LA ARQUITECTURA COMO P EZA 1CLAUOIO GALENO

tur1stas en la zona y especialmente en Antofogasta habían sido muy

superiores al año previo, lo que ¡ustiñcaba la construcción de "un hotel
de primer orden· (EMA, 7 de junio de 1937: 1).
De eso forma, Orchard presentó en 1937 la primera propuesta
para un moderno hotel de turismo diseñado por los arqwtectos Eduar-
do Costaba! y el antofagastino Andrés Garafulíc Yancovic. La viab1lidad
económ1ca del proyecto fue estudiada por los senadores Fernando
Alessandr1 y M1guet Cruchaga (EMA. 7 de junto de 1937: 1).
El proyecto fue presentado a la c1udad a través de las fotografías
de una maqueta publicada en la prensa y expuesta al público. El edifiCIO
iba a ser emplazado en un terreno al sur de lo c1udad, entre el borde po·
niente del parque de la avenida Bras1l y la costa. Estaba pensado como
un conjunto aislado compuesto por dos cuerpos colindantes: uno de seis
plantas paralelo a la avenida, y por el sur otro de dos plantas perpen-
dicular al anterior y que enfrentaba el mar. En la fachada urbana, por el
este, un cilindro vertical acristalado de circulaciones reforzaba la com-
pOSICIÓn articulando ambos volúmenes (Galeno, 2008: 39). El proyecto
t1ene correspondenc1as formales con el reconocido diseño para la Clínt·
ca Santa Maria en Sant1ago, principalmente en el volumen cilíndrico de
circulaciones verticales. ya que ambos d1seños datan de 1937.
La Gufo del turista editada en 1937 con abundantes imágenes de
tos fotógrafos Jorge Garda Caballero, Tomás Barahona y Alberto Mota

55
 PIEZAS DE ARQUITECTURA PARA EL OCIO Y EL TURISMO

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~ La arquitectura como pieza
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de infraestructura turística:
u"' el hotel Turismo Antofagasta

El hotel Turismo Antofagasta, inaugurado en 1953 luego de un largo proceso

que incluyó diversos proyectos e iniciativas, es revelador de las necesi-
dades y expectativas de toda una sociedad en relación con el turismo
moderno. A partir de la definición de su emplazamiento y su diseño
como una gran p1eza de Infraestructura turística, se constituyó en un
elemento urbano primordial que contribuyó a la definición de uno de
los principales bordes de la ciudad.
Como ha sido señalado por los estudios históricos, Antofagasta
se formó como puerto del desierto de Atacama, atrayendo durante
su historia un constante flujo migratorio. En sus inicios, algunas calles
como Bolívar y Baquedano concentraron muchos de los servicios orien-
tados al viajero. Los hoteles eran un espacio necesario para una socie-
dad en tránsito, tanto por el hospedaje como por ser el escenario de
las relaciones sociales en sus salones.
En torno a 1930, periodo que fue testigo de una crisis mundial con
grandes repercusiones regionales. se produjo el despoblamiento del de-
sierto y el fortalecimiento de la vida metropolitana. En ese contexto, la
creación de un hotel de características modernas fue un anhelo de la
sociedad antofagastina. Así. óscar Orchard, inspector de Turismo de la
Zona Norte. y uno de los líderes de la modernización de la urbe, insistía
en la necesidad de un nuevo hotel. ~l manifestaba que las estadísticas
de la Inspección de Turismo indicaban que en 1936 el movimiento de

54
 Hotel Tuns.mo Antofapsta (c. 1959), fochada urbana en obras. Foto .¡, Hotel Turismo Antofagasta (e 1959) fachada marfuma. Foto¡rafia .¡,
anafla de José "''oneno Fabbn. S,.¡xoteccí6n Chile. Coleccoón Arctwo de José Moneno Fabbti. Subcoltcci6n Chl:e, COieccl61> ArchiVo
Foto¡rifico Arctwo Central Andrts Bdo - Univers•dac ce Chile Fc:o¡nlfiCo ArchiVo Cer.:ral Ancrés .eeuo - Univei'Sidad de Chill!.

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 LA ARQUITECTURA COMO PIEZA CLAUDIO GALENO

Picó. mostrabn el hospedaje dispomble en la CIUdad y sus características.

El hotel Maury era el que ofreda mejores servic1os con departamentos
con baño y habitaciones sin baño (Ministerio de Fomento, 1937, s/n.).
Lo exiguo de la oferta. demuestra lo necesario que se hada un hotel
de características modernas.
A pesar de ello. el proyecto del hotel de Costaba! y Garafulic no
prosperó; la propuesta encontró detractores entre algunos regidores
mumcipales que consideraron "poco productiVO construir un hotel
alejado del centro de la ciudad" (Álvarez. 1977: 142).
La mtenc1ón se mantuvo en la década siguiente. A principios de
los años cuarenta. en las sesiones de la Ilustre Municipalidad. algunos
políticos nntofagastinos seguían argumentando sobre la necesidad de
consolidar el turismo (Galeno, 2012: 6). Asf, en la ses1ón del 4 de oc·
tubre de 1941, los regidores Juan Castro y Luis Muñoz presentaron un
extenso plan de fomento. Su argumento se sostenía en una "serie de
circunstancias naturales que hacen pos1ble que el turismo adquiera en
Antofagasta uno prosper1dad cada día más ftorec1ente": el paisaje desér·
tico, las rumas precolombmas y de las salitreras, el mar y la pesca. y
el clima. Esas condic1ones reclamaban la neces1dad de una arquitectura
adecuada con esos servicios: un hotel "con vasta capacidad y dotado de
todo el confort y comodidades modernas" y un casmo "al est1lo del que
funciono en Viña del Mar" con un teatro (Álvorcz, 1977: 275).
Las expectativas de una nueva infraestructura turística adqui-
rieron mayor nitidez a partir de 1944 con la formación del Consorcio
Hotelero de Chile. dependiente de la Corporac1ón de Fomento (CORFO).
Hasta entonces el tunsmo hacia el norte de la República no había
s1do conSiderado, y los estatutos de la nueva mstitución apuntaron
sus objetivos hac1a el fortalecimiento de una moderna red hotelera.
En 1959 el consorcio cesó sus functones luego que fuera absorbido
por la Hotelera Nacional S.A. (HONSA), que había s•do creada en
1955 con el fin de concentrar las operaciones hoteleras del Estado
(Galeno, 2013: 100).
De esa forma. en la Guía del veraneante de 1945 se destacaba
el impulso en las construcciones hoteleras a cargo del Consorcio Ho-
telero. empresa en la que Ferrocarriles del Estado tuvieron una parti-
cipación predominante. El plan de la ent1dad, en su pnmera etapa, era
"la construcc1ón de ocho hoteles de magníficas condiciones modernas
en los s1gwentes puntos de la zona norte: !quique, Termas de Mamiña,
Antofagastn, Cop1apó. Vallenar. La Sereno, Ovolle, etc." (Gv, 1945: 15).
Respecto de los hoteles se anunc1aba que estaría en construcción en
el año 1945, "un moderno hotel del Consorc1o de Chile, con el cual se

57

1- Martl~ Lira Guevara (1906-
1979) •e traduó en la Un1""rsidad
de Chile en 1929 tnlba¡ó para la
Ca,lll de Empleados Particulares,
y entre 1932 y 1936 estuvo en los
tovaderos de oro de la •sla Lennox
En Sant1aao ~allzólas cárceles
de Santa Cruz y San Antonio, y
lueao proyectos turfsticos pare
la Oraan¡zación Hotelera Bonfati,
y d••de 1938 para los Hoteles de
Cord era como el hotel Portillo
PIEZAS DE ARQU lECTURA PARA EL OCIO Y EL TURISMO
dará un remarcable paso de progreso" (Gv. 1945: 26). El establecimtento
aludido correspondía al proyecto que se emplazaría en la plaza Colón.
En la nóm1na de hoteles de la gula. se tndicaban las capacidades y
servicio de los establecimientos: Moury con 55 habttaciones y 25 banos:
Plazo con 74 piezas y 17 baños: Londres con 38 habitaciones y 7 baños;
y Grnn Hotel con 65 habitaciones y 7 baños. Las proporctones entre
baños y habitaciones representaban una hotelería alejada de los prin-
ciptos de la modernidad. En Artca, el hotel Pacifico. diseñado por los
arqu1tectos Alcaide y Cruzat en torno a 1925. ofrecía la meJOr relactón:
65 habttac1ones con 48 baños.
Por esos años. los políticos y empresartos de Antofagasta estaban
empeñados en concretar dos obras de gran tmpacto para la c1udad: un
·hotel moderno y concluir la red ferrovtarLa con Salta. finalmente inaugu-
rada en jun1o de 1948.
Dentro de las metas y prioridades del consorcio se formuló un
segundo proyecto para un hotel en Antofagasta. en conjunto con los
establecimientos para lquique. Serena y Ovalle. No obstante. los últ1mos
tres sí fueron maugurados en 1947, m1entras que la propuesta de Anto-
fagasta no se concretó, a pesar de haber sido promocionada med1ante
la fotografía de una maqueta en la rev1sta En viaje NO 152 de JUniO de
1946. y anunciada en la Guía del veraneante de 1945.
Paro ese proyecto el consorc1o había adquir1do un terreno frente
a la esqutno sur de la plaza Colón, en la esquina de las calles Prot y
Washington. El edificio propuesto, atribuido al arquitecto Martín Lira\
tenía capacidad para 130 pasajeros y ocupaba todo el terreno en tres
plantas muy compactas. El primer piSO. de mayor altura que los otros
dos, estaba pensado como un área transparente hacia el extenor. Ln
fachada principal. por calle Prat hac1a la plaza, se organizaba con una
galería de doble altura con el acceso retranqueado. El diseño reco-
noce la esqUina. con los pisos superiores suspendidos sobre un vado
hor1zontal que sugiere un espacio de reunión social elevado sobre la
calle por un basamento.
El Consorcio Hotelero, dentro de su manifiesta política de fomento
del turismo para el norte de Chtle, procedía asociándose a emprendl-
mientos o tnlctativas existentes en cada ciudad. En el caso de Antofagasta
fue con la Cámara de Comercio. En su Memoria Anual esta cons1gna
que las gesttones para la creación del hotel estaban relativamente de·
tenidas desde la compra de un terreno. y que se habían sumando apor-
tes municipales y préstamos de la CaJa de Ahorros. incrementados por
cooperac1ones de la cámara gracias a la compra de acciones de sus
asociados (Cámara de Comercio. 1946: 29).
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Finalmente. la propuesta de un hotel moderno frente a la plaza
no fue concretada Postenormente se d1señó un nuevo proyecto en otro
emplazamiento próx1mo al s1t1o anter1or. En ella el hotel no estaba ya en
una manzana urbana. sino que se situaba en el borde del centro, junto al
mar y al antiguo y tradicional hotel Maury. lo que camb1ó totalmente el
contexto de la obra, su escala y pretensiones parn con la ciudad. La Inau-
guración del hotel Portillo en 1949. precursor diseño territorial de Lira.
sin duda. influyó en la expresión de la nueva obra.
En 1949. el arquitecto y los gestores locales sobrevolaron la ciudad
para dec1d runa vez más la ubicación del nuevo hotel. Los terrenos ele-
gidos se Ubicaban en el remate de la calle Prat con el mar; ellos eran
prop1edad de dos empresas: la Nitrate Agenctes Limited perteneciente a
W.R. Grace & Co. y la Compañía Huanchaca En mayo de ese año se im-
ciaron los traba¡os de l1mpieza del terreno y en ¡un1o la Chile Explorat1on
Company realizó unn donación de 250 mil dólares para su real1zactón. Fi·
nalmente, en febrero de 1950 se solicitaron las propuestas para la cons-
trucción de la obra (EMA, 27 de enero de 1950· 1).
La Guía del veraneante de 1953 deda sobre Antofagasta: "Es una
linda ciudad moderna. l1mpta, bien ed1ficada y me¡or adornada con pla·
zas y jardmes". Allí manifestaban que el Consorc1o Hotelero. en su plan
de fomento al turtsmo. había "emprendtdo la construcctón de un am-
plto y confortable hotel. que desde luego se considera entre los más
importantes de Chile". Planificaba inaugurar unD parte del edific1o a fi-
nes del año 1952, y tendría 150 camas. lo que permitiría "proporcionar
cómodo hospedaje a los turistas durante la temporada de verano de
1953" (GV, 1952: 33).

59
PIEZAS DE ARQUil LCTURA PARA El OCIO V EL 1URISMO
LA ARQUITECTURA CO"'O PIEZA 1ClAUDIO GALENO
PIEZAS DE ARQU ITECTURA PARA El OCIO Y EL TURISMO

El hotel recién fue inaugurado el sábado 14 de noviembre de 1953

(EMA, 15 nov. 1953: 1), y en la Guía del veraneante de 1954. se indicaba
que estaba parcialmente en servicio (Gv, 1953: 25) ofreciendo 110
piezas con 110 baños.
Desde el momento de su apertura, el monumental edificio, al ir
convirtiéndose en una pieza fundamental de la infraestructura urbana,
albergó diversos sucesos. constituyéndose en un soporte de la vida
pública de la ciudad. La inauguración fue dirigida por el administrador
Ernesto Caniggia. La prensa la publicó en primera página con el titular:
"Auténtica fiesta social constituyó la apertura del hotel Antofagasta".
Al evento concurrieron personas que habían viajado desde el interior
de la región y de tos países vecinos, junto con representantes de la
sociedad de Antofagasta.
El establecimiento fue destacado por la calidad de su arquitectura
moderna monumental que articuló espacio urbano y paisaje marítimo
(Galeno. 2008: 22). Estaba compuesto por un volumen arqueado de
32,5 metros de altura. de seis pisos con una terraza en la cubierta. Cón-
cavo en su fachada urbana, convexo en el frontis marítimo, el edificio
cerraba visualmente la principal calle comercial del centro de la ciudad
y articulaba la vida urbana en un borde edificado.
La construcción incluyó un montículo artificial que conducía al
acceso del edificio sobre tos 6 metros de altura, elevando a tos usuarios
a un nivel sobre lo urbano hasta un umbral de acceso de gran altura, lo
que entregó un inusual dominio visual desde el borde.
El umbral del acceso principal quedó remarcado por una mar-
quesina y una amplia escalera que conducía al espacio acristalado del
lobby, que se asomaba al mar mediante un balcón. En los cuatro pisos
superiores se situaban las habitaciones, algunas con vistas a la ciudad
sobre el desierto montañoso y otras con balcones que permitían apre-
ciar la extensión de la bahía.
Por otro lado, el cuerpo que contiene los salones para eventos, que
hace referencia a la arquitectura náutica por el uso de pilotis, ventana ho-
rizontal y quebrasoles, permite extender el edificio sobre una playa artifi-
cial. Uno de los aspectos positivos del diseño de Lira fue la ligereza y per-
meabilidad que logró con una arquitectura antisísmica. resuelta mediante
espacios amplios con fachadas libres y con robustas columnas.
El conjunto de estas operaciones radicales produjo una notable
transformación del paisaje costero de la ciudad. La nueva construcción,
dotada de un cierta carga simbólica, irrumpió con una nueva escala
topográfica y urbana. puso de relieve el borde costero, permitió que la
ciudad se observara a sí misma y amplificara su visión del océano.

62
 El hotel posó a ser un lugar de confluencia de lo comunidad anto-
fagastina, disfrutando de sus salones, de su escenográfico bar Chuqui,
de su amplio lobby de acceso y de su playa. En la gula "Conozca el Norte
de Chile", de 1954. manifestaban:

"El slntoma más claro de la fe que existe en el porvenir de Antofagasta,

lo da la exrstencra del actual Hotel de Turismo. imponente edificio de siete
pisos, ubicado a orrllas del mar a pocos metros del centro de la ciudad, y
de elegantes y armoniosas lineas. Se trata del mejor hotel de la costa sur
del Pacífico, no solo por la belleza de su edificación, sino que por sus co-
modidades, su capacidad y la excelencia de sus servicios. Aun cuando a
la fecha está todavfa inconcluso, gran parte de sus instalaciones han sido
habilitadas, y cuenta ya con acomodación para unas 150 personas. Tiene
un buen servicio de comedor, un magnífico bar decorado con motivos re-
gionales. una "boite" en la cual siempre actúan atracciones artísticas, y en
general todas aquellas comodidades que exige el conocedor. Este hotel
era una necesrdad vital para la regrón, como lo comprueba el hecho de
que generalmente todas sus acomodaciones pasan ocupadas"

- Jerin y Hormnzlibal, 1954: 121-123

Una publicidad del hotel en El Mercurio de Antofagasta en 1955.

lo describía como "el mejor hotel de la costa del Pacífico. con playa pro-
pra. con regros departamentos. restaurante. bar. etc .. en un clima ideal".
El aviso muestra una perspectiva del ed.ficio por su frente marítimo. y
revela un volumen de aspecto náutrco que proyecta la planta princrpal
(el segundo piso) en su fachada norte. Ese cuerpo avanza sobre el acce-
so lateral que estuvo en operaciones en los primeros años de funciona-
miento. Ese diseño debe corresponder a los primeros esbozos, ya que lo
construrd o es uno variante más desarrollada de esa idea.

63
PIEZAS DE ARQUITECTURA PARA EL OCIO Y EL TURISMO

La imagen pública de la arquitectura del hotel se alineó a la reftexión

latinoamericana en torno al concepto de síntesis de las artes (Torrent,
2010) ya que fueron incorporadas piezas de Thomas Roessner, un artista
germano que desarrolló su carrera en Chile, asiduo de los salones del
Museo Nacional de Bellas Artes y conocido por su extensa trayectoria
en el diseño de escenografías y vestuarios para el Ballet Nacional. La
diseñadora Mabel Cisternas, en la investigación que realizó sobre Roessner,
incluyó su labor para los recintos turísticos del Consorcio Hotelero desde
1949 hasta 1959, en los cuales había empleado técnicas de decoración
como los mosaicos, pintura mural, cerámica, serigrafía, pintura sobre
géneros y repujado en cobre (Cisternas. 1986).
En 1962. la revista Mundo Diplomático destacaba el progreso
urbanístico de la ciudad, a través de una serie de proyectos urbanos y
arquitectónicos. En otra página, bajo una foto aérea del hotel, se mencionó:

"En nuestra reciente vis1ta efectuada a la ciudad de Antofagasta, en el

norte de Chile, una de las regiones más ricas de la República. nos
sorprendimos con el lujoso Hotel de Turismo "Antofagasta", de sobria
construcción, amplias comodidades y confort. solo comparable a los
más lujosos del mundo, como el Panamá Hilton Caribe, Taj Mahal en la
India y el Imperial en Tokio. Las habitaciones con baño, teléfono, vista al
mar, nos dejaron la grata impresión de una apacible permanencia, digna
de recomendar a los turistas de otras latitudes"

-Mundo Diplomático, 1962: 12).

Para los festejos del Centenario de Antofagasta en 1966, la

prensa destacaba el trabajo de HONSA. El hotel finalmente ofrecía
168 departamentos con baño privado, lo que equivalía a 374 camas
(EMA, 12 nov. 1966: 3).

Tanto el emplazamiento del hotel Turismo, como las operaciones

arquitectónicas diseñadas por Lira, pueden ser alineadas con las ideas
sobre la imagen urbana manifiestas por Kevin Lynch, fundamentalmen-
te con el concepto de borde, en el sentido de "límites entre dos fases",
"que separan una región de otra o bien pueden ser suturas, líneas según
las cuales se relacionan y unen dos regiones", constituyendo "elementos
fronterizos" (Lynch, 2008: 62 ). La gran pieza de infraestructura turística
fue erguida en el reconocimiento de un borde y lo formaliza como el lí-
mite del espacio urbano acogiendo y articulando la vida pública con la
vastedad del espacio marítimo.

64
 LA ARQUITECTURA COMO PIEZA 1CLAUDIO GALENO

REFERENCIAS

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Tun•.ta. Antofo¡¡asta. Imprenta MacFarlane. [1937)

65
 AUTORES

CLAUDIO GALENO IBACETA

Arquitecto de la Universidad Católica del Norte-ucN (1997). Máster

en Historia, Arte. Arquit ectura y Ciudad de la Universitat Politécnico de
Catalunya (2001) y doct or en Teoría e H1stor1a de la Arqu1tectura de la
mismo universidad (2012). Es profesor titular de la Escuela de Arquitec -
tura de la UCN. Su campo de investigación está referido o la arquitectura
y el urbanismo del norte de Chile. vinculándolo a temas como salud,
t urismo. v1v1enda colectiva y culto. así como a lo producción artística de
esa reg1ó n y las relaciones entre cuerpo humano y arquitectura. Ha sido
autor y coautor de diversos libros sobre arquitectura y arte sobre el norte
chileno. Ha publicado artículos en varias revistas ch1lenas y extranjeras.
Colabora y participa en la escena artística contemporánea de Antofa-
gasta. tanto en aspectos teóricos como históricos. Es miembro de
Docomomo Chile.

HUGO WEIBEL FERNÁNDEZ

Arquitecto de la Un1vers1dad Central, Chile (1998) y doctor en ArqUitec-

tura por la Universitat Politécnica de Catalunya (2008). Actualmente
es académico del Departamento de Arquitectura (líneas de Taller de
proyecto e Historia, teoría y crítica). el programa de Doctorado en Cien-
cías Sociales y Estudios Territoriales, el Magíster en Cienc1as Humanas
(mención Historia) e investigador ti tular del Programo Núcleos de Inves-
tigación. en la Universidad de Los Lagos. Es profesor auxiliar en la Escuela
de Arquitectura de la Universidad Católica del Norte. Su campo de inves-
tigación se enfoca en el proyecto y el patrimonio moderno, así como en
temas de identidad local. Es aut or del l1bro Plaza de Armas de Osorno:
terr1tono. espacio y arquitectura (Weibel y Angula). Ha publicado en
medios disciplinares de México (Universidad de Colima), Colombia
(Universidad Católica de Colombia). Cuba (Instituto Supenor Politécnico
José Antonio Echeverría-Cujae) y Chile (Un1versidad de Los Lagos). Ha
expuesto en congresos disciplinares en Ecuador. Argentina y Chile. Es
m1embro de RiPAP (Red de Investigación en Patrimonio Arqu1tectón1CO
de la Patagonia) y de Docomomo Chile e internacional.

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