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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente
EDGARDO VILLAMIL PORTILLA

Bogotá D.C., trece de diciembre de dos mil seis

Ref: Exp. No. 73268-8910-001-1992-00295-01

Procede la Corte a dictar la sentencia sustitutiva de la


proferida el 31 de julio de 1997 por la Sala de Familia del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Ibagué, en el proceso de
investigación de paternidad que promovió Luz Dary Ortegón,
contra Beatriz Bocanegra de Orjuela, Álvaro José Orjuela
Bocanegra y los demás herederos indeterminados de Álvaro
Orjuela Huelgos.

ANTECEDENTES

1. Tal como se memoró en la sentencia de 29 de octubre


de 2002, mediante la cual la Corte desató el recurso extraordinario
de casación formulado en este asunto, “ la demandante inició
proceso ordinario contra los demandados citados, para que en la
sentencia se adoptaran las siguientes declaraciones:

1.1. Que se declare que LUZ DARY ORTEGON es hija


extramatrimonial del señor ALVARO ORJUELA HUELGOS, fallecido
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en la ciudad de El Espinal, lugar de su último domicilio, y se oficie


a la Notaría de El Espinal para que se inscriba en el Registro Civil
de Nacimiento de LUZ DARY su nueva condición civil.

1.2. Como consecuencia de la anterior petición, que se


declare que LUZ DARY ORTEGON tiene vocación para suceder al
señor ALVARO ORJUELA HUELGOS, con derecho a igual cuota del
hijo ya reconocido y a los demás que se llegaren a reconocer y sin
perjuicio de lo que le corresponda a la cónyuge supérstite, dentro
de la sucesión que se tramita ante el Juzgado 1º. Promiscuo de
Familia de El Espinal, y que además se disponga: a) Adjudicar a
LUZ DARY ORTEGON la misma cuota que le corresponda a los
herederos del de cujus y declarar ineficaces los actos de partición
y adjudicación que en el proceso de sucesión se llegaren a hacer
en favor de los demandados, así como de su registro respecto del
cual también se ordenará su cancelación. b) Condenar a los
demandados a restituir a la sucesión ilíquida, si aún lo estuviese, o
al actor, si para la fecha de la sentencia se encontrare liquidada la
sucesión, la posesión material de los bienes que integran la masa
herencial, ocupados por éstos, como de todos sus aumentos,
accesiones, productos, frutos civiles y naturales percibidos desde
el auto admisorio de la demanda hasta su restitución material, o
en su defecto, al pago de su valor, e igualmente condenarles al
pago de las indemnizaciones que por su hecho o culpa hayan
sufrido aquellas cosas relictas en las cantidades y condiciones que
resulten probadas en este proceso o que se concreten conforme
al trámite del artículo 308 del C. de P. C.

1.3. Que se ordene la cancelación de los registros de la


transferencia de propiedad, gravámenes y limitaciones de dominio
de los bienes herenciales, objeto de dichas peticiones, que los

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demandados hayan efectuado después de la inscripción de la


demanda.

1.4. Como petición especial solicitó la inscripción de la


demanda en el registro mercantil, respecto de las sociedades
INVERSIONES BOCANEGRA ORJUELA Y CIA. S. EN C. e
INVERSIONES LOS CHORROS Y CIA. S. EN C., y en la Oficina de
Registro de Instrumentos Públicos de El Espinal, en relación con
los inmuebles de propiedad de la sucesión del presunto padre.

2. Las pretensiones anteriores se fundaron en los hechos


que se resumen así:

2.1. Como fruto de las relaciones sexuales que sostuvieron


por esa época ALVARO ORJUELA HUELGOS y MARIA EVELIA
ORTEGON SANCHEZ, nació el 29 de septiembre de 1976 LUZ
DARY ORTEGON, quien nunca fue reconocida legalmente durante
la existencia de su padre, pero sí de hecho.

2.2. La madre de la demandante, quien por la época de la


concepción era soltera, recibió durante el embarazo y parto trato
personal y social prodigado por el presunto padre de la actora.

2.3. Durante más de cinco años el causante Álvaro Orjuela


dio a LUZ DARY ORTEGON el trato de hija y en el vecindario que
tuvieron aquel y la madre natural la reputaron como hija, en
virtud de dicho tratamiento.

2.4. El señor Álvaro Orjuela Huelgos falleció el 18 de enero


de 1992 en El Espinal, sin que en vida hubiera iniciado proceso
alguno para el reconocimiento de su hija extramatrimonial, LUZ
DARY ORTEGON.

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2.5. El presunto padre contrajo matrimonio con BEATRIZ


BOCANEGRA y de esta unión nació ALVARO JOSE ORJUELA
BOCANEGRA.

2.6. Los demandados fueron reconocidos por el Juzgado


1º. Promiscuo de Familia de El Espinal, en el proceso de sucesión
de Álvaro Orjuela Huelgos, como heredero cierto el uno, y
cónyuge sobreviviente la otra, encontrándose actualmente en
posesión material de los bienes relictos, sobre cuya universalidad
jurídica LUZ DARY ORTEGON persigue su respectiva cuota como
hija extramatrimonial.

3. Una vez admitida la demanda se ordenó correrle


traslado a los demandados. Notificada la cónyuge supérstite, y
representante legal de Álvaro José Orjuela, la contestó
oponiéndose a las pretensiones y respecto de los hechos,
manifestó que debían probarse; propuso como excepciones las
que denominó “imposibilidad física de ser el demandado el padre
de la menor” y la “exceptio plurium constupratorum”. Emplazados
los herederos indeterminados, el curador ad litem designado dio
respuesta al libelo diciendo que no le constaban los hechos y
sobre las pretensiones, se opuso a ellas mientras no se
demuestren los hechos aducidos, propuso excepción previa
consistente en no haberse presentado prueba de la calidad de
heredero del menor Álvaro José Orjuela Bocanegra, ni de la
calidad de cónyuge sobreviviente de Beatriz Bocanegra de
Orjuela.

4. De la excepción previa propuesta se dio el traslado


legal y el juzgado le ordenó a la parte actora que dentro del
término del mismo, acompañara la prueba de la calidad de
heredero del menor Álvaro José Orjuela Bocanegra y de la

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cónyuge sobreviviente Beatriz Bocanegra de Orjuela, para lo cual


allegó fotocopias de los respectivos registros civiles de nacimiento
y matrimonio tomadas de las copias que reposaban en el Juzgado
1º. Promiscuo de Familia de El Espinal, y en consecuencia el
despacho declaró no probada la excepción propuesta. Los
demandados reconocidos interpusieron recurso de reposición
contra esta última providencia y en subsidio apelación, por cuanto
las fotocopias aportadas no cumplen los requisitos exigidos en los
artículos 253 y 254 del C. de P. C. y por lo tanto carecen de
eficacia probatoria, recurso que fue negado por el juzgado y no
concedió la apelación por no ser procedente. Frente a esta
decisión presentaron recurso de queja, que fue desestimado por
el Tribunal.

5. La primera instancia culminó con sentencia de fecha 2


de mayo de 1996 (fls. 124 a 137 cd. 1) mediante la cual el
Juzgado 1º. Promiscuo de Familia de El Espinal declaró que Luz
Dary Ortegón es hija extramatrimonial de Álvaro Orjuela Huelgos
y como tal tiene derecho a heredar a su padre en la proporción
que legalmente le corresponde; declaró no probadas las
excepciones propuestas por los demandados, negó las demás
pretensiones de la demanda, condenó en costas a la parte
demandada y ordenó la inscripción de la sentencia en el folio de
registro civil de nacimiento de Luz Dary Ortegón y la consulta del
fallo si no fuere apelado”.

6. Ante el éxito del recurso de casación y una vez


quebrado el fallo del Tribunal, la Corte de manera oficiosa ordenó
la práctica de un dictamen pericial con el fin de establecer
científicamente la paternidad objeto de investigación. Igualmente

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se dispuso oficiar al Juzgado Primero de Familia del municipio de


El Espinal para que allegara copia del auto de reconocimiento de
herederos dictado dentro del proceso sucesorio de Álvaro Orjuela
Huelgos; del mismo modo se requirió a las partes para que
allegaran los registros civiles de matrimonio y nacimiento de los
demandados determinados. En cuanto al dictamen pericial sobre
los restos de Álvaro Orjuela Huelgos, esta prueba no pudo
hacerse, pues el material genético extraído de aquellos carece de
las condiciones biológicas indispensables para obtener resultados
concluyentes de la prueba genética. También se adelantó la
investigación científica en relación con Adolfo Mendoza Cuervo y la
demandante, la cual arrojó resultados excluyentes como adelante
se analizará.

7. Así las cosas, se impone resolver la apelación


formulada por la parte demandada contra la sentencia emitida por
el Juzgado Primero de Familia de El Espinal el 2 de mayo de 1996.

7.1. En síntesis, la inconformidad del apelante radica en la


ausencia de prueba de la calidad con que fueron citados los
demandados, pues la copia del auto de reconocimiento de los
herederos en la sucesión de Álvaro Orjuela Huelgos, aportada por
la demandante, no fue ordenada por el juzgado mediante auto,
como ordenan los artículos 253 y 254 del C. de P. C.

7.2. El recurrente también censuró al a quo por no


percatarse que para la época en que pudo tener origen la
concepción de la demandante, su madre María Evelia Ortegón
tuvo relaciones con otro hombre, tal y como lo demuestran las
declaraciones vertidas en el proceso.

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Agregó que en la partida de bautizo de la demandante


figura como padre Adolfo Mendoza Cuervo, mientras que al
momento de ser registrada -casi once años después del
nacimiento- inexplicablemente no se incluyó ese dato, lo que
constituye un indicio contra la demandante, que fue confirmado
con la declaración del propio Adolfo Mendoza, quien hizo
convivencia con Luz Dary Ortegón y junto con ella procreó 6 hijos;
dijo el testigo ser el padre de Luz Dary Ortegón, a lo cual añadió
que “MARÍA EVELIA le cambió el apellido a LUZ DARY ORTEGÓN
para estafar a BEATRIZ BOCANEGRA y ella me mandó razón con
las gemelas para que le colaborara viniendo a decir que LUZ DARY
no es hija mía…”. El referido ‘concubinato’ -dijo el apelante- que
fue confirmado por los testigos, así como por la demandante en
su interrogatorio, permite concluir que debió declararse la
excepción de pluralidad de relaciones propuesta en la contestación
de la demanda. En criterio del apelante hay “ una persona que se
predica padre de la menor, que la bautiza como hija de él, y sin
embargo, con testimonios de parientes de la parte demandante,
de por sí testigos sospechosos”, se accedió a las pretensiones.

7.3. Finalmente dijo que también fue un despropósito


haber declarado probada la posesión notoria del estado de hija
extramatrimonial de la demandante, pues no hay pruebas que
respalden tal aserto.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1. Rememórese que en el presente asunto se casó la


sentencia del Tribunal, fundamentalmente porque según se anotó,
“para que una copia de un documento que se encuentra en un
expediente judicial y se aporta a un proceso tenga mérito

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probatorio, es necesario, no solamente que el secretario la


autentique con su firma, indicando que se trata de una copia del
original o de copia que ha tenido a la vista, sino que su expedición
haya sido ordenada previamente por el juez, requisito este último
que no se encuentra acreditado en este asunto, por cuanto no
obra en el expediente constancia alguna de que la autenticación
efectuada por el secretario sobre las fotocopias que obran a folios
3 y 4 del cuaderno 2, hubiere estado precedida de la autorización,
la cual no se suple con la sola afirmación hecha por la Juez en la
providencia que resuelve la reposición contra el auto que negó la
excepción previa propuesta por el curador ad-litem, de que había
autorizado su expedición” (fls. 87 y 88 Cdno. 6).

2. Y de cara a la tarea de dictar el fallo sustitutivo, la


Corte ordenó allegar la copia auténtica del auto de reconocimiento
de herederos dentro del proceso sucesorio de Álvaro Orjuela
Huelgos, así como los registros civiles de matrimonio y nacimiento
de los demandados determinados, lo cual se cumplió según se
constata a folios 95, 96, 196, 196 vto., 197, 197 vto. y 198 del
cuaderno No. 7, donde figuran las copias auténticas de dichos
documentos, expedidas de acuerdo con las formalidades previstas
en el artículo 254 del C. de P. C. e incorporadas al expediente en
forma regular.

De lo anterior se sigue que la calidad con que fueron


citados los demandados se encuentra debidamente acreditada, lo
que conduce a decidir el fondo de la controversia, en tanto que el
error en que incurrió el Tribunal y que dio origen a la prosperidad
del recurso de casación, se encuentra superado.

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3. Ahora bien, con el propósito de esclarecer la


paternidad investigada, en sede de instancia la Corte ordenó la
práctica de dictámenes periciales que se realizaron con Luz Dary
Ortegón y María Evelia Ortegón en relación con los presuntos
padres Álvaro Orjuela Huelgos y Adolfo Mendoza Cuervo. Los
resultados de las experticias arrojan el panorama que enseguida
se esboza.

3.1. A pesar de que se realizó la exhumación del cadáver


de Álvaro Orjuela Huelgos en varias oportunidades (fls. 83, 84,
190, 191 y 192 Cdno. 7) y se tomaron diversas muestras a los
restos óseos tendientes a identificar el ADN del presunto padre, no
fue posible llegar a un resultado concluyente, pues según explicó
el laboratorio de genética encargado de la práctica de la prueba,
se efectuaron “6 intentos de amplificación para los marcadores
STR a partir del material obtenido sin que a la fecha se haya
obtenido alguno. Los restos óseos presentan un pigmento que
probablemente estén (sic) inhibiendo la amplificación de los
marcadores STR. Este procedimiento se ha visto en los tres
procedimientos de aislamiento realizados. La fuente de dicho
pigmento probablemente provenga del suelo en el cual se
encontraba inhumado el Sr. Álvaro Orjuela Huelgos”
(comunicación de 6 de junio de 2003, fl. 112 cdno. 7).

Y en oportunidad posterior la institución científica agregó:


“Después de realizar tres procedimientos de aislamiento y
purificación de ADN y amplificarla para STR de los Restos Óseos
exhumados por segunda vez… hasta la fecha no se ha obtenido
ningún resultado. Tal como había ocurrido previamente cuyo
reporte emitido con fecha 23 de febrero de 2004 (sic),
consideramos que no podemos hacer nada adicional para obtener
un resultado ya que la calidad de ADN allí presente es mala o

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existen inhibidores que impiden que obtengamos un resultado”


(comunicación de 11 de abril de 2005, fl. 156 cdno. 6).

Además, una vez analizadas las muestras que se tomaron a


Álvaro José Orjuela Bocanegra, Beatriz Bocanegra Rojas, Belisario
Orjuela, Gilberto Orjuela, Luz Dary Ortegón y María Evelia Ortegón
Sánchez, dicho laboratorio precisó: “Nos encontramos ante un
caso complejo el cual se basa en la reconstrucción del perfil
genético del demandado a partir de las muestras de presuntos
familiares… La paternidad del Sr. Álvaro Orjuela Huelgos con base
en el perfil genético reconstruido (el cual asume que los señores
Belisario Orjuela y Gilberto Orjuela son hijos de los mismos padres
del demandado y que Álvaro José Orjuela Bocanegra es hijo
biológico del demandado) con relación a Luz Dary Ortegón se
excluye por los sistemas genéticos vWA, y D8S1179.
Internacionalmente se requiere de tres o más exclusiones STR
para declarar una paternidad como incompatible. Por consiguiente
se tendría que plantear un resultado de no concluyente”
(comunicación de febrero 23 de 2004, fl. 132 Cdno. 6).

3.2. La Corte decretó también la prueba de ADN sobre el


grupo conformado por Luz Dary Ortegón, su progenitora María
Evelia Ortegón Sánchez y Adolfo Mendoza Cuervo (fl. 163 cdno.
6), pues durante el proceso los demandados (fl 11 cdno. 5), y el
propio Mendoza Cuervo (fl. 118 vto. Cdno 1) afirmaron que éste y
la madre de la demandante sostuvieron relaciones sexuales para
la época en que según el artículo 92 del Código Civil, sobrevino la
concepción.

La prueba fue realizada por los expertos designados en la


providencia de fecha 6 de marzo de 2006 y de ella se corrió

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traslado a las partes (fl. 181 Cdno. 6), quienes se abstuvieron de


plantear reparos al dictamen. Por otra parte, el examen científico
cumple su función ilustrativa, pues suministra la información
suficiente de conformidad con lo previsto por el artículo 7º de la
Ley 75 de 1968, subrogado por el artículo 1º de la Ley 721 de
2001, a cuyo amparo fue decretado y practicado.

Los expertos encontraron incompatibilidades genéticas


entre Adolfo Mendoza Cuervo y Luz Dary Ortegón en cuanto a los
sistemas “TPOX, VWA, Penta E, D18S51, D21S11, D3S1358, Penta
D, D7S820, D13S317, D5S818”, concluyeron entonces que “la
paternidad del Sr. Adolfo Mendoza Cuervo con relación a Luz Dary
Ortegón es incompatible según los sistemas [7] resaltados en la
tabla. Resultado verificado, paternidad excluida” (fl. 179 Cdno. 6).
Dicho resultado descarta contundentemente que el aludido Adolfo
Mendoza Cuervo pueda tenerse como padre de la demandante.

Ha de decirse en este punto que si dentro de la


investigación de la paternidad, las pruebas sugieren la presencia
de dos presuntos padres, en tanto ambos hombres tuvieron
relaciones sexuales con la madre de la demandante por la época
de la concepción, la radical exclusión de uno de ellos conduce
razonablemente a la declaración de paternidad del otro, inclusive
si la prueba de ADN respecto de éste fue imposible, a pesar del
esfuerzo hecho. En efecto, la jurisprudencia de la Corte en casos
semejantes al de ahora, ha sostenido que “la exceptio plurium
constupratorum sólo tiene cabida en la medida en que el Juzgador
no pueda adquirir certeza por otro medio sobre los lazos de
sangre que vinculan al señalado padre con el hijo, a consecuencia
de las relaciones sexuales por la época de la concepción. Es cierto
que las relaciones no exclusivas generan razonable duda sobre

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quién es el verdadero padre, mas ello deja de ser así cuando los
demás elementos probatorios obrantes en la actuación dan pábulo
para allanar esa dificultad, en tal evento, el sentenciador está
llamado a dejar de lado la excepción y mantenerse en la
presunción” (sentencia de 26 de octubre de 2004, Exp. No.
10265).

4. Nótese cómo efectivamente las demás pruebas del


proceso a que se acude, de conformidad con lo previsto en el
artículo 3º de la ley 721 de 2001, reflejan que existen claros
vestigios de que entre María Evelia Ortegón Sánchez y Álvaro
Orjuela Huelgos existió un vínculo que permite inferir la existencia
de relaciones sexuales entre ellos para la época en que, de
conformidad con el artículo 92 del Código Civil, pudo tener lugar la
concepción de Luz Dary Ortegón y además, que durante el
embarazo el presunto padre se comportó como tal, lo que de suyo
lleva a presumir la paternidad en los términos de los numerales 4º
y 5º del artículo 6º de la Ley 75 de 1968.

4.1. Así, Rosalbina Ortegón Sánchez, hermana de la


progenitora de la demandante, aseguró que “…con el tiempo mi
marido ELIAS y yo nos dimos cuenta que ALVARO sostenía
relaciones con mi hermana, entonces fue cuando ella o sea MARIA
EVELIA ORTEGON quedó en embarazo de LUZ DARY… él siempre
la traía a control aquí al pueblo, al Hospital, cada mes ALVARO
ORJUELA la traía hasta que tuvo a la niña… el día que ella se
enfermó me dio una plata para que la sacara y para que le
comprara cosas a la niña… cuando ya la trajimos al hospital, él
fue al campo y yo le dije que necesitábamos muchas cosas para la
niña y para la sacada del hospital de ella, y él me dio la plata…
todo eso fue entre familias que se comentaba que el patrón o sea

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ALVARO con la empleada y que debido a eso, eso no fue tan


comentado porque fue en el campo… después aquí en el pueblo
cuando venía la niña decía a (sic) esa en la niña de
cochemugre…” (fls. 80 y 81 cdno. 1).

4.2. Por su parte, Elías Mora Barreto, compañero


permanente de la anterior declarante, dijo que “una vez…ALVARO
ORJUELA iba saliendo de la pieza, salió abotonándose la camisa y
ahí yo cogí sospechas que algo había entre ellos…ALVARO le
mandaba plata conmigo…”, y al ser preguntado sobre quién
suministró lo necesario durante el embarazo y el alumbramiento
de la demandante, afirmó que había sido “ALVARO”. (fls. 81 anv.
y 82, cdno. 1).

4.3. De otro lado, Alfonso Quijano, primo en segundo grado


de María Evelia Ortegón Sánchez, atestiguó lo siguiente: “en los
mismos días del mes de diciembre de 1975… me sorprendí porque
los encontré a ellos desnudos, haciendo el amor, yo quedé
sorprendido, yo veía y no creía, yo pensé que talvez estaba
viendo visiones… él me dijo que dijo que si yo quería a EVELIA y
estimaba a ADOLFO, entonces que me quedara callado, porque
ADOLFO era un gran trabajador de él, que si yo le llegaba a decir
a ADOLFO, Adolfo, podría hasta matar a mi prima y destruirse el
hogar y que también él se perjudicaba, entonces que él me
ayudaba, pero que eso tenía que guardarlo para entre los dos no
más, entonces él me puso condición de que si yo me quedaba
callado él me daba un salario semanal… como a los 14, 15 días,
volví y los encontré en lo mismo, yo ya me enojé y quería hasta
romper el pacto que hice con él… cuando ella cayó a cama que
alumbró y tuvo a LUZ DARY, yo hablé con él, él nos dio pata para
médico y para todo lo necesario… a los tres días de haber nacido

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la niña, le mandó comprar de toda clase de ropa y siguió viendo


por ella…eso fue en el año 75, en el mes de diciembre, las dos
veces, la primera vez fue como el 9 de diciembre de 1.975 y la
segunda fue con (sic) el 19 0 20 de diciembre… ella mantenía
mucho en el pueblo y en el apartamento de don ALVARO” , y del
mismo modo, sostuvo que Álvaro Orjuela Huelgos fue quien
suministró los dineros para atender el embarazo de María Evelia
Ortegón Sánchez.

4.4. A su turno, María Evelia Ortegón Sánchez, madre de la


demandante, dijo lo siguiente: “en Noviembre del año 1975 yo
vivía en CALLEJON DE GUADUA con una hermana cuando
comenzó el romance de nosotros, entonces ahí comenzó lo de
nosotros, lo de ALVARO y lo mío, en noviembre de 1.975, ahí fue
cuando nosotros empezamos a salir y salir, después al poco
tiempo fue cuando quedé embarazada entonces yo le dije a
ALVARO y él me dijo Negra no se haga nada, que yo le voy a
responder…Yo sostuve relaciones amorosas con ALVARO
ORJUELA desde Noviembre de 1.975 hasta Enero del año que lo
mataron, principio de … no recuerdo la fecha… la única que no
está denunciada es Luz Dary, porque ella se parece a él no más..”
(fls. 87, 88, 89 cdno. 1).

4.5. Diana Ortegón Patiño, sobrina de María Evelia Ortegón


Sánchez, hizo la siguiente evocación:“un día yo llegué a buscar a
mi tía, no la encontraba, me fui para la Bodega donde se
guardaba el abono, la semilla, y entonces ahí los encontré y me
acuerdo tanto que yo entré y él ÁLVARO ORJUELA tenía los
pantalones hasta la rodilla y ella tenía el vestido (sic) levantado
hasta el busto y no tenía cucos y ella estaba acostado (sic)
encima de unos bultos de semilla y ÁLVARO estaba encima de
MARIA EVELIA haciendo el amor…ella me dijo que él o sea

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ÁLVARO ORJUELA era su novio que ella tenía, que no le fuera a


contar a ninguno que ella tenía ese novio, entonces que ella
seguía con él pero que no le fuera a contar a ninguno… y delante
de mi ella o sea mi Tía EVELIA le decía Mi amor, me va a llevar
hoy, ó cuando vamos a salir, y delante de mí se besaban, se
acariciaban… hubo varias ocasiones en que ÁLVARO se quedaba
ahí en la finca hasta media noche, porque como el marido de ella
trabajaba con ÁLVARO pero en otra finca, entonces ÁLVARO le
decía que se fuera para la finca para poder quedarse ahí con mi
tía… en varias ocasiones vi a mi Tía EVELIA que se bañaba y se
ponía un toallón y nos hacía acostar temprano… entonces los veía
no en las bodegas, sino en el zaguán acostados juntos, ella pelada
y él también, entonces yo los miraba pero no me asustaba,
porque yo ya sabía que ellos eran novios… él le dijo a ella: Evelia
está embarazada?, ella le contestó, sí, estoy embarazada y ahora
qué voy a hacer, ella se puso a llorar entonces él le dijo que no
llorara, que yo responde (sic) por eso…de ahí para acá ÁLVARO
empezó a darle plata a mi tía… él ayudaba pero a escondidas…
cuando ya ella se alentó y estaba en la casa ÁLVARO fue a la
finca, dentró (sic) y él como ya sabía que era una niña, entró y se
le acercó al pie de la cama y le dijo Hay esa niña es la misma cara
mía, le rio (sic) risa porque la niña se parecía mucho a él… cuando
salíamos juntos la gente le preguntaba, hay tan linda esa niña, es
hija suya? Él siempre decía que sí, nunca la negó… ALVARO lo
mandaba -a José Adolfo Mendoza- a cuidar las fincas o a cuidar
cultivos, entonces era cuando ellos aprovechaban para tener
relaciones más constantes… ellos dormían en la misma cama…
Ella embarazada él se la llevaba, inclusive estaban juntos, él
nunca la ignoró, siempre estaba pendiente de ella, del médico, y
siempre iba y nos visitaba, la niña se enfermaba y él daba para
los gastos, y estuvo muy pendiente de ellas, hasta cuando se

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murió… ella se lo pasaba más que todo con ALVARO, con nadie
más, ella únicamente salía con él, salían a medio día y regresaban
por la noche…él nos llevaba a comer, y llevábamos la niña, la
gente le preguntaba, esa niña es suya? Entonces él les contestaba
es que acaso no se parece” (fls. 114 a 117 cdno. 1).

Esas declaraciones, que dejan ver el origen del


conocimiento de los testigos -quienes por demás fueron contestes,
responsivos y detallados-, permiten también inferir que entre
María Evelia Ortegón Sánchez y Álvaro Orjuela Huelgos hubo una
relación de cortejo y proximidad que como narran los testigos,
desembocó en el trato sexual, mismo que incluso fue presenciado
por algunos de los testigos. Y de ellas se desprende, además, que
ese trato se mantuvo durante la época en que se presume la
concepción de Luz Dary Ortegón, pues los deponentes refieren a
que esas relaciones carnales se consumaron en diciembre de
1975, en tanto que la demandante nació el 29 de septiembre de
1976.

Tales narraciones testimoniales también demuestran los


cuidados y la atención que tuvo Álvaro Orjuela Huelgos para con
María Evelia Ortegón Sánchez durante el embarazo y el
alumbramiento de la demandante, el pago de los gastos médicos
hospitalarios así como el suministro de dineros para cubrir las
necesidades de la menor, entre otras cosas.

4.6. Y aunque es cierto que los declarantes, en su mayoría


tienen algún grado de familiaridad con la demandante, también lo
es que tal circunstancia no es bastante para desconocer de un tajo
el valor de sus declaraciones, pues en últimas, la ley no les resta
eficacia ni credibilidad, así sea que la sana crítica imponga valorar

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esas versiones con mayor sigilo y celo, pero sin que el nexo de
familia se erija en un obstáculo insalvable para la apreciación de
tales testimonios.

En otras palabras, esa circunstancia -la familiaridad- por sí


sola no hace a los declarantes sospechosos de parcialidad, menos,
si se tiene en cuenta que precisamente ese parentesco es el que
permite tanta cercanía y confianza como para que los testigos
pudieran presenciar el trato que la madre de la demandante y el
presunto padre se prodigaban en la intimidad. La singularidad de
la prueba recibida es tal, que los testigos señalan hechos
reveladores de las relaciones sexuales, en tanto algunos de ellos
los presenciaron, lo cual sumado a la proximidad en que se
hallaban los declarantes para sorprender a la pareja en esos
momentos de intimidad, hace creíble su declaración. Recuérdese
que la Corte en torno al tema ha expresado que “se escucha al
sospechoso-, sino que simplemente se mira con cierta aprensión a
la hora de auscultar qué tanto crédito merece. Por suerte que
bien puede ser que a pesar de la sospecha haya modo de
atribuirle credibilidad a testigo semejante, si es que,
primeramente, su relato carece de mayores objeciones dentro de
un análisis crítico de la prueba, y, después -acaso lo más
prominente- halla respaldo en el conjunto probatorio ” (Sent. Cas.
Civ. de 19 de septiembre de 2001, Exp. No. 6624, reiterada en
Sent. Cas Civ. de 16 de agosto de 2005, Exp. No. 95401).

4.7. Mención aparte merece el testimonio de Adolfo


Mendoza Cuervo, quien declara que la demandante es su hija pero
jamás la reconoció legalmente como tal, hecho que contrasta con
la situación de los otros hijos que tuvo con María Evelia Ortegón
Sánchez. Así mismo, los testigos dieron fe del trato discriminatorio

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que Adolfo Mendoza Cuervo dio a la demandante, a pesar de que


para entonces pasaba como hija suya.

Por ende, la versión de los hechos que suministra Adolfo


Mendoza Cuervo no puede opacar la credibilidad de los demás
testigos, cuyo poder suasorio no decae tampoco frente a la
partida de bautizo que Mendoza Cuervo aportó como respaldo de
sus aseveraciones (fl. 118 Cdno. 1 y fl. 18 Cdno. 5), pues todo
aquello resultó además infirmado por la prueba científica que
descartó al declarante como padre de Luz Dary Ortegón.

5. A las sobredichas pruebas testimoniales, han de


sumarse dos indicios que se estructuraron en contra de los
demandados; el primero atañe a la conducta procesal de aquella
parte (art. 249 del C. de P. C.), pues en la primera instancia no
concurrieron a la toma de muestras necesaria para la práctica del
examen de ADN ordenado por el a quo, tal y como se desprende
de la certificación obrante a folio 62 del cuaderno No. 1, el
segundo indicio, consiste en la inasistencia injustificada a la
audiencia preliminar del artículo 101 del C. de P. C., que se llevó a
cabo en este asunto el 22 de febrero de 1995.

6. Ese compendio de elementos demostrativos, permite


acceder a las pretensiones de la demandante, pues se acreditaron
en su oportunidad los supuestos de hecho previstos en los
numerales 4º y 5º del artículo 6º de la Ley 45 de 1968, de suerte
que se impone surtir la consecuencia jurídica allí prevista, que no
es otra que la aplicación de la presunción de la paternidad
alegada.

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7. En cuanto refiere a las excepciones propuestas, juzga


la Corte que la parte demandada se conformó apenas con su
planteamiento, pues ninguna prueba promovió para demostrar los
hechos en que se fundaban. En efecto, ningún elemento de juicio
prueba la imposibilidad de Álvaro Orjuela Huelgos para procrear,
ni su ausencia del lugar en que pudo ocurrir la concepción.

Y aunque se insinuó que la madre de la demandante


sostuvo relaciones duraderas con Adolfo Mendoza Cuervo, tal
circunstancia quedó desvirtuada con el dictamen pericial que
excluyó a Mendoza Cuervo como padre de Luz Dary Ortegón, de
donde viene que así se aceptara, en gracia de discusión, la
presencia de relaciones íntimas entre María Evelia y Adolfo, es lo
cierto que aquellas no resultaron idóneas para la concepción de la
demandante.

A más de lo anterior, suficiente por sí para dar al traste con


la excepción aludida, es de notar que hay declaraciones que dan
cuenta de que justamente fueron las relaciones con el presunto
padre las que deterioraron el vínculo entre Maria Evelia y Adolfo, y
de cómo Álvaro Orjuela Huelgos, valido de su privilegio como
empleador, lograba la ausencia del primero para compartir en
intimidad con María Evelia Ortegón Sánchez.

En cuanto a los efectos patrimoniales de la filiación que se


decreta, ningún reparo existe sobre la prosperidad de la petición
de herencia decretada por el juzgador a quo, pues los
demandados no propusieron medios de defensa tendientes a
enervar las consecuencias económicas de las pretensiones de la
demandante.

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Por consiguiente, habrá de confirmarse la sentencia


apelada.

DECISIÓN

En armonía con lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Civil, actuando en sede de instancia y
administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la ley,

RESUELVE:

PRIMERO: CONFIRMAR la sentencia de 2 de mayo


de 1996, proferida dentro el presente asunto por el Juzgado
Primero Promiscuo de Familia de El Espinal.

Costas de la apelación a cargo de la parte recurrente.


Liquídense.

Cópiese, notifíquese y devuélvase al Tribunal de origen.

JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR

RUTH MARINA DÍAZ RUEDA

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CARLOS IGNACIO JARAMILLO JARAMILLO

PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA

CÉSAR JULIO VALENCIA COPETE

EDGARDO VILLAMIL PORTILLA

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