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LA CODIFICACION: IMPULSO MODERNO

DE LA FAMILIA ROMANISTA
POR CARLOS RAMOS NUÑEZ

1 tema de la codificación es uno de los más interesantes en el debate jurídico

E moderno. El trabajo que se presenta enfoca dicho fenómeno como el resultado de


un proceso lento y continuo, que recién será plasmado con el advenimiento del
Iluminismo en Europa Occidental, para luego extenderse a nuestro continente en un
contexto distinto y original. En tal sentido, el presente artículo no sólo se avoca al
estudio del caso europeo, sino que pretende explicar la ola codificadora vivida en
América el siglo pasado, abriendo un importante camino para futuras investigaciones

1. LA CODIFICACIÓN
La codificación consiste en una tentativa de El intento de racionalización del Derecho había
poner orden en medio de la dispersión. Se pre- sido emprendido por los autores de la Escuela
tende con ella sistematizar y organizar mejor el del Derecho Natural, quienes partiendo del pos-
abundante material normativo existente. El tulado central de la libertad del hombre y con-
mundo jurídico requiere ser sometido a la criba fiando en un criterio more geométrico -convic-
de la diosa razón, siguiendo la misma suerte que ción según la cual las leyes podrían regular
la filosofía, las mentalidades y la vida cotidiana. matemáticamente la conducta humana en su
Encierra una idea jusnaturalista e iluminista, totalidad- procuraban deducir una serie de pro-
según la cual el desorden y la fragmentación del posiciones jurídicas que juzgaban necesarias
Derecho tradicional debían ser reemplazados para el funcionamiento de una formación econó-
por una legislación sistemática, racional, clara mica que poco a poco se iba entronizando: el
y comprensible. El presupuesto en el que reposa- capitalismo.
ba esta empresa era la convicción, típicamente La idea de un cuerpo de códigos constituía una
iluminista, conforme a la cual la actuación ra- idea moderna y revolucionaria que resumía los
cional de los gobernantes o la voluntad general esfuerzos seculares de príncipes, jurisconsultos
de la nación, fuesen, por sí solas, capaces de y filósofos por reducir a una unidad material y
crear una sociedad mejor. Subyacía la creencia formal la legislación. Para utilizar las palabras
de que existiesen principios y valores éticos de Diez Picazo, implicaba una «refundación•• de
absolutos válidos para todos los tiempos y para las diversas ramas del Derecho'"'. Subyacía en
todos los hombres, los mismos que debían ser ella el utópico deseo, resultado de la tesis de la
cristalizados en normas positivas. soberanía nacional y de la voluntad general
La codificación es, pues, uno de los productos democrática de los pueblos y una fe ciega depo-
más acabados y llamativos del Iluminismo y de sitada en la Razón, elevada a la condición de
la cultura occidental moderna, su expresión fuente central del Derecho, con la cual se preten-
formal genuina' 1 '. Se trataría de una obra tar- de <<proyectar y coordinar todos los sectores de la
día, más que de una producción antigua o medie- convivencia humana mediante un sistema sin
Carlos Ramos Núñez val. Esta parece ser la posición más razonable. lagunas, que se deriva y justifica lógicamen-
·Abogado Se pecaría de anacronismo si se conjetura que la te,'6'. A diferencia del Ius Comune abierto, copio-
• Catedrático de codificación es un fenómeno del mundo antiguo so e intrincado, un ordenamiento jurídico fun-
1ntroducción a las
o medieval o propio de cualquier civilización que cional y cerrado resultaba más compatible con la
haya condensado sus normas coercitivas. Podría aspiración de sujetar a cálculo a la nueva diná-
Ciencias Jurídicas de
hablarse, en consecuencia, de Códigos, más no mica social.
la Pontificia Universi-
de codificación' 2 '. Desde el momento que las La codificación no era una simple yuxtaposición
dad Católica del Perú condiciones materiales e ideológicas eran diver- de normas recopiladas, en la que prevalece un
• Catedrático de sas, tal propósito constituiría, como ha puntua- criterio fundamentalmente cronológico y que no
Historia del Derecho lizado Bartolomé Clavero, un «imposible histó- distingue las diferentes áreas del Derecho. Trae,
Peruano en la rico»'3'. Solamente cuando el Derecho Natural y más bien, a decir de Jorge Basadre, «una concep-
Universidad de Lima el Iluminismo se interiorizaron en la conciencia ción sistemática y completa presentando la uni-
de los grupos dirigentes, se pasó de los deseos de dad esencial de una rama del Derecho,m. Por
unos cuantos' 4 ' a las realizaciones; de la utopía otro lado, se hallaba asentado sobre los princi-
de los iniciados a las directivas de los monarcas; pios armónicos y coherentes de la Ilustración.
de las especulaciones de los estudiosos a la arena No debe escapar al análisis que los códigos
pública y a la política. modernos, especialmente el Código Civil fran-

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cés, contenían ideales de carácter político, eco- y clérigos' 11 '; al punto que la burguesía, que
nómico y social. Se presentaba también como un había librado durante siete siglos una lucha sin
vehículo de «transmisión y vulgarización de una cuartel contra el poder y las estructuras feuda-
ideología y de directivas políticas,' 8 ' de tipo libe- les, participaba ya directamente del dominio del
ral - burgués. Empero, no se limitaba a cumplir Estado. En el período que va de la Reforma
un papel puramente notarial: dar cuenta de la protestante a la revolución francesa, el ascenso
realidad y de las costumbres o a desarrollar bajo de la burguesía como clase dirigente terminó por
el signo de la continuidad el Derecho pre-exis- afirmarse. En este proceso, como lo han demos-
tente (como habían sido, por ejemplo, las trado Tigar y Levy, el Derecho no estuvo ausen-
Ordennances francesas, la Reformationen ale- te'12', antes bien jugó un rol protagónico.
mana o la Novísima Recopilación española de Desde la Baja Edad Media, la burguesía que
1805). Buscaba ante todo modificar el orden aspiraba al dominio del poder estatal, formula-
social y económico, remover los obstáculos que el ba sus ataques contra el feudalismo empleando
proyecto ilustrado o liberal encontraba a su para ello reglas y principios jurídicos. El propio
paso. No cabe duda que se le asignaba una origen de las Universidades -en las que inevita-
función instrumental al servicio de intereses blemente se enseñaba Derecho- en la zona meri-
muy concretos' 9 '. Perseguía entonces renovar los dional de la península itálica, donde al alimón
esquemas de vida y los ideales sociales se venía operando una expansión comercial y
imperantes, mediante el reordenamiento inte- financiera hasta entonces inédita en Europa, va
gral de todo el sistema normativo. Los códigos unido a eventos políticos como el fortalecimiento
fueron pensados como medios de transformación de la autoridad papal, pero también a considera-
revolucionaria. Si esa fue la finalidad intrínseca ciones económicas y sociales ligadas al desarro-
de la codificación puede decirse que el Code llo de la burguesía' 1"'. Por lo tanto, resultaba
napoleónico cumplió su cometido con creces. Sus natural que apenas esta clase social (hasta
repercusiones tocaron desde lo epidérmico hasta entonces insurgente) tomó el poder se premuniese
los pliegues más hondos de la realidad. En de un sistema legal que había ido diseñando
efecto, tal como lo ha señalado agudamente paulatinamente en sus prácticas mercantiles y
Francesco Galgano, el Code pudo más que la que le asegurara previsibilidad para sus nego-
guillotina. Con unos cuantos artículos fracturó cios, certeza jurídica, requisito irrenunciable
la propiedad nobiliaria, para el desarrollo del tráfico comercial. No podía
destruyendo para siempre conformarse con un Derecho incierto, anegado
El Code Civil las bases materiales del de fuentes formales diversas.
poder aristocrático y Así mismo, la sociedad estamental organizada
destruyó para abriendo a la burguesía el por esferas jerarquizadas, en la que la movili-
acceso a la propiedad de la dad social era prácticamente imposible y la
siempre las tierra. <<La revolución fran- geográfica estaba harto limitada, cedía, no sin
cesa, la verdadera revolu- dificultades y tropiezos, el paso a «Sociedades
bases ción -dice Galgano- no fue
obra de Robespierre, sino
abiertas» -la expresión fue difundida por Pop-
per-'1'1'. Los presupuestos prácticos y culturales
materiales de Pothier. Fue el produc-
to de la fuerza poderosa
de la codificación contemporánea emergen. El
cimiento jurídico del flamante orden político,
del poder del Derecho».' 10 ' según la frase feliz de Maine, ya no era el status,
Por otra parte, la codifica- era el contrato'"'. El Código Civil consagraría
aristocrático. ción se presentaba en me-
dio de un escenario econó-
luego esa orientación.
Otro elemento importante de la atmósfera del
mico, social, político e ideo- proceso codificador descansa en el tránsito que se
lógico muy distinto al de la época medieval. El produce de la férrea unidad a la diversidad reli-
crecimiento industrial y mercantil, generó for- giosa. La Reforma protestante resquebrajó el
mas nuevas en la vida económica y permitió la poder y la influencia de la Iglesia católica e
constitución de un mercado mundial. Los pro- introdujo una idea disolvente: la inmediación
pietarios de bienes muebles (banqueros, comer- entre el creyente y las escrituras. Las repercusio-
ciantes e industriales) se tornan arquetipos de nes de este principio serían inmensas, en especial
influencia social predominante, compitiendo para el desarrollo de la ciencia, a pesar, inclusive,
primero y desplazando después a terratenientes de las advertencias de sus precursores.' 16 '

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Lentamente, la ciencia reemplaza a la fe religio- do Derecho patrio; como contrapartida se asisti-


sa. Así, los hallazgos de Copérnico, Kepler y ría a un penoso desenlance: al fenecimiento de la
Newton, los descubrimientos geográficos, la cultura jurídica supranacional y a la liquida-
cosmología moderna, el rápido avance de las ción de la «república sin confines de los doc-
matemáticas y de las invenciones técnicas con- tos>•'20'. Como ha señalado Mario Cattaneo, la
tribuyeron a la formación de las ideas directri- codificación se convirtió, tanto en el plano jurí-
ces que precedieron a la codificación. La plena dico como en el político, en el puente de paso
confianza, ciertamente exagerada, de sus posi- entre el cosmopolitismo y el nacionalismo.' 21 '
bilidades reguladoras de la vida social, se deriva Incluso, el medio de comunicación por excelen-
justamente de la creencia de pensarse a sí mis- cia dellus Comune, el latín, deja de ser rápida-
ma como la plasmación jurídica de estas trans- mente la lengua universal de los hombres
formaciones. instruídos. Hasta entonces los juristas europeos
El horizonte de los nuevos tiempos no se agota en e iberoamericanos, a despecho de su origen -
los aspectos descritos. La idea de progreso y origen, dicho sea de paso, definido en términos
perfectibilidad del hombre se instala definitiva- muy precarios- eran leídos en lengua latina no
mente en el pensamiento filosófico y hasta en la sólo por los profesores, sino también por los
cosmovisión del hombre corriente. En lugar de alumnos de las Universidádes y colegios supe-
las concepciones corporativistas, tan caras para riores . Jurisconsultos como Alciato, «italiano»;
la Edad Media, se impone la iniciativa indivi- Cujacio, «francés••; Gregario López «español»,
dual y el espíritu capitalista. Como ha anotado Hevia Bolaños «español americano»; Arnoldo
Harold Lasky, <<en la moral la victoria es para el Vinnius, «holandés»; Heinecius, «alemán», en-
utilitarismo; en religión para la tolerancia; para tre otros, eran ampliamente conocidos. Sus obras
el gobierno constitucional en la política; en el eran auténticos manuales de estudio y no cabían
campo económico, el Estado se convierte en asis- dudas sobre su operatividad y vigencia. Con la
tente del comercio,,<m. A estas variables debe construcción de los Estados Nacionales, así como
agregarse otra: la codificación en el Derecho. con el paulatino debilitamiento del Ius Comune
En el campo político, amén del protagonismo de y la expansión del proceso codificador, las leyes
la clase burguesa, quedó definida la construc- y doctrinas empiezan a ser redactadas en len-
ción de los Estados nacionales modernos, desa- guas nacionales que día a día cobraban más
rrollándose simultáneamente el concepto de so- fuerza. El Derecho y el lenguaje se convierten,
beranía nacional. De ese modo, el Estado, se pues, en instrumentos de afirmación nacional.
convirtió en árbitro y gendarme de los destinos Debe advertirse, sin embargo, que la codifica-
individuales. La idea del Estado moderno, como ción no fue sólo una ruptura con el pasado. Fue
un sujeto político unitario, era la consecuencia también, aunque parezca paradójico, una conti-
lógica de la codificación1181 • Las constituciones y nuidad. En efecto, el Derecho Romano, conden-
los códigos procuraban contribuir y, de hecho sado en el Corpus luris Civilis, el Derecho Canó-
ayudaban a la edificación -tal cosa aconteció con nico y todo el Ius Comune con algo más de siete
los códigos de los diversos estados germánicos y siglos de existencia proporcionaron los materia-
con el Código Civil del Reino de Italia de 1865- les indispensables para llevarla a cabo. Se equi-
o a la consolidación -como en la Francia revolu- vocan entonces quienes ven en ella un producto
cionaria, donde la unidad política preexistía a la absoluto de la modernidad, desvinculado total-
entrada en vigor del Code- del Estado-Nación. mente de una vieja tradición legal. Se trataba,
La promulgación de los Códigos trajo consigo por el contrario, de un esfuerzo de adaptación del
entonces el desplazamiento del Ius Comune -ese sistema jurídico romanista, en cuyo seno se
viejo Derecho derivado de los Derechos Romano gestó, a las más variadas exigencias de los
y Canónico y aplicable en toda Europa continen- nuevos tiempos. Glosadores y post-glosadores
tal- que iba siendo desterrado por un Derecho abandonaban poco a poco el exclusivo estudio de
codificado cuyo ámbito de competencia si bien la legislación justinianea, dirigiendo su aten-
más pequeño desde el punto de vista territorial, ción al derecho canónico. Desde entonces tuvo
era más vigoroso y eficiente. A la vez que se inicio, como ha anotado Bruno Paradisi, <<un
delineaba, con una clara voluntad política, un nuevo capítulo de la historia jurídica, destinado
Derecho <<nacional» -la codificación jugó en este a cambiar radicalmente la relación de la ciencia
aspecto un importante papel' 191-, ya que ella del Derecho con el Derecho del pasado y a reno-
misma representaba una afirmación del llama- var los métodos» 122 '. No podría explicarse, conse-

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cuentemente, todo el proceso codificador si pres- Todos estos códigos que abren el proceso
cindiéramos del Derecho Romano, del Ius codificador, no obstante haber sido dados bajo la
Comune, del Derecho Canónico y de las costum- inspiración parcial del Humanismo del Sete-
bres locales que cada uno de los códigos recogió. cientos, no acogieron las ideas de libertad ni
Obviamente, el peso de toda esa tradición jurídi- auspiciaron una firme voluntad de reforma bur-
ca no hace de la codificación una mera fijación guesa como luego acontecería en Francia. El
del derecho anterior en un nuevo texto más individuo no se encuentra al centro mismo del
completo y sistemático' 2"'; aparecieron, sin duda, diseño normativo. Se observa en ellos, más bien,
una serie de elementos nuevos. ;1portnrlos por la el paternalismo benévolo propio del despotismo
lilosolta y el Derecho comparado. Filósofos y ilustrado, encaminado a fortalecer el dominio
juristas revisaron y adaptaron el Derecho Ro- del poder político absolutista y a asegurar la
mano y las otras fuentes al racionalismo y al dominación de los súbditos, el mismo que po-
individualismo de la época. En fin, todas estas dríamos llamar, siguiendo a Corradini,
vertientes confluyeron en los códigos modernos «estadualista».' 2"'
de los siglos XVIII y XIX. Modernidad y tradi- Posteriormente, siempre en el mismo período, se
ción se entrelazaban. promulga, en 1794, el Código Prusiano (Allge-
Es interesante observar que la obra codificadora meines Landrecht, ALR), que permanecerá en
en los países europeos fue sobre todo resultado vigor en el estado de Prusia hasta la entrada en
del trabajo de juristas muy cercanos al poder vigencia del Bürgerliches Gesetzbuch (BGB), el
político o políticos ellos mismos. Los códigos no primero de enero de 1900. Aunque los trabajos
fueron elaborados por jurisconsultos que reali- preparatorios del ALR se remontan a comienzos
zasen su trabajo en el ámbito universitario o del siglo XVII, en el reinado de Federico Guiller-
judicial' 241 . Se trataba, más bien, de funcionarios mo I, recién con Federico II, el Grande, prototipo
de gobierno o parlamentarios premunidos de la del príncipe ilustrado, lector atento de los filóso-
confianza y el respaldo de un soberano ilustra- fos del Iluminismo francés, amigo de Voltaire y
do. Piénsese, por ejemplo, en Kreittmayr, en pertinaz impulsor de la unidad territorial de
Baviera; Carmer y Zedlitz, en Prusia; Portalis, Brandenburgo, se dieron pasos concretos hacia
en Francia. la consecución del proyecto. En el largo proceso
de gestación de la obra, Federico, encontró en
2. El PROCESO CODIFICADOR juristas como Juan Casimiro von Carmer ( 1720-
El proceso codificador ha sido dividido por 1801), Carl Gottlieb Svarez (1746-1796) y Ernest
Wieacker, en una clasificación muy divulgada, Ferndinand Klein (1744-1810), a los hombres
en tres grandes fases: génesis, apogeo y «declina- capaces de impregnar su inmensa obra legisla-
ción».'25' tiva (contiene casi 17,000 numerales) del espíri-
La primera fase, que es de la que nos ocupare- tu racionalista y de los ideales políticos que
mos centralmente, comenzaría en Europa cen- ambicionaba.
tral con la dación de los códigos de Baviera. El Landrecht (ordenamiento territorial) refleja-
Estos cuerpos legislativos, auspiciados por el ba la influencia -merced al rol intermediario de
Príncipe Maximiliano José III, son: el Codex Christian W olff- del pensamiento de Pufendorf,
Iuris Bavaricus Criminalis, de 1751, que insis- retomando el concepto de la doble naturaleza del
tía en castigar la magia, consentía la tortura y hombre: como individuo y como miembro de una
consignaba penas atroces' 26 '. El Codex Iuris comunidad. De allí que dedique la primera parte
Bavaricus Judiciari, de 1753 y el Codex a sus derechos patrimoniales y la segunda a la
Maximilianus Bavaricus Civilis, redactado por posición jurídica del individuo frente a la fami-
el vicecanciller bávaro WiguHi.us Luigi barone lia, la comunidad y el Estado. Carece el ALR del
di Kreittmayr (1704-1790), dictado en 1756. Se espíritu igualitario que detenta el Code, por ello
trata éste último de un Código que en sustancia que reconociendo la estructura estamental exis-
recoge la versión regional del usus modernus tente regula la servidumbre y divide a la pobla-
pandectorum, aclarando algunas cuestiones ción en tres clases. Con un lenguaje directo y
sujetas a controversia. Refleja ya la confianza paternal recuerda a cada uno el puesto que
iluminista en la <<razón» de los legisladores de la ocupa en la sociedad. Es una idea extraña al
época, a la que se recurre frecuentemente, y usa Landrecht la libertad plena del ciudadano. Al
un alemán (enunciar la utilización de esta len- contrario, se evidencia la pretensión estatal de
gua no es banal) claro y preciso.' 271 inmiscuirse en los asuntos privados, controlan-

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lllilll
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do al súbdito a cada paso' 29 '. Por otro lado, como autoridad estatal y que sea ordenada, racional y
lúcidamente lo han expresado Zwigert y Kotz, clara' 3 !i'. Los trabajos preparatorios de este Códi-
«no se trata de un Código que quiere modificar la go se iniciaron hacia la mitad del siglo XVIII,
sociedad, sino más bien describirla fielmente de bajo el impulso del despotismo ilustrado de la
modo cumplido••' 30 '. De allí justamente su carác- emperatriz Maria Teresa, quien impartió direc-
ter conservador. Pudo haber sido una obra más tivas precisas para la redacción del Código:
avanzada como se proponían sus autores, pero
debido a los cuestionamientos reaccionarios de- «la comisión en la redacción del Codex debe limi-
bieron de morigerar ciertos «excesos•• nada gra- tarse al derecho privado, manteniendo en vigor el
tos a la aristocracia. En ese sentido el iusnatu- derecho tradicional, que deberá ser en la medida
ralismo relativo, con dosis de «historicismo••, de lo posible conservado; se debe alcanzar un
cultivado por Montesquieu y difundido por acuerdo entre los diversos derechos provinciales
existentes, en cuanto las condiciones lo permi-
Thomasius en la Europa central, cumplía un tan, teniendo en cuenta al Derecho Común y a sus
gran servicio. mejores intérpretes, así corno a las leyes de los
Una de sus mayores limitaciones del ALR des- otros Estados y, cuando hubiese necesidad de
cansaba en su infinita casuística, convencido de corrección o de integración, se recurrirá al dere-
que ningún hecho con efectos jurídicos quedaría cho común de la razón,.'""'
fuera de su alcance, al punto que se atrib.uye a
Federico la frase: «iPero es demasiado grande! Este Código, a diferencia del Landrecht prusia-
Las leyes deben ser breves, no prolijas••' 311 , cuan- no, se ocuparía solamente del Derecho Civil. El
do sorprendido recibió el inmenso proyecto. El año de 1766, la Comisión designada presentó al
monarca prusiano expresaba así, lúcidamente, Consejo de Estado austriaco un proyecto deno-
uno de los ideales del Iluminismo: las leyes minado Codex Theresianus. Las críticas no se
deben ser pocas y simples. dejaron esperar. Se cuestionó su carácter excesi-
En el Landrecht prusiano la fe en el iluminismo vamente doctrinal, su gran extensión y la pre-
del legislador es tan grande que prohibe al juez ponderancia del Derecho Romano. La empera-
interpretar las normas, obligándolo a recurrir, triz Maria Teresa pidió entonces una reela-
en caso de duda, a la comisión legislativa o al boración, puesto que, «por doquier la equidad
Ministro de Justicia. Para confirmar esta postu- natural, antes que el Derecho Romano, debe
ra, se anuncia en la Introducción que los jueces constituir la base de la ley,m'. Muchos años
«no tendrán en cuenta las opiniones de los pro- después, en 1787, el emperador José II promulgó
fesores ni las decisiones precedentes emitadas la parte referida a las personas. Su sucesor
por los jueces". Como señalaba Gioele Solari, Leopoldo 11, en 1790, nominó una nueva Comi-
<<Federico 11, embebido de la doctrina del Dere- sión, bajo la presidencia de Karl Anton von
cho natural, deliraba con la idea de un código Martini ( 1726-1800), que en el año de 1796
simple, popular, completo, en virtud al cual el alcanzó al Consejo de Estado el «Entwúrf eines
juez no debiera hacer otra cosa que aplicarlo,' 32'. allgemeinen bürgerlichen Gesetzbuches» o WG B.
El sueño de Federico, a pesar suyo, no se cum- Este proyecto fue, a su vez, revisado por un
plió: su Código era todavía oscuro, tanto que discípulo de Martini, Franz von Zeiller (1753-
Bemardi llegó a decir que parecía «el álgebra de 1828), quien tuvo la virtud de compulsar la
la jurisprudencia». 133 ' filosofía racionalista kantiana con la realidad
Finalmente, mientras que para Thibaut, éste empírica existente en Austria. Consideraba este
Codigo le inspiró el deseo de unificar el Derecho jurista, que junto a Martini, debe ser considera-
de toda la nación alemana; para un enérgico do el autor del Código austriaco, que:
crítico del Iluminismo como Savigni, no signifi-
caba más que, en un improntus exagerado y «Las leyes se basan sobre los principios generales
descortés, <<Un montón de basura»' 34 '. e inmodificables de la razón y de !ajusticia ... Por
ello, los códigos de las naciones civilizadas se
En la primera fase también se incluye el Código asemejan en gran parte de sus disposiciones y,
por lo tanto los estados europeos aplicaron el
Civil austriaco de 1797 (Westgalizisches
Derecho Romano corno una fuente primaria de
Gesetzbuch -WGB-). También este Código halla Derecho, a fin de dirimir las controversias jurídi-
sus raíces ideológicas, de manera más resuelta, cas. Al mismo tiempo, cada Estado tiene necesi-
en el iluminismo, concebido como el intento de dad de leyes nacionales, que se adapten a sus
crear una vasta obra legislativa dirigida por la condiciones particulares ... El clima, los recursos,

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el comercio, el transporte, el carácter honesto o nes. Dicho Código, a saber, destina el Libro I a
deshonesto de los habitantes tienen una influen- las Personas; el segundo, a los Derechos reales:
cia innegable sobre las formas jurídicas ... ".''"' posesión, propiedad, privilegios, servidumbres,
sucesiones y, por último, el Libro III, bajo el
Finalmente, el 1ro. de junio de 1811, tras una título de «Disposiciones comunes al derecho de
serie de vicisitudes, el ••Allgemeines Bürgerliches las personas y de las cosas», a las obligaciones
Gesetzbuch für die deutschen Erblande», que, (constitución, modificación, extinción, prescrip-
en la traducción española equivaldría a ··Código ción y usucapión).
civil general para los territorios hereditarios de Una de las ventajas comparativas del ABGB
lengua alemana», más conocido como el ABGB frente al Landrecht es su brevedad. Trae sólo
austriaco, fue promulgado. Este Código terminó 1502 artículos que, adicionalmente, han sido
siendo un armisticio entre el racionalismo formulados de manera concisa y armoniosa, a
jusnaturalista y la tradición jurídica del Dere- semejanza del Código Civil napoleónico que lo
cho Romano, del Ius Comune y de los derechos precedió en siete años y del cual pudieron los
locales; un compromiso entre los ideales ideoló- legisladores austriacos inspirarse.
gicos de la Ilustración, que no se resignaba a La raigambrejusnaturalista del Código austriaco
morir, y el sentido práctico del naciente se deja notar sobre todo al regular las fuentes
historicismo. formales del Derecho, de las que se excluye a la
El ABGB se basaba sobre los principios del costumbre (Art. 10 de las Disposiciones Genera-
Iluminismo: la igualdad entre los ciudadanos, la les). Un aspecto muy interesante de esta in-
autonomía de las relaciones de Derecho privado fluencia es el concerniente a la interpretación de
del control estatal, la libre competencia econó- la norma jurídica. Dicho cuerpo legal prevé que
míca. Por esta razón, en una sociedad jerarqui- si se presentara una laguna legal el juez debía
zada, cuyo aparato productivo y cuya mentali- recurrir a la analogía; si la laguna persistiese
dad eran definitivamente precapitalistas, su debía apelar a los «principios de Derecho natu-
promulgación se encontró con un contrastre es- ral, aplicables a las circunstancias de hecho,
tridente con las estructuras socio-económicas cuidadosamente seleccionadas y ponderadas»
prevalecientes en Austria durante esa época, en (Art. 7 de las Disposiciones generales). En este
la que predominaban formas de explotación punto, el Código austriaco se hallaba a la van-
servil' 39 l. Puede decirse que el ABGB no tradujo guardia del Landrecht prusiano y del Código
la realidad social que caracterizaba el Estado Civil francés que no dejaban, prácticamente,
absolutista austriaco. Vino a ser entonces una ningún margen de libertad al juez para colmar
suerte de anacronismo . Sin embargo, con la las lagunas que se presentaran en su tarea de
oleada revolucionaria, hacia 1848, se empeza- administrar justicia. Empero, en la práctica, tal
ron a percibir ciertos cambios, algunos de los disposición no tuvo un rol importante, pues
cuales posiblemente fueron impulsados a la luz durante los primeros decenios de la entrada en
del nuevo Derecho positivo, como la abolición de vigor del Código aludido, incluso las cuestiones
la servidumbre. Pero, sólo a fines del siglo XIX, más banales eran elevadas a la administración
con la modernización capitalista del país, el imperial para su interpretación, a despecho de
ABGB con sus ideales de libertad y su individua- la libertad que consagraba el texto positivo' 42 ).
lismo se puso finalmente en sintonía con la Lamentablemente, las cortes no hacían uso de
realidad económica y social austriaca.' 40¡ tan valioso medio interpretativo.
La •circulación del ABGB no estuvo limitada a En cuanto a su ideología el ABG B lleva la
los dominios hereditarios de la Casa de impronta del Iluminismo, pero no llega a sentir-
Hamburgo. Fue adoptado, paulatinamente, por se el eco de la soberanía popular ni del liberalis-
Liechtnstein, Croacia, Eslovenia, Dalmacia, mo político que prevalecían ya en el Code civil de
Transilvania y Hungría.' 4 u 1804.
Al igual que el Landrecht prusiano, que el Códi-
go de Napoleón y que el BGB alemán, aprobado En esta primera etapa, se discuten también los
casi un siglo después, el ABGB, se ajustó a las tres proyectos de Código Civil francés prepara-
pautas sistemáticas de las Instituciones de Gayo dos por el tribuno Jean-Jacques-Régis
y de Justiniano, conforme a la ya clásica división Cambacéres (1753-1824), conocidos como los
tripartita: personae, res et actiones que los códi- Codes de la Convention, a los que había precedi-
gos modernos adoptaron con algunas variacio- do una frenética actividad legislativa tanto en

E La Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


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los ámbitos del Derecho Público y del Derecho Ya en el Directorio, el infatigable Cambacéres
Privado. El primer proyecto fue presentado por presentó el 24 de junio de 1796, un tercer proyec-
Cambacéres, en nombre del Comité de la Legis- to al Consejo de los Quinientos. Los tiempos, sin
lación, a la Convención Nacional el 9 de agosto embargo, habían cambiado. Ya no gobernaban
de 1793. Contaba con 719 artículos, divididos a Francia los jacobinos, ahora prevalecía una ten-
la usanza de las Instituciones de Gayo y de dencia crecientemente conservadora que em-
Justiniano en tres partes: personas, cosas y prendió una firme revisión legislativa de las
contratos. Reflejaba, en gran parte, la filosofía normas dictadas por la Convención (Se deroga,
roussouniana de la Convención al considerar a por ejemplo, la retroactividad en materia de
la familia, la propiedad y la herencia como sucesiones y se restringe el divorcio). Dentro de
instituciones de Derecho Civil; instauraba el este contexto, el proyecto de Cambacéres, que
principio de igualdad de los hijos en las sucesio- había tratado de conciliar los principios filosófi-
nes. Se trataba de un ordenamiento típicamente cos iusnaturalistas con la legislación y la cos-
«garantista», puesto que el individuo se hallaba tumbre, en 1104 artículos, no tenía ninguna
al centro del sistema' 431 • Lamentablemente, era posibilidad de promulgarse. Inclusive se estig-
moderado para el jacobinismo imperante. Tan matizó su proyecto, porque contenía normas
pronto entró a debate, la Convención aprobó estimadas inmo.rales' 46 '. Consciente de la invia-
algunas leyes radicales como la abolición total bilidad de su proyecto, el propio Cambacéres,
del poder marital, la administración compartida que sobrevivió con éxito a la purga política
de los bienes gananciales, el divorcio consen- desatada, no volvió a persistir. Sería necesario
sual. De un modo poco sutil contradecía así el que un gobierno fuerte y audaz como el de
proyecto. El jacobinismo, no obstante su breve- Napoleón, llevara a feliz término el proceso
dad, paradójicamente, consideraba al proyecto codificador, que sería esencialmente una obra
muy extenso. Deseaba que se establecieran sólo colectiva, resultado de la cooperación de los
principios filosóficos y que las leyes civiles fue- elementos más dispares, de la tradición legal y
sen objeto de desarrollo posterior a través de consuetudinaria y de la filosofía racionalista
normas especiales. No asombra entonces que como veremos luego. En estas circunstancias, la
por Decreto del 3 de noviembre de 1793 se obra de la codificación pasa a ser tarea de juris-
dispusiera su revisión integral, la cual debía tas conocedores del Derecho Romano y consuetu-
llevarse a cabo por una comisión de seis filósofos, dinario y no de filósofos puros como la Conven-
· _designada por el temible Comité de Salud Públi- ción había soñado.
ca. Los juristas estaban excluídos de la misma.
No eran tiempos propicios para ellos. Siempre en esta primera ola codificadora ven-
Posteriormente, Cambacéres alcanza el 23 drían los Códigos símbolo por excelencia: los
Fructidor, año 11 (9 de setiembre de 1794) un promulgados por Napoleón Bonaparte: el Civil
segundo proyecto. Este insistía en la sistemáti- en 1804, el de Procedimiento Civil en 1806, el de
ca romana de las Instituciones (No en vano Comercio en 1807, el de Instrucción Criminal en
había recibido una formación romanista en 1808 y el Penal en 1810. A éste último lo habían
Montpellier) y era sumamente breve: la suma de precedido dos Códigos Penales, promulgados,
sus artículos sólo llegaba a 287. Se trataba, durante la época del Derecho intermedio; es
como habían deseado los jacobinos, de un código decir, durante la fase que transcurre desde la
de principios, exclusivamente filosófico, sustan- caída del Antiguo Régimen hasta la dación de
cialmente privado de toda tradición legal o con- los Códigos napoleónicos. El primero dictado el
suetudinaria y expresión típica del Derecho 6 de octubre de 1791 y el segundo aprobado el25
Natural' 441 • La Convención Nacional aprobó so- de octubre de 1795.
lamente diez artículos y dispuso su revisión por En todo ese período de l'eta delle codificazioni' 47 ',
el Consejo de los Once. Curiosamente, ahora, los el Código Civil sobresalió, ya por sus virtudes
convencionales, que libraban una ardorosa lu- técnicas, ya por su oportunidad política y mode-
cha entre sí (Robespierre y Saint Just ya esta- ración y, básicamente, porque ideológica y polí-
ban muertos), calificaban al proyecto más <<una ticamente representaba el triunfo, ahora en el
tabla de materias, antes que un cuerpo de leyes plano normativo, de una clase social que desde
civiles»' 45 >. Se comprendió, después de que los la Baja Edad Media pugnaba por aprehender el
jacobinos cayeran en desgracia, que el Código poder del Estado: la burguesía.
debía ser una obra esencialmente jurídica. La codificación napoleónica tiene, por otro lado,

~~~ La Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


una característica hasta entonces inédita y, consistía en condensar el Common Law en fór-
cuyo significado político y jurídico es inconmen- mulas sistemáticas y accesibles, libre de anacro-
surable. Antes de la Revolución francesa no nismos y adaptado a las condiciones de la época.
existía en toda Europa esa forma de Derecho que No es casual tampoco que hubiera tenido éxito
confería a los códigos una verdadera autoridad en los Estados más jóvenes del Oeste, menos
normativa: la Ley Constituyente 148 '. No cabe atados a las fórmulas históricas del Common
duda que la toma del poder político por la bur- Law, mientras que en Nueva York, un Estado de
guesía y la consecuente promulgación de la viejo origen colonial y vinculado más estrecha-
«Declaración de los derechos del hombre y del mente a la tradición inglesa, tuvo un férrea
ciudadano» y de la Constitución de 1791, dieron resistencia de los abogados prácticos.
nacimiento a un nuevo orden jurídico. El ejerci- Por todo ello, la Unión Americana no estuvo al
cio de esta atribución legislativa implicó un real margen del proceso codificador. En primer lu-
poder constituyente. A partir de entonces, po- gar, porque tuvo, como hemos visto, episódicos
dría armarse con coherencia todo el edificio intentos de codificación del Derecho Privado. En
legislativo burgués, incluído, naturalmente, el segundo lugar, porque se premunió, en 1787, de
Código Civil. Estos dos procesos, ambos de codi- una Constitución escrita, apartándose en ese
ficación, que escindieron los ámbitos público - sentido de la postura ortodoxa del Common Law
terreno de la política- y privado, determinaron, que le habría exigido una Constitución basada
a la vez, la asunción de un rol predominante- en la tradición y en las costumbres y, en tercer
mente técnico del jurista y su plena despolitiza- lugar, porque en su propio territorio subsistían
ción<49<. regiones que pertenecían al sistema romanista
como la ex colonia francesa de Lousiana, donde
3. LA CODIFICACIÓN EN AMÉRICA se dictó un Código Civil en 1808, a tan sólo cinco
El movimiento codificador se presentaría tam- años de la venta del inmenso territorio de
bién en América, incluso en un país de Common Nouvelle Orléans a favor de la potencia america-
Law como los Estados Unidos. Así, en 1811, el na. Dicho Código, reformado en 1819 y en 1825,
filósofo inglés Jeremy Bentham (1748-1832), condensaba las ordenanzas reales y la Costum-
escribió al presidente Ja- bre de París, vigentes hasta entonces, así como
mes Madison una carta el Derecho español (sobre todo las Siete Parti-
en la que, a la vez que das) que dejó sus huellas durante la dominación
la codificación atacaba la incerteza del
2
hispánica del territorio; esto es, de 1762 a 1800" '·
Common Law, ofrecía sus Hay serias dudas si la Comisión encargada de la
se desarrolla servicios para llevar a elaboración y reforma del Código (integrada por
cabo la codificación del Pierre Derbigny, Moreau-Lislet y Edward
en América Derecho norteamerica- Livingston) tuvo o no a su disposición la versión
no'50'. Madison declinó la final del Code napoleónico"'')', lo cierto es que se
latina simultá- oferta. Años después, en trató de un ordenamiento bastante original Y
el propio país surgiría la adscrito a la tradición jurídica romanista, de la
neamente idea de elaborar un Códi- cual, a pesar de los embates del Common Law Y
go. En 1836, el Parlamen- de su inmensa repercusión, el Derecho de la
al proceso to de Massachusetts de- Lousiana, afortunadamente, no ha llegado a
signó una Comisión con salir, constituyendo en nuestros días un «siste-
europeo. ese propósito, de ella for- ma jurídico sui generis».'"'1'
maba parte nada menos La codificación se desarrolla en América Latina,
que uno de los juristas en forma simultánea al proceso codificador euro-
más brillantes de la historia norteamericana, peo. Si bien a aquélla la preceden el Landrecht
Joseph Story. Este movimiento tampoco tuvo prusiano, el Code francés y el ABGB austriaco,
éxito. Empero, la causa codificadora fue retoma- se adelanta a la codificación italiana ( 1861),
da en Nueva York por el tenaz abogado David portuguesa ( 1867 J, española (1889) y alemana
Dudley Field, cuyo Código Civil (1858- 1865) del BGB ( 1896). Lo cual, como sugiere Bravo
rechazado en este Estado después de un largo Lira, «invita a revisar la imagen, demasiado
debate, fue, no obstante, acogido en Dakota simplista, de que la codificación avanza desde
(1865), California (1872), Idaho (1887) y Europa hasta el resto del mundo••.'""'
Montana (1895)'ó". El objetivo de este autor Cabe preguntarse por las motivaciones que im-

11!111 La Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


llliiiÍI
OMANO

pulsaron el proceso codificador latinoamerica- cancelaba al odiado régimen absolutista. La


no. Este es un tema que ha sido escasamente lógica consecuencia estaba descontada: si Fran-
tratado" 6 '. Existen evidentemente investigacio- cia tenía el Code, era natural que también los
nes que han completado con innegable erudicción flamantes Estados tuvieran el suyo. Esto expli-
el desarrollo de todo el proceso' 57 ' y al respecto ca la premura de ciertos países en adoptarlo con
queda poco que agregar. Lamentablemente, poco tenues modificaciones.
o nada se ha dicho sobre las condiciones sociales Haití, en 1819, inicia el ciclo codificador latino-
o, culturales en general, que acompañaron di- americano. Le sucede Santo Domingo, que bajo
cha formulación. Aquí también se perciben dife- la dominación haitiana, en 1826, adopta los
rencias con las causas que alentaban las codifi- Cinq Codes, traduciéndolos al español en 1884.
caciones europeas. Mientras que en los pueblos A estos dos sigue el Código civil de Oaxaca,
germánicos y en Italia eran concebidas como promulgado entre 1827 y 1828, en rigor el pri-
instrumentos hacia la unidad nacional y en mer Código latinoamericano'""'. A continuación
Francia como medio eficaz hacia la uniformidad viene el Código Civil de Bolivia, dictado el año de
legislativa; en América Latina, no se presenta- 1831 por el mariscal Andrés de Santa Cruz. Este
ban tales presupuestos. Cuando promulgan sus mismo gobernante extiende, en 1836, el vigor de
Códigos nuestros países ya habían alcanzado la su Código, muy semejante al napoleónico, al
independencia política y la unidad nacional Perú. A los Códigos de Santa Cruz le sucede en
-incluso en aquellos lugares con inmensas po- Costa Rica, el año de 1841, el Código General de
blaciones indígenas-, se daba por concluída. Así Braulio Carrillo, redactado por el mismísimo
mismo, desde la óptica liberal, no se presentía la presidente de la República. Estos códigos fueron
necesidad de rescatar el Derecho consuetudina- en líneas generales fuertemente inspirados en el
rio, codificándolo a la par con las leyes. No debe Code de Napoleón, salvo las comprensibles mo-
olvidarse en ese sentido que el Derecho Indiano, dificaciones introducidas especialmente en el
que reconocía las fuentes consuetudinarias, fue campo del Derecho familiar, en base a las reglas
desterrado. Lo más probable es que el menciona- del Derecho canónico, aprobadas en el Concilio
do proceso obedeciera a razones técnicas, políti- de Trento. No se piense, en consecuencia, que
cas e ideológicas, todas ellas vinculadas entre sí. todos estos códigos fueron una simple reproduc-
Técnicas, porque era sabido que la certeza jurí- ción integral del Code, pues tanto el de Oaxaca,
dica, clave del progreso que afanosamente bus- como el Código boliviano y el de Costa Rica
caban, no habrían de encontrarlo en la frondosa introdujeron algunas modificaciones basadas
legislación colonial. Políticas, dado que cada en el Derecho castellano-indiano, atendiendo a
Estado, así como contaba con una Constitución, cuadros de costumbres y valores diversos del que
ambicionaba también disponer de un cuerpo de inspiraron el código francés.
leyes, susceptible de llamar nacional, digno de En la mentalidad de las clases dirigentes más
una nación independiente, que no toleraba con- lúcidas no tardará en descubrirse que la simple
tinuar rigiéndose por las leyes de un país de cuyo adopción del Código napoleónico, con una u otra
dominio se acababa de librar. Ideológicas, por- reforma de por medio, está lejos de garantizar su
que la concepción iluminista -que ya tenía vieja adecuación a la realidad social imperante. Se
data y que se asocia a la necesidad de certeza necesita entonces, por un lado, afincarse en el
jurídica- se hallaba firmemente interiorizada modelo moderno de la codificación; pero, por
en la conciencia de los grupos dominantes. El otro, conferirle un contenido propio, compatible
«ejemplo•• de las naciones <<civilizadas» cundía y con las características del medio al que se pre-
era impensable que dejara de seguir el derrotero tende regular. En esas circunstancias, adviene
trazado por ellas. El paradigma francés era el Código Civil peruano de 1852, que, se presen-
imprescindible, máxime cuando estos grupos, ta como el primer código latinoamericano pensa-
en todo género de ideas y comportamientos, do desde esta parte del mundo y, que abre, en el
hacían de Francia un referente obligatorio. Por proceso codificador latinoamericano una fase
otro lado, el Code napoleónico ejercía una fasci- hasta entonces inédita: la de elaboración autó-
nación cautivante. Se presentaba como la coro- noma. El Perú se adelantó al brillante Código
nación de los ideales liberales que, en gran Civil chileno, obra del sabio venezolano Andrés
medida, habían inspirado los movimientos inde- Bello, el mismo que entró en vigor en 1855, y al
pendentistas. Constituía un cuerpo legal presti- Código Civil argentino, obra notable y discútida
gioso, amén de sus virtudes técnicas, porque del jurista Dalmacio Vélez Sársfield, que rige

111 La Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


desde 1871 hasta hoy y, al no menos brillante nas o lusitanas y del Derecho francés. En ese
Esbozo de Código Civil brasileño elaborado por sentido, fueron herederos de una tradición que
Augusto Teixeira de Freitas, que sustancial- hundía sus raíces en la Conquista, y de otro,
mente sirvió de base al Código argentino. A receptarías de un Derecho moderno impregnado
diferencia de éstos no fue obra de un solo jurista, de iluminismo, optimista del porvenir y acogido
sino el producto transaccional de las diversas voluntariamente' 601 . Tradición sobre la cual el
tendencias ideológicas que patrocinaban Ra- Derecho Romano operaba como factor de cohe-
món Castilla y José Rufino Echenique bajo sus sión no sólo entre las dos vertientes: la ibérica y
respectivos gobiernos. la francesa, que recrearon el Derecho Roma-
La estratificación social jerarquizada, la pro- no'611, sino inclusive de dichos códigos entre sí.' 62 '
funda religiosidad, el papel central jugado por la Por consiguiente, la codificación en lberoamérica,
Iglesia Católica y el fuerte arraigo de la propie- aparentemente cancelaba un Derecho que hasta
dad vinculada y de ciertas formas de servidum- entonces les era común, pero, al mismo tiempo,
bre predial no habrían permitido, por ejemplo, abría las puertas de una anhelada integración
una plena igualdad civil, la intromisión del jurídica.
Estado en las sacrosantas relaciones familiares Estos códigos derivados de más de una «mez-
y un repentino tráfico inmobiliario. Los países cla,'6'1' y que, en el caso del Proyecto de Freitas y
de América Latina, poseían, por otra parte una de los códigos de Andrés Bello y Dalmacio Vélez
rica tradición jurídica desde la colonia. El Dere- Sársfield, devinieron, usando la expresión de
cho castellano y lusitano rigieron aquí en todo su Sandro Schipani, en «códigos tipo»,' 641 • En efecto,
esplendor, sin los problemas que tuvieron que el Código de Bello fue adoptado por Colombia
afrontar en Europa. Desde el siglo XVI funciona- (que entonces incluía a Panamá) y El Salvador
ban en América universidades, tribunales y una en 1860; por Ecuador en 1861; Nicaragua en
impresionante red burocrática religiosa y seglar 1871 y Honduras en 1880' 65 '; en tanto que el
que habían sentado las bases de un desarrollo Código argentino fue acogido por el Paraguay en
jurídico respetable. Se produjo, en consecuencia, 1876.
una simbiosis al interior Al margen de las virtudes técnicas que encerra-
del Derecho Latinoame- ban estos Códigos «tipo» y del inmenso prestigio
La codificación ricano: de una parte, la intelectual de un humanista como Bello, no
tradición hispánica' 59 ' y deben soslayarse otras razones tanto o más
en lberoamé- de otra, la legislación y la decisivas que facilitaron su recepción. La crisis
doctrina modernas encar- que atravesaban los estudios de Derecho en
rica abría las nadas en el Code de Na-
poleón y en sus primeros
aquellos países que acogieron podría dar una
pauta. No estaban ausentes tampoco considera-
puertas de una intérpretes. Queda claro
que en esta etapa la fuer-
ciones ideológicas, en la medida que dichos Có-
digos no representaban un cambio traumático
integración za seductora del Código
francés no es tanta como
en el plano normativo, sino una progresiva adap-
tación del Derecho existente y, que por lo mismo,
jurídica. usualmente se afirma.
Esto igualmente se expli-
no habrían de generar cambios desestabilizan tes
en la estructura económica y social. Finalmente,
ca, por los fuertes lazos causas de naturaleza política pudieron haber
que ataban a las clases dirigentes latinoameri- acelerado este proceso. Hasta hoy no se ha em-
canas con el pasado hispánico. Los valores y la prendido un imprescindible estudio crítico de
mentalidad, no obstante la declarada simpatía las actas de debates producidas en las cámaras
republicana, en la práctica, no habían variado. legislativas y en las comisiones de reforma legal.
A esa élite pertenecían los codificadores. Que- Hasta que no contemos con esa información,
dan, pues, una transacción entre la herencia procesada con un criterio interdisciplinario, la
colonial y las ideas modernas. Los códigos de historia de la codificación latinoamericana esta-
esta segunda fase encierran ese ideal social. rá por hacerse.
No puede dejarse de subrayar que los códigos
latinoamericanos, cuyo segundo ciclo se inicia GIOLE SOLAR!. -Individualismo e Diritto Privato .. , Tu-
rín, 1959, pp. 56-57.
con la dación del peruano de 1852, primer mo- 2 BARTOLOMÉ CLAVERO ... Codificación y Constitución:
mento de la codificación autónoma, en mayor o Paradigmas de un binomio .. , en Quaderni Fiorentini 18,
menor medida, bebieron de las fuentes castalia- Florencia, 1989, p. 84. Consideramos, sin embargo, que

11!!1!!1 La Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


llilil
OMANO

«Códigos .. no es una expresión feliz para aplicarla a los 15 Esta idea fue acuñada por un antropologo del siglo XIX.
cuerpos positivos no modernos, siendo más pertinente la Henry Maine, en su trabajo clásico .. El Derecho antiguo•,
de «recopilación ... Una precisión terminológica y concep- Editorial Extemporáneos, México, 1980.
tual ha sido sugerida por M. Viora, «Consolidazioni e 16 Lutero era un detractor de la teoría heliocéntrica de
codificazioni .. , Turin, 1967. Copérnico. En tono de reproche, diría:
Las expresiones Código, Codice, Code hallan su origen ..Ha aparecido un nuevo astrónomo que se jacta de poder
etimológico en el término Codex que significa libro com- probar que la tierra se mueve y no el sol. la luna y las
pacto cocido por el lomo. estrellas; este loco quiere cambiar por completo la astro-
3 !bid, p. 84. nomía sin tener en cuenta lo que la escritura dice sobre
4 Un intento prematuro de codificación es el proyecto ·Cor- la cuestión cuando narra que Josué ordenó al sol detener-
pus luris reconcinnatum• del joven Leibniz, compuesto, se y no a la tierra ...
en 1672, por encargo de von Boynebur, canciller de Calvino era también un severo critico de esa teoria, con-
Maguncia. Vid. Viehweg, •Topica e Giurisprudenza .. , vencido de que la Biblia había dicho la última palabra
Milán, 1962, pp. 89 y siguientes. sobre la cuestión. En su comentario al génesis cita el
5 LUIS DIEZ PICAZO sugiere un paralelo gráfico y elo- primer verso del Salmo 93 y pregunta: .. ¿Hemos de poner
cuente con el nuevo calendario de los revolucionarios fran- la autoridad de Copérnico sobre la del Espíritu Santo?...
ceses, pero, sobre todo, con la reforma de las escalas de Las citas han sido tomadas del magnífico trabajo de En-
pesos y medidas que, trataban de «suprimir un rique Tierno Galván ·Tradición y Modernismo•, Editorial
particularismo intolerable, para facilitar una más comple- Tecnos, Madrid, 1962, p. 59.
ta relación sociah. Vid. «Codificación, Descodificación y 17 LASKY, o., c., p. 76.
Recodificación•, en Themis - Revista de Derecho N' 25, 18 La relación entre el Estado moderno y la codificación ha
Lima, 1993, p. 12. sido expuesta por Domenico Corradini, ·Garantismo e
6 MOLJTOR, Erich y SCHLOSSER, Hans.- ·Perfiles de la stadualismo. Le codificazioni civilisltiche dell'Ottocento•,
nueva historia del Derecho Privado .. , Bosch, Barcelona, Giufree, Milán, 1971 y por Giovanni Tarello, ·Storia della
1975, p. 61. cultura giuridica moderna. Assolutismo e codificazione del
7 BASADRE GROHMANN, Jorge.- •Los fundamentos de la Diritto .. , JI Mulino, Bolonia, 1976.
historia del Derecho», segunda edición, Edigraf S.A., Lima, 19 Vid. UNGARI, Paolo.- ·Perla storia dell'idea di Codice•,
año (?), p. 362. en Quaderni fiorentini Nro. 1, Firenze, 1972, pp. 207-227.
8 Vid. Luis Diez Picaza, o., c., p. 13. 20 GERO DOLEZALEK ha empleado esta afortunada expre-
9 Sobre este doble papel del Derecho véase el trabajo de sión para referirse a los juristas peruanos de la Colonia
WILLIAM M. EVAN ·El Derecho como instrumento de que miraban fuera del Perú e incluso más allá del mundo
cambio social•, Applied Sociology; Opptortunities and hispánico. Ese elemento universalista era la nota domi-
Problems, en Materiales de enseñanza de Introducción a nante del Ius Comune. Véase de dicho autor ·Libros juri-
la Sociología del Derecho, Lorenzo Zolezzi, PUCP, Lima, dicos anteriores a 1800 en la Biblioteca de la Universidad
1987, pp. 338- 347. Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Bases para la for-
10 GALGANO, FRANCESCO.- .. n Rovescio del Diritto•, mación juridica de los abogados latinoamericanos del si-
Giuffré Editare, Milán, 1991, p. 11. Sobre estas ideas glo XJX.. , en Diritto Romano, Codificazioni e unitá del
consúltese la traducción parcial al español en nuestros sistema giurídico latino-americano, Studi Sassaresi V,
materiales de Historia del Derecho Peruano de la Univer- Giuffré editare, Milano, 1981, pp. 491-518.
sidad de Lima y en Cuadernos de Derecho Nro. 4, Revista 21 MARIO CATTANEO, •IIluminismo e legislazione•,
del Centro de Investigaciones de la Facultad de Derecho Edizioni di Comunitll., Milano, 1966, p. 168.
de la misma Universidad. 22 PARADISI, Bruno.- •Questioni fondamentali per una mo-
11 Una visión sintética de todos estos cambios puede encon- derna storia del Diritto•, en Quaderni Fiorentini per la
trarse en el notable y ya clásico trabajo de Harold Lasky, storia del pensiero giuridico moderno Nro. 1, Firenze,
·El liberalismo europeo•, Fondo de Cultura Económica, 1972, p. 8.
México, 1974. 23 BERNARDINO BRAVO LIRA, ·Codificación Civil en
12 TIGAR, MICHAEL E., y LEVY, MADELAINE R.- ·El Jberoamerica y en la península ibérica (1827-1917). Dere-
Derecho y el Capitalismo•, segunda edición, Siglo XXI, cho Nacional y europeización•, en Fuentes ideológicas y
México, 1981. Tigar y Levy rechazan la posición asumida normativas de la codificación latinoamericana, Coordina-
por historiadores como Tawney y sociologos como Max dor Abelardo Levaggi, Universidad del Museo Social Ar-
Weber que consideran a la Reforma protestante como el gentino, Buenos Aires, 1992, p. 84.
clima moral del Derecho burgués. Sostienen, más bien, 24 FRANZ WIECKER, Storia del Dirítto Privato Moderno,
que la teoria legal de la burguesía fue anterior a aquélla Giuffre, Milano, 1980, t. !, p. 496.
y que constituyó un ingrediente ideológico fundamental 25 Seguimos en este punto el criterio de Franz Wieacker,
de la revolución burguesa. !bid. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que el uso de
13 BERMAN, Harold J.- ·Law and Revolution. The formation la expresión •declinación• usada para describir la tercera
ofthe Western Legal Tradition•, Harvard University Press, fase, es sumamente discutida, más aún cuando en nuestro
Cambridge, Massachusetts and London, 1983. Pueden tiempo se presentan ciertos hechos que desmienten esa
consultarse también los trabajos de Francesco Calasso: supuesta decadencia. A saber: l. La puesta a la orden del
·Medio Evo del diritto•, Giuffre, Milano, 1954; V. Piano día de los viejos ideales liberales que, precisamente, acom-
Mortari: ·Aspetti del pensiero giuridico medioevale•, pañaron a la codificación europea y latinoamericana del
Liguori, Napoli, 1985; del mismo autor:·Gli inizi del diritto siglo XIX. 2. Los países que abandonaron el •socialismo
moderno in Europa•, Liguori, Napoli, 1984 'j, de Peter reaJ .. y aquéllos que instalan •economías socialistas de
Stein: .¡ fondamenti del Dirítto europeo•, Giuffré, Milano, mercado• (?), retoman y modifican sus códigos. 3. El ace-
1987. lerado tránsito del Common Law hacia la codificación.
14 POPPER, KARL R.- ·La sociedad abierta y sus enemi- Por todo ello quizás se pueda hablar de una cuarta etapa:
gos•, Ediciones Orbis S.A., Buenos Aires, 1985. Aunque el la del rejuvenecimiento de la codificación.
libro es una suerte de manifiesto ideológico trae una serie 26 Ibid, p. 499.
de reflexiones históricas que nos parecen muy valiosas. 27 KONRAD ZWEIGERT y HElN KóTZ, ·lntroduzione al

111 La Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


Diritto Comparato•, Giuffree, Milano, 1992, p. 170 elaborar un Código Civil para el Estado de New York y
28 DOMENICO CORRADINI, ·Garantismo e Statualismo. Le otros documentos importantes que conciernen al proceso
codificazioni civilistiche dell'ottocento .. , o., c... p. IX-X, p. codificador estadounidense
13. 51 !bid.
29 !bid. 52 DAINOW, .. Le droit civil de la Lousianie .. , en Revue
30 !bid. lnternationel de droit comparé, Nro. 6, 1954, p. 19; John
31 WIEACKER, o., c., p. 504. No era la primera vez que Fe- H.Tucker, .. The Code and the Common Law in Lousiana",
derico U expresaba aversión por las leyes ingentes y con- en The Code Napoleon and the Common Law, B. Schwartz,
fusas. La exaltación de un cuerpo positivo perfecto, racio- New York University Press, 1956, pp. 346; Barham, A.,
nal y funcional se halla a la base de su Dissertation sur .. Methodology of the Civil Law .. in Lousiana•, en Tulane
les raison d'etablir ou d'abroger les lois, en Ouvres de Law Review, Nro. 50, 1976, pp. 474 y ss.; Batiza, .. Originis
Fréderic 11, roi de prusse, vol. II, 1790, p. 89 y siguientes. of Moderne Codification of the Civil Law: The French
32 SOLAR!, •Individualismo e Diritto Privato., o.,c ... p. 83. Experience and its lmplications for Lousiana Law .. , en
33 J.E. D. Bernardi citado por André Arnaud, «Les Origi- Tulane Law Review Nro. 56, 1982, pp. 477 y ss.
nes doctrinales del Code Civil Francais .. , Librairie 53 TUCKER, o., c., p. 371.
Génerale de Droit et de Jurisprudence, París, 1969, 54 DAINOW, o., c .. p. 32.
lntroduction, p. 3.k 55 Bernardino Bravo Lira, .. codificación en Iberoamérica y
34 Carta de Savigni dirigida en 1816 a von Arnim, citada por en la península ibérica ..... , o., c., p. 38. Tal afirmación se
Wieacker, o., c., pp. 511-512. encuentra consignada en la página 82. Más adelante di-
35 CATTANEO, ·Illuminismo e legislazione .. , o.,c. cho autor, reconoce: "Ciertamente la codificación es de
36 ZWEIGERT y KÓTZ, o., c., p. 195, citando la obra de von raíz europea•. Agregando: .. Tiene su foco en Europa Cen-
Zeiler .. Commentar uber das allgemeinen búrgerliche tral y en Francia. Desde allí se extiende al resto de Eu-
Gesetzbuch fur die gesammtn Deutschen Erblader der ropa continental y a ultramar, a los países regidos por el
Oesterrei-chischen Monarchie, 1811-1813, I, p. 7). Derecho castellano y portugués, lbeoramérica, Filipinas y
37 PHILIPP RITTER HARRAS VON HARRASOWSKY, .. Der demás .. (p. 84).
Codex Theresianus un seine Umarbeitungen 1·, Viena, 56 El estudio de VÍCTOR TAU ANZOÁEGUI. ·La codifica-
1883, p. ll.(En el fondo de la biblioteca del Instituto de ción en la Argentina (1810-1870). Mentalidad social e ideas
Historia del Derecho Italiano de la Universidad de Roma jurídicas .. , Buenos Aires, 1977, constituye una excepción
.. La Sapienza .. ). notable. Sin embargo, el tema está lejos de haber sido
38 ZWEIGRT y KÓTZ, o., c., p. 197. agotado.
39 En general en toda Europa, entendida muchas veces como 57 Los esfuerzos de historiadores del Derecho como
la depositaria y protagonista de la modernidad, una serie Bernardino Bravo Lira y Alejandro Guzmán Brito desde
·de elementos propios del tradicionalismo persistieron en la Revista Chilena de Historia del Derecho y la Revista
su estructura económica, en la cultura política y en la de Estudios Histórico-Jurídicos, respectivamente, pueden
mentalidad popular, como lo demuestra el apasionante ser considerados inmejorables. Veáse también las crono-
libro de Arno J. Mayer, ·La persistencia del Antiguo Ré- logías de la Codificación en Europa y América. En: Apén-
gimen. Europa hasta la Gran Guerra .. , Alianza Editorial, dice de la Revista de Estudios Histórico Jurídicos 7, Val-
Madrid, 1984 paraíso, 1982, pp. 102-109 y SCHIPANI, Sandro.- .. Nota
40 ZWEIGRT y KÓTZ, o., c., p. 198. Introductiva ... En: Diritto Romano. Codificazione e Unita
41 WIEACKER, o., c., p. 515. del Sistema Giuridico Latinoamericano, Studi Sassaresi
42 ZWEIGRT y KÓTZ, o., c., pp. 198-200. 5, o., c., p. XIII. Más recientemente en los anexos del trabajo
43 CORRADINI, o., c., p. 13. de Bernardino Bravo Lira, ·Codificación Civil en Iberoamérica
44 P. A FENET, .Recueil complet de travaux préparatoires y en la península ibérica ... •, o., c., pp. 131-138.
du Code civil•, París, Videcoq, Libraire Place du Panthéon, 58 FRANCISCO DE !CAZA, «La codificación civil en México
Imprimerie D'Hippolyte Tilliard, 1836, t. I, p. XLVII. (1821-1884) .. , en Revista de Investigaciones Jurídicas,
45 Citación no precisada por Gioele Solari, ·L'idea individua le Escuela Libre del Derecho, año 9, Nro. 9, México, 1985,
e !'idea sociale nel Diritto Privato .. , Fratelli Boca editore, pp. 265-278. También, José Luis Soberanes Fernández,
Milano, Torino, Roma, 1911, p. 159. "Las codificaciones del Derecho Privado Mexicano en el
46 !bid, p. 161. siglo XIX .. , en Revista de Investigaciones Jurídicas, Es-
47 BRUNO PARADISI, .. Apología della Storia Giuridica•, Il cuela Libre del Derecho, año 10, Nro. 10, México, 1986,
Mulino, Bologna, 1973, pp. 97-98. pp. 373-384.
48 Esta dimensión del problema ha sido subrayada por 59 Insiste en dicha influencia DE LOS MOZOS, José Luis.-
Cattaneo, •Illuminismo e legislazione•, o., c., capítulo U: .. AJgunos aspectos de la influencia hispánica en el Código
·La rivoluzione francese•, 1: •La teoría giuridica Civil de Andrés Bello•. En Diritto Romano, codificazioni
rivoluzionaria•. 2: •La codificazione francese•, 3: e unitá del sistema giuridico latinoamericano, o. c., pp.
·Dall'ideologia giuridica della Rivoluzione alla filosofia 163, 197.
del Codice Napoleone•, pp. 99-142. Una presentación glo- 60 Sobre la diversidad de fuentes del Derecho hispanoame-
bal del problema puede encontrarse en el trabajo de ricano consultar ZORRAQUIN BECU, Ricardo.- •La re-
Tarello, .. Storia della cultura giuridica moderna ... •, o., c., cepción de los Derechos Extranjeros en la Argentina du-
pp. 25-28. También ha sido desarrollado por Clavero, en rante el siglo XIX .. , en Revista de Historia del Derecho #
un trabajo ahora clásico: «Codificación y Constitución: 4, Bs. As., 1976, pp.325-359.
paradigmas de un binomio•, o., c., pp. 79-145. 61 Sobre la presencia del Derecho romano en España vid. el
49 TARELLO, ·Storia della culturea giuridica ... •, o., c., p. 28 volumen ·Cultura Ibérica e Diritto romano•, Studi
50 JOHN HONNOL, ·The Life of Law. Readings on the Sassaresi 8, Edizioni Scientifiche Italiane, a cura de Sandro
Growth of Legal Institutions .. , The Free Press of Glencoe, Schipani, Napoles, 1986. Por otro lado, sobre ciertas co-
Collier - Me. Millan-Limited, London, 1964, pp. 100-133. nexiones generales entre el Derecho Romano y el Código
Esta compilación incluye la carta de Bentham, las actas de Napoleón, puede consultarse el trabajo de SACCO,
del Congreso de Massachusetts, los informes de los comi- Rodolfo. "Diritto Romano e Code Napoleon .. , en Index 14,
sionados -entre los que se halla David Dudley Field- para Napoles, 1986, pp.99-108. En tanto que sobre la influencia

1!11!1 la Codificación: Impulso Moderno de la Familia Romanista


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OMANO

del Derecho Romano en los países latinos de Europa: ·Dalmacio Vélez Sársfield y la América Latina•, pp. 596-
GAUDEMET, JEAN .• La reception du Droit romain dans 610. CATALANO, PIERANGELO; STEGER H.A.,
les Pays Latins•, en Diritto Romano, Codificazioni, il sis- LOBRANO, GIOVANNI.- ·América Latina y el Derec"ho
tema giuridico latinoamericano, o.,c., pp 4 77-490. Romano•, Universidad Externado de Colombia, Bogotá,
62 GUZMAN BRITO, Alejandro. ·La función del Derecho 1985.
Romano em la unificación jurídica de Latinoamérica•, en 63 El método comparatista usado por los legisladores resultó
Index 6, Nápoles, 1982. pp 74-82. CASTAN VASQUEZ, crucial en la producción de los Códigos. Junto al Code
JOSÉ MARÍA. ·El Código Civil de Bello, factor de uni- tenían a la vista el Landrecht prusiano, el ABGB austriaco
dad•. En: Andrés Bello y el Derecho latinoamericano, La y una serie de cuerpos normativos europeos y americanos.
Casa de Bello, Caracas, 1987, pp 333-342, en el mismo 64 SCHIPANI, SANDRO. •l Codice Latinoamericani della
volumen vid. GUISALBERTI, Cario. •Il Codici Civile di 'transfusión' del Diritto Romano e dell'indipendeza, verso
Andrés Bello, Codice latinoamericano•, pp. 305-317. codici della 'mezcla' e codici tipo',., en: Dalmacio Vélez
GODART, JORGE ADAME. ·Yélez Sársfield y la América Sarsfield e il diritto latinoamericano, o., c., pp. 645-684.
Latina•, en Dalmacio Vélez Sársfield e il Diritto Latino- 65 BERNARDINO BRAVO LIRA, •La difusión del Código
americano, CEDAM, Pádova, 1991, pp 583-585. En la Civil en los países de Derecho castellano y portugués•,
misma publicación consúltese CARRANZA, JORGE. en: «Andrés Bello ... •, o., c., pp. 343-373.

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