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RODRIGO, Francisco Javier G. Hisoria Verdadera de La Inquisicion Tomo (II) PDF
RODRIGO, Francisco Javier G. Hisoria Verdadera de La Inquisicion Tomo (II) PDF
H lS T O t tU
2
1080015864
HISTORIA VERDADERA
DE
LA INQUISICION
POR
T O M O II.
%AGO 28 1923 ü
¡(j^OIVGTa^flíEX.
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1877.
4 2 S S 7 -'-
PARTE HISTORICA.
CAPITULO XVI.
0
(1) ... Et nos Episcopi s u p ra d icti, et m a gistri militice Templi et Hospi-
talis, etA bbates, et alii E ccksiaru m terree n o s tm P ralati, prom ittim us vobis
Terraconense electo omnia supradicta , e t singula pro posse nostro attende-
reetcom p lere. tíos itaque Jacobus Rex prcedictus prom ittim us om nia supra
dicta et singula attendere bona fxde sine engarnio. Quod est actum Tarra-
cone VII idus F ebruarii anno Domini a b incarnatione MCCXXXIII. M arca
Apendix. DXI, fól. 1425. P erten ece á la b ib l. del Sr. Don Francisco
H is p a n a .
Olin Duaso.
(2) Ley segu n da, tít. 9 , Partida segunda.
CAP. X VI.— ANTIG. DEL SANTO OFICIO EN ESPAÑA. 9
>
i i
CAP. X V I.— AKTIG. DEL SANTO OFICIO EN ESPAÑA. 11
(1) R ccop. de las Cor. , fol. 1, concordia hecha en Medina del Campo,
añ o de 1464 entre el Reino y Enrique IV. El orig. en el arch. de Escalona,
fol. 32, par. 4 .—S a n d . : Ilist. de C irios V.
CAP. XVI.— a n t ig . del SANTO OFICIO EN ESPAÑA. 15
traer á nuestra ciudad diez y seis judíos de los más culpados (1).
Hay un tiempo del siglo XV en que se pierde la memoria,
de los jueces inquisidores , lo cual, sin duda, proporcionó á
Llórente algún motivo para fundar su opinion. Epoca de
impunidad en que se aumentó la osadía de los sectarios, que
reprodujeron sus ataques contra el catolicismo, y aun surgie
ron nuevos atletas del error. Así es que Pedro de Osma dió á
conocer desvarios singulares combatiendo principalmente el
sacramento de la confesion (2). Era Osma doctor de Salaman
ca, y no podía faltar auditorio á un hombre investido con se
mejante título literario, de grande importancia en aquella épo
ca. Por este motivo sus doctrinas producían muchas desercio
nes de la Iglesia, daños que oportunamente cortó el arzobispo
de Toledo D. Alfonso Carrillo, á quien el papa Sixto IV dió una
especial delegación para este asunto. Quiso el Prelado tramitar
el negocio con la mayor solemnidad canónica, sometiéndolo
al exámen y fallo de un Sínodo, y en Alcalá de Henares reunió
cincuenta y dos doctores en cánones y teología, ante los cua
les compareció el hereje y defendió sus opiniones con absoluta
libertad: mas tuvo la buena fe de abjurar despues de conven
cido , y consintiendo que sus libros se quemaran, aceptó la
sentencia de aquella asamblea.
vi) «Apóstata en latin tanto q u iere'd ecir en rom ance com o cristiano
•que se fizo judío o m o r o , et despues se tornó a la fe de los cristian os; et
•porque tal hom e com o este es falso et escarnuador de las leyes non debe
•fincar sin penas m aguer se arrepien ta.»
)
{
CAP. XVII.— CAUSAS DEL ESTABL. DEL SANTO OFICIO. 29
(1) El nom bre de ju da izan te se aplicó en la prim era época del cristia- •
nism o á los judíos convertidos , que creyeron les obligaba la observancia de
las cerem onias y culto m o s á ico . El Concilio tercero de Jerusalen declaró lo
contrario. Conserva la Iglesia a lg u n a de dichas prácticas, que sin ser ju
daizantes observan los c r is t ia n o s ; mas aquellos que refractarios del Conci
lio se obstinaron en o b s e rv a r toda la ley de Moisés fueron considerados
com o herejes, y se dividían en d o s sectas, evionitas y nasareos. El nom bre de
judaizante se aplicó despues á los cristianos apóstatas, que secretam ente
profesaban el culto m osáico , p ra ctica n d o muchos de ellos en pú blico los de
beres de nuestra santa R e lig ió n . .
CAP. XVII.— CAUSAS DEL ÉSTABL. DEL SANTO OFICIO. 31
«los oficios et las honras que han los otros cristianos» (1).
«Et por ende mandamos que todos los cristianos et cris
tianas de nuestro señorío, fagan honra et bien, en todas
»maneras que pudieren, a todos aquellos que de las creencias
>extrañas vinieren a la nuestra fe : bien así como farian a otro
•«cualquier que su padre et su madre, et sus abuelos et sus
«abuelas, hubiesen seido cristianos : et defendemos que nin-
«guno non sea osado de los desonrar de palabra ni de fecho,
»nin les facer daño , nin tuerto, nin mal en ninguna manera:
»et si alguno contra esto ficiere, mandamos que reciba pena
»et escarmiento por ende, a bien vista de los judgadores del
»lugar, mas cruamente que se lo ficieren a otro home o mu-
»jer que todo su linaje de abuelos et de bisabuelos hubiesen'
«sido cristianos» (2).
Eran recibidos en las órdenes monásticas con derecho á
ejercer sus cargos, y en el estado secular llegaban á-la ma
gistratura, altos destinos de la pública administración y has
ta obtuvieron importantes mandos militares, honrosas digni
dades en la corte, y enlaces con la nobleza, confundiéndose
en esta clase distinguida (3).
En favor de los judíos que permanecieron tenazmente ad
heridos al culto morisco , hubo en España épocas de valimien
to, imponiéndose al Estado que necesitaba de ellos para el
Juzgáronse necesarios los tribunales para causas sob re delitos contra la fe.
— Opinion de Rousseau y Macanaz acerca de la tolerancia religiosa.—
Vulgares razones de JLlorente para explicar las causas que m otivaron el
establecim iento del Santo Oficio en España.— Los M oriscos.— Su carácter
y aposlasias.— Sus rebeliones.— Reglas acordadas para adm itir las de
nuncias contra ellos.— Confiesa Llórente la tolerancia con que fueron
tratados.— Nuevas rebeliones y nuevos indultos.— Concédeseles igualdad
de derechos con los cristianos viejos.— Bulas pontificias en su favor.— Se
les absuelve de sus apostasías sin procedim iento ju dicia l ni penas corp o
ra les.— Quedan.sus bienes exceptuados de la confiscación.— No desisten
de sus sediciones.— Fué preciso desarm arlos.— Eluden esta orden.— El
decreto de expulsión .— Sus lim itaciones.
Juzgáronse necesarios los tribunales para causas sob re delitos contra la fe.
— Opinion de Rousseau y Macanaz acerca de la tolerancia religiosa.—
Vulgares razones de JLlorente para explicar las causas que m otivaron el
establecim iento del Santo Oficio en España.— Los M oriscos.— Su carácter
y aposlasias.— Sus rebeliones.— Reglas acordadas para adm itir las de
nuncias contra ellos.— Confiesa Llórente la tolerancia con que fueron
tratados.— Nuevas rebeliones y nuevos indultos.— Concédeseles igualdad
de derechos con los cristianos viejos.— Bulas pontificias en su favor.— Se
les absuelve de sus apostasías sin procedim iento ju dicia l ni penas corp o
ra les.— Quedan.sus bienes exceptuados de la confiscación.— No desisten
de sus sediciones.— Fué preciso desarm arlos.— Eluden esta orden.— El
decreto de expulsión .— Sus lim itaciones.
(1) / / / s í . c r it. , t o m o 3 , a r t . i.
(2 ) Hist. C rit. , c a p , 12 .
CAP. X IX .— UNA DIGRESION DEDICADA AL SR. LLORENTE. 59
(1) El tributo personal que pagaban los m oros de Aragón á sus Barones
y Señores se llam aba de las azofras, del cual quedaban exentos, así com o de
otras gabelas, cuando se hacían cristianos.
60 PARTE HISTÓRICA.
•
S u m a .... . . 28.260 2 3 1 .3 7 6
T o t a l ............................. 10.400.000
(1) Los enviados se llam aban A brahin, Cárdenas, Zaulejos y Z ulum eya.
(2) Refieren crónicas contem porán eas varios sucesos p a rc ia le s, com o el
sig u ien te: Los m oriscos de Codo mataron á cierto cristiano llam ado Pedro
Pc*rez. Dos vecinos de dicho pu eblo y de P leita s, á quiénes se con ocía con
los nom bres de el Focero y el Cachuelo, am bos m oriscos apóstatas del
cristianism o, lograron form ar partidas de correligion arios, que sin respeto
á la edad ni al s e \ o , m ataban todos cuantos cristianos sorprendían por los
cam inos. Resolvieron éstos defsndérse form ando partidas de m ontañeses,
que mandaba un infanzón lla m a d o Antón Martin P erez, resultando diferen
tes en cu en tros, venganzas y m utuos atropellos.
CAP. X IX .— UNA DIGRESION DEDICADA AL SR. LLORENTE. 63
CASTILLA.
CASTILLA.
(1) Algún escritor supone que este libro fué obra del m ism o cardenal
Mendoza.
(2) Abad secular de la Iglesia colegial de Medina de R io s c c o , Consejero
<le la Reina y su Em bajador en Rom a; fué sucesivam ente obispo de Astor-
g a , Badajoz , Cartagena y Segovia
72 PARTE HISTÓRICA.
(1) Algunos escritores dicen que pasaron de seis m il las fam ilias recon
ciliadas en Sevilla.
74 PARTE HISTÓRICA.
(1) El capital de Diego Suson pasaba de diez m illones. Aún más rico era .
Manuel Saulí. Torralba poseía igualm ente una buena fortuna. Los Fernán
dez por sus em pleos gozaban de una posicion desahogada.
PARTE HISTÓRICA.
(1) Dice Llórente en el cap. v , art. 3 de su H istoria, que los frailes Do
minicos de Sevilla en 2 de Enero de 1481 realizaron su primer acto inquisi
torial promulgando el prim er e d ic t o , etc. En el art. 6 de dicho capítulo,
asegura que el dia 6 de Enero de 1481 ya fueron quemados seis infelices. Es
d e c ir , que en cuatro dias, con prodigiosa actividad, se sustanció la causa de
CAP. X X .— ESTABL. DEFINITIVO DEL SANTO OFICIO EN' CASTILLA. 77
Suson y sus cóm plices. Mas el crítico necesitaba figurar una estadística m uy
elevada, y arregló los hechos en su gabinete.
(1) Venerabilis fraU r noster ....... reliriéndosn á la bula Gregis dominici
dice . . . : per quas mandarimus per Ordinarios et Inquisilores in regnistnis
Aragoniw, Valentía’ et Majoricam ac Principatu Catatonía deputatos contra
feos hujusmodi cñm inis snb cerlix modo et forma procedí et judicare de-
itere, ele. ,etc.
78 ‘ PARTE HISTÓRICA.
TOMO II. 6
82 PARTE HISTÓRICA.
(1) Fué esta secta una disidencia poco im portante de los antiguos her
m anos Moravos , creada por W ithefield, que apareció á mediados del si
glo XYII1, y ha desaparecido para confundirse en el liberalism o. Su dog
m ática sobre la gracia y justificación del hom bre quiso reform ar el sistema
arm iniano. Decían que la fe por sí sola , y sin necesidad de la g ra cia , era
suficiente para justificar y salvar al h om bre: de con sigu ien te. desenvolvie
ron la libertad hum ana hasta el m ayor grado de ex a g era ción , y elevando
este derecho sobre todos los p rin cip ios, difundían com o una de sus cons e
cuencias la com unidad absoluta y general entre los hom bres. Doctrina que
form a la base del m oderno com u nism o.— ífsta secta no debe confundirse con
los controversistas franceses, com o X ic o le , Bossuet y o tr o s , á quienes se
llam ó metodistas por el orden rigu roso de discusión que establecieron.
(2) Llaman positivas á las sectas para darlas alguna razón com ún d e .
verdad.
94 PARTE HISTÓRICA.
(1) La bula de Sixto IV facultando á los Reyes Católicos para nom brar
dos inquisidores fué expedida en l . ° d e Noviembre de 1478. Los Reyes hi
cieron uso de dicha potestad en 17 de Setiem bre de 1480. El referido Pa
pa aprobó dicha elección por bulas de Enero y Febrero de 1482. Otra bula
facu ltó á los Reyes para nom brar el inquisidor gen eral de Aragón , Valen-
CAP. XXII.— LOS INQUISIDORES GENERALES. 97
(1) Nos referim os á las profesiones de ateisrao hechas por algunos Dipu
tados de las Cortes esp añ olas de 1869, y las im piedades, blasfem ias y here
jía s , que tanto repiten los periódicos en la desdichada época que atrave
samos.
CAP. X X IV .— LOS TRIBUNALES AUXILIARES. 131
(!) Una cosa puede ser necesaria simpliciter ó secundum quid . Necesa
ria absolutamente ó para mayor utilidad. En el primer concepto no fué ne
cesaria la Inquisición, porque la Iglesia católica sólo necesita de las divi
nas prom esas para conservarse; pero no se podrá negar la necesidad del
Santo Oficio en el segundo térm ino de la distinción, cuando el pueblo cris
tiano llegó á padecer grandes perturbaciones á causa de los errores y a p o s -'
tasías, cism as y supersticiones que se iban extendiendo de un m odo es
pantoso.
CAP. X X I V .— LOS TRIBUNALES AUXILIARES. 133
(1 ) S. J t n .; Epist. l o ad fíamasc.
CAPITULO XXV.
Los tribunales más arbitrarios m erecen elogios y para los del Santo Oficio
se reservan censuras.— Facultades y condiciones de lo« Jueces auxiliares.
— Castigos im puestos á sus faltas por fraude, iniquidad ó com pensa
ciones de favor.— Eran visitados y estaban sujetos al ju icio de residen
cia .— La potestad civil los visitaba igualm en te.—Establece Torquem ada
los prim eros tribunales. — Condiciones de su personal.— La Santa Sede
am plía sus facultades á lo s Jueces de Aragón y Portugal.— Necesidad de
su ju risdicción civil.
(1 ) S. J t n .; Epist. l o ad fíamasc.
CAPITULO XXV.
Los tribunales más arbitrarios m erecen elogios y para los del Santo Oficio
se reservan censuras.— Facultades y condiciones de lo« Jueces auxiliares.
— Castigos im puestos á sus faltas por fraude, iniquidad ó com pensa
ciones de favor.— Eran visitados y estaban sujetos al ju icio de residen
cia .— La potestad civil los visitaba igualm en te.—Establece Torquem ada
los prim eros tribunales. — Condiciones de su personal.— La Santa Sede
am plía sus facultades á lo s Jueces de Aragón y Portugal.— Necesidad de
su ju risdicción civil.
(1) Recordarem os en F ra n cia á los Grand-Jours con sus procedim ien to#
abreviados y fallos in apelables de m u erte, secuestro y derribo de las ca
sas. Este tribunal terrible sen ten ció en el año de 166o á 66, sólo en la Au-
vernia, doc? m il causas: lo c u a l se com prénde por lo rápido de un proce
dim iento sin audiencias del r e o , defensa, ni apelación. Parecidos fueron
los ju icios y ejecuciones p olítica s de 1793.
Más feroz fué en A lem ania la Santa Vehema, cuyos ju eces llegaron has
ta el núm ero de cien mil esp arcid os por todo el im p e r io : siendo al m ism o
tiem po los verdugos ó ejecu tores de sus sen ten cias, pues ahorcaban de los
árboles á num erosas v íctim as secretam ente condenadas sin haber oido sus
descargos. El procesado ig n ora b a su causa y sentencia hasta el m om ento
de la ejecución, efectuada en e l sitio donde caía en poder de sus invisibles
ju eces, que estaban asociados en secreto y cubrían sus rostros para no ser
conocidos y ejecutar las sen ten cias de m uerte. Estos hom bres sólo pronun
ciaban dos fallos, que eran la m u erte ó absolución : nada se escribía , redu
ciendo sus ju icios á in d agacion es reservadas en que la calum nia y las ven
ganzas particulares ocasion a ron muchas victim as inocentes. A quellos ju e
ces fueron una asociación de p olicía s e c r e ta , con facultades para ejecutar
ellos mismos la pena de m u e r te al que en su ju icio era m erecedor de ella.
CAP. X X V .— LOS TRIBUNALES AUXILIARES. 139
(1) Los diputados del año 1812 que en Cádiz más com batieron al Santo
O ficio, invocaban frecuentem ente la opiuion del I*. M ariana; pero ninguno
citó sus palabras textuales, que leem os en el lib. 24, cap. XVII. Algunos sen.
lían que á los tales delincuentes no se debía dar pena de m uerte: pero fuera de
esto, confesaban era justo fuesen castigados con cualquier otro género de
pena. Entre éstos fué de este parecer Hernando de Pulgar, persona de agudo
• |/ elegante ingenio, cuya historia anda impresa de las cosas y vida del rey
D. Fernando : otros, cuyo parecer era m ejor y más acertado , juzgaban que
no eran dignos de la vida los que se atrevían á violar la religión , y m udar
las cerem onias santísimas de los Padres: antes que debían ser castigados,
dem as de dalles la muerte, con perdim iento de bienes y con in fa m ia . sin te
ner cuenta con sus h ijo s , ca está m uy proveído por las leyes que en a lg u
n os casos pase á los hijos la pena de sus p a d res, para que aquel am or de los
150 PARTE HISTÓRICA.
hijos los haga á todos más recatad os: que con ser secreto el ju icio se evitan
muchas calu m n ia s, cautefas y fraudes, además de no ser castigados, sin a
los que confiesan su d e lito , ó m anifiestam ente están dél con v en cid os..... El
suceso m ostró ser esto verdad , y el p ro v e ch o , que fué más aventajado de l o
que se pudiera esperar.
(1) l l i s . , lib. 24 , cap. 17.
CAP. X X V I .— LOS TRIBü.NALRS AUXILIARES. ' 15 1
(1) Instr. del Cons. .2 9 Octr. K»07.— Id ., 6 t!o OcL dt‘ 1827,
(2) Instr. del Con., 8 tic Muyo di? i 6 0 i. *
(3) Instr. de Vald., IÍ88 , cap V , y Acor, d d Con. Irtííoviem brü 1632.
( i } Instr. del Cons., 30 Agosto 16±2.
CAP. X X V I.— LOS TRIBUNALES AUXILIARES. 159
•
visitador reconvenía cuando lo estimaba justo á los familiares
residentes en los pueblos que iba recorriendo,-apercibiéndolos
y hasta imponiéndoles multas ; publicaba edictos, y abría
pruebas testificales contra dichos funcionarios, inquiriendo
al mismo tiempo la existencia de herejes en el distrito , y
regresando con su cuaderno de cargos, que presentaba en el
tribunal.
Además de los sueldos ordinarios abonábanse ayudas de
costa, que tanto el juez como los notarios, nuncios y porteros
perdían retrasando las visitas de distrito. Igual castigo se im
puso al receptor que no entregaba puntualmente sus esta
dos , y á los contadores que demoraban el exámen y censura
de las cuentas. Suspendíase la remuneración de todos los jue
ces de un tribunal no saliendo á visitar su distrito por turno
lo menos cuatro meses encada año; y si retardaran en
viar al Consejo sus relaciones de visita (1), estados de causas
ultimadas, penitencias, descuentos de medias anatas y de
mas noticias que se les pedían (2). Era preciso remitir al Con
sejo relación exacta de las condenaciones pecuniarias que
imponían los tribunales por autos interlocutorios ó definiti
vos , nombres de las personas sentenciadas y receptores en
cuyo poder ingresaban dichas sumas (3). En las relaciones de
causas despachadas debía constar el dia de la prisión del reo,
número y fecha de las audiencias que se le habían concedi
do (4). Seriamos demasiado prolijos recordando todas las pre
venciones del Consejo supremo para evitar injusticias, y la
paralización de los procesos. Leyendo las instrucciones y nu
merosas acordadas de dicho elevado tribunal es como se ad
quiere la convicción de que en esta jurisprudencia mayor
fué la severidad contra los jueces y familiares, si come
tían faltas, que para los reos. Todo era misericordia há-
cia éstos, cuando se mostraban arrepentidos de sus culpas,
así como los contumaces no merecían igual considera
ción , y mucho ménos los relapsos que eran aquéllos hipócri
tas reconciliados anteriormente, que negándose á cumplir
TOMO I I . 11
CAPITULO XXVII.
EL CONSEJO SUPREMO.
»otra parte tenía su poder del Consejo Real para, todas las co
rsas que tocaban al buen gobierno y ejercicio de su Santo Oficio
»de la Inquisición, como superior de todos los inquisidores del
Reino (1).»
El soberano Pontífice aprobó la creación de dicho Consejo,
despues de haberle hecho presente que los jueces de apela
ciones, D. Iñigo Manrique, arzobispo de Sevilla, su sucesor
el Obispo de Tournay, y luégo Torquemada con sus asesores,
no habían podido evitar muchas dilaciones en la resolución
de los negocios. Dice el maestro Gil González Dávila que los
Reyes Católicos suplicaron á Su Santidad concediese al In
quisidor supsemo «todo el valor y autoridad de una obra que
se tiene por inspirada del cielo,» añadiendo que su presi
dente era Jefe superior y los consejeros Inquisidores apostó
licos, á quienes el Papa concedió todo el poder necesario so
bre causas pertenecientes á nuestra Religión, y los Reyes au
toridad de Consejo Real en asuntos seculares (2). Autorizado el
Inquisidor general de España para delegar atribuciones en
eclesiásticos de su elección, obró prudentemente creando un
alto centro de justicia, que revisara las sentencias dictadas
por los tribunales inferiores. Esta resolución de Torque
mada prueba que no fué arbitrario en el ejercicio de su poder.
Sóbrela época en que se creó el Consejo no pueden ocurrir
dudas, supuesto que existía en el año de 1483, pues con di
cha fecha expidió algunas provisiones á ciertos tribunales su
balternos (3).
Como los consejeros é inquisidores auxiliares recibían ju
risdicción secular, se hizo indispensable que ésta emanara
del Monarca; pero dichos jueces carecían de potestad ecle
siástica hasta recibirla de su delegante. Nombraba el Rey un
consejero que el Inquisidor supremo proponía, y aprobando
despues la elección, delegaba en el electo su autoridad apos
tólica. Resultaba, pues, una doble jurisdicción, recibien
do del Monarca la autoridad civil, y del Inquisidor las facul
tades necesarias para ejercer su cargo en el orden de la com
petencia del Santo Oficio: y así como los jueces seculares no
(1) Por no hacernos difusos, sólo citarém os una Real cédula , fechada en
Burgos á 22 de Mayo de 1508 , que se dirigió ál). Iñigo de Velasco. O tra, 11
de Marzo de 1517 , avocando el inquisidor Jimenez de Cisnéros una pesquisa
hecha por la ju sticia ordinaria contra Pedro de V illaces. veinticuatro de
Sevilla. Otra, 16 de Enero de 1 5 2 i, al presidente y oidores de la chanci-
lleria de Granada. Otra, 15 de Mayo de 1560, al provisor y vicario gene
ral de Cartagena.
(2) Sólo de los siglos XVI y XVII hem os exam inado varias retenciones,
de las cuales recordam os: una en el año de 1500, del Lic. D. Diego Ruiz de
Zárate , alcalde m ayor de Córdoba; en 1516 , la del Corregidor de Burgos;
en 1531, la del Regente de M allorca; en 1553, la del Lic. Suarez de Toledo,
oid or de la Coruña: en 1537, la del Corregidor de Murcia ; en 1601 se retu
vo una causa sentenciada por los oidores de la C oru ñ a; en 1601, otra por
tin oidor de V alladolid; en 1608, por un presidente del Reino de Sicilia.
166 PARTE HISTÓRICA.
(1) Instruc. 12, fol. 11.— Lib. I I , fól. 133.— Lib. VII, fol. 231.
(2) Lib. I, fól. 324, 23 y 2 6 , en que además se cita un Breve del Papa,
expedido á instancia de D. Carlos I.— Lib. II, fól. 123.— Lib. III, fól. 90.—
Libro IX , folio 237.
CAP. X X v n .— EL CONSEJO SUPREMO. 167
TOMO II. 12
178 PARTS HISTÓRICA
Distribuciones.
Maravedises.
Para iluminaciones.
Reales vn.
Al Rey......................................... 840
Al Inquisidor general............. 420
A cada Consejero 2 1 7 ............. 1 .3 1 9 (Había 7.)
Al Fiscal...................................... 217
Al Alguacil m a y or................... 105
Secretarios, á 105 cada u n o .. 315 (Había 3.)
Relatores á 103................. «■*.. 210 (Había 2.)
Receptor...................................... 105
Agente g e n e r a l,........................ 105
4.323
31.174
35.497
Se daban además las siguien
tes distribuciones en los días
del Corpus, San Pedro Már
tir y la Candelaria.
Al Inquisidor general 4 doblo
nes de á 8 escudos. A cada
Consejero 2. A cada Ministro
1. Y respectivam ente á los
demás. En ju n to ascendían
á ................................................ 4.500
En las fiestas de S. Pedro y
Corpus se daba al In qu isi-
. dor general una arroba de
azúcar. A cada Consejero
media. A los demás la m i
tad. Lo cual solía im portar 1.450
41.447
Cada Oficial m ayor tenía de
sueldo 32.000 m r s............... 941 rs. 6 m rs.
Cada Secretario 51 .204......... 1.506
E m o lu m e n to s y g a g e s .
Un O ficial, m ayor sueldo o r -
. din ario..................................... 32.000 m rs.
En 3 propinas ordin arias___ 45.084 •
En 3 doblones de á 4 en las
tres fiestas de la Candela
ria , Corpus y San Pe^ro
M ártir....................................... 9.792 %
Por la casa de aposento......... 16.875
Rs. vn.
Un S ecretario, sueldo o r d i
n ario........................................ 1.506
Tres propinas ord in a ria s.. . . 2.700
Por los doblones de la Cande
laria , Corpus y San Pedro
Mártir...................................... 576
Total........... 4.782
Rs. vn.
Un S ecretario, sueldo o r d i
n ario........................................ 1.506
Tres propinas ord in a ria s.. . . 2.700
Por los doblones de la Cande
laria , Corpus y San Pedro
Mártir...................................... 576
Total........... 4.782
(1) P á r a m o , l i b . I f , c a p . 3 , n ú m . 1 6.
(2) Z orita : l ib . 2 0 , c a p . 6 3 .
CAP. XXVIII.— INSTRUCCIONES ORGÁNICAS DE LOS TRIBUNALES. 189#
(1) Z u rita : A nal., lib. X X .— P áramo : de orig. inq., lib. II, tít. II, cap, IV.
(1) Z u rita : A nal., lib. X X .— P áramo : de orig. inq., lib. II, tít. II, cap, IV.
(4) Esta costum bre no deberá espantar á los que quem aron el cadáver
del regicida Merino.
(2) Píos pastores non percurssores se esse meminerint , atque ita prmesse
snbditis oporlere , ut non in eis dom inentur , sed illos tanquam filios et fra-
tres diligant , elaborentque, ut hortando et monendo ab illicitis dets.rreant.
ne ubi delinquerint debítis eos pcenis coercere coganttir, quos tamen si per
humanain fragillitatem peccare contingerit, UlaApostoli est, ab eis servan
da preceptio , ut illos arguant, obsecrent , in crepen l, in omni patientia
et doctrina, cum srnpe plus erga corrigendos agat benerolentia quam aus-
teritas, plus exhnrtatio quam com m inatio . plus charitas uam potestas .—
Sess. 43. cap. I de refor.
CAP. X X IX .— INSTRUCCIONES ORGÁNICAS DE LOS TRIBUNALES. 201
(1 ) P l a t . : l i b . 6 , de reg.
(2J Sirvan de ejem plo las leyes dictadas durante la revolución fran cesa
del siglo pasado contra los católicos, la aristocracia y los em igrados.
(3) Art. 2 , 3 , -i y 5.
204 P A R T E HISTÓRICA.
*
(1) Bibl. Nac., Mus. D. 111, fol. 57.
208 PARTE HISTÓRICA.
v
(1) Citado por Llorent e en su Memoria histórica , fol. 74.
CAP. X X X .— TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA. 215
hubo auto con cien reos, de los cuales dos eran bigamos, tres,
hechiceros, uno ministro fingido del Santo Oficio y noventa y
cuatro judaizantes. Siete de estos últimos permanecieron im
penitentes, que fueron relajados al brazo secular con los seis,
bigamos, hechiceros y el falso ministro*
Consecuencia del error que profesó en España la corrupto
ra secta de alumbrados, fué el quietismo , invento de Molinos,
cuya moral bien pronto halló secuaces de quienes la Inqui
sición necesitó ocuparse (1). El dia 10 de Julio de 1689 hubo
un auto en que figuró como principal protagonista Fr. Pedro
de S. José, sectario de dicha herejía. Era fraile del convento de
S. Diego, y no sólo confesó su error teológico , sino excesos
inmorales, mereciendo ser desterrado por diez años léjos de
Sevilla, Jerez, Villamanrique y Madrid, poblaciones en que
se juzgó perjudicial su permanencia para las personas á quie
nes había seducido. No sufrió pena capital, porque supo con
tiempo aprovecharse déla gracia concedida al que demostran
do arrepentimiento abjuraba sus errores.
Esta lenidad observada con los abjurantes era muy buena
y caritativa, áun cuando no corregía la depravación de mu
chos sectarios, que procuraban burlar la vigilancia de los in
quisidores, continuando secretamente sus impuras prácticas
rituales. Por esta causa en el año de 1719 se adoptaron nuevas
medidas, aunque sin éxito. Entonces fué preciso dar á las
reconciliaciones de herejes y apóstatas cierta solemnidad,
esperando que la vergüenza de presentarse ante el público se
ría motivo para retraer á muchas gentes de los impuros ejer
cicios del quietismo. A las seis d éla mañana del .dia 15 de
Agosto abjuraron cinco quietistas en la capilla de S. José del
castillo de Triana, y al dia siguiente fué el auto solemne con
reos que debían pasar á la jurisdicción civil. Quiso el Santo
Oficio que los abjurantes de la víspera formaran parte de la
comitiva sin hábitos penitenciales, pero llevando la cabeza
Córdoba.— Sus prim eros ju eces.— Limitación de sus trabajos.— Injusto car
go de Llórente.— Los judaizantes y m oriscos fom en tan-las supersticio
n es.—El inquisidor Diego Rodríguez Lucero.— Intrigas de los herejes para
burlar el celo de dicho ju ez.— Créase un partido contra Lucero y el In
quisidor suprem o.—Se form a expediente á el arzobispo de Granada Don
Fernando de Talavera.— Absolución de este prelado.— Son recusados el
Inquisidor general y los ju e c e s , notarios y fiscal de Córdoba.— Invade el
Consejo de Castilla la jurisdicción eclesiástica.— Mándase procesar á Lu
c ero.— Atropella el m arqués'de Priego á la Inquisición de Córdoba.— Re
nuncia el Inquisidor suprem o.
Córdoba.— Sus prim eros ju eces.— Limitación de sus trabajos.— Injusto car
go de Llórente.— Los judaizantes y m oriscos fom en tan-las supersticio
n es.—El inquisidor Diego Rodríguez Lucero.— Intrigas de los herejes para
burlar el celo de dicho ju ez.— Créase un partido contra Lucero y el In
quisidor suprem o.—Se form a expediente á el arzobispo de Granada Don
Fernando de Talavera.— Absolución de este prelado.— Son recusados el
Inquisidor general y los ju e c e s , notarios y fiscal de Córdoba.— Invade el
Consejo de Castilla la jurisdicción eclesiástica.— Mándase procesar á Lu
c ero.— Atropella el m arqués'de Priego á la Inquisición de Córdoba.— Re
nuncia el Inquisidor suprem o.
T om o ii.
242 PARTE HISTÓRICA,
(1) Z u rita : An. de Aragón, t. 6.°, lib . VII, cap. Ti.— Qcint. : Vida de
Cis., l ib r o I I I . - G ómez B rabo : Cal. de los Obispos de Córdoba.
CAPITULO XXXII.
(1) W ashington I r v is g : Vida de Colon, lib. 16, cap. 6.®—Los Padres do-*
m iníeos del convento de S. Estéban de Salam anca, form aban una verdade
ra academia de sabios. Entre estos hom bres halló Colon hospedaje y a li.
raento, y ellos con otros teólogos asistieron á las conferencias, declarándo
se defensores de la nueva teoría que aceptaron , defendiendo no hallarse
en discordancia con el Génesis. Hasta los tiempos m odernos se ha conserva
do la esfera que trazó Colon sobre la pared de un claustro para dem ostrar
la certeza de sus cálculos. Mas vino la incautación del m onasterio, y con ella
hom bres tan poco ilustrados que no supieron guardar un recuerdo histórico
de tanto interés.— Aquí debemos consignar que fueron eclesiástico# los pro
tectores de Colon. Fr. Juan Perez , Fr. Diego Deza, Fr. Fernando de Tala-
vera , el gran cardenal Mendoza y m onseñor G ira ld i, son nom bres ilustres
que van unidos á esta grande o b r a , y no es inferior la gloria de Santa María
de la Rávida y S. Estéban de Salamanca , m onasterios religiosos que abrie
ron sus puertas al pobre cosm ógrafo miéntras le desdeñaban aquellos gran
des que más persiguieron al inquisidor supremo Diego Deza.
248 PARTE HISTÓRICA.
(1) Quintamli.a : Vida del cardenal Cisnéros , lib. III. cap. 17.
*250 PA RTE HI6TÓRICA.
(1) «Sustentaba este bando Doña María Pacheco de Mendoza con tanto
coraje co m o si fuera un capitan cursado en las a r m a s, que por esto la lla
maron la m ujer valerosa. Dicen que tom ó las cruces por banderas, y para
m over á com pasion traía á su hijo en una m u ía . y con una loba ó capuz de
luto por las calles de la ciu d a d , pintado en un pendón á su m arido Juan de
Padilla degollado.» — S a n d o v a l : Hist. de Carlos V , lib. IX , cap. 2t.
(2) L lóren te : idem .
CAPITULO XXXIII.
Jaén.— Sus prim eros ju eces.— Tolerancia con los judíos y ára b es.—Traslá
dase á Granada este tribunal.— El territorio de Jaén queda som etido á la
Inquisición de C órdoba.— Vuelve á Jaén su antiguo tribunal.— Granada.—
Cargos de Llórente contra el Santo Oficio de dicha ciudad — La Inquisición
no quebrantó las capitulaciones acordadas p a ra la entrega de Granada.—
Antes de establecerse el Santo Oficio en esta ciudad se sublevaron los m o-
ros.— Datos históricos.— Tolerancia de los Reyes Católicos.— Nómbrase
una ju n ta en que sólo huho un Consejero del Santo Oficio.— Se estableció
el tribunal en Granada únicam ente contra los apóstatas y h erejes.— Pro
ceso de 1528.— Concesiones pontificias á favor de los m oriscos.— Idem del
Inquisidor general Valdés.— Autos de fe de 1593 y 95.— Los Padres Jeróni
m os de Guadalupe in qu isid ores.—Auto de fe en 1654.— F r. Diego de Mar-
chena y sus discípulos.
(1*) Así lo confiesa Llórente en s u Historia cap. XII, art. III, núm . 11.
CAP. X X X III.— TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA. 263
ocíase esto así para que los moriscos se enterasen más en las
j)santas costumbres de la fe católica y olvidaran el Alcorán y
»las cosas de la secta (1).»
Estas disposiciones no se dictaron para los árabes que ha
bían permanecido en la observancia de su culto. El Rey de
España prohibió á los nuevos cristianos de Granada unas
prácticas rituales, que eran la reminiscencia del islamismo.
Con este pretexto, sin embargo, y renegando de la religión
cristiana, 45.000 hombres armados ocuparon la Alpujarra y
solicitaron el apoyo de Ochalí, rey de Argel, quien les envió
algún auxilio de soldados y armamento. Fué elegido rey don
Fernando de Valor, el cual ciñéndose el turbante, tomó el
nombre de Muley Abenhumeya, y atrincherando los puntos
mas fuertes de aquella sierra, desafió al poder de España.
Exceden á toda ponderación las crueldades que los moriscos
cometieron: en prueba de ello, sólo recordarémos dos hechos
que Gines Pérez de Hita consigna en su libro: «... En un lugar
»que se dice Félix, había un cura natural de Lorca, llamado
»Miguel Sánchez, al cual tomaron los moros, y le amarraron
»á un naranjo en el patio de una casa, y se le entregaron á
«las mujeres del pueblo para que hiciesen de él lo que ellas
»quisieran : todas con navajas en las manos , llegaban y le
«decían -.perro Alfaquí,por la señal; y diciendo esto le pasa
b a n la navaja por medio de la frente hasta la barba; luégo
«llegaba otra mora, y le decía de la sania Cruz, y cruzábale la
«frente; y de esta manera le iban persignando con tanta cruel-
»dad, cual nunca fué vista ni oida. Así murió el buen clérigo
«despedazado con navajas, mártir y buen caballero de Jesu-
»cristo..... Pues estas y otras semejantes crueldades usaban
»los moros con los cristianos-, de que puedo hablar como tes
t ig o de vista y que anduve más de tres años, siguiendo la mi-
»liciay banderas del Marqués délos VelezD. LuisFajardo (2).
»Muy grandes eran las crueldades que los moros hacían,
»grandes los robos , y grande su codicia de buscar armas, y
to d o con la pretensión de salir con su intento. Asi es que es
tando con todo el campo armado un dia acordaron ir al rio
«
{i) Hist. crit., cap. VIH, a rt. 2.*
CAP. XXXV.— TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA. 285
(1) Entre otros Doña Juana de Silva, h ija b astarda del Murqtiés de Monte-
m ayor D. Pedro Sarm iento , comendador de A lcántara ; D. Luis de Rojas,
hijo m ayor del Marqués de P o za; D. Juan de Ülloa P ereira . com endador de
la Orden de S. Juan , Doña María de S aav ed ra, Doña Mencía de Figueroa,
dam a de la Reina; un hijo del Marqués de Alcañiz llam ado D. Enrique;
Doña Constanza de Vivero; D. Cristóbal de Ocampo , caballero de la Orden
de S. Juan ; Doña Ana E n riq u ez; Cristóbal de Padilla; el Licenciado Perez
de H e rre ra ; Doña Catalina de Ortega ; Doña María de R osas, m onja de San
ta Catalina de Valladolid; Doña Francisca Zúñiga de Baeza; Doña M ariana
de Saavedra.
CAP. XXXV.— TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA. 287
(1) Este hom bre violento viendo á su m u jer en el auto público colocada
en tre los reos abjurantes , se arrojó á ella , y an te los jueces y lodos los
concurrentes la estuvo dando bofetadas y coces , hasta que los m inistros
de justicia pudieron a rra n c a rla de sus manos.
(2) Existe una relación del últim o dia de Cazalla , escrita por su confe
sor el P. C a rre ra ; de ella hemos tomado las noticias referentes á el asunto,
porque Llórente disim ula cuanto puede la contum acia del reo , así como
sus delitos , contra lo que aparece en los autos y dicen autores contempo -
ráneos: de todo lo cual resultan los hechos expuestos. Cazalla , contum az é
im penitente, dió lugar á su relajación . y no se arrep in tió h a sta la confe
rencia con los Padres Jerónim os.— Biblioteca N acional, Mfts-. I). Ion. fo
lio I8£.
292 PARTE HISTÓRICA.
»celes del Santo Oficio, mandamos que de ellas sea sacado des
anudo de la cinta arriba , caballero en una bestia de albarda y
»con su coroza en la cabeza, y una soga en la garganta, con
»voz de pregonero que manifieste sus delitos, y le sean da-
»dos doscientos azotes: y más le condenamos á que sirva en
»las galeras de S. M. de remero sin sueldo, por todos los dias
»de su vida, y remitimos al juez ordinario que de la causa pue-
»day deba conocer para que le declare con cuál de las mujeres
»ha de cohabitar: y por esta nuestra sentencia definitiva así lo
«pronunciamos y mandamos en estos escritos, y por ellos el Li
cenciado Pedro de Quiroga, el Licenciado Juan de ¿\rce y el
«Licenciado Mallon de Rueda. Dada y sentenciada fué esta
«sentencia por los señores Inquisidores y Ordinario, que en
»ella firmaron sus nombres, estando celebrando auto público
»de la fe, en la Plaza mayor de esta villa de Valladolid en
»unos cadalsos de madera que en ella había, domingo dia del
«señor S. Francisco, á cuatro dias del mes de Octubre de mil
«quinientos sesenta y nueve años (1).»
En el auto celebrado el 22 de Junio de 1636 no hubo eje
cuciones capitales. Aunque se relajó á ocho hechiceros, tres
blasfemos, tres bigamos, un supuesto ministro del Santo
Oficio y una beata. Diez judaizantes arrepentidos fueron ab-
sueltos, pero á otros dos se impuso cárcel perpetua, porque
habían arrastrado las imágenes de Jesús y María Santísima
despues de otros ultrajes con que las profanaron. La beata,
llamada hermana Lorenza, fué una prostituta, que decía no
eran pecado sus delitos contra la castidad, contando frecuen
tes apariciones del demonio y espíritus celestes. Esta desdi
chada había sido un foco de depravación cubierta con apa
rente santidad. Los demas reos padecieron detenciones tem
porales más ó ménos largas según lo grave de sus delitos.
(!) Papeles inéditos del Archivo del Sr. D. Francisco Otin Duasso.
CAPÍTULO XXXVI.
TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA.
No se com prende la razón que pudo ten er Llórente p ara disculpar en cier
to modo al artesano m etido á lite ra to , que pretendió excusar su apostasía
con el texto de un poeta excelente católico, y muy ajeno de pensar que sus
versos pudieran ser tan m al interpretados. Si el coletero le y ó la A raucana,
302 PARTE HISTÓRICA.
pudo haber notado que E rc illa , en dicho canto XXVII, escribió una octava
donde revela sus creencias cristianas de este modo :
(1) Los procesos eran rem itidos á Roma o rig in ales: despues de este su
ceso se mandó que en dichos casos quedara copia de ellos en el Consejo.
(2) Así dice la relación inédita publicada por el Sr. Mesonero Ro
m anos.
(3) Palabras textuales de la sentencia.
T omo i i . . 20
306 PARTE HISTÓRICA.
(J) Unos sam benitos que sacaron al auto los reos y el capotillo que se
dice regalaron al sacristan por haberles proporcionado la sag rad a Hostia,
estuvieron muchos años colgados en la iglesia de Santo Tomás.
314 PARTE HISTÓRICA.
(J) Unos sam benitos que sacaron al auto los reos y el capotillo que se
dice regalaron al sacristan por haberles proporcionado la sag rad a Hostia,
estuvieron muchos años colgados en la iglesia de Santo Tomás.
314 PARTE HISTÓRICA.
CAPITULO XXXVIII.
TRIBUNAL DE MURCIA.
EL TRIBUNAL DE LOGROÑO.
(1) Non est quo quisquam deinceps miretur infensum illiid odium. quo
nostri feruptur semper adversus schismaticos , el hostes Ecclesi& Romana•:
quippe cum apud Aragóniam prius quam apud tetera Regna Ilispaniarum
350 PAUTE HISTÓRICA.
(1) Non estquo quisquam deinccps miretur infensum illiid odium. quo
nostri feruptur semper advcrsus schismaticos , el hostes Ecclesi& Romana•:
quippe cum apud Aragóniam prius quam apud tetera Regna Ilispauiirum
352 P A R T E HISTÓRICA.
T om o ii. 23
354 P A R T E HISTÓRICA,
«
CAP. X I . — T R IB U IA L E S DE ARAGON Y C ATA LU Ñ A. 355
(1) Fueron los errores que propagó Mella sobre los cuales bem o? tralu-
356 P A R T E HISTÓRICA.
,
noveritis Inquisitores haretica pravitatis in Provincia Narlo-
nensi ,per disíriium charisimi in Christo filii nostri Jacobi Ara-
gonum Regis illustres, deputare curetis (1).
En 21 de Junio de 1253 se concedió á los Dominicos de
Lombardía, Génova y España poderes judiciales sobre asuntos
de fe (2). Con fecha 9 de Marzo de 1254 recibieron estos Pa
dres otro breve confirmando los anteriores, y facultándoles
para castigar, no sólo á los culpables, sino á sus cómplices
y favorecedores. De 7 de Abril del mismo año hay otra bula
para los priores de Lérida, Barcelona y Perpiñan, á quienes
se encargaba que nombrasen jueces inquisidores de su escla
recida Orden. Confirmó despues el papa Alejandro IV dichas
disposiciones, derogando todo lo que se hubiera dispuesto en
contrario (3). El papa Urbano IV, en breve de 28 de Julio
de 1262, dispuso que no hubiese en Aragón más inquisidores
que los Dominicos ; y en 5 de Agosto del mismo año recibie
ron los Provinciales españoles de dicho instituto facultad para
nombrar jueces , suspenderlos y trasladarlos ; cuya gracia
confirmó Clemente IV en 2 de Octubre de 1265 (4), y 27 de
Enero de 1267 , que fué ratificada (5) por D. Jaime II de Ara
gón. Tenemos con fecha 22 de Abril de 1292 una Real cédula
expulsando de dichos dominios á los sectarios, y se mandó que
todas las justicias del reino auxiliaran á los Padres Predica
dores para el cumplimiento de sus sentencias (6).
Honra fué muy grande para el esclarecido instituto de San
to Domingo tanta confianza, mas gloria penosísima por los
trabajos, persecuciones y muertes que sus individuos pade
cieron en el desempeño de tan difícil cargo. Despues del trá
gico fin que tuvo Fr. Poncio Spira, recordarémos en aquella
época el martirio de Fr. Bernardo Trabeser, religioso del con
vento de Tolosa. En Urgel asesinaron los herejes á este domi
nico, cuyo cadáver fué depositado dentro de la Iglesia mayor,
no habiendo en la ciudad convento de la Orden; y cuéntanse
<5
366 PA RTE HISTÓRICA.
*
370 PARTE HISTÓRICA.
I
¿'4 P A R T E H ISTÓRICA.
(1) Ilisl., cap. 3 , art. 2.— F o n t.: Docum., p. 2 , cap. 83.— Di.vr.o: Cron.t
lib. I.
(2' Román us Pon tifex.
390 PARTE HISTÓRICA.
INGRESOS.
R eales.
Total................................................. 10 350
GASTOS.
Reales. Mrs.
R eales. Mrs.
A y u d a s de costa.
Al inquisidor.................................................................. i . 102 32
Al fiscal........................................................................... 551 16
Al receptor..................................................................... 551 46
Al secretario.................................................................. 551 16
A otro secretario........................................................... 551 16
Al notario de secuestros............................................... 331
Al alcaide....................................................................... 331
Al alguacil...................................................................... 551 16
Al proveedor.*............................................................... 331
Total................................................................ 19.748 2á
Siendo los ingresos.................................. # . 10.350
I
la creación del Santo Oficio desearon los ca
e sd e
I
la creación del Santo Oficio desearon los ca
e sd e
(í) Hist. de la Inq. de Port., por Fr. Pedro Monteiro, p. i , lib. II, capí
tulo 4o.
(S ) M o n t e ir o : Hist. de la Inq. de P ort., c a p . 3 3 .
CAP X I.1V .— EL SANTO OFICIO EX PORTU GAL. 403
i
Lefevre en Parma.—P. Bobadilla en la isla de Ischia.— P. L’Jay en Brescia.
— Padres Pasquier y Strada en Siena.— P. Coduro en Padua.— S. Francisco
Javier se dirigía á las Indias.— El P. Rodríguez en Lisboa.
(i) Por la bu la......Regiminis mililantis Ecclesios.......
C A P . X L V I .— EL SANTO OFICIO EN PORTUGAL. 427
•
442 PAUTE HISTÓRICA.
(I) JI acanwz : Defensa crítica . varios pasajes del tom o I con el testimo
nio de Jurien.
CAP. X L V II.— TRIB. DEL PERÚ , MÉJICO Y CARTAGENA DE INDIAS. 443
EL TRIBUNAL DE CANARIAS.
(1) Lib. V I H , a r t . 3 0
CAP. XLVIII.— EL TRIBUNAL DE CANARIAS. 449
EL TRIBUNAL DE CANARIAS.
Js
el año de 1557 no se habían celebrado autos
esd e
EL TRIBUNAL DE CANARIAS.
Js
esd eel año de 1557 no se habían celebrado autos
de f e , terminando con abjuraciones reservadas el
escaso número de causas que fué necesario for
mar , y se sobreseyeron durante las primeras dili
gencias. En 6 de Noviembre de 1569 , el tribunal
presidido por el obispo D. Juan de Azolaras, juzgó
algunos delitos de apostasía, blasfemia y herejía,
cuyos reos pesarosos de sus culpas pidieron abso-
luci°n- Creyóse indispensable que estos hombres
^ abjurasen solemnemente, porque doce años sin
aut°s de fe habían estimulado á muchos cristia-
* '* ^ 1 -£t nos nuevos para incurrir en sus prácticas maho-
metanas ó judías, y el protestantismo no descui
dó activar su propaganda. Así es que en dicho
auto comparecieron diez y seis luteranos y calvinistas que pú
blicamente combatían los dogmas católicos y con mayor em
peño la virginidad de María Santísima, el culto de los santos
y observancia de ayunos y vigilias. Retractáronse tres reos
confesos de haber enseñado ser lícita la inobservancia del sex
to mandamiento de la ley de Dios y hasta el adulterio; uno y
458 PARTE HISTÓRICA.
í — • Ji
í — • Ji
{\} No se admitían com o actos positivos las pruebas de lim pieza de san-
CAP. L .— PRIVILEGIOS DEL SANTO OFICIO. 469
g r e , hechas para los demás colegios y Ordenes religiosas que exigían este
requisito. Car. acord. por el Cons. en 27 de Octubre de 1628.
(1) Si de protegendis......2 de Mayo de 1569. Esta es la bula en que se
reserva Su Santidad el conocim iento de causas contra los obispos.
(2) Según Real cédula de dicha fecha. Mns. , Bibl. N a c., X. 157, fól. 219.
470 PARTE HISTÓRICA.
otra cosa alguna como oficial del Santo Oficio, sino solamen
te los que tuvieren título del Inquisidor general, y un des
pensero , dos abogados de los presos por el crimen de la he
rejía o dependiente de ella, y un cirujano y barbero, y algua
cil , receptor y médico, y se les permitirá a cada uno de ellos
que tenga un teniente.
»Item: de aquí adelante no ternan por comensales ni de las
familias de los inquisidores y oficiales asalariados, sino aque
llos que actualmente fueren continuos comensales suyos, y
llevaren su salario para gozar del privilegio del fuero de la
Inquisición, ni los inquisidores defenderán ni ampararán a
otros algunos.
»Item : que los dichos Inquisidores de aquí adelante ten
gan mucho miramiento y advertencia en proceder contra los
alguaciles reales, y no los prendan, sino en casos graves y
notorios con que hubieren excedido contra el Santo Oficio, y
que los Inquisidores no prohíban a los familiares que testifi
quen en cualesquiera causas ante los jueces reales sin que sea
necesaria licencia suya.
»Item : que los Inquisidores de aquí adelante no se entro
metan a conocer y proceder de causas matrimoniales sobre el
vínculo del matrimonio, ni en decimales, aunque sean de ofi
ciales y familiares del Santo Oficio.
»Item : que en las cédulas de familiaturas que de aquí ade
lante dieren, los Inquisidores guarden la misma forma y or
den que del Consejo de la general Inquisición se les enviara,
y no añadirán ni pornan en las cédulas que dieren otras pa
labras algunas.
»Item : que los familiares en el traer de las armas cerca
de la medida guarden las premáticas de dicho reino de Ara
gón , y los Inquisidores contra esto no les amparen, salvo
cuando fueren en execucion del Santo Oficio, que entonces
llevarán las que por los Inquisidores se les ordenaren.
»Item: que los Inquisidores, fuera de los casos del crimen
déla herejía, o dependientes dellos, no impidan a los jueces
reales la execucion de su justicia con personas que no sean
de la jurisdicción del Santo Oficio, con ocasion que los dichos
Inquisidores digan que los tales delincuentes han cometido
delitos cuyo conocimiento les pertenece, sino que libremente,
ocurriendo semejantes casos, y habiendo prevenido la justi
500 PA RTE HISTÓ RICA.
«
i
FIN DEL TOMO II.
INDICE.
VÁ.GS,
PARTE HISTÓRICA.
CAPITULO X V I.
ANTIGÜEDAD DEL SANTO OFICIO EN E SP A Ñ A.
CAPITULO X V II.
C AU SAS QUE M O TIVA RO S EL ESTABLECIMIENTO DEL SANTO OFICIO EN E SP A Ñ A .
CAPITULO X V III.
LOS JUDÍOS DE E SP A Ñ A .
«
i
FIN DEL TOMO II.
INDICE.
VÁ.GS,
PARTE HISTÓRICA.
C A P IT U L O X V I .
ANTIGÜEDAD DEL SANTO OFICIO EN ESPAÑA.
C A P IT U L O X V I I .
C A P IT U L O X V I I I .
PÁGS.
CAPITULO XIX.
UN A DIGRESION' DEDICADA A L S R . LLORENTE.
C A P IT U L O X X .
ESTABLECIMIENTO DEFINITIVO DEL SANTO OFICIO EN CASTILLA.
C A P IT U L O X X I .
ESTABLECIMIENTO DEL SANTO OFICIO EN CASTILLA.
\
529
PÁGS.
C A P IT U L O X X I I .
C A P IT U L O X X I I I .
C A P IT U L O X X I V .
PÁGS..
CAPITULO XXV.
LOS TRIBUNALES AUXILIARES.
Los tribunales más arbitrarios merecen elogios y para los del Santo
Oficio se reservan censuras.—Facultades y condiciones de los Jue
ces auxiliares.— Castigos impuestos á sus faltas por fraude, iniqui
dad ó compensaciones de favor.—Eran visitados y estaban sujetos
al juicio de residencia.— La potestad civil los visitaba igualmente.
—Establece Torquemada los primeros tribunales. — Condiciones de
su personal.— La Santa Sede amplía sus facultades á los Jueces de
A ragon'y Portugal.—Necesidad de su jurisdicción civil.................. 137
C A P IT U L O X X V I .
C A P IT U L O X X V I I .
EL CONSEJO SUPREMO.
C A P IT U L O X X V I I I .
C A P IT U L O X X X .
C A P IT U L O X X X I .
PÁG3 .
CAPITULO X X X II.
TRIBUNALES DEL REINO DE C AST ILL A .
C A P IT U L O X X X I I I .
TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA.
C A P IT U L O X X X I V .
TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA.
C A P IT U L O X X X V .
TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA.
I'ÁGS.
C A P IT U L O X X X V I .
TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA.
C A P IT U L O X X X V I I .
TRIBUNALES DEL REINO DE CASTILLA.
C A P IT U L O X X X V I H .
TRIBUNAL DE MURCIA.
C A P IT U L O X L .
TRIBUIALES DE ARAGON Y CATALUÑA.
C A P IT U L O X L I .
TRIBUNALES DE ARAGON Y CATALUÑA.
C A P IT U L O X L I I .
TRIBUNALES DE ARAGON Y CATALUÑA.
C A P IT U L O X L I I I .
C A P IT U L O X L I V .
EL SANTO OFICIO EN PORTUGAL.
C A P IT U L O X L V .
EL SANTO OFICIO EN PORTUGAL.
PAGS.
C A P IT U L O X L V I .
C A P IT U L O X L V I I .
C A P IT U L O X L V I I I .
EL TRIBUNAL DE CANARIAS.
PAOS.
CAPITULO X L IX .
EL TRIBUNAL DE CANARIAS.
CAPITULO L.
PRIVILEGIOS DEL SANTO OFICIO.
CAPITULO LI.
CONCORDIA PARA EL REINO DE CASTILLA.
CAPITULO LII.
CONCORDIA DEL SANTO OFICIO CON LOS FUEROS DE ARAGON.
PÁGS.
CAPITULO L i l i .
CONCORDIA DEL SANTO OFICIO CON LOS FUEROS DE CATALUÑA.
pág . l ín e a . d ic e . d e b e d e c ir .
64 19 ponticias pontificias
63 7 destinadas dedicadas
79 5 Conform es en este dictám en Conformes SS. AA. con este dictánjen
96 26 D om inicos. La D om inicos (2). La
96 39 El referido (2). El referido
116 31 V alencia Patencia
117 16 de legar delegar
186 22 acuerdos ocupó acuerdos se ocupó
232 17 respectivas repetidas
302 9 hecho suceso
302 18 hecho d elito
345 35 ser v icio servicio
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493 15 5681 1568
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