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[ÉTICA MÉDICA] marzo de 2013

ÉTICA MÉDICA
2013
“Yo quiero que la ley primera de nuestra república sea el
culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”
José Martí
[ÉTICA MÉDICA] marzo de 2013

CONTENIDO:

I-INTRODUCCIÓN.

II-PRINCIPIOS GENERALES.

III-RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE Y CALIDAD DE LA


ATENCIÓN MÉDICA.

IV-RELACIONES ENTRE LOS PROFESIONALES DE LA


SALUD.

V-DOCENCIA E INVESTIGACIÓN.
[ÉTICA MÉDICA] marzo de 2013

I-INTRODUCCIÓN.
Los Principios de la Ética Médica, aprobados por el Secretariado del Comité Central
del Partido Comunista de Cuba y publicados por la Editora Política el 26 de febrero
de 1983, constituyen las bases de la concepción ética de nuestra Salud Pública
socialista, enriquecida en la realidad cotidiana de la prestación de los servicios, la
docencia y la investigación en nuestro sector.

La Ley No. 41 “De la Salud Pública”, de 13 de julio de 1983, en el artículo 3 de su


Capítulo I “Disposiciones Generales”, establece que el Ministerio de Salud Pública
tiene a su cargo la rectoría metodológica, técnica y científica, en la prestación de
los servicios y regula el ejercicio de la medicina y de las actividades que le son
afines, fijando las condiciones, requisitos y limitaciones de las mismas; y la
organización de la salud pública y la prestación de los servicios que a ella
corresponde en nuestra sociedad socialista se basa, tal y como se dispone, en el
inciso.

c) del artículo 4, en el carácter social del ejercicio de la medicina, de acuerdo con


los principios de la moral socialista y de la ética médica establecida.

Mediante la Resolución Ministerial No. 8, de 10 de febrero de 2005, se dispone


fortalecer el trabajo de las Comisiones de Ética Médica a nivel de unidad, provincia
y nación.

El impetuoso desarrollo de los Programas de la Revolución en este Sector


requieren a la vez, de un amplio y sistemático trabajo de educación ética y
actuación moral con todos los profesionales, técnicos, estudiantes y trabajadores
en general, que garantice a cada ciudadano que necesite de nuestros servicios
recibir, en primer lugar, una atención de alta calidad, dentro de los elevados valores
morales que caracterizan a la Salud Pública cubana. El propósito de continuar
desarrollando las bases metodológicas de nuestro Sistema Nacional de Salud y
promover aún más el humanismo en nuestro encargo social, hace necesario
perfeccionar las funciones de las Comisiones de Ética Médica, así como modificar
su composición y funcionamiento.
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Fundamentación del presente código ético:


Con el fin de garantizar en nuestros colaboradores lo que el Comandante en Jefe ha
calificado como lo más preciado en nuestra sagrada misión internacionalista, que lo
constituyen sus valiosas vidas, las que por demás, han brindado noblemente en el
afán de mejorar la salud de otros pueblos hermanos; se hace imprescindible que
las Comisiones Médicas constituidas para velar por esa tarea, hagan suyo de
manera consciente el ineludible cumplimiento de todo lo que se establece en el
presente Código de Ética, basado en los principios del patriotismo, la moral
socialista y el respeto a la dignidad humana.

Funciones de las Comisiones de Ética.


1. Fortalecer los valores de nuestra Revolución Socialista en nuestros
colaboradores.

2. Realizar labor educativa y preventiva con nuestros colaboradores a través de


acciones concretas.

3. Evaluar sistemáticamente el cumplimiento de los principios de la ética médica.

Dictaminar, cuando se le solicite, sobre la presunta violación de los principios de la


Ética Médica, previa determinación por la dirección administrativa de que no ha
existido violación de la disciplina. Esta función sólo faculta a las Comisiones a
emitir criterios sobre si ha ocurrido o no violación de algunos de estos principios,
absteniéndose de sugerir cualquier tipo de medida, función que corresponde a las
direcciones administrativas institucionales Estas funciones tienen como objetivo
planificar y ejecutar acciones para identificar y erradicar prácticas equivocadas en
las comisiones de ética y en el llamado proceso de caracterización que no debe
sustituir al proceso evaluativo del colaborador.

Desde el mismo triunfo de la Revolución Cubana, nuestro pueblo hizo valer el


espíritu internacionalista martiano. Antes del año 1959 no había antecedentes de
colaboración médica cubana con el resto del mundo. No fue hasta 1960, después
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del triunfo revolucionario, que nuestro país ofreció su primera ayuda médica
internacional, enviando una Brigada de Emergencia y varias toneladas de equipos e
insumos médicos a Chile, país afectado por un terremoto y a la vez por un
maremoto.

Se considera el año 1963 el del inicio oficial de la Colaboración Médica


Internacional Cubana, con el envío de la primera Brigada Médica a Argelia el 23 de
mayo compuesta por 57 colaboradores.

El 16 de abril del 2003 arribó la primera Brigada Médica Cubana al municipio


Libertador del distrito capital, la cual dio inicio la Misión Barrio Adentro en la
República Bolivariana de Venezuela.

La Misión Barrio Adentro forma parte consustancial el proyecto de inclusión


planteado en la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela de 1999 del
cual se favorecen millones de venezolanos excluidos históricamente por las
políticas neoliberales de los Gobiernos de la IV República.

En el transcurso de estos años de misión internacionalista, el contingente médico


creció de manera vertiginosa, hoy lo constituyen más de treinta mil trabajadores de
la salud los cuales brindan sus mejores conocimientos en el ejercicio de la
medicina, con el objetivo de elevar la salud del pueblo venezolano y la calidad de
los servicios. Todos con un alto concepto de la solidaridad, comportamiento ético
acogido a la moral de la sociedad socialista.

El carácter socialista de nuestra medicina constituye la base material sobre la que


se sustenta la moral y la ética de los trabajadores de la medicina cubana.

La ética de nuestro ejército de batas blancas se ha nutrido de valores más


solidarios de nuestro pueblo, bajo la certera guía de nuestros líderes
conceptualizada por el Che ¨…Ya entonces tenemos el derecho y hasta el deber de
ser, por sobre todas las cosas, un médico revolucionario, es decir, un hombre que
utiliza los conocimientos técnicos de su profesión al servicio de la revolución y del
pueblo…¨

Nuestro Comandante en Jefe, Fidel expresó: “Del mercenarismo no sale un médico


internacionalista; del mercenarismo no sale un miembro del valioso y glorioso
contingente; especializado en desastres naturales, epidemias y graves
enfermedades como el SIDA, que hoy están golpeando naciones enteras”.

El ejército de médicos que laboran en los barrios por toda Venezuela se han
multiplicado en los diferentes centros que forman parte del Barrio Adentro actual,
lleno de energía renovadora, alimentada por ese motor impulsor que representan
nuestros consultorios populares, estos apoyados logísticamente por los Centros de
Diagnóstico Integral, Salas de Rehabilitación Integral, Centros de Alta Tecnología,
Servicios de Estomatología, Ópticas entre otros.
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Los servicios que hoy se prestan en la colaboración médica, exigen un


comportamiento altamente ético, es nuestro compromiso con la Patria y nuestro
socialismo, es ser consecuente con la moral socialista solidaria y con un alto nivel
profesional.

Es imprescindible que nuestros combatientes internacionalistas se revistan del


comportamiento ético y moral propio de nuestras más legitimas y arraigadas
normas de comportamiento social, respetar las leyes, creencias y costumbres del
pueblo que ayudamos.

Además de conocimientos y habilidades, los trabajadores internacionalistas deben


tener ciertas actitudes, unas cualidades del carácter y un sistema de valores que en
sus funciones diarias le permitan ser un virtuoso en la prestación de los servicios
de salud, es por ello que nos proponemos en este texto, exponer conceptos
teóricos y elementos prácticos concretos que le permitan al médico
internacionalista consultar permanentemente y regir la conducta ética de los
trabajadores de la salud, en misión internacionalista.

ÉTICA MÉDICA

La ética médica es una manifestación particular de la ética general; es un conjunto


de normas de comportamiento en el orden práctico para los miembros de la
profesión, en sus relaciones con quienes demandan sus servicios y en las que
mantienen entre sí.

Ética médica revolucionaria:

La gigantesca obra desplegada por la revolución en el campo de la salud, aparece


justamente entre sus primeras y más importantes conquistas de unánime
reconocimiento mundial. Del objetivo de mantener y preservar la salud del pueblo
deviene una permanente tarea priorizada en nuestro país, al mismo tiempo nuestra
experiencia médica se extiende al terreno de la ayuda internacional a otros países

Estos éxitos significan un legítimo honor para los trabajadores de la medicina,


quienes nos sentimos dignificados por el respeto y la confianza de nuestro pueblo,
nuestra situación en el cumplimiento del deber sólo puede responder a los
principios éticos de la moral comunista, expresión de los intereses de la clase
obrera y del pueblo en general.

La Ética Médica es una manifestación de la ética en general--concepto íntimamente


relacionado con la moral--y se refiere, especialmente, a los principios y normas que
rigen la conducta del personal de la salud. En las misiones internacionalistas, los
médicos, estomatólogos, las enfermeras y otros técnicos son fieles exponentes de
la solidaridad, el humanismo, la disciplina y entrega en el trabajo.

El carácter socialista de nuestra medicina constituye la base en la que se sustenta


la ética y la moral de los trabajadores de la salud de las ciencias médicas cubanas
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en todas sus acciones. Esta ha generado principios éticos de los cuales son un
ejemplo nuestros colaboradores internacionalistas, dignificando el prestigio de la
revolución cubana y de sus mejores hijos.

Analizar la labor diaria de nuestro accionar, si realmente ofrecemos todo el empeño


y la consagración al trabajo, suministrar al paciente toda la información necesaria
sobre las situaciones en que se vea involucrado, hacer seguimiento desde el
comienzo, desarrollo y fin del tratamiento, relacionadas con el comienzo, desarrollo
y fin de la vida, incluyendo la obtención del consentimiento informado y orientar
una relación médico paciente adecuada; entendiéndose por tal aquella en la cual
los pacientes reciben del trabajador de la salud toda la información que necesita
para conservar, fomentar o recuperar integralmente su salud, sin olvidar las
obligaciones que esos trabajadores han contraído de mancera ineludible con los
familiares del paciente, con la comunidad y con el ambiente natural en que viven,
forman parte del buen comportamiento ético que hoy establecemos como norma.

Los trabajadores de la salud cubanos, especialmente los médicos y técnicos en


cualquier misión internacionalista tiene el deber legal, laboral y moral de ejecutar
con calidad, las actividades de prevención, promoción, curación y rehabilitación,
dirigidas al individuo, la familia y la comunidad, para las cuales deben estar
adecuadamente capacitado y de las cuales deben ser ejemplo inspirador.

Es por ello que en el ejercicio de nuestra función social, debemos observar


principios ético morales de profundo contenido humano, ideológico y patriótico,
tales como dedicar nuestros esfuerzos, conocimientos científico y técnicos al
mejoramiento de la salud del hombre, trabajar consecuentemente, allí donde la
sociedad lo requiera, estar siempre dispuestos a brindar la atención médica
necesaria con elevado espíritu internacionalista.

II-PRINCIPIOS GENERALES.
2.1. El personal de la salud en su ejercicio deberá, para actuar dentro del marco
ético, estar familiarizado e identificado con los valores y principios morales que
sustentan la medicina revolucionaria.

2.2. Los trabajadores internacionalistas de la salud deben reflexionar y practicar de


forma permanente algunas recomendaciones éticas relacionadas con el del diario
accionar de médicos, estomatólogos, técnicos y todo el personal que presta
servicios de salud, estas recopilan, en su espíritu, las bases de su desempeño
ético.

2.3. Ejercer con altruismo las actividades propias en nuestra esfera de trabajo,
subordinando el interés personal al social. Comportarnos en todo momento con
sencillez, modestia, honestidad y dentro de las reglas de una elevada educación
formal.
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2.4. Estar siempre en disposición de cumplir las obligaciones que nos corresponde
como internacionalistas, así como aquellas que por razón de carecer excepcional
de nuestro trabajo, nos exijan el mayor esfuerzo, dedicación y sacrificio.

2.5. Los profesionales de la salud están al servicio de la persona, la familia y la


sociedad. Respetando la vida humana y la dignidad de la persona como los deberes
primordiales.

2.6. Se debe cuidar con la misma conciencia y solicitud a todos los pacientes sin
distinción por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social.

2.7. Nunca se perjudicará al enfermo, ni se atenderá de manera negligente y se


evitará cualquier demora injustificada en su asistencia.

2.8. Se debe estar consciente de los deberes profesionales con la comunidad. Hay
que procurar la mayor eficacia de su trabajo y un rendimiento óptimo de los medios
que la sociedad pone a su disposición.

2.9. Los médicos, estomatólogos, las enfermeras y los técnicos de la salud en su


cometido, deben tener un conocimiento básico de la ética y de la disciplina.

2.10. El personal de la salud debe tener una idea muy clara de la estructura de sus
propios sistemas de valores y de la forma en que sus juicios personales influyen en
las decisiones relacionadas con lo que es bueno y es malo.

2.11. El proceso por el cual los trabajadores de la salud llegan a las decisiones
éticas y las implementa deben ser sistemáticas, consistente con la lógica.

2.12. Es deber del trabajador de la salud propiciar el mayor bien para sus pacientes;
es decir, defender sus mejores intereses, que son la vida, la salud y la calidad de
vida.

2.13. Se respetará las convicciones del paciente o sus allegados y se abstendrá de


imponerle las propias.

III-RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE Y CALIDAD DE LA


ATENCIÓN MÉDICA.
3.1. Tratar de Usted, a todas las personas durante su desempeño laboral, con
respeto; no use expresiones de uso común como tío, abuela o pana para dirigirse a
los pacientes, estas son expresiones irrespetuosas y transgreden el marco solemne
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de la relación con el paciente y sus familiares, por usar estos términos no nos
brindaran mas cordialidad.

3.2. Propiciar una adecuada relación personal con el paciente, que le inspire un
estado anímico de seguridad, explicarle su estado de salud y las causas de la
enfermedad, con el tacto y prudencia necesarios, e informarle, oportunamente, las
medidas preventivas de diagnóstico, de tratamiento y de rehabilitación que debe
adoptar, o a las que ha de ser sometido.

3.3. Consentimiento Informado, los pacientes tienen derecho a recibir información


sobre el diagnóstico, pronóstico y posibilidades terapéuticas de su enfermedad y el
médico debe esforzarse en ofrecerla con las palabras más adecuadas.

La respuesta depende del tipo de paciente: será amplia y franca si es un intelectual


y emocionalmente preparado para conocer y afrontar la realidad de su situación; si
se trata de alguien con un coeficiente cultural y mental bajo, la información será
más restringida y nos apoyamos en sus familiares. De todas maneras el médico
debe procurar hablar siempre en términos sencillos y claros: más sencillos y claros
cuanto menos culto es el paciente. Antes de aplicar cualquier medida diagnóstico o
terapéutica que pueda significar un alto riesgo para el paciente su consentimiento
informado el de sus familiares es obligatorio, excepto en los casos de fuerza mayor.

Si el paciente debidamente informado, no accediera a someterse a un examen o


tratamiento que el médico considere necesario o si exigiera del médico un
procedimiento que éste, por razones científicas o éticas, juzga inadecuado o
inaceptable, el médico queda dispensado de su obligación de asistencia, debe
siempre el consentimiento informado firmado por el paciente o representante.

3.4. Establecer similar relación con los familiares del paciente, informándolos en
cualquier momento, todos los aspectos relacionados con el manejo de la
enfermedad, propiciando obtener el máximo apoyo y cooperación posible en lo
relacionado con la prevención, curación y rehabilitación de su familiar.
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3.5. Escuchar las preocupaciones y dificultades del paciente y sus familiares, darles
la atención requerida y encaminar el esfuerzo para solucionar eficazmente.

3.6. Garantizar que no se interrumpa la asistencia del paciente en los casos que se
requiera su traslado a otra tarea de servicio o para otro centro.

3.7. Atender de forma solícita y benévola a toda persona que requiera de nuestros
servicios, sin mostrar prisa o indiferencia hacia sus padecimientos, ni hacer
comentarios indiscretos en su presencia.

3.8. Es labor de todos los trabajadores de la salud, mantener una conducta


adecuada ante el paciente y sus familiares y actuar de igual manera con aquellos
que aunque no estén subordinados, intervienen en una u otra forma en el trato a los
pacientes.

3.9. Mantener el respeto al pudor, usando cortinas, o un parabán, manteniendo


tapadas las partes que no sean indispensables tener al descubierto en la
exploración que se esté realizando, mantener siempre y cuidar la privacidad tanto
en la entrevista como en el examen físico. Explicar previamente todo lo que se vaya
a hacer para disminuir ansiedades y tensiones, logrando una mayor cooperación
del paciente, respetando la intimidad del paciente.

3.10. Cuando se vayan a examinar las partes del cuerpo de mayor pudor, sobre todo
si el paciente a examinar es joven y del sexo opuesto, es recomendable hacerse
acompañar por la enfermera, un familiar cercano o alguno otro miembro del equipo,
para evitar situaciones embarazosas para ambos y que puedan interpretarse como
violación de la ética médica o delito (abuso lascivo).

3.11. Conservar el secreto profesional, teniendo en cuenta los intereses del


paciente, siempre que ello no ocasione perjuicio social ni ponga en peligro la salud
de otras personas. A tal efecto el Juramento Hipocrático prescribe:”Lo que en
tratamiento, o incluso fuera de él, viere u oyere en relación con la vida de los
hombres, aquello que jamás deba trascender, lo callaré teniéndolo por secreto”.
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3.12. No divulgar aspectos de la enfermedad que puedan estar relacionados con la


vida íntima del paciente o sus familiares.

3.13. Mantener en los casos de enfermedades de curso fatal, absoluta o relativa


reserva sobre diagnóstico y pronóstico en relación con el paciente y seleccionar a
quien se debe dar esa información con el tacto necesario después que el paciente
lo decida.

3.14. Evitar que lleguen a manos de los pacientes o de sus familiares las historias
clínicas, informes de laboratorio, o cualquier otro documento médico que puedas
darles una incorrecta, indebida o perjudicial información.

3.15. Propiciar que sólo se realice en cada paciente, los estudios complementarios
para llegar al diagnóstico correcto, eliminando cualquier tendencia a realizar
indicaciones que provoquen molestias o peligros innecesarios a los enfermos, por
lo que se debe tener en cuenta la correcta aplicación del Método Clínico.

3.16. Evitar y combatir cualquier tendencia a la complacencia en la emisión de


certificados médicos u otras prescripciones que sin una necesidad real, solo vayan
dirigidos a satisfacer demandas injustificadas de los pacientes o a recibir
beneficios a cambio de su acción.

3.17. Cuidar de no incurrir en el error médico que resulta de una equivocación,


aunque no exista mala fe, ni elementos de negligencia, despreocupación o
ignorancia. Debemos evitar a toda costa que nuestro trabajo se afecte por la
prontitud innecesaria y la superficialidad originada por la rutina.

IV-RELACIONES ENTRE LOS PROFESIONALES DE LA


SALUD.
4.1. Mantener para con nosotros mismos y con los demás profesionales de la salud,
una actitud crítica y autocrítica sobre los asuntos referidos a la relación con los
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pacientes, el diagnóstico, asistencia tratamiento y rehabilitación de estos; cuidar


que las opiniones y criterios de basen en el más profundo análisis científico.

4.2. Evitar indiscreciones que menoscaben el prestigio de otros compañeros o de


instituciones de la misión médica cubana internacionalista.

4.3. No es ético la calumnia ni los comentarios capaces de perjudicar al colega en el


ejercicio de su profesión.

4.4. Como integrante del equipo de salud, no debemos tomar decisiones que
afecten al resto del equipo sin las debidas consultas a éste, las actuaciones
colegiadas en el grupo disminuyen el riesgo de cometer errores que afecten el
prestigio individual, al grupo y por consiguiente a la Misión Médica, lo que también
representa el prestigio de la Revolución Cubana.

4.5. Su responsabilidad individual no desaparece por el hecho de trabajar en


equipo. Su disciplina, integración al grupo y el cumplimiento del rol asignado con
alta calidad y consagración lo prestigian ante sus compañeros.

4.6. La relación del equipo de trabajo deben establecerse siempre sobre la base del
respeto mutuo. Dentro del equipo de salud y fuera de este (médicos,
estomatólogos, enfermeros, técnicos, informáticos, estudiantes, personal
paramédico, secretarias y personal auxiliar entre otros), deben ser tolerantes y
respetarse en todo momento.

4.7. Respeto al nivel jerárquico, a profesores y jefes, aunque sean de edad similar o
menor, así como a residentes, estudiantes, aplicable dentro de los integrantes del
equipo de salud.

4.8. Recuerde siempre que los problemas aunque sean laborales y estén
relacionados o no con la atención al paciente, se deben ventilar a solas alejado de
la presencia de los mismos, las discusiones de casos y otras actividades
asistenciales, docentes o de carácter administrativas deben ser tratadas con
discreción.
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4.9. Cuando se encuentre en funciones de trabajo, evite comentarios sobre noticias,


programas televisivos, conversaciones sobre situaciones domésticas o personales,
pues constituyen violaciones a la Ética Médica.

4.10. Los errores médicos deben ser conocidos y analizados en reuniones donde
participen, estrictamente, personal médico especializado, con la libertad y
profundidad necesarias que permitan evaluar la experiencia e impedir su repetición.

4.11. En el equipo de trabajo, el médico, los enfermeros, personal técnico y otros,


deben poseer la valentía necesaria para reconocer sus errores y eliminarlos, este
elemento fortalecerá al equipo. Además de poder dar solución rápidamente al
problema más complejos que pueden deteriorar por su envergadura, el prestigio y
credibilidad del colectivo.

4.12.Tenemos el deber, como verdaderos exponentes de la ética revolucionaria y


socialista, poner en conocimiento de las autoridades correspondientes cualquier
violación que nos conste, tanto de estos principios éticos como de los reglamentos
establecidos en las unidades de salud dentro de la misión que se nos fue asignada,
así como hacer cumplir los acápites de la Resolución 168.

V-DOCENCIA E INVESTIGACIÓN.

5.1. La investigación clínica debe inspirarse en los más elevados principios éticos y
científicos, cumpliendo con los acuerdos de la Declaración de Helsinki.

5.2. La persona tiene que declarar su consentimiento informado de participar en la


investigación y se respeta su derecho si no desea continuar de retirarse de la
misma. Se le ofrecerá una explicación detallada de las características de la
investigación, para que pueda decidir si participa o no.

5.3. Evitar que se produzcan daños a personas sanas o enfermas en los trabajos de
investigación que se realicen.
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5.4. Al publicar los resultados de observaciones y experiencias, para contribuir a la


protección y mejoramiento de la salud y el avance científico técnico, tener en
cuenta que la información no debe perjudicar la integridad psíquica y moral del
paciente u otras personas, ni los intereses de la sociedad.

5.5. Actualizar y perfeccionar nuestro conocimiento de forma continua, para lograr


la óptima calidad de los servicios que prestamos a la sociedad.

5.6. Procurar que la información que ofrezcamos con propósitos de divulgación


científica y educativa, sea correcta y adecuada, y abstenerse de verter conceptos y
opiniones que puedan alarmar innecesariamente a la ciudadanía.

5.7. Respeto al nivel jerárquico, a profesores y jefes, aunque sean de edad similar o
menor, así como a residentes, estudiantes, aplicable dentro de los integrantes del
equipo de salud.

5.8. El docente debe promoverse e inculcar los principios éticos, a través de la


palabra y el ejemplo ante sus estudiantes, a la vez que desarrollara el esfuerzo
necesario dirigido a garantizar la adecuada adquisición de conocimientos y
habilidades entre estos. Propiciar que las relaciones entre él y sus educandos se
enmarquen en la debida autoridad y respeto que se requieren en la actividad
docente.

5.9. Prestar especial atención a su superación individual, teórica y práctica como


aspecto esencial para el cumplimiento de sus responsabilidades docentes que
eleven su prestigio ante sus educandos.

5.10. Estar dispuestos a recibir entrenamiento especializado en aquellas disciplinas


que lo demandan, a fin de satisfacer las necesidades que se requiera para cumplir
la tarea internacionalista que desempeña en función de perfeccionar la calidad del
trabajo del equipo.
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Este Código de Ética se basa en los siguientes documentos:

Resolución Ministerial no. 138 del Ministerio de Salud Pública de la República de


Cuba de 15 de julio 2009.

Principios de la Ética Médica. Editora Política. La Habana, 1983.

La Ética del Colaborador Internacionalista en la República Bolivariana de


Venezuela. Documento de la Misión Médica.

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