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De El Pequeño Sal-Vaje Al Doctor Itard: Análisis de Imágenes
De El Pequeño Sal-Vaje Al Doctor Itard: Análisis de Imágenes
E
l doctor Jean-Marc-Gaspard Itard, fue un ha dado sobre la educación y tratamiento de niños
médico francés nacido en 1774, interesado salvajes (Carl Von Linné, Linneus, los incluye dentro
en la naciente ciencia de la «medicina men- de sus nueve especímenes de Homo Sapiens Ferus, una
tal» o psiquiatría. Cuando tenía 26 años se subespecie de la humanidad creada por él, en su tra-
topó con un extraño caso, el del niño salvaje de L’A- bajo Systema Naturae, publicado en 1758). En el siglo
veyron, que cambió su vida. François Truffaut, en 1960, XX, el caso de otra niña, Genie, siguió poco más o
llevó la historia al cine con su película El Pequeño Sal- menos los mismos pasos, a pesar de los conocimien-
vaje (L’enfant sauvage), con fotografía de Néstor Al- tos y la tecnología desarrollada hasta el momento.
mendros. El Dr. Itard escribió sus descubrimientos e Los métodos que Itard utilizó, tuvieron la base en
investigaciones, que sirvieron de inspiración a Edouard los principios de imitación, condicionamiento y mo-
Séguin, su discípulo y al que animó a trabajar con ni- dificación del comportamiento, que lo posicionaron
ños con discapacidades mentales y de María Mon- a la vanguardia de su época y lo llevaron a inventar
tessori, que más de un siglo después, siguió sus pasos muchos mecanismos de enseñanza que aún se utili-
y sus escritos y hoy es referencia mundial en el cam- zan. De hecho, Itard depuró las técnicas que había
po de la educación. Sin embargo, en la mayoría de usado con Víctor, convirtiéndose en un pionero de
los libros de Historia de la Pedagogía, ni el Dr. Itard ni la educación especial. El chico logró un progreso no-
Seguin son nombrados, a pesar de que María Mon- torio: aprendió los nombres de muchos objetos y
tessori hace innumerables referencias a ellos y la in- pudo leer y escribir frases simples, expresar deseos,
fluencia que tuvieron en ella y sus métodos de tra- seguir órdenes e intercambiar ideas. Demostró afec-
bajo. to, especialmente hacia el ama de casa de Itard, la
La película de François Truffaut descubrió para nos- señora Guérin, al igual que emociones de orgullo, ver-
otros el caso, vimos lo que había detrás y comenza- güenza, remordimiento y deseo de complacer
mos una investigación de años que intentamos plas-
mar en este artículo. Interés por los niños salvajes
Itard desarrolló en sus escritos toda la investiga-
ción, con sus aciertos y errores, sus dudas e interro- El interés de expertos, pedagogos, médicos y psi-
gantes. El mejor caso, sin duda, documentado, que se cólogos de socializar a estos niños es un fenómeno
La película
El Pequeño Salvaje. L’enfant sauvage
Francia. 1960. 85 min. B/N.
Director: François Truffaut.
Fotografía: Néstor Almendros
Intérpretes: Jean-Pierre Cargol (Víctor), Fran-
çois Truffaut (Jean Itard), Françoise Seigner (señota
Guerin), Paul Villé (Remy), Jean Dasté (Professor Pi-
nel)
Sinopsis: Basada en un hecho real relata la his-
toria de un niño salvaje capturado en los bosques
franceses y recluido en un instituto de investigación.
De vivir como un animal libre pasa a convertirse en
un ser rechazado, maltratado y visto como un fe-
nómeno inhumano. Sólo el doctor Itard hará todo
lo posible para hacer de él un ser civilizado lleván-
dolo a su propia casa. Transcurrido un tiempo, el
niño se encontrará perdido entre su deseo por re-
cuperar su vida salvaje y su nueva etapa junto a su
protector.
sagradas a Doinel y, en ellas, Truffaut lleva a la panta- Habiendo trabado conocimiento con el padre Sicard,
lla sus propias obsesiones, desde las de un niño ma- director del Instituto imperial de sordomudos, Itard
ravillado por el séptimo arte, hasta las aventuras amo- tuvo muy pronto consulta en el instituto, del que pasó
rosas. a ser jefe médico en 1800. Fue éste el primer contacto
Se entregó por entero al mundo del cine, no sólo de Itard con niños cuya educación requiere medidas
como director, sino como protagonista de películas especiales. Itard descubrió que estos niños sordo-
como El pequeño salvaje, particular homenaje a Rous- mudos eran confinados en una especie de vida vege-
seau, y La noche americana, por la que recibió el Oscar tativa y se interesó particularmente por el tema. Como
a la Mejor película extranjera. discípulo del filosofo Helvétius, a partir de libro «De
l'homme», Itard pensaba que la educación lo podía
Jean Itard, el primer educador de niños con in- todo.
adaptación social No sólo se consagró el estudio del lado fisiológico
Jean Marc Gaspard Itard nació el 24 de Abril de 1774 de la sordomudez (Itard es universalmente conside-
en Oraison, en el valle de la Durance. Fue médico, ci- rado como el fundador de la otorrinolaringología),
rujano y cirujano de la marina, llegó a París en 1796. sino que se apasionó por el problema pedagógico que
una nueva perspectiva científica estaba comenzando del ministerio del interior, donde lo examinó una co-
a remplazar la especulación mística. misión de la Sociedad de Observadores del Hombre
Los filósofos debatían sobre cuestiones como la na- (Société des observateurs de l’homme), la primera so-
turaleza esencial de los seres humanos, preguntas que ciedad antropológica del mundo. En ella, un médico
durante los dos siglos siguientes se convirtieron en siquiatra llamado Philippe Pinel argumentó que el mu-
fundamento del estudio del desarrollo del niño. ¿Son chacho sufría de un idiotismo incurable. Pero Itard,
innatas o adquiridas las cualidades, el comportamien- quien estaba entre los estudiosos que discutían sobre
to y las ideas que definen a los seres humanos? ¿Cuál el tema, se opuso a la idea, argumentando que la si-
es el efecto del contacto social durante los años de tuación de abandono a que había sido sometido lo ha-
formación, y se puede superar su carencia? Un estu- bía llevado a tal estado, y que un proceso educativo
dio cuidadosamente docu- podría tal vez reinsertarlo en el mundo de los hom-
Los filósofos debatían sobre mentado de un niño que ha- bres. Se decidió entonces enviarlo al Instituto para Jó-
la naturaleza esencial de los bía crecido en aislamiento venes Sordos de París, con la idea de que fuera «de-
podría proporcionar eviden- mutizado» allí, a cargo de Itard.
seres humanos, preguntas
cia del impacto relativo de la La escuela no tenía experiencia pedagógica con ni-
que se convirtieron en funda- «naturaleza» (las caracterís- ños feraces, pero era la única institución de esa épo-
mento del estudio del des- ticas innatas de un niño) y ca que se dedicaba a la enseñanza del lenguaje en si-
arrollo del niño salvaje la «crianza» (educación fa- tuaciones especiales.
miliar, escolar y otros facto- El Instituto de Jóvenes Sordos de París era dirigi-
res de influencia social). do entonces por el Abad Roch Ambroise Cucurron
El interés de los científicos en el caso surge ya des- (Nota 2) Sicard, quien también era miembro de la So-
de la estancia del niño en Aveyron. Entonces fueron ciedad de los Observadores del Hombre.A instancias
redactadas dos observaciones. La primera se debió a de esta sociedad se convenció a las autoridades fran-
Constant de Saint-Estève, un médico francés erudi- cesas de apoyar un experimento científico de obser-
to, comisario del Directorio y miembro de la muni- vación del muchacho en el Instituto de Jóvenes Sor-
cipalidad de Saint-Sernin, que estuvo entre quienes dos. A pesar de que aún no había finalizado sus estu-
atraparon al niño. Este hombre permaneció a su lado dios de medicina (cosa que hará en 1802), Itard ha-
y lo observó por muchas horas. Su informe sobre el bía sido contratado a finales de 1800 por Sicard como
salvaje de Aveyron , redactado el 22 de enero de 1800, médico del instituto. Sicard decidió encargarle a Itard
fue el primer escrito realizado. la educación del muchacho, cosa que el joven médico
El segundo se debió a Pierre Joseph Bonnaterre, asumió entre 1800 y 1806, como empleado del Insti-
profesor de historia natural en la escuela central de tuto. Fue Itard quien bautizó como Víctor al mucha-
Aveyron. Estos dos escritos fueron publicados en cho.
París poco después, Bonnaterre incluyó en su docu- El muchacho era, escribió Itard, «un niño desagra-
mento las cuatro páginas de observaciones redacta- dablemente sucio... que mordía y arañaba a quienes
das por Saint-Estève. (Nota 1) se le acercaban, que no demostraba ningún afecto por
En los días siguientes, entre el 10 y el 12 de enero, quienes lo cuidaban, y quien era, en síntesis, indiferente
fue enviado el hospicio de Saint-Afrique, y luego a Ro- a todo lo atento a nada» (Lane, 1976, p. 4)
dez, el 4 de febrero de 1800. Ahí permaneció hasta Algunos observadores concluyeron que era un «idio-
el 20 de julio, fecha de su partida a París, por orden ta», incapaz de aprender. Itard, sin embargo, creyó que
el desarrollo de Víctor se había limitado por el aisla- cés con correcta intención comunicativa, pero no lle-
miento y que tan sólo necesitaba que se le enseñaran gó a aprender a hablar. Este fue, sin embargo, el pri-
las destrezas que los niños en la sociedad civilizada mer proceso documentado de educación de una per-
normalmente adquirían a través de la vida diaria. Itard sona en tales condiciones.
llevó a Víctor a su casa y durante los siguientes cinco Itard esbozó, a partir de su trabajo, una definición
años, gradualmente lo «domesticó». Itard despertó de la inteligencia humana en relación con la educa-
primero la habilidad de su propio pupilo para discri- ción: Si consideramos la inteligencia humana en el pe-
minar la experiencia a través de un entrenamiento es- ríodo de la primera infancia, el hombre no parece des-
merado y paulatino a las respuestas emocionales así tacar por encima del nivel de los otros animales. To-
como a la instrucción en moral, comportamiento so- das sus facultades intelec-
cial, lenguaje y pensamiento. tuales están estrictamente
Victor, a pesar de todo, aparte de algunos sonidos confinadas al estrecho círcu- Sus métodos de trabajo, re-
vocálicos y consonánticos, nunca aprendió a hablar, lo de sus necesidades cor- sumidos en dos libros publi-
Además, se mantenía totalmente centrado en sus ne- porales. Todas las operacio- cados en 1801 y 1807, le
cesidades y deseos y, como lo admitió Itard en su in- nes de su mente se realizan
granjearon a Itard el mérito
forme final, nunca pareció perder su vivo anhelo «por a partir de sí mismo. La edu-
la libertad del campo abierto y su indiferencia a la ma- cación tiene entonces que de pionero en el campo de
yoría de los placeres de la vida social» (Lane, 1976, moldearlas y aplicarlas a su la educación especial
p.160). Las atenciones y cuidados que se le dispensa- instrucción, lo que significa
ron a partir de entonces mejoraron su estado físico un nuevo orden de cosas que no están conectadas a
y su sociabilidad, pero los progresos fueron muy es- sus primeras necesidades. Esta es la fuente de todo
casos, una vez superada la fase inicial. Por esta época conocimiento, de todo progreso mental, y de las cre-
se presentó la pubertad sexual del muchacho, lo que aciones de los genios más sublimes. Cualquier grado
creó problemas adicionales a su educador. Las espe- de probabilidad se basa en esta idea, yo únicamente
ranzas de Itard de enseñarle a hablar y a comportar- lo repito aquí como el punto de partida del camino
se de manera civilizada resultaron frustradas y en el hacia la realización de su fin último (Itard, 1801).
segundo informe Itard se daba por vencido y mani- Sin embargo, Víctor fue refractario a un total pro-
festaba su preocupación por el futuro del desgracia- ceso de domesticación.
do joven. Entre 1801 y1804, subsisten las dudas acerca de si
Sus métodos de trabajo con Víctor de Aveyron, re- la administración francesa seguirá costeando la edu-
sumidos por Itard en dos libros publicados en 1801 cación de Víctor, si bien la partida se prorrogó, aun-
(Nota 3) y 1807 (Nota 4), le granjearon el mérito de que abonada irregularmente. De estas fechas son el
pionero en el campo de la educación especial. El mu- segundo y tercer informes de Itard, en los que aboga
chacho logró significativos cambios en su conducta, por la continuación del tratamiento. Pareciendo abo-
desarrolló afectos hacia sus instructores, llegó a re- cado a suspenderse por resolución ministerial, la de-
conocer el nombre de muchos objetos y a producir cisión se trunca por el relevo del ministre de l’Intérieur
algunos sonidos sobre el modelo de palabras del fran- (Champagny por Chaptal). El nuevo responsable ga-
de su niñez, sino que sus padres también la castigaban tos, médicos, psiquiatras, lingüistas y psicólogos al com-
si emitía cualquier sonido, lingüístico o no. pleto fue a ver la película de Truffaut y a partir de
Una vez liberada, y después de grandes esfuerzos ella se dedicó plenamente al estudio del caso, docu-
por enseñarle a hablar, Genie solo podía comunicar- mentado por Itard en el siglo XIX.
se con frases rudimentarias, como «Me gusta elefan-
te come maní» o «Dulce compra tienda.» Jean Marc Gaspard Itard, una pedago-
Estos y otros casos, cual trágicos y crueles «expe-
gía entre las ciencias y la filosofía
rimentos», confirman la importancia de un medio am-
biente lingüísticamente propicio para la adquisición Las claves del pensamiento y la obra de Itard
del lenguaje, así como el hecho de que existen límites Itard se encuentra con un
a lo que un individuo puede aprender si no crece en dilema educativo para su
un medio que le proporcione contacto social, psico- época y en su momento: las El dilema de Itard en su
lógico, afectivo y lingüístico. Para aprender un lenguaje contradicciones entre los tiempo: las contradicciones
de manera natural, los seres humanos no requerimos conceptos «domar» y «li- entre los conceptos
más que ese ambiente propicio durante los años cru- bertad», que da lugar a su re-
ciales que van del nacimiento a la pubertad. Nuestra flexión sobre la responsabi-
«domar» y «libertad», que da
disposición genética y el desarrollo de nuestras ha- lidad educativa. lugar a su reflexión sobre la
bilidades cognoscitivas se encargan de lo demás. Los 1. Una obra y un pensa- responsabilidad educativa
casos de niños salvajes, ya sea por abandono o mal- miento que pone al desnudo
trato, constituyen crímenes contra el alma humana, ni los problemas más profundos y acuciantes de la acti-
más ni menos. vidad educativa:
La vida de Genie tras su encuentro por la sociedad, 2. Un compromiso firme de educar: la convicción
no fue agradable. El equipo que se hizo cargo de ella de que las personas pueden y deben ser educadas
no tenía objetivos claros sobre su actuación, se pele- 3. El espíritu científico y experimental al servicio de
aron entre ellos por adquirir protagonismo, pasó de la educación
una familia de adopción a otra, se dedicaron a inves- 4. Una imaginación educativa incansable.
tigarla en beneficio propio más que a trabajar por su
incardinación en la sociedad. Genie, como Víctor, aca- Las incógnitas de Itard sobre lo social
bó en un centro de internamiento. Cuando en EE.UU. 1. ¿El individuo es sociable por naturaleza?
en 1970 apareció Genie, la niña a la que sus padres 2. ¿El individuo se parece a los animales si compar-
habían tenido recluida en un sótano, se le denominó te un mismo medio en el que vivir?
«La niña Salvaje», como a Víctor, en la película de Truf- 3. ¿En qué se parece o se diferencia el comporta-
faut, que acababa de estrenarse. El equipo de exper- miento del individuo humano y el de los animales?
4. ¿Hasta qué punto influye la vida social en el indi- 4. Los programas de instrucción deberían tomar en
viduo? cuenta las características individuales de cada alum-
no.
Las incógnitas de Itard sobre la pedagogía De forma general, Itard se interrogaba sobre esta
1. ¿Hasta dónde puede llegar el deseo de educar? inevitable tensión que está en el mismo corazón de
2. ¿Qué límites se pueden poner para lograrlo? la pedagogía, entre los fines y los medios, entre los
3. ¿Hasta dónde investigar para no dañar a los in- «instrumentos didácticos» que se convierten en me-
dividuos? dios de éxito, y «la investigación ética» recordando la
4. Los medios para educar responsabilidad del educador con el único objetivo
son siempre conformes con que vale la pena totalmente: la libertad.
Existe tensión en el mismo los fines? Un punto clave: Se trata de una elección, «apostar»
corazón de la pedagogía, 5. La voluntad de educar por una opinión pedagógica y filosófica, científica. En
entre los «instrumentos di- es siempre y en todos los ca- Itard, la pedagogía es filosofía, antropología: a través
dácticos» que se convierten sos ria?
completamente necesa- de la cultura y la educación es como la Especie Hu-
mana se humaniza.
en medios de éxito, y «la in- 6. Una pedagogía debe ser Itard cree, filosófica y pedagógicamente, en la edu-
vestigación ética» ¿científica? ¿experimental? cabilidad del «salvaje». Tiene sus raíces en el trabajo
de Itard con niños sordos: la búsqueda incesante de
Algunas conclusiones de Itard una educación sistemática para paliar la deficiencia
1. La sociedad (incluyendo la instrucción formal) es que les ha dado la naturaleza.
crucial para el desarrollo humano. Itard cree incondicionalmente en el principio ab-
2. Las personas aprenden para satisfacer sus nece- soluto de la educabilidad. Un modelo para todos los
sidades. que van a cuidar de la discapacidad y la educación
3. Los programas de instrucción deberían basarse especial.
en la ciencia.
misma devoción que Séguin había recogido las de su vage de l'Aveyron, l'idiotie et la surdimutité, ed. Alcan
maestro Itard, a quien cuidó con afecto filial en los úl- LANE, H. (1995). El niño salvaje de Aveyron. Madrid:
timos momentos de su vida. Alianza.
Durante diez años «puse en práctica, reflexionan- MARTÍNEZ-SALANOVA SÁNCHEZ, E. y PERAL-
do detenidamente sobre ella, la obra de estos dos TA FERREYRA, Ilda
hombres admirables, que se habían consagrado a la http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeduca-
posteridad dejando a toda la humanidad las pruebas cion/temaspequenosalvaje.htm
más fecundas de su humilde heroísmo» (Montessori, TRUFFAUT, F. (1969). L’enfant sauvage (película). Les
1909: 59-60). Films du Carrosse Inc. (Metro-Goldwin-Meyer, 2008),
Referirse a Itard y Séguin, implica hacer una alusión 83 min.
no sólo a métodos y técnicas, sino también a algunos VÁZQUEZ-ROMERO, J. M. (2012). «Victor de l’A-
postulados filosóficos que sirven de soporte para veyron, aprendiz del deseo». Bajo Palabra, Revista de
éstos métodos. Si bien Mon- fi losofía, II (7), pp. 372-390. Fuentes que citan nuews-
Referirse a Itard y Séguin, tessori retoma los aportes tros anteriores trabajos y que hemos utilizado:
implica no sólo a métodos y realizados por los dos fran-
técnicas, sino también a al- ceses, esto no significa que Referencias
se dedique a llevar a cabo Una observación. Como todas las referencias que
gunos postulados filosófi- una mera aplicación de los he utilizado hacen a su vez referencia a nuestras pu-
cos que sirven de soporte a mismos. Su adhesión a los blicaciones, tanto en textos como en Internet sobre
María Montessori postulados filosóficos y a las El pequeño salvaje, nos hemos permitido utilizar otros
técnicas correspondientes, textos en los que nos citan o utilizan, y hacemos re-
no estuvieron exentas de una revisión a la hora de te- ferencia genérica a las fuentes que hemos utilizado.
nerlas en cuenta para la educación en la Casa dei Bam- 1. Nuestros trabajos en
bini. http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeduca-
cion/temaspequenosalvaje.htm
Bibliografía 2. texte téléchargeable de Jean Itard, Mémoire et
Rapport sur Victor de l'Aveyron (1801 et 1806)
GINESTE, TH. (1981). Victor de l’Aveyron: dernier 3. Jean Itard, éducateur et médecin des Lumières
enfant sauvage, premier enfant fou. Paris: Le Syco- 4. http://www.cultura-sorda.eu en diciembre de 2007
more. 1, por Olivier Héral y Alejandro Oviedo
ITARD, J. (1982). Memoria e informe sobre Victor 5. Itard, Jean Marc Gaspard. (1802). Des premiers
de l’Aveyron (R. Sánchez Ferlosio, comentarios). Ma- développements du jeune Sauvage de l'Aveyron
drid: Alianza. Rapport sur les nouveaux développe- 6. Itard, Jean Marc Gaspard. (1806) Rapport sur les
ments et l'état actuel du Sauvage de l'Aveyron (im- nouveaux développements et l'état actuel du Sauva-
preso por orden del gobierno en París, Imprimerie ge de l'Aveyron (impreso por orden del gobierno en
impériale, 1806) París, Imprimerie impériale)
ITARD, J. 1802. El niño salvaje. En España: 2013 (Ar- 7. Itard, Jean Marc Gaspard. (1894) Rapports et mé-
tefakte) 153 páginas. mories sur le Sauvage de l'Aveyron, l'idiotie et la sur-
ITARD, J. (1894). Rapports et mémories sur le Sau- dimutité, ed.Alcan.