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JAVIER ZELAZNIK – CAPITULO 5 – GOBIERNO

El gobierno es el centro desde el cual se ejerce el poder político de una sociedad.


Tiene una función identificadora de la actividad política la cual es su núcleo.
El autor menciona que la ciencia política esta encarecida por la falta de desacuerdo de
los significados de sus conceptos y la imprecisión con que estos se usan. Los
conceptos dependen de la subjetividad de quien los construye y el grado de relevancia
que les otorga. Esto mismo sucede con el concepto de gobierno.

El gobierno como fenómeno político puede ser considerado como:


Conjunto de actores: aquellos individuos que ejercen el poder de autoridad en un
sistema político, son los que ocupan los cargos y determinan la orientación política de
una sociedad. Se refiere al poder ejecutivo: jefe de gobierno, ministros, y todos
funcionarios designados por ellos. En los sistemas políticos modernos el poder se
encuentra institucionalizado. El mando efectivo de quienes gobiernan es
esencialmente una cuestión de autoridad de los titulares del poder. En este sentido es
posible distinguir entre estructuras de autoridad (las instituciones que confieren poder)
y las autoridades (los titulares de los roles de autoridad), quedando claro que el pode
es del cargo, y sólo pasa a la persona en la medida que lo ocupa.
Conjunto de funciones: aquí la función básica del gobierno es tomar decisiones
políticas, estas son vinculantes para todos los miembros de la sociedad, cuya
obligatoriedad está garantizada por la coerción o coacción legal monopolizada por el
Estado. Es la función típica del gobierno, mientras que la administración
(implementación) es asignada a un conjunto de funcionarios profesionales que
conforman la burocracia pública.
Conjunto de instituciones: el gobierno ejerce autoridad a las estructuras de toma de
decisiones políticas. Existe una delimitación del concepto de gobierno con relación a
los de sistema político y régimen político. El concepto de sistema político, referido a un
conjunto de instituciones, grupos y procesos políticos caracterizados por un cierto
grado de interdependencia recíproca. Un sistema político es un conjunto de conductas
interrelacionadas a partir de las cuales se asignan valores con autoridad en un sistema
social. Según Leonardo Morlino, el sistema político está compuesto por tres elementos
centrales: 1° la comunidad política, conjunto de individuos activos, organizados o no,
que componen un sistema político dado; 2° el régimen político, conjunto de
instituciones que da soporte al sistema político; 3° las autoridades, los titulares de
roles con autoridad.
El autor plantea, además, diferentes elementos que constituyen el régimen, tales como
un conjunto de estructuras de autoridad encargada de tomar decisiones, e
implementar las decisiones; normas y procedimientos y reglas de juegos que
determinan: la forma de elección de las personas que ocupan las estructuras de
autoridad; los mecanismos a través de los que se toman e implementan decisiones; la
forma en que se interrelaciones las diferentes estructuras de autoridad; la forma en
que se relacionan las estructuras de autoridad con la comunidad; ideologías, valores y
creencias cristalizadas en las estructuras, normas y procedimientos del régimen, los
valores dominantes que se encuentran institucionalizados y que legitiman al régimen
político.
El gobierno como institución forma parte de las estructuras de toma de decisiones que
posee el régimen político de un sistema político dado. Y régimen político no es
sinónimo de sistema político, sino que constituye una parte de este, el gobierno es un
elemento constituyente del régimen político, de sus estructuras de autoridad y de
aquellas encargadas de tomar decisiones.

Formas de gobierno
Un elemento institucional importante en la distinción entre formas de gobierno
democrático es la manera en que se interrelacionan las dos instituciones
fundamentales que intervienen en el proceso de toma de decisiones: el poder ejecutivo
y el poder legislativo. De esto se distinguen tres formas de gobierno:

Parlamentarismo:
Salvo EEUU, todas las demás democracias, con un alto nivel de estabilidad política
poseen gobiernos parlamentarios. Esta caracterizado por la fusión, antes que por la
división de poderes. No existe una independencia entre el ejecutivo y el legislativo.
Tiene cuatro características típicas:
Estructura del poder ejecutivo: dualista, está el Jefe de Gobierno, quien tiene a su
cargo la dirección política y administrativa, y el Jefe de Estado, cargo de característica
simbólica y ceremonial, ocupado en las monarquías por un rey, y en las repúblicas por
un presidente elegido por el Parlamento.
Elección del Jefe de Gobierno: el Primer Ministro es elegido de manera indirecta por el
Parlamento. El resto de los ministros propuestos por el Jefe de Gobierno. El
mecanismo de investidura puede ser explícito e implícito.
Duración del Jefe de Gobierno en su cargo: el mismo se mantiene mientras conserve
el apoyo de los parlamentarios. La censura a cualquier ministro suele implicar la caída
de todo el gobierno.
Elección y duración de mandato del poder legislativo: los miembros del parlamento son
elegidos directamente por el pueblo. No son elegidos por un periodo fijo. El Primer
Ministro tiene la facultad de disolver al Parlamento convocando a elecciones
inmediatamente. Los miembros del gabinete (Jefe de Gobierno) suelen ser, al mismo
tiempo, miembros del Parlamento. No existe ni separación de poderes ni
independencia entre ellos, la relación gobierno/parlamento está caracterizada por la
fusión de poderes.
Tanto el gobierno de gabinete como el parlamentarismo equilibrado constituyen formas
viables de parlamentarismo, en tanto que los gobiernos de asamblea tienden a
exacerbar el conflicto y la inestabilidad gubernamental.

Presidencialismo: el ejecutivo es unipersonal, está encabezado por un solo individuo


que concentra casi la totalidad de los poderes ejecutivos. El Presidente es tanto Jefe
de Estado como Jefe de Gobierno; esto es, desempeña funciones simbólicas y
ceremoniales junto con funciones efectivas de gobierno; tiene control total sobre la
designación y destitución de los ministros; posee una preeminencia absoluta sobre los
otros miembros del poder ejecutivo; es electo directamente por el pueblo. Esto le
otorga una legitimidad democrática directa de la que carecen los jefes de gobierno de
democracias parlamentarias. Es electo por un período fijo, no pudiendo ser removido
por motivos políticos. La duración de los presidentes sólo se ve afectada por los
mecanismos de Juicio Político e Impeachment, a través de los que pueden ser
destituidos, los cuales sólo pueden ser activados por comisión de delitos o por mal
desempeño de las funciones públicas.
Junto al ejecutivo hay un poder legislativo, cuyos miembros también son elegidos
directamente por el pueblo, y que permanecen en su cargo por un período fijo no
pudiendo ser removidos a no ser por resolución de sus pares. El presidente no puede
amenazar legítimamente con la disolución del legislativo. El ejecutivo y legislativo son
independientes, tanto en su origen como en su supervivencia.
Los países presidenciales difieren en función de determinadas características:
Institucionales: el elemento central está constituido por los poderes legislativos que la
constitución le otorga al presidente:
Poderes reactivos: Son aquellos que le permiten al presidente evitar que el congreso
pueda alterar el status quo mediante la aprobación de leyes. El instrumento central es
el poder de veto. Otro poder reactivo es la iniciativa exclusiva del presidente para
iniciar leyess en determinadas áreas, por ejemplo, el presupuesto nacional. En estos
casos, ninguna política es discutida a menos que el presidente tome la iniciativa.
Poderes proactivos: Es la de poder aprobar legislación sin que haya sido tratada por el
congreso, como poder legislar por medio de decretos.
Partidarias: En un sistema bipartidista, cuando el partido que ocupar el gobierno posee
la mayoría en el Congreso, el modo funciona de una forma muy parecida al gobierno
de gabinete, especialmente en los casos es al mismo tiempo el líder del partido. Esto
da lugar a la configuración de gobierno mayoritario o unificado.

Semipresidencialismo: combina una estructura parlamentarista con la elección de un


Presidente directamente por la ciudadanía. Al igual que en el parlamentarismo, existe
la distinción entre un presidente (Jefe de Estado) y un Primer Ministro (Jefe de
Gobierno) que descansa sobre la confianza del Parlamento. El presidente es elegido
por sufragio popular, poseyendo de esta manera una legitimidad democrática
equivalente a la del parlamento. El rol del Jefe de Estado deja de ser meramente
ceremonial y simbólico para convertirse en un poder regulador. Inclusive, el Jefe de
Gobierno debe contar tanto con la confianza del parlamento como la del presidente.
De alguna manera, el semipresidencialismo se acerca al dualismo propio de las
monarquías constitucionales.
Las diferencias entre distintos tipos de presidencialismo se pueden ver en: las
prerrogativas constitucionales; la utilización de las facultades habilitadas; y la
coincidencia de la mayoría presidencial con la parlamentaria.
Cuando el Presidente es el líder del partido mayoritario en el Parlamento, pasa a tener
un poder similar a su par de cualquier país presidencialista. El jefe de estado se
convierte así institucionalmente, en la figura central, debiéndoselo incorporar en la
definición de gobierno.

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