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Artículos centrales

Política Social, Multiculturalismo


e Intervención en lo Social.
Pensando en Latinoamérica
Alfredo Juan Manuel Carballeda*

Fecha de recepción: 6 de julio de 2012


Fecha de aceptación: 14 de agosto de 2012
Correspondencia a: Mariana Benigni
Correo electrónico: meryb86@hotmail.com

* . Profesor titular en Carrera de Trabajo Social. FSOC-UBA y


en Facultad de Trabajo Social UNLP.

Resumen:

El presente artículo corresponde a una ponencia presentada en el IX Encuentro de


Centroamérica y el Caribe “Políticas sociales y Trabajo Social” Universidad Nacional de
Cartagena de Indias, Colombia, en marzo de 2011.

Palabras clave: Política social - Multiculturalismo - Intervención en lo social.


34 Año 2 - Nro. 4 - Revista “Debate Público. Reflexión de Trabajo Social” - Artículos centrales

Resumo

Este artigo é um artigo apresentado no IX Central Americano e do Caribe “Política Social e Serviço
Social” da Universidade Nacional de Cartagena das Índias, Colômbia, em março de 2011.
Palavras chaves: Política social - Multiculturalismo - Intervenção na área social.

multiculturalidad americana, tiene característi-


“Si nos dicen que hay una humanidad, que hay cas propias. En este aspecto, multiculturalidad
una ciencia atómica y que hay una medicina, y cuestión social pueden reconocer un origen
que ya todo está hecho y que ya nada podríamos cercano, casi inmediato, a través de encuentros
aportar nosotros, siempre cabe la duda, por el y cruces culturales inesperados y posiblemente
simple hecho de que afirmar lo que otros afirman nunca pensados desde la racionalidad de los dife-
es colonización.” rentes conquistadores.
Rodolfo Kusch 
El ser americano puede ser fruto de una decisión
La cuestión social americana, o el producto de la coerción. Esta tensión entre
la multiculturalidad y su origen coerción y libertad, también constituye una pauta
singular de la cultura americana. Pero, igualmen-
El origen de la cuestión social en América posee te, es posible pensar que ser americano puede
una serie de características singulares. Sus inicios significar una opción que inevitablemente se ubi-
se pueden ubicar en los años de la conquista, ca en el orden cultural.
cuando a partir de ella comenzaron a generarse
nuevas formas de la desigualdad, ruptura de pau- La identidad americana, no proviene sencilla-
tas culturales, traslados violentos y forzosos de mente de una relación temporal relacionada con
poblaciones al continente y dentro de éste. el orden de llegada, es decir aborígenes, castella-
nos, vascos, africanos, italianos, judíos, árabes,
La cuestión social americana, tiene como inicio asiáticos, que pudieron o no, tomar esa decisión
la transformación de lo diferente en desigual. Lo de ser.
cultural se transfiguró, por un lado, en un ins-
trumento de dominación, en un intento de ho- Los movimientos poblacionales hacia nuestro
mogeneizar poblaciones para hacer más eficien- continente, también en forma mayoritaria se liga-
te y justificar el saqueo de nuestro continente. ron a diferentes expresiones de la cuestión social.
Pero, también la cultura de los expoliados obró Se migraba para sobrevivir, encontrar un futuro,
como forma de resistencia y de lucha. América evadir persecuciones políticas, raciales y religio-
se transformó desde los inicios de la conquista en sas. La Identidad americana se construye en una
un campo de lucha cultural, de puja por el sen- conjunción compleja, donde se entrelazan espe-
tido, dando nuevas expresiones a necesidades y ranza, malestar, tristeza y padecimiento.
cosmovisiones. Ese origen, muestra una forma
peculiar de manifestación cultural múltiple y sin- En esa intrincada trama se construye una situa-
gularmente americana, que se distingue de otras ción, modo de ser al fin en el continente, eviden-
formas de expresión y de dominación en otros temente atravesado por múltiples expresiones
lugares del planeta. culturales. Dentro de esas confusas tramas cul-
turales y sociales también se gestaron los movi-
América es singular en si misma y desde allí, tal mientos de resistencia y lucha por mejores con-
vez, sea posible abordar la noción de multicul- diciones de vida, de ciudadanía, de derechos so-
turalidad, donde, ella, está fuertemente ligada a ciales y respeto por lo que hoy conocemos como
procesos propios de nuestro continente. Así, la derechos humanos.
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Las guerras de la independencia de los países de Multiculturalismo e Intervención


nuestra América hablan de esa historia de en- Social una mirada desde los
cuentros culturales, quizá azarosos, pero clara- Derechos
mente ligados en la lucha por derechos civiles y
más tarde sociales. En otras palabras, en América Numerosas de las manifestaciones vigentes de la
el multiculturalismo, entendido como expresión cuestión social dialogan en forma permanente con
política de la multiculturalidad, también se cons- diferentes expresiones vinculadas con el multicultu-
truye en la resistencia y en la lucha y desde allí en ralismo. La aplicación de aspectos la multiculturales,
impensados proyectos colectivos. trasciende los límites de ésta y dialoga con numero-
sos campos. La multiculturalidad en una sociedad
En la actualidad, la multiculturalidad puede en- desigual, puede ser solo una mera declaración de
tenderse como; la defensa de los derechos cul- principios o enunciados. Es decir, la multiculturali-
turales de las minorías dentro de los estados; la dad es posible en la medida que se incrementen los
posibilidad de convivencia entre comunidades derechos, con el consecuente acceso a éstos, y esta
con culturas y religiones o etnias diferentes; la ingrese en un terreno de igualdad y justicia social.
existencia de distintas culturas en el contexto de
un mismo espacio social o geográfico. De la misma manera, tanto en el terreno de las
políticas sociales como en el de la intervención
A su vez, la multiculturalidad se presenta como una social, la multiculturalidad se encuentra abarcada
nueva forma de resistencia, ahora frente a las nue- dentro de los derechos de primera, segunda tercera
vas expresiones de la globalización en clave neo- y cuarta generación, que comienzan a expresarse en
liberal, construyéndose desde allí nuevas síntesis, nuestras sociedades, como el derecho al matrimo-
donde desde lo singular, la libertad, la tolerancia, nio igualitario, a la asignación universal por hijo, a la
el respeto mutuo y la igualdad pueden dar forma tecnología, a no migrar, en definitiva: a pertenecer
a diferentes manifestaciones culturales a través de desde una serie de pautas propias y libres.
consensos y límites que se construyen en escena-
rios novedosos e intensamente atravesados por las En la actualidad la diversidad cultural como for-
tensiones entre necesidades y derechos. ma de interpelación al campo de lo social, vuelve
a hacerse visible desde diferentes planos. Inter-
Si la cuestión social emerge a partir de la solidaridad pela desde el diseño de políticas sociales, su apli-
perdida y de la fragmentación de lo social, la relación cación, las modalidades de intervención, los mar-
entre esta y la cultura se hace evidente e inexorable. cos comprensivo - explicativos de éstas y hasta
sus aspectos instrumentales. Por otra parte, es
Desde estos aspectos, tal vez, es posible pensar dife- posible que la intervención social desde la mul-
rentes puntos de encuentro entre multiculturalismo, ticulturalidad pueda abarcar no solamente este
política social e intervención. Especialmente desde la campo, sino también enriquecer y fortalecer otro
incorporación de más derechos y su aplicación con- tipo de intervenciones.
creta desde las políticas y la intervención en lo social.
Esta serie de acontecimientos, indefectiblemen-
En otras palabras, la gestión de la multiculturali- te, genera nuevos interrogantes para el diseño y
dad requiere de definiciones especificas y espe- aplicación de políticas sociales y la intervención
cialmente de campos de intervención social que social, especialmente desde su relación con los
desde la práctica habiliten, faciliten y promuevan derechos humanos y sociales.
el derecho a la diversidad como así también, el
derecho a la integración. Los derechos humanos y Sociales como tales,
para poder salir del terreno de lo únicamente
Estas cuestiones, implican la necesaria relación enunciado, requieren de políticas especiales, no-
entre multiculturalismo, derechos humanos, jus- vedosas, que esencialmente faciliten y promuevan
ticia social e igualdad distributiva. a la diversidad como un espacio de recuperación
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de identidades perdidas o menoscabadas y desde Desde esta perspectiva, los derechos humanos y
allí generar nuevas potencialidades, capacidades sociales, se construyen y recuperan en la prácti-
y habilidades. ca cotidiana y en forma dinámica se relacionan
estrechamente con los cambios sociales, ya que,
Estas cuestiones interrogan en forma diferencia- de diferentes maneras, esta orientación permitiría
da a la intervención en lo social, especialmente visualizar nuevos y mas espacios vacíos en la pro-
desde la relación entre esta y la producción de tección de los individuos.
subjetividad. Visualizando que el Trabajo Social
puede profundizar su intervención desde una El multiculturalismo se constituye, en este aspec-
perspectiva centrada en el lugar de lo otro como to en una vía de entrada que dialoga con; el dere-
productor de verdad, como constructor de sub- cho a la identidad, a pertenecer, a ser escuchado,
jetividades, tenga un espacio claro y definido en generando desde allí nuevas relaciones y diálogos
el hacer cotidiano. Posiblemente, a través de más con la cuestión social.
y nuevas búsquedas y diálogos con diferentes
campos de conocimiento que desde una perspec- Algunos aspectos contextuales
tiva metodológica alcance a dar más sentidos a
las ciencias sociales, integrando la práctica con lo La multiculturalidad emerge, dentro de la agenda
expresivo, lúdico y creativo. pública, en un clima de época signado por el neo-
liberalismo, caracterizado por la desigualdad y la
El multiculturalismo se transforma, desde una decepción. De esta manera, las problemáticas so-
perspectiva centrada en los derechos humanos, ciales complejas dialogan en forma estrecha con
en una nueva oportunidad para las ciencias so- nuevos temas que se van constituyendo como
ciales. Especialmente, si se lo entiende como un campos de intervención y estudio. Estos, como
enunciado que tiene posibilidades de dar nuevas producto de la fragmentación social, muestran
respuestas a las imposiciones que el fenómeno la necesidad de construir nuevas formas de in-
de la nueva forma de globalización conlleva. Si tegración que tengan en cuenta a la diversidad
es que esta intenta constituirse como un nuevo cultural dentro de las complejas tramas que se
proceso de uniformización de la cultura bajo la constituyeron en paralelo a las desigualdades so-
hegemonía del proyecto neo liberal. ciales. Especialmente en las múltiples rupturas
del lazo social, sumadas a la lógica de la insatis-
De este modo, la diversidad se presenta como una facción permanente que motoriza a gran parte de
circunstancia que puede facilitar la liberación de nuestras sociedades, desde las dificultades de ser
los mandatos ideológicos, conceptuales y meto- en un mundo signado por la posesión de bienes
dológicos que producen muchos de los discursos como forma de satisfacción hasta la desigualdad
hegemónicos ligados al poder económico y las como forma de estigmatización.
viejas pretensiones universalistas que fundaron la
modernidad occidental. La multiculturalidad surge en un momento donde
las posibilidades de respuesta desde las Políticas
Asimismo, el multiculturalismo se presenta en Sociales, se ven atravesadas por fuertes restriccio-
América como una nueva oportunidad, en dos nes y condicionamientos, con instituciones azo-
aspectos. Por un lado, en la posibilidad de recu- radas ante las diferentes expresiones contextuales
peración de una forma de integración perdida y prácticas profesionales no del todo preparadas
desde la conquista y por otro, como espacio de para comprender esta aparición de lo otro, de lo
encuentro e intercambio entre la múltiples expre- diferente en el lugar de la demanda.
siones de lo singular americano. El multiculturalis-
mo se encuentra así con la posibilidad de orientar las De este modo, la multiculturalidad, aún está atra-
políticas sociales y la intervención hacia el horizonte vesada por el riesgo de ser considerado solo una
de la resolución de la problemática de la fragmenta- expresión estética que declame nuevas libertades
ción social en su particularidad americana. y derechos que son de muy difícil o compleja
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aplicación. La visión de lo otro en América, pue- peración de solidaridades desde la intervención,


de aportar en este contexto algunos elementos puede mostrar la oportunidad de rescatar viejas
conceptuales que puedan articular el multicultu- formas de organización de lucha, de construc-
ralismo, la política social y la intervención. Des- ción de sentido, ahora a la luz de nuevos interro-
de esta perspectiva es posible pensar que el otro gantes y problemas.
no es solo un extraño que nos observa, sino que
también nos construye desde una mirada que ra- La crisis de incertidumbre que atraviesan nuestras
tifica lo que se es. sociedades, acompaña esa distribución de nuevos
escenarios, donde lo que sobresale es una gran
A su vez también la multiculturalidad se expresa diversidad de cuestiones que van cimentando un
en un momento de crisis de los espacios de socia- sentido diferente a las palabras y construcciones
lización, como la familia, el barrio, la escuela, la discursivas ligadas, por ejemplo, a las nociones
universidad o el trabajo y muestra el surgimiento de; educación, familia, trabajo, futuro, sociedad.
de interpelaciones dirigidas especialmente a su Las últimas décadas muestran al mercado como
sentido, a la posibilidad y necesidad de una re- un ordenador de la sociedad, pero básicamente
configuración de la cual, muchas veces, se es tes- como una forma nueva de construcción de sub-
tigo en forma aturdida y desorientada. jetividad que lentamente, va siendo atravesada
por el malestar y el desaliento. Tal vez, producto
Pero, esa crisis también da cuenta de un conflicto de formas constitutivas de la identidad y perte-
de los espacios cerrados como el hospital, la es- nencia efímeras, ligadas al consumo de objetos
cuela, la fábrica, en tanto lugares de construcción que trascienden su horizonte de materialidad y
de subjetividad y de trasmisión de pautas, códi- adquieren, dentro del reino del mercado, una in-
gos, identidades y pertenencia. tensa dimensión en el orden de lo simbólico.

La recuperación de sentido en los procesos de Una sociedad enunciada desde el bienestar para
socialización también implica un diálogo intenso quien pueda pagarlo que no garantiza el males-
con las diferentes expresiones culturales, donde tar subjetivo de unos y otros, producto de una
el individuo aprende pautas, conocimientos y civilización que a través de la coerción construyó
códigos relacionados con su vida en sociedad y un encuentro trágico entre deseo y decepción,
con su propia historia sociocultural. Esta interre- una cultura que llegó a declamar el “derecho a la
lación, posiblemente permitirá la expresión de desigualdad” como filosofía. Pero que también
potencialidades y habilidades para su integración deshizo las nociones de espacio, lugar y territo-
al medio social donde se encuentre. De allí que la rio primero privatizándolas y luego haciendo que
socialización como proceso histórico social, por sean atravesadas por la lógica del gasto y el costo
fuera de las imposiciones y mandatos hegemóni- beneficio. De este modo, los territorios, fueron
cos, se construye en la medida que la diversidad apropiados por un nuevo Leviatán al cual debía
cultural inscripta en su biografía, y la historia de rendírsele culto a través del consumo y del sufri-
su propio escenario de vida sean reconocidos y miento que produce la desigualdad.
aceptados, dentro de la posibilidad de la articula-
ción entre socialización y solidaridad. Allí, donde En este aspecto, la diversidad cultural requiere de
la relación con los otros pasa del vínculo, a la ayu- un lugar para poder ser, para salir del enunciado
da y de allí al acto político. y la declamación y ese espacio como tal es el de
lo público.
El vínculo y el lazo social como elementos cons-
titutivos de solidaridades se fueron diluyendo en El neoliberalismo también trajo una fuerte crisis
las lógicas impuestas desde el neoliberalismo, que derivó en una pérdida de lo público como
trocando a la solidaridad por la competencia en espacio, como lugar donde desarrollar procesos
forma desesperada, muchas veces como necesi- de socialización histórica y cultural. Lo público
dad o mandato ligado a la sobrevivencia. La recu- como espacio hoy, aún en muchos casos, tiene
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una función múltiple y heterogénea, va desde y representaciones atravesadas por miradas que
pequeños escenarios hasta “lugares” donde se transitan caminos que van desde el temor y el
construye la identidad desde ese espacio. Es de- encantamiento llegando a veces al asombro y la
cir, como escenario que permite la expresión de admiración.
la diversidad y desde allí a veces se construyen
identidades propias. El lugar como escenario y De allí que desde la historia de nuestro continente
territorio de la identidad, implica la posibilidad sea posible analizar diferentes etapas de discipli-
de reconocimiento intersubjetivo donde un gru- namiento que pueden ubicarse en la etapa la fun-
po de individuos pueden reconocerse en el y de- dacional de éste, que coincide con la construc-
finirse desde esas características que conjugan ción euro-céntrica de la modernidad, la ilustrada,
espacio y modo de relación y desde allí compren- que concuerda con los procesos revolucionarios
der y explicar la complejidad de los lazos sociales del siglo XIX, el de la construcción de los esta-
que los unen desde el espacio y la historia. En los dos modernos, el rediscplinamiento relacionada
años del neoliberalismo, esa relación es fuerte- con el desarrollismo de la década de los sesenta
mente efímera, compleja especialmente desde su del siglo XX y el neodisciplinamiento vinculado
constitución, facilitando la aparición de culturas al modelo neoliberal.
de la frustración y el desengaño mas que de le
diversidad o la multiplicidad. Todas esas estrategias, concuerdan en que tienen
como centro el accionar sobre las culturas ameri-
La inscripción subjetiva de la identidad se cons- canas, adaptándolas a diferentes procesos de do-
truye mayoritariamente en el espacio público, minación según las características de cada época.
desde su apropiación, allí, si se hace factible la Lo cultural, ligado con la idea de lo otro es cam-
posibilidad de confrontar y dialogar con otras po de acción política desde diferentes estrategias
identidades. de dominación, desde la negación de las culturas
y su diversidad, su sometimiento y hasta su asimi-
La apropiación de lo público por las empresas, lación dentro de la lógica del mercado, muestran
las restricciones en la circulación, la parcelación otra característica singular de la relación entre
de lo estatal, impidieron e impiden en muchos América y la civilización occidental.
casos una expresión sin ataduras de lo multicul-
tural, restringiéndolo al escaparate del espectácu- El otro americano es un extraño para el conquista-
lo, la estética desde la lógica costo beneficio y del dor Pero en poco tiempo se irán construyendo des-
marketing. En este aspecto la diversidad cultural de las representaciones sociales, otras imágenes un
en los años del neoliberalismo ingresa en una poco más cercanas en lo externo, en las apariencias,
contradicción donde, por un lado es llamada a pero indescifrables e impredecibles en lo interior.
hacerse visible, pero por otro determina según la
lógica del mercado los lugares y caminos de esa En América el otro deja de ser un opuesto, se
visibilidad. acerca a lo diferente. El español que llega a Amé-
rica, en poco tiempo se transforma en diferen-
Multiculturalidad y otredad, te para quienes quedaron en Europa. El otro en
algunos apuntes desde una América además del aborigen y el africano, tam-
perspectiva americana bién es el español, el europeo que llega en forma
imprevista, cargado de miradas de desaprobación
Desde América también es posible pensar las di- y desprecio muchas veces por ser expulsado des-
ferentes formas peculiares del multiculturalismo. de ese continente. Esa forma de construcción de
En este aspecto, la visón de lo otro y la construc- identidad es, en numerosos aspectos una síntesis
ción de identidad, también se pueden observar entre excluido y renegado.
desde una perspectiva diversa. La otredad, en
América, especialmente desde una perspectiva La identidad, de esta manera se construye desde
histórica, puede implicar una serie de imágenes esa síntesis de negación de lo no visto, de aquello
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que no quiere ser visto ni mostrado por pudor o El otro y lo propio rompen en América el lugar
temor. La construcción de la otredad en América se atribuido al primero como lo objetivo y al segun-
da en oscuros laberintos y senderos, estrechos pasi- do como lo subjetivo. Teniendo en cuenta que
llos, donde se esconde aquello que genera temor. la construcción de identidad se produce dentro
de un proceso complejo de tramas y relaciones
La construcción de la otredad para el continente inter-subjetivas, sociales y lingüísticas que media-
europeo y la civilización occidental, es tenebrosa, tizan el mundo del cual está formando parte. De
surge del miedo, es de alguna manera producto esta manera, la cultura puede ser entendida desde
de éste. la construcción de significados de tipo cognitivo,
valorativos y estéticos.
La otredad en América inesperadamente se trans-
forma en resistencia como expresión instantánea Así subjetividad y cultura muestran otras formas
hacia un poder que oprime pero no logra destruir posibles de diálogo. La subjetividad se transfor-
totalmente el contrato social del oprimido. Este, ma en un campo cultural.
en tanto vencido, aún así, construye mundos si-
milares a los viejos apropiándose lentamente de La intervención del Trabajo Social,
los nuevos. Las pujas ordenan y dan sentido a esa multiculturalidad y multiculturalismo
construcción, la batalla, la lucha, la contienda, en
gran parte son los verdaderos elaboradores de lo El Trabajo Social tiene una posibilidad de ac-
nuevo en América. ción desde su práctica cotidiana que se vincula
en principio actuando en función de facilitar,
Luego del gran viaje, de la travesía de los ma- promover y generar procesos de singularización
res, de internarse en mundos desconocidos los y además, desde esa reafirmación de lo singular
europeos llegan a “descubrir”, básicamente una promoviendo la construcción desde esa singula-
otredad que también necesitan. ridad recuperada nuevas formas de intercambio y
reciprocidad con el todo social.
Como en una especie de maldición Europa, ne-
cesita reflejarse en lo inesperado y desconocido Generando también, de esta manera, diferentes
para poder construir su propia identidad. Para- formas de encuentro y diálogo entre lo diverso
dojalmente, la barbarie lo incivilizado generará desde un plano de igualdad. Estas cuestiones
respuestas impensadas. Para encontrar sentido en pueden implicar la necesidad de ampliar su mi-
la búsqueda exasperada de una explicación de su rada desde la intervención, especialmente a par-
pasado, tratando de resolver las inquietudes que tir de la revisión de sus aspectos instrumentales
presenta la pregunta acerca del origen de esa civi- epistemológicos y éticos. Cimentando más y
lización. Para poder desde allí ratificar el mito del nuevos puentes entre Trabajo Social y diversidad.
progreso indefinido que se gesta lentamente en Construyendo, de esta manera, nuevos caminos
los años de la conquista y hace su eclosión desde desde la práctica concreta hacia la definición de
el pensamiento Ilustrado. categorías y conceptos acordes con nuestra reali-
dad Americana.
América como continente secreto, recóndito, se
construye desde una multiplicidad de culturas La intervención en lo social, implica también lo
que se expresan en otras formas de ser. Así, la singular, desde la cercanía de la mirada, pero tam-
sangre como linaje no garantiza ningún tipo de bién la relación con la presencia de aquello que
pureza. Ese otro es impuro aunque su propio se muestra como lejano pero presente desde lo
padre no lo admita, esa impureza constituye la macrosocial.
virtud americana de ser. De su impensada forma.
De un rostro nuevo conocido y desconocido que La intervención en lo social convoca, de esta ma-
está allí, que observa y desde esa mirada constru- nera, a la confrontación de las experiencias de la
ye nuevas formas de la identidad. existencia, especialmente a aquellas que faciliten
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la recuperación y apropiación de saberes. Una La intervención en lo social, en la medida que


forma de intervención que sea capaz de convertir ubique, descubra y encuentre nuevos espacios
las fragilidades y situaciones inestables de nuestra para la palabra podrá reconstituirse como una
época en certezas que construyan nuevas formas herramienta de interpelación, desde donde es po-
de sentido. sible ver lo “no visto” ocultado sistemáticamente
por los fantasmas de la dominación.
En este escenario complejo y turbulento, las pre-
guntas acerca del sentido de lo que hacemos re- La intervención sale de lo esperado en tanto hace
suenan con mayor vigor y estruendo. visible lo que la injusticia oculta, lo logra en la
medida que pueda ‘decir’ con otra gramática, con
Así la intervención se torna en un lugar de cons- otro orden, alterando el establecido, transforma-
trucción de nuevas preguntas, donde lo construi- do lo dicho en la apertura de nuevos espacios
do puede ser desarmado, re hecho y básicamen- para el hacer. Intervenir es intentar reinscribir el
te transformado. La intervención vista desde esa texto que se presenta como inamovible expresan-
perspectiva implica una necesaria generación de do una escena, donde los caminos de lo necesario
acontecimiento, de instalación de un espacio po- se muestran como lo imposible. La intervención
lítico que interpela en forma intensa y si se quiere reinscribe en la medida que sepa que decir, que
despiadada a la desigualdad, a la sin razón de ésta, recuperar, en definitiva, que escribir en nuevos
a hipócritas justificativos y especialmente a quienes textos que marquen una orientación hacia lo pro-
intentan ubicarla en un marco explicatorio de una pio, lo genuino, donde nuevamente lo “otro” se
lógica neoliberal, hoy claramente en decadencia. presenta como lugar de verdad.

Bibliografía
Amejeiras, A; Jure E. (2006) Diversidad Cultural
e interculturalidad. Editorial Prometeo Libros.
Buenos Aires.

Carballeda, A. (2002) Los Cuerpos Fragmentados.


Editorial Paidós. Buenos Aires.

Huergo, J. (1993). Notas para un anticollage. Posi-


bilidades de las prácticas sociales en la época
del neodisciplinamiento. Revista Margen N°
3. Buenos Aires.

Lipovetsky, G. (2008) La sociedad de la decepción.


Editorial Anagrama. Barcelona 2008.

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