IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN EL DESARROLLO HUMANO Y EN LAS

ORGANIZACIONES EMPRESARIALES.

Nuestra vida está rodeada por muchas emociones, eventualidades, acciones y situaciones que

son derivadas por nuestro entorno, como consecuencia de actos realizados o dejados de realizar

por nosotros o por el prójimo, todo tendrá un efecto positivo o negativo dependiendo de nuestra

percepción.

Estas reacciones están sujetas a nuestra crianza, una crianza realizada bajo los preceptos de

nuestra sociedad y los lineamientos de una cultura que nos enseña lo que es bueno y lo que es

malo, el ser, el deber ser, creando un carácter y un comportamiento desde pequeños. Estos

preceptos van enmarcados a los valores, a normas legales o morales, los cuales a pesar que

deberían ser adheridos a nuestro actuar, tenemos la opción responsable de acogerlos o no,

sabiendo que somos igual de responsables tomando cualquier de los dos caminos.

La ética está basada en nuestra moralidad, que al final es nuestro único real aporte en el

desarrollo de la humanidad, siendo éticos, teniendo valores, siendo morales, pensar en el otro,

ayudar al otro, enseñando al que no tiene o no asimila sus acciones, empujamos a la sociedad

hacia el mismo camino, en la construcción bien cimentada de un país sostenible e íntegro, con la

incursión y el respeto de los derechos.

Cuando el ser humano comienza a ser una persona íntegra, transforma su entorno sea familiar,

social o laboral, convirtiéndose en un efecto de onda que llega hasta una institución entera, o una

empresa o una sociedad. La subjetividad entra a jugar un papel importante en nuestra forma de

ser, sin dejar de ser objetivos con nuestros proyectos, inculcando los valores para multiplicarlos.

Para lograr esto debemos tener primero nosotros mismos la total certeza de lo que estamos

haciendo, tener claro cuáles son nuestras virtudes y defectos, nuestras capacidades, cuales son
nuestros valores y cuáles son los que se buscan obtener, saber si somos moralmente capaces de

desempeñar cualquier acción sin dejar duda a lo contrario, reflejar nuestro modo de ser, es decir,

tener responsabilidad moral. Consiguiendo esto, podemos decir que estamos listos, que somos

idóneos, que tenemos autoridad (moral) para influir en otra persona.

Todas estas lecciones aprendidas algunas con situaciones vividas, algunas inculcadas por

nuestro padres, o simplemente sometidas o limitadas por la normativa legal existente; son

trasladadas a las instituciones u organizaciones empresariales donde su confiabilidad depende

totalmente de la ética y moral de sus componentes.

Una empresa necesita ser justa, equitativa, transparente e impoluta para que su cliente interno

se sienta respaldado moralmente con sus propios valores, los cuales cada uno son piñones en ese

gran engranaje para que todo funcione a la perfección. De ahí se parte en la importancia de

contratar personal con valores, con moral, y buena educación ya que de esta depende la mayoría

de nuestros comportamientos, mejor educación mejores valores. Una empresa que no logra

adquirir y fortalecer un talento humano con estas cualidades, está destinada a tener una baja

confiabilidad en el mercado, su producto no será el esperado, cuando muchos inconvenientes

internos llegando así, al fracaso.

Hoy en día la industria se preocupa tanto o más en su personal, porque de ello depende su éxito,

una institución con valores y confiable, es responsable con el cliente, dando satisfacción que al

final es lo que se busca en un negocio, la satisfacción de una necesidad pero dejando conforme y

por qué no " feliz" al cliente externo.

Teniendo en cuenta la importancia de la ética en nuestra vida, debemos fortalecer

positivamente nuestra personalidad, siempre encaminando al desarrollo humano y empresarial,

recalcando las buenas acciones, los valores y la actitud positiva, pero también desechando la

negativa, aportando siempre en la construcción más no en la destrucción, ayudando al dudoso,

enseñar al inmoral, pues no podemos juzgar antes sin conocer las causas, apoyemos las virtudes,

sobrepongamos nuestra buena educación en nuestras acciones, los valores deben sobresalir y

anteponerse en las eventuales circunstancias personales o laborales, todo esto nos llevará a ser

unas personas "éticas".