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LA REPÚBLICA
SALA PENAL TRANSITORIA
RECURSO DE NULIDAD N.º 245-
2019
LIMA NORTE
Nulidad de la sentencia
Sumilla. Se advierte una afectación al derecho fundamental de la debida motivación de las
resoluciones judiciales en conexión con la vulneración del derecho de defensa, y del principio
de inmediación. Lo que determina la nulidad de la sentencia, por lo que se dispone se lleve a
cabo un nuevo juicio oral.
Lima, treinta y uno de enero de dos mil veinte
VISTO: el recurso de nulidad interpuesto por la defensa técnica del sentenciado JOSÉ
HENRY ESCUDERO JORDAN contra la sentencia del trece de noviembre de dos mil dieciocho
(foja 581), emitida por la Segunda Sala Penal Liquidadora de Reos Libres de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte, que lo condenó como autor del delito contra la salud pública, en la
modalidad de tráfico ilícito de drogas, previsto en el primer párrafo, del artículo 296, del Código
Penal; y le impuso ocho años de pena privativa de la libertad y cien días multa; con lo demás
que contiene. Oído el informe de hechos y el informe oral de su defensa técnica. Con lo
expuesto por el fiscal supremo en lo penal.
Intervino como ponente la jueza suprema CASTAÑEDA OTSU.
CONSIDERANDO
AGRAVIOS FORMULADOS EN LOS
RECURSOS DE NULIDAD
PRIMERO. La defensa legal del sentenciado Escudero Jordan, en su recurso de nulidad (foja
603), solicitó se declare haber nulidad en la sentencia recurrida; y, reformándola, lo declaren
inocente. Señaló que la Sala Penal Superior no realizó una adecuada valoración probatoria, por
lo siguiente:
1.1. Mediante la Resolución N.° 2 del cinco de diciembre de dos mil quince (foja 483), el
Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Lima Norte declaró improcedente la incoación
del proceso inmediato por flagrancia delictiva; sin embargo, en el fundamento jurídico 6.3 de la
sentencia recurrida se afirmó que su intervención se realizó en flagrancia.
1.2. No es cierto que la policía tuviera la información confidencial el mismo día de los hechos y
por eso no hubo tiempo de comunicar al representante del Ministerio Público. En el expediente
obra la ficha Reniec de su patrocinado, que fue obtenida por la policía el diecisiete de
noviembre de dos mil quince; es decir, cuatro días antes de la intervención.
1.3. Su condena se sustentó en las actas de registro personal, vehícular e inmueble y
decomiso de drogas (fojas 32, 33 y 34 del expediente), pese a que estas no contaban con la
presencia del representante del Ministerio Público. Se consignó información falsa, razón por lo
cual su patrocinado se negó a firmar.
1.4. Se vulneró la cadena de custodia. El acta de intervención policial se realizó el veintiuno de
noviembre de dos mil quince; sin embargo, las actas de lacrado y sellado de droga (fojas 35, 36
y 37) fueron realizadas al día siguiente y por otros efectivos policiales que no participaron en el
operativo. Asimismo, no se registró la participación del intervenido, el fiscal o el abogado
defensor en la ejecución de dicha diligencia, por lo que se vulneraron sus derechos.
1.5. El dictamen pericial forense de droga (foja 63) contiene muestras de droga con una
numeración diferente a la del acta de lacrado (foja 37), lo que demuestra la inconsistencia de
las pruebas.
Posteriormente, ante la flagrancia delictiva y con autorización del acusado, se llevó a cabo el
registro domiciliario del inmueble ubicado en el jirón Madre de Dios N.° 3745-A, en el cual,
dentro de un ropero de madera se encontró entre las prendas de vestir, una bolsa transparente
que contenía seis bolsitas de polietileno transparente con una sustancia blanquecina en su
interior, al parecer pasta básica de cocaína; veinte cajetillas de cigarros, papel periódico y una
balanza gramera digital de color plomo con plataforma de vidrio marca Kambor de cinco kilos.
TERCERO. El fiscal superior acusó a José Henry Escudero Jordan como autor del delito de
tráfico ilícito de drogas previsto en el primer párrafo, del artículo 296, del Código Penal; y
solicitó se le imponga una pena privativa de libertad de diez años, ciento ochenta días multa e
inhabilitación; conforme con los incisos 1, 2 y 4, del artículo 36, del CP. Asimismo, se le
impongan cinco mil soles por concepto de reparación civil.
En atención a lo expuesto resulta necesario que el PNP Lima Baca sea examinado en un
nuevo juicio oral en relación con los detalles del operativo policial que concluyó con la
intervención de Escudero Jordan.
DÉCIMO. Asimismo, los otros dos efectivos policiales que participaron en el operativo policial
y detención de Escudero Jordan, deben concurrir a juicio oral a efectos de que quede
debidamente establecido cómo es que se obtuvo información de que el sujeto conocido como
el Capo es el acusado, quien desde su intervención policial negó ser el propietario de la droga y
por ello no suscribió ninguna de las actas.
DECIMOPRIMERO. La concurrencia de los tres
efectivos policiales mencionados a un nuevo
juicio oral, resulta necesaria, además porque
en la sentencia materia del presente recurso,
en el punto 7.2 se consigna que los PNP José
Leonardo Lozano Neciosup y Albert Díaz
Marchena no concurrieron a juicio oral, pese a
que se dispuso su conducción de grado o
fuerza, por lo que se acordó evaluar sus
dichos teniendo en cuenta las declaraciones
preliminares que brindaron con presencia del
representante del Ministerio Público.
Inconcurrencia que la Sala Superior reiteró en
el punto 8.5 de la sentencia.
Este Supremo Tribunal ha verificado que lo
consignado en la sentencia no se ajusta a la
verdad, puesto que los dos efectivos policiales
mencionados sí concurrieron a juicio oral y
brindaron sus declaraciones en la séptima
sesión de audiencia, llevada a cabo el diez de
octubre de dos mil dieciocho (fojas 532 a
537), lo que implica que la Sala Superior no
valoró positiva ni negativamente sus
declaraciones prestadas en juicio oral; por el
contrario, se remitió y valoraron las versiones
que brindaron en la etapa preliminar.
Es por ello que no se dio respuesta a los
diversos puntos que se plantearon en
audiencia –entre ellos, el presunto soborno
que Escudero Jordan efectuó a los policías
intervinientes2–. De este modo, también se
infringió el derecho de defensa.
Este proceder implica la afectación al principio
de inmediación, el cual es fundamental en la
etapa más importante del proceso penal: el
juicio oral.
DECIMOSEGUNDO. En conclusión, deben quedar debidamente establecidas las
circunstancias de la intervención y posterior detención del acusado, pues este Supremo
Tribunal considera que en los casos de flagrancia delictiva, por la urgencia de la situación, se
justifica la ausencia del fiscal en las actuaciones practicadas por la Policía en el lugar de los
hechos3. Se trata de prueba preconstituida que tiene valor probatorio en la medida que se
cuente con otros medios probatorios que permitan desvirtuar la presunción de inocencia que
como derecho fundamental le asiste a todo imputado.
DECIMOTERCERO. También es necesaria la concurrencia del mayor PNP Carlos Alberto
Ortiz Parra y el suboficial Juan C. Tito Pizarro, quienes suscribieron las actas de lacrado de
drogas (fojas 35, 36 y 37) el veintidós de noviembre de dos mil quince, y que sería personal
diferente a los que participaron en la intervención. Deberán explicar acerca del contenido de las
actas y el procedimiento de cadena de custodia que se garantizó en este caso.
Respecto al pago de la caución, obra el certificado del Banco de la Nación por el pago de
quinientos soles (foja 277) y la fianza personal de su abuela Yolanda Noé Alejos por el saldo,
con garantía de una motocicleta. Al respecto, se emitió la Resolución N.° 13 del veintitrés de
junio de dos mil dieciséis (foja 284) en la que se dispuso recabar de Sunarp la ficha literal del
vehículo menor. Luego, no aparece otra resolución que resuelva este pedido, pero se infiere
que fue aceptado, pues no se revocó la comparecencia con restricciones.
DECISIÓN
Por estos fundamentos, acordaron: