las hospi-
vitud no debe verse sólo como un talières, mujeres esclavizadas en-
fenómeno rural: cargadas de cuidar a los enfermos
recluidos en los hospitales, cuyo
“En el siglo XIX, por ejem- empleo les hace ascender en la
plo, en el momento de ma- jerarquía social:
yor intensidad de la esclavi-
tud (década del cuarenta), “They were high-ranking
el censo de población slaves, occupying a place
arrojó que solo el veintidós below that of commanders
por ciento de los esclavos (male Creole slaves in char-
de la Isla trabajaban en las ge of their fellow slaves). As
plantaciones, mientras casi a result of her status and
toda la población blanca, the important services she
de cualquier ciudad... tenía provided to the master’s
esclavos.”26 slaves, the hospitalière
was given better clothing
26 Torres Cuevas, Eduardo, “Soy un negro de ciu- (normally garments cast
dad”, Cuba siglo XXI, off by the mistress of the
http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/politica/
guanche2_310801.htm [consultado 12 junio plantation) and better food.
138 2009] She ate her meals near the

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main kitchen of the planta- Sin embargo, no hemos hallado


tion, and lived in a house la evidencia suficiente para ates-
that was different from tho- tiguar la presencia de hospitales y
se of ordinary field slaves, de hospitalières en las plantacio-
sometimes in the plantation nes cubanas.´
hospital.”27
¿Se quebranta mucho la sa-
Dentro del oficio también existe lud de los esclavizados en el Ca-
la jerarquía determinada por la ex- ribe? Sí, debido a los estragos
periencia. Asimismo, no toda mu- del Middle Passage, al choque
jer está capacitada para desem- bacteriano, a la explotación física
peñar este puesto, que demanda y a las deficiencias alimenticias.
una serie de requisitos, entre ellos, La viruela, el escorbuto y la sar-
destreza en la cocina y conoci- na se ensañan contra los viajeros
mientos sobre remedios herbales. forzados de África hacia Améri-
La hospitalière es la mano dere- ca, por lo que en reiteradas oca-
cha del médico-cirujano que, por siones los barcos negreros son
ley, debe existir en cada hospital puestos en cuarentena al arribar
de plantación y al cual se le asig- al Caribe. Los que logran llegar
na el cuidado de los enfermos, los al destino que han determinado
ancianos, los discapacitados, las sus explotadores, muchas veces
embarazadas e incluso los anima- mueren en el transcurso de los
les donde no hay veterinario. Valga primeros tres años gracias a las
aclarar que en algunas ocasiones deficiencias nutricionales causa-
estos profesionales resultan me- das por el cambio de dieta, a la
ros charlatanes, cuyo único objeti- mala calidad de la nueva dieta, a
vo es ganar dinero sin importar las las extenuantes jornadas labora-
consecuencias de sus actos. les que les impiden cosechar sus
huertas y acaban con sus reser-
Las funciones básicas de la vas alimenticias. Por otro lado,
hospitalière consisten en preparar la ropa y la vivienda tampoco
alimentos, curar heridas, practicar son las más adecuadas, la falta
inoculaciones, velar porque no fal- de calzado favorece las heridas
ten los suministros básicos, apli- y el consecuente contagio del
car las prescripciones del médico letal tétano, lo rústico de las mo-
e incluso prescribir ellas mismas. radas impide protegerse de las
inclemencias del clima. Dadas
27 Para más detalles véase: Kovalovich Weaver,
estas condiciones materiales las
Karol, “The Enslaved Healers of Eighteenth- enfermedades respiratorias—
Century Saint Domingue”, Bulletin History Me-
dicine, 76, pp. 429–460, 2002.
bronquitis, neumonía, tubercu- 139

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losis—se ensañan con los es- muy difícil identificar la proceden-


clavizados. El cuadro clínico de cia geográfica y cultural de cada
posibles causas de enfermedad platillo. Sin embargo, existen al-
y/o muerte es completado por gunos elementos distintivos del
las enfermedades intestinales aporte africano que son inidentifi-
producidas por el consumo de cables en el presente.
agua y alimentos contaminados.28
Los africanos recién llegados a
Impacto sobre la Cuba tienen que adaptarse a las
cultura material: nuevas circunstancias, entre ellas
las alimentarias. Consideramos
comidas y bebidas
que no es acertado afirmar que el
africano se adecua a la dieta eu-
La comida no es solamente
ropea, porque en realidad, desde
una necesidad biológica, sino que
el principio, los europeos tienen
también constituye una necesidad
serias dificultades para reproducir
cultural, porque refleja la especifi-
en tierras extrañas los patrones
cad del pueblo al que se pertene-
alimentarios mediterráneos, de-
ce, es un símbolo de pertenencia
biendo adaptarse a las circuns-
cultural que, como tal, ha de re-
tancias impuestas por el medio,
producirse allende el lugar de na-
entre ellos la sustitución del pan
cimiento. Por otra parte, la comida
por el casabe a falta de trigo en la
propicia las relaciones humanas
isla. Por su parte, los africanos se
de índole familiar o social.
encuentran imposibilitados para
Tal como lo establecen Niurka
reproducir enteramente sus patro-
Núñez González y Estrella Gonzá-
nes alimenticios, tanto por su con-
lez Noriega,29 dadas las particula-
dición de esclavizados, como por
ridades etnográficas de Cuba su
la ausencia en la isla de algunos
sistema alimentario es fruto de la
componentes primordiales para
transculturación,30 de ahí que sea
preparar los platillos. No obstan-
te, los esclavizados continúan con
28 Idem.
una dieta pobre en proteínas, lo
29 Núñez González, Niurka y Estrella González
Noriega, “Antecedentes etnohistóricos de la
alimentación tradicional en Cuba”, Revista Cu- selección y decantación realizado por la misma
bana de Alimentación y Nutrición, 13(2), pp. sociedad con base en sus necesidades. Esa
145-150, 1999. selección-decantación comprende aspectos va-
riados de la cultura como la comida, la religión
30 Transculturación es un término acuñado por y las costumbres. La transculturación constituye
Fernando Ortiz, el cual da fe de la coexisten- la fase donde se da la mezcla de diversos ele-
cia de una multietnia africana y otra europea. mentos culturales en busca de una expresión
La transculturación no es pasajera ni se limita genuina, común a todos. Al final del proceso el
140 a una transposición mecánica de elementos. producto derivado no es igual a ninguno de sus
Al contrario, conlleva un proceso paralelo de componentes iniciales, es simplemente otro.

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cual favorece el desarrollo de en- La Región Occidental, asiento


fermedades carenciales y afecta principal y primigenio de economía
su reproducción natural.31 La die- de plantación esclavista, reprodu-
ta pobre se refleja hasta el presen- ce fielmente en el presente la dieta
te en el bajo consumo de pesca- típica de plantación: arroz, frijoles,
do. Por otra parte, en su condición tasajo o bacalao y vianda. La pre-
de servidores domésticos tienen sencia de arroz y frijoles da fe de la
la oportunidad de introducir en la implementación de una estrategia
dieta de sus amos componentes para preparar, rápida y fácilmente,
alimenticios propiamente africa- grandes cantidades de comida
nos: malanga, plátanos, ñame, para los esclavizados.33 Lo mis-
quimbombó, quimbó, etc. mo se puede indicar con respecto
a la preparación del potaje y del
El estudio pionero de Niurka arroz con carne. No obstante, el
Núñez González y Estrella Gonzá- consumo de grandes cantidades
lez Noriega sobre la diferenciación de carne y leche no es típico de
regional en las comidas tradiciona- la región. Esto último podría expli-
les de la población rural cubana,32 carse por la ausencia de grandes
que comprende solamente tres hatos ganaderos durante la época
regiones: Occidental (provincias de la esclavitud, aunque la natural
Pinar del Río, La Habana y Matan- indisposición de los africanos a di-
zas), Central (Villa Clara, Cienfue- gerir la lactosa debe valorarse como
gos, Sancti Spíritus) y Oriental (Las un elemento explicativo vital.
Tunas, Holguín, Granma, Santiago
de Cuba, Guantánamo), nos per- En consecuencia, lo típico en
mite evaluar la herencia alimenta- la dieta de los esclavos es la au-
ria de las diversas corrientes mi-
gratorias hasta el presente. Arroz,
33 Núñez y González sustentan su aserto de la
frijoles, tasajo o bacalao y vianda siguiente manera: “El arroz se prepara en la re-
conforman la dieta típica del cuba- gión [Occidental] de la siguiente forma: se unen
arroz y agua a partes iguales, bajando el fuego
no en el presente; no obstante, el cuando está casi a punto, para dejarlo secar.
consumo de estos alimentos va- En España y otras zonas de Cuba, aunque se
conoce este método, es más común hervir el
ría regionalmente con base en los arroz hasta que se ablanda, y entonces se cue-
rasgos étnicos, socioeconómicos y la y se deja secar a fuego lento; como en algunos
lugares del oriente del país, el grano se rehoga
físico-geográficos de cada región. en la manteca con una sazón antes de agregar
el agua. En cuanto a los frijoles, en España para
la preparación de los potajes también se rehoga
31 Caribbean Slave Society and Economy: A Stu- el grano con la sazón antes de agregar el agua.
dent Reader, edited by Hilary Beckles and Verene En Cuba se acostumbra agregar el sofrito una
Shepherd. New York: The New Press, 1991. vez ablandados los frijoles. Tanto colar el arroz,
como rehogar los granos, era difícil tratándose de
32 Núñez González, Niurka y Estrella González grandes cantidades.” Núñez González, Niurka y 141
Noriega, Op. Cit. Estrella González Noriega, Op. Cit.

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sencia de grasas, carnes frescas al cultivo de frutos menores, siendo


y oferta limitada de carbohidratos, la producción de caña de azúcar
lo cual se traduce en un importan- marginal. La base de la economía
te desbalance vitamínico, acre- se ve reflejada en la dieta: consumo
centado por el natural rechazo a generalizado de viandas, leche y sus
la lactosa. Donde la dieta es más derivados, así como platos prepara-
variada y natural la nutrición me- dos con carne. La presencia masiva
jora: ñame, yuca, raíces, plátano, de negros libres también se ve re-
banano, granos, legumbres, aves, flejada en la cocina tradicional de la
y carne fresca de cerdo y oveja; región: chilindrón, arroz con carne y
de ahí la importancia del acceso congrí (usualmente preparado con
a la tierra para cultivar fuentes frijoles rojos).
alternativas de alimentación. No
obstante, el consumo fresco de ¿Vectores de
alimentos no se vislumbra como enfermedades infecciosas?
una posibilidad en un entorno do-
minado por la plantación azuca- Las enfermedades infecciosas
rera, lo que dificulta el desarrollo de son inherentes a la historia de la
pequeñas explotaciones agrícolas. humanidad, es decir han acompa-
ñado por siempre al ser humano
El panorama en la Región Cen- en su largo transitar. En muchas
tral durante la época de la esclavi- ocasiones los brotes, de propor-
tud es dominado por el ganado, el ciones epidémicas, han acabado
tabaco y el café, pero la mano de con poblaciones enteras, así suce-
obra esclavizada no llega a cons- de en muchos puntos de América
tituirse en la base de la economía, cuando se inician las migraciones
lo cual se refleja en la alimentación, masivas de europeos en el ocaso
cuyas características la colocan del siglo XV. No obstante, los al-
en un punto intermedio entre Oc- cances de la revolución bacterioló-
cidente y Oriente, a saber, menor gica de finales del siglo XIX y prin-
consumo de arroz con carne, ma- cipios del siglo XX—que permite
yor consumo de vianda frita con conocer clínicamente la causa real
respecto a la hervida. de las enfermedades—favorecen
la prevención y el control de mu-
En la Región Oriental, puerta de chas enfermedades infecciosas,
entrada de los colonizadores espa- sobre todo en los países desarro-
ñoles a la isla, sus habitantes, rele- llados.34 A pesar de esos viejos
gados del exclusivismo comercial
detentado por Occidente, se dedi-
34 Sobre el impacto de la revolución bacteriológica
142 can esencialmente a la ganadería y en la identificación de las enfermedades véase:

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logros hoy, en pleno siglo XXI, las te señalar que el gran dilema que
enfermedades infecciosas conti- generan las epidemias no se limi-
núan acompañando al ser huma- ta solamente a su amenaza sobre
no, independientemente del lugar la salud de la población mundial,
del planeta donde resida, aunque sino también ponen en jaque los
para los cuatro mil millones de po- logros del desarrollo humano: per-
bres que existen en la actualidad turban el turismo, la industria y las
resulta mucho más difícil gozar de exportaciones, además obligan a
óptimas condiciones de salud.35 destinar grandes cantidades de re-
Incluso han surgido nuevas en- cursos para controlar su avance.
fermedades como por ejemplo el
VIH/SIDA y el rotavirus que han Los factores que determinan la
asumido un carácter epidémico. aparición y diseminación de una
Asimismo, algunas enfermedades, enfermedad infecciosa son extre-
que se creía erradicadas o prácti- madamente variados, entre ellos
camente erradicadas, han vuelto a Raúl Riverón destaca los cambios
tomar fuerza, tal es el caso de la ecológicos, el desarrollo agrícola,
tuberculosis pulmonar, el cólera, los cambios demográficos, la con-
la difteria, la fiebre amarilla, el sa- ducta humana, el comercio, los
rampión, la leptospirosis, el den- viajes internacionales, la tecnolo-
gue y otras.36 Ante este panorama gía, la industria, las mutaciones
tan poco halagador es importan- microbianas y el fracaso de las
políticas de salud pública.37 Para
Cunningham, Andrew, “La transformación de la efectos del presente trabajo nos
peste: El laboratorio y la identidad de las enferme-
dades”, Dynamis 11, pp. 27-71, 1991. interesa enfatizar en el comercio y
los viajes internacionales.
35 Un panorama más amplio sobre la relación
salud-pobreza en el presente se encuentra en:
Valdés García, Luis E., “Pobreza y enfermeda- Los intercambios de produc-
des emergentes y reemergentes”, MEDISAN
4(1), pp. 39-50, 2000. Valdés cierra su trabajo tos y personas constituyen vías
con una afirmación apocalíptica que incita a idóneas para la propagación geo-
la reflexión: “Cambia el clima, se calientan los
mares y la atmósfera, se contaminan el aire y gráfica de las enfermedades infec-
las aguas, se erosionan los suelos, crecen los ciosas, así por ejemplo los barcos
desiertos, desaparecen los bosques, esca-
sean las aguas. Quién salvará nuestra especie. negreros procedentes de África
Las leyes ciegas e incontrolables del mercado, introducen a partir del siglo XVI el
la globalización neoliberal; una economía que
crece por sí y para sí como un cáncer que de- mosquito Stegomya fasciata (Ae-
vora al hombre y destruye la naturaleza. Ese no des aegypti), vector de la fiebre
puede ser el camino, o lo será solo un período
muy breve de la historia.” amarilla, enfermedad infecciosa
aguda y contagiosa. Aquí es im-
36 Para ahondar en detalles consúltese: Riverón
Corteguera, Raúl L., “Enfermedades emergen-
tes y reemergentes: un reto al siglo XXI”, Revis- 143
ta Cubana de Pediatría, 74(1), pp.7-22, 2002. 37 Idem.

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portante destacar que los mos- de cocolitzle; entre los mayas de


quitos son vectores idóneos de Yucatán con el de xekik (vómito de
enfermedades infecciosas, dada sangre) y entre los caribes con el
su capacidad para ocultarse en de poulicantina.”39
el equipaje y la ropa de los viaje-
ros. Por otro lado, los mosquitos En África y en el Caribe la fie-
han jugado un papel fundamental bre amarilla azota ferozmente a
en la historia de la humanidad, ya los europeos, hasta el extremo de
que usualmente han determinado que las autoridades británicas lle-
no sólo dónde y cómo vivir, sino gan a considerar esta enfermedad
que también los patógenos que como la principal dificultad para el
se alojan en ellos han provocado éxito de sus intercambios comer-
mutaciones genéticas en el ADN ciales con estas tierras. Incluso
de sus víctimas humanas. en Europa se desata una ola de
pánico, fruto de los artículos alar-
A pesar de que tradicionalmen- mistas de los escritores médicos,
te se ha imputado a los africanos ya que se teme que si el mal lle-
la introducción de la fiebre amarilla ga al continente cause estragos
al continente americano, estudios similares a los provocados por la
recientes demuestran que la en- peste bubónica que, en siglo XIV,
fermedad ya estaba presente por arrasa con un tercio de la pobla-
estas tierras mucho antes de la ción del continente. Este temor no
llegada masiva de europeos y afri- se limita exclusivamente al ámbito
canos. Sheldon Watts señala que: sanitario, se teme que una epi-
“Specialists now have access to demia de amplias proporciones
pre-Columbian records written termine reconfigurando las alian-
in a Mayan language that can be zas políticas. El temor a la fiebre
interpreted as saying that epide- amarilla—en el caso concreto de
mic yellow fever had occurred in Inglaterra—se ve incluso reflejado
that region before 1492.”38 Por su en el debate abolicionista, cuando
parte, Gabriel Toledo Curbelo es algunas personas asumen posicio-
más explícito en su fundamenta- nes moralistas que tienden a ver la
ción: “Parece ser que antes del enfermedad como una especie de
descubrimiento de las Américas castigo divino por la ignominiosa
se conocía ya la fiebre amarilla: sujeción de los africanos.40
entre los mejicanos con el nombre
39 Toledo Curbelo, Gabriel José, “La otra histo-
ria de la fiebre amarilla en Cuba. 1492-1909”,
Revista Cubana de Higiene y Epidemiología,
38 Watts, Sheldon, “Yellow Fever Immunities in 38(3), pp. 220-7, 2000.
West Africa and the Americas in the Age of
144 Slavery and Beyond: A Reappraisal”, Journal 40 Para ahondar en detalles véase el excelente ar-
of Social History, 34 (4), pp. 955-967, 2001.

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Tanto temor no es infundado, Hasta el momento los estudiosos


la fiebre amarilla se constituye en del tema no han podido poner-
una de las enfermedades más le- se de acuerdo. Para William Co-
tales en el Mundo Atlántico. Por leman los africanos oriundos de
otra parte, las enfermedades tro- áreas infectadas tienen la posibili-
picales en general, incluida por su- dad de desarrollar un alto nivel de
puesto la fiebre amarilla, obligan a protección, cuando la enfermedad
una reevaluación del conocimiento los ataca durante la infancia, dado
médico europeo. Al respecto Mark que en esta etapa de la vida la en-
Harrison cita el siguiente ejemplo: fermedad usualmente no es mor-
tal. Comparativamente al carecer
“Skepticism about the rele- los europeos de esta protección,
vance of European medical el ataque del mosquito resulta
teaching was also evident usualmente mortífero.42
in India. ‘It required no long
time’ to convince the naval Kenneth Kiple encuentra la an-
surgeon Charles Curtis that terior aseveración falaz. Para Ki-
European nosologies were ple la inmunidad de los negros—
‘uncertain or fallacious gui- incluidos sus descendientes en el
des’… The ‘illusive and Caribe—es genética y llega hasta
varying forms’ under which el presente, lo cual les permite
the symptoms of known esquivar los embates de la enfer-
diseases presented them- medad, en tanto que los blancos
selves in India led Curtis to no los pueden soportar. Kiple la-
the conclusion that nosolo- menta que las ciencias médicas
gy as well as etiology were no se hayan interesado por estu-
local phenomena, and that diar esa supuesta inmunidad ge-
diseases in India required nética.43 Se desprende, entonces,
different forms of treatment que la argumentación de Kiple es
than in Britain.”41 pura especulación que raya en lo
absurdo, porque es incapaz de
¿Son los africanos por natura- determinar por qué la inmunidad es
leza inmunes a la fiebre amarilla? monopolio exclusivo de los negros.

tículo: Lee, Debbie “Yellow Fever and the Slave El hecho que en pleno siglo
Trade: Coleridge’s The Rime of the Ancient Ma- XXI la fiebre amarilla continúe azo-
riner”, Journal of English Literary History, 65(3),
pp. 675-700, 1998.

41 Harrison, Mark, “‘The Tender Frame of Man’: 42 Watts, Sheldon, Op. Cit.
Disease, Climate, and Racial Difference in India
and the West Indies, 1760-1860”, Bulletin of the 43 La terminología “negro” y “blanco” es propia de 145
History of Medicine, 70(1), pp. 68-93, 1996. Kiple. Watts, Sheldon, Op. Cit.

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tando a los africanos en su propio co caracterizado por el imperio de


continente, incluida la Costa Oc- otra fauna microbiana.
cidental de donde salieron tantos Para cerrar la discusión sobre
esclavizados rumbo al Caribe, es la inmunidad es necesario hacer
indicio de que la inmunidad de referencia a lo que hallamos sobre
Kiple es pura ficción y que la te- los europeos. En el Imperio Británi-
sis de Coleman es la más lógica co un sector de la opinión pública
y acertada, ya que en el presen- considera que los recién llegados
te la vacunación o el ataque de son menos resistentes a los em-
la enfermedad en la niñez conti- bates de las enfermedades tropi-
núan siendo las mejores estrate- cales, pero que pasado un tiempo
gias para ganar la batalla durante el cuerpo se aclimata y adquiere
la vida adulta. En consecuencia la resistencia. La aclimatación da pie
inmunidad es adquirida, no gené- a un interesante debate inherente
tica. Sospechamos que el objetivo a las condiciones básicas para po-
perseguido por Kiple, con tan sui der alcanzarla, tales como los estilos
géneris argumentación, es exaltar de vida que deben adoptarse para
una supuesta superioridad gené- adquirir resistencia (dieta y vesti-
tica de los negros sobre los blan- menta por ejemplo), el impacto del
cos.44 En alguna medida esa argu- clima sobre las diferencias raciales y
mentación perpetúa la percepción el cambio en las características físi-
discriminatoria de los esclavistas cas, los atributos morales e intelec-
sobre su mercancía: especie de tuales de los europeos y de los no
bestias de carga inmunes a toda europeos, etc.45
enfermedad. Kiple deja por fuera
los problemas de adaptación de En Cuba la primera epidemia
los africanos a otro medio biológi- de fiebre amarilla se reporta hasta
1621, lo tardío de la aparición de
44 La posición de Kiple nos hace pensar en otros este brote con respecto a otros
fanatismos, como los de aquellos que ven en la puntos del continente, Veracruz y
propagación de las enfermedades, supuesta-
mente, oriundas de África una venganza de la Santo Domingo, hace suponer a
naturaleza: “[Mosquitoes] came airborne from Toledo Curbelo que:
Africa, flying needles, loaded with lethal germs,
to seek a kind of retribution against those who
would despoil the motherland. From every cor- “el mosquito de la fiebre
ner of Africa, mosquitoes arrived in the Wes-
tern Hemisphere and wrecked havoc the indi- amarilla no perteneció ori-
genous and European populations. This war, ginalmente a la fauna de la
pathogens verse Europeans, continued well
into the twentieth century, long after slavery isla sino que poco a poco
was officially ended.” Redmond, Robert R., se fue desarrollando en
“Mosquitoes, DNA, and Slavery”,
http://www.chatham.edu/PTI/Genetics%20
146 &%20Genomes/Redmond_02.htm [consulta- 45 Para profundizar sobre este interesante debate
do 12 junio 2009] véase: Harrison, Mark, Op. Cit.

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Cuba una raza [sic] de esta enfermedad en un medio determi-


especie capaz de acomo- nado es asunto serio, porque las
darse al clima que es más lagunas en los registros aunadas
fresco que el de Santo Do- al desconocimiento prevalecien-
mingo o el de Veracruz, de te sobre el origen y difusión de
otra manera no se podrá las enfermedades, necesariamen-
explicar el hecho de que, te conducen a fatales errores de
habiendo una población no apreciación, usualmente acrecen-
inmune suficiente y a pesar tados por la subjetividad del inves-
de que la tres flotas regula- tigador.48 En consecuencia, lo que
res (flotas de India) prove- interesa es analizar el momento
niente [sic] de los puertos cuando una sociedad toma con-
infectados de Cartagena ciencia sobre la importancia de
de Indias y Portebello [sic], una enfermedad como problema
de Honduras y Veracruz, sanitario, y eso sucede en Cuba
se encontraban todos los en 1621.
años en La Habana en ju-
nio, antes de proseguir su El único problema que enfren-
viaje de regreso a España, tamos para sustentar este aparta-
hubieran transcurrido 100 do es que no pudimos conseguir,
años desde que se esta- por más que buscamos, infor-
blecieron las primeras colo- mación sobre el comportamiento
nias en Cuba antes de que étnico de la fiebre amarilla, sola-
la fiebre amarilla hiciera su mente sabemos que entre 1621 y
aparición en la Isla.”46 1909 alrededor de 80 epidemias
sacuden la isla.49 Desde 1909
Lo anterior sería aplicable al Cuba no reporta casos de fiebre
dengue, fiebre causada por la pi- amarilla gracias a la exitosa imple-
cadura del Aedes aegypti, el cual
se supone es introducido desde
48 ¿Quién introdujo la lepra en América? Mu-
África por los barcos negreros y chos estudiosos se han aventurado a dar
sus pasajeros, asentándose en respuesta a esta pregunta, pero usualmente
sus argumentos han rayado en la xenofobia,
Cuba hasta el presente.47 para muestra un botón: El leprólogo cubano
Miguel González, redime de toda culpa a los
indígenas, acepta que el mal pudo llegar con
Datar la introducción de una los españoles, pero, independiente de quien la
introdujo, afirma que son los negros—carentes
de hábitos de limpieza—los encargados de di-
fundir el mal, situación que es reforzaba en el
46 Toledo Curbelo, Gabriel José, Op. Cit. transcurso del siglo XIX con la llegada de chi-
nos también considerados desaseados. Gon-
47 Bisset, Juan A., “Uso correcto de insecticidas: zález Prendes, Miguel A., Op. Cit.
control de la resistencia”, Revista Cubana de 147
Medicina Tropical, 54(3), pp. 202-219, 2002. 49 Toledo Curbelo, Gabriel José, Op. Cit.

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mentación de una campaña para establecer el flujo de poblaciones


destruir los vectores. desde África y su relativa contribu-
ción a la actual población, no sólo
La huella viva de Cuba sino de América. Asimis-
mo demuestra que, como en todo
La unión de la Historia con la grupo humano, las condiciones
Medicina nos permite seguirle el de salud no son óptimas, situa-
rastro genético a los descendien- ción que no es necesariamente
tes de africanos en América, hasta atribuible a la situación de esclavi-
el extremo de poder conocer con tud. Desde un punto de vista mé-
detalle, hoy en pleno siglo XXI, de dico, permite saber cuánta gente
qué región específica de África padece sicklemia para determinar
proceden los ancestros de diver- su incidencia real como problema
sos ciudadanos cubanos. de salud, a la vez que su diagnós-
tico prenatal permite asegurar una
Los avances sufridos por la descendencia sana a las parejas
biología molecular en Cuba, pro- de alto riesgo.52
piamente en el campo de las
hemoglobinopatías,50 han permito La huella genética de las migra-
determinar que de Benin, Bantú y ciones forzadas desde el continente
Senegal proceden los haplotipos africano hacia América también está
de los afro-cubanos que hoy pa- presente en los estudios bioquími-
decen de sicklemia. Además se cos y moleculares destinados a co-
ha determinado que, en compara- nocer las variaciones en la glucosa.
ción con los niños, en los adultos En el caso concreto de Cuba un es-
la frecuencia del haplotipo Bantú tudio realizado por el Instituto de He-
disminuye y aumenta la del Sene- matología e Inmunología de La Ha-
gal. ¿Es importante conocer esto? bana a mediados de la década de
Por supuesto que sí, porque desde 1990, deja entrever que el hallazgo
el punto de vista histórico permite de glucosa-6-fosfato deshidrogena-
“comprobar el lugar de proceden- sa (G6PD) con la variante g6PD A`
cia de los esclavos que vinieron a “en individuos de la raza blanca en
Cuba, ya que cada haplotipo está
asociado con una zona específi- lecular en hemoglobinopatías y hemopatías
ca de África”,51 es decir, permite malignas”, Revista Cubana Hematología, In-
munología y Hemoterapia, 12(2), 1997.

50 Hemoglobinopatías: grupo de alteraciones he- 52 Sobre la importancia de estos estudios véase:


reditarias de la hemoglobina, entre las cuales Muñiz Hernández, Adriana, et. al., “Distribución de
destaca la anemia drepanocítica o sicklemia los haplotipos del bloque b en pacientes SS según
muy frecuente en Cuba. la edad”, Revista Cubana de Hematología, Inmu-
148 nología y Hemoterapia, julio-diciembre, 1995.
51 Martínez Antaluña, Gisela, et.al., “Biología mo-

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distintos países puede ser debido a Prácticas


la llegada de un ancestro de origen milenarias: partería
africano hace cientos de años”53
¿Para qué sirven estos resultados? La práctica milenaria de la par-
Para reafirmar el mestizaje, no sólo tería debe verse como parte inte-
de Cuba, sino de América en gene- grante de la medicina tradicional,
ral, porque la presencia del G6PD A` la cual siguiendo a Carlos Biseca
en individuos fenotípicamente blan- es entendida como un saber for-
cos denota la existencia de un an- mal y una práctica sistematizada:
cestro africano.
“congruente con una cos-
Otros estudios sobre mutacio- movisión validada [donde]
nes genéticas también dan fe de está perfectamente defi-
ese mestizaje biológico, como la nida la personalidad del
realizada recientemente para de- sanador, quien será nece-
terminar las mutaciones en el gen sariamente un especialista
de la conexina 26 (CX26), culpable dedicado todo su tiempo
de la sordera no sindrómica prelo- a la tarea de curar, pero al
cutiva. En dicho trabajo el único que nadie se atreverá a ne-
paciente negro examinado resul- gar su calidad de especia-
tó “homocigoto para la mutación lista; existen procedimien-
35delG. En sus padres se confir- tos terapéuticos asimismo
mó molecularmente el estado de sistematizados y referibles
portador de esta mutación, la que en la justificación de su uso
se pensó pudiera haber sido here- a la cosmovisión que los
dada de sus ancestros de origen generó desde el punto de
caucásico, dado el alto grado de vista de su significado y en
mestizaje de la población cubana. la cual se insertan”55
La mutación 35delG es la causa
más común de sordera recesiva Con base en lo anterior, es vá-
en poblaciones norteñas y sureñas lido indicar que la partería no es
de Europa, incluida España.”54 simplemente una estrategia para
enfrentar un proceso biológico
53 Estrada, Mariela, et. al. “Estudio bioquímico y mo- universal en condiciones de insu-
lecular de la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa
en Cuba”, Revista Cubana de Hematología, In-
munología y Hemoterapia, julio-diciembre, 1995.
55 Viesca Pizón, Carlos, “La medicina tradicional
54 Para más detalles véase: Meléndez, Ibis, et. al., mexicana”, Castaño, Carlos Ernesto y Miguel
“Mutaciones del gen de la conexina 26 (GJB2) Ángel Roldán (eds.), Memorias del Simposio
en familias cubanas con sorderas no sindrómicas de Medicina Tradicional, Curandería y Cultura
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ficiencia de servicios hospitalarios; aparece desde el princi-


al contrario, se trata de una prác- pio como una curandera
tica milenaria que recopila una ‘especializada’... con sus
serie de conocimientos adquiri- propias responsabilidades,
dos empíricamente y transmitidos destrezas y actitudes...
oralmente de generación en ge- La partería es... la primera
neración, cuya función sociocul- especialidad ocupacional,
tural está claramente establecida: coetánea de la medicina
asistir a la parturienta a lo largo del demonológica, predeceso-
proceso de preñez, alumbramien- ra de las modernas obste-
to y puerperio. tricia, tocología, ginecolo-
gía, etc.”57
La partera es una especialis-
ta, una mujer que ha adquirido Por otra parte, es necesario
de sus antepasados femeninos señalar que a partir de los avan-
sus conocimientos, aunque en al- ces de la medicina occidental y de
gunas ocasiones estos han sido la imposición de la medicina oficial
obtenidos en la práctica cotidia- sobre la tradicional, la práctica de
na. Es una especialista porque la partería llega a bifurcarse en dos
su función no se limita a atender grandes categorías que perduran
el parto, sino que controla todo el hasta nuestros días, a saber:
proceso de gestación mediante la
prescripción de dietas, masajes 1. La partería empírica ejer-
y consejos; una vez verificado el cida por mujeres que no cuentan
nacimiento, el bienestar de la par- con respaldo académico
turienta y de su retoño queda en
manos de la partera por algunos 2. La partería profesional sus-
días.56 Con base en lo expuesto, tentada en una serie de cursos im-
es legítimo afirmar junto con José partidos por las autoridades sanita-
Humberto Velásquez que: rias, destinados a brindar una mejor

“la partera integra con el 57 Velásquez, José Humberto, La partera sal-


vadoreña, El Salvador: editorial Universitaria,
curandero el más primi- 1996, p. 23. Por medicina demonológica en-
tivo, en el sentido de pri- tiéndase la tendencia a imputar el origen de las
enfermedades y cambios sufridos por el cuer-
mero, equipo de salud de po a la intervención de seres sobrenaturales—
la humanidad... la partera demonios o espíritus, fenómenos que única-
mente pueden ser superados mediante la fiel
observación de las normas sociales y de las
56 A este respecto véase: Cosminsky, Sheila, “La leyes religiosas. A este respecto véase: Maul,
atención del parto y la Antropología Médica”, Stefan M. y Wolfhart Westendorf, “Primeras
Campos Navarro, Carlos (ed.) La Antropología teorías médicas: entre la magia y la razón”,
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Miscelánea cubana sobre el entorno sanitario de los africanos esclavizados

capacitación a la partera en materia No obstante, en un medio


de higiene y técnicas para asistir a la donde los servicios médicos son
madre y a su descendencia. escasos y su grado de efectividad
sumamente cuestionable, y don-
La primera variedad aún per- de por norma cultural el parto es
siste en muchos países y es la que un asunto de mujeres, es prácti-
nos interesa escrutar en el Caribe. camente imposible prescindir de
La partera ejerce una función vital los servicios de la partera.
para el esclavista, ya que le ayuda
a incrementar su capital. Las fun- Prácticas milenarias: el
ciones de la partera son variadas: arte de conservar y
brinda atención prenatal, asiste en
conquistar la salud
el parto, provee asistencia postna-
tal a la madre y al niño, y trata los
La transculturación explicada
problemas ginecológicos y obsté-
por Fernando Ortiz la encontra-
tricos con remedios herbales. En
mos presente también en el arte
Santo Domingo tan loables fun-
de conservar y conquistar la sa-
ciones deparan la manumisión a
lud, a través de la conjunción de
ciertas parteras esclavizadas. Sin
las prácticas curativas europeas,
embargo, no faltan quienes cues-
africanas y aborígenes, las cuales
tionan sus conocimientos, médi-
dan origen a un sistema médico
cos y esclavistas les achacan falta
pluralista, al que ya nos habíamos
de asepsia y sobre todo la ejecu-
referido arriba. A la gestación del
ción de infanticidios y abortos a fin
mismo contribuye la debilidad del
de no traer más esclavos al mun-
Estado colonial, la aguda escasez
do. La siguiente afirmación de Ko-
de médicos titulados y la acepta-
valovich, nos hace suponer que el
ción de los curanderos entre las
aborto y el infanticidio, como me-
clases bajas, por razones de cos-
canismos de evasión, también se
to y prestigio: la medicina oficial
practican en Cuba durante la épo-
es cara, difícil de hallar e incapaz,
ca de esclavitud:
en la mayoría de los casos, de so-
lucionar las dolencias propias del
“In Cuba today, traditional
trópico. Es la necesidad de en-
healers boil the leaves of the
contrar soluciones prontas a pro-
purple varieties of this tree,
blemas inmediatos lo que da vigor
or three new shoots of any
al nuevo sistema.
variety, to form a decoction
that is consumed in order
to bring on an abortion.”58 58 Kovalovich Weaver, Karol, “The Enslaved Healers
of Eighteenth-Century Saint Domingue”, Bulletin
History Medicine, 76, pp. 429–460, 2002. 151

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En la isla de Santo Domingo, lo largo de esta miscelánea, exis-


hoy Haití, al igual que lo establece ten varios investigadores que des-
Lachatañeré para el caso cuba- de diferentes ámbitos de acción
no, se da la tendencia a asociar están contribuyendo a la cons-
las prácticas curativas africanas trucción de una historia sanitaria
con la magia negra y la medicina del Caribe, pero todavía falta mu-
maligna. Al menos en el caso do- chísimo camino por recorrer. En el
mingueño, los Jesuitas y médicos caso concreto de Cuba, existen
ilustrados se dan a la tarea de des- muchos artículos que describen
mentir tan falsas apreciaciones.59 diversos tópicos, pero se quedan
cortísimos en el análisis, posible-
La lista de artistas informales mente porque la mayoría han sido
en el arte de curar es amplia, en escritos por médicos. Aunque los
ella están los herbolarios, como su debates, como el originado por
nombre lo indica, especialistas en los trabajos de Kiple, no faltan y
tratar una amplia gama de enfer- eso es sumamente provechoso.
medades con la ayuda de hierbas.
Es errado suponer que los herbo- La historia social de la medicina
larios simplemente se limitan a y de la salud pública nos permite
imitar la farmacopea indígena y acercarnos mejor a los intersticios
africana, al contrario deben aco- de la vida cotidiana de los seres
plarse a lo que ofrece el medio. de carne y hueso. En el caso con-
Sus ungüentos, lociones y baños, creto de las personas esclaviza-
en algunas ocasiones, deben con- das, nos permite conocer hacia el
feccionarse con hierbas diferentes pasado sus problemas de adap-
a las propias de la farmacopea tación a otro medio biológico, do-
afro-caribeña. minado por una fauna microbiana
desconocida, para los que sus
Otros artistas en el arte de cu- organismos generan estrategias
rar, aparte de las hierbas, también de defensa específicas. Del mis-
recurren a conjuros y otras prácti- mo modo, en un contexto mate-
cas propias de la tradición mítico- rial lleno de limitaciones se termina
religiosa que los hace poco gratos dando un proceso de transcultu-
en algunos círculos sociales. ración, cuyas consecuencias lle-
gan hasta el presente, lo cual se
Para terminar ve reflejado en el mundo culina-
rio y en las prácticas curativas y
Según hemos podido percibir a asistenciales al enfermo. Desde
otra dimensión, nos permite en el
152
59 Idem.
presente, conocer las particula-

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Miscelánea cubana sobre el entorno sanitario de los africanos esclavizados

ridades biológicas de una pobla- sociales que influyen en el in-


ción por definición mestiza cuyos cremento del Aedes aegypti y
nexos con África aún se pueden la transmisión del dengue: El
recrear, siendo esa recreación fun- caso de Haití”, Programa de
damental para la implementación Enfermedades Infecciosas y
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