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E L S IG N IF IC A D O D E L A

T E R R IT O R IA L ID A D *

R o bert D . S a c k

D e f in ic ió n d e t e r r it o r ia l id a d

La territorialidad, entendida simplemente como “control de un área”,


ha servido en tanto que definición inmediata; pero de este modo no es
lo suficientemente precisa ni rica para llevamos más lejos. Partiendo
de nuestros muéstreos de padres e hijos, de dependientes en su lugar de
trabajo o de los miembros de la sociedad cazadora-recolectora, puede
deducirse que la territorialidad comprende el intento de un individuo
o grupo de afectar o influir en las acciones, incluyendo además en ello
a los organismos y elementos no humanos. Este importante efecto más
general es el que debe ser destacado y el que se desarrolla en nuestra
siguiente definición de territorialidad. En este libro, la territorialidad
se entiende como “el intento de un individuo o grupo de afectar, influir
o controlar gente, elementos y sus relaciones, delimitando y ejerciendo
un control sobre un área geográfica. Esta área puede ser denominada

* Este texto es una selección de diferentes apartados del capítulo primero titulado
“The meaning of temtoriality" del libro de Robert David Sack, Human temtonaiíty. Ies
theory and hiszory, Cambridge University Press, Cambridge, 1986. En concreto se repro­
ducen, traducidos al castellano los epígrafes siguientes: “Defining temtoriality”, “The
significan ce of temtoriality”, “Temtoriality and geography”, “TerritorialíTy and history”,
“The social construcüon o f territoriality”. Traducción de Alicia Bergua Grasa.

194
R oben D. Sack 195

“territorio específico”. A ntes de que exploremos el significado de esta


definición son necesarias algunas aclaraciones excluyentes. 1
Es preciso subrayar al respecto una vez más que un lugar puede ser
usado com o territorio específico en una época, y no en otra; esto es, al
hablar de “un territorio” hablamos también de “una cierta especie de
lugar”. También es im portante distinguir entre un territorio específico
com o lugar especial y otros tipos de lugares, pues, muchos lugares or-
diñarlos lo son porque son territorios donde se requiere de un esfuerzo
constante para establecerse y m antenerse en ellos.2 Los territorios es­
pecíficos son resultado de estrategias para afectar, influir y controlar
a la gente, a los elem entos y a sus interrelaciones. Circunscribiendo
las cosas en un espacio o en un mapa, com o cuando el geógrafo deli­
m ita un área para ilustrar dónde se cultiva maíz o dónde se con cen tra
la industria, se identifican lugares, zonas o regiones en un sentido ge­
neral pero no com o territorios específicos creados por la acción del
hom bre. Las delim itaciones generales llegan a convertirse en territo­
rios específicos solam ente cuando sus fronteras se usan para afectar el
com portam iento de sus com ponentes controlando el acceso al mismo.
En ocasiones, una zona o región geográfica de conform ación general,
com o un cinturón de sembradíos de maíz o un área m anufacturera,
puede llegar a ser designada por el gobierno com o una región determ i­
nada para poder recibir asistencia financiera o para ser administrada
por una rama del gobierno en especial. Es este el caso en que los lím i­
tes de la región están afectando el acceso del Estado a los recursos y

1 Las definiciones de territorialidad son importantes pero no hay una definición


tan exacta como ésta, la mayoría establecen simplemente que la territorialidad es la de­
fensa de un área. Hay una o dos que se aproximan a la nuestra. Véase, por ejemplo, Ryda
Dyson-Hudson y E. Alden Smith, “Human temrorialíry; an ecological reassessment”,
American AmhropohgisL núm, SO, 1975, pp. 21-41; Edward Soja, The political organiza-
tb n o f space, Assodatíon o f American Geographers, Comission on College Geography,
Washington, 1971. Para revisar algunos de los muchos significados de la territorialidad
humana véase Torsten Malmberg, Hurrum cerrimrialicy: Survey ofbehavioral terrúories in
man with prelimmary analysís and discussion o f meaning Mouton, La Haya, 1980; Mark
Wilj anen, “A critical exatnínation of a concept of human territoriality with a case study
in the hístory o f american school design”, tesis de maestría, Universiry of Wisconsin,
Department of Geography, Madison, 1983.
2 Glosas de espacios com unes con muchas connotaciones geográficas especiales de
lugar, región o área. El estudio clásico sobre connotaciones geográficas de lugar o región
es el de Richard Hartshome, Tfie nat'-e o f geography: a critical swrvey o f current thougíit
in the light o f the past, reimp. con coleccion es, Association o f American Geographers,
Lancaster, 1939,1961. Contiene definiciones más recientes,.Ron Johnston (comp.), The
dictionary o f human geography, Basil Blackwell, Oxford, 1981.
196 E l significado de la territorialidad

al poder. Los lím ites determ inan el com portam iento del lugar por ello
éste se convierte en un territorio específico. Por la misma razón, lo que
los geógrafos llam an zonas nodales, áreas de m ercado o puntos ce n tra ­
les de regiones alejadas de los centros urbanos no son precisam ente
territorios específicos. Su descripción puede indicar sim plem ente la
medida de la actividad en dichos espacios. Llegan a convertirse en
territorios específicos si sus lím ites son usados por alguna autoridad
para moldear, influir o controlar las actividades que se realizan en ellos.
A sí, una cadena de superm ercados puede usar la delim itación de áreas
com erciales -lo s límites geográficos con creto s que abarca la acción
del superm ercado— para m arcar la jurisdicción de cada gerente (por
ejem plo, su obligación de h acer publicidad) .3 U na persona o un grupo
puede, por supuesto, controlar más de un territorio específico y, en las
sociedades modernas m uchos tipos de lugares ordinarios pueden llegar
a constituirse en territorios, en un sentido específico.
U n territorio para ser específico no necesita ser un área acotada,
si ello significa que la propia área sea el objeto que ha de acotarse y que
los que realicen la acotación deban establecerse dentro del territorio
acotado. Un territorio específico puede ser usado tanto para co n ten er
o restringir com o para excluir X actividad; y los individuos que e je r­
zan tal con tro l no precisan estar en él n i siquiera cerca. U na cerca o
muro puede efectu ar ese con trol al igual que una señal de reten ción .
La definición de territorialidad específica señala que el con tro l se es­
tablece sobre un área con el fin de con tro lar el acceso a los recursos
y a su interrelación. La territorialidad específica es una estrategia que
establece diferentes vías de acceso para disponer de la gente, de los
recursos y de su interrelación. Es una alternativa de acción siempre
no territorial y que no requiere de acciones de con trol territorial com o
respaldo en ningún caso. Por ejem plo, si los indios chipewa deciden
cercar sus huertas, sus cercas requieren de trabajo físico directo para
su m antenim iento; y si éstas no deben ser derribadas, los niños y los
caballos deben ser vigilados y contenidos por métodos indirectos. (Por
ejem plo, si los niños en los hogares m odernos con tin úan en trand o en
la co cin a cuand o los padres les han dicho que no lo hagan, los padres

3 Nótese que Von Thünen no considera territorios específicos a las zonas y áreas
centrales de los lugares interiores no urbanizados, excepto las consideradas por Christa-
ller áreas administrativas. Véase Walter Christaller; Central places in Southern Germany,
trad. Carlisle Baskin, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1966; Brian Berry, Geography o f
market centers and retail distribution, Prentice-Hall, Englewood Cliffs, 1967.
Roben D. Sack 197

tendrán que recurrir a una forma no territorial de prohibición.) Tanto


las fronteras de un territorio específico como los medios para traspa­
sarlas son alterables. La extensión de estos territorios cambia al igual
que la de las naciones. Una cerca puede ser sustituida por una zanja.
Un niño puede identificar un cordón en una habitación con una ba­
rrera o es más, considerar la puerta del cuarto cerrada. La mayoría de
los territorios específicos tienden a permanecer iguales en el espacio
geográfico pero algunos pueden cambiar. A veces el ámbito personal
o social inherente a una persona se traslada con ella cuando ésta se
mantiene distante del lugar. Las estipulaciones para barcos de guerra
no afecta demasiado a los navios extranjeros en alta mar; éste es un
ejemplo de territorio en movimiento.
Los territorios específicos pueden existir con diferentes gradacio­
nes. Una celda en una prisión de máxima seguridad es más específi­
camente territorial que una celda común y ésta más que un cuarto en
un lugar de detención de medio camino. Un salón de clases cerrado,
con los escritorios sujetos al piso y los niños sentados todo el día junto
a los escritorios, es más territorial que un salón de clases abierto, sin
lugar fijo para cada niño y donde éstos cambian de actividades.
Los grados de territorialidad son más difíciles de establecer res­
pecto a datos provenientes de diferentes instituciones y asociaciones.
¿Es territorialmente más específica la actividad del trabajador de una
línea de ensamblaje automovilístico que la de la secretaria de un con­
sorcio? Criterios más finos para medir la especificidad territorial serán
establecidos posteriormente. Por ahora hay que tener en cuenta que
sólo se pueden hacer al respecto estimaciones grosso modo, dadas las
dificultades que surgen al comparar diversos contextos.
La territorialidad específica puede ser establecida de distintas ma­
neras. Éstas incluyen formas de actuar (cuánto debes permanecer sen­
tado, a dónde se te permite o no ir; etc.), derechos legales sobre la tie­
rra, fuerza bruta o mental, normas culturales y prohibiciones sobre el
uso de áreas, formas sutiles de comunicación tales como posturas cor­
porales. Hay que recalcar una vez más que si la definición no es clara
y comprensible, tampoco es claro el ejercicio de tal territorialidad. La
definición de ésta puede ser bastante clara para señalar que algo la
cumple o no; pero incluso una definición clara tiene imperfecciones en
la práctica; por ejemplo, si entro en una biblioteca y coloco mis libros
sobre una mesa vacía, ¿estoy simplemente liberándome de una carga o
tomando posesión de una parte de la mesa?, y por último, ¿estoy afir-
198 El significado de la territorialidad

mando mi control sobre un objeto, la mesa, o sobre el territorio que


tal objeto circunscribe? Sin exceptuar que existan casos de frontera
que no planteen disyuntiva. Puede haber excepciones dentro de una
definición o partes no claras y seguir ésta siendo útil, especialmente,
porque hay ejemplos nítidos de entrecruzamientos innumerables com­
prendidos en su campo.
Al considerar a la territorialidad como una estrategia diferencial
de pasos laterales de acceso a los resultados infructuosos del transcu­
rrir humano, la territorialidad es considerada, en cierto sentido, como
biológicamente enraizada, puesto que al convertirla en una estrate­
gia se la sitúa completamente dentro del contexto de las motivacio­
nes y objetivos humanos.4 Nuestra definición de territorialidad rompe
en verdad las perspectivas y niveles de análisis establecidos. Encierra
tanto las perspectivas de los controlados como de los que ejercen el
control, sean individuos o grupos. Opera sobre actividades físicas, so­
ciales y psicológicas. Estos entrecruzamientos con otros campos no
son nuevos en cuanto a la geografía y corren paralelos con la gama de
interconexiones que se han desarrollado en el resto de los campos.5

El s ig n if ic a d o d e l a t e r r it o r ia l id a d
ESPECÍFICA

La definición formal de la territorialidad específica no solamente nos


habla de lo que esta territorialidad es sino de cómo opera. Esto último
surge de las tres conexiones interdependientes que se hallan conte­
nidas en su definición. Las tres revelan la lógica y el significado de
los efectos de la territorialidad. En primer lugar, por definición, la te-

4 Para conocer un debate sobre el asunto, véase Robert Ardrey, The territorial
imperative, Atbeneum, Nueva York, 1966; M. F. Montagu (comp.), Man and agression,
Oxford University Press, 1968; Torsten Malmberg, op. cit., núm. 7; J. Edney, “Human
territoriality”, Psychological Bulletin, núm. 81, 1974, pp. 959-975; C. Fischer, (Themyth
o f territoriality) en Van den Berge, “Bringing the beasts back in”, American Sociological
Review, núm. 40, 1975, pp. 674-676. Nuestro análisis demostrará que muchos de los
efectos y ventajas de la territorialidad sólo son aplicables a los humanos.
5 Según R. Taylor, “Human territoriality: a review and a model for future T e -
search”, C ornell Journal o f Social Relations, vol. XIII, núm. 2, 1978, pp. 125-151, la terri­
torialidad no tiene el significado de un objeto autónomo concreto, sino que más bien
se entiende en términos de una función que varía según ios niveles y formas de organi­
zación social.
Roben D. Sack 199

rritorialidád comprende una forma de clasificación por área. Cuando


alguien dice que alguno o hasta varios objetos de una habitación son
suyos o están fuera de tu alcance, o que tú no puedes tocar nada fuera
de ese cuarto, esa persona está usando un área clasificando las cosas
que contiene como suyas o como ajenas a d. No necesita definir o
enum erar la clase de cosas que son suyas o que no son tuyas. Cuando
se usa la territorialidad, un padre no necesita decir al niño cuáles obje­
tos no debe tocar; éstos, sencillam ente, figuran com o prohibidos en la
habitación. D e acuerdo con Piaget, hay solam ente dos formas genera­
les de clasificación,6 una es según la forma y la otra según el lugar. La
territorialidad específica realm ente podría utilizar ambas pero siempre
usa la última.
En segundo lugar, por definición, la territorialidad específica debe
contener una forma de com unicación. Ésta puede comprender una
marca o signo de los que com únm ente señalan un límite a través de un
gesto com o el ya señalado. U na frontera territorial puede ser la única
forma simbólica que com bine una prescripción en cuanto a dirección
y espacio y otro sobre posesión o exclusión.
En tercero, cada prescripción sobre territorialidad puede com ­
prender una tendencia a reforzar el control del acceso excesivo a un
área y a los elem entos que contenga, o a los elementos fuera de ella
concretando el acceso a los de dentro. Más generalmente, cada pres­
cripción puede comprender una tendencia a modificar las interaccio­
nes: por ejemplo, que las transgresiones de territorialidad fueran cas­
tigadas, lo que comprendería otras activad ades territoriales y no terri­
toriales.
La lógica de la territorialidad específica descansa en el hecho de
que las ventajas de su uso deben estar ligadas con una o más de di­
chas ínter relaciones. Y puesto que las tres son facetas esenciales de
la territorialidad, deben estar en la base de su significado. Es simple
demostrar cómo cada una puede ser una razón para el uso de la te­
rritorialidad. Considérese la primera característica: que la territoria­
lidad comprende una forma de definición o clasificación por área. La
definición por área puede ser extrem adam ente útil cuando queremos
acceder a un área sin m etem os a clasificar gente, cosas o interrela­
ciones o cuando no queremos divulgar su contenido; por ejemplo, un
equipo de béisbol que practica jugadas nuevas antes del gran encu en­

6 Jean Piaget y Barbel Inhelder, The child’s concepción o f ipace, Roudedge y Kegan
Paul, Londres, 1956.
200 E l significado de la territorialidad

tro, puede no desear que sus oponentes las conozcan. Para guardar
el secreto, el entrenador puede usar la territorialidad específica para
excluir a los observadores del campo y del graderío.
Considérese la segunda característica, comunicarse haciendo uso
de un límite. Un límite puede ser una división para expresar posesión
más que para hacer una definición de especie. Si los niños que están en
la cocina son muy jóvenes, pueden tener dificultades para comprender
qué objetos de ella les está permitido o no tocar. La territorialidad es-
pecífica puede ser el único medio de combinar los deseos de los padres
con los de los hijos. Este es en especial el caso ejemplar, más cuando,
bajo diferentes circunstancias, los niños están autorizados para m ane­
jar objetos similares como es la vajilla. En lugar de plantear a los niños
una regla complicada sobre cuándo es o no permisible manejar platos,
es más simple y más directo decirles que no deben cruzar una barrera
o entrar o no a una habitación.
Considérese la tercera característica, la de reforzar el acceso en
el contexto de la cacería en la comunidad chippewa. Para estar segu­
ros de que los niños no van a vagar por el terreno de caza, es más fá­
cil cercar un lugar para los niños que seguirlos en su vagabundeo.
Circunstancias similares se dan en nuestra sociedad: es más fácil su­
pervisar convictos colocándolos entre rejas que permitirles desplazarse
con guardias siguiéndolos. El control territorial puede ahorrar esfuer­
zos.
Estas tres facetas de la territorialidad específica pueden hallarse
en todas las sociedades pero ellas, a su vez, pueden generar efectos po­
tenciales que pueden ser igualmente importantes pero que sólo se pre­
sentan en contextos históricos especiales. Cómo se producen y cuáles
son sus efectos es una cuestión de técnica. [...] Con fines ilustrati­
vos se puede señalar que en la clasificación, por lo menos en parte,
por área y mejor por especie o tipo, la territorialidad específica puede
contribuir a que las interrelaciones sean impersonales y a moldear las
actividades futuras en forma jerárquica. [...] La definición primaria
de membrecía de una estado o ciudad norteamericana es la de estar
domiciliado en el territorio correspondiente. Esta definición permite
integrar a los extranjeros como miembros de la comunidad. Es más, a
diferencia de lo que ocurre en la comunidad chippewa, el territorio de
la ciudad actúa como un contenedor y como un moldeador de otros
acontecim ientos. La influencia y la autoridad de la ciudad que se ex ­
tiende en todas direcciones alcanza legalmente sus límites políticos.
Roben D. Sack 201

El territorio correspondiente a la ciudad se convierte así en un objeto


con otros atributos, como cuando ambos pasan a ser una unidad para
recibir ayuda federal
Fomentar las relaciones impersonales y moldear geográfica y je '
Túrquicamente las actividades no son sino dos de las muchas conse­
cuencias evidentes de las tres facetas de la territorialidad específica
derivadas de su definición [...] Sus efectos son potenciales porque no
se precisa utilizar todas todo el tiempo en este sistema; algunas operan
solamente en determinadas circunstancias históricas. Una definición
clara y ampliamente adecuada y dirigida a las implicaciones de la te*
rritorialidad específica humana, es lo que ha faltado en los trabajos
previos sobre territorialidad. [...]

T e r r it o r ia l id a d e s p e c íf ic a
Y GEOGRAFÍA

En cualquier trabajo sobre territorialidad ha sido a menudo descuidado


el aspecto del comportamiento espacial de las zonas no territoriales.
Geográficamente, tanto las actividades naturales como las humanas
o culturales son llamadas “espaciales” para señalar que ocurren en un
espacio determinado y que adquieren por lo mismo características pro­
pias de lugar, forma y tendencia. El análisis espacial es la rama de la
geografía que se ocupa de la interrelación entre ia actividad que se
opera en un espacio determinado y sus propiedades espaciales. En la
geografía humana, esto incluye no solamente las características de lu­
gar, forma y tendencia sino cómo éstas son concebidas y descritas desde
diferentes perspectivas sociales e intelectuales. (Patrones idénticos te­
rritoriales pueden ser descritos y evaluados económicamente, estéti­
cam ente, simbólicamente, etc.) Lo concerniente a lo geográfico en
lo referente a sus múltiples usos y a las concepciones del espacio re­
lacionándolo con la geografía histórica de diferentes pueblos, se pre­
senta como el complejo marco en que los individuos y grupos están
situados, en el que interactúan y se manifiestan. Estas interconexio­
nes entre espacio y comportamiento descansan en la territorialidad
específica cuyo estudio ha sido relegado o descuidado del todo en los
análisis territoriales.7

7 Repasos de estas teorías de análisis espacial y aproximaciones se hallan en Dou-


202 E l significado de la territorialidad

Los negocios, haciendas y ciudades estudiados por los geógrafos


no son solamente elementos de un espacio con múltiples significados,
sino que se dan y permanecen en un lugar donde existan leyes y regla­
mentos que les permitan realizar cosas y no en otros donde no existan
éstos. Hasta el trasiego de gentes, productos e ideas requieren de una
sociedad que establezca vías y modos de traslado y que desaliente otras
actividades. Las calles de las ciudades modernas están diseñadas para
que circulen bicicletas, coches, camiones y autobuses y no para peato­
nes. Las carreteras, principalmente para vehículos de carga, más que
para vehículos livianos. En su mayoría, la gente y sus actividades no
tienen una ubicación en áreas fuera de control territorial específico.
El reto es demostrar el porqué y el cómo de ello. Desafortuna­
damente los análisis espaciales no han explorado sistemáticamente la
territorialidad específica para poder afirmar si existe una lógica a apli­
car al control territorial igual a la que ha existido en la investigación
del tema de si existe una lógica dentro de la organización espacial no
territorial y en sus interacciones. En lugar de eso, se han concentrado
en los elementos que la territorialidad -com o nexo geográfico- ha con ­
tribuido a formar y sostener teniéndola como trasfondo.
Los analistas de territorios saben muy bien que las actividades se
disputan el espacio. En este sentido, el énfasis de sus investigaciones
ha estado en el proceso de selección de un sitio a diferencia de otro
y en el papel jugado por la distancia y la accesibilidad geográfica en
la comunicación de los lugares. El énfasis en la distancia ha condu­
cido a una lógica geográfica basada en las propiedades de medición
del espacio. Pero los analistas territoriales no han considerado seria­
mente la posibilidad de que la lógica geográfica pueda ampliarse por
medio de una lógica aún más compleja inherente al uso territorial del
espacio.8 La lógica de las actividades que se desarrollan en un territorio

glas Amedeo y Reginald Golledge, An introduction te scientific reoíoning in geography,


John Wüey, Nueva York, 1975, especialmente en los capítulos 7 y S; Peter Haggett,
Andrew Cliffy Alien ftey, L xaiioiu d analysis m human geography, Edward Amold, Lon­
dres, 2a. ed., 1977; Richard Morril, The spatial orgamyuum o f society, Duxbury Press,
North Scituate, 1974.
8 La lógica espacial asociada con la distancia ha sido denominada “hipótesis de
distancia deteriorada”. Está expuesta en forma menos ortodoxa en William Bunge,
Theoretical Geography, C W. K. Gleerup, Lund, 1966. (Studies in Geography, Series
C, General and Mathematical Geography, 1). Dentro de las muchas discusiones so­
bre el uso de la distancia como una variable en el análisis del comportamiento humano
están los trabajos de Gunnar Olsson, Birds in egg, Department of Geography, University
Roben D. Sack 203

específico es más compleja que la lógica de la distancia porque Ja te-


rritorialidad específica está entretejida con las relaciones sociales. La
territorialidad específica siempre tiene raíces sociales, presenta actos
voluntarios que implican múltiples niveles de razonamiento-y de sig­
nificado. También puede contener implicaciones normativas. Alinear
lugares y reforzar sus grados de acceso significa que individuos y gru­
pos han cambiado de actividades y gente de lugar y han incluido otras,
esto es, han establecido grados de acceso diferente a las cosas.
La territorialidad específica es, pues, el telón de fopdo de las re ­
laciones geográficas humanas y de su concepción del espacio. Dicha
territorialidad señala el hecho de que la relación espacial humana no
es neutra; la gente no interactúa y se desplaza en un espacio como,
bola de billar, puesto que en la interacción humana, el movimiento y;
el contacto son formas de transmitir energía e información con el fifi-
de afectar, influir y controlar las ideas y las acciones de otros y su a c ­
ceso a los recursos. Las relaciones espaciales humanas son el resultado
de influencia y poder. La territorialidad es la forma espacial primaria
del poder. ,

T e r r it o r ia l id a d e h is t o r ia

Las diferentes sociedades usan diferentes formas de poder, puesto que


.tienen diferentes organizaciones geográficas y concepciones de espa­
cio y lugar. El paisaje geográfico y sus significados cambian al par que
las sociedades lo hacen, y la geografía histórica está relacionada con
todas estas interconexiones. La geografía histórica señala la diferencia
social e histórica del contexto de la organización espacial y de su signi­
ficado, Y la territorialidad específica señala el hecho de que la organi­
zación geográfica y su significado, en tanto que dependen de muchos
factores, también presuponen el mantenimiento de muchos grados de
acceso a la gente, a los elementos y a las actividades. La organización
territorial y el sentido del espacio tienen su historia al igual que el uso
territorial específico del espacio, y estas tres historias están en verdad
estrechamente relacionadas.
Como se demostrará, la lógica de la territorialidad específica

o f Michigan, Ann Arbor, 1975, especialmente su análisis de la interferencia geográfica


en el problema, p. 465; Robert Sack, op. ciu, núm. 6.
204 E l sign ifica d o d e la territo ria lid a d

o fre ce varias v e n ta ja s co m o au xiliar de a fe cta c ió n , in flu en cia y c o n ­


tro l; éstas co n stitu y en las principales razones o co n clu sio n es para el
uso de d ich a territorialid ad . Ellas e x p lica n có m o y por qué se usa la t e ­
rritorialidad esp ecífica y son la base de su valor. S i se usan o n o v e n ta ­
ja s esp eciales e n un caso p articu lar d epen d e de a qu ién se está c o n tr o ­
land o y c o n qu é propósito. D e todos m odos, pueden esperarse algunas
v e n ta ja s de recu rrir a ella p rá ctica m e n te en cu a lq u ier circu n sta n c ia y
m o m en to . H allam os q u e los padres m odernos usan la territorialidad
esp ecífica en la c o c in a porque les e v ita ex p lica r a sus h ijo s lo q u e no
d eben m anejar. Podem os im aginar tam b ién a un padre de la e tn ía de
los ch ip ew a usándola por el m ism o m otivo.
La in d efin ició n de lo que se halla b a jo n u estro c o n tro l es en la
p rá c tica una v e n ta ja universal en c u a n to a territorialidad , pues puede
esp erarse así q u e n o s a fe cte n o tro s e fe cto s im p o rtan tes qu e pueden
a p a re ce r e n la m ayoría de las socied ad es y au n otros que p u ed en ap a­
re c e r e n unas pocas. Por ejem p lo , la territorialid ad es, a m enudo, en
el m u nd o m oderno, un m ed io esen cia l para d efinir las rela cio n e s so ­
ciales. D e acu erd o co n nu estros señ a la m ien to s, la g e n te qu e reside en
una ciudad n o rtea m e rica n a está ad scrita a los servicios de esa ciud ad:
la u b ic a c ió n d en tro de un territorio d eterm in a la p e rte n e n c ia a un
grupo. E ste uso del territo rio , por el que se define la p e rte n e n cia a una
com u n id ad , se da en m en or grado en las civ ilizacion es p rem od em as,
pero su ced e raram en te si n o es que n u n ca , en las socied ad es prim itivas
d o n d e las relacio n es sociales están tan clara y fu ertem en te e s ta b le c i­
das. Los prim itivos usan la territorialidad para d elim itar y d efen d er la
tierra q u e ocu p an pero raram en te para defin irse ello s m ism os. O tro s
e fe c to s de la territorialidad su ced en p rin cip a lm e n te e n las socied ad es
m od ernas y aun otros pueden te n e r lugar en el m ism o rango de im p or­
ta n cia ta n to en las civilizacion es m od ernas c o m o en las p rem o d em as.
C o m o v erem o s, los usos de la territorialidad han sido acu m u lativos.
Las so cied ad es prim itivas p recisan p oco de ella. La em p lean las s o ­
cied ad es p rem o d em as y o tras un poco, m ien tras q u e las socied ad es
m od ernas h an h e ch o v irtu alm en te uso d e todos sus posibles e fecto s.
H em os m en cio n ad o unos pocos de los posibles e fe c to s territo ria ­
les: la facilidad c o n qu e la territorialidad esp ecífica p u ed e clasificar,
c o m u n ica r y reforzar el c o n tro l; la facilidad c o n q u e puede d efin ir im ­
personal y je rá rq u ica m e n te las relacio n es sociales. Lo q u e d eb e ser
p u esto a co n sid eració n ah ora es la gam a de sus posibles e fe c to s te ó ri­
co s y de sus in terrela cio n e s. Estos resultad os son agregados a la teo ría
de la territorialid ad .

h ttp :/ /s lid e p d f.c o m /re a d e r/fu ll/s a c k -e l-s ig n ific a d o -d e -la -te rrito ria lid a d p d f 9/9

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