Está en la página 1de 5

GLENI ESTHER SEVERINO

RESUMEN CRITICO.

La Sistematización de Experiencias:
El concepto de sistematización de experiencias comienza a ser utilizado a fines de la década de
los setenta, para esa época se vincula a los proyectos de educación popular y a la figura de
Paulo Freire. Freire y la corriente educativa que impulsaba, valorizaba especialmente la
recuperación de saberes, opiniones y percepciones de los sujetos que están interviniendo en un
proceso de transformación social, contraponiéndose, en alguna medida, a la posición
academicista, que entendía que la producción teórica era la única fuente de generación de
conocimiento.

Pero ¿qué es sistematizar?, partiendo de la consideración básica que cuando hablamos de


sistematización estamos hablando de un ejercicio que está referido, necesariamente, a
experiencias prácticas concretas, se presentan algunas definiciones orientadas a la
sistematización de experiencias asociadas al campo educativo, educación popular,
organización popular o promoción social.

Por tanto, la sistematización es una metodología que facilita la descripción, el análisis y la


documentación, de manera continua y participativa, de procesos y resultados de una unidad de
estudio o un proyecto. Son los procesos particulares, además que hacen parte de una práctica
social e histórica más general e igualmente dinámica, compleja y contradictoria.

Expresa Alfonso Ibáñez: ". las prácticas de educación popular buscan insertarse en los procesos
sociales y organizativos de la población, con visitas a la resolución de sus problemas,
necesidades y aspiraciones, en un contexto bien determinado. En cualquier caso, se pone en
marcha o se impulsan, procesos sociales de acción consciente y organizada, por medio de una
reflexión crítica de su situación, que permita modificarlas en el sentido del proyecto histórico
popular. Ello conduce, normalmente, a la elaboración de estrategias políticas - pedagógicas de
intervención, en función del apoyo y potenciación del protagonismo de los distintos sujetos
populares.

Estamos entonces ante experiencias de la realidad que son susceptibles de ser entendidas y, por
tanto, sistematizadas de manera dialéctica. Esas experiencias de educación popular, o de
promoción general, pueden ser leídas o comprendidas como unidad rica y contradictoria, plena
de elementos constitutivos que se hallan en un movimiento propio y constante. Además, estas
experiencias, estos procesos sociales, organizativos y culturales muy específicos, están a su vez
en relación con otros procesos de la realidad que poseen características similares.
Cont.
Sintetizando la característica esencial de lo dicho anteriormente, la sistematización es aquella
interpretación crítica de una o varias experiencias, que, a partir de su ordenamiento y
reconstrucción descubre o explica la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido
en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de esa manera.

No obstante, no siempre que nos referimos a la sistematización de experiencias estamos


hablando del mismo lenguaje. Algunos piensan inmediatamente en computadores, en
recolección de información, en la obtención de cuadros estadísticos, en la parte cuantitativa del
proceso.

Al referirse a los dilemas de la sistematización de experiencias, se inicia con el referente a la


forma cómo concebimos la sistematización, donde se tienen dos opciones:

a.- Como sistematización de datos o sistematización de la información.

b.- Como sistematización de experiencias. Que en este caso se trata de ir más


allá, se trata de mirar las experiencias como procesos históricos, procesos
complejos en los que intervienen actores, que se realizan en un contexto
económico-social determinado y en un momento institucional del cual forma
parte.
Por tanto, la sistematización es una metodología que facilita la descripción, el
análisis y la documentación, de manera continua y participativa, de procesos y
resultados de una unidad de estudio o un proyecto. Son los procesos particulares,
además, que hacen parte de una práctica social e histórica más general e
igualmente dinámica, compleja y contradictoria.

Estamos entonces ante experiencias de la realidad que son susceptibles de ser


entendidas y, por tanto, sistematizadas de manera dialéctica. Esas experiencias
de educación popular, o de promoción social pueden ser leídas o comprendidas
como unidad rica y contradictoria, plena de elementos constitutivos que se
hallan en un movimiento propio y constante. Además, estas experiencias, estos
procesos sociales, organizativos y culturales muy específicos, están a su vez en
relación con otros procesos de la realidad que poseen características similares.

Puede decirse además que la sistematización es aquella interpretación crítica de una o varias
experiencias, que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción descubre o explica la lógica del
proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado
entre sí, y porque lo han hecho de esa manera.

Debe tenerse muy claro, que no debe sistematizarse un proceso solo por hacerlo, siempre se
debe sistematizar para algo, para un propósito o para el cumplimiento de un objetivo. Tener
unos objetivos determinados le darán orientación y sentido al trabajo realizado.

La Educación Popular y la Sistematización:

Los principios que definen a la educación popular de alguna manera u otra la ligan a los
procesos atribuidos a la metodología utilizada por la sistematización, por lo que debemos
indagar entre estos principios para poder asociar a una con la otra.

La educación popular o también llamada instrucción popular, es un término referido a la


educación dirigida a todos, particularmente a aquellos sectores marginados en la educación
(trabajadores, campesinos, inmigrantes, mujeres trabajadoras, etc.) y se contrapone a la
educación formal, la cual entiende a los participantes del proceso educativo como recipientes
que pueden ser llenados de conocimientos. Se caracteriza por ser una práctica autoritaria y de
traspaso unilateral de conocimiento, sin reflexión ni crítica.

En cambio, la educación popular o liberadora, se caracteriza por ser un espacio de diálogo,


encuentro y reflexión. "A través de la superación de la contradicción educador-educando, nadie
educa a nadie, sino que todos se automedican y generan conocimiento popular y colectivo".
Freire.

Sistemas Tradicionales y la Educación Popular:

La educación popular tiene numerosos enlaces con la llamada pedagogía crítica y ha sido uno
de los pocos movimientos críticos del siglo XX que han resistido los cambios sociales de
manera exitosa en el siglo XXI.

Muchas veces en oposición a los sistemas educativos oficiales o tradicionales, la educación


popular se puede definir como una labor educativa diseñada para fomentar el sentido crítico de
sus participantes y para permitir que tomen conciencia de cómo las experiencias personales de
un individuo están conectadas con problemas sociales de índole más generalizada. Se intenta
dotar de herramientas intelectuales a los participantes para actuar y cambiar la sociedad. Este
es el enfoque que podemos relacionar con la pedagogía de Paulo Freire y algunas corrientes
críticas dentro de la pedagogía y la socióloga

La Sistematización en el trabajo de la educación popular:

Es una realidad que actualmente falta un mayor grado de aplicación del proceso de
sistematización dentro del campo de la educación y más específicamente dentro de la
educación popular, porque es en esta donde se presenta con mayor firmeza la carencia
de nuevos y actualizados métodos de enseñanza aprendizaje que mejoren la calidad de
la educación y por ende la recepción de conocimientos acordes a la realidad de cada
individuo.

La Evaluación y la Sistematización:
Partiendo de la necesidad imperiosa de aumentar el nivel de compromiso de los actores
responsables y corresponsables de la educación popular y por qué no, hasta de la
educación formal o tradicional, la evaluación es un hecho educativo, y debe permitir a
todos los participantes en un programa, el apropiarse colectivamente de los resultados.
Dejando claro que, el ideal educativo debería ser dirigir todos los esfuerzos para la
definición de una sola forma de educación basada en la sistematización de experiencias,
la propia utilización de la sistematización como método requiere ser comprendida como
una propuesta crítica, no sólo por los intereses teóricos que la guían, sino también por
los desaprendizajes y las rupturas epistemológicas que se requieren hacer al
implementar este tipo de estrategias orientada a la construcción de conocimiento social
crítico, por ello los cursos de formación en sistematización, no tienen mucho sentido a
menos que se desarrollen bajo criterios de reflexividad crítica, renunciando a la sola
transmisión de modelos, recetas, técnicas y rutinas investigativas, imitadas por los
estudiantes y exigidas por los profesores.

También podría gustarte