Está en la página 1de 1

Demeter y Persefone

La Deidad de la vida en la mitología Griega, era una hermosa joven de dulce mirada y tez delicada
llamada Perséfone (hija de Deméter y Zeus también conocida como Proserpina en la antigua Roma)
un día se encontraba está paseando junto con un grupo de ninfas, cuando de pronto Hades hermano
de Zeus y Dios del Infra-mundo, locamente enamorado de la muchacha y haciendo gala de esa
pasión egoísta que rezumbaba los dioses clásicos, surgió de las profundidades de la tierra y la rapto,
convirtiéndola en la reina del Infra-mundo. Esta súbita desaparición sumió a Deméter, su madre,
considerada diosa de la agricultura y reina de la fertilidad en la tierra, en una profunda tristeza,
obvió sus obligaciones como diosa para ir a buscar a su hija, lo que provocó que los campos se
convirtieran en tierras áridas y los árboles se secaran, allá por donde llevaba su pena, convertía el
lugar en desierto. Este episodio tuvo nefastas consecuencias para los humanos quienes, sin cosechas
con las que alimentarse, comenzaron a perecer.

Zeus preocupado por lo que estaba sucediendo en la tierra y sintiéndose culpable ( de nuevo las
emociones humanas de los dioses) por no haber hecho nada para detener a su hermano aun a
sabiendas de su impetuoso carácter y de que se había enamorado de su hija Perséfone, le exigió que
liberara a la muchacha del reino de la tinieblas y la devolviera a brazos de su madre, aunque el dios
padre a diferencia del dios cristiano, no era omnipotente y no podía doblegar a su hermano, al
parecer este accedió a ponerla en libertad si, mientras recorría el camino de regreso desde el
inframundo no probaba ningún alimento, no obstante la muchacha termino comiendo 6 semillas de
una granada del inframundo, lo que ligo su alma permanentemente a este, para evitar la destrucción
que supondría para la humanidad esta situación a causa del estado de Deméter, se acordó que
Perséfone pasaría 6 mese en el inframundo y 6 meses en la tierra lo que los griegos dieron como
explicación al invierno y a la primavera.

Este pensamiento se dio debido a la necesidad urgente de sentir que se es de algo mucho mayor en
la vida, sentir que la vida no transcurre sin más, sino que existe algo que lo controla, el que los dioses
controlaran el cambio climático les daba el sentimiento de regocijo y tranquilidad, y también la
capacidad de culpar a alguien puesto la misma naturaleza del ser humano lo hace vulnerable a sus
emociones.

También podría gustarte