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querrás imitar
La responsabilidad es la capacidad de un sujeto para dar respuesta ante los
compromisos asumidos de cualquier índole, así como frente a un escenario que
demanda el cumplimiento de un deber o su actuación en términos éticos, morales
y cívicos.
Puntualidad
Llegar a tiempo es uno de los signos más emblemáticos de la responsabilidad.
Implica, por un lado, que la persona es capaz de gerenciar su tiempo de manera
provechosa. Por otro lado, implica que respeta el tiempo de los demás y, por lo
tanto, respeta la dignidad personal del otro.
Prevención y preparación
Estar preparado para toda situación es un signo claro de responsabilidad. Cuando
una persona es responsable, anticipa los escenarios a los que debe enfrentarse y
se prepara en función de ellos, mediante la adquisición de herramientas básicas,
sean intelectuales o de otra naturaleza.
Las personas responsables se preparan para situaciones cotidianas así como para
situaciones de emergencia. En el primer caso, un ejemplo es el estudiante que,
anticipándose a la programación académica, prepara el tema con antelación antes
de asistir a la clase.
En el segundo caso, podemos citar como ejemplo aquellas personas que siempre
tienen al día los kits de primeros auxilios en la casa, la oficina o el vehículo.
Diligencia
La diligencia es la cualidad de actuar tan pronto como una necesidad se presenta,
lo que permite dar solución al problema por un lado, y evitar que este se agrave
por el otro. Es, de hecho, el principio contrario a la procrastinación, que consiste
en postergar la responsabilidad hasta el último momento.
Compromiso
Una persona responsable se compromete e involucra con las actividades que
realiza. El compromiso se traduce en actitudes de atención, empeño y
participación activa en la toma de decisiones y en las tareas, así como en el trato
solidario y respetuoso con los demás miembros del equipo.
Vea también Compromiso.
Proactividad
Vea también Proactividad.
Las personas responsables no solo cumplen con sus obligaciones, ya que esto lo
hace cualquiera que esté presionado por la autoridad. Las personas responsables
dan lo mejor de sí en el cumplimiento de sus obligaciones, es decir, se esmeran
en lograr un trabajo de la mayor calidad posible, que satisfaga las necesidades del
entorno e, incluso, las supere.
Una persona que comprende que el ambiente debe ser cuidado, es porque
primero ha entendido que los daños ambientales son ocasionados por la acción
humana y, por tanto, reconoce su responsabilidad en el resguardo del ambiente
para el bien común.
Así, una persona responsable coloca la basura en los lugares destinados para
ello, recicla, ahorra el agua y la energía, opta por un consumo responsable,
participa de actividades ecológicas y promueve la conciencia ciudadana a este
respecto.
Participación ciudadana
La responsabilidad como valor social se expresa en la participación ciudadana.
Una persona responsable participa, de una manera u otra, en las actividades
comunitarias y ciudadanas, de acuerdo a sus capacidades, conocimientos,
habilidades y disponibilidad.
Una casa limpia y ordenada es signo de que sus miembros son responsables en el
cumplimiento del deber, tienen una actitud proactiva, son diligentes, son
prevenidos y están preparados para cualquier escenario.
Facturas al día
Pagar las facturas a tiempo y mantener las deudas al día es parte de una actitud
responsable. De hecho, es un criterio de la banca para aumentar los montos de
las tarjetas de crédito o para otorgar créditos adicionales.