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Dice MACHADO que el periodo de prueba es “la cualidad que adjetiva a las relaciones
de trabajo por tiempo indeterminado, durante un breve lapso siguiente a su inicio, a
mérito de la cual las partes cuentan con la facultad de desistir unilateral e
incausadamente de la contratación sin asumir consecuencias económicas desfavorables.
Mas bien, es un periodo dentro de un contrato por tiempo indeterminado (salvo los
contratos por temporada), de “carencia”, en el cual no se adquiere la plenitud de la
protección inherente al contrato permanente. Allí puede operar la posibilidad de la
rescisión contractual, con efecto "ex nunc".
2. Ámbito de aplicación
Entendemos también con el profesor y magistrado santafesino, que se les aplica aun
cuando la ejecución de esos contratos sea discontinua, con intermitencias limitadas "a
ciertos días de la semana o de ciertas semanas al mes". Y la razón que él expresa puede
compartirse en tanto que “la excepción a la regla no reconoce otro fundamento que el de
evitar la situación que luego previene el inciso 2° (uso abusivo), según las particulares
características de la sucesión de los ciclos de temporada que permitiría que a cada uno
corresponda una ‘prueba’ distinta sin llegarse nunca a efectivizar a nadie con el puesto
de trabajo estacional.” Dicha ratio no concurre en contratos intermitentes en que la
frecuencia entre las prestaciones y recesos reconoce "una longitud de onda mas breve",
pero en él debe incluirse “de modo continuado los días o semanas en que no haya
requerimiento de servicios, dado que el contrato permanece ‘vigente’ según su
naturaleza, y ésta es la única condición que surge de la norma" del art. 92 bis de la LCT.
De los términos del art. 92 bis según la ley 25.877, “se mantiene así la imposibilidad de
la contratación a prueba en contrataciones a plazo o eventuales. Si, en cambio, es
admisible en contrato a tiempo parcial—art. 92 ter, LCT— cuando éste sea por tiempo
indeterminado". Por ello a los docentes suplentes, en cuanto asimilables a los
trabajadores eventuales suplente, no se les aplica el periodo de prueba.
3. El plazo
Como se aplica el art. 25 del CC por el modulo aplicable (mes), finalizará el plazo el
mismo “día designado con la misma numeración de tercer mes subsiguiente a su
comienzo", mas precisamente a la medianoche (art. 27, CC).
Si se rescindió el vínculo antes del vencimiento del plazo y hay una nueva contratación
entre las partes, hay que distinguir si continúa el periodo de prueba hasta su límite o no
puede contratarse al trabajador con él incluido.
Si se contrata a un docente para un cargo, como puede ser maestro de grado o secretario
docente por primera vez en una escuela, funciona el periodo de prueba desde el primer
día de inicio efectivo de la prestación laboral, y no puede ser repetido si se amplia luego
la contratación a otro cargo de la misma naturaleza, porque su finalidad no podría
cumplirse de nuevo pues ya se agoto el periodo de conocimiento y carencia.
Asimismo, si se contrata a un profesor en horas cátedra por primera vez en una escuela,
el instituto de que se trata funciona. Si la prestación es similar —aun cuando se lo
contratara luego en otro modulo horario de horas cátedra de la misma o de distinta
asignatura en la misma escuela—, el periodo de prueba, a nuestro juicio, ahora no
funciona.
En la especie funciona solo una vez, y no cada vez que se incrementa, porque de otro
modo se desnaturalizaría el instituto, contrariando el art. 92 bis, inc. 1, de la LCT.
La voluntad extintiva del contrato de trabajo debe ejercerse mientras esté vigente el
plazo de la prueba. Esgrimir al periodo de prueba (como normalmente se hace) una vez
concluido el periodo ante una intimación del trabajador es absolutamente improcedente.
Especial importancia tiene este tema en cuanto a los docentes cuya mayoría es personal
femenino. La doctrina y la jurisprudencia discrepan acerca de la colisión de esta
institución con la protección que al embarazo y maternidad confieren los arts. 1 77 y 1
78 de la LCT.
Pero habría que estar a la prueba, valorada conforme a la sana critica, para saber si el
embarazo o maternidad es la causa de la decisión segregativa patronal, porque la
regulación de los arts. 177 y 178 de la LCT importa “una sanción contra la
discriminación fundada" en esos hechos. La presunción legal es una técnica probatoria
al servicio de esa valoración judicial.
6. Obligación de preavisar. Omisión
La ley 25.877 ha introducido la novedad de la obligación a las partes de dar aviso previo
de su intención de desvincularse, art. 92 bis de la LCT que remite al art. 231 de la LCT,
esto es el trabajador de quince días y el mismo plazo para el empleador. Aclara la norma
que no corresponden días integrativos.
La omisión del preaviso sólo conlleva la indemnización sustitutiva que prevé el art. 232
de la LCT. Mas siendo la obligación de preavisar indivisible por naturaleza, "un
preaviso insuficiente o de plazo inferior al legal debe tenerse por no dado" (art. 232,
LCT) "se prueba por escrito y es irretractable" (arts. 234 y 235, LCT).
7. Uso abusivo
El art. 92 bis, inc. 2, de la LCT, prevé que "El uso abusivo del periodo de prueba con el
objeto de evitar la efectivización de trabajadores será pasible de las sanciones previstas
en los regimenes sobre infracciones a las leyes de trabajo [...]".
Dicha solución ante esa conducta antifuncional es criticada por la doctrina, pues esas
sanciones no tienen incidencia en las relaciones individuales de trabajo.
Para conceptualizar ese uso abusivo, el mismo inciso de ese artículo prevé que ello
sucederé cuando por dicho medio se persiga “evitar la efectivización de trabajadores", y
mas especialmente cuando se “contratara sucesivamente a distintos trabajadores para un
mismo puesto de trabajo de naturaleza permanente". De cualquier modo, la doctrina se
interroga acerca de cuantos contratos deben considerarse para hablar de utilización
sucesiva que configure la técnica defraudatoria, porque la ley no lo explicita, y además,
constatada la infracción, ¿cómo corresponde considerar al contrato en curso?
8. Registración
El inc. 3, art. 92 bis de la LCT prevé que toda relación laboral que comienza debe ser
registrada, y si hay incumplimiento, de esa carga el empleador no puede invocar los
beneficios del periodo de prueba. Habrá registración, según el art. 7° de la ley 24.013,
con el alta del trabajador ante la AFIP y el registro en el libro especial del art. 52 de la
LCT, o registro único del art. 84 de la ley 24.467, si el empleador fuera una pyme.
9. Igualdad de trato
El art. 92 bis, inc.4, de la LCT, establece que, como regla, en el periodo de prueba las
partes gozan de los mismos derechos y obligaciones propias de la relación laboral, salvo
las excepciones que se prevén en ese artículo. Pero en los incisos siguientes prevé
especialmente que el trabajador goza de los derechos sindicales (que la ley 23.551 y
antes las normas internacionales establecen), que el trabajador debe realizar los aportes
y el empleador las contribuciones a la seguridad social, y que el periodo de prueba se
computa como tiempo de servicio a todos los efectos laborales y previsionales.
El inc. 6 del artículo citado establece que el trabajador goza de la protección ante los
distintos supuestos de incapacidades laborales, sean accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la ley 24.557 (LRT), o los llamados accidentes y
enfermedades inculpables (arts. 208 y ss., LCT). En el primer caso, habiendo ocurrido el
episodio o conjunto de circunstancias laborales que den lugar al a incapacidad, la
extinción del contrato de trabajo no influye en la aplicación de la LRT y las prestaciones
que ella prevé en esos casos, pues el responsable, en principio, es la ART.