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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE NICARAGUA

UNAN -LEON
FACULTAD CIENCIAS MEDICAS
CARRERA HIGIENE DEL MEDIO

COMPONENTE. SOCIOLOGIA
DOCENTE. LILLIAM CRUZ
INTEGRANTE JOSE ANICETO LOPEZ VIALES

LEON, NICARGUA 5 DE MAYO 2020

,, A LA LIBERTAD POR LA UNIVERSIDAD ,,


UN IMFORME DE SOCIOLOGIA

PRECURSORES PUNDADORES
Juan Bautista Vico
Juan Bautista Vico (1668-1744)

Vico fue un filósofo, historiador y jurista italiano. Considerando la historia como un


proceso, sujeto a leyes, del desarrollo de la sociedad humana, refutaba la idea imperante en
su tiempo acerca de la ciencia histórica como una simple descripción de reinados, batallas y
vidas de héroes. En el terreno filosófico no fue consecuente. Experimentando la influencia
de la filosofía materialista, reconocía al mismo tiempo la existencia de un dios que
comunica sus leyes a la historia. Pero a eso solamente, según él, se limita el papel de dios.
Más adelante, dios no tiene injerencia en el curso de la historia y la humanidad se
desenvuelve en virtud de las causas internas que la naturaleza humana lleva implícitas. La
vida de la sociedad reproduce, a juicio de Vico, la vida del hombre individual. Vico
establece para cada nación tres fases de desarrollo: la fase divina (la infancia de la
humanidad), cuando no hay Estado y los hombres acaban de salir del salvajismo primitivo;
la fase heroica (la juventud de la humanidad), cuando nacen los Estados; las repúblicas
aristocráticas de Grecia y Roma, el feudalismo temprano de la Europa Occidental; y la
fase humana (la madurez de la humanidad); el imperio de la democracia, de la igualdad
civil y política y del florecimiento de las ciencias. La “madurez” pasa a la “vejez”,
comienza la degradación, la vuelta al estado primitivo, a la “segunda barbarie”, y el ciclo de
desarrollo comienza de nuevo. A pesar de su inconsecuencia, esta teoría del movimiento
circular era una tentativa de fundamentar el proceso histórico como un proceso sujeto a
leyes. Los “filósofos” burgueses reaccionarios tratan de resucitar en nuestros tiempos esta
teoría, desde hace mucho caduca, del movimiento circular (la vuelta inevitable hacia el
salvajismo primitivo). Vico emitió toda una serie de ideas que posteriormente se
transformaron en patrimonio de la ciencia. Marx escribe que en Vico “tenemos una
interpretación filosófica del espíritu del derecho romano en oposición a la interpretación
que le dan los filisteos del derecho”. (Vico hace notar la influencia de la lucha de los grupos
sociales sobre la elaboración de las leyes). Vico fue el primero que enunció la idea de que
Homero, como persona, no había existido y que sus canciones son el reflejo de la
conciencia popular. Trata de abordar científicamente el problema relativo al origen de las
religiones y de los mitos (el miedo es la primera fuente del sentimiento religioso). Marx
dice que en Vico están ya en germen “...los fundamentos (aunque fantásticos) de la filosofía
comparada, y en general no pocos atisbos de genialidad”. Las ideas fundamentales de Vico
están expuestas en el libro “Principios de una ciencia nueva acerca de la naturaleza común
de la razón”, 1725, traducido por primera vez completamente al ruso en 1940.
Diccionario filosófico marxista · 1946:314-315

Giambattista Vico (1668-1744)

Sociólogo burgués italiano que se esforzó en explicar la historia de la sociedad humana


desde un punto de vista determinista. Rechazaba la opinión, corriente en la época, de que la
ciencia histórica no era más que una simple descripción de reinos, de batallas y de proezas.
Bajo la influencia de la filosofía materialista, afirmaba que el “orden de las ideas debe
seguir al orden de las cosas”, pero reconocía, al mismo tiempo, la existencia de Dios. Según
Vico, Dios se contenta con trazar sus leyes a la historia, después de lo cual, no interviene
más en su marcha, de modo que la humanidad evoluciona en virtud de causas internas,
inherentes a la naturaleza humana. La vida social reproduce los períodos de la vida
individual: infancia, adolescencia, madurez. Vico establece para cada pueblo tres fases:
la edad divina (infancia de la humanidad) cuando el Estado no existe todavía y los hombres
no hacen más que salir del estado primitivo; la edad heroica (adolescencia de la
humanidad) en que se constituye el Estado (época de las repúblicas aristocráticas de Grecia
y de Roma, principio del feudalismo occidental); y la edad humana (madurez de la
humanidad) que es el reino de la democracia, de la igualdad cívica y política, del
florecimiento de las ciencias. Luego la “madurez” se transforma en “vejez” y se opera la
degradación, el retorno al estado primitivo, y se repite el ciclo. Esta teoría del retorno
cíclico, que quiere explicar el determinismo de la historia, muestra que la sociología
premarxista es incapaz de construir una teoría científica del desarrollo social. En nuestros
días, los filósofos reaccionarios recurren vanamente a diferentes teorías del retorno cíclico
de la historia para tratar de justificar el régimen burgués.
Ciertas ideas de Vico han conservado una validez científica, por ejemplo, la de la
influencia de la lucha entre grupos sociales para el establecimiento de normas jurídicas. En
su carta a Lassalle del 28 de abril de 1862, Marx escribía que “la manera particular de Vico
de comprender el espíritu del derecho romano es contraria a la de los filisteos del derecho”.
Vico fue el primero en poner en tela de juicio la existencia de Homero y en considerar los
cantos homéricos como una obra popular. En sus estudios sobre el origen de la religión y de
los mitos, muestra que el miedo es la fuente del sentimiento religioso. Marx dice que sus
investigaciones filológicas contienen en germen (aunque bajo una forma fantástica) los
principios de la lingüística comparada y otros chispazos de genio. Las ideas de Vico se
hallan expuestas en su libro Principios de una ciencia nueva relativa a la naturaleza
común de las naciones (1725).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:522

Giambattista Vico (1668-1744)

Filósofo italiano de la burguesía, sociólogo, profesor de la Universidad de Nápoles. Vico


es el creador de la teoría del ciclo histórico (Teoría del ciclo histórico). Admitía la
existencia del principio divino del cual, a su entender, derivan las leyes de la historia, pero
al mismo tiempo indicaba que la sociedad se desarrolla en virtud de causas internas, sujetas
a ley. Cada pueblo, según la doctrina de Vico, pasa en su evolución por tres edades (divina,
heroica y humana), análogas a las de la vida del hombre: infancia, juventud y madurez. El
Estado surge tan sólo en la época heroica y representa el dominio de la aristocracia. En la
época humana adviene, en su sustitución, el Estado democrático, en el que triunfan la
libertad y la “justicia natural”. Así se llega a la cima del desarrollo de la humanidad, a su
madurez, a la que sigue la decadencia. La sociedad vuelve a su estado inicial. De nuevo el
movimiento se produce en línea ascendente y comienza un nuevo ciclo. Vico hacía
extensivos los principios del desarrollo histórico al lenguaje, al derecho y al arte. Obra
fundamental: Principios de una ciencia nueva en torno a la naturaleza común de las
naciones (1725).
Diccionario filosófico · 1965:481

Giambattista Vico (1668-1744)


Filósofo y sociólogo italiano, autor de la teoría del ciclo histórico. Obras
fundamentales: Principios de una ciencia nueva en torno a la naturaleza común de las
naciones. 125.
Diccionario marxista de filosofía · 1971:343

Giambattista Vico (1668-1744)

Filósofo burgués italiano, sociólogo, fundador de la teoría cíclica del desarrollo


histórico. Admitiendo la existencia del principio divino, supuesto autor de las leyes de la
historia, Vico señalaba, al mismo tiempo, que la sociedad se desarrolla en virtud de causas
internas, lógicas. Según Vico, cada pueblo atraviesa en su desarrollo tres épocas (edades) –
divina, heroica y humana–, que son análogas a los períodos de la vida del hombre: infancia,
juventud y madurez. El Estado surge tan sólo en la época heroica y representa la
dominación de la aristocracia. En la época humana es sustituido por el Estado democrático,
en el que reinan la libertad y la “justicia natural”: es la cumbre del desarrollo de la
humanidad, su madurez, después de la cual empieza el descenso. La sociedad retorna a su
estado inicial. Luego vuelve a empezar el movimiento en línea ascendente, un nuevo ciclo.
Vico extendía sus principios del desarrollo histórico también al idioma, el Derecho y el
arte. Obra fundamental: Principios de una ciencia nueva sobre la naturaleza común de las
naciones (1725).
Diccionario de filosofía · 1984:443

Anne Robert Jacques Turgot


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Anne Robert Jacques Turgot, barón de Laune

Información personal
Nombre en
Anne Robert Jacques Turgot 
francés

Nacimiento 10 de mayo de 1727 
París (Reino de Francia) 

Fallecimie 18 de marzo de 1781   (53 años)


nto París (Reino de Francia) 

Nacionalid
Francesa
ad

Familia

Padre Michel-Étienne Turgot 

Educación

Educado  Universidad medieval de París


en  Liceo Louis-le-Grand 

Información profesional

Ocupación Economista, político, traductor, enciclopedista, escritor 
y filósofo 

Área Economía 

Cargos  Intendant de la généralité de Limoges (fr)


ocupados  Secrétaire d'État de la Marine (fr) (1774)
 Controlador General de las Finanzas (1774-
1776) 

Miembro
Academia de Inscripciones y Lenguas Antiguas 
de

Distincione  Concours général


s  Hommes illustres 
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Anne Robert Jacques Turgot, barón de


más conocido como Turgot, (París 10 de mayo de 1727 – 18 de marzo de 1781)
fue un político y economista francés, cofundador de la escuela de pensamiento
económico conocida como fisiocracia.

Los años de formación[editar]


Nacido en familia con experiencia política notable, abandonó la carrera
eclesiástica poco antes de su ordenación. Tuvo amistad con Nicolas de
Condorcet, Pierre Samuel du Pont de Nemours, Gournay y otros intelectuales
cercanos a la escuela fisiócrata de pensamiento económico. Tras finalizar sus
estudios de derecho, inició una exitosa carrera en la Administración que, en 1761,
le permitió acceder al cargo de intendente de la región de Limoges, donde exhibió
unas extraordinarias dotes administrativas; impulsó un catastro de la zona y
eliminó instrumentos impositivos desfasados, como la corvée. 1
Es el menor de los hijos de Michel-Étienne Turgot, preboste de los comerciantes
de París, y de Madeleine Françoise Martineau de Brétignolles, perteneciente a una
familia normanda de rancio abolengo. Se le educa en la Iglesia, y en la Sorbona,
en la que empezó a estudiar en 1749. Su nombre en esa época es el de abad de
Brucourt. Es autor de dos notables disertaciones latinas, Sobre los beneficios que
la religión cristiana ha aportado al género humano, y sobre La historia del
progreso en por la poesía y trata de introducir en la poética francesa las reglas de
la prosodia latina. Su traducción del libro cuarto de la Eneida es acogida
por Voltaire como la única traducción en prosa por la que mereciera la pena
interesarse.
En 1750, toma la decisión de no entrar en las órdenes, lo que justifica, como había
hecho Dupont de Nemours, alegando que no es capaz de llevar una máscara toda
su vida. En 1752, consigue ser sustituto, y más adelante consejero en
el Parlamento de París, y, en 1753, maître des requêtes. En 1754, forma parte de
la cámara real que se forma en un exilio del Parlamento. En 1755 y 1756,
acompaña a Gournay, por entonces intendente de comercio, en sus giras de
inspección por las provincias, y en 1760, durante un viaje por el este de Francia y
por Suiza, visita a Voltaire, con el que traba amistad. En París, acude a los
salones, en especial a los de Françoise de Graffigny, al parecer interesado en
casarse con su sobrina, Mademoiselle de Ligniville ("Minette"), que luego pasó a
ser Madame Helvétius y con la que mantuvo amistad toda su vida, Madame
Geoffrin, Madame du Deffand, Julie de Lespinasse y la duquesa de Envilie. En esa
época conocerá a los teóricos fisiócratas, Quesnay y Gournay, y con ellos Dupont
de Nemours, el abad Morellet y otros economistas.
, Escribió varias obras de teoría económica como Reflexiones sobre la formación y
distribución de la riqueza (1766) o Sobre la libertad en el comercio de grano
(1770). En 1774, Luis XVI le designó auditor general, y durante los dos años en los
que permaneció en el cargo introdujo numerosas reformas, muchas de ellas
orientadas a la abolición de los privilegios de los terratenientes, cuyas intrigas
provocaron su destitución.1
Paralelamente, estudia diferentes aspectos de la ciencia, y lenguas clásicas y
modernas. En 1753, traduce las Cuestiones sobre el comercio del inglés Josias
Tucker, y redacta sus Cartas sobre la tolerancia, y un panfleto, El conciliador,
defendiendo la tolerancia religiosa. Entre 1755 y 1756, compone diversos artículos
para la Enciclopedia, y entre 1757 y 1760, un artículo sobre los Valores de las
monedas, probablemente para el Diccionario del comercio del abad Morellet.
En 1759, aparece su Elogio de Gournay.

Intendente[editar]
En agosto de 1761, se nombra a Turgot intendente de la generalidad de Limoges,
que incluía algunas de las regiones más pobres y más sobrecargadas fiscalmente
de Francia. Permanecerá en ella 13 años. Profundamente marcado por las teorías
de François Quesnay y Gournay, y se preocupa de aplicarlas en la medida de los
posible en su provincia. Su primera idea era la de continuar su trabajo, ya iniciado
por su predecesor Tourny, de llevar a cabo un informe catastral de su territorio,
con el objetivo de llegar a una exacta estimación de la taille (impuesto). Consigue
una importante reducción en la contribución de la provincia. Publica un Aviso
sobre la asignación y reparto de la "taille" (1762–1770), y como presidente de la
Sociedad agrícola de Limoges, ofrece premios por experimentos sobre el principio
de tasación. Quesnay y Mirabeau propusieron una tasa proporcional ("impuesto de
cuotidad"), pero Turgot propone una tasa distributiva ("impuesto de reparto"). Otra
idea es la sustitución en lo que corresponde a las "corvées" por una tasa en
moneda recaudada en toda la provincia, con el objetivo de establecer una sólida
red que distribuyera con mayor justicia los gastos de construcción de carreteras,
dado que esta construcción estaba asignada a contratistas.
En 1769, escribe su Memoria sobre los préstamos con interés, con motivo de la
crisis que provoca un escándalo financiero en Angulema. Por primera vez se trata
de manera científica el tema del préstamo, y no sólo desde un punto de vista
religioso. Entre los demás trabajos que Turgot escribe durante su intendencia
están la Memoria sobre minas y canteras y la Memoria sobre la marca de los
hierros, en los que protesta contra las normas del Estado y su intervención, a la
vez que defiende la libre competencia. Por otra parte, trabaja para favorecer la
agricultura y las industrias locales, entre otras las manufacturas de porcelana.
Durante la hambruna de 1770–1771, obliga a los terratenientes a ayudar a los
pobres y en especial a sus aparceros, y organiza en todos los talleres de la
provincia oficinas de caridad para proporcionar una actividad a los capacitados
para trabajar, y un socorro a los desvalidos. Paralelamente, condena la caridad no
discriminatorio. Hay que destacar que Turgot, cuando puede, hace que los curas
sean los agentes de sus caridades y de sus reformas. En 1770 escribe sus
famosas Cartas sobre la libertad del comercio de grano, dirigidas al controlador
general de las finanzas, el abad Terray. Tres de esas cartas han desaparecido,
tras haber sido enviadas por Turgot a Luis XVI más adelante y nunca se han
recuperado, pero las que quedan demuestran que el libre comercio es conveniente
para el propietario, para el granjero y también para el consumidor, y pide por ello
una eliminación de las trabas.
Escribe uno de sus más conocidos trabajos, Reflexiones sobre la formación y la
distribución de la riqueza, en la primera época de su intendencia, en beneficio de
dos estudiantes chinos. En 1766, redacta las Efemérides del ciudadano, que se
publican en 1769–1770 en el diario de Dupont de Nemours, y se publican de
manera separada en 1776. Dupont, sin embargo, modificó el texto para que se
ajustará más a la doctrina de Quesnay, lo que ocasionó que sus relaciones con
Turgot se enfriaran.
Tras haber trazado el origen del comercio, Turgot desarrolla la teoría de Quesnay
según la cual el suelo es la única fuente de riqueza, y divide la sociedad en tres
clases: los cultivadores, los asalariados o artesanos, y los propietarios. Tras haber
discutido sobre la evolución de los distintos sistemas de cultivo, sobre la
naturaleza de los intercambios y de las negociaciones, de la moneda, y de la
función del capital, escoge la teoría del "impuesto único", según la cual
únicamente el producto neto del suelo debe ser tasado. Además, vuelve a pedir
libertad total en el comercio y en la industria.

Ministro[editar]

Estatua de Turgot (Ayuntamiento de París).

Turgot es nombrado ministro de Maurepas, el mentor del rey, al que había sido
muy recomendado por un amigo común, el abad Very. Su nombramiento como
ministro de Marina en julio de 1774 tiene una buena acogida, en especial entre los
filósofos. Un mes más tarde, es nombrado Inspector General de Finanzas. Su
primera acción es la de someter al rey una declaración de principios: no
habría bancarrota, no aumentaría los impuestos, no se endeudarían. La política de
Turgot, ante une situación financiera desesperada, fue la de controlar de modo
estricto el gasto en todos los ministerios. Todos los gastos deben ser aprobados
desde entonces por el Inspector. Se eliminan algunas prebendas, indemnizando a
sus titulares. Se lucha contra los abusos de las "compras al contado", a la vez que
Turgot solicita personalmente al rey una generosa dotación de empleos y
pensiones.
Contempla también la posibilidad de llevar una gran reforma agraria, pero tiene
que conformarse en principio con imponer sus condiciones en el momento de las
renovaciones de los contratos de arrendamiento: empleados más eficaces y
supresión de los abusos de cierto tipo de pensiones (llamadas croupes). Esta
reforma había sido eludida por el abad Terray, al darse cuenta de la gran cantidad
de personas bien situadas que se veían afectadas. Turgot anula también algunas
contratas, como las de la fabricación de la pólvora para cañón y la administración
de la mensajería, antes confiada una sociedad de la que era consejero Lavoisier.
Más tarde, sustituye el servicio de diligencias por otros vehículos más
confortables, llamados "turgotinas". Prepara un presupuesto ordinario.
Las medidas de Turgot consiguen reducir el déficit de manera significativa, y
mejoran el crédito de tal modo que en 1776, justo antes de su cese, consigue
negociar un préstamo al 4% con banqueros, pero el déficit sigue siendo tan
importante que le impide probar de modo inmediato su idea favorita: la sustitución
de los impuestos indirectos por una tasa sobre los valores inmobiliarios. Suprime
sin embargo un gran número de impuestos y tasas menores, y se opone, con
criterios financieros a la participación de Francia en la guerra de independencia de
los Estados Unidos, sin éxito.
Turgot se pone a trabajar de modo inmediato para establecer el libre comercio del
grano (supresión del derecho de mercado), pero su decreto, que se firma el 13 de
septiembre de 1774, tropieza con una fuerte oposición en el propio Consejo del
rey. El preámbulo de este decreto, al exponer las doctrinas sobre las que se basa,
le hace recibir elogios de los filósofos, aunque también las críticas de algunas
personas ilustres. Turgot tiene que reescribirlo tres veces para conseguir que
quede "tan purificado como para que cualquier juez de pueblo pueda explicárselo
a los campesinos". Turgot se convierte en el blanco de todos los que habían
especulado con el precio del grano durante el mandato del abad Terray, entre
ellos, miembros de la propia familia real. Además, el comercio de trigo pasó a ser
el tema favorito de los salones y el ingenioso Galiani, enemigo de los fisiócratas,
cuenta con numerosos seguidores. La oposición de la época la
llevan Linguet y Necker, que en 1775 publica su Ensayo sobre la legislación y el
comercio del grano.
Sin embargo, el peor enemigo de Turgot resulta ser la mala cosecha de 1774, que
eleva los precios durante el invierno de 1774 y la primavera de 1775. En abril se
producen disturbios en Dijon, y a principios de mayo tienen lugar las revueltas
conocidas como la "Guerra de las harinas". Turgot demuestra firmeza en la
represión de los disturbios, y consigue el apoyo del Rey. Su posición se ve
reforzada con la entrada de Malesherbes entre los ministros en julio de 1775.
En lo relativo a sus relaciones con Adam Smith, Turgot escribe : "me vi honrado
con su amistad y aprecio, pero nunca con su correspondencia", pero no existen
dudas sobre el hecho de que Adam Smith conoció a Turgot en París.
Finalmente, Turgot presenta al Consejo del rey en enero de 1776 sus
famosos Seis decretos de Turgot. De los seis, cuatro tienen una importancia
subsidiaria. Los dos que se encontraron con una violenta oposición fueron el
decreto que suprimía la "corvée royale" y la eliminación de las "jurandes" y
gremios. En el preámbulo, Turgot anuncia su objetivo de abolir los privilegios y de
someter a los tres órdenes a imposición; sin embargo, pronto el clero se vio
exento, debido a la demanda de Maurepas. En el preámbulo del decreto sobrer
las "jurandes", marca como principio el derecho de cualquier hombre a trabajar,
sin restricción.
Consigue el registro de los decretos por el asiento de justicia del 12 de marzo.
Sus ataques contra los privilegios le ocasionan el odio de la nobleza y del
Parlamento de París; su reforma de la Casa real, el odio de la corte; su legislación
de libre cambio el de los financieros; sus opiniones sobre la tolerancia y su
campaña contra los juramentos obligatorios para los protestantes, el del clero; por
último, su decreto sobre las "jurandes" el del la burguesía rica de París y el de
otros, como el Príncipe de Conti, cuyos intereses se ven afectados. La
reina Maria Antonieta tampoco lo apreciaba desde el momento en el que se había
opuesto a la concesión de favores a sus protegidos, como Madame de Polignac.
[cita  requerida]

Las cosas se habrían mantenido si hubiese mantenido la confianza del rey, pero
éste también se da cuenta de que Turgot no cuenta con el favor de los demás
ministros. Incluso su amigo Malesherbes opina que es demasiado impulsivo.
[cita  requerida]
 La impopularidad de Maurepas es también creciente. Ya sea por celos
ante la influencia que Turgot ejercía en el rey, o por incompatibilidad natural entre
ellos, Maurepas se apunta al bando de los contrarios a Turgot y se reconcilia con
la reina. Sobre esta época aparece una publicación, El sueño de M. Maurepas,
que se atribuye en general al conde de Provenza (futuro Luis XVIII), que tenía una
caricatura de Turgot.
Con los fisiócratas, Turgot cree en el aspecto ilustrado del absolutismo político y
cuenta con el rey para desempeñar todas las reformas. En cuanto a los
Parlamentos, se opuso a cualquier intervención de éstos en el tema legislativo, al
considerar que no tenían competencia alguna en el terreno de la justicia. Es
conocedor del peligro que entrañan los viejos parlamentos, pero no se ve capaz
de oponerse con eficacia y es posible que subestimara su poder. Se opuso a la
convocatoria de los Estados generales que preconizaba Malesherbes el 6 de
mayo de 1775.[cita  requerida] Su plan personal podemos encontrarlo en su Memoria
sobre los municipios, que se sometió al rey con carácter informal. En el sistema
que Turgot propone, sólo los propietarios deben formar al electorado, sin que se
haga distinción entre los tres órdenes. Los habitantes de las ciudades deben elegir
representantes por zona municipal, éstos a su vez eligen a los gobiernos
provinciales, y estos últimos una gran diputación, que no tiene poder legislativo
alguno, pero debe ser consultada a la hora de establecer tasas. Se necesita
combinar un completo sistema de educación y otro de caridad para socorrer a los
pobres.
Luis XVI retrocede ante la amplitud del plan de Turgot. Turgot se ve obligado a
elegir entre una reforma superficial del sistema existente y una reforma total de los
privilegios, para lo que era necesario ser un ministro popular y contar con un rey
fuerte.

Los últimos años[editar]


Luego de tres años de retiro en una estancia de Saint Germain, Turgot enferma de
tuberculosis debido a una extraña patología descubierta en él, que tras su muerte
sería denominada síndrome de Turgot.

Personalidad[editar]
Sus amigos contaban su encanto y su alegría en las relaciones íntimas, pero
silencioso y torpe en público.[cita  requerida] Tanto sus amigos como sus enemigos
estaban de acuerdo en un punto: su brusquedad y su falta de tacto en las
relaciones humanas;[cita  requerida] Oncken señala, con razón, el tono de "maestro de
escuela" de su correspondencia, incluso con el rey.
Las opiniones sobre sus cualidades de hombre de estado están divididas, pero se
considera en general que es el impulsor de un gran número de reformas y de
ideas de la Revolución francesa. A menudo no son sus propias ideas, pero a él se
debe su difusión. Sobre sus cualidades de economista, también las opiniones
están divididas. Oncken, si tomamos la opinión más negativa, lo ve como un mal
fisiócrata y un pensador confuso,[cita  requerida] mientras Léon Say considera que es el
fundador de la economía política moderna y que "a pesar de haber fracasado en
el Siglo XVIII triunfó en el XIX."[cita  requerida]

Obras

CARLOS DE SECONDAD
Charles Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu (pronunciación en
francés: /mɔ̃tɛskjø/; Castillo de la Brède, 18 de enero de 1689-París, 10 de febrero de 1755) fue
un filósofo y jurista francés cuya obra se desarrolla en el contexto del movimiento intelectual y
cultural conocido como la Ilustración.
Fue uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes, en especial por la articulación
de la teoría de la separación de poderes, que ha sido introducida en algunas constituciones de
varios Estados, con mayor influencia en la Constitución de los Estados Unidos:
«Cuando en la misma persona o en el mismo cuerpo de magistratura, la potestad
legislativa y la potestad ejecutiva están reunidas, no puede haber libertad; porque
se puede temer que el mismo monarca o senado pueda hacer leyes tiránicas,
para ejecutarlas tiránicamente.»
«De nuevo, no hay libertad, si la potestad de juzgar no está separada de la
potestad legislativa y de la ejecutiva. Si estuviese unido a la potestad legislativa, el
poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario; debido a que el
juez sería el legislador. Si se uniera a la potestad ejecutiva, el juez podría tener la
fuerza de un opresor.»
«Todo estaría perdido, cuando el mismo hombre, o el mismo cuerpo, ya sea de
los nobles o del pueblo, ejerza esos tres poderes: el de hacer las leyes, el de
ejecutar las resoluciones públicas, y el de juzgar los crímenes o las diferencias
entre los particulares.»
«La potestad ejecutiva debe estar entre las manos de un monarca, porque esta
parte del gobierno, que tiene casi siempre necesidad de una acción momentánea,
está mejor administrada por uno que por varios; mientras que lo que depende de
la potestad legislativa está mejor ordenada por varios que por uno sólo.»
«Pero si no hubiera monarca y la potestad ejecutiva fuera confiada a un cierto
número de personas sacadas del cuerpo legislativo, no habría ya libertad, porque
los dos poderes estarían unidos, ya que las mismas personas tendrían a veces, y
podrían siempre tener, parte la una en la otra.»
Montesquieu, El espíritu de las leyes, Libro XI.12

Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración francesa,


patente en rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto de
la felicidad en el sentido cívico, si bien se desmarcará de otros autores de la época por su
búsqueda de un conocimiento más concreto y empírico en oposición a la abstracción
y método deductivo dominantes. Podemos decir que como difusor de la Constitución
inglesa y teórico de la separación de poderes se encuentra muy cercano al pensamiento
de Locke, en tanto que como autor de las Cartas persas podría situarse próximo a Saint-
Simon. Sin embargo, el pensamiento del señor de La Brède es complejo y tiene esa
personalidad propia que le convierte en uno de los pensadores más influyentes en el seno
de la historia de las doctrinas políticas.

Castillo de la Brède, lugar de nacimiento de Montesquieu.

Nació el 18 de enero de 1689 en el castillo de la Brede, a pocos kilómetros


de Burdeos, Francia. Hijo de Jacques de Secondat y Marie-Francoise de Pesnel, su familia
pertenecía a la llamada nobleza de toga. Su madre, murió cuando Charles de Secondat tenía
siete años de edad, era la heredera de una importante fortuna que aportó el baronazgo de La
Brède a la familia Secondat. En ese mismo año, el parlamento inglés, a través de Bill of
Rights impone definitivamente una monarquía constitucional en Inglaterra, mientras que
en Francia el largo reinado de Luis XIV parece asegurar el poder absoluto del rey, pese a la
crisis y el descontento que se manifiesta a su muerte en 1715 a los 76 años.
Estudió en la escuela católica de Juilly y posteriormente la carrera de derecho siguiendo la
tradición familiar, primero en la Universidad de Burdeos y más tarde en París, entrando en
contacto con los intelectuales de la capital francesa. En 1714, tras la muerte del padre, vuelve
a La Brède donde ingresa como consejero en el Parlamento de Burdeos. Pasa a vivir bajo la
protección de su tío, el barón de Montesquieu. En 1715 contrae matrimonio con Jeanne
Lartigue, una protestante que le aporta una importante dote cuando el contaba con 26 años. Al
año siguiente, hereda una fortuna a causa del fallecimiento de su tío, como también el título de
barón de Montesquieu y Président à Mortier en el Parlamento de Burdeos (1716-1727).
Para esta época, Inglaterra se había auto proclamado una monarquía constitucional a
consecuencia de su Revolución Gloriosa (1688-1689), y se había unido con Escocia en
la Unión de 1707 para formar el Reino de Gran Bretaña. En 1715 fallece Luis XIV que había
reinado por mucho tiempo y es sucedido por Luis XV que contaba con 5 años de edad. Estas
transformaciones nacionales causaron un gran impacto en Montesquieu; él se referirá a las
mismas en forma repetida en sus escritos.
Al poco tiempo, recibe reconocimiento literario por la publicación de su obra Lettres
persanes (Cartas persas, 1721), una sátira basada en la correspondencia imaginaria entre un
visitante persa de paseo por París, que hace notar los absurdos de la sociedad
contemporánea. Luego publica Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et
de leur décadence (Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los
romanos, 1734), considerada por algunos estudiosos como una transición entre Las cartas
persas a su obra maestra. De l'Esprit des Loix (El espíritu de las leyes) fue originalmente
publicada en forma anónima en 1748 y rápidamente se elevó a una posición de gran
influencia. En Francia, tuvo una recepción fría tanto de los que apoyaban como los que
estaban en contra del régimen. La Iglesia católica prohibió l'Esprit  —junto con muchos de los
escritos de Montesquieu— en 1751 y lo incluyó en el Index Librorum Prohibitorum. Recibió los
mayores elogios del resto de Europa, especialmente de Gran Bretaña.
Montesquieu también era tenido en alta estima en las colonias británicas en América como un
campeón de la libertad británica (aunque no de la independencia Norteamericana).
El estudioso de la política Donald Lutz ha descubierto que Montesquieu era la persona más
comúnmente citada en temas de gobierno y política en la América británica colonial pre-
revolucionaria, siendo citado por los fundadores norteamericanos más que ninguna otra fuente
con excepción de la Biblia.3 Luego de la Revolución estadounidense, las obras de
Montesquieu continuaron ejerciendo una poderosa influencia en muchos de los pensadores y
fundadores de los Estados Unidos, particularmente James Madison de Virginia, uno de los
padres de la Constitución. La filosofía de Montesquieu en el sentido que «debe establecerse
un gobierno de forma tal que ningún hombre tenga miedo de otro» fueron un recordatorio para
Madison y otros que un cimiento libre y estable para su nuevo gobierno nacional requería de
poderes separados claramente definidos y balanceados.
Lettres familieres a divers amis d'Italie, 1767

Durante esa época y como miembro de la Academia de Ciencias de Burdeos, presentará


varios estudios sobre las glándulas suprarrenales, la gravedad y el eco. Su función de
magistrado le aburre, por lo que termina vendiendo el cargo y dedicándose a viajar por Europa
observando costumbres e instituciones de los diferentes países, pasa por Austria y Hungría,
permanece un año en Italia y 18 meses en Inglaterra antes de regresar a Francia. Además de
trabajar en varias obras adicionales sobre sociedad y política.
Sufre de una severa reducción de su vista, al momento de su fallecimiento el 10 de febrero de
1755 en París a la edad de 66 años, estaba completamente ciego. Su cuerpo se encuentra
enterrado en la Iglesia de Saint-Sulpice en París.

Filosofía de la historia[editar]
La filosofía de la historia de Montesquieu minimiza el papel de los individuos y los eventos.
Presenta su punto de vista en Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et
de leur décadence ("Origen de las causas de la grandeza y decadencia de Roma") que cada
evento histórico fue inspirado por un evento, movimiento, en especial. «Si una causa en
particular, tal como el resultado accidental de una batalla, ha arruinado a un estado, entonces
existió una causa general que fue la que determinó la caída de dicho estado como
consecuencia de una sola batalla». 4
Montesquieu ejemplificaba este principio con situaciones de la historia de Roma. Al analizar la
transición de la República al Imperio, Montesquieu sugería que si César y Pompeyo no
hubieran trabajado para usurpar el gobierno de la República, otros hombres lo habrían hecho.
La causa no fue la ambición de César o Pompeyo, sino la ambición del hombre.

Visión política y legado[editar]


Montesquieu desarrolló las ideas de John Locke acerca de la división de poder. En su obra El
espíritu de las leyes manifiesta admiración por las instituciones políticas inglesas y afirmó que
la ley es lo más importante del Estado.
Las Cartas Persas se publican en 1721, con 32 años, y su éxito es fulminante en la sociedad
francesa en la época de la regencia de Luis XV de Francia. Ingresa en la Academia Francesa
en 1727 y se traslada a Inglaterra en 1729 siendo elegido miembro de la Royal Society. Sus
tres años en Inglaterra resultan cruciales para su desarrollo intelectual.
En 1734 publicó las Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los
romanos. Pero su obra magistral fue El espíritu de las leyes, que publicó en Ginebra en 1748,
después de catorce años de trabajo. Esta obra sufrió duras críticas, sobre todo por
los jansenistas y los jesuitas. A estos ataques Montesquieu replicó, en 1750, con una defensa
de esta obra, lo que no evitó que, más tarde, fuera censurada por Roma en 1751. Los últimos
años de su vida, Montesquieu los dedicó a viajar de París a Burdeos y a terminar alguna de
sus obras empezadas.5
Dos son fundamentalmente los puntos en que los diferentes autores insisten al señalar la
aportación original de Montesquieu al estudio científico de las sociedades humanas:

 Montesquieu acomete la tarea científica de describir la realidad social según un


método analítico y «positivo» que no se detiene en la pura descripción empirista de
hechos, sino que intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un
reducido número de tipos.
 Dar una «respuesta sociológica» a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo
el supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos susceptible de una
interpretación racional.
Se considera uno de los precursores del liberalismo y fue quien elaboró la teoría de
la separación de poderes. La teoría sobre la división de poderes encontró en Montesquieu su
máximo exponente, desarrollando este una célebre tesis que serviría como modelo y punto de
partida a los gobernantes posteriores de los siglos XVIII y XIX, aunque su teoría no sea la
única realizada para tratar el tema. La estructura que presenta Montesquieu sobre la división
de poderes está influenciada por la práctica constitucionalista británica donde existen sistemas
de frenos, contrapesos y controles que éste utiliza en un modelo racionalista. Montesquieu
atribuye al Parlamento el poder legislativo con la sanción real de la ley, el ejecutivo al
gobierno, y el judicial a los tribunales de justicia.

HERBERT SPERCER

Herbert Spencer
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Para el músico chileno-estadounidense, véase Herbert W. Spencer.

Herbert Spencer
Spencer en 1893

Información personal

Nacimien 27 de abril de 1820 
to Derby (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda) 

Fallecimi 8 de diciembre de 1903 
ento Brighton (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda) 

Sepultura Cementerio de Highgate 

Nacionali
Británica
dad

Lengua
Inglés 
materna

Familia
Padre William George Spencer 

Información profesional

Ocupació Filósofo, economista, antropólogo, psicólogo, periodista, 
n sociólogo, escritor y botánico 

Área Ciencia de las plantas 

Movimien
Liberalismo, utilitarismo, evolucionismo, positivismo
tos

Obras Darwinismo social


notables Supervivencia del más apto

Abreviatu
ra en Spencer 
botánica

Firma

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Herbert Spencer (Derby, Inglaterra; 27 de abril de 1820 - Brighton, Inglaterra; 8


de diciembre de 1903) fue
un naturalista, filósofo, sociólogo, psicólogo y antropólogo inglés.
Spencer desarrolló una concepción omnímoda de la evolución como el desarrollo
progresivo del mundo físico, los organismos biológicos, la mente humana, la
cultura humana y las sociedades. Era «un exponente entusiasta de la evolución»,
e incluso «escribió acerca de la evolución antes de que lo hiciera Darwin».1
Como polímata, contribuyó a una amplia gama de temas, incluyendo la ética,
la religión, la antropología, la economía, la teoría política, la filosofía, la literatura,
la astronomía, la biología, la sociología y la psicología. Durante su vida alcanzó
una tremenda autoridad, sobre todo en el ámbito académico de habla inglesa. «El
único otro filósofo inglés en haber logrado tal popularidad generalizada
fue Bertrand Russell, y que fue en el siglo XX».2 Spencer era «el intelectual
europeo más famoso en las últimas décadas del siglo XIX», 34 pero su influencia se
redujo drásticamente después de 1900: «¿Quién lee ahora a Spencer?»
preguntó Talcott Parsons en 1937.56
Spencer es mejor conocido por la expresión «supervivencia del más apto», que
acuñó en Principles of Biology (1864), después de leer El origen de las
especies de Charles Darwin.78 Este término sugiere fuertemente la selección
natural; sin embargo, como Spencer extendió la evolución en los reinos de la
sociología y la ética, también hizo uso de lamarckismo.1

Índice

 1Biografía
 2Filosofía sintética
 3Evolución
 4Sociología
 5Agnosticismo
 6Puntos de vista políticos
o 6.1Darwinismo social
 7Influencia general
o 7.1Influencia política
o 7.2Influencia en la literatura
 8Críticas filosóficas
 9Referencias
 10Bibliografía
o 10.1Por Spencer
 11Enlaces externos

Biografía[editar]
Spencer nació en Derby, Inglaterra, el 27 de abril de 1820, hijo de William George
Spencer (generalmente llamado George). El padre de Spencer era un disidente
religioso que derivó del metodismo al cuaquerismo, y que parece haber
transmitido a su hijo una oposición a todas las formas de autoridad. Administró
una escuela fundada en los métodos de enseñanza progresiva de Johann Heinrich
Pestalozzi y también se desempeñó como secretario de la Sociedad filosófica de
Derby, una sociedad científica que había sido fundada en la década de 1790
por Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin.
Spencer fue educado en la ciencia empírica por su padre, mientras que los
miembros de la Sociedad filosófica de Derby le presentaron conceptos
predarwinianos de la evolución biológica, en particular los de Erasmus Darwin
y Jean-Baptiste Lamarck. Su tío, el reverendo Thomas Spencer, vicario de Hinton
Charterhouse cerca de Bath, completó la limitada enseñanza formal de Spencer
enseñándole algo de matemáticas y física, y el suficiente latín como para que
pudiera traducir algunos textos sencillos. Thomas Spencer también dejó en su
sobrino sus propios firmes puntos de vista políticos sobre el libre comercio y
antiestatistas. Aparte de ello, Spencer fue un autodidacta que adquirió la mayor
parte de sus conocimientos de lecturas estrechamente enfocadas y
conversaciones con sus amigos y conocidos.9
Tanto como adolescente y joven Spencer encontró difícil de resolverse a cualquier
disciplina intelectual o profesional. Trabajó como ingeniero civil durante el auge de
los ferrocarriles de la década de 1830, al tiempo de dedicar gran parte de su
tiempo a escribir para revistas provinciales que eran inconformes en su religión y
radicales en su política. De 1848 a 1853 se desempeñó como subeditor de la
revista de libre comercio The Economist, tiempo durante el cual publicó su primer
libro, Social Statics (1851), que predijo que la humanidad eventualmente se
adaptaría completamente a las exigencias de la vida en la sociedad con la
consecuente desaparición del estado.
Su editor, John Chapman, introdujo a Spencer a su tertulia al que asistieron
muchos de los principales pensadores radicales y progresivos de la capital,
incluyendo a John Stuart Mill, Harriet Martineau, George Henry Lewes y Mary Ann
Evans (George Eliot), con quien fue brevemente ligado sentimentalmente. El
propio Spencer introdujo al biólogo Thomas Henry Huxley, que más tarde ganaría
fama como el «bulldog de Darwin» y quien permaneció su amigo de toda la vida.
Sin embargo, fue la amistad de Evans y Lewes la que le dio a conocer A System
of Logic de John Stuart Mill y con el positivismo de Auguste Comte, le puso en el
camino del trabajo de su vida. Estaba fuertemente en desacuerdo con Comte. 10
El primer fruto de su amistad con Evans y Lewes fue el segundo libro de
Spencer, Principles of Psychology, publicado en 1855, que exploró una base
fisiológica para la psicología. El libro se basa en la suposición fundamental de que
la mente humana era sujeta a las leyes naturales y que éstas podrían ser
descubiertas en el marco de la biología general. Esto permitió la adopción de una
perspectiva de desarrollo no sólo en términos del individuo (como en la psicología
tradicional), sino también de la especie y la raza. A través de este paradigma,
Spencer tuvo por objeto conciliar la psicología asociacionista de A System of
Logic de Mill, la noción de que la mente humana se construye a partir de
sensaciones atómicas unidas por las leyes de la asociación de ideas, con la teoría
aparentemente más «científica» de la frenología, que encontraba específicas
funciones mentales en partes específicas del cerebro. 111213
Retrato de Spencer.

Spencer argumentó que ambas teorías eran cuentas parciales de la verdad:


repetidas asociaciones de ideas se plasmaron en la formación de cadenas
específicas de tejido cerebral, y éstas se puedan transmitir de una generación a la
siguiente por medio del mecanismo de uso de herencia lamarckiano. Principles of
Psychology, a su juicio, haría a la mente humana lo que Isaac Newton había
hecho para la materia.14 Sin embargo, el libro no tuvo éxito y el último de los 251
ejemplares de su primera edición no se vendió hasta junio de 1861.
El interés de Spencer en la psicología derivó de una preocupación más
fundamental, que era establecer la universalidad de la ley natural. 15 En común con
otros de su generación, incluyendo los miembros de la tertulia de Chapman,
estaba poseído con la idea de demostrar que era posible demostrar que todo en el
universo - incluyendo la cultura humana, el lenguaje y la moral - podría explicarse
por las leyes de validez universal. Esto fue en contraste con la opinión de muchos
teólogos de la época que insistían en que algunas partes de la creación, en
particular, el alma humana, fueron más allá del ámbito de la investigación
científica. Système de Philosophie Positive de Comte había sido escrito con la
ambición de demostrar la universalidad de la ley natural, y Spencer deseaba
seguir a Comte en la escala de su ambición. Sin embargo, Spencer se diferenció
de Comte, en la creencia de que era posible descubrir una única ley de aplicación
universal que identificaba con el desarrollo progresivo y fue llamar el principio de la
evolución.
En 1858 Spencer produjo un esbozo de lo que sería System of Synthetic
Philosophy. Esta empresa de gran envergadura tuvo el objetivo de demostrar que
el principio de la evolución se aplicaba a la biología, la psicología, la sociología
(Spencer consignó el término de Comte para la nueva disciplina) y la moralidad.
Spencer previó que esta obra de diez volúmenes tardaría veinte años en
completarse; al final le llevó el doble de tiempo y consumió casi todo el resto de su
larga vida.
A pesar de las primeras luchas de Spencer para establecerse a sí mismo como un
escritor, por la década de 1870 se había convertido en el más famoso filósofo de
la edad.16 Sus trabajos fueron muy leídos durante su vida, y en 1869 fue capaz de
mantenerse a sí mismo únicamente en el beneficio de las ventas de libros y de los
ingresos de sus contribuciones regulares a publicaciones periódicas victorianas
que se recogieron como tres volúmenes de ensayos. Sus obras fueron traducidas
al alemán, italiano, español, francés, ruso, japonés y chino, y en muchas otras
lenguas y le ofrecieron honores y premios por toda Europa y América del Norte.
También se convirtió en un miembro del Athenaeum Club, un club de caballeros
exclusivo en Londres sólo abierto a los distinguidos en las artes y las ciencias, y
el X Club, un club comedor de nueve fundado por Thomas Henry Huxley que se
reunía todos los meses e incluyó algunos de los pensadores más destacados de la
época victoriana (tres de los cuales se convertirían en presidentes de la Royal
Society).
Los miembros incluyeron el físico y filósofo John Tyndall y el primo de Darwin, el
banquero y biólogo John Lubbock. También hubo algunos satélites bastante
significativos como el clérigo liberal Arthur Stanley, decano de Westminster; y
huéspedes como Charles Darwin y Hermann von Helmholtz fueron entretenidos de
vez en cuando. A través de este tipo de asociaciones, Spencer tuvo una fuerte
presencia en el corazón de la comunidad científica y fue capaz de asegurar una
audiencia influyente por sus opiniones. A pesar de su creciente riqueza y fama,
nunca fue dueño de una casa de su propiedad.
Las últimas décadas de la vida de Spencer se caracterizaron por una creciente
desilusión y soledad. Nunca se casó, y después de 1855 era un hipocondríaco
perpetuo que se quejaba sin fin de dolores y enfermedades que ningún médico
pudo diagnosticar. Por la década de 1890 sus lectores habían comenzado a
abandonarlo mientras que muchos de sus amigos más cercanos murieron y él
habían llegado a dudar de la fe confidente en el progreso que había hecho la pieza
central de su sistema filosófico. Sus últimos años fueron también aquellos en los
que sus puntos de vista políticos se hicieron cada vez más conservadores.
Mientras que Social Statics había sido obra de un demócrata radical que creía en
votos para las mujeres (e incluso para los niños) y en la nacionalización de la tierra
para romper el poder de la aristocracia, por la década de 1880 se había convertido
en un firme opositor del sufragio femenino e hizo causa común con la Liberty and
Property Defence League contra lo que veían como un desvío hacia el
«socialismo» de elementos (como William Harcourt) dentro de la administración
de William Gladstone, en gran medida contra las opiniones del propio Gladstone.
Los puntos de vista políticos de Spencer de este período se expresaron en lo que
se convertiría en una de sus obras más famosas, The Man Versus the State.

Tumba de Herbert Spencer en el Cementerio de Highgate.

La excepción al creciente conservadurismo de Spencer fue que él se mantuvo


durante toda su vida un ferviente opositor del imperialismo y el militarismo. Su
crítica de la Segunda Guerra Bóer fue especialmente mordaz, y contribuyó al
declive de su popularidad en el Reino Unido. 17
Spencer también inventó un precursor del clip de papel moderno, aunque se
parecía más a un pasador de chaveta moderno. Esta «clavija de unión» fue
distribuida por Ackermann & Company. Spencer muestra dibujos de la clavija en el
Apéndice I (siguiendo el Apéndice H) de su autobiografía junto con descripciones
publicadas de sus usos.
En 1902, poco antes de su muerte, Spencer fue nominado para el Premio Nobel
de Literatura. Continuó escribiendo durante toda su vida, en los últimos años a
menudo mediante dictado, hasta que sucumbió de mala salud a la edad de 83
años. Sus cenizas están enterradas en el lado oriental del Cementerio de
Highgate de Londres frente a la tumba de Karl Marx. En su funeral el líder
nacionalista indio Shyamji Krishna Varma anunció una donación de £ 1 000 para
establecer una cátedra en la Universidad de Oxford, en homenaje a Spencer y su
trabajo.15

Filosofía sintética[editar]
La base para la apelación de Spencer a muchos de su generación era que parecía
ofrecer un sistema de creencia listo que podría sustituir a la fe religiosa
convencional en un momento en que los credos ortodoxos parecían desmoronarse
bajo los avances de la ciencia moderna. El sistema filosófico de Spencer parecía
demostrar que era posible creer en la perfección última de la humanidad sobre la
base de las concepciones científicas avanzadas, como el primer principio de la
termodinámica y de la evolución biológica.
En esencia, la visión filosófica de Spencer estaba formada por una combinación
de deísmo y positivismo. Por un lado, había absorbido algo del deísmo del siglo
XVIII de su padre y otros miembros de la Sociedad filosófica de Derby y de libros
como el inmensamente popular The Constitution of Man (1828) de George Combe.
Este trataba el mundo como un cosmos de diseño benévolo, y las leyes de la
naturaleza como los decretos de un «ser trascendentalmente amable». Las leyes
naturales son por lo tanto los estatutos de un universo bien gobernado que había
sido decretado por el Creador con la intención de promover la felicidad humana.
Aunque Spencer perdió su fe cristiana como un adolescente y más tarde rechazó
cualquier concepción «antropomórfica» de una deidad, se mantuvo firme en esta
concepción en un nivel casi subconsciente. Al mismo tiempo, sin embargo, le
debía mucho más de lo que jamás reconocería al positivismo, en particular, en su
concepción de un sistema filosófico como la unificación de las diversas ramas del
conocimiento científico. También siguió al positivismo en su insistencia en que
sólo era posible tener un conocimiento real de los fenómenos y por lo tanto que
era ocioso especular sobre la naturaleza de la realidad última. La tensión entre el
positivismo y su deísmo residual corrió a través de todo el sistema de filosofía
sintética.
Spencer siguió a Comte en el objetivo de la unificación de la verdad científica; fue
en este sentido que su filosofía pretendió ser «sintética». Al igual que Comte, que
estaba comprometido con la universalidad de la ley natural, la idea de que las
leyes de la naturaleza aplicaban sin excepción, a la esfera orgánica tanto como a
la inorgánica, y para la mente humana tanto como al resto de la creación. El
primer objetivo de la filosofía sintética fue así demostrar que no había excepciones
para ser capaz de descubrir las explicaciones científicas, en forma de leyes
naturales, de todos los fenómenos del universo. Los volúmenes de Spencer sobre
biología, psicología y sociología tenían por objetivo demostrar la existencia de
leyes naturales en estas disciplinas específicas. Incluso en sus escritos sobre la
ética sostuvo que era posible descubrir «leyes» de la moral que tenían el carácter
de las leyes de la naturaleza sin dejar de tener contenido normativo, una
concepción que puede ser rastreada a The Constitution of Man de Combe.
El segundo objetivo de la filosofía sintética era mostrar que estas mismas leyes
condujeron inexorablemente al progreso. En contraste con Comte, que destacó
sólo la unidad del método científico, Spencer buscó la unificación del conocimiento
científico en la forma de la reducción de todas las leyes naturales con una ley
fundamental, la ley de evolución. A este respecto, siguió el modelo establecido por
el editor de Edimburgo Robert Chambers en su anónimo Vestiges of the Natural
History of Creation (1844). Aunque a menudo descartado como un precursor de
peso ligero de El origen de las especies de Charles Darwin, el libro de Chambers
era en realidad un programa para la unificación de la ciencia que tenía por objeto
demostrar que la hipótesis nebular de Laplace para el origen del sistema solar y la
teoría de la transformación de especies de Lamarck eran ambas instancias de
«una magnífica generalización de desarrollo progresivo». Chambers se asoció con
la tertulia de Chapman y su trabajo sirvió de plantilla sin acuse de recibo para la
filosofía sintética

AUGOSTO CAMTE Auguste Comte


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Auguste Comte

Retrato de Auguste Comte

Información personal
Nombre de
Isidore Marie Auguste Xavier Comte 
nacimiento

Nombre nativo Isidore Marie Auguste François Xavier Comte

Nacimiento 19 de enero de 1798


Montpellier, Primera República Francesa

Fallecimiento 5 de septiembre de 1857 (59 años)


París, Segundo Imperio Francés

Causa de la
Cáncer de estómago
muerte

Sepultura Cementerio del Père Lachaise

Nacionalidad Francesa

Lengua
Francés 
materna

Religión Agnosticismo 

Familia

Madre Rosalie Boyer 

Cónyuge Caroline Massin

Educación

Lycée Joffre
Educado en
Escuela Politécnica 

Alumno de Henri de Saint-Simon


Louis Poinsot
Augustin Louis Cauchy
Jean Nicolas Pierre Hachette
François Arago
Louis Jacques Thénard
Alexis Thérèse Petit 

Información profesional

Ocupación Filósofo, Doctor

Alumnos Pierre Laffitte 

Movimiento Positivismo

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Auguste Comte (nombre completo: Isidore Marie Auguste François Xavier


Comte) (Montpellier, 19 de enero de 1798– París, 5 de septiembre de 1857) fue
un filósofo francés, considerado el creador del positivismo y de la sociología.
Junto con Augustin Thierry, fue secretario del conde Henri de Saint-Simon durante
siete años y ambos se separaron de él, debido a las muchas discrepancias que
surgieron, entre ellas destaca el intento de Saint-Simon de atribuirse la obra Plan
des travaux scientifiques nécessaires pour réorganiser la société, en la que Comte
desarrolló su teoría general, diacrónica y heurística de la ley de los tres estados.
Después de esta ruptura, Comte inició una etapa que calificó de «higiene
cerebral» para alejarse de la influencia de las ideas de Saint-Simon.
Creó la palabra altruismo en función de lo cual vivió: dio clases gratis de
astronomía y escribió una enciclopedia de varios tomos. Su filosofía tuvo gran
influencia, incluso en la fundación de países, como es el caso de Brasil, en cuya
bandera se lee orden y progreso, parte de la tríada filosófica de Comte (altruismo,
orden, progreso).

Índice

 1Biografía
 2Filosofía
o 2.1La familia como unidad social
 3Características de la filosofía positiva
 4Legado
 5Obras principales
 6Véase también
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos
Biografía[editar]
Comte nació en Montpellier, Francia el 19 de enero de 1798. Después de asistir al
Lycée Jofree y luego a la Universidad de Montpellier, fue admitido en el École
polytechnique en la ciudad de París. La École Polytechnique era conocida por su
cercanía a los ideales franceses del republicanismo y el progreso. En 1816, sería
cerrada (por motivos de reorganización), pero no impidió que Comte continuara
sus estudios académicos en un colegio de médicos de la ciudad. Cuando la École
fue reabierta, Comte no solicitó la readmisión.
Luego de su regreso a Montpellier, tendría diferencias irreconciliables con su
familia, ya que eran partidarios de la monarquía y profesaban la religión católica,
por lo que se ganaría la vida con pequeños trabajos. En agosto de 1817, encontró
un apartamento en París donde viviría hasta 1822. Ese mismo año, se convirtió en
el secretario y alumno de Henri de Saint-Simon, que a su vez, pondría a Comte en
contacto con la sociedad intelectual y por ende, terminaría influenciado por él.
Comte trabajó con Saint- Simon por siete años hasta que se separaron por
diferencias irreconciliables entre ambos.
Comte contraería matrimonio con Caroline Massin en 1825. En 1826, Comte fue
llevado a un hospital de rehabilitación, pero luego se iría sin haberse recuperado
del todo - solo estabilizado por el psiquiatra francés Jean Étienne Dominique
Esquirol - para luego continuar trabajando en sus obras (aunque luego trataría de
suicidarse en 1827, intentando saltar del Pont des Arts). Su mejor amigo fue John
Stuart Mill.

Filosofía[editar]
La filosofía de Comte se encuentra con la revuelta moderna contra los antiguos
que inició Francis Bacon y consistió, a grandes rasgos, en la asunción de la razón
y la ciencia como únicas guías de la humanidad capaces de instaurar el orden
social sin apelar a lo que él considera oscurantismos teológicos o metafísicos.
La evidente intención de reforma social de su filosofía sin embargo, a una postura
conservadora y contrarrevolucionaria en claro enfrentamiento con las propuestas
ilustradas de Voltaire y Rousseau.
Tomando como trasfondo la Revolución francesa, Comte acusa a estos dos
autores de generar utopías metafísicas irresponsables e incapaces de otorgar un
orden social y moral a la humanidad.
La idea básica de Comte era que todas las ciencias formaban una jerarquía, de
manera que cada eslabón dependía del anterior de acuerdo a la complejidad de
los fenómenos estudiados. En la base estaban las matemáticas, seguida de la
mecánica, la física, la química, la biología y por último, encabezando la pirámide
de las ciencias se encontraba la Ciencia de la Sociedad; la Sociología. Comte vio
en esta ciencia las respuestas a los problemas del hombre y la sociedad.
Los problemas sociales y morales han de ser analizados desde una perspectiva
científica positiva que se fundamenta en la observación empírica de los
fenómenos y que permita descubrir y explicar el comportamiento de las cosas en
términos de leyes universales susceptibles de ser utilizadas en provecho de la
humanidad.
Comte afirma que sólo la ciencia positiva o positivismo podrá hallar las leyes que
gobiernan no sólo la naturaleza, sino nuestra propia historia social, entendida
como la sucesión y el progreso de determinados momentos históricos llamados
estados sociales.
La familia como unidad social[editar]
En su Curso de filosofía positiva (1830 - 1842), el filósofo francés Auguste Comte
llevó a cabo una defensa de la familia que no estaba basada tan solo en los
sentimientos. La filosofía "positivista" de Comte sostiene la idea de que para llegar
a comprender realmente la sociedad, los únicos datos válidos provienen de los
sentidos y del análisis lógico de esos datos. La sociedad, asegura, actúa según las
leyes, al igual que el mundo físico de las ciencias naturales. Es tarea del sociólogo
estudiarla y obtener algo de dichas leyes.
Resulta crucial tener en cuenta las leyes en general y no obsesionarse con
opiniones individuales idiosincráticas.
"El espíritu científico no nos deja contemplar la sociedad como formada por individuos: La
verdadera unidad social es la familia".
La sociedad se constituye sobre los cimientos de la familia: Una ciencia social que
atienda las exigencias de los individuos está condenada al fracaso. También es
dentro de la familia donde se pone freno a los caprichos personales para el bien
de la sociedad. El impulso de los seres humanos son los instintos personales y los
sociales.
"En una familia, ambos tipos de instintos se combinan y se concilian; la familia también ejemplifica
el principio de subordinación y de cooperación mutua".
Comte enfatiza los lazos sociales, pero no comulga con el socialismo:
Los marxistas que están a favor de la abolición de la familia están, según él, a
favor de la destrucción de la sociedad.1

Características de la filosofía positiva[editar]


La esposa de Comte Anne Caroline Massin (1802—1877)

La filosofía positiva como tipo de conocimiento propio del último de los tres


estados de la sociedad según la ley de los tres estados, se define por oposición a
la filosofía negativa y crítica de Rousseau y Voltaire (postura a la que Comte
atribuye los males de la anarquía y la inseguridad social que caracterizan al
período post-revolucionario).
El término «positivo» hace referencia a lo real, es decir, lo fenoménico dado al
sujeto. Lo real se opone a todo tipo de esencialismo, desechando la búsqueda de
propiedades ocultas, características de los dos primeros estados.
Lo «positivo» tiene como características el ser útil, cierto, preciso, constructivo y
relativo (no relativista) en el sentido de no aceptar ningún determinismo absoluto a
priori.
Se podría afirmar también que la filosofía positivista lo que hace es basar su
conocimiento en lo positivo, o sea en lo real, dejando a un lado las teorías
abstractas como la del fenomenalismo kantiano, al considerarlas como
metafísicas.
Comte plantea tres estados del conocimiento humano: un estado teológico, un
estado metafísico (concreto / abstracto) y un estado positivo, el más deseado y al
que en teoría deberían tender los dos anteriores, ya que basa el logro del
conocimiento en la razón aplicada.
En fin, lo que busca la Filosofía positiva de Augusto Comte es una reorganización
social, política y económica en el contexto de la Revolución Industrial y Francesa.
Su novia Clotilde de Vaux (1815—1846)

Legado

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