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Sujetadores roscados

En la figura 8-9 se presenta un dibujo de un perno estándar de cabeza hexagonal.


Los puntos de concentración del esfuerzo se encuentran en el filete, al inicio de las
roscas (terminación) y en el filete de la raíz de la tuerca, en el plano de la tuerca
cuando está presente.

El diámetro de la cara de la arandela es igual que el ancho entre las caras planas
de la cabeza hexagonal. La longitud de la rosca de tornillos de serie en pulgadas,
donde d es el diámetro nominal, se expresa mediante

y para tornillos métricos,

donde las dimensiones están en milímetros. La longitud ideal del tornillo es aquella
donde sólo sobresalen una o dos roscas de la tuerca después de que se aprieta.
Los agujeros de los tornillos quizás presenten rebabas o bordes agudos después
de su formado, que podrían penetrar en el entalle e incrementar la concentración
del esfuerzo. Por lo tanto, para prevenir este problema, siempre deben usarse
arandelas debajo de la cabeza del perno. El propósito de un tornillo es sujetar dos
o más partes.
La cabeza de un tornillo hexagonal es un poco más delgada que la de un perno de
cabeza hexagonal. Los tornillos de cabeza hexagonal se emplean en las mismas
aplicaciones que los pernos y también en los que uno de los elementos que se
sujetan está roscado. En la figura 8-10 hay otros tres estilos comunes de cabezas
de tornillos.
Una variedad de estilos de cabezas de tornillos para metales se ilustra en la figura
8-11.

En la figura 8-12 se presentan varios estilos de tuercas hexagonales; El material de


la tuerca debe seleccionarse con cuidado para igualar al del perno. Durante el
apriete, la primera rosca de la tuerca tiende a tomar toda la carga; pero ocurre la
fluencia, con algún endurecimiento debido al trabajo en frío que se presenta, y a la
larga la carga se divide en casi tres roscas de la tuerca. Por esta razón nunca deben
reutilizarse tuercas usadas con anterioridad, pues ello puede ser peligroso.
Juntas de empaquetadoras
Los empaques se usan con frecuencia en juntas donde se necesitan sellos de
presión. Hay diferentes tipos de empaques, los cuales se dividen en dos clases
generales: confinados y no confinados.
Todos los empaques confinados permiten que las superficies duras de las partes
emparejadas entren en contacto, lo cual hace que la junta se comporte como si no
tuviera empaque, en lo que se refiere a su constante de resorte km. Se usan los
procedimientos descritos para estimar km en los empaques confinados.

Las juntas con empaques no confinados, tienen el empaque relativamente suave,


separando completamente las superficies emparejadas. Por lo tanto, el empaque
contribuye a la constante de resorte de la junta. En la tabla 11-11 se presentan los
módulos de elasticidad de varios materiales para empaques.

Con excepción del cobre y la combinación asbesto-cobre, para los materiales de


empaque de la tabla 11-11, los módulos típicos de los empaques son tan bajos que
dominan la ecuación 9.2b y básicamente determinan la rigidez de la junta. En esos
casos no es necesario resolver la ecuación 9.2b y km se hace igual a kg. Con un
empaque de asbesto-cobre o cobre (o cualquier otro empaque rígido no confinado),
la rigidez del empaque suele ser lo suficientemente alta como para garantizar el
cálculo de km con la ecuación 9.2b. Se utiliza un área del material del empaque, de
acuerdo con la zona de sujeción total en el nivel del empaque, para estimar kg.

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