La finalidad es la inscripción del título en el Registro, en
consecuencia, el procedimiento registral se sustenta solo en el documento público, y si el mismo llega a inscribirse, entonces el título es el fundamento de la inscripción. Para llegar a la inscripción: i. documento ii. presentación iii. calificación registral iv. asiento de inscripción ¿Qué es la inscripción registral? Acción y efecto de inscribir o inscribirse; tomar razón, en algún registro, de los documentos o las declaraciones que han de asentarse en él según las leyes. Con relación a algunos actos, la inscripción es obligatoria, ya que sin ella carecen de efecto, por lo menos frente a terceros. Los actos necesitados de inscripción en registro público son muchos, pues, aparte los determinados en los códigos, hay otros de índole administrativa que requieren esa misma formalidad. Entre ellos cabe señalar los que afecta al estado civil de las personas (nacimientos, matrimonios y defunciones), así como también, en el Registro de la Propiedad, los contratos sobre transmisión de bienes inmuebles, constitución de derechos reales o su cancelación y con relación al Registro Mercantil, la constitución, modificación y disolución de sociedades, y los poderes de sus representantes, entre otros. La inscripción, como constancia de un registro, es un medio de conceder una protección jurídica específica al titular inscrito, mediante la publicidad registral. Esta especial protección se deja a la voluntad de los adquirentes los cuales pueden decidir si inscribir o no. ¿Cuáles son las funciones de la inscripción registral? A pesar de que es una facultad voluntaria, la inscripción registral ofrece las siguientes funciones: a. Se inscriben los actos que afectan a la propiedad o a los derechos reales sobre bienes inmuebles. Puede también inscribirse determinadas concesiones administrativas y bienes de dominio público. b. El Registro de la Propiedad hace públicos los hechos, actos y derechos inscritos para quienes tengan legítimo interés en conocerlos. Efectos que produce la inscripción: A. Legitimación registral: Los derechos reales inscritos existen y pertenecen a su titular en la forma determinada por el asiento respectivo. De igual modo se presumirá que quien tenga inscrito el dominio o los derechos reales tiene la posesión de los mismos. B. Inoponibilidad: Los títulos de dominio o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles que no estén debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad no perjudican a terceros. C. Fe pública registral: La persona que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de alguien que en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su adquisición. D. Presunción de veracidad: Los asientos producen todos sus efectos mientras no se declare su inexactitud. Lo inscrito en el Registro de la Propiedad se corresponde con la realidad mientras no se demuestre lo contrario. E. Salvaguarda judicial: Los asientos del Registro están bajo la salvaguarda de los Tribunales y producen todos sus efectos mientras no se declare su inexactitud en los términos establecidos por la Ley. F. Protección judicial de los derechos inscritos: Las acciones reales procedentes de derechos inscritos pueden ejercitarse a través de un proceso legal contra quienes sin título inscrito se opongan a tales derechos o perturben su ejercicio. Inscripción y asiento registral En un sentido más estricto, el término inscripción puede ser utilizado en una acepción genérica (como equivalente a asiento registral, y comprensivo de toda clase de asientos que se practican en el registro) y en una acepción más limitada (como un tipo concreto de asiento registral: el asiento de inscripción). A) En sentido amplio o genérico, de inscripción como asiento registral, se puede definir como la constatación o expresión formal y solemne, hecha en los libros del Registro, de los hechos, actos y contratos que por su naturaleza pueden tener acceso al mismo, para que surtan los efectos previstos por la Ley. Existen, por lo tanto, distintos tipos de inscripciones registrales: • Las inscripciones, propiamente dichas, se refiere a la primera de dominio. • Los asientos de rechazo • Anotaciones preventivas. • Cancelaciones. • Notas marginales. B) En su sentido más restringido, la inscripción es un tipo concreto de asiento registral: el llamado asiento de inscripción, que se practica en los libros y constata o publica la constitución o modificación de un derecho real. En nuestro sistema, el propio asiento de inscripción consiste en hacer constar en el Registro un extracto o resumen del contenido del documento (el título que tiene acceso al mismo) comprensivo de los pactos del mismo que tengan eficacia real erga omnes (trascendencia real). Por lo tanto, la inscripción no tiene un contenido propio, sino aquél que le “presta” el negocio que refleja o contiene. Clases de inscripción: Inscripción constitutiva: Requisito indispensable para que la transferencia o constitución de un derecho real tenga lugar. Con esta, queda perfeccionada la transmisión o constituido el derecho real. Ejemplo: Hipoteca, pues si ésta no es inscrita en el registro correspondiente, aunque haya sido elevada a Escritura pública, no existe la garantía real. Inscripción declarativa: Consiste en publicar un cambio ya ocurrido, independientemente del registro. Para esta clase de inscripción, basta la existencia del título para la transmisión del derecho real. Reconoce la preexistencia de los derechos reales, de los que se toma nota para su oportuna publicidad y demás efectos que establezca la ley.
El tercero ante la inscripción registral
Tercero: Persona que no es ninguna de las dos o más que intervienen en trato o negocio de cualquier clase. La protección otorgada al tercer adquirente es lo que se conoce como fe pública registral y su consecuencia jurídica es el mantenimiento del tercero en su adquisición, haciendo inatacable su título adquisitivo frente a cualquier acción ejercitada. Es un hecho que quien adquiere confiando en la veracidad y exactitud del Registro de la Propiedad es protegido en su adquisición. En consecuencia, los títulos de dominio o de otros derechos reales sobre bienes inmuebles que no estén debidamente inscritos o anotados en el Registro de la Propiedad no perjudican a terceros, y la persona que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de quien en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su adquisición, una vez que haya inscrito su derecho, aunque después el derecho del transmitente resulte no ser válido por razones que no consten en el Registro.
Propiedad del subsuelo
Subsuelo: Parte profunda del terreno a la cual no llegan los aprovechamientos superficiales de los predios y en donde las leyes consideran estatuido el dominio público, facultando a la autoridad gubernativa para otorgar concesiones mineras. Artículo 121 Constitución Política de la República: Bienes del Estado. Son bienes del Estado: … e. El subsuelo, los yacimientos de hidrocarburos y los minerales, así como cualesquiera otras substancias orgánicas o inorgánicas del subsuelo.
Si encuentra petróleo lo que fuere en un inmueble de su
propiedad, no es suyo, es del Gobierno. El Estado puede asignarlo a través de determinados procedimientos, más o menos parecidos en los países de América latina. En Guatemala la legislación en materia minera es bastante parecida a la de América Latina, en cuanto que la propiedad del subsuelo le pertenece al Estado, la propiedad de los recursos naturales le pertenece al Estado. Esto es así en todo el derecho civil latinoamericano y plantea una excepción al régimen general de la propiedad privada. La regla en el derecho civil latinoamericano es que la propiedad se extiende del suelo hacia arriba, el sobresuelo, y hacia abajo, el subsuelo, en la medida que sea útil para el propietario. Ese es el principio general, esto es verdad siempre que no encontremos mineral, gas o petróleo en el subsuelo, en ese caso se produce una excepción. El derecho de propiedad incluye el sobresuelo, el suelo y el subsuelo a menos que se encuentre algún recurso natural en cuyo caso el subsuelo le pertenece al Estado. Esta regla del Derecho latinoamericano es una reminiscencia del Derecho indiano. El Derecho indiano era aquella parte del derecho castellano aplicable a América, a Las Indias. El derecho castellano aparentemente, tiene normas discrepantes o por lo menos no unánimes respecto a la propiedad del subsuelo. No obstante, el derecho indiano en materia de minería recoge una reserva absoluta de la propiedad del subsuelo: la propiedad del subsuelo es del Rey y el Rey de España era el dueño del subsuelo en las Américas.
Constitución Política de la República, Artículo 125.
Explotación de recursos naturales no renovables. Se declara de utilidad y necesidad públicas, la explotación técnica y racional de hidrocarburos, minerales y demás recursos naturales no renovables. Acuerdo gubernativo 382-2006, Artículo 34. Ministerio de Energía y Minas. Le corresponde atender lo relativo al régimen jurídico aplicable a la producción, distribución y comercialización de la energía y de los hidrocarburos, y a la explotación de los recursos mineros.