Está en la página 1de 2

Tras el duro frío del invierno y la nula fertilidad que este representa, y antes del

sofocante calor del verano, llega la primavera, una época de renacimiento, de


bonanza a la que sin duda hay que celebrar.

Y para los antiguos griegos, la personificación de esta época anual de abundancia la


representa Perséfone.

PERSÉFONE ERA LA DIOSA GRIEGA DE LA


PRIMAVERA Y DE LOS ATRIBUTOS DE ESTA
ESTACIÓN QUE SON TAN BIEN VALORADOS POR LOS
AGRICULTORES Y GANADEROS: LA FERTILIDAD Y
LAS COSECHAS.
Era hija de Zeus y Démeter (diosa de la agricultura), y por ella se explica el ciclo de
las estaciones.
SU RAPTO POR PARTE DE HADES PARA
DESPOSARLA, EXPLICA PARA LOS GRIEGOS EL
PORQUÉ DE LAS ESTACIONES.
El rapto no es algo extraño a la mitología griega, y explica muchas de las uniones
entre dioses o entre una deidad y una persona mortal. Incluso, en algunas ciudades
de la antigua Grecia, se celebraba un rapto simulado en el que el hombre debía
raptar a la novia antes de casarse.

Enterada de la desaparición de su hija (aunque parece ser que sin conocer los
detalles en un primer momento), Démeter deja sus quehaceres y se dedica a vagar en
busca de Perséfone.

AL DESATENDER SUS LABORES DE FECUNDIDAD DE


LA TIERRA, DÉMETER PROVOCA CON ELLO QUE
ESTA SE VUELVA ESTÉRIL, SIENDO IMPOSIBLE
RECOGER NINGÚN FRUTO.
Ello provoca la intervención de Zeus, que decide mediar en el conflicto. Le es
imposible rescatar a Perséfone, porque Hades, muy listo, le ha dado de comer a ella
un grano de granada, y quien come algo en el inframundo, no puede volver a salir de
él.

Así que Zeus encuentra una solución de compromiso.

PERSÉFONE PASARÁ UNA ÉPOCA DEL AÑO EN EL


INFRAMUNDO, CON SU ESPOSO HADES, Y OTRA
PARTE DEL AÑO FUERA.
Cuando Perséfone se queda en el inframundo, su madre Démeter está triste, y es por
ello que la tierra queda estéril, y ni el tiempo acompaña. Es la época del frío
invierno.

En cambio, cuando se encuentra fuera del reino y la compañía de Hades, el buen


tiempo reina, y la tierra, bajo el manto protector de su ahora feliz madre Démeter, da
otra vez sus frutos a quien la trabaja.

También podría gustarte