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Introducción

Este trabajo tratara de un análisis del gobierno de Salvador Jorge Blanco en


la República Dominicana durante el periodo (1982 a 1986). Se conocerán
los antecedentes, las características y las consecuencias de su gobierno.
Este trabajo tendrá como principal enfoque el económico, debido a que la
principal fuente bibliográfica fue el libro “40 Años De La Economía
Dominicana”

Considerado por muchos como uno de los líderes políticos más


prometedores en la República Dominicana. Sin embargo, tras una sesión de
largos interrogatorios y una orden de arresto por cargos de corrupción,
Jorge Blanco huyó a la embajada de Venezuela el 30 de abril de 1987,
procurando asilo político. Jorge Blanco ha sido el único presidente
dominicano sometido a la justicia.

Durante 1982-1986 se realizaron cambios y ajustes necesarios que venían


arrastrándose desde años antes. Si bien el crecimiento del PIB real
promedió sólo 1.8% y la inflación 17.6%, la economía experimentó fuertes
devaluaciones cambiarias que estimularon las exportaciones y el nivel de
recaudaciones fiscales. Si bien la vulnerabilidad del sector externo implicó
períodos de inestabilidad doméstica, ésta resultó atenuada por el
dinamismo impulsado por el turismo, el comportamiento de las zonas
francas, y el llamado rubro de transferencias netas de la balanza de pagos.
No obstante, es un hecho que la apreciación del peso frenó el crecimiento
del PIB a sólo 1.8%, lo que implicó una caída anual en el ingreso por
habitante. Así, en 1986, se retrocede a casi el mismo PIB por habitante que
se había alcanzado en 1979, con una importante caída en el consumo.

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Índice

Biografía………………………………………………………………..…..4

Como abogado y senador del PRD………………………………………....5

Presidente constitucional entre 1982 y 1986……………………………….8

Los nuevos objetivos de la política económica de la Republica


Dominicana……………………………………………………….....8

Primera visita de Estado de un presidente Dominicano a los EUA y


acuerdos internacionales…………………………………………...10

La Iniciativa Para la Cuenca del Caribe……………………………11

Cuentas con la justicia a la salida del poder………………………..13

Aportes literarios………………………………………………….............15

Conclusión………………………………………………………………...16

Bibliografía………………………………………………………………..17

2
LA POLITICA ECONOMICA EN EL GOBIERNO DEL DR.
SALVADOR JORGE BLANCO (1982 – 1986)
José Salvador Omar Jorge Blanco, nació el 5 de julio de 1926 en Santiago
de los caballeros, político, abogado y escritor dominicano, fue presidente
de la República Dominicana en el periodo 1982-1986 sucediendo a Jacobo
Majluta de su propio partido, fue senador para Santo Domingo entre 1978-
1982.

Considerado por muchos como uno de los líderes políticos más


prometedores en la República Dominicana. Sin embargo, tras una sesión de
largos interrogatorios y una orden de arresto por cargos de corrupción,
Jorge Blanco huyó a la embajada de Venezuela el 30 de abril de 1987,
procurando asilo político. Jorge Blanco ha sido el único presidente
dominicano sometido a la justicia.

Biografía
Hijo de Pedro María Jorge Arias y Dilia Limbert Blanco. Hizo sus estudios
primarios en el Colegio Ercilia Pepín, y superiores en el liceo Ulises
Francisco Espaillat. En agosto de 1950, se graduó en Derecho en la
Universidad Autónoma de Santo Domingo. En 1951, obtuvo el doctorado
por la Universidad Complutense de Madrid, con un posgrado en la
especialidad de Derecho Internacional.

Jorge Blanco fue músico, destacándose en instrumentos como el piano y


violonchelo.

En 1961, abrió un bufete de abogados tras el derrocamiento de la dictadura


de Rafael Trujillo, inmediatamente se inicia en la vida política como
miembro del partido Unión Cívica Nacional.

En 1963, después del golpe de estado al presidente Juan Bosch, se unió al


movimiento civil que procuraba el retorno de la constitucionalidad
dominicana.

En 1964, ingresó al Partido Revolucionario Dominicano, donde ocupó


varios cargos en la Comisión Política y el Comité Ejecutivo Nacional del
mismo.

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En 1965, fungió como Procurador General de la República en el gobierno
de Francisco Alberto Caamaño, siendo a su vez miembro de la Comisión
Negociadora que medió en el conflicto de la Revolución de Abril.

De 1966 a 1973 fue miembro del Comité Ejecutivo Nacional y de la


Comisión Política del PRD; volviendo a serlo en 1976. Entre 1973 y 1975
presidió la Asociación de Abogados de Santiago. Entre 1970 y 1976 fue
profesor catedrático de Derecho en la Pontificia Universidad Católica
Madre y Maestra.

En 1977 fue candidato a la presidencia por el PRD, siendo derrotado por


Antonio Guzmán Fernández. También intervino en la redacción del Acta
Constitucional y del Acta de Reconciliación Dominicana. Ese mismo año
fue elegido presidente del PRD, culminando en 1979. Fue miembro de la
Comisión Codificadora que preparó el proyecto de Código de Comercio
entre 1975 y 1979.

En 1979 ganó su candidatura para senador, teniendo múltiples


enfrentamientos con el gobierno que dirigía su propio partido con Antonio
Guzmán a la cabeza, habiendo una tácita rivalidad entre ambos.

El 16 de agosto de 1982, fue elegido presidente de la República


Dominicana con un 46,7% de los votos, frente al 39,2% obtenido por
Joaquín Balaguer y el 9,8% de Juan Bosch.

Como abogado y senador del PRD


Hijo de empresario y de maestra, se educó en el colegio Ercilia Pepín y en
los liceos Onésimo Jiménez y Ulises Francisco Espaillat (UFE) de su
ciudad natal, Santiago de los Caballeros, antes de matricularse en la
Universidad de Santo Domingo. En 1950 se doctoró en Derecho cum laude
con una tesis sobre la unidad jurisdiccional en el ejercicio de las acciones
pública y civil, y se colegió como abogado. Al año siguiente redondeó su
currículum académico en la Universidad Central de Madrid (hoy,
Universidad Complutense) con una maestría de posgrado en la especialidad
de Derecho Internacional y vinculada a un trabajo sobre el derecho de asilo
político. No tardó en convertirse en un abogado de prestigio, con despacho
en su terruño santiaguero, además de ser conocido en los círculos musicales
por sus habilidades como instrumentista de piano y violonchelo.

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Su primera incursión en la militancia política fue, tras el asesinato del
dictador Rafael Leonidas Trujillo en mayo de 1961, en las filas de la Unión
Cívica Nacional (UCN). Fundada y liderada por el doctor Viriato Alberto
Fiallo Rodríguez, la UCN era una formación conservadora, pero
antitrujillista y firme defensora del establecimiento de la democracia
competitiva. Jorge Blanco estuvo al frente del comité provincial ucenista en
Santiago y de la campaña de las elecciones presidenciales de diciembre de
1962, en las que Fiallo fue arrollado por Juan Emilio Bosch Gaviño, líder y
cofundador en 1939 del Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
entonces una formación nítidamente izquierdista, nacionalista y de
simpatías procubanas, aunque no marxista y adscrita al socialismo
democrático.

El abogado cortó amarras con la UCN a raíz del respaldo de Fiallo al


derrocamiento de Bosch, el legítimo presidente, en el golpe de Estado
perpetrado por los sectores más conservadores del país en septiembre de
1963. Luchó desde la legalidad por el retorno del orden constitucional y
terminó integrándose en el PRD. Tras el triunfo, a la postre efímero, del
sector constitucionalista del Ejército encabezado por el coronel Alberto
Caamaño Deñó en el movimiento revolucionario de abril de 1965, que
acarreó la caída del Triunvirato civil formado tras la remoción de Bosch y
dominado por la UCN, el estallido de la guerra civil y la invasión de los
marines de Estados Unidos con el pretexto del restablecimiento del orden,
Jorge Blanco fue llamado a ejercer de procurador general de la República,
y como tal contribuyó al cese de las violencias fratricidas y a la
normalización política. En particular, formó parte de la Comisión
Negociadora multipartita que arregló la marcha de las tropas
estadounidenses y que acordó la instalación del Gobierno provisional
presidido por Héctor Federico García-Godoy.

En los doce años que siguieron a la inauguración del régimen derechista de


Joaquín Balaguer Ricardo, antiguo servidor de Trujillo, cabeza del Partido
Reformista (más tarde Partido Reformista Social Cristiano, PRSC) y
vencedor en las elecciones consecutivas de 1966, 1970 y 1974 (en las dos
últimas ediciones, mediante groseros fraude e intimidación), el jurista fue
escalando posiciones en el PRD, que, víctima de una sañuda represión del
gobierno pseudodemocrático, pasó años muy duros.

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Así, tomó asiento en la Comisión Política y el Comité Ejecutivo Nacional
del partido.

Por otro lado, cuando en diciembre de 1973 Bosch, resuelto a defender la


causa del marxismo, se escindió para fundar el Partido de la Liberación
Dominicana (PLD), Jorge Blanco permaneció fiel a la facción mayoritaria
que encabezaba José Francisco Peña Gómez, secretario general del partido
y en adelante presidente del PRD, que fue perfilando una doctrina
socialdemócrata. Al margen de la política, entre 1970 y 1976 impartió
docencia como catedrático de Derecho en la Pontificia Universidad
Católica Madre y Maestra (PUCMM). Asimismo, en 1973 y 1975 presidió
la Asociación de Abogados de Santiago.

En 1977 Jorge Blanco lanzó su precandidatura en la interna del PRD para


la proclamación del postulante presidencial en los comicios de 1978, pero
la elección recayó en el latifundista Silvestre Antonio Guzmán Fernández,
que ya había sido designado para la edición de 1974 pero que entonces no
había llegado a concurrir por decidir el boicot la mayoría de los partidos de
la oposición. Las trascendentales elecciones del 16 de mayo de 1978, que
Balaguer y los reformistas no pudieron falsificar por la severa advertencia
del Gobierno de Estados Unidos, dieron la victoria incontestable a sus
odiados adversarios, los perredeístas: Guzmán fue proclamado presidente y
Jorge Blanco ganó su primer mandato representativo, el de senador por el
Distrito Nacional, circunscripción que incluye a la capital del país.

Como miembro de la cúpula del PRD y líder de su bancada de senadores,


Jorge Blanco se distinguió como un fustigador del estilo y las políticas
gubernamentales de su propio conmilitón, generándose un enfrentamiento
institucional que, al parecer, debía mucho al rencor que el abogado
guardaba al empresario por haberle arrebatado, tal como decidieron las
bases del partido, la candidatura presidencial en las primarias de 1977. Ya
entonces atacó a Guzmán por, a su entender, carecer de la formación y la
competencia para desempeñar la suprema magistratura; ahora, además, le
acusaba de gobernar al margen de las directrices y los principios del PRD.

El senador se tomó el desquite en la elección primaria de octubre de 1981,


cuando ganó la partida al favorito de Guzmán, el vicepresidente de la
República Jacobo Majluta Azar, exponente de una corriente centrista del
PRD. Inmune al escándalo por el supuesto espionaje telefónico realizado a

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Guzmán, Balaguer y Bosch por Avanzada Electoral, un grupo de apoyo a
su candidatura presidencial, y, ante el electorado, convincente en sus
denuncias de que los tres líderes citados estaban participando en
inconfesables conciliábulos, Jorge Blanco acabó la campaña electoral como
el favorito.

El 16 de mayo de 1982 los pronósticos no erraron y el perredeísta se


proclamó presidente para los próximos cuatro años con el 46,7% de los
votos, frente al 39,2% obtenido por Balaguer y el 9,8% de Bosch. En las
legislativas, el PRD se aseguró la mayoría absoluta en ambas cámaras con
17 senadores de 27 y 62 diputados de 120. La campaña fue menos
enconada y violenta que otras del pasado reciente; aunque mucho menos
activo, el pistolerismo de signo político provocó siete muertos.

El 4 de julio, a seis semanas de la transmisión de poderes, el país fue


conmocionado por el suicidio, mediante un pistoletazo que se infligió en la
cabeza dentro del palacio presidencial, de Guzmán. La dramática muerte
del mandatario saliente, a falta de una explicación convincente, fue
enmarcada por la opinión pública en un estado de angustia por problemas
personales relacionados con deudas económicas o con actos de corrupción
cometidos por su entorno de allegados, una lacra esta última que
precisamente Jorge Blanco había prometido combatir.

Presidente constitucional entre 1982 y 1986


Los nuevos objetivos de la política económica de la Republica
Dominicana (1982 – 1986)

Fueron explorar y evaluar todas las alternativas posibles de políticas


cambiarias: la ampliación del mercado libre por el lado de las
importaciones; tipo de cambio más realista para las exportaciones; un
acuerdo de ajuste estructural con el Banco Mundial; acuerdos de facilidad
ampliada o de standby con el Fondo Monetario Internacional; la
legalización de un tipo de cambio múltiple; prohibiciones de
importaciones; una devaluación formal a través de un cambio en la
legislación monetaria creando un nuevo tipo de cambio más realista.

De todas estas opciones se tomó la del acuerdo con Fondo Monetario


Internacional. Las razones por las cuales era necesario llegar a un acuerdo
con el Fondo se debía a los niveles de atraso con la banca comercial por

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367.2 millones de dólares, sin incluir en esa cifra, 45.0 millones realmente
pagados por el Bando de Reservas. Este monto era tan grande, que los
bancos internacionales habían prácticamente cerrado el crédito a la banca
nacional, lo que hacía muy difícil las operaciones comerciales del país.

Las negociaciones con el FMI se iniciaron durante el último cuatrimestre


del 1982. Como era de esperarse, estas fueron sumamente difíciles, pues
los intereses de ambas partes negociadoras respondían a motivaciones
diferentes.

La preocupación principal del FMI era ayudarnos a resolver el problema de


atrasos de pagos en nuestra deuda externa y no la de buscar el desarrollo de
la economía a corto plazo, como era el interés del gobierno dominicano,
además de tratar de que la economía nacional pudiese seguir creciendo y no
se agravara el desempleo. El Gobierno procuraba que el proceso de ajuste
fuera gradual, para así permitir el crecimiento de la economía, mientras que
el FMI requería un ajuste de choque, resolviera el problema de los atrasos a
corto plazo.

Para finales del mes de octubre del 1982 ya se tenía en principios un


acuerdo entre el Gobierno y el FMI, el cual reflejaba en la Carta de
Intenciones que habían firmado los principales integrantes del equipo
económico. Se había acordado un Programa de Facilidad Ampliada con tres
años de duración. Por su parte, el FMI se comprometía a facilitar a la
Republica Dominicana la suma de 371.3 millones de DEG que equivalían a
unos 450 millones de dólares en tres años, que era la duración que
contemplaba el programa.

Por otra parte y como componente esencial de los acuerdos con el FMI, el 8
y 9 de diciembre del 1982 se sostuvieron una serie de reuniones con la
banca internacional, en la ciudad de New York. Luego de un largo proceso
de discusiones internas entre los técnicos finalmente se suscribió el 15 de
septiembre de 1983, mediante el cual se reprogramaron 486.3 millones de
dólares de la deuda que se tenía con la banca comercial internacional.

A pesar de los términos obtenidos, el resultado de esa negociación ha sido


cuestionado por algunos analistas. Por una parte, el Banco Central asumió
una deuda que se había originado por importaciones del sector privado,
dicha deuda afectaría la política monetaria del Banco en el futuro.

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Una de las medidas de ajuste económico que se adoptaron como parte de
los acuerdos con el FMI, fue permitir a los bancos comerciales el aumento
de las tasas de interés pasivas, de un 1 hasta un 2% mensual. Asimismo, se
le permitió a las instituciones financieras emitir certificados que devengan
intereses más acorde con los que prevalecían en los mercados
internacionales.

En materia cambiaria, la Junta Monetaria permitió a los bancos comerciales


comprar y vender dólares directamente al público lo que introdujo un
nuevo elemento en el sistema cambiario dominicano, pues los bancos
podían participar abiertamente en el mercado paralelo de divisas. De ahí
surgió una competencia entre la banca y las casas de cambio por el control
del mercado de divisas, lo que junto con los déficit externos, produjo
presiones al alza de la tasa de cambio. Esta depreciación de la moneda
pronto se convirtió en un punto central de la atención de la política
económica, ya que la misma, afectaba negativamente todos los costos de la
economía. Ante la realidad del mercado, la Junta Monetaria decidió
legalizar las operaciones de las casas de cambio en agosto del 1983, bajo la
reglamentación del Banco Central y la supervisión de la Superintendencia
de Bancos.

Primera visita de Estado de un presidente Dominicano a los


EUA y acuerdos internacionales
Durante la primera visita de Estado de un Presidente Dominicano a los
Estados Unidos, le toco tal privilegio al Dr. Jorge Blanco, el cual
aprovecho para pedirle al gobierno estadounidense que le concediera un
préstamo puente, que pudiese ser usado en lo que llegaba un acuerdo
definitivo con el FMI. La respuesta fue negativa, basada en el argumento
de que el Tesoro Norteamericano solo podía otorgar estos recursos a muy
corto plazo y condicionado a una seguridad absoluta de que los fondos
serian reembolsados al término de ese plazo. Sin embargo, tan pronto
concluyo el viaje del Presidente se iniciaron gestiones frente al Congreso
de los Estados Unidos, las cuales después de un intenso cabildeo de varios
meses de duración, tanto en el Senado como en la Cámara de
Representantes, se logró que se aprobara una donación a la Republica
Dominicana por la suma de 50 millones de dólares, la cual unida a 45
millones que se habían aprobado previamente, constituían un aporte
significativo para la estabilidad económica de nuestro país. El total de la
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ayuda norteamericana sumo más de 200 millones de dólares durante esos
tres años (1983 – 1985), lo que se trataba de una suma considerable.

La Iniciativa Para la Cuenca del Caribe


La Iniciativa Para la Cuenca del Caribe (CBI) fue un programa creado
durante la administración del presidente Reagan que ofrecía a los países de
la Cuenca del Caribe (Centroamérica y las islas del Caribe), la entrada de
sus productos libre de impuestos al mercado norteamericano, de todos los
productos originarios de dicha Región.

La Republica Dominicana fue el principal beneficiario de esta iniciativa,


pues fue el país de la Región que mayor atracción de inversiones
extranjeras recibió como consecuencia de la implementación de dicho
programa comercial, y también, el que pudo aumentar sus exportaciones al
mercado norteamericano con mayor rapidez. En parte debido a que todavía
muchos países centroamericanos tenían serios conflictos internos y una
situación política inestable.

La aprobación del CBI en julio de 1983 y su puesta en vigencia el 1 de


enero 1984, junto con la devaluación del peso dominicano fueron, por
tanto, los dos factores que más influyeron el desarrollo de la zonas francas
de exportación en los años posteriores, y en consecuencia, en la creación de
cientos de miles de nuevos empleos productivos, especialmente, en la mano
de obra femenina.

A los pocos días del regreso del presidente Jorge Blanco al país, la Junta
monetaria hizo un último esfuerzo para introducir medidas que permitieran
arribar a un rápido acuerdo para el segundo año del programa con el FMI.
Una de la medida más impopular fue traspasar al mercado libre
prácticamente todas las importaciones del país, excepto los hidrocarburos,
por lo que algunos productos a los cuales hasta esa fecha el Banco Central
le otorgaba divisas oficiales a la par con el dólar, subieron los precios.

Esta última medida, unida al alto nivel en que se encontraba la tasa de


cambio, cercano a los 3.00 pesos por dólar, así como la acumulación de
frustraciones que venían arrastrando el pueblo desde hacía mucho tiempo,
provocó un levantamiento en los barrios populares, que se tradujo en
saqueos a propiedades privadas y enfrentamientos con las fuerzas del orden
lo que costó un alto número de vidas humanas. Realmente se trató de una

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tragedia nacional que marcó el vértice de la crisis económica que se
padeció durante esos difíciles años.

Luego de la revuelta de abril 1984, se nombró un nuevo equipo económico


en el Banco Central el cual tenía la tarea de buscar algún tipo de acuerdo
con el fondo que fuese posible aplicar sin someter a la población a nuevos
ajustes económicos, que les agravara la ya difícil situación que estaba
atravesando la nación. Tras varias visitas a Washington del equipo
económico, finalmente se pudo llegar a un acuerdo especial que el propio
Director Gerente del FMI llamo “Acuerdo Puente”, que no era otra cosa
que una salida temporal hasta que el gobierno estuviese en condiciones de
poder comprometerse a cumplir un acuerdo más riguroso dentro de los
estándares del FMI, como podía ser un acuerdo standby.

A este acuerdo temporal, se llegó en el mes de agosto del 1984 y el mismo


solo daba un respiro, pues permitía al país mostrar a la comunidad
internacional que se tenía algún tipo de acuerdo con el FMI, lo que
facilitaba en algo el desembolso de recursos para enfrentar la crisis.

Todas las medidas anteriormente señaladas, solo servían como paliativo y


no como soluciones definitivas de los grandes problemas que enfrentaba al
país; soluciones que tenían que buscarse, inevitablemente, dentro de un
acuerdo más formal con el FMI. De ahí, que ya para los últimos meses de
1984, se volvieron a intensificar las negociaciones con ese organismo
internacional las cuales culminaron dos días antes de la Noche Buena.

Finalmente el acuerdo standby fue aprobado en el Directorio Ejecutivo del


FMI el 15 de abril del 1985 y se estableció que estaría sujeto a revisiones
trimestrales, tal y como es costumbre de esta institución. El cumplimiento
de estas medidas de ajuste por parte del Gobierno permitió que la tasa de
cambio se redujera de 3.29 que había llegado en febrero 1985, a 3.00 en
agosto de ese mismo año. Cuando el gobierno del Dr. Jorge Blanco
concluyo su gestión, agosto de 1986, ya la tasa se había estabilizado
alrededor de 2.80, lo que demostraba que el gobierno había podido
controlar la crisis económica. Con una inflación para julio de ese mismo
año de tan solo 0.38% y para agosto había sido negativa.

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Cuentas con la justicia a la salida del poder
Jorge Blanco, con más pena que gloria, cesó en la Presidencia el 16 de
agosto de 1986. Lo primero que hizo Balaguer tras recobrar la jefatura del
Estado fue lanzar una campaña anticorrupción no exenta de demagogia y
de hipocresía, toda vez que él había desviado dinero público para financiar
campañas proselitistas con insuperable desparpajo-, la cual tuvo en el
anterior jefe del Estado su diana más preclara.

No sin razón, el PRD consideró un sarcasmo que se quisiera hacer pagar a


Jorge Blanco por la comisión de delitos económicos mientras que las
abundantes violaciones de los Derechos Humanos cometidas por Balaguer
y sus servidores durante los ominosos doce años (1966-1978) permanecían
impunes. Ahora bien, la cascada de denuncias y revelaciones sacó a la luz,
y no cabía dudar de ello, un escenario de corrupción a gran escala del que
había sido principal usufructuario el oficialismo ahora en la oposición. De
hecho, los gobernantes perredeístas, contrariamente a sus declaraciones de
integridad, habían practicado lo que la prensa calificó de un auténtico
pillaje de los recursos del Estado.

La persecución judicial del ex presidente comenzó con la denuncia por la


Dirección de Presupuesto del Gobierno de que la caja del Estado había
sufrido un desfalco por valor de 25 millones de pesos en unas compras de
las Fuerzas Armadas a unas empresas vinculadas a personas próximas a
Jorge Blanco, que vendieron a los militares cierto número de bienes a un
grosero sobreprecio. Esta presunta malversación de caudales públicos fue
investigada formalmente a raíz de la denuncia- querella presentada en
octubre por el abogado Marino Vinicio Castillo, presidente del partido
derechista Fuerza Nacional Progresista, quien se personó como acusación
particular y civil. Las imputaciones de delitos de corrupción se extendieron
a una treintena de antiguos miembros del Gobierno y altos funcionarios,
civiles y militares, que habían servido en la etapa precedente, entre ellos el
ex secretario (ministro) de las Fuerzas Armadas y general retirado Manuel
Antonio Cuervo Gómez. El 23 de diciembre, la procuradora general de la
República prohibió a Jorge Blanco abandonar el país.

El 30 de abril de 1987, de resultas de la emisión por la juez de instrucción


de una orden de prisión preventiva nada más terminar el interrogatorio a
que fue sometido, el ex presidente tomó refugio junto con su esposa e hijos

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en la Embajada de Venezuela en Santo Domingo, donde solicitó el asilo
político, confiado en la respuesta positiva del Gobierno del socialdemócrata
Jaime Lusinchi. A la legación diplomática llegó con una disfunción del
corazón que el 8 de mayo requirió su internamiento en una clínica
capitalina. Los facultativos que le atendieron confirmaron la gravedad de la
dolencia cardíaca y aconsejaron su hospitalización en un centro
especializado de Atlanta, Estados Unidos.

El diagnóstico fue confirmado por una junta médica designada por el


Gobierno y compuesta por miembros de la Asociación Médica
Dominicana, tras lo cual, el 14 de mayo, el procurador general, con la
anuencia del presidente Balaguer, revocó la orden de prisión y autorizó la
partida inmediata de Jorge Blanco al University Emory Hospital de Atlanta,
a donde llegó ese mismo día por la noche. Al mismo tiempo, las
autoridades venezolanas comunicaron su rechazo a la demanda de asilo.

Desde su habitación del hospital del estado de Georgia, el estadista


dominicano agotó todos los instrumentos del derecho, que él, como jurista,
conocía muy bien, para impedir la apertura de un juicio por 38
imputaciones penales; entre los delitos presuntamente cometidos durante su
mandato presidencial, figuraban los de malversación de fondos públicos,
falsedad de escritura, abuso de confianza, estafa y prevaricación. Los
sucesivo recursos y apelaciones presentados por sus abogados, el
argumento asumido por sus partidarios en casa- de que era objeto de una
Persecución política, la negativa a comparecer ante el juez con la disculpa
de su enfermedad y la denuncia interpuesta ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos no impidieron el inicio el 16 de
noviembre de 1988 de un juicio en contumacia que en el tiempo récord de
diez días produjo una sentencia de culpabilidad y una condena a 20 años de
prisión y a una multa de 100 millones de pesos.

Fue entonces cuando Jorge Blanco, ya como convicto de la justicia, decidió


regresar a la República Dominicana para mejor sostener el recurso de
apelación. El 30 de noviembre aterrizó en Santo Domingo y desde su celda
provisional de una prisión próxima a la capital pasó a librar una batalla
legal que consiguió la anulación de la primera sentencia a finales de 1989.
El juicio comenzó de nuevo y el 8 de agosto de 1991 fue por segunda vez
declarado culpable y condenado a cumplir 20 años de reclusión y a pagar
una multa de 73 millones de pesos.

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El ex presidente llegó a ingresar en prisión, pero sólo estuvo en ella dos
meses. Tras un larguísimo proceso de apelación, en mayo de 2001 la Corte
de Apelación de Santo Domingo dictó la nulidad de la sentencia recurrida
por contener violaciones a normas sustanciales contenidas en la
Constitución de la República relativas al derecho de defensa y al libre
proceso; y la reapertura del proceso. La odisea judicial de Jorge Blanco
tocó a su fin en septiembre del mismo año, cuando el entonces presidente
perredeísta de la República, Rafael Hipólito Mejía Domínguez, decidió
retirar la demanda del Gobierno que pesaba contra él, lo que equivalía a un
indulto.

Aportes literarios
Salvador Jorge Blanco es autor de varios ensayos sobre aspectos de la
justicia, la política y la historia nacional, entre los que se citan: Formularios
en las vías de ejecución (1969); Introducción al Derecho; Guerra,
revolución y paz; La unidad de jurisdicción analizada en el ejercicio de la
acción pública y la acción civil (su antigua tesis doctoral, publicada como
libro en 1986); Duarte, Espaillat y Hostos (1986); Archipiélago de intereses
(1986); y, Batallas nacionales (1986). Es doctor honoris causa por la
PUCMM (1983), la Universidad de Carolina del Sur (1984) y la
Universidad de Río Piedras en San Juan de Puerto Rico (1986). Su hijo,
Orlando Jorge Mera, sirvió de secretario de Estado y presidente del
Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) durante la
Administración de Mejía, y en junio de 2005 fue elegido secretario general
del PRD.

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Conclusión

El PRD propiciaba la candidatura de Salvador Jorge Blanco. En las


elecciones presidenciales del 1982 jugó un papel estelar la carrera política y
profesional de Salvador Jorge Blanco, lo cual constituía la garantía de un
brillante porvenir para el país. En la campaña electoral Salvador Jorge
Blanco obtuvo 854.868 votos.
El 21 de enero de 1983 se negoció con el FMI con el fin de generar
excedentes para el pago de la deuda externa. Se firmó el "Acuerdo de
Facilidad Ampliada". El llamado ¨Acuerdo de Facilidad Ampliada 1983-
1985¨ firmado por el gobierno con el FMI proyectaba una reducción al
3.9% en el primer año, lo que nunca se cumplió. El 26 de noviembre de
1983 se comienza a cobrar el 9 % a Impuestos a la Transferencia de Bienes
Industrializados (ITBIS).
Las características del gobierno del Dr. Salvador Jorge Blanco fueron:
- Se redujo el gasto público y el consumo.
- Le afecto la crisis mundial de la economía. El alza de precios del
barril de petróleo. La baja de precio de la venta del azúcar en el
exterior.
- Realizó el asentamiento de 13 mil familias en los proyectos de la
Reforma Agraria.
- Construyó escuelas, carreteras, caminos vecinales y dispensarios
médicos.
- Se disminuyó la emisión de dinero inorgánico.
- Continuó la postura de Antonio Guzmán con respecto a las Fuerzas
Armadas.
- Aumentaron las denuncias de corrupción, tales como: la exoneración
de impuestos a comerciantes e industriales, los cuales aprovecharon
para importar gigantescos embarques de mercancías y materias
prima sin pagar impuestos.

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- Emprendió un amplio programa de viviendas populares en Santo
Domingo y en Santiago (INVIVIENDA), así como la ampliación de
la autopista Duarte, lo que no pudo concluir.

Por tanto, aunque muchas de las medidas tomadas por el expresidente


fueron beneficiosas para la sociedad dominicana, su pecado (la
corrupción) es mucho peor.

Bibliografía

- “40 Años de Economía Dominicana: Hacia dónde vamos” – Carlos


Despradel
- http://hoy.com.do/cuales-han-sido-los-resultados-economicos-
presidenciales/
- https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_central_
y_caribe/republica_dominicana/salvador_jorge_blanco
- “Hacia dónde va la Economía Dominicana”. Ministerio de
Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD). – Informe de: Juan
Temistocles Montas
- https://www.diariolibre.com/actualidad/el-crecimiento-econmico-se-
ha-estancado-en-gobiernos-del-prd-EYDL71042
- https://vanguardiadelpueblo.do/2015/02/09/salvador-jorge-blanco-la-
decepcion-liberal/

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