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Texto 5

Aplicándoles el razonamiento, los griegos alteraron íntegramente la


naturaleza de las matemáticas. Las matemáticas, como hoy se
entiende el término, son un legado griego. Mientras que los egipcios
y babilonios se contentaron con retazos de información útil obtenida
en forma de la experiencia o por tanteos, los griegos abandonaron el
empirismo y abordaron la materia sistemática y racionalmente. Los
griegos vieron con claridad que los números y las figuras
geométricas estaban en todas partes. Por tal razón decidieron concentrarse en tan importantes conceptos.
Además, hicieron explícita su intención de manejar conceptos abstractos, generales, en lugar de
realizaciones físicas y particulares: por eso estudiaron el círculo ideal en vez del contorno de un campo
o la forma de una rueda. Luego observaron que ciertos hechos relativos a esos conceptos eran al mismo
tiempo obvios y fundamentales: por ejemplo, que números iguales sumados o restados a números iguales
daban números iguales. Así pues, escogieron algunos de estos hechos evidentes como puntos de partida
y les llamaron axiomas. Luego aplicaron este razonamiento, con estos hechos como premisas, valiéndose
exclusivamente de los métodos más confiables que el hombre posee. Cada vez que el razonamiento
rindiera buenos resultados, se habría producido un conocimiento nuevo. Y como sus razonamientos
serían sobre conceptos generales, las conclusiones serían generalizables a todos los objetos de los cuales
los conceptos fueran representativos. Del razonamiento acerca de conceptos generales no solo se
deducirían conocimientos sobre cientos de situaciones físicas, sino también sería probable que del mismo
se infieran conocimientos que la sola experiencia ni siquiera dejaría entrever.

Texto 6
La cultura y el lenguaje articulado son propios de los
humanos: es lo que diferencia específicamente a
nuestra especie de todas las demás. El humano tiene la
capacidad de ir amoldando y transformando no solo la
naturaleza, sino sus propias relaciones con el mundo y
con su propia forma de vivir. A través de su historia, el
hombre crea y modifica su propia relación con el
mundo y las trasmite a su descendencia, lo cual implica
el desarrollo de sistemas simbólicos complejos,
variados y que tienen un importante grado de
arbitrariedad. Hoy en día se discute el que esta sea una
facultad exclusivamente humana, y aunque la discusión en torno a posibles sistemas simbólicos de
primates y cetáceos nos ofrezca una importante perspectiva antropológica y nos permita hablar de cultura
como el modo propio del ser humano de relaciones con el mundo.
La relación con el mundo implica la relación con la naturaleza, con los demás, consigo mismo, con la
trascendencia; nos relacionamos con el mundo, con formas de mirar, de sentir, de expresarnos, de actuar.
Aunque las expresiones materiales son parte de la cultura, es importante entender que, en tanto viva, una
cultura no se reduce nunca a la suma de todas sus producciones. Lo central de la cultura no se ve, se
encuentra en el mundo interno de quienes lo comparten; son todos los hábitos adquiridos y compartidos
con los que nos relacionamos con el mundo. Por esta razón, podemos afirmar que la cultura, a la vez que
se internaliza individualmente, es un hecho eminentemente social, puesto que es compartida y se
socializa permanentemente en todas las interacciones de la sociedad, y en forma muy particular en los
procesos educativos.
Texto 7
El momento de la creación literaria es muchas veces también el momento de
la intuición histórica, pues tiene que conformar armónicamente la una con la
otra. El material histórico de los Comentarios reales, muy distinto al de La
Florida, y ambos muy distintos también al de la Historia general. El material
histórico de estos tres libros difiere esencialmente: La Florida es para Garcilaso
el relato de una conquista en tierras que nunca vio. La escribe a petición de un
amigo suyo, Gonzalo Silvestre, quien para ello le proporciona gran parte de los
datos utilizados. Los Comentarios reales narran un pasado fabuloso de la tierra
en que nació y el fin de un imperio que en parte alcanzó a conocer, y al cual se
sentía ligado por su sangre materna; utiliza recuerdos, tradiciones que escuchó
y datos que le envían del Perú o que se encuentran en los cronistas americanos.
La Historia general narra los sucesos que presenció en su niñez. Razones
literarias y razones históricas confluyen para que, así en lo literario como en lo histórico, sean estas obras
muy distintas entre sí. En un caso, los Comentarios, la idealización será una utopía; en La Florida,
epopeya y tragedia; en la Historia general del Perú, segunda parte de los Comentarios reales de los incas.

Texto 8
No es lo mismo “tomar riesgo” que
“arriesgarse”. La primera acepción
presupone un examen racional exhaustivo de
todas las variables que componen el análisis
de una situación empresarial. Arriesgarse se
descompone en otros verbos que emiten
señales de peligro y al mismo tiempo se
contraponen con la noción de seguridad, de
prevención y de protección.
El mundo de los negocios no está hecho para
temerosos. Paradójicamente el miedo está
presente en todas las acciones de la gente. Los que niegan que lo hayan sentido alguna vez caen en la
categoría de tontos o cínicos o de falsamente temerarios.
Hay una suerte de malestar y vergüenza al confrontar con las vivencias del miedo. Reducir el miedo a
una ecuación matemática o a un mero análisis conceptual implica alejarse del meollo del problema. En
términos más profundos podríamos equiparar la noción de riesgo a la de coraje.
Las dos caras del riesgo: coraje y miedo, no se gestan en el ámbito de la empresa, sino que son
consecuencia de una larga urdimbre que se inicia en el momento de nacer y que tenemos que enfrentar
si queremos avanzar.

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