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¿Debemos esperar una tercera ola de observatorios en

América Latina o quedarnos con el tipo de


observatorios de la violencia que tenemos?
Edgar Gustavo Rodríguez Parada grodriguez@ugb.edu.sv

Universidad Gerardo Barrios.

Es una pregunta difícil, pero para contestarla debemos saber si aún son útiles los observatorios de
violencia en Latinoamérica.

Según el Estudio realizado por el BID, en el año 2014 1 se estudiaron 66 observatorios de un total
198 observatorios que estudian la violencia en 18 países de Latinoamérica, de los cuales 166
tienen contactos disponibles, El Salvador tiene de ellos 15 observatorios de los cuales 10 tienen
algún contacto disponible y solo 2 de ellos están incluidos en el estudio 2. Por lo cual una de las
primeras observaciones del estudio es que en El Salvador existe mayor demanda de apoyos de la
comunidad internacional para la creación de más observatorios (Pág. 31 del Estudio).

Se debe tener en cuenta que los observatorios fueron creados con diferentes enfoques, el objetivo
más frecuente declarado por los observatorios estudiado es el apoyo a la formulación de políticas
públicas (27%), seguidos por el análisis de información de crimen y violencia (22%), y la veeduría
(17%)3, los otros propósitos de su creación declarado por los mismos 66 observatorios tomados en
cuenta fueron la recolección de políticas públicas (15%), la articulación con la sociedad civil (5%), la
sistematización de la información (4%), prevención (4%) y generar opinión pública (1%).

Las principales conclusiones en el estudio del BID, es que: Los observatorios son una realidad frágil
en América Latina y el Caribe.

Aun no se tienen claro cuál es el mejor camino para fortalecer la búsqueda de mejor y mayor
información y que esta búsqueda sea sostenible y sustentable en el tiempo para los mismos
observatorios los cuales en muchos casos son gubernamentales (41%) o de un sistema mixto
(15%)4, lo cual en opinión del autor de este articulo genera problemas con cada cambio de
gobierno, pero para poder afirmar con cierta certeza que es lo que mantiene o no a un
observatorio se deberá incluir dentro del razonamiento, un análisis de los ciclos de vida de los
observatorios y de las razones que los llevan a desgastarse o decaer, o aquellas que los impulsan y
mantienen en el tiempo. Se debe incluir dentro de ese análisis las experiencias de los
observatorios que han perdurado y especialmente de aquellos que se han mantenido con
incidencia en políticas públicas durante varias administraciones sucesivas.
1
El estudio ¿Qué observan, los que observan el delito? (2014) Realizado por Jorge Srur (Editor), Lucía
Dammert, María Isabel, Gutiérrez, Gerard Martin, Rafael Paternain y Norma Peña para el BID. Recuperado
del sitio https://www.iadb.org
2
Los observatorios del crimen y la violencia incorporados en este estudio fueron: El Observatorio Municipal
de Seguridad Ciudadana ubicado en San Salvador y el Observatorio de Violencia de Genero contra las
Mujeres, también en San Salvador.
3
La palabra debe entenderse como monitoreo.
4
Es decir pertenecen a más de tres categorías
La respuesta a la pregunta inicial por tanto es: ¡Sí, es necesaria una nueva clase de observatorios
en la región!, con nuevos enfoques y formas de monitorear si los progresos y las políticas
adoptadas van en la dirección adecuada. ¿Qué deben de contener? Los observatorios de esta
“tercera oleada” deben hacer Innovaciones en cuanto al tratamiento de los datos, así como del
mapeo predictivo, trabajo interinstitucional interactivo, de las evaluaciones realizadas; de la
integración formal de los observatorios a la cadena de producción de las políticas de seguridad
ciudadana, los cuales también se vuelven en orientadores de las políticas adoptadas en los países
latinoamericanos. Estos observatorios deben ser una versión avanzada y actualizada de aquellos
con los que América latina y el Caribe innovó a principios de los 90 y luego en la década del 2000,
con sus modelos integrales en conocimiento multisectorial, cuando la observación del delito
estaba reducida a la realidad del mundo policial en los países más desarrollados, puesto que los
actuales observatorios no tienen mayor influencia en el desarrollo de políticas públicas que
combatan el crimen pues como ya se vio solo el 27% de los actuales observatorios tiene como
propósito principal el apoyo a la formulación de políticas públicas y solo el 1% el generar opinión
pública y ninguno de los estudiados manifiestan pretender generar conciencia pública.

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