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Caso práctico

microeconomía

Realizado por: Alicia Gómez y Mónica Samper 1º C


Resumen:
Según el PMI, el sector servicios cayó a un mínimo histórico en marzo. El sector servicios se
había situado por encima de la línea 50, lo que implicaba un crecimiento durante más de seis años.
Esta caída se produjo por el esfuerzo de contener la pandemia de COVID-19.

La actividad económica en la zona euro registró en marzo un desplome como consecuencia del
Covid-19, que tuvieron un impacto más profundo en el sector servicios, viéndose principalmente
afectados el sector hotelero y los restaurantes. Este impacto tuvo más intensidad en Italia y España
como consecuencia del confinamiento y las restricciones a los viajes y el turismo. Además, la
confianza de los empresarios se hundió hasta su nivel más bajo desde 2012. Lo que provocó un
descenso de las contrataciones.

Si bien el empleo aún no está cayendo tan rápidamente como durante la crisis financiera, durante
los próximos meses se verá un aumento considerable de las cifras del desempleo, incluso cuando
los gobiernos de la zona euro intenten limitarlo.

Características del mercado

La hostelería está formada por más de 300 mil


establecimientos que dan trabajo a 1,7 millones de
personas y tiene un volumen de ventas de 123.612
millones de euros, con una aportación del 6,2% al
PIB de la economía española. Específicamente, los
restaurantes, bares, cafeterías y pubs emplean a 1,3
millones de personas y tiene una facturación
cercana a los 94.000 millones de euros, aportando el
4,7% al PIB nacional.

En la evolución histórica en los últimos diez años, se observa una moderación en el crecimiento
en el año 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis, con una fuerte caída de la producción en
2009. A pesar de los altibajos en la evolución, la hostelería ha seguido ganando peso dentro del
conjunto nacional, pasando del 5,2% de hace diez años al 6% actual. Es de destacar que en 2016
se superó la cifra máxima de producción que se alcanzó en 2008, con un aumento en 2017 respecto
a ese año de un 9,7%, mientras que la producción nacional todavía se sitúa un 4,5% por debajo.

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Oferta y demanda

La curva de la demanda muestra la cantidad de un bien específico que los consumidores o la


sociedad están dispuestos a comprar en función del precio del bien y a la renta disponibles. La
demanda del marcado es la suma de las cantidades demandadas por los individuos que lo integran.

La demanda de la hostelería ha ido en aumento a lo largo de los años. Las causas de este
crecimiento son el empleo, el gasto de las familias y la entrada de turistas extranjeros, así como
la forma de vida de los españoles. A pesar del crecimiento en el último año, el avance es más
suave que en 2017. En la hostelería, los bares son los establecimientos más numerosos, pero llevan
varios años en descenso. El crecimiento fue mayor en el subsector de restauración, donde subió
un 5,2%. En el alojamiento fue similar al del año anterior, de un 1,7%.

En los últimos años el gasto de las familias en hostelería aumentó un 8,4%, con un crecimiento
más intenso en los servicios de alojamiento, que supuso el doble de ritmo (15,2%) que el
correspondiente a los servicios de restauración (7,7%).

La oferta es la cantidad de bienes y servicios que los ofertantes están dispuestos a poner a la venta
en el mercado a unos precios concretos. La oferta de mercado es la agregación de todas las curvas
de oferta de los vendedores en un mercado particular.

La oferta del mercado español de hostelería se caracteriza por la atomización. Sin embargo, se
aprecia una tendencia de progresiva disminución del número de operadores, ante las numerosas
operaciones de adquisición y absorción de empresas que se está llevando a cabo. El mercado de
restaurantes es el más atomizado, según refleja el informe, ya que las diez principales empresas
sólo reunieron el 9% del volumen de negocio total en 2014, participación conjunta que se eleva
hasta el 28% en el sector de los hoteles.

El número de restaurantes abiertos en enero de 2019 era de unos 80.736, cifra un 2,3% superior a
la del año anterior. Éstos se encuentran crecientemente integrándose en cadenas, que en su
mayoría crecen mediante franquicias. Por su parte, el número de bares continuó con su tendencia
descendente, con más de 25.000 cierres en nueve años.

Por su parte, tras mantenerse estancado en el año anterior, la oferta hotelera registró un ligero
ascenso en 2019, superándose en la temporada alta de dicho año los 17.000 establecimientos, que
contaban con 1,86 millones de plazas. Este aumento se concentra principalmente en las categorías
superiores, cinco y cuatro estrellas.

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La curva de demanda

Como consecuencia de la propagación del Covid-19 y de las medidas de contención establecidas


por el gobierno, la actividad económica mundial se ha visto gravemente afectada.

En el caso de España, el sector servicios se ha visto especialmente afectado ya que es la principal


actividad económica del país, puesto que recoge casi el 80% de los empleos.

En el pasado mes de marzo todos los establecimientos comerciales del país se han visto obligados
a parar su actividad hasta que la situación mejore. A pesar de que los datos de la noticia son
escalofriantes, pertenecen solamente a la primera quincena de marzo, momento en el que las
consecuencias de la enfermedad ya habían afectado a la demanda externa pero no al
funcionamiento del mercado interno, siendo sólo el indicio a una grave crisis que apunta ser más
grave que la del 2008-2009.

La recesión de estos datos negativos dependerá, en primer lugar, del tiempo que pase hasta que
se recupere la normalidad sanitaria y luego, de los ajustes económicos que haya que hacer para
minimizar los efectos de la crisis económica. Esto se debe a que se prevé un escenario con un
fortísimo incremento del desempleo, una caída de la producción, una fuerte contracción de la
demanda y en paralelo un previsible incremento de la deuda pública por la caída de ingresos de
la hacienda pública y el aumento de gastos sociales (ayudas al desempleo…). Además, es
previsible que este impacto negativo se agrave en los autónomos y en las pymes, un sector con
menos músculo financiero para afrontar esta caída súbita y más o menos larga.

A pesar de haberse visto afectado negativamente casi en su totalidad, el sector servicios se trata
de un sector muy amplio con una oferta de productos con demandas muy diversas. Entre ellas nos
encontramos con demandas muy elásticas, que se han visto menos afectadas, y con otras
inelásticas que han sufrido un impacto mayor.

Por un lado, los subsectores más afectados han sido aquellos que están orientados al consumidor
o los que dependen del contacto social como los viajes, el turismo y la hostelería y, por otro lado,
entre los más beneficiados se encuentran el comercio online y las telecomunicaciones debido a la
fuerte demanda de los consumidores por el teletrabajo o la enseñanza online. Entre estas
actividades hemos decidido centrarnos en 2: la hostelería (muy afectada) y la sanidad (poco
afectada)

En primer lugar, el sector hostelero se ha visto obligado a cerrar sus establecimientos, paralizando
la oferta de sus servicios indefinidamente. Se prevé que será el último sector en volver a la
normalidad por lo tanto miles de trabajadores se van a ver paralizados durante meses, sin ingresos
y con el deber de seguir haciendo frente a los alquileres, tributos y otros gastos tanto financieros
como de personal.

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Se presume que en el momento en el que puedan volver a funcionar se establezcan medidas de
seguridad como el límite de aforo de los locales junto con medidas higiénicas para garantizar la
salud de sus clientes, estos factores harán que se reduzca la actividad que venía siendo habitual,
al mismo tiempo que provocarán un encarecimiento de los costes. Las previsiones tanto
económicas como las específicas del sector turístico, que repercuten directamente en el sector de
la hostelería, apuntan a una contracción fuerte de la actividad.

Además, en este sector la actividad está concentrada en autónomos y pymes que tienen mayor
debilidad financiera para hacer frente a estos recortes y parones de actividad, por lo tanto es
previsible que muchos de ellos no puedan continuar con la actividad una vez que esta se
normalice, lo que probablemente conlleve un incremento en las cifras de paro, al mismo tiempo
que sufra un parón en lo que respecta a nuevas inversiones, a pesar de haber sido siempre un
sector muy dinámico.

Por otro lado, la demanda se va a ver alterada por los cambios en la renta de los consumidores
que provocarán un cambio es la elección óptima de sus cestas de mercado ya que la hostelería se
caracteriza, en gran parte, por ofertar servicios de los que en una crisis económica fuerte se pueden
prescindir o disminuir fuertemente su consumo.

En cuanto a la elasticidad de la demanda, la sensibilidad de la cantidad demandada a las


variaciones de precio, nos encontramos con un subsector elástico en el que un cambio en el precio
del servicio genera un impacto en la cantidad que se demanda. Por lo tanto, en los próximos meses
se va a poder observar la disminución del precio de los servicios de este sector provocado por la
contracción de la demanda debido a la crisis. Esto se va a ver reflejado, entre otras cosas, en el
abaratamiento de viajes, hoteles y restaurantes.

Cómo consecuencia de las variaciones tanto en las restricciones presupuestarias de los


consumidores como en el precio de los servicios, la curva de la demanda va a sufrir un movimiento
hacia la izquierda.

En segundo lugar, nos vamos a centrar en la demanda de la sanidad y en su evolución a lo largo


de esta emergencia sanitaria.

En un primer momento, durante la propagación del virus, la demanda de la sanidad ha ido


creciendo progresivamente hasta el punto en el que se ha hecho tan grande que el mercado no ha
podido abastecerla, provocando el colapso de la sanidad.

Por otro lado, la demanda de los servicios sanitarios que se escapan del tratamiento del Covid-19,
ha decrecido debido al miedo al contagio de la enfermedad, esto ha ocasionado la paralización de
numerosas operaciones y tratamientos médicos ya que, por seguridad, sólo se debe acudir a
centros sanitarios en caso de emergencia.

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Sin embargo, en un futuro próximo la demanda de este sector será una de las menos perjudicadas
ya que presenta una demanda rígida (inelástica) por lo tanto, la variación del precio de bienes y
servicios no van a provocar grandes cambios en la cantidad demandada. Esto se debe a que
ofrecen un servicio primordial y necesario para los consumidores.

Dentro del mercado sanitario nos encontramos con dos sectores: el público y el privado, ambos
van a sufrir el impacto de la crisis, pero en diferentes medidas.

Por un lado, la sanidad privada va a ser el más afectado debido a la contracción de la renta de los
consumidores provocando un desplazamiento hacia la izquierda de su curva de demanda. Esto se
debe a que gran parte de la oferta de ambos sectores son bienes y servicios sustitutivos, por lo
tanto, la subida del precio de un bien privado va a aumentar la cantidad demandada del bien
público.

Por otro lado, la salud pública se podrá ver perjudicada por la reducción de ingresos públicos y
su consecuente ajuste en los gastos y servicios públicos que se presten. Teniendo en cuenta que
el gasto en sanidad pública es relevante dentro de los presupuestos del Estado, parece bastante
probable que se asista a un ajuste en este sector.

Restricción presupuestaria

Es muy posible que pasada la pandemia nuestras vidas cambien. Nuestras relaciones con los
demás se verán afectadas, la medicina se reinventará, muchos trabajos continuarán con el modelo
del teletrabajo, pero lo que no cabe duda es que el coronavirus dejara una gran crisis económica.

Esta crisis afectará a muchos sectores de la economía española pero el sector más afectado será
el de la hostelería y el turismo. Las razones son porque, aunque volvamos a las calles no lo
haremos de forma descontrolada, por ello los sectores que conllevan más contacto físico serán los
últimos en abrir. Esta crisis económica afectará a todas las familias del país, así como de otros
países, lo que provocará una disminución en el consumo.

Como ya sabemos, la conducta de los consumidores está determinada por sus preferencias y por
la restricción presupuestaria. La curva de indiferencia representa todas las combinaciones de
cestas de mercado que reporta el mismo nivel de satisfacción a una persona. Todas las personas
prefieren una cesta de mercado con una mayor cantidad de bienes, como indica el supuesto de
monotonía “los consumidores siempre prefieren una cantidad mayor de un bien a una cantidad
menor. Además, los consumidores nunca están satisfechos o saciados”. Sin embargo, existe otro
factor que impide una cesta de mercado tan amplia, la restricción presupuestaria. Esta muestra la

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restricción a la que se enfrentan los individuos como consecuencia de su renta limitada. Teniendo
en cuenta ambas curvas los consumidores elegirán la combinación de bienes que reporten la
máxima satisfacción.

Como indica arriba, el coronavirus traerá una crisis económica en toda España. Expertos advierten
que “El coronavirus va a provocar una recesión muy superior a la de 2008-2009, ya que la deuda
actual de Grecia es del 175,2% de su PIB, y en niveles igual de altos, que rondan el 100% del
PIB, andan Italia, Francia y España”

Esta situación provocara la caída del empleo de forma considerable, según una primera evaluación
de la Organización Internacional del Trabajo: “se estima que entre 5,3 y 24,7 millones de personas
perderán su empleo.” La caída del empleo también conlleva grandes perdidas de ingresos para los
trabajadores. El estudio estima que las pérdidas se situarán entre los 860.000 millones y los 3,4
billones de dólares a finales de 2020. Lo que se traducirá en caídas en el consumo de bienes y
servicios.

Esta variación de la renta de los consumidores provocara un desplazamiento de la renta


presupuestaria hacia la izquierda. Produciendo así, que las cantidades de bienes o servicios que
puede adquirir sea menor.

Es posible también que muchas empresas hosteleras se vean obligadas a abrir con un aforo
limitado. Ante esta situación muchas empresas tendrán que subir los precios si quieren obtener
beneficios positivos. Esto provocara una rotación de la recta presupuestaria también hacia la
izquierda.

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Bibliografía:

https://www.profesionalhoreca.com/2020/02/09/el-sector-espanol-de-hosteleria-y-
colectividades-crece-un-3-en-2019/

https://elpais.com/economia/negocio/2020-04-11/asi-sera-la-economia-que-vendra-tras-la-
pandemia.html

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