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87679/2016 Incidente Nº 1 - C, B C/ P. A., J. M.

s/INCIDENTE FAMILIA
Buenos Aires, de febrero de 2018.- VISTOS: estos autos para resolver el
presente incidente de reembolso alimentario; y CONSIDERANDO: I. A fs.
130/143 se presenta la Sra. B. C. y promueve demanda incidental de reembolso
alimentario de los gastos efectuados para la manutención de los hijos comunes
en los términos del art. 669, 2do. párrafo, del CCCN, contra el Sr. J. M. P. A..
Refiere que, de su unión con el demandado nacieron sus hijos M y F y que en
junio de 2016, debido a circunstancias que hicieron imposible la vida en común,
debió dejar la vivienda y mudarse a un departamento que alquiló a fin de vivir
allí junto con sus hijos. Explica que los enseres de la vivienda familiar quedaron
en poder del demandado, por lo que debió adquirir todos los muebles y
electrodomésticos básicos a fin de vivir en condiciones dignas con sus hijos.
Señala que el domicilio en el que vive el demandado fue adquirido por ambos
en noviembre de 2006 y fue construido con el aporte de los dos, mudándose en
junio de 2009, luego de construida casi en su totalidad. Denuncia que una
tercera parte indivisa pertenece a ella y las dos terceras partes restantes al
demandado, quien la obligó a venderle su parte a un precio vil ($ 248.000).
Refiere que su ex pareja manejó la economía familiar a su antojo y que incluso
retuvo en su poder las partidas de nacimiento de sus hijos, lo que la obligó a
tramitar nuevas a fin de promover el juicio de alimentos. Agrega que su único
aporte consistió en afianzar el contrato de locación, desinteresándose de la
manutención de sus hijos. Manifiesta que el dinero por la venta de su parte
indivisa fue utilizado durante 7 meses para sostener los requerimientos de la
familia, mudarse e instalar una vivienda digna. Agrega que durante la
convivencia trabajó en la empresa del demandado, donde además figuraba
como socia gerente con una participación social del 20 %, y que luego de la
separación debió cederle las cuotas sociales a la hermana del accionado.
Sostiene que luego de 10 años de convivencia debió volver a empezar, sin
vivienda, sin trabajo y sin mayores medios para afrontar los gastos cotidianos
de sus hijos más que el dinero habido de la venta de la parte indivisa de la casa
adquirida con todos sus ahorros durante la vida en común y edificada con tanto
esfuerzo. Refiere que la negativa del progenitor a abonar la cuota alimentaria de
sus hijos llegó al extremo de negarles la cobertura de salud –la empresa
abonaba la cobertura del Hospital Italiano-. Denuncia que sus hijos concurren a
un colegio municipal por el que abona 40 $ de cooperadora por cada uno de
ellos, que F practica educación física infantil en el Ateneo Popular Versailles
con una cuota de $ 620 y M concurre a danza en el Club Jorge Newbwery, por
el que paga $ 350 mensuales. Señala que en junio de 2016 abonaba un alquiler
de $ 9.500 mensuales y a partir de diciembre de ese año $ 10.140. Reclama los
gastos efectuados desde el 26 de mayo de 2016, fecha de la separación hasta
noviembre de 2016.

II.- Corrido el correspondiente traslado, a fs. 206/212 J M P A lo contesta,


solicitando el rechazo de la demanda, con costas. Sostiene que el reembolso
que la actora pretende se aplica al progenitor no conviviente, mientras que
ellos, desde la separación, mantuvieron un sistema de cuidado personal
compartido. Dice que la que decidió terminar con la pareja y abandonar el hogar
fue la actora, y que frente a esa decisión indiscutible y personal, él siempre ha
colaborado y participado intensamente en la instalación y mantenimiento del
ámbito donde sus hijos pasarían la mitad de su tiempo. Argumenta que varias
de las compras que reclama han sido efectuadas con dinero en efectivo provisto
por él y que ha estado presente en la firma del contrato de locación
acompañado por la actora, que firmó como garante y llevó el dinero
correspondiente al depósito ($ 11.350) y al alquiler inicial de junio de 2016 ($
9.500). En cuanto a la comisión inmobiliaria, señala que no le consta y que el
documento acompañado es ilegal, ya que no consiste ni en un recibo oficial ni
en una factura. Indica que no guardó facturas de las compras que hacía para
sus hijos ni le hizo firmar recibos a la actora del dinero que aportaba, no
imaginando que aquélla fuera a reclamárselos a él, cuando fue ella la que
decidió finalizar la convivencia. Invoca que los gastos en que ha incurrido se
equiparan o son mayores a los denunciados por la actora, además de compartir
el cuidado personal de sus hijos.

III.- A fs. 230 se ordenó la apertura a prueba del incidente. IV.- Conforme lo
establecido por el art. 669 del Código Civil y Comercial de la Nación, los
alimentos se deben desde el día de la demanda o desde el día de la
interpelación del obligado por medio fehaciente, siempre que se interponga la
demanda dentro de los seis meses de la interpelación. Sin embargo, por el
período anterior, el progenitor que asumió el cuidado del hijo tiene derecho al
reembolso de lo gastado en la parte que corresponde al progenitor no
conviviente.

De este modo, el nuevo ordenamiento recepta la postura mayoritaria de la


jurisprudencia que reconoce sobre los gastos que uno de los progenitores
hubiera realizado en concepto de prestaciones alimentarias, el derecho a
solicitar el reembolso de tales erogaciones al que las efectuó cuando hubieran
sido a cargo del otro progenitor, en proporción a lo que solventó (Kemelmajer
de Carlucci – Herrera – Lloveras, “Tratado de Derecho de Familia según el
Código Civil y Comercial de 2014”, T. IV, pág. 203).
Es que el obligado al pago, “…al saber que tiene un hijo conoce su obligación y
debe cumplirla, si no lo hace no resulta justo que se libere por la inacción
judicial o extrajudicial del otro progenitor, como si la obligación naciera de ese
reclamo…” (Rivera – Medina, “Código Civil y Comercial de la Nación
Comentado”, t. II, pág. 565).

En los autos principales “C., B. c/P. A., J. M. s/alimentos” se dictó sentencia


condenando al Sr. J. M. P. A. a abonar una cuota alimentaria a favor de sus
hijos M. y F. de pesos dieciséis mil, retroactiva al 2 de diciembre de 2016 (ver
fs. 752/756 del expte. nro. 87.679/16).

En este orden de ideas, corresponde analizar los distintos gastos reclamados


por la actora, efectuados entre los meses de junio de 2016, en que tuvo lugar la
separación de las partes y noviembre de 2016.

Al respecto, cabe señalar que, pese a los intentos del demandado en


argumentar que el cuidado personal de sus hijos es alternado –en realidad sólo
denuncia que es “compartido” sin especificar la modalidad, esto es “alternada” o
“indistinta” (art. 650 del CCN)-, lo cierto es que de las constancias de autos
surge que los menores residen de manera principal en el domicilio materno,
aunque tienen un régimen de comunicación bastante amplio con el padre, en
cuyo domicilio pernoctan algunos días de la semana.

En efecto, la Sra. M CF, abuela materna de los niños, declaró que sus nietos
duermen el martes y el jueves en la casa del demandado, quien los retira a las
seis de la tarde y los lleva al colegio al día siguiente, mientras que el día
domingo los pasa a buscar a las doce del mediodía y los lleva el lunes al
colegio (ver fs. 249 vta./250 resp. a la primera repregunta), lo que aparece
corroborado por las declaraciones de los testigos Gi (ver fs. 296 vta. resp. a la
repregunta dos) y C (ver fs. 303 resp. a la preg. 3), quienes coincidieron en
cuanto a los días de la semana mencionados.

Podrá apreciarse, pues que los niños pasan mayor tiempo en el domicilio
materno y es allí donde la testigo P declaró que cuida a los menores (ver fs. 307
resp. a la preg. 2), por lo que el régimen de comunicación amplio establecido
entre ambos progenitores no resulta suficiente para desvirtuar el reclamo de la
actora como progenitora conviviente, aunque debe ser merituado a los fines de
determinar la proporción en que el demandado debe colaborar con los gastos
reclamados.

Adviértase que la normativa invocada establece que el reembolso no procede


por el total de las erogaciones efectuadas sino sólo en la proporción que
corresponde al progenitor no conviviente, razón por la cual, atento el tiempo que
los beneficiarios de la obligación alimentaria comparten con su progenitor,
considero que éste debe asumir el 60 % de los gastos reclamados.

Por otra parte, se ha sostenido que “…la vivienda es uno de los rubros que el
progenitor no conviviente debe cubrir…” y que “…puede garantizarla en especie
con un inmueble habitable… o en dinero, debiendo abonar una suma suficiente
como para cubrir los gastos de alquiler…”, aunque en ambos supuestos “…se
deben tener en cuenta los gastos a realizar en su mantenimiento, servicios y
expensas…” (Kemelmajer de Carlucci – Molina de Juan, “Alimentos”, t. I,
Rubinzal – Culzoni Editores, pág. 116).

En este sentido, los comprobantes de pago acompañados por el demandado a


fs. 168/205 se refieren al inmueble de su propiedad y no al domicilio de la parte
actora, por lo que carecen de relevancia a los fines que se pretenden. Tampoco
resulta atendible la impugnación formulada a fs. 208 vta. al comprobante cuya
copia obra a fs. 32 en tanto se trata de un recibo.

Sin embargo, debo destacar que los rubros correspondientes a alquileres,


comisión inmobiliaria, expensas, AYSA, cable e Internet, Edesur, Metrogas y
ABL, identificados a fs. 139 vta. con los números 1, 2, 4, 5, 6, 7, 8 y 9, hacen
referencia al total de lo abonado, cuando sólo una parte de tales erogaciones (el
66,66 %) corresponde a los menores, mientras que el resto es la parte
proporcional a la progenitora, por la que no procede reintegro alguno. Igual
solución corresponde aplicar a los rubros heladera, lavarropas, televisor, mesas
y sillas (ver fs. 140 puntos 16, 17, 18 y 22) por tratarse de electrodomésticos y
muebles del hogar que no están destinados únicamente a los niños (como el
resto de los indicados a fs. 140 punto 15, 19, 20 y 21) sino también a la actora,
por lo que la parte proporcional a este última no debe ser solventada por el
accionado. Con tales alcances, corresponde hacer lugar a la demanda
interpuesta.

V.- Dado el resultado del juicio, las costas deberán ser soportadas por el
demandado vencido (arts. 68 y 69 del Código Procesal). Por todo lo expuesto,
oída la Sra. Defensora Pública de Menores e Incapaces a fs. 323 vta.,
RESUELVO: Hacer lugar parcialmente a la demanda de reembolso de gastos
promovida por la parte actora, con los lineamientos señalados
precedentemente. Con costas al demandado (arts. 68 y 69 del Cód. Proc.).
Difiérese la regulación de los honorarios profesionales para una vez practicada
la liquidación pertinente. NOTIFIQUESE personalmente o por cédula y a la
Defensora Pública de Menores e Incapaces en su despacho.-

FIRMADO: Dra MONICA CECILIA FERNANDEZ. Juez de primera instancia.-


JUZGADO NACIONAL DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL N° 84

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