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Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

DERECHO ESPECIAL II

“ARTICULO 315: DISTURBIOS”

CICLO: V TURNO: NOCHE

ALUMNO:

PICON SILVESTRE, DIEGO

DOCENTE:

FLORES SAGASTEGUI, ANGEL

SEDE - CHIMBOTE

2014

04/07/14
DELITOS CONTRA LA PAZ PÚBLICA EN LA MODALIDAD DE 1

“DISTURBIOS”

I.- DESCRIPCION LEGAL:


Art. 315: “El que en una reunión tumultuaria, atenta contra la
integridad física de las personas y/o mediante violencia causa grave
daño a la propiedad pública o privada, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis ni mayor de ocho años.
Será sancionado con la misma pena cuando los actos descritos en el
primer párrafo se produzcan con ocasión de un espectáculo deportivo,
o en el área de influencia deportiva.
Si el atentado contra la integridad física de las personas causa la
muerte, la conducta es calificada como asesinato, con la pena prevista
en el artículo 108 del Código Penal.
En los actos en que el agente utilice indebidamente prendas o símbolos
distintivos de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional del Perú, la
pena privativa de la libertad será no menor de ocho ni mayor de diez
años.”
II.- ANTECEDENTES EN LA LEGISLACION NACIONAL
1. PROYECTO DEL CODIGO PENAL DE 1991
Comencemos por recordar que el texto legal original de la Sección II
del Capítulo I, del Título XIV Libro segundo Parte Especial, fue
modificado:
Artículo 315.- Disturbios
El que toma parte en una reunión tumultuaria, en la que se haya
cometido colectivamente violencia contra las personas o contra las
propiedades, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de dos años. Si la provocación es para cometer delito contra la
seguridad o tranquilidad públicas, la pena será no menor de tres ni
mayor de seis años. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 2 de la Ley N° 27686, publicada 2
el 19-03-2002, cuyo texto es el siguiente:
“Artículo 315.- El que en una reunión tumultuaria, atenta contra la
integridad física de las personas y/o mediante violencia causa grave
daño a la propiedad pública o privada, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.”
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley N° 28820, publicada
el 22 julio 2006, cuyo texto es el actual.
2. CÓDIGO PENAL DE 1924
Adopta lo prescrito en el código de 1863
3. EN EL CODIGO DE 1863
El Código de 1863 si tipifica el Delito de Disturbio pero considero como
falta contra La Seguridad y el Orden Publico en Titulo III art. 380
De las Faltas Contra La Seguridad y orden Público.

Art.380.- Serán castigados con arresto menos en primer grado, y


multa de dos a veinte soles:
1. Los que formen reuniones que perturben en el sosiego de la
población:
2. Los que en algún establecimiento público, falten a las reglas de
seguridad prescritas por las autoridades:
3. Los que en reuniones o espectáculos públicos, turben el orden con
palabras o con hechos.
III Elementos de la Tipicidad 3

1. Tipicidad Objetiva
1.1 Bien Jurídico Protegido: El legislador lo señala en el título del
libro es el Bien jurídico tutelado por el Estado
“La Tranquilidad Pública”
Para Raúl Peña Cabrera Freyre (2010), la acepción “Estado de
Derecho” gravita sustancialmente en las relaciones Estado –
ciudadano, dichos efectos irradiantes suponen el reconocimiento de
concretos ámbitos de “libertad ciudadana”; entre éstos, el derecho de
reunión, de agruparse pacíficamente en lugares públicos, como una
manifestación esencial del Sistema Democrático.
El ejercicio del derecho a reunirse públicamente, las congragaciones de
personas ha de desarrollarse en forma pacífica, es decir, su realización
no puede implicar a su vez una merma en los derechos fundamentales
de los ciudadanos; v. gr., de libre tránsito, de libertad de trabajo, etc.;
cuando el primero de ellos desborda su plano de legitimidad ingresa a
una esfera de ilicitud que, en algunos casos, puede significar la
comisión de un injusto penal.
El uso de los derechos constitucionales consagrados, ha de
materializarse con arreglo a los principios de razonabilidad y
ponderabilidad, descartando cualquier tipo de manifestación violenta.
Dicho de otro modo: el ejercicio del derecho de reunión será licito
siempre y cuando su concreción se ajuste a los límites que la propia
Constitución delimita, con ello, la seguridad ciudadana y el orden
público, que no pueden verse alterados, so pretexto de una
manifestación democrática, dando lugar a la preponderancia de los
bienes jurídicos de valor superior.
Es de verse, entonces, que en el marco de estas asonadas públicas,
sobre todo cuando sus participantes son los miembros de las
denominadas barras bravas o de sectores sociales acostumbrados a los
actos vandálicos, se producen afectaciones a la propiedad pública y/o
privada, así también sucesos de sangre, en cuanto a la lesión de los
bienes jurídicos fundamentales (la vida, el cuerpo y la salud), así como 4
a la integridad del patrimonio.
Estamos hablando de una violencia extrema que en los últimos tiempos
ha traído como saldo, personas muertas y gravemente heridas.
Por lo expuesto, estamos ante un bien jurídico de naturaleza
supraindividual que ha de ser comprendido por aquel estado de
seguridad ciudadana , de que las personas puedan desenvolverse
normalmente en las urbes y ciudades, de no verse afectos por ciertas
reuniones tumultuarias que, en su proceder, no dudan en lesionar los
intereses jurídicos de mayor raigambre constitucional, aprovechando
las ventaja que les otorga la muchedumbre, con propiedad la
predisposición a delinquir, ya desde un factor criminológico.
Se trata, básicamente de delitos que tienden a subvertir o alterar las
bases materiales de la convivencia de un determinado sistema
constituido.
En el artículo 315 del CP, tiende a tutelar una serie de bienes jurídicos
de forma omnicomprensiva, al develarse que aparte del interés
jurídico espiritualizado (tranquilidad pública), también se protege la
integridad física de las personas, así como el patrimonio público y
privado ,configurándose un tipo penal pluriofensivo, de modo que la
naturaleza de esta figura delictiva, ha de verse desde el siguiente
plano a saber de qué los efectos perjudiciales de la conducta
antijurídica (injusto penal de disturbios) ha de afectar en forma
simultánea el bien jurídico colectivo, así como los intereses jurídicos
personales; si no es así, se dará una tentativa de ese delito siempre y
cuando la acción prohibida haya tomado lugar en una reunión
tumultuaria
Siguiendo las pautas reseñadas en titulaciones anteriores, habríamos
de proclamar un tipo penal de peligro, con arreglo a la visión colectiva
del bien jurídico tutelado; sin embargo, el legislador, dispuso que la
punición de este comportamiento se encuentra condicionada a la
realización de ciertos resultados de desvalor, que se exteriorizan en
lesiones y atentados contra el patrimonio (público y/o privado); por
tales motivos se constituye en un delito de lesión.
Lo anotado lleva a un sector de la doctrina a sostener que la 5
ambigüedad, que es inherente al propio concepto de orden público,
resulta complementada en la sistematización positiva de los delitos de
desórdenes públicos, con una heterogénea diversidad de bienes y
valores que son tenidos en cuenta en los diferentes tipos legales
incriminándote de este comportamiento delictivo.
1.2 Sujetos
Sujeto Activo: Cualquier Persona (usa la forma indeterminada “el
que”) siempre y cuando cumpla una acción tipica
Raúl Peña Cabrera Freyre (2010), No es indispensable algún tipo de
cualidad especial, por lo que constituye una tipificación común; quien
haya de responder como autor, debe:
Primero estar incurso en una reunión tumultuaria
Segundo aprovechando dicha configuración colectiva, afectar la
integridad física de una persona y/o el patrimonio (público y/o
privado).
Para No necesariamente debe pertenecer a una banda, organización
delictiva u otra estructura criminal, pues puede infiltrarse en una
reunión donde los miembros se identifican con una determinada
asociación de personas, para afectar los bienes jurídicos comprendidos
en la articulación, más por lo general, se trata de individuos
acostumbrados a actuar en bloque, que se agrupen para cometer esta
clase de fechorías, mediado la coraza que le otorga la muchedumbre y
así evitar ser descubiertos. Máxime, la idoneidad para lesionar el bien
jurídico colectivo determina la presencia de varios individuos, que
hayan de proceder a la vulneración de los intereses jurídicos –
tutelados por el precepto penal-.
Ante cada lesión que acometa cada individuo, se tendrá varias
acciones atribuibles a título de autor.
La calidad de autor se sostiene sobre el dominio funcional del hecho en
el sentido de que el agente cuenta con toda la posibilidad de realizar el
tipo penal o, en su defecto, frustrar su perpetración, un reparto de
roles puede darse perfectamente en estos casos, cuando varios sujetos 6
dan una golpiza a un ciudadano, siempre que podamos advertir la
afectación al cuerpo humano como una unidad inescindible y que
exista una co-decisión de delincuencia; v. gr., quien sujeta a un
vigilante particular, para que el otro pueda dañar la propiedad
pública, es un co-autor, pues neutraliza aquel elemento de resistencia
de la conducción típica; quienes participan en la reunión tumultuaria,
empero, no estaban de acuerdo con la realización de esta clase de
eventos, no pueden responder por ámbitos de organización
estrictamente individuales. Una solución distinta puede darse en una
asociación de personas formadas para cometer lesiones y daños, a
través de un cuerpo implícito.
Un instigador es plenamente admisible, quien determina al resto a
lesionar a personas o a dañar la propiedad pública sin intervenir
materialmente en el suceso delictivo y, si a la par interviene, mediante
actos típicos de lesiones o daños, al darse un concurso participativo,
hemos de inclinar la balanza por el título de imputación más intenso,
que sería el de autoría.
También puede aparecer en escena una Autoría Mediata, siempre que
el hombre de adelante pueda ser percibido como un instrumento, quien
ejecuta la acción típica dominado por la voluntad del hombre de atrás;
solo podemos observar esta variante de autoría cuando el ejecutor es
inimputable, es decir, ante un sujeto incapaz de conducir su conducta
conforme su leal saber y entender, ante un enajenado mental
(minusvalía psíquica).
Cuando estamos ante un menor de edad, hemos de distinguir, si quien
lesiona y/o daña es un niño o un adolescente ; si lo es el primero,
aceptamos la Autoría Mediata, pero ante el segundo, nos inclinamos
por una inducción, de acuerdo con la estructura psicosomática del
adolescente y, así se estima en el CNA, al haberse tipificado como
“infracción a la ley penal” en su artículo 193 (pandillaje pernicioso),
que debe ser concordado con el artículo 148 del CP (Instigación al
Pandillaje Pernicioso).
Hemos de negar una Autoría Mediata cuando el hombre de adelante, 7
actúa en el marco de un error de tipo, serian casos límite de poder
aceptar que quien afecte el patrimonio cree equivocadamente que se
trata de su propiedad; de ningún modo, cuando se lesiona a un
ciudadano; el error de prohibición muy difícilmente ha de aceptarse,
importa una presunción casi de iure et de iure que todos conocen que
lesionar a alguien o dañar el patrimonio ajeno se encuentra prohibido
por el ordenamiento jurídico.
La complicidad ha de tomar lugar cuando el individuo proporciona al
autor de un instrumento necesario para que éste pueda acometer un
plan criminal, de un palo para lesionar a un ciudadano o de elementos
de combustión para destruir el patrimonio público; debiendo actuar
con dolo.
Si el sujeto no sabe que está actuando antijurídicamente, en el marco
de una reunión tumultuaria, lo que puede de dudosa aceptación,
habría de responder por los tipos penales de lesiones o de daños,
respectivamente; de ahí que consideramos que pueda concurrir un
concurso delictivo entre el delito de disturbios con lesiones o daños, en
tanto el primero de los mencionados tutela un bien jurídico no
abracado por el resto de delitos invocados.
Sujeto Pasivo: El Estado
Al erigirse en un bien de orden colectivo, será la sociedad en su
conjunto, sin dejar de lado, la identificación de agraviados directos por
las lesiones y/o daños, quienes serían victimas de dichos delitos, por los
disturbios será El Estado, quien asuma los intereses públicos afectados.
1.3 Acción Típica
Se determina del sujeto activo conjugando con cada uno de los verbos
rectores y los medios.
Verbo rector
Se define el verbo rector:
Atentar - Causar
Acciones: 8

 El que en una reunión tumultuaria, atenta contra la


integridad física de las personas.
 El que en una reunión tumultuaria mediante violencia
causa grave daño a la propiedad privada.
 El que en una reunión tumultuaria mediante violencia
causa grave daño a la propiedad pública.

Raúl Peña Cabrera Freyre (2010), nos dice que como primer punto a
saber es que debemos entender por “reunión tumultuaria “; no puede
tratarse de un grupo reducido, de dos o tres personas, agrupadas a
fines de diversa índole, no siempre con motivos delictivos. La
ordenación a la afectación de los bienes jurídicos personales puede
aparecer en pleno desarrollo de la reunión, sin requerirse plena
confluencia de voluntades, donde la turba se convierte en el escudo y, a
su vez, el medio por el cual los vándalos acometen a sus víctimas.
Entonces diremos que “reunión tumultuaria” es aquella donde se
participa una pluralidad de personas, suficiente cantidad para poder
afectar con toda facilidad, la integridad física de varios ciudadanos, así
como el patrimonio público o privado; sin que tenga que acreditarse
que todos los protagonistas de la reunión, dirijan su accionar a la
afectación de los bienes jurídicos personales. No obstante, si estamos
hablando de una alteración a la “Tranquilidad Pública”, ha de
manifestarse actos de violencia perpetrados y atribuirles a varios
agentes, por lo que debió haberse optado por una estructuración
normativa que enfatice la actuación del grupo, conforme la idoneidad
del comportamiento grupal para perturbar el Orden Publico.
Como dice Polaino Navarrete, si la pluralidad de sujetos no se
comporta en este modo de acción conjunta, no se concreta el tipo que
constituye un delito pluripersonal y de acción compartida por la
pluralidad de autores.
Dicho lo anterior, estaremos ante la presencia de varios autores del 9
delito de Disturbios, si es de que de los hechos aparece que cada uno de
ellos ha provocado una afectación a la integridad física de algún
ciudadano o si ha dañado la propiedad pública y/o privada. No
podemos someter la imputación jurídico-penal por este injusto, por el
simple hecho de pertenecer a la agrupación-acostumbrada-, a cometer
este tipo de desmanes, de ser así estaríamos configurando un derecho
penal de autor, ajeno al fundamento material del injusto-el hecho que
lesiona y/o pone en peligro el bien jurídico, cuestión distinta ha de
verse en el caso del delito de Asociación para delinquir.
Concurrirá el fin de atentar contra la paz pública allí donde este quede
necesaria o probablemente dañada a consecuencia de los hechos y, sin
embargo, y pese a conocerlo así, se actúe.
La calidad de tumultuaria significa el congestionamiento de una
pluralidad de personas, cuya numerosidad impide la debida
identificación de los sujetos actuantes, así como su captura y
persecución.
Aspecto en puridad importante es determinar el grado de afectación a
la integridad física como la magnitud del daño a la propiedad pública
y/o privada.
Sabemos por nuestros estudios de la primeras articulaciones de la PE
del CP, que el legislador delimito con precisión normativa la frontera
entre los delitos y la faltas, en base a criterios cuantitativos y
cualitativos, como una forma idónea de racionalización de la violencia
punitiva estatal, reservando la pena privativa de libertad., para
aquellos actos antijurídicos que supongan un mayor grado de
afectación al interés jurídico tutelado, siguiendo los dictados del
principio de mínima intervención.
En el marco de aquellos injustos que atentan contra el cuerpo y la
salud, se ha propuesto un listado de figuras delictivas, conforme la
magnitud de los efectos perjudiciales de la conducta antijurídica, en
cuanto a las lesiones graves y lesiones leves, de modo que si el
comportamiento prohibido causa un daño en la salud que requiera
menos de diez días de asistencia y descanso, será constitutivo de una
falta contra la persona, tal como se desprende del artículo 122 del CP, 10
concordante con el articulo 441 (in fine).
Conforme lo anotado, si la tipicidad objetiva del delito está
condicionada a un “atentado contra la integridad física”, dicha
circunstancia ha de revelar un verdadero estado de afectación a la
estructura fisiológica de la víctima, que para cobijarse a los alcances
normativos del artículo 315, debe revelar una lesión determinativa de
delito y no de falta. Lo dicho no implica que la conducta pueda ser
reputada como un injusto tentado, si es que la agresión no llega a
concretarse en la esfera corporal del ofendido; pero si la entidad de la
lesión no llega al baremo fijado en el artículo 122 del CP, la conducta
no podrá ser penalizada como un acto de Disturbios.
Así también ha de verse en el caso de daños, en tanto la conducta debe
significar una verdadera afectación a la integridad del bien, donde la
magnitud de las consecuencias perjudiciales debe recaer sobre un bien
cuyo valor supere una RMV, si no está así será constitutivo de una falta
contra el patrimonio, en concordancia con lo previsto en el artículo
444 del CP, por ende, no podría ser cobijada bajo el radio de acción de
la figura in examine.
El debate sería en torno la admisibilidad de un conflicto aparente de
normas penales o, en su defecto, de un concurso Delictivo, tomando en
cuenta que la realización típica del delito de Disturbios supone
necesariamente la afectación a la integridad física de personas, así
como daños en la propiedad pública y/o privada.
Si optáramos por la primera opción, de que solo puede aplicarse los
delitos de lesiones o de daños, según un orden especifico de tutela al
bien jurídico, importaría un rendimiento nulo del artículo 315 del CP,
lo que político criminalmente seria insatisfactorio, cayendo en el mar
de un derecho penal simbólico.
En la doctrina se postula que puede acontecer una doble punición por
un mismo hecho, por dos tipificaciones distintas, sin vulneración del
principio del non bis in ídem, siempre y cuando se advierta la
protección de un bien jurídico singular en cada uno de los delitos, de
manera que si en el marco de los artículos 121 y 122 del CP se tutela
específicamente la integridad corporal, fisiológica y psíquica de las 11
personas y en el artículo 205 se tutela la integridad material de los
bienes (su funcionalidad), el articulo 315 recoge un tipo pluriofensivo,
donde si bien también se protegen dichos intereses jurídicos, el acento
del desvalor recae sobre la Tranquilidad Pública.
En tal entendido, nos inclinamos por la fórmula del concurso ideal de
delitos, según el artículo 48 del CP; que no ha de resolverse vía el
principio de Absorción, pues el legislador, luego de la reforma
producida por la ley N. 28726, permite al juzgador incrementar la
pena hasta en una cuarta parte, no pudiendo exceder de los 35 años de
ppl (sistema de acumulación jurídico). La orientación se ajusta a los
cometidos de prevención general- tanto negativa como positiva.
2. Medios
Idóneos para realizar la acción: la violencia, piedras, palos.
3. Tipicidad Subjetiva.
Es Doloso, porque la figura delictiva sub examine solo resulta
reprimible a título de dolo, conciencia y voluntad de realización típica.
Elemento Cognitivo, el agente sabe perfectamente que esta atentado
contra la integridad física de personas inocentes o dañando la
propiedad (pública o privada), en el marco de una reunión; es decir, el
autor dirige dicha conducción de desvalor, aprovechando el enjambre
de vandalismo que se manifiesta con la violencia que perpetra los
miembros de la agrupación.
Elemento Volitivo, el agente tiene el ánimo de voluntad de realizarlo y
que esta atentado contra la integridad física de personas inocentes o
dañando la propiedad (pública o privada).
4. Elementos Valorativos y descriptivos de la Tipicidad. 12
Atentar, llevar a cabo un atentado, proceder de modo ilícito contra alguien
o algo.
Causar: Producir o ser el origen de un efecto o resultado. Ocasionar,
originar.
Violencia, acción y efecto de violentar, de aplicar medios violentos a cosas o
personas. Las repercusiones jurídicas de ese proceder son tanto de orden
civil como penal.
Reunión: Conjunto de personas que se reúnen para hablar de un
determinado tema
Tumultuaria: Que causa o levanta tumultos, que está o se efectúa sin
orden ni concierto, turba, pluralidad de personas, multitud, motín. Desorden
público.
Pluriofensivo: Se denomina delito pluriofensivo, en derecho penal, a aquel
delito que ataca a más de un bien jurídico protegible a la vez. Por ejemplo,
un hurto es un delito que afecta únicamente a la propiedad, mientras que
un robo, al exigir la violencia, puede afectar también a la integridad física
de las víctimas
Idoneidad: calidad de lo idóneo, lo adecuado, y también significa
capacidad, aptitud, calificación, habilidad y competencia. Reunión de las
condiciones necesarias para desempeñar una función
Pluralidad: Multitud, número grande de algunas cosas, Cualidad o
condición de ser más de uno.
Paz Pública: Es un estado, un convenio, un proceso de entendimiento entre
grupos, en tanto, la armonía, la tranquilidad y la no violencia. El momento
anímico interior de quietud y calma que puede estar atravesando los
diversos grupos sociales que componen un país.
Tranquilidad Pública: Quiere decir tranquilidad y confianza social en el
seguro desenvolvimiento pacífico de la vida civil"; Molinario, "Es el Estado
de paz y tranquilidad que resulta del hecho de que los individuos ajusten su
actividad a las normas que nos rigen.
Disturbios: Alteración, turbación de la paz y concordia.
BIBLIOGRAFIA 13

1. PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl; Derecho Penal Parte Especial


IV. Editorial Moreno S.A. Lima, 2010.
2. OSORIO, MANUEL; DICCIONARIO DE CIENCIAS JURIDICAS POLITICAS
Y SOCIALES, 1ra EDICION. Editorial Datascan-Guatemala

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