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eficiencia. A un Funcionalismo tomado al pie construidos sin muchas variantes en casi toda NEOGÓTlCO. (v. Romanticismo, arquitectura del).
El auge de este Californiano burocrático se NA A TRAVÉS DE WOLFFLIN. ROSARIO, '927; ÍD. ORIENTA-
produjo en la década del cuarenta y fue adop- CIÓN ESPIRITUAL DE LA ARQUITECTURA EN AMÉRICA. Ro-
tado en casi todas las construcciones del tipo SARIO: TALLERES GRÁFICOS LA TIERRA, '927; ÍD.
mencionado a lo largo de todo el país, entre los ARQUEOLOGÍA y ESTÉTICA DE LA ARQUITECTURA CRIOLLA.
que se destacan el Hospital de Avellaneda, los Es. As.: CLEo. '932; R. GUTIÉRREZ. PRESENCIA y CONTI-
hogares escuela de Tucumán, Jujuy y Salta, NUIDAD DE ESPAÑA EN LA ARQUITECTURA RIOPLATENSE. Es.
la colonia climática infantil en Termas de Re- As.: CONCENTRA, S/F; R. GUTIÉRREZ, M. GUTMANYV. PÉ-
yes, [ujuy, y los numerosos barrios, como el REZ ESCOLANO (COMP.). EL ARQUITECTO MARTÍN NOEL. Su
Presidente Perón en Saavedra, Buenos Aires, TIEMPO y su OBRA. SEVILLA: ¡UNTA DE ANDALUCÍA, '995. ~ TíPICA FACHADA DEL LLAMADO ESTILO ITALlANIZANTE.
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cilitada por la elevación de la calidad de la ma-
no de obra venida con la inmigración, reacciona
Juan Martín Burgos (v.) en r880. El problema,
para Burgos, es la renuncia a los conceptos de
!Etffiw¡tl "decoro urbano" y "carácter" que provoca es-
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=....~..':' ta democratización de la decoración arquitec-
tónica en el conjunto de la edilicia. La clara dis-
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tribución, la economía de medios decorativos,
la graduación necesaria para entender a la ciu-
dad como un gran libro de signos arquitectó-
nicos que expresa categorías y funciones, es lo
que comienza a desaparecer a mediados de la
segunda mitad del siglo XIX con la populari-
zación de esta corriente. De allí que podamos
afirmar que con el Neorrenacimiento italiano
ingresa en el campo local el germen de la di-
solución del sistema clásico y su estructura de
jerarquización.
~ FRENTE DEL PALACIO SAN JOSÉ PROYECTADO POR PEDRO FOSSAnl EN CONCEPCiÓN DEL URUGUAY, ENTRE Ríos. El cambio en la edificación doméstica es-
tablece dos niveles de operación con resulta-
política de ese país. Los cambios y las exigen- grandes dimensiones y más amplios y solem- dos diversos. Por un lado, la ornamentación
cias de renovación generaron en el ámbito aca- nes espacios. Consolidada en Italia a mediados generalizada de las fachadas se hace presente
démico un debate que asumió tonos polémicos. del siglo XIX, esta corriente se difundió por di- cuando la noción neo clásica de la regularidad,
En efecto, a pesar de los esfuerzos por re- versos países europeos con singular éxito. asociada a la primera etapa del saber higiéni-
conocer una identidad común, el fenómeno En la Argentina, el Neorrenacimiento ita- co, empieza a entrar en crisis. (v. Poscolonial). Ya
del revival (v.) en Italia planteó caminos regio- liano, que la historiografía ha calificado en ge- no se manifiesta como tan necesaria la aline-
nales de carácter contrapuesto. La lucha por la neral como" estilo italianizante", se asocia al fe- ación rectilínea de las calles, la ausencia de or-
hegemonía emprendida por diversos grupos nómeno de expansión urbana y sobre todo a la namentación, la prohibición de salientes y bal-
culturales produjo efectos divergentes, como inmigración, cuya mano de obra -se supone-- cones, debido a que va desapareciendo la
la adhesión a un purismo de tradición rena- importó directamente de Italia esta modalidad. obligación -derivada del concepto del aire y
centista, que corresponde a nuestro caso, el re- Puede decirse que esta tendencia estética el agua como portadores excluyentes de las en-
torno al Paleocristiano en Florencia y Roma, o comienza a manifestarse claramente en el ám- fermedades-, de una edificación regular.
bien la valorización del medioevo en Vene- bito local a partir de Caseros, como corolario Por el otro, esta redefinición del lenguaje
cia, alimentada por las influencias de Ruskin. de los aires de renovación que se viven con la arquitectónico no significa un cambio en la or-
Sin embargo, la perpetuación de ciertas te- caída de Rosas y que justifican, como podemos ganización del hábitat local, una transforma-
máticas propias de la cultura arquitectónica de leer en algunos escritos de la época (Sarmien- ción de las tipologías o del tamaño de las par-
las últimas décadas del siglo XVIII: la condena to, Schiaffino), una necesaria ruptura en el celas. Al contrario, el nuevo modo estilístico
al Barroco- Rococó, el rechazo al "Borrominis- campo del gusto. debe adaptarse para cubrir necesidades for-
mo'' y la admiración por Palladio son cuestio- Durante aproximadamente 30 años, el Ne- males impensadas en sus centros de origen.
nes decisivas que explican el desarrollo masivo orrenacimiento predomina sobre cualquier otra Fachadas demasiado estrechas para contener
de esta forma estilística y su pervivencia. corriente y se constituye en la herramienta fun- una modulación de órdenes y aberturas rit-
El modo de difusión del Neorrenacimiento damental de buena parte de los arquitectos de madas, largos desarrollos de viviendas en plan-
es el debate académico. La Academia de San la época. La mayoría de los profesionales ac- ta baja, donde es imposible reproducir las re-
Luca en Roma, paso obligado de los pensio- tuantes de origen predominantemente italia- glas clásicas, son elementos que obligan a
nados de las diversas academias nacionales y no, alemán, inglés, sumados a los pocos ar- organizar el sistema con ductilidad, produ-
regionales, se transformó en protagonista prin- quitectos argentinos que intervienen en el ciendo resultados diversos en relación con lo
cipal. Allí triunfó una suerte de purismo o his- período, consideran este estilo como el más sucedido en otras latitudes.
toricismo ecléctico, erudito y conservador, con adecuado para las condiciones locales.
prevalencia del Neocinquecento, latente durante Por otra parte, la aparición de esta corrien- CONTENIDOS ESTILíSTICOS.
el período del llamado Neoclasicismo romano. te marca un cambio, ya que amplía el campo Los recursos lingüístico s utilizados son de
En la construcción de esta nueva vertiente his- de la ornamentación arquitectónica a las cons- una amplia variación ornamental, pero parten
toricista se filtraban modos más modernos de trucciones domésticas. Mientras el Neoclasi- de un esquema básico: la secuencia de arcos de
concebir el espacio arquitectónico, aspectos cismo se había preocupado sólo por la deco- medio punto, encuadrados por molduras o flan-
constructivos nuevos, materiales como el hie- ración de las viviendas importantes, con el queados por medias columnas o pilastras. El
rro, complejas exigencias de confort, de higie- Neorrenacimiento italiano aparece la modali- resto de la decoración de la fachada implica una
ne, comodidad, nuevas tipologías edilicias de dad de ornamentar también las viviendas de cornisa en correspondencia con el orden em-
atro Torres de Vera (1858-1862) y el Cabildo o migración peninsular. acerca de esta arquitectura en Buenos Aires.
Legislatura Provincial (1856-1859), todas obras El cambio fundamental que hace a la lenta Como resultado de ello se publicaron dos li-
de Nicolás Grosso (v.).En Catamarca, la Casa desaparición de este estilo cuando había al- bros y numerosos artículos sobre el tema. Pos-
de Gobierno (1857-1859), la terminación de la canzado mayor desarrollo y profusión orna- teriormente, Martíni y Peña volvieron a tratar
Catedral (1862-1875), la construcción del Cole- mental se genera a partir de la aparición, a me- la cuestión en su trabajo sobre la ornamenta-
gio Nacional (1876), la Escuela Normal (1878) diados de los ochenta, de otras formas culturales ción en la arquitectura porteña, y lo llamaron
yel Seminario Conciliar (1882-1891), del ita- en el campo de la arquitectura y de las artes vi- por primera vez "Arquitectura italianizante",
liano Luis Caravatti (v.), En Santiago del Estero, suales. Estas nuevas modalidades no solo res- aunque el término había sido acuñado por M.
la Jefatura de Policía (1867) y la Catedral (1868- ponden a una mutación en los gustos de la eli- Buschiazzo (v.) para caracterizar la arquitectu-
1878), de los hermanos Cánepa (v.). te hacia los estilos de matriz francesa, sino a ra de E. Taylor (v.). Con ese nombre se ha aso-
En cuanto a la edificación doméstica, más una nueva composición de la sociedad que, ciado a este estilo durante los últimos 30 años.
allá de algunas modificaciones en las tipologí- cumplido en parte el proceso inmigratorio, in- En el mismo trabajo, Peña y Martini intentan
as y la mayor complejización de los programas, corpora estilos nacionales representativos de precisar sus características ornamentales y su
la diferencia estuvo dada en la ornamentación empresas, comunidades o asociaciones de ori- relación con los materiales decorativos, ade-
de fachadas, zaguanes e interiores y en la ex- gen extranjero. A ello debemos agregarle, den- más de explicitar una posible periodización
tensión de este estilo aun a las construcciones tro de la cultura arquitectónica, la generaliza- del mismo. Ulteriormente R. Gutiérrez (v.)y
más modestas. ción de los historicismos y del Eclecticismo (v.), G. Viñuales, en algunos de sus trabajos, han
Este cambio se vio avalado por la modifi- propios de la crisis final del sistema clásico. El podido determinar la expansión y el grado de
cación de la mano de obra encargada de cons- Neorrenacimiento pasa de ser una corriente desarrollo de esta corriente tanto en las pro-
truir el parque habitacional de las ciudades en hegemónica a constituirse en una alternativa vincias del Litoral como en las del nordeste.
En un artículo reciente, A. Nicolini (v.)ha tra-
zado una genealogía de esta modalidad esti-
lística y ha propuesto rebautizarla con el nom-
bre de "NeocIasicismo tardío" en vez de
"italianizante" o, simplemente, "Neorrenaci-
miento". De todos modos, más allá de las cues-
tiones generales: el grado de difusión y un prin-
cipio de periodización, no se ha avanzado
todavía en profundidad en la consideración de
este fenómeno. F. A/C. S. ,
~ CASA DE LA MDNEDA ANTIGUA SOBRE LA CALLE MÉXICO EN EL CASCO FUNDACIONAL DE BUENOS AIRES. IAA. N.O 35-36,2000-2001.