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L
a época medieval ha sido opacada por diversos estereotipos, muchos de ellos
erróneos o bastante parciales. Lamentablemente no siempre se busca profundizar
en el tema pese a que actualmente exista una gran variedad de programas de
televisión, cintas cinematográficas e incluso libros (aunque no todos considerados como
parte de la literatura) que se han ganado gran fama, por ejemplo: Juego de Tronos, Las
Crónicas de Narnia, Harry Potter, entre otros. Gran parte de las personas tienden a
quedarse con la imagen más básica de la Edad Media —como los castillos, caballeros y la
“opresión” de la Iglesia en lo que respecta al conocimiento—, por ello se pierde de mucho
y no se ha logrado esclarecer un panorama más claro. Sin embargo, yo busco ampliar aún
más mi entendimiento en la materia. Poco a poco he ido alejándome de los prejuicios para
adentrarme en una versión más verídica; no obstante, en este trabajo ahondaré
específicamente en un personaje que llamó mi atención desde que se mencionó su gran
erudición: Hildegarda von Bingen. Mi principal motivo para estudiar a esta abadesa 1 es que
no se suele mencionar mucho el papel de la mujer en la Edad Media, al menos yo no había
tenido oportunidad de conocerla hasta ahora; puedo añadir que me pareció importante
dedicar mi trabajo a una gran autora como ella siendo que en el programa de la carrera de
Letras Hispánicas se estudian pocas obras escritas por mujeres. Desarrollaré mi texto
centrándome en algunos de sus planteamientos filosóficos y en su trabajo en la materia
musical con su relación al concepto de belleza en la época medieval.
Me parece pertinente iniciar dando una presentación, ya que Hildegarda von Bingen
no es un personaje tan renombrado como Carlomagno. Ella nació en una época llena de
esplendor cultural, el siglo XII, tiempo de Cruzadas y de influencia del pensamiento griego
(traído por los árabes y judíos); además de que la religión católica estaba en auge, las
iglesias y monasterios se multiplicaban, incluso la Virgen María tomó su lugar como la
imagen de la mujer perfecta. Todo esto se vio reflejado en Hildegarda. Creció educada en
un monasterio donde se le dieron las bases religiosas para convertirse en la siguiente
1
“Una abadesa es una autoridad espiritual, organizativa y política y desempeñaba
funciones intelectuales importantes en la sociedad medieval”. (Fraboschi, Santa
Hildegarda de Bingen…, p. 10)
Alma Lucero Gabriel Bajo la mirada de Hildegarda
abadesa de Bingen. Sus inicios como escritora se remontan a 1141, comenzó con una de sus
obras más importantes (aunque tardó unos años debido a cuestiones de salud y a que fue
escribiendo los fragmentos con el paso del tiempo): Scivias, ahí plasma sus pensamientos
sobre el mundo en el que vive, incluye ilustraciones muy definidas para su época —se
puede destacar el uso de formas circulares para representar lo divino y la luz como
elemento importante en los dibujos— y eran de gran importancia en el texto para
complementar y esclarecer sus visiones. Me parece imprescindible hacer mención de la
fuerte aceptación de dicho texto, durante el proceso de escritura de Scivias más de un
miembro de la Iglesia, desde un monje hasta el mismísimo Papa, quedó impresionado por la
obra de Hildegarda; pocos podrían creer que una pequeña parte del escrito de una mujer fue
leída públicamente, esto sólo reafirma que no es que la Iglesia evitara la propagación del
conocimiento, sólo no veía pertinente aquello que se alejaba de su cosmovisión
teocentrista; incluso bajo los pensamientos filosóficos de Santo Tomás de Aquino y de San
Agustín de Hipona el saber era una manera de acercarse a Dios.
2
Véase en: Fraboschi, Santa Hildegarda de Bingen…, pp. 13 y 14.
3
Fuentes Herreros, El discurso de los saberes…, p. 21.
2
Alma Lucero Gabriel Bajo la mirada de Hildegarda
(la obra de más renombre en la época) cuando la abadesa menciona que “[…] la paternidad
y la divinidad son Aquel que es, como se ha dicho: «Yo soy el que soy » [Éx. 3, 14]”4.
incluso referirse también al matrimonio, ya que este sacramento dicta que el cuerpo y alma
de la pareja se vuelven uno solo.
6
La pieza musical puede escucharse en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=v6qFCYRQKVA&t=293s
7
La autora hace una conjunción de las propuestas hechas por Dionisio Areopagita, Ulrico
Engelberto y Santo Tomás de Aquino (Coomaraswamy, Teoría medieval…, pp. 31-42)
8
Cita: Coomaraswamy, Teoría medieval…, p. 61.
4
Alma Lucero Gabriel Bajo la mirada de Hildegarda
la pieza musical es que me parece magnifico que una mujer tan erudita fuese
multidisciplinaria y, sobre todo, que fuera buena en aquello en lo que se proponía a hacer
por su Dios, porque su esfuerzo era dedicado a ese ser que le brindó la inspiración; en cada
nota se siente cómo es que Hildegarda von Bingen quería comunicarse con su Dios a través
del canto, incluso se percibe el amor y respeto que le profesaba. Creo que es eso lo que todo
escritor —ya sea de textos o compositor de música— busca: transmitir su pensar, su sentir
y ofrecer su trabajo, aunque depende de cada persona a quién se dedica.
Hildegarda von Bingen fue una mujer excepcional, rompe con el esquema que la
mayoría podría tener de una mujer durante la Edad Media; sí, es dedicada a su Dios, pero
tuvo una sapiencia increíble, aportó conocimiento y cultura a su sociedad, sus palabras
fueron transmitidas por una gran parte de la comunidad eclesiástica de su tiempo y se
convirtió en mi inspiración para informarme más sobre su vida y obra. Muchas de esas
cosas son anhelos de mujeres en nuestra actualidad, lamentablemente algunas de ellas se
sienten oprimidas, pero hay más de un ejemplo de que se puede sobresalir sin importar las
circunstancias, entre ellos está la abadesa de Bingen; por eso me parecería importante que
se hablara más sobre esta excepcional mujer, incluso ayudaría a ir desvaneciendo la burda
idea de que no hay avance en la época medieval. Hildegarda aún puede aportarnos mucho.
⸶※⸸※⸷
Bibliografía.