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Tras la mirada de Safo de Lesbos:

permanencia y novedad en la lírica griega arcaica.


Marina Lozano Saiz
marloz11@ucm.es

Tertulias Literarias: Literatura


Clásica (8 de Mayo-6 de Marzo)
Centro Asociado UNED Cantabria

El susurro del amor (Charles-Amable Lenoir, 1861-1926)

-SAFO
-OTROS POETAS LÍRICOS
ARQUÍLOCO Fr. 90 ADR.; Fr. 95 ADR.
ALCMAN Fr. 3 P
ALCEO Fr. 283 L-P
ANACREONTE 51 P.
-LA LÍRICA EN OTRAS
ÉPOCAS Y OTROS GÉNEROS
MOSCO 3 GOW
HOMERO Od. V, 116-124
SOFOCLES Antígona 781-798 B.
CATULO 51

SAFO

(1 V) Traducción: Calvo Martínez (2009)

Inmortal Afrodita de polícromo trono,


hija de Zeus, urdidora de engaños, te lo ruego,
no me oprimas con penas ni con sufrimientos,
Señora, el ánimo.
Ven aquí si algún día también en otro tiempo
escuchando de lejos mi palabra
me atendiste, y, dejando la casa de tu padre
dorada, te presentaste
luego de uncir tu carro. Lindos gorriones
te llevaban veloces sobre la oscura tierra
agitando las alas, desde el cielo, incesantes, por el
centro del éter
y al instante llegaron. Y tú, la Felicísima,
rompiste a sonreír con tu rostro inmoral y preguntabas
qué me pasaba entonces y por qué entonces
yo te llamaba,
y qué quería, más que otra cosa, que sucediera
con alma loca. “¿A quién deseas que yo persuada
que te conduzca a su amor de nuevo? ¿Quién es, oh Safo,
la que te agravia?
Que si te huye, no tardará en seguirte;
si tus dones no acepta, ella te los dará;
si no te ama, no tardará en seguirte;
si tus dones no acepta, ella te los dará;
si no te ama, no tardará en amarte
mal que le pese”.
Ven hoy también a mí y libérame
de los duros pesares, y lo que quiere mi alma
que llegue a término, cúmplemelo, y tú en persona
sé mi aliada.

(17 D) Traducción: García Gual (2001)

De veras, estar muerta querría.


Ella me dejaba y entre muchos sollozos
así me decía:
“¡Ay, qué penas terribles pasamos,
ay Safo, qué a mi pesar te abandono!”.
Y yo le respondía:
“Alegre vete, y acuérdate
de mí. Ya sabes cómo te quería.
Y si no, quiero yo recordarte…
cuantas cosas hermosas juntas gozamos.
Porque muchas coronas
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de violetas y rosas y flores de azafrán
estando conmigo pusiste en tu cabeza,
y muchas guirnaldas entretejidas,
hechas de flores variadas.
alrededor de tu cuello suave.
Y ungías toda tu piel…
con un aceite perfumado de mirra
y digno de un rey
y sobre un mullido cobertor
junto a la suave…
suscitaste el deseo…
Y no había baile ninguno
ni ceremonia sagrada
donde no estuviéramos nosotras,
ni bosquecillo sacro…
…el replicar…
…los cantos…

(49) Traducción: Clavo Martínez (2009)

Hace ya mucho tiempo, Atis, que estuve enamorada de tí.


Tenías el aspecto de una muchacha pequeña y desgarbada.

(16. V) Traducción: Luque (2000)

Dicen unos que una tropa de jinetes, otros la infantería


y otros que una escuadra de navíos, sobre la tierra
oscura es lo más bello: mas yo digo
que es lo que una ama.

Y es muy fácil hacerlo comprensible


a todos: pues aquella que tanto destacaba
en belleza entre todos los humanos, Helena,
a su noble esposo

dejándolo tras sí marchó a Troya embarcada


y en nada de su hija o de sus padres
amados se acordó, sino que la sedujo
Cipris.

………
………

Porque ahora me has hecho recordar a Anactoria


que no está junto a mí.
y de ella quisiera contemplar
su andar que inspira amor y el centelleo radiante de su rostro
antes que los carruajes de los lidios y antes que los soldados
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en pie de de guerra.

(31. V) Traducción: Luque (2000)

Un igual a los dioses me parece


el hombre aquel que frente a tí se sienta
de cerca y cuando dulcemente hablas
te escucha, y cuando ríes

seductora. Esto -no hay duda- hace


mi corazón volcar dentro del pecho.
Miro hacia ti un instante y de mi voz
ni un hilo ya me acude,

la lengua queda inerte y un sutil


fuego bajo la piel fluye ligero
y con mis ojos nada alcanzo a ver
y zumban mis oídos;

ne desborda el sudor, toda me invade


un temblor, y más pálida me vuelvo
que la hierba. No falta -me parece-
mucho para estar muerta.

(149 D) Traducción: García Gual (2001)

A.- Quiero decirte algo, pero me lo impide


la vergüenza…
B.- Si tuvieras pasión por cosas nobles y bellas
y no revolviera tu lengua expresar algo malo,
la vergüenza no retendría ahora tus miradas,
sino que hablarías de lo que crees justo.

(13) Traducción: Clavo Martínez (2009)

Pues el que es hermoso, es sólo hermoso ante los ojos.


El bueno, en cambio, en ese instante será así mismo bello.

(44- L-P) Traducción: Luque (2015)

Llegó un heraldo, Ideo, el veloz mensajero


[…]
“…renombre indestructible de Asia toda:
Héctor y sus amigos traen a la de ojos fúlgidos,
desde Teba sagrada y Placia la de eternas
fuentes: la dulce Andrómaca, en naves, por la ruta
salada de la mar; ajorcas de oro, ropas
perfumadas, de púrpura, regalos
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primorosos, vasijas incontables de playa y de marfil”.
[…]
Así lo relató. Con prontitud se puso en pie su padre,
la nueva se extendió por la espaciosa ciudad hasta los suyos.
Las de Ilión, al punto, a sus carros de hermosas
ruedas uncieron mulas, subió el gentío todo
de mujeres y niñas de tobillos esbeltos;
en grupo separado, la hijas del rey Príamo.
A los carros los hombres uncieron los caballos
y los muchachos con solemnidad
y los aurigas […]
[…] apiñadamente
se pone en movimiento hacia Ilión.

(23) Traducción: Clavo Martínez (2009)

Cuando te miro frente a mí sentada


… no a Hermione, sino a la rubia Helena
no sería impropio compararte
si a las mortales (les fuera permitido?). Mas sabe bien que con tu…

(96. L-P) Traducción: Luque (2015)

Desde Sardes
ella su pensamiento aquí tiene a menudo.

De ti, semejante a una diosa relevada,


tu canto le agradaba vivamente.

Ahora entre las mujeres de Lidia sobresale


igual que, cuando ya se ha hundido el sol,
la luna con sus dedos de rosa va envolviendo

todos los astros y su luz se extiende


sobre la mar salina y de la misma forma por los campos
saturados de flor;

está el rocío hermoso ya esparcido,


y las rosas y el tierno perifollo
y el floreciente trébol ya lozanos.

Vagando acá y allá, ella de Atis


la silce al acordarse con deseo, en sus entrañas
tiernas por tu destino se consume:

-Que nosotras vayamos hasta allí […]


Sin comprenderlo, inmenso
resuena el mar de por medio.
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No es fácil que a las diosas
por tu hermosura que deseo inspira
te puedas tú igualar.

Afrodita
el néctar escanciaba
de una vasija de oro.

Persuasión, con sus manos […]


[…] amigas […]

(128 D) Traducción: García Gual (2001)

Novio feliz, ya tienes la boda, que al cielo pedías.


Se cumplió, ya tienes la doncella, que al cielo pedías-
-Gracioso es tu rostro, y tus ojos de miel, novia,
y en tu cara seductora se ha derramado la gracia de amor.
-Y a ti, joven, te ha honrado más que a nadie Afrodita.
-Sé feliz, joven novia, sé feliz, digno novio, mil veces.

(152 D) Traducción: García Gual (2001)

Tengo una niña, que a las flores de oro


puede parangonar su belleza, mi muy amada Cleis.
No la daría yo ni por toda la Lidia ni por la deseable…

(129) Traducción: Clavo Martínez (2009)

¿Me tenías olvidada…


o acaso amas a alguno de los hombres
más que a mí?

(137) Traducción: Clavo Martínez (2009)

De nuevo Eros, que los miembros afloja, me sacude,


una fiera agridulce, incombatible.
Atis, te resultaba odioso pensar en mí
y te marchas volando junto a Andrómeda.

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OTROS POETAS LÍRICOS

Arquíloco1 (Fr. 90 ADR.) Traducción: Luque (2000)

Pero a mí, compañero, me domina el Deseo


que deja el cuerpo lánguido
y no me importan ya ni yambos ni placeres.

Arquíloco (Fr. 95 ADR.) Traducción: Luque (2000)

El Deseo me tiene rodeado y exánime,


miserable de mí, con agudos dolores -los dioses lo han querido-
hasta los mismos huesos perforado.

Alcman2 (Fr. 3 P) Traducción: Luque (2000)

Con un deseo que desmaya el cuerpo


dirige una mirada que hace desfallecer
más que el sueño y la muerte:
sin vanidad alguna, es ella dulce.

Astimelea nada me responde.


Recoge la guirnalda como un astro que vuela
por un cielo radiante
como un tallo dorado, como una pluma suave-

Con pies esbeltos cruza.


Y como brilla el bálsamo de Chipre
sobre las cabelleras de las jóvenes,
así, solicitada, camina Astimelea entre la gente
y alcanza un gran honor.

Si acaso me viniera y me tomara


de la tierna mano, yo
al instante sería
un suplicante suyo.

Alceo3 (Fr. 283 L-P) Traducción: Luque (2000)

El corazón volcó dentro del pecho


de Helena la de Argos, por el varón de Troya enloquecida,
y al huésped alevoso por el mar
en la nave ha seguido

1 Arquíloco se sitúa hacia el año 650 a.C. y es, por lo tanto, el más antiguo de los líricos.
2 Alcmán es un poeta espartano del siglo VII a.C.
3 Alceo es un poeta espartano del siglo VII a.C.
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dejando tras de sí a la hija en casa
y el arropado lecho de su esposo: porque su corazón
-mediando está la hija de Zeus y Dione-
de entregarse al deseo la convence.

En Troya a sus hermanos los retiene


la negra tierra, a muchos, derribados
en el llano por ella

y en el polvo se hundieron muchos carros,


fueron pisoteados muchos hombres
de ojos vivos; de la masacre, Aquiles…

Anacreonte4 (51 P.) Traducción: Luque (2000)

¡Trae agua, muchacho, trae vino


y tráenos guirnaldas
en flor! ¡Que sea pronto,
que estoy midiendo ya
mis puños contra Eros!

4 Anacreonte que vivió entre los años 572 y 485 a.C era de Teos en Asia Menor.
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LA LÍRICA EN OTRAS ÉPOCAS Y OTROS GÉNEROS

Mosco5 (3 GOW) Traducción: Luque (2000)

Después de bañar Pisa el río Alfeo camina bajo el mar


y va en pos de Aretusa, arrastrando su agua nutridora de olivos;
como arras lleva flores, nobles hojas y polvo consagrado.
Profundo entre las olas se sumerge. A la mar
hondamente traspasa: no se mezcla su agua con las aguas,
la mar no se da cuenta de que un río la cruza.
Eros, el jovencito malévolo y perverso, el maestro temible,
con su hechizo ha enseñado a nadar incluso a un río.

Homero (Od. V, 116-124) Traducción: Luque (2000)

… Mas Calipso, divina entre las diosas, se sintió estremecer


y así les dirigió aladas palabras:
- Dioses, qué crueles sois y qué terriblemente
celosos. Envidiáis a las diosas que comparten
con un mortal un lecho no furtivo, si es que alguna
lo hace amante suyo. Así, cuando a Orión
lo eligiera la Aurora, la de dedos de rosa,
cuánta envidia sufríais los dioses de plácido vivir
hasta que Ártemis casta, la de trono de oro, con sus dardos amables
lo persiguió y le dio muerte en Ortigia.

Sófocles (Antígona 781-798 B.) Traducción: Luque (2000)

Eros incombatible en la batalla,


Eros, tú que arrojas contra las fortunas
y en las mejillas tiernas de una joven
pasas toda la noche;
por el mar vas y vienes
y por los patios de los campesinos:
nadie es tu fugitivo, ni el inmortal ni el hombre
que sólo un día dura. El que a ti te posee
por la locura queda poseído.
Tú arrastras a la ruina las almas ya sin juicio
de los antes juiciosos
e incluso esta discordia has provocado
entre varones de una misma sangre.
Pero triunfa el deseo que irradia de los ojos
de una novia de lecho deseable.
Eros que participas del origen
de las leyes sagradas: sin resistencia juega
la divina Afrodita

5 Mosco es un poeta helenístico del siglo II-III a.C. nacido en Siracusa. Recibió educación de Aristarco en Alejandría.
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Catulo (LI) Traducción: González Iglesias (2006)

Que es igual a algún dios, sí, me parece,


superior a los dioses, si es posible,
el hombre aquel que frente a ti sentado
sin cesar mira y oye
tu dulce risa, y, pobre de mí, eso
está quitándome el sentido. Apenas
te he visto, Lesbia, nada me ha quedado
de voz en la garganta,
está inerte mi lengua, sutil fuego
fluye por dentro de mi cuerpo, zumban
mis oídos, los ojos se me velan
por una doble noche.
Catulo, el ocio está perjudicándote.
Con el ocio te exaltas y te excedes.
El ocio fue ya perdición de reyes
y de ricas ciudades.

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BIBLIOGRAFÍA

Edición del texto griego:

Adrados, F.R. (1995). Sociedad, amor y poesía en la Grecia antigua. Madrid: Alianza Editorial.

Bierl, A., Lardinois, A. (2016). The Newest Sappho: P. Sapph. Obbink and P. GC inv. 105, Frs. 1-4.
Leiden: Brill.

Calvo Martínez, J. L. (2009). Antología de poesía erótica griega: Poemas de amor y sexo en
Grecia. Madrid: Cátedra.

Campbell, D. A. (1982). Greek lyric. Sappho et Alcaeus. Cambridge, Mass.: Loeb Classical Library

Catulo, C. V., Fernández Corte, J. C., & González Iglesias, J. A. (2006). Poesías. Madrid: Cátedra.

García Gual, C. (2001). Antología de la poesía lírica griega. Madrid: Alianza.

Luque, A. (2000). Los dados de Eros: Antología de poesía erótica griega. Madrid: Hiperión.

Luque, A. (2015). Aquel vivir del mar: El mar en la poesía griega: Antología. Barcelona:
Acantilado.

Marry, J. D. (1979). Sappho and the heroic ideal: ἔρωτος ἀρετή. Arethusa, 12 (1), 71-92.

Suárez de la Torre, E. (2002). Antología de la lírica griega arcaica. Madrid: Cátedra.

Voigt, E.M., (1971). Sappho et Alceus. Fragmenta. Amsterdam: Athenaeum-Polak & Van Gennep

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