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EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO, Para el burgués, su mujer no es otra cosa
FRIEDRICH ENGELS que un instrumento de producción. Oye de-
cir que los instrumentos de producción de-
ben ser de utilización común y, naturalmente,

El marxismo y la no puede por menos de pensar que las muje-


res correrán la misma suerte de la socializa-
ción. No sospecha que se trata precisamente
de acabar con esa situación de la mujer como

opresión de la simple instrumento de producción2.

Pero además, los planteos de Engels eran


una respuesta a los trabajos que sobre el te-

mujer ma habían realizado otros dirigentes del so-


cialismo de entonces. Bebel, en un libro de
1883, y Kautsky, en artículos en periodís-
ticos publicados entre 1882-1883, habían
planteado que la opresión de la mujer había
sido una constante desde las primeras for-
ARIANE DÍAZ mas de organización social humanas3. En-
Comité de redacción. gels, basándose en los estudios de Morgan
y otros antropólogos de la época, les con-
trapondría la idea de que dicha subordina-
ción tiene un origen histórico determinado,
el surgimiento de la propiedad privada co-
mo institución social, previamente al cual
las formas de organización de las comuni-
“Los capítulos siguientes vienen a ser, en Un siglo y medio de actualidad dades no solo no suponen la opresión de la
cierto sentido, la ejecución de un testamen- Para asegurar la fidelidad de la mujer y, mujer sino que incluso habrían sido prece-
to” [110]1. Así abre Engels su libro El origen por consiguiente, la paternidad de los hijos, didas por organizaciones sociales igualita-
de la familia, la propiedad privada y el Es- aquélla es entregada sin reservas al poder del rias e incluso matrilineales –Engels habla de
tado, de 1884. Marx había muerto el año pre- hombre: cuando éste la mata, no hace más un “derecho materno” citando al antropólo-
vio y su entrañable camarada se disponía ya que ejercer su derecho [132]. go suizo Bachofen, aunque aclara que es una
a rescatar, ordenar y desarrollar parte de su denominación problemática en tanto no exis-
trabajo –muchas veces realizado en común–, La vigencia de algunas de las denuncias de tía en tales sociedades un Estado y por tan-
que había quedado en buena medida incon- Engels sobre la situación de la mujer, a casi un to, un derecho que lo regulara [125]–. Deja
cluso o inédito. siglo y medio de formuladas, son tan escalo- asentado también, hacia el final del libro, la
El libro de Engels surgía de la lectura del es- friantes como radicales para su época. Efecti- influencia que tuvieron sobre él las formu-
tudio antropológico de Lewis Morgan, An- vamente, para el autor, la instauración de la laciones del socialista utópico Charles Fou-
cient society, publicado en Estados Unidos familia monogámica, que aún hoy prevalece, rier, que ya había señalado la monogamia y
siete años antes, y que para él representa- fue “la gran derrota histórica del sexo femeni- la propiedad como características de las “ci-
ría un redescubrimiento, “a su modo”, de la no en todo el mundo”: vilización”, a la cual llama una guerra de los
teoría materialista de la historia de Marx. Si ricos contra los pobres” [184].
Engels considera que su trabajo “sólo media- ... la mujer se vio degradada, convertida en la Engels plantea así su premisa histórica:
namente puede remplazar al que mi difunto servidora, en la esclava de la lujuria del hom-
amigo no logró escribir”, cuenta sin embar- bre, en un simple instrumento de reproduc- Según la teoría materialista, el factor de-
go con las anotaciones que Marx dejara sobre ción. Esta baja condición de la mujer, que cisivo en la historia es, en fin de cuentas, la
el libro de Morgan y que irá mechando en su se manifiesta sobre todo entre los griegos de producción y la reproducción de la vida in-
trabajo (las glosas de Marx se publicarían ya los tiempos heroicos, y más aún en los de los mediata. […] De una parte, la producción de
en siglo XX como parte de Los apuntes etno- tiempos clásicos, ha sido gradualmente re- medios de existencia, de productos alimenti-
lógicos de Karl Marx). tocada, disimulada y, en ciertos sitios, hasta cios, de ropa, de vivienda y de los instrumen-
Apoyándose, no sin críticas, en los estudios revestida de formas más suaves, pero no, ni tos que para producir todo eso se necesitan;
de Morgan –que refutaban diversas teorías an- mucho menos, abolida [132]. de otra parte, la producción del hombre mis-
tropológicas de la época–, en el recorrido que mo, la continuación de la especie [110].
Engels realiza por las sociedades primitivas y No era la primera vez que Marx y Engels
modernas buscando la relación entre las for- denunciaban el lugar subordinado que ocu- El enfoque, que muchos han criticado pos-
mas de producción y las formas de organi- pan las mujeres en las sociedades clasistas, teriormente como “economicista” –más por
zación familiar, tendrá un lugar destacado el ni la primera vez que enfrentaban la doble prejuicio hacia el marxismo que por poder de-
problema de la opresión de la mujer, abordado moral de la sociedad de su época que, mien- mostrar que esta perspectiva limite el proble-
desde el punto de vista de esa “teoría materia- tras sumaba a las mujeres al ejército de tra- ma–, es justamente lo que tiene de novedoso
lista de la historia”. Desde entonces el libro de bajadores superexplotados en las fábricas, el análisis de Engels, poniendo el problema
Engels ha sido referencia obligada en las dis- las representaba o bien como madres con- de la opresión de la mujer en el nivel teórico
tintas elaboraciones sobre el problema de la venientemente asexuadas, o bien como pu- de la producción social, es decir, en el eje de
mujer desde posiciones marxistas –no siempre tas, mercantilmente sexualizadas. Ya en el las preocupaciones del marxismo.
refrendándolo sino discutiéndolo–, pero tam- Manifiesto Comunista habían respondido a Para Engels, la opresión de las mujeres sur-
bién para las teorías feministas no marxistas los defensores de los valores burgueses que ge del mismo proceso que instituye a la pro-
que, al menos para discutirlo, deben tomarlo achacaban a los comunistas querer “colecti- piedad privada y la división en clases como
como hito teórico del cual dar cuenta. vizar” a las mujeres: núcleo de la organización social, lo que forja »
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FEMINISMO & MARXISMO

como instituciones concomitantes las formas a la relación de este libro con El capital producción, a su favor. Una glosa de Marx lo
de familia –que buscaron asegurar cómo se de Marx. Amorós reivindica la sensibilidad acompaña en este camino:
heredaban las riquezas acumuladas– y las for- de Engels al señalar el problema de la doble
mas de Estado –que perpetuaría la nacien- jornada con que carga la mujer trabajadora Casuística innata en los hombres la de cam-
te división en clases y el derecho de la clase –aunque opina que peca de un optimismo in- biar las cosas cambiando sus nombres y hallar
poseedora a explotar a la no poseedora–. Es genuo respecto a las posibilidades de reso- salidas para romper con la tradición, sin salir-
decir que, como el resto de los fenómenos so- lución–, pero destaca que el capitalismo no se de ella, en todas partes donde un interés di-
ciales que los seres humanos han forjado, no parece tener preferencias por qué sujeto ex- recto da el impulso suficiente para ello [132].
hay en la milenaria opresión de las mujeres plotar, y de hecho ha incorporado al enorme
nada de “natural”. ejército de trabajo a mujeres y niños cuan- Abriendo un enorme campo de debate teóri-
do le fue necesario. ¿Ello implicaría que en co aún a desarrollar y debatir, el libro de En-
Críticas y desarrollos el capitalismo esta división genérica perdería gels debe sin duda ser leído críticamente no
Distintos autores que comparten la perspec- sentido porque ya no sería funcional a la acu- sólo por lo que en él pueda haber quedado
tiva socialista han señalado que el libro, sin mulación de ganancias o, como alegan con- avejentado o desdibujado, sino porque en su
embargo, debe ser leído críticamente, ya sea tra el marxismo muchas feministas radicales, nombre se han hecho lecturas que en muchos
porque el estado de la cuestión que presenta- su permanencia demostraría que los trabaja- casos se oponen entre sí. Pero cabe señalar
ba se ha visto superado por nuevos estudios dores varones colaboran con la clase explota- que, con todo, la visión de Engels, alejándo-
antropológicos; o porque simplifica, o ideali- dora abaratando la fuerza de trabajo a costa se de cualquier esencialismo de lo femeni-
za, algunos de los hitos de su recorrido his- de la opresión de sus esposas e hijas? no y de lo masculino, tiene un corolario que
tórico, como la existencia, incomprobable Podría agregarse en relación a este problema también es político: así como todo proceso
hasta hoy, de un matriarcado primitivo. la crítica de lo que se conoce como el “femi- social, surgido históricamente, también el pa-
Chris Harman, teórico del SWP inglés, por nismo de la reproducción social”, para la cual triarcado puede ser abolido.
ejemplo, ha señalado que la idea que presen- la definición inicial de Engels, que distingue
ta de la sexualidad y de la organización de producción y reproducción, abre la puerta a
los linajes en las sociedades que se iniciaban un tratamiento dualista de “la madre” y “la 1. Según la edición digital de Marx y Engels, Obras
en la agricultura, eran mucho más complejas trabajadora”, que en la vida real no están des- escogidas, Tomo III, Moscú, Progreso, 1973, dis-
que la forma “ingenua” que les concede En- dobladas7. En sentido contrario, otras mar- ponible en www.marxists.org. Los números de pá-
gels. Agrega que además no se demuestra por xistas han cuestionado que, en la medida en gina de esta edición se indicarán entre corchetes al
final de la cita.
qué, cuando la sociedad comienza a dividir- que Engels apuesta a que el socialismo, di-
se en clases, son los hombres los que logran solviendo las clases, acabe también con la 2. Según la edición digital de Marx y Engels, Obras
escogidas, Tomo I, Moscú, Progreso, 1973, p. 62
controlar en su beneficio los derechos de pro- opresión de género, distintas lecturas marxis-
(disponible en www.marxists.org).
piedad y necesitarían asegurar su herencia, tas han subordinado el problema de género al
3. Hunt, Marx´s general, New York, Metropolitan
después de siglos de no hacerlo4. de clase, desdibujando sus particularidades y Books, 2009, pp.303-5.
Celia Amorós, feminista española, extiende restándoles jerarquía8. 4. “Engels and the origins of human society” en In-
la misma crítica alegando que esta laguna su- En todo caso, la virtud del trabajo de En- ternational Socialism 65, segunda serie, 1994.
pondría el peligro de “cierto naturalismo” de gels aquí es plantear los términos en los cua- 5. “Origen de la familia, origen de un malenten-
parte de Engels que, en analogía con las for- les es posible explorar la relación concreta dido”, Hacia una crítica de la razón patriarcal,
mas de trabajo doméstico “privatizadas” en el entre patriarcado y capitalismo, en la medi- Barcelona, Anthropos, 1991.
capitalismo, supone la desvalorización social da en que reconoce una historia de opresión 6. Tratado de economía marxista, Tomo I, Méxi-
de tareas que atribuye, sin mayores explica- de género que precede por mucho al capitalis- co, Era, 1969.
ciones, a la mujer5. mo, a la vez que, poniéndola en términos de 7. Esta crítica es de Lise Vogel, citada en Moo-
Mandel, por su parte, considera que es- las formas de apropiación de la riqueza social, re, Antropología y feminismo, Madrid, Cátedra,
2009, p. 66. Sobre esta corriente ver el dossier es-
ta inicial división genérica del trabajo, pre- permite abordar por qué el capitalismo, a pe-
pecial de Historical Materialism volumen 24, nú-
via al surgimiento de las clases, se relaciona sar de “desvanecer en el aire” entre otras tan- mero 2, 2016.
con la necesidad de confinar a las mujeres a tas instituciones previas, sin embargo utiliza 8. El reciente libro Otro logos, de Elsa Drucaroff
ciertas prácticas sociales para resguardar la los ancestrales prejuicios patriarcales sobre los (Bs. As., Edhasa, 2016) repasa muchas de estas dis-
capacidad reproductiva de la sociedad una que se construyó la dicotomía reproducción/ cusiones entre los marxistas.
vez que las nuevas generaciones comenzaron
a ser vistas como un posible beneficio, vol-
viendo así a las mujeres un objeto de codicia
económica6.
Esta y otras de las descripciones que Engels
realiza de las sociedades primitivas son dis-
cusiones que siguen abiertas, a la espera de
nuevos descubrimientos antropológicos pe-
ro, como la misma Amorós reconoce, efec-
tivamente es en aquellas sociedades donde
existe la propiedad privada que la subordi-
nación de las mujeres es mayor, y señalarlo
es un aporte de Engels, así como también el
trazar un paralelo entre contrato de trabajo y
contrato matrimonial, que suponen dos par-
tes legalmente iguales que están lejos de ser-
lo en la vida.
Otro grupo de apropiaciones críticas tiene
que ver con la relación que queda estableci-
da entre patriarcado y capitalismo apuntando

Ilustración: Anahí Rivera

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