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Isag Sai
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INSTITUTO DE EMPRENDEDORES
ESPECIALIDAD: ENFERMERIA II
FECHA: 17 DE SETIEMBRE
2019
TEMA: LACTANCIA MATERNA 0 A 6 MESES
DEFINICIÓN:
SEGÚN OMS:
COMPOSICIÓN
La leche materna incluye todos los nutrientes que un recién nacido requiere hasta los seis
meses de edad, por lo que será su único alimento. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) recoge en su libro La alimentación del lactante y del niño pequeño los componentes
principales de la leche materna, que son:
Grasas: En cada 100 mililitros de leche hay 3,5 gramos de grasa, aunque la cantidad
que recibe el lactante varía a lo largo de la toma. La grasa se concentra especialmente
al final de la toma, por lo que la leche presenta una textura más cremosa que al inicio.
Las grasas de la leche materna son importantes para el desarrollo neurológico del niño.
Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta que en otro tipo
de leches y sirve como fuente de energía. Otros hidratos de carbono presentes en la
leche materna son los oligosacáridos, importantes para combatir infecciones.
Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de proteínas que la
leche normal, lo cual la hace más adecuada para los lactantes. Algunas de estas
proteínas son la caseína o la alfa-lactoalbúmina. La beta-lactoglobulina, una proteína
presente en la leche de vaca y que puede provocar intolerancia a la lactosa, no está
presente en la leche materna.
Vitaminas y minerales: La leche materna ofrece la cantidad adecuada de la mayoría
de las vitaminas, a excepción de la vitamina D. Para corregir esa carencia, se debe
exponer al bebé a la luz del sol para que la genere de manera endógena, o si no,
mediante suplementos vitamínicos.
Factores anti-infecciosos: Entre ellos se encuentran las inmunoglobulinas, los
glóbulos blancos, las proteínas del suero o los oligosacáridos.
Factores bioactivos: Algunos de ellos son la lipasa, que ayuda a la digestión de la
grasa en el intestino delgado; o el factor epidérmico de crecimiento, que estimula la
maduración de las células de la mucosa del intestino para mejorar la absorción y
digestión de los nutrientes.
Conservación de la leche
La leche de la madre puede extraerse de las mamas y conservarse, de forma que el bebé
pueda alimentarse si la madre no puede estar presente en el momento en que lo pida. Además,
cuando se produce más leche de la que el bebé necesita, es recomendable extraerla para evitar
problemas como la ingurgitación o la mastitis.
Según el Comité de Lactancia de la AEPED, el calostro puede conservarse a temperatura
ambiente durante 12 horas. La leche madura se mantiene en buen estado más tiempo, y
dependiendo de la temperatura durará más o menos:
Más de 30º: cuatro horas.
Entre 25 y 30º: de cuatro a seis horas.
Entre 19 y 22º: 10 horas.
A 15º: un día.
Refrigerada, entre 0 y 4º: ocho días.
Congelada: si es un congelador dentro de la nevera, dos semanas. Si es un
congelador de nevera pero separado, tres o cuatro meses. En congeladores comerciales,
se puede conservar hasta seis meses.
La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los seis primeros meses
de vida, favoreciendo su crecimiento, maduración y salud.
Puesto que hay una menor incidencia de enfermedades, disminuye a su vez el gasto
sanitario.
Se han concebido diversas estrategias que han dado buenos resultados para mejorar las
prácticas de alimentación complementaria en los países de ingresos bajos y medianos,
donde las dificultades prácticas pueden limitar la observancia de las directrices sobre
alimentación complementaria.
OBJETIVO
6-7 meses
• Estadio inicial: al inicio tienen suficiente con una o dos cucharadas. Puede que al
principio al lactante le cueste coger el alimento o no sepa moverlo hasta el final de su
boca y se le caiga o lo escupa, esto es normal. Lo mejor es ofrecer purés de un solo
alimento, sin azúcar ni sal ni especias como: patata cocida o arroz o cereales sin gluten
diluidos con un poco de leche materna o con agua, una o dos veces al día y siempre
después del pecho.
• Segundo estadio: una vez que el niño aprende a comer con cuchara se introducen
nuevos sabores y mayor variedad de alimentos, en forma de purés aplastados y
semisólidos, que además le ayudarán a desarrollar su habilidad motora. El niño está listo
para esta etapa cuando es capaz de mantenerse sentado solo y de transferir objetos de
una mano a otra. Para mejorar su aceptación suele ser útil ofrecer el alimento nuevo
junto con uno conocido que al bebé le guste. Es preferible ofrecer inicialmente sabores
salados (sin sal añadida) y es importante no ofrecer alimentos excesivamente dulces.
8-11 meses
La mayoría de los lactantes a esta edad son capaces de comer alimentos blandos que
pueden coger por sí mismos, llevárselos a la boca (migas de pan, arroz inflado,
zanahoria cocida, trocitos de patata...) y masticarlos.
• Los vegetales deben cocerse para ablandarlos y las carnes trocearse y triturarse en puré
no muy fino. Se deben ofrecer alimentos para comer por sí solos (zanahoria cocida,
pera, pan) con cada comida y el pan puede untarse con mantequilla o margarina o
aceite. Los alimentos con azúcar añadido como las galletas, pasteles o bizcochos deben
desaconsejarse. Los derivados lácteos sin azúcar añadido pueden estar presentes en la
dieta desde los 9 meses (yogur, kéfir, queso). La lactancia materna debe continuar
ofreciéndose a demanda y si se ofrecen otros líquidos es preferible ofrecerlos en taza o
vaso. Los lactantes amamantados no precisan tomar derivados lácteos.
12-23 meses
La mayoría de los niños son capaces de comer casi los mismos tipos de comida que los
demás adultos de su casa, teniendo en cuenta que precisan alimentos con alta densidad
nutricional y que en esta etapa es tan necesario darle de comer como estimularle para
que se autoalimente. La leche materna sigue siendo una parte importante de la dieta y
debe ser preferiblemente el principal líquido aportado durante todo el segundo año o
más. Los alimentos pueden estar troceados o aplastados y la carne picada.
Es importante ofrecer alimentos que puedan llevarse a la boca con las manos como
trozos de pan, cereales, queso, frutas o verduras blandas. Se deben evitar alimentos que
supongan riesgo de atragantamiento por consistencia o forma: frutos secos, uvas,
zanahoria cruda, piel de salchicha o calamar, caramelos… Se debe evitar la oferta de
alimentos ricos en calorías vacías (excesivamente grasos). Tampoco se debe añadir sal a
las comidas.
RECOMENDACIONES DE LA OMS
Los lactantes deben recibir lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis
meses de vida para lograr un crecimiento, desarrollo y salud óptimos.
A partir de entonces, a fin de satisfacer la evolución de sus necesidades nutricionales,
deben recibir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados e inocuos, al
tiempo que siguen tomando el pecho hasta los dos años o más.
Recuerda la cantidad, consistencia, frecuencia y tipo del alimento que se debe
proporcionar a la niña o niño es de acuerdo a su edad.
BIBLIOGRAFÍA:
Alimentación complementaria - María Teresa Hernández Aguilar - Pediatra, CS Fuente
de San Luis,Valencia
LINKOGRAFÍA:
https://cuidateplus.marca.com/familia/bebe/diccionario/lactancia-materna.html
https://www.who.int/elena/titles/complementary_feeding/es/